Toyotomi Hideyoshi para niños
Datos para niños Toyotomi Hideyoshi |
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![]() Retrato de Toyotomi Hideyoshi dibujado en 1598.
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Información personal | ||
Nombre en japonés | 豊臣秀吉 | |
Nacimiento | 17 de marzo de 1537jul. Nakamura-ku (Japón) |
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Fallecimiento | 18 de septiembre de 1598 Castillo Fushimi-Momoyama (Japón) |
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Sepultura | Japón | |
Nacionalidad | Japonesa | |
Religión | Sintoísmo | |
Lengua materna | Japonés | |
Familia | ||
Familia | Clan Hashiba y Clan Toyotomi | |
Padres | Kinoshita Yaemon Ōmandokoro |
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Cónyuge |
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Pareja | Kaihime | |
Hijos | Toyotomi Hideyori | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político, comandante militar y Ashigaru | |
Cargos ocupados |
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Firma | ||
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Toyotomi Hideyoshi (豊臣秀吉 2 de febrero de 1537-18 de septiembre de 1598) fue un importante líder militar y político japonés del período Sengoku. Logró unificar Japón bajo su mando. Es recordado por sus campañas militares en Corea y por dejar un gran legado cultural. Entre sus decisiones importantes, limitó el uso de armas solo a los miembros de la clase samurái. A pesar de sus orígenes humildes, Hideyoshi se convirtió en una de las figuras más poderosas de su tiempo. Sus reformas políticas ayudaron a pacificar el país y sentaron las bases para el futuro shogunato Tokugawa.
Contenido
Biografía de Toyotomi Hideyoshi
¿Cómo fue la juventud de Hideyoshi?
No se sabe mucho con certeza sobre la vida de Hideyoshi antes de 1570. Su nombre comienza a aparecer en documentos y cartas a partir de ese año. Se dice que nació en Nakamura-ku, Nagoya, en la provincia de Owari, donde vivía el clan Oda. No tenía un linaje samurái claro. Su padre, Yaemon, fue un ashigaru (soldado de infantería) en los ejércitos de Oda Nobuhide, padre de Oda Nobunaga. Su padre se retiró a la agricultura tras ser herido en batalla. Hideyoshi no tenía un apellido de nacimiento. Su nombre de infancia era Hiyoshimaru, que significa ‘Regalo del Sol’.
Existen muchas historias sobre la juventud de Hideyoshi. Algunas leyendas cuentan que fue enviado a estudiar a un templo, pero que no le gustó esa vida y se escapó buscando aventuras. Con el nombre de 'Kinoshita Tokichiro', se unió al clan Imagawa como sirviente. Luego viajó a las tierras de Imagawa Yoshimoto, un daimio (señor feudal) de la provincia de Suruga, y sirvió allí por un tiempo.
Los inicios de Hideyoshi en el clan Oda
Alrededor de 1557, Hideyoshi regresó a Owari y se unió al clan Oda como un humilde sirviente. Se convirtió en uno de los encargados de llevar las sandalias de Nobunaga. Estuvo presente en la batalla de Okehazama en 1560, donde Nobunaga derrotó a Imagawa Yoshimoto. Esta victoria convirtió a Nobunaga en uno de los señores de la guerra más poderosos del período Sengoku. Con el tiempo, a Hideyoshi se le asignaron tareas más importantes. En 1561, se casó con una aristócrata llamada Nene.
Hideyoshi fue muy hábil como diplomático. En 1564, logró que un grupo de samuráis se separara del clan Saitō, en la provincia de Mino, en gran parte usando sobornos. Entre esos samuráis estaba el gran estratega Takenaka Hanbei. La victoria de Oda Nobunaga sobre los Saitō en 1567 se debió en gran parte a las estrategias de Hideyoshi.
