Hans Christian Andersen para niños
Datos para niños Hans Christian Andersen |
||
---|---|---|
![]() Hans Christian Andersen en 1869
|
||
Información personal | ||
Nacimiento | 2 de abril de 1805 Odense, Dinamarca |
|
Fallecimiento | 4 de agosto de 1875 Copenhague, Dinamarca |
|
Causa de muerte | Cáncer hepático | |
Sepultura | Cementerio de Assistens, Copenhague | |
Residencia | Dinamarca, Slagelse y Elsinor | |
Nacionalidad | Danesa | |
Religión | Luteranismo | |
Lengua materna | Danés | |
Familia | ||
Padres | Hans Andersen Anne Marie Andersdatter |
|
Educación | ||
Educado en |
|
|
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor | |
Años activo | 1827-1873 | |
Cargos ocupados | Etatsråd (desde 1867) | |
Movimiento | Romanticismo | |
Género | Infantil | |
Obras notables | ||
Distinciones |
|
|
Firma | ||
![]() |
||
Hans Christian Andersen (nacido en Odense, Dinamarca, el 2 de abril de 1805 y fallecido en Copenhague, Dinamarca, el 4 de agosto de 1875) fue un famoso escritor y poeta danés. Es conocido mundialmente por sus cuentos para niños, como El patito feo, La sirenita, El traje nuevo del emperador y La reina de las nieves. Sus historias fueron ilustradas por Vilhelm Pedersen.
Hans Christian Andersen nació en una familia con pocos recursos. Su padre era zapatero y su madre lavandera. Desde joven, mostró una gran imaginación. A los catorce años, se fue a Copenhague con la esperanza de triunfar como actor y cantante. Aunque al principio tuvo dificultades, algunas personas importantes se interesaron en él y lo ayudaron a estudiar.
Además de cuentos, Andersen escribió novelas, poesía y obras de teatro. También publicó una autobiografía, La aventura de mi vida (1855), y valiosos libros de viajes. Le encantaba viajar y pasó unos diez años de su vida conociendo otros países. Visitó lugares como Alemania, Gran Bretaña, Francia, Suiza, Italia, Turquía y España. Siempre llevaba una cuerda en su maleta, por si necesitaba escapar por una ventana en caso de incendio.
Sus cuentos infantiles son su obra más famosa. Algunos se inspiraron en leyendas nórdicas, pero la mayoría los inventó él. Se caracterizan por su gran imaginación, humor y sensibilidad. Se dice que El patito feo tiene un parecido con la vida del propio autor.
Los más de doscientos relatos de Andersen han sido traducidos a muchos idiomas. Gracias a ellos, fue reconocido en vida como un autor clásico de la literatura infantil. Su trabajo ha inspirado películas, obras de teatro y ballets.
En Odense, su ciudad natal, se encuentra su casa museo. Allí se exhiben fotografías, dibujos y objetos de Andersen. Este lugar organiza actividades para niños, manteniendo viva su memoria.
Contenido
¿Cómo fue la vida de Hans Christian Andersen?

Hans Christian Andersen nació el 2 de abril de 1805 en Odense, Dinamarca. Su familia era muy pobre. Su padre era un zapatero con estudios, pero con problemas de salud. Su madre era una lavandera. Andersen dedicó a su madre el cuento La pequeña cerillera, por la gran pobreza que vivieron.
Desde pequeño, Hans Christian mostró una gran imaginación. Sus padres lo animaron a desarrollarla. En 1816, su padre falleció y Andersen dejó de ir a la escuela. Se dedicó a leer todos los libros que encontraba, incluyendo obras de Ludwig Holberg y William Shakespeare.
Sus primeros pasos en el arte
Andersen decidió que quería ser cantante de ópera y se mudó a Copenhague en septiembre de 1819. Al principio, fue rechazado y se quedó sin recursos. Sin embargo, hizo amistad con músicos como Christoph Weyse y Giuseppe Siboni, y con el poeta Frederik Høegh-Guldberg.
Siboni, después de escucharlo, decidió ayudarlo con sus estudios. Pero las malas condiciones de su habitación en invierno le hicieron perder la voz. A pesar de esto, su obra de teatro "Alfsol" llamó la atención de Jonas Collin. Collin era el director del Teatro Real de Copenhague y tenía una buena relación con el rey. Él se convirtió en el protector y amigo de Andersen para toda la vida.
El rey Federico VI se interesó en el joven y lo envió a la escuela en Slagelse por varios años. Como Andersen tenía poca educación previa, lo pusieron con alumnos más jóvenes. Esto, junto con la actitud del director, hizo que esos años fueran difíciles para él. A pesar de todo, Andersen se esforzó en sus estudios y obtuvo buenas calificaciones. Permaneció en Slagelse y en la escuela de Elsinor hasta 1827. Finalmente, Collin consideró que sus estudios habían terminado y Andersen regresó a Copenhague.
El desarrollo de su carrera como escritor
En 1827, Hans Christian logró que su poema «El niño moribundo» se publicara en la revista literaria Kjøbenhavns flyvende Post, la más importante de la época. Apareció en danés y en alemán.
Andersen era un viajero incansable y solía decir: «viajar es vivir». Después de sus viajes, escribía sus experiencias en los periódicos. También encontraba inspiración para sus escritos en sus aventuras.
Su primera obra de teatro exitosa fue El amor en la torre de San Nicolás, publicada en 1839.
En 1831, había publicado el libro de poemas Fantasías y esbozos y había viajado a Berlín. La crónica de ese viaje apareció con el título Siluetas. En 1833, el rey le otorgó una pequeña beca para viajar, y así realizó su primer gran viaje por Europa.
