El gran día de Gerona para niños
Datos para niños El gran día de Gerona |
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Año | 1863-1864 | |
Autor | Ramon Martí i Alsina | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Tamaño | 496 cm × 1082 cm | |
Localización | Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España | |
País de origen | España | |
El gran día de Gerona es una pintura al óleo muy grande creada por el artista Ramón Martí Alsina. Esta obra muestra un momento importante y difícil del Sitio de Gerona en 1809. Aunque no tiene una fecha exacta, los expertos creen que Martí Alsina empezó a pintarla entre 1863 y 1864. Es la pintura de caballete más grande en la historia del arte catalán. El pintor tardó muchos años en terminarla y casi se arruina varias veces durante el proceso. Hoy en día, la pintura forma parte de la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Se exhibe en la sede de la Generalidad de Cataluña en Gerona, en el edificio del antiguo Hospital de Santa Catalina.
Algunos expertos piensan que el gran tamaño de esta pintura podría ser una forma de competir con otra obra famosa: La batalla de Tetuán (1862-1864) de Mariano Fortuny. Esa pintura fue un encargo para representar la guerra de África.
En 1938, durante la guerra civil española, la pintura sufrió daños por los bombardeos mientras estaba en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona. Para protegerla, la enrollaron y la guardaron en un almacén del MNAC. Allí estuvo unos setenta años, hasta que fue restaurada entre 2009 y 2010.
Contenido
¿Qué significa el título de la obra?
El nombre más común de esta pintura es El gran día de Gerona, y así está registrada en el MNAC. Sin embargo, algunos la llaman Los defensores de Gerona. Se cree que el título actual viene del coronel Blas de Fournás. Él describió los eventos del 19 de septiembre de 1809 como el "día grande de Gerona". En ese día, muchas personas perdieron la vida. En algunas notas personales del artista, la obra también aparece como Los defensores de Gerona, La defensa de Gerona o simplemente "El cuadro de Gerona".
Descubriendo la pintura: Descripción de la obra
Esta pintura es enorme, mide 496 centímetros de alto por 1082 centímetros de ancho. Es más grande que otras obras famosas como La batalla de Tetuán de Mariano Fortuny y el Guernica de Pablo Picasso. El cuadro está hecho de una sola pieza de tela, sin costuras. Ocupa unos 58 metros cuadrados y pesa alrededor de 70 kilogramos. Los expertos creen que la tela podría ser del tipo que se usaba para hacer las velas de los barcos. Se piensa que Martí Alsina la compró en El Maresme o en El Poblenou, donde tenía su taller.


La pintura muestra el momento después de una batalla muy intensa que ocurrió el 19 de septiembre de 1809. Esto fue durante la Guerra de la Independencia Española, también conocida como la Guerra del Francés en Cataluña. En ese día, el ejército francés intentó un ataque final contra la ciudad de Gerona, pero la ciudad resistió bajo el mando del general Mariano Álvarez de Castro.
La escena de la pintura se ubica en el lugar real de los hechos. Puedes reconocerlo por los edificios al fondo, como las torres de la catedral de Gerona y la iglesia de San Félix. Delante de estos edificios están las murallas de la ciudad, en la zona conocida como la Torre Gironella. Los bocetos del artista también muestran que quería situar la escena en el "cuartel de los alemanes". Esto le permitía tener una vista clásica de la ciudad y porque allí ocurrieron batallas importantes.
Aunque la pintura trata un hecho histórico, su estilo la hace parecer una historia épica. Martí Alsina es conocido por introducir el realismo en Cataluña, como el pintor Courbet. Sin embargo, en esta obra, por el tema que trata, su estilo se acerca más al romanticismo francés. Esto se ve en las pinturas históricas de artistas como Delacroix o Vernet.
Hay una similitud entre la forma en que Martí Alsina compuso su obra y las composiciones de pintura histórica del francés Horace Vernet. Ambos incluían muchos personajes y hacían muchos bocetos desde diferentes perspectivas para lograr el efecto deseado. Martí Alsina había visto una exposición en la Exposición Universal de París de 1855. Allí se exhibían pinturas históricas de Vernet, Ingres, Delacroix y Decamps.