A pesar de sus orígenes humildes, Hideyoshi se convirtió en uno de los generales más destacados de Oda Nobunaga. Con el tiempo, adoptó el nombre 'Hashiba Hideyoshi' (羽柴 秀吉). Este nombre se formó con caracteres de los nombres de dos importantes generales de Nobunaga: Niwa Nagahide y Shibata Katsuie. Hideyoshi era conocido por su personalidad peculiar. Era de baja estatura y delgado, y sus rasgos lo hacían parecerse a un mono. Por esta razón, Nobunaga, que era un poco rudo, lo llamaba Saru (mono) y la «rata calva». Se decía que era muy bueno haciendo amigos cuando era joven. Tenía una habilidad natural para entender a las personas y sus intenciones, lo que sin duda le ayudó a ascender en el clan Oda.
En 1570, Hideyoshi lideró las tropas de Nobunaga durante la batalla de Anegawa. En esta batalla, Oda Nobunaga se unió a Tokugawa Ieyasu para sitiar dos fortalezas de los clanes Asai y Asakura. Tres años después, tras el éxito de las campañas contra los Asai y Asakura, Nobunaga nombró a Hideyoshi daimio de tres distritos en el norte de la provincia de Ōmi. Hideyoshi se estableció en Kunitomo y renombró la ciudad Nagahama en honor a Oda Nobunaga. Luego se dirigió a la ciudad costera de Imahama, donde comenzó a construir el Castillo Imahama. También tomó el control de la cercana fábrica de armas de Kunimoto, que había sido establecida años antes. Bajo la administración de Hideyoshi, la producción de la fábrica aumentó mucho.
El ascenso de Hideyoshi al poder
El 20 de junio de 1582, Oda Nobunaga y su hijo fueron asesinados en el templo Honnōji, en Kioto. Esto fue obra de las tropas de Akechi Mitsuhide, un general de Nobunaga. Este evento, conocido como el «Incidente de Honnō-ji», abrió grandes oportunidades para Mitsuhide, Hideyoshi y el clan Mōri. Mitsuhide quería que el jefe del clan Mōri, Terumoto, se enterara primero, para que pudiera enfrentar al ejército de Hideyoshi. Sin embargo, el mensajero de Mitsuhide fue capturado en menos de 48 horas, y la carta que llevaba llegó a Hideyoshi. Hideyoshi supo que debía actuar rápido. De los generales del clan Oda, solo él y Shibata Katsuie podían vengar a Nobunaga. Katsuie estaba ocupado en una lucha en la provincia de Etchū, por lo que tardaría en llegar. Hideyoshi, aunque estaba lejos, podía llegar rápido a Kioto, pero primero debía enfrentar al clan Mōri, que no sabía de la muerte de Nobunaga.
Desde abril de 1582, el clan Oda estaba en guerra con el clan Mōri. Por orden de Nobunaga, Hideyoshi estaba sitiando el castillo Takamatsu, una fortaleza muy difícil de tomar. El castillo era defendido por Shimizu Muneharu, un guerrero leal que había rechazado varios intentos de soborno. Hideyoshi notó que el castillo estaba en una llanura bajo el nivel del mar. Ordenó desviar las aguas del río Ashimōrigawa hacia el castillo, inundándolo.
Para llegar a Kioto rápidamente, Hideyoshi necesitaba tomar el castillo lo antes posible. Solo así el clan Mōri estaría dispuesto a negociar. Hideyoshi decidió hablar directamente con Shimizu Muneharu. Le prometió que no dañaría a su familia ni a sus soldados si se rendía. Muneharu, viendo las terribles condiciones de sus soldados por la inundación del castillo, aceptó la propuesta y se sacrificó para salvar a su gente. Hideyoshi se apresuró a negociar la paz con los Mōri. Terumoto aceptó ceder las provincias ocupadas por el clan Oda: Hōki, Mimasaka y Bitchū.
Así, solo dos días después del asesinato de Nobunaga, Hideyoshi entró en Takamatsu. Rápidamente se preparó para avanzar hacia Kioto. Primero se dirigió a la provincia de Settsu, llegando tras cuatro días de marcha forzada. Allí, tomó a Mitsuhide por sorpresa y lo derrotó en la batalla de Yamazaki. Luego, los generales de Nobunaga se reunieron para elegir un sucesor para el clan. Shibata Katsuie, el general principal, apoyó a Oda Nobutaka. Hideyoshi, en cambio, apoyó al nieto mayor de Nobunaga, Oda Hidenobu.