En 1834, llegó a Roma. Italia fue la inspiración para su primera novela, El improvisador, publicada en 1835 con mucho éxito. Ese mismo año, también salieron las dos primeras ediciones de Historias de aventuras para niños, seguidas de varias novelas cortas. Antes, había publicado un libreto para ópera, La novia de Lammermoor, y un libro de poemas llamado Los doce meses del año.
Al principio, el valor de estas obras no fue muy reconocido y tuvieron pocas ventas. Sin embargo, para 1838, Hans Christian Andersen ya era un escritor establecido. La fama de sus cuentos de hadas fue creciendo. Comenzó a escribir una segunda serie en 1838 y una tercera en 1843, que se publicó como Cuentos nuevos. Entre sus cuentos más famosos están «El patito feo», «El traje nuevo del emperador», «La reina de las nieves», «Las zapatillas rojas», «El soldadito de plomo», «El ruiseñor», «La sirenita», «Pulgarcita», «La pequeña cerillera», «El alforfón», «El cofre volador», «El yesquero», «El ave Fénix», «La sombra» y «La princesa y el guisante». Han sido traducidos a más de ochenta idiomas y adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos y obras de escultura y pintura.
El viaje más largo de Andersen, entre 1840 y 1841, lo llevó por Alemania (donde viajó por primera vez en tren), Italia, Malta y Grecia hasta Constantinopla. El viaje de regreso lo llevó por el Mar Negro y el Danubio. El libro El bazar de un poeta (1842), donde narró su experiencia, es considerado por muchos su mejor libro de viajes.
Andersen se hizo conocido en gran parte de Europa, aunque en Dinamarca no siempre se le reconocía por completo como escritor. Sus obras ya se habían traducido al francés, inglés y alemán. En junio de 1847, visitó Inglaterra por primera vez, y fue un viaje muy exitoso. Charles Dickens lo acompañó en su partida.
Después de esto, Andersen siguió publicando, con la aspiración de ser novelista y dramaturgo, aunque no lo logró del todo. De hecho, Andersen no le daba tanta importancia a sus cuentos de hadas, a pesar de que son por lo que más se le valora hoy en día. Aun así, continuó escribiéndolos, y en 1847 y 1848 aparecieron dos nuevos volúmenes. Después de un tiempo sin publicar, Andersen lanzó otra novela en 1857, Ser o no ser. En 1863, tras otro viaje, publicó un nuevo libro de viajes sobre España. En este país, le impresionaron especialmente las ciudades de Málaga (donde tiene una estatua en su honor), Granada, Alicante y Toledo.
Una costumbre que Andersen mantuvo por muchos años, a partir de 1858, fue la de narrar sus cuentos en voz alta, lo que lo hizo aún más famoso.
Últimos años y fallecimiento

Sus cuentos para niños siguieron apareciendo hasta 1872, cuando se publicaron las últimas historias en Navidad. En la primavera de ese año, Andersen sufrió una caída de su cama, lo que le causó heridas graves. Nunca se recuperó del todo, y el 4 de agosto de 1875 falleció en la casa llamada Rolighed, cerca de Copenhague, donde está enterrado.
Reconocimientos y legado de Andersen
Hans Christian Andersen recibió muchos honores en vida. En 1866, el rey de Dinamarca le dio el título honorífico de consejero de Estado. En 1867, fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal.
En su honor, desde 1956 se entrega cada dos años el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y, desde 1966, también de ilustración. El 2 de abril, día de su nacimiento, se celebra el Día Internacional del Libro Infantil. En 2006, año del bicentenario de su nacimiento, se celebró en todo el mundo su vida y obra.
En 1976, el astrónomo Nikolái Chernyj nombró en su honor al asteroide 2476.
La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos tiene una colección especial de materiales de Andersen, donada por el actor Jean Hersholt. De esta colección, es muy interesante un libro de recuerdos original de Andersen, preparado por el joven Jonas Drewsen.
Estatuas y monumentos en su honor
En el puerto de Copenhague hay una estatua de la Sirenita, que recuerda al personaje de Andersen.
En los Estados Unidos hay varias estatuas de Hans Christian Andersen: en el Central Park de Nueva York, en el Lincoln Park de Chicago, y en Solvang, en California.
También hay una estatua de Hans Christian Andersen en Bratislava (Eslovaquia), en recuerdo de su visita en 1841. Además, hay una estatua del escritor en Málaga (España), que conmemora su visita en octubre de 1862 a esta ciudad, y una placa conmemorativa en la ciudad de Bailén.
En la ciudad japonesa de Funabashi existe un parque temático infantil con el nombre de Hans Christian Andersen. En la ciudad polaca de Lublin hay un teatro de marionetas y actores con su mismo nombre. En la ciudad china de Shanghái se inauguró en 2006 un parque temático basado en los cuentos de Andersen.
Obras destacadas de Hans Christian Andersen
Andersen escribió aproximadamente ciento sesenta y ocho cuentos. Algunos de los más conocidos son:
- El yesquero (1835)
- La princesa y el guisante (1835)
- Pulgarcita (1835)
- La sirenita (1837)
- El traje nuevo del emperador (1837)
- Los cisnes salvajes (1838)
- El soldadito de plomo (1838)
- El cofre volador (1839)
- El Príncipe Malvado (1840)
- El alforfón (1841)
- El ángel (1843)
- El patito feo (1843)
- El ruiseñor (1843)
- El abeto (1844)
- La reina de las nieves (1844)
- Las zapatillas rojas (1845)
- La pequeña cerillera (1845)
- Los campeones de salto (1845)
- El muñeco de nieve (1861)
- El tesoro dorado (1865)
Galería de imágenes
Véase también
- Cuento
- Cuento infantil