La obra se divide en tres partes o planos. Los personajes más cercanos al espectador son los más realistas y expresivos, pintados con colores vivos. Los personajes en el segundo plano están menos detallados. Las figuras más lejanas, en el tercer plano, apenas están esbozadas. En esta parte, la arquitectura se mezcla con una especie de niebla.
La parte derecha de la pintura tiene una forma piramidal. La punta de la pirámide está en las ruinas del fondo. El lado izquierdo lo forman los defensores que están protegidos. Esta línea diagonal ayuda a que la atención se centre en los líderes militares, aunque estén un poco más atrás. Este grupo, en la mitad izquierda, es la última línea de defensa de la ciudad, con el general Álvarez de Castro en un lugar muy visible.
Esta forma de organizar la escena es parecida a la que Vernet usó en La batalla de Somosierra de 1812. En esa obra, la montaña del fondo corta la imagen. Esto hace que los personajes a caballo sean tan importantes como los heridos que se ven en primer plano.
En la parte inferior del cuadro, en primer plano, se ven los heridos y los que perdieron la vida. Esto le da un gran realismo a las escenas más difíciles. En el centro, debajo del general, hay una mujer. Ella pertenece a la Compañía de Santa Bárbara, un grupo de mujeres que ayudaban a los heridos en batalla. En su brazo izquierdo, lleva una cinta roja atada con un lazo, que era su distintivo. También se ven otras mujeres en la escena, algunas ayudando a los heridos y otras llevando comida y bebida.
En el extremo derecho de la obra, se ve al ejército francés retirándose. Sus figuras están casi borrosas, como si el artista no quisiera que fueran los protagonistas de la pintura.
La historia detrás de la pintura

A mediados del siglo XIX, las pinturas históricas eran muy populares. Mostraban hechos patrióticos y héroes locales. Martí Alsina quería ser más reconocido como pintor en toda España, aunque ya era profesor en la Escuela de la Lonja de Barcelona. Una buena forma de lograr fama era ganar premios en concursos, como las Exposiciones Nacionales que se hacían cada año en Madrid. En esas exposiciones, las obras con temas históricos, llenas de emoción y heroísmo, solían ser muy bien recibidas. Muchas de las obras ganadoras eran de gran tamaño y eran compradas por instituciones o por el Estado. Es probable que esto animara a Martí Alsina, que era más conocido por sus paisajes, a pintar temas históricos.
Martí Alsina participó por primera vez en el concurso en 1858. Envió varias obras y ganó una tercera medalla por un retrato. Ese mismo año, fuera de concurso, presentó El último día de Numancia. El Estado la compró por tres mil pesetas y la guardó en el Museo del Prado, aunque solo había ganado una medalla de tercera clase en el concurso. En 1860, envió uno de sus paisajes y obtuvo una segunda medalla. El pintor dedicó gran parte de su vida a la serie sobre la Guerra de la Independencia y el Sitio de Gerona de 1809. Por eso, hizo muchas pinturas con temas similares, como El somatén del Bruch, La Compañía de Santa Bárbara, Las heroínas de Gerona y la más grande, El gran día de Gerona. Esta última le ocupó gran parte de su vida hasta su fallecimiento.
¿Cómo se creó la pintura?
Según varios estudios, es posible que Martí Alsina decidiera hacer una obra tan grande para competir con La batalla de Tetuán de Mariano Fortuny. Esa obra fue un encargo y se hizo muy famosa en Europa.
Para poder trabajar en su proyecto, Martí Alsina alquiló un espacio muy grande en el barrio de Sants, que en ese entonces era un pueblo cerca de Barcelona. Se dice que usó el "Casino de Sants" como taller. Allí, trajo todo tipo de armaduras, armas y objetos históricos para que su obra fuera lo más precisa posible. También necesitó decenas de modelos, mandó hacer ropa especial y visitó Gerona varias veces. Esto se sabe por los cientos de bocetos de la ciudad que aún se conservan en colecciones privadas y en los museos de Cataluña y Gerona. Gracias a estas visitas, también creó una docena de pequeños óleos y otras pinturas grandes, como Paisaje de las murallas de Gerona. Según Folch i Torres, incluso llevó piezas de artillería a su taller.