El tema de la sucesión se debatió intensamente en las «Conferencias de Kiyosu». El dominio del clan Oda se dividió entre los generales más importantes. Hideyoshi recibió las provincias de Yamashiro, Tamba y Kawachi. Shibata mantuvo Echizen y añadió Ōmi a su feudo. Takigawa Kazumasu, que se opuso a Hideyoshi en Kiyosu, recibió Ise. No se llegó a un acuerdo completo. Quizás para Hideyoshi, todo esto era una forma de establecer su legitimidad como sucesor de Nobunaga y dominar a sus oponentes. Esto se puede ver en una carta que envió a una de sus jóvenes esposas, donde decía:
Cuando haya tiempo recuperaré Osaka e instalaré a mis hombres ahí. Les ordenaré que echen abajo los castillos de todo el territorio y prevengan futuras rebeliones y mantengan la Nación en paz durante cincuenta años.
Al obtener el apoyo de dos viejos generales del clan, Niwa Nagahide e Ikeda Tsuneoki, Hideyoshi fortaleció la posición de Hidenobu y aumentó su influencia en el clan Oda. Pronto, la tensión entre Shibata y Hideyoshi creció, llevando a la batalla de Shizugatake al año siguiente. Hideyoshi derrotó a Shibata y se estableció como el verdadero sucesor de Nobunaga, liderando el clan Oda. En 1583, Hideyoshi comenzó la construcción del castillo Osaka. Sin embargo, aún no tenía el poder consolidado. Otro hijo de Nobunaga, Oda Nobukatsu, seguía siendo su enemigo. En la primavera de 1584, Tokugawa Ieyasu y Nobukatsu se unieron y comenzaron a hablar mal de Hideyoshi, buscando el apoyo de otros clanes.

Ieyasu tomó la iniciativa e invadió la provincia de Owari. El 7 de mayo de 1584, Hideyoshi respondió liderando un ejército hacia esa provincia. Antes de que los dos bandos se enfrentaran, el general Ikeda Nobuteru sugirió a Hideyoshi atacar la provincia de Mikawa, que estaba poco defendida. Así, Tokugawa se vería obligado a retirarse para protegerla, y Hideyoshi podría negociar un acuerdo. Hideyoshi aprobó el plan y envió a Nobuteru con sus dos hijos mayores. Desafortunadamente para la familia Ikeda, los habitantes informaron a Ieyasu de sus movimientos. Ieyasu organizó su ejército y los sorprendió por la retaguardia el 15 de mayo, cerca de Nagakute. Durante la batalla de Komaki y Nagakute, Nobuteru y su hijo Yukisuke murieron, y el ejército huyó. En lugar de enfrentar al poderoso Ieyasu, Hideyoshi decidió atacar a su aliado Nobukatsu, cuyo ejército era más débil. Nobukatsu sufrió varias derrotas y, para diciembre, quería una solución pacífica. Finalmente, firmó la paz con Hideyoshi. Tokugawa no tuvo más opción que firmar la paz en enero. Así terminó la guerra entre los clanes Tokugawa y Hashiba. Con el tiempo, Tokugawa aceptó convertirse en vasallo de Hashiba Hideyoshi.
Una vez terminadas las hostilidades con Tokugawa, Hideyoshi se dedicó a consolidar los dominios del clan Oda. Tomó las provincias centrales y más importantes como sus territorios personales. En los demás territorios, nombró gobernadores tanto a antiguos dependientes del clan como a sus seguidores personales. Sus decisiones y recompensas estaban pensadas para mantener sus nuevos dominios estables. La eficacia de estas medidas se demostró en que las tierras bajo el control de Hideyoshi, establecidas en 1584, se mantuvieron casi sin rebeliones hasta su muerte. Más allá de esta área, fortaleció las relaciones con los clanes Mōri y Uesugi. Ambas familias se convirtieron en vasallos obedientes, aunque fueron tratados como aliados.
