La pequeña cerillera para niños
Datos para niños La pequeña cerillera |
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de Hans Christian Andersen | |||||
![]() Ilustración de Anne Anderson.
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Género | Cuento | ||||
Subgénero | Cuento de hadas, literatura infantil | ||||
Tema(s) | Año Nuevo | ||||
Idioma | Danés | ||||
Título original | Den lille Pige med Svovlstikkerne | ||||
Ilustrador | Anne Anderson | ||||
País | Dinamarca | ||||
Fecha de publicación | 1845 | ||||
Serie | |||||
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La pequeña cerillera es un cuento de hadas muy conocido, escrito por el famoso autor Hans Christian Andersen. Él era un escritor y poeta de Dinamarca, conocido por sus muchos cuentos infantiles.
Este cuento, también llamado La niña de los fósforos, es el número 37 de la colección de historias de Andersen.
Contenido
¿De qué trata el cuento de La pequeña cerillera?
El cuento narra la historia de una niña en una noche muy fría, la última del año. Nevaba y la oscuridad comenzaba a cubrir las calles. La pequeña caminaba descalza y sin nada en la cabeza. Había perdido sus zapatillas, que eran muy grandes para ella, al intentar esquivar unos coches.
Sus pies estaban morados por el frío. Llevaba un puñado de fósforos en su delantal y un paquete en la mano. Nadie le había comprado nada en todo el día, ni le había dado una moneda. Regresaba a casa con hambre y mucho frío, sintiéndose muy triste. La nieve caía sobre su cabello rubio y rizado.
La niña se sentó en un rincón entre dos casas, acurrucándose para intentar protegerse del frío. Encogía sus pies lo más que podía, pero el frío era intenso. No se atrevía a volver a casa sin haber vendido ningún fósforo, pues sabía que su padre se enojaría mucho. Además, en su casa también hacía frío, ya que el viento entraba por todas partes. Sus manos estaban casi congeladas.
Las visiones de la pequeña cerillera
La niña pensó que encender un fósforo podría darle un poco de calor. Se atrevió a sacar uno y lo frotó contra la pared. ¡Chispas y una llama cálida aparecieron! La luz era maravillosa.
- La estufa cálida: La pequeña imaginó que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro que ardía con un fuego magnífico. Sintió el calor y alargó sus pies para calentarlos. Pero la llama se apagó, la estufa desapareció, y ella se quedó con el fósforo consumido en la mano.
- La cena deliciosa: Encendió otro fósforo. La luz hizo que la pared pareciera transparente, y la niña pudo ver el interior de una habitación. Había una mesa puesta con un mantel blanco y porcelana fina. Un pato asado humeaba, relleno de ciruelas y manzanas. ¡Incluso el pato pareció saltar de la fuente y caminar hacia ella! Pero el fósforo se apagó, y solo quedó la fría pared.
- El árbol de Navidad: La niña encendió un tercer fósforo. Esta vez, se vio sentada bajo un hermoso árbol de Navidad. Era más grande y bonito que el que había visto en casa de un rico comerciante la Nochebuena anterior. Miles de velitas brillaban en las ramas verdes, y colgaban adornos preciosos. La pequeña levantó sus brazos, pero el fósforo se apagó. Las lucecitas subieron al cielo y se convirtieron en estrellas.
El encuentro con la abuela
Cuando una estrella se desprendió y dejó una estela de fuego, la niña recordó lo que su abuela, la única persona que la había querido y que ya no estaba, le había dicho: "Cuando una estrella cae, un alma sube hacia Dios".
Frotó un nuevo fósforo, y el espacio se iluminó. Apareció su querida abuela, radiante y llena de cariño.
—¡Abuelita! —exclamó la niña—. ¡Llévame contigo! Sé que te irás cuando el fósforo se apague, como se fueron la estufa, el asado y el árbol de Navidad.
La niña se apresuró a encender todos los fósforos que le quedaban, queriendo que su abuela se quedara. Los fósforos brillaron con una luz más clara que la del día. Su abuela nunca había sido tan hermosa. La tomó en sus brazos, y juntas, envueltas en un gran resplandor y llenas de alegría, volaron hacia las alturas. La pequeña ya no sentía frío, hambre ni miedo. Estaban en un lugar de paz.
Al amanecer, la gente encontró a la niña en el rincón de la casa, con las mejillas sonrosadas y una sonrisa en la boca. Había partido en la última noche del Año Viejo. La mañana del Año Nuevo iluminó su pequeña figura, sentada con sus fósforos, casi todos consumidos. La gente decía: "¡Quiso calentarse!". Pero nadie supo las maravillas que había visto, ni el esplendor con el que, junto a su abuelita, había ascendido a un lugar mejor en el Año Nuevo.
¿Existe un final diferente para el cuento?
Sí, la escritora española Pilar Martín Gila publicó un libro de poemas llamado "La cerillera". En este libro, ella explora una posibilidad diferente para el final de la niña del cuento de Andersen. A través de sus poemas, Pilar Martín Gila se pregunta qué habría pasado "si no hubiese partido de frío la cerillera", ofreciendo una nueva perspectiva a la historia original.
Véase también
En inglés: The Little Match Girl Facts for Kids