Se sabe que los primeros intentos para empezar la obra fueron a finales de 1859. Una carta enviada a Martí Alsina desde Gerona, fechada el 14 de octubre de 1859, respondía a sus preguntas sobre banderas y otros detalles que quería incluir en la pintura para que fueran muy realistas. El propio pintor anotó un plan de trabajo para la obra:
1. Tomarse tiempo para la composición, hasta estar muy contento con ella, que sea buena y clara.
2. Comparar las formas grandes con la realidad (grupos de figuras…) y cada figura en particular. Hacer dibujos pequeños y distribuir las partes para que sirvan de base para el dibujo principal, que se ampliará con una cuadrícula. Calcular la perspectiva del cuadro para comprobar lo que no se puede hacer del natural.
3. Trasladar el dibujo, por partes, con mucha exactitud.<
4. Hacer los estudios detallados que sean necesarios y, con ellos, completar el dibujo anterior.
5. Pasar el dibujo al lienzo: asegurarlo con un calco perfecto y líneas firmes, usando lápiz rojo.
6. Hacer un primer esbozo ligero y suave de colores.
7. Finalizar: Pensar en el tiempo. Durante la composición, todo es mi trabajo: se preparan los objetos y modelos para las comprobaciones y apuntes. Se encarga el bastidor. Durante el dibujo correcto de la composición se hacen las cuadrículas del dibujo, y la grande por partes, en el papel de traslado… se hace el traslado, trazo los dibujos… corrijo, según ellos, los dibujos grandes, mientras se calca y perfila y se clava el lienzo. Durante el esbozo, sigo con algún cuadro.
Martí Alsina encargó el marco de la obra a la Sala Parés en marzo de 1864. Por eso, se cree que planeaba enviar la obra a la Exposición Nacional de 1864. Sin embargo, recibió comentarios negativos de algunos amigos y decidió no enviarla. Quiso seguir trabajando en ella. Al final, nunca llegó a firmarla. El proyecto, en el que había invertido tanto tiempo y dinero, no tuvo éxito en vida del artista, ya que la obra nunca salió de su taller.
Años más tarde, Alsina usó la información y los bocetos que había reunido para crear otras dos obras relacionadas con el Sitio de Gerona: Las heroínas de Gerona, que se mostró en 1868, y La Compañía de Santa Bárbara, que envió a una exposición en 1891.
Varios documentos personales confirman que Martí Alsina usó la obra como garantía para una deuda de veinte mil pesetas con Pau Borrell. Como no pudo pagar el préstamo, Borrell se quedó temporalmente con la obra. No fue hasta 1894 que el pintor llegó a un acuerdo con los herederos de Borrell, cambiando la pintura por otras catorce. Un periódico de la época, El Diluvio, contó la historia y mencionó que Martí Alsina había intentado vender la obra a la diputación provincial por "quince mil duros".
¿Qué pasó con la pintura después de la muerte de Martí Alsina?

Joan Nepomucè Font i Sangrà, un coleccionista al que le gustaban las obras de Martí Alsina, compró la pintura después de la muerte del artista. En 1894, se la ofreció al Ayuntamiento de Barcelona para exhibirla en la Exposición de Bellas Artes de ese año. Sin embargo, no se mostró hasta 1898, en una exposición dedicada a artistas fallecidos recientemente. Después, la obra se guardó en el Salón de la Reina Regente del Museo Municipal de Bellas Artes de Barcelona.
En 1904, como la obra no estaba expuesta, su dueño la reclamó. Carlos Bofarull, director de los Museos de Bellas Artes de Barcelona, escribió un informe. En él decía que la pintura había sido guardada en un almacén porque no había espacio para exhibirla.