En reconocimiento a sus logros, la corte imperial le dio el título de naidaijin en abril. Ese mismo mes, atacó y sometió a los monjes guerreros de los complejos budistas Negoroji y Saiga en la provincia de Kii. El complejo Negoroji fue destruido, mientras que el complejo Saiga se salvó cuando los monjes se rindieron. Hideyoshi luego se propuso conquistar Shikoku. Chosokabe Motochika, el señor de esa isla, se había opuesto a Hideyoshi, aunque solo había derrotado a Sengoku Hidehisa, un guerrero de Shikoku aliado de Hideyoshi. Aun así, Hideyoshi usó esto como pretexto y exigió al clan Chosokabe que entregara las provincias de Iyo y Awa. Motochika solo quiso entregar Awa, lo que hizo que Hideyoshi ordenara una invasión.
En la operación más grande del periodo Sengoku, un total de 90.000 guerreros desembarcaron en Shikoku en junio. Eran fuerzas de Hideyoshi y del clan Mōri. Después de poco más de un mes de resistencia, Motochika se rindió. A diferencia de las políticas de Oda Nobunaga, Hideyoshi mostró indulgencia con el derrotado Chosokabe. Motochika fue obligado a entregar Iyo, Awa y Sanuki, pero se le permitió conservar Tosa. El grupo de dependientes del clan Chosokabe también fue perdonado, y se esperaba que Motochika siguiera siendo el líder de su clan. Lo que pasó con los Chosokabe contrastaba con lo que Nobunaga hizo con los clanes Asai, Asakura y, especialmente, Takeda, que fueron eliminados tras ser derrotados. Hideyoshi podía permitirse ser generoso con el clan Chosokabe, y más tarde, el clan Shimazu, porque estaban en la periferia de la política japonesa y resultaron ser aliados útiles y agradecidos. Sin embargo, Hideyoshi nunca habría perdonado a Shibata Katsuie, y su política hacia la resistencia de las clases bajas no era muy diferente a la de Nobunaga. La conquista de Shikoku envió un mensaje claro a los demás daimio: cuatro provincias habían sido sometidas en un mes y medio, y los Mōri, una de las familias más poderosas de Japón, habían participado en la invasión bajo las órdenes de Hideyoshi.
El ejercicio de la regencia imperial
Hideyoshi quería el título de shōgun para ser considerado el gobernante de Japón. Sin embargo, el emperador de Japón no podía darle ese título a alguien de orígenes humildes. Entonces, le pidió al último shogun Muromachi, Ashikaga Yoshiaki, que lo adoptara, pero Yoshiaki se negó. Al no poder ser shōgun, el 6 de agosto de 1585, Hideyoshi obtuvo la prestigiosa posición de «Regente Imperial» (Kanpaku). Esto fue notable, ya que hasta entonces todos los regentes habían sido miembros del clan Fujiwara. Para darle más legitimidad a su nuevo puesto, logró ser adoptado por Konoe Sakihisa, un noble de la corte. Hideyoshi manejó los asuntos internos con la misma rapidez y amplitud que sus guerras. Estableció un equipo de cinco administradores (bugyō) para gobernar Kioto y publicó un edicto que prohibía los gremios (za) de comerciantes. Casi de inmediato, comenzaron a medirse todas las tierras circundantes, y para 1597, se había hecho en todo el país.
Además, para ocultar sus orígenes humildes, se dedicó a estudiar la ceremonia del té japonesa y la poesía. En noviembre de 1585, Hideyoshi mostró su gusto por la cultura con una gran ceremonia del té en el santuario de Kitano. Fue un evento extravagante donde se exhibieron las mejores piezas de cerámica. Algunos afortunados tuvieron la oportunidad de que el Kanpaku les preparara el té personalmente. Hideyoshi sirvió a 803 personas en un solo día. Nunca se había visto algo así en más de un siglo. Hideyoshi superó al shōgun Ashikaga Yoshimitsu en extravagancia, quizás para que su nombre fuera recordado. El 29 de septiembre de 1586, Hashiba Hideyoshi adoptó el nombre 'Toyotomi', que significa ‘Ministro generoso’. Así, mostró su intención de gobernar Japón.

Pero aún tenía dos desafíos para lograr su sueño. Primero, debía derrotar al clan Shimazu, que estaba a punto de conquistar la provincia de Bungo y así controlar toda la isla de Kyūshū. Segundo, también debía derrotar al clan Hōjō, que gobernaba la vasta región de Kantō y tenía una fuerte posición defensiva gracias a las murallas del Castillo Odawara y las montañas de Hakone. Como ya había tomado Shikoku, Hideyoshi pudo concentrarse en conquistar Kyūshū. El 12 de noviembre de 1585, escribió una carta al jefe del clan Shimazu, Yoshihisa, exigiéndole que se retirara de Bungo. Yoshihisa respondió con una carta agresiva. En consecuencia, el 20 de febrero de 1586, el ejército de Hideyoshi desembarcó en Kyūshū, y el 6 de junio, derrotaron por completo al clan Shimazu. Pocos días después de esta batalla, Shimazu Yoshihisa se presentó ante Hideyoshi con la cabeza rapada y se rindió. Hideyoshi aceptó la rendición y anunció que permitiría a su clan conservar las provincias de Satsuma, Ōsumi y el sur de Hyūga. Se ordenó el retiro de Yoshihisa, y su hermano menor Yoshihiro lo reemplazó como líder del clan.
Hideyoshi construyó un lujoso palacio, el Jurakudai, en 1587. Expulsó a los misioneros cristianos de Kyūshū para obtener el apoyo de los budistas. También quería evitar que los extranjeros influyeran en la política interna de Japón apoyando a quienes criticaban su gobierno. Además, buscaba impedir que los daimio obtuvieran recursos a través del comercio con extranjeros para resistir su autoridad central. El 9 de mayo de 1588, fue anfitrión del emperador reinante, Go-Yōzei. Fue un evento muy elaborado que marcó el punto más alto de su carrera. Hideyoshi, que había sido un humilde portador de sandalias, hijo de un ashigaru, ahora le leía waka (poemas) al emperador y lo entretenía con grandes banquetes durante su visita de cinco días. Además, hizo generosas contribuciones al tesoro imperial. Se podría decir que Hideyoshi y la Corte imperial se necesitaban mutuamente: Hideyoshi devolvía a la corte el lujo y la importancia perdidos, mientras que la corte, a su vez, le daba a Hideyoshi legitimidad.
En agosto de 1588, Hideyoshi implementó una política importante que prohibía a los campesinos llevar armas. Su objetivo era prevenir levantamientos, y la aplicó con firmeza. Luego, en 1591, publicó su edicto sobre el Cambio de Estatus. Este documento establecía tres puntos: primero, los guerreros que volvieran a la vida de campesinos perderían su condición de samurái. Segundo, los campesinos tenían prohibido convertirse en comerciantes o dedicarse a cualquier tipo de comercio. Por último, el edicto prohibía emplear a guerreros que hubieran abandonado a sus antiguos señores. Con estas medidas, Hideyoshi diferenció claramente a los guerreros de los campesinos, puso fin a las revueltas campesinas y aseguró una mayor estabilidad en Japón.
Durante la década de 1590, Hideyoshi encargó la escritura de varias obras de teatro sobre su vida. Él mismo las protagonizaba ante nobles y daimyos en Osaka. Entre 1592 y 1593, durante la invasión a Corea, actuó en algunas obras en sus cuarteles generales en Nagoya. Invitaba a sus hombres a participar, incluyendo a Tokugawa Ieyasu. Para entonces, controlaba gran parte del país, desde la bahía de Kagoshima hasta las montañas de Hakone y las fronteras orientales de la provincia de Echigo. Solo el clan Hōjō y algunos daimyos del norte del país estaban fuera de su influencia. De ellos, solo los Hōjō eran una verdadera amenaza, ya que si Hideyoshi no los derrotaba, las consecuencias políticas serían perjudiciales.
En mayo de 1590, Hideyoshi finalmente decidió someter al clan Hōjō, atacándolos por tres frentes. Las fuerzas de Tokugawa Ieyasu marcharon por la costa de Tōkaidō. Los generales Sanada y Uesugi avanzaron hacia la provincia de Kozuke. El general Chosokabe, entre otros, desembarcó en Izu. Los Hōjō decidieron encerrarse dentro de las amplias defensas del castillo Odawara. Esta estrategia les había funcionado en el pasado contra invasores. El clan Hōjō confiaba en que el gran tamaño del ejército de Hideyoshi le causaría problemas, ya que requeriría un enorme esfuerzo logístico que podría fracasar. Sin embargo, consciente de esto, Hideyoshi delegó la logística a expertos. Para mantener la moral alta, llevó actores al campo de batalla, permitió que se establecieran mercados para abastecer a sus soldados e incluso permitió a sus generales traer a sus esposas. Finalmente, con pocas provisiones y sin señales de que la guerra terminara, el clan Hōjō se rindió.
La victoria de Hideyoshi durante el asedio de Odawara contra el clan Hōjō en la región de Kantō puso fin a la última resistencia contra su autoridad. Esto marcó el fin del periodo Sengoku. Poco después, el daimio Date Masamune se presentó ante él para mostrar sumisión, y tras una breve campaña, sometió el norte del país. Para enero de 1591, todo Japón estaba unificado. En septiembre de 1591, Hideyoshi vivió un momento difícil tras la muerte de su único hijo y heredero, Tsurumatsu. Cuando su medio hermano Hidenaga murió poco después, Hideyoshi nombró a su sobrino Hidetsugu como su nuevo heredero, adoptándolo en enero de 1592. El 11 de febrero, Hideyoshi renunció como Kanpaku para adoptar el título por el cual sería más conocido: Taikō (regente retirado). Su sucesor como Kanpaku fue Hidetsugu. Durante este período, Japón logró un importante desarrollo en el comercio con el extranjero. Hideyoshi intentó abrir nuevas rutas comerciales a través del Este y el Sudeste asiático. Incluso se formaron pequeños barrios japoneses en Manila. En 1592, Hideyoshi se atrevió a enviar una carta al Gobernador General de las Filipinas Españolas en Manila, exigiéndole tributo y sumisión.
Las campañas de Hideyoshi en Corea
Aunque su salud empeoraba, Hideyoshi quería lograr una gran hazaña para engrandecer su legado. Por ello, retomó el sueño de Oda Nobunaga de conquistar China, llevando a cabo dos invasiones a Corea que no tuvieron éxito. Ya en 1586, Hideyoshi le había contado al daimio Mōri Terumoto sus planes de expansión. Desde 1587, Hideyoshi había estado en contacto con los coreanos para pedirles permiso para que las tropas japonesas pasaran por su territorio hacia China. Los coreanos se negaron a negociar, y en abril y julio de 1591, rechazaron las demandas de Japón. En agosto, Hideyoshi ordenó los preparativos para una invasión a Corea.
El 23 de mayo de 1592, las primeras tropas japonesas desembarcaron en Corea. Era un enorme ejército de más de 200.000 hombres, formado por fuerzas de varios clanes, como los Mōri, Chosokabe, Shimazu, Nabeshima, Katō y Konishi. Estaba dividido en dos fuerzas de ataque principales, comandadas por Konishi Yukinaga y Katō Kiyomasa. Partieron de Kyūshū y avanzaron rápidamente por la península coreana. Hideyoshi no fue parte de la expedición y se quedó en Kyūshū. Durante la primera campaña, las tropas japonesas ganaron. En junio de 1592, los japoneses ya habían ocupado Seúl, y el rey coreano, Seonjo, había huido al norte. A finales de julio, el general japonés Konishi Yukinaga tomó Pionyang. Mientras tanto, el general Katō Kiyomasa avanzó hacia el norte por la península. En solo cuatro meses, las tropas de Hideyoshi tenían una ruta hacia Manchuria y habían ocupado gran parte de Corea.
Sin embargo, tres factores se unieron para causar el fracaso de la expedición. Primero, la intervención de la armada coreana, que bajo el mando del Almirante Yi Sun Sin pronto atacó la flota naval japonesa, cortando las líneas de suministro de los japoneses. Segundo, las guerrillas coreanas. Y tercero, la llegada de tropas chinas cerca de Pionyang. Los chinos, enviados en 1593 por el emperador Wanli de la dinastía Ming, superaron en número a los japoneses. Obligaron a las tropas del general Yukinaga a retirarse de Pionyang en febrero para no quedar aisladas. Kiyomasa también tuvo que retirarse, y en julio, la operación militar japonesa se detuvo. Hideyoshi entonces consideró conveniente negociar. Hizo una oferta audaz: haría un alto el fuego si, entre otras cosas, una hija del Emperador Ming le era entregada. Los chinos no aceptaron ninguna de sus peticiones, por lo que las hostilidades se reanudaron en 1597.
Decadencia y fallecimiento
En 1593, nació su segundo hijo, Hideyori. Esto creó un problema para Hideyoshi, ya que ya había nombrado a Hidetsugu como su heredero. Para evitar una guerra por la sucesión, Hideyoshi envió a Hidetsugu al exilio en el Monte Koya. Luego, le ordenó quitarse la vida en agosto de 1595. Los miembros de la familia de Hidetsugu que no siguieron su ejemplo fueron ejecutados en Kioto, incluyendo 31 mujeres y varios niños.
Después de varios años de negociaciones, el 19 de marzo de 1597, Hideyoshi ordenó la reanudación de la guerra en Corea, ya que los chinos ignoraron sus demandas. Para junio de 1598, la campaña perdió fuerza y el número de guerreros se redujo a aproximadamente 60.000, bajo los generales del clan Shimazu, Shimazu Yoshihiro y su hijo Tadatsune. La segunda invasión a Corea fue un fracaso rotundo, sellada por el «Milagro de Myongyang» del 26 de octubre. En esta batalla, 16 barcos comandados por Yi Sun Sin derrotaron a una flota japonesa de 133 barcos. Katō Kiyomasa y Asano Yukinaga quedaron aislados en la fortaleza de Ulsan y soportaron un largo y brutal asedio que duró hasta 1598.
Durante la campaña de Corea, Hideyoshi ordenó la ejecución de veintiséis cristianos el 5 de febrero de 1597, en la colina Nishizaka, a las afueras del puerto de Nagasaki. Entre ellos murieron seis frailes franciscanos españoles y novohispanos, tres hermanos jesuitas japoneses y dieciocho asistentes japoneses de los frailes, incluyendo al novohispano san Felipe de Jesús, canonizado en 1862 como el primer mártir mexicano. Las razones exactas de estas ejecuciones son difíciles de determinar, ya que Hideyoshi había tolerado la presencia de misioneros hasta ese momento, a pesar de haber emitido un edicto de expulsión de clérigos cristianos en Japón en 1587.

En septiembre de 1598, en medio de la segunda invasión a Corea, Toyotomi Hideyoshi falleció. La noticia de su muerte se mantuvo en secreto por el «Consejo de los Cinco Regentes» (cinco Tairō) para mantener la moral de las tropas. No fue hasta finales de octubre cuando enviaron un decreto a los comandantes japoneses para que se retiraran. Las expediciones militares, en lugar de fortalecer su posición y prestigio, disminuyeron el tesoro del clan Toyotomi y dejaron a sus vasallos como responsables del fracaso. Esto debilitó a los clanes que le fueron leales a los Toyotomi.
Tras la muerte de Hideyoshi, el «Consejo de los Cinco Regentes» debía gobernar Japón hasta que su hijo, Hideyori, fuera mayor de edad. Sin embargo, Tokugawa Ieyasu se separó del Consejo. Finalmente, en la batalla de Sekigahara, Ieyasu derrotó a Ishida Mitsunari, quien era leal a Hideyori, y fue declarado shogun. Tiempo después, durante el asedio de Osaka, el clan Toyotomi fue eliminado.
Sobre el nombre de Toyotomi Hideyoshi
Debido a sus orígenes humildes y su ascenso a la alta nobleza, Toyotomi Hideyoshi tuvo varios nombres a lo largo de su vida. Aunque comúnmente se le conoce como Toyotomi Hideyoshi, el último myōji (苗字, nombre familiar) que adoptó fue Hashiba (羽柴). Toyotomi (豊臣) es, de hecho, un uji o sei (氏 o 姓, nombre de clan) creado y otorgado por el emperador. Se usaba junto con su myōji. Según las reglas de los uji, su nombre correcto sería Toyotomi no Hideyoshi, similar a Minamoto no Yoshitsune.
El uji Toyotomi fue otorgado al mismo tiempo a un grupo de aliados que Hideyoshi había elegido. Ellos también adoptaron el nuevo uji "豊臣朝臣" (Toyotomi no asomi, que significa ‘cortesano de Toyotomi’).
El legado cultural de Hideyoshi
Toyotomi Hideyoshi cambió muchos aspectos de la sociedad japonesa. Durante el período Sengoku, era común que los campesinos se convirtieran en guerreros, o que los samuráis se dedicaran a la agricultura y ganadería. Esto se debía a la constante inestabilidad por la falta de un gobierno centralizado y la poca duración de la paz.
Después de llegar al poder, Hideyoshi decretó que todos los campesinos fueran desarmados por completo. Esta medida consolidó el sistema de clases sociales por los siguientes 300 años. Además, ordenó que se registrara todo Japón, por lo que se realizó un censo en todo el archipiélago. Una vez que el censo terminó y todos los ciudadanos fueron registrados, exigió que todos los japoneses se quedaran en sus provincias respectivas (han), a menos que obtuvieran un permiso oficial para viajar fuera de ellas. Esta medida aseguró el orden en un período donde había muchos bandidos en el campo. Al registrar el campo, las tierras y recursos de Japón pudieron usarse de manera adecuada, y se sentaron las bases para un sistema de impuestos organizado.
En 1590, se terminó la construcción del Castillo Osaka, el más grande e imponente de todo Japón durante el gobierno de Hideyoshi.
Sin embargo, sus contribuciones no se limitaron solo a lo político o militar. Inspirado por el deslumbrante templo Kinkaku (‘Templo del pabellón de oro’) en el noroeste de Kioto, construyó un fabuloso salón portátil para tomar té, conocido como kigame no zashiki (‘cámara dorada’). Estaba cubierto con hojas de oro y forrado por dentro con seda roja. Usando esta innovación móvil, podía practicar la ceremonia del té en cualquier lugar, demostrando su gran poder y posición al llegar.
En 1599, poco después de su muerte, sus restos fueron enterrados en la cima del Monte Amidaga-mine, cerca del templo Hōkō-ji, según su testamento. En la falda del monte, como patrón del Hōkō-ji, se construyó el templo dedicado a Hideyoshi. El Emperador Goyōzei le otorgó a Hideyoshi la más alta distinción de divinidad y el nombre de deidad, Hōkoku Daimyō-jin. En 1615, el shogunato Tokugawa abolió el título de deidad Hōkoku Daimyō-jin y las tierras del templo fueron confiscadas. Sin embargo, en 1868, el emperador Meiji revirtió esa decisión. En 1965, el templo fue trasladado a su ubicación actual en el recinto del castillo Osaka. Las reformas que implementó Hideyoshi fueron tan importantes que Tokugawa Ieyasu construyó su shogunato sobre ellas. Por esta razón, el legado cultural de Hideyoshi perduró en Japón por mucho tiempo.
Por otro lado, sus campañas en Corea causaron mucho sufrimiento al pueblo coreano, debido a cómo los japoneses trataron a la población civil. En la actualidad, Hideyoshi es considerado una figura negativa por los coreanos.
Véase también
En inglés: Toyotomi Hideyoshi Facts for Kids