En 1905, Font i Sangrà recuperó su obra. Debido a su gran tamaño, la guardó en una capilla de su finca en Cardedeu, Ca n'Eres Vell, que había sido ampliada para la ocasión. La pintura se convirtió en una atracción turística en Cardedeu, ya que el dueño la mostraba a todos los visitantes. Después de algunas negociaciones, El gran día de Gerona pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona como un regalo, aceptado el 18 de junio de 1929. Se añadió a la colección del Museo Municipal de Bellas Artes y se expuso de forma permanente en el Salón de la Reina Regente del Palacio de Bellas Artes. Cuando se creó el Museo de Arte de Cataluña (ahora MNAC) en 1934, muchas obras se trasladaron al Palacio Nacional. Las más grandes se quedaron en el Palacio de Bellas Artes.
En 1938, durante la guerra civil española, el palacio se usaba para conferencias y reuniones. En el verano de ese año, fue afectado por un bombardeo. El techo de cristal se rompió y la obra sufrió dos grietas de más de cinco metros.
Cuando terminó la guerra, debido a su tamaño, se decidió enrollar la obra para protegerla. Se guardó en un almacén del Museo de Arte de Cataluña hasta que pudiera ser restaurada, lo que ocurrió en 2009.
¿Cómo se restauró la pintura (2009-2010)?

Con motivo del bicentenario de la Guerra de la Independencia Española y del Sitio de Gerona, el Museo de Arte de Gerona y la Dra. María Luisa Faxedas tuvieron la idea de hacer una exposición. Para ello, pidieron al MNAC la obra El gran día de Gerona, que necesitaba ser restaurada. La Fundación Caixa Girona pagó la restauración, con la colaboración del MNAC, la Generalidad de Cataluña y el Museo de Arte de Gerona. La obra había estado enrollada en un almacén del museo durante 70 años. Solo hubo una pequeña intervención en 1998, cuando se desenrolló y fotografió para un traslado interno.
Primeras observaciones
El 14 de septiembre de 2009, un equipo de restauradores del MNAC y del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) desenrolló la obra en la Sala Oval del Palacio Nacional. En el mismo rollo había otra pintura, de autor desconocido, sobre la Batalla de Waterloo. Durante tres días, se hizo un examen detallado de la obra antes de volver a embalarla para llevarla al CRBMC, en Valldoreix.
Durante este examen, que se hizo por ambos lados de la obra, se observaron con lupa y microscopio los materiales de la pintura. También se tomaron pequeñas muestras para hacer análisis químicos. Además, se fotografió la obra con diferentes técnicas, como luz ultravioleta, transiluminación (luz a través de la obra) y luz rasante (luz lateral). No solo se analizó la obra, sino que también se investigaron otras obras del mismo artista para hacer comparaciones. El gran tamaño de la pintura la había protegido de intervenciones más grandes, como cambiar la tela o barnizarla por completo, que eran técnicas comunes antes en la conservación y restauración de obras de arte.
El proceso de restauración
Durante la restauración, que fue un proyecto innovador en Cataluña por las características de la obra, se usaron escritos del propio Martí Alsina. También se utilizaron imágenes de la obra tomadas antes de que sufriera los daños del bombardeo de 1938. Antes de empezar, se hicieron los análisis químicos necesarios, tomando muestras de la imprimación (capa base), la pintura y el barniz. También se hicieron reflectografías (imágenes que muestran capas ocultas). Los análisis de la tela se hicieron con la Universidad Politécnica de Cataluña. Todo el proceso de restauración fue documentado con fotos y se informó a los medios de comunicación.
Los estudios mostraron que la capa base estaba hecha de una mezcla de blanco de plomo, sulfato de bario y carbonato de calcio. La tela tenía grandes desgarros, de hasta siete metros de largo. Estos se repararon cosiendo hilo a hilo, usando cola de esturión y almidón de trigo. Toda la restauración se hizo con la idea de intervenir lo menos posible. Se empezó por la parte de atrás de la tela. El proyecto se dividió en varias fases debido al tamaño de la obra. Se usaron técnicas para fortalecer la tela que añadieran la menor cantidad de materiales. La limpieza de la superficie pintada se hizo en dos fases. Primero, se quitó el polvo acumulado. Luego, se retiró la suciedad pegada usando una disolución gelificada, después de hacer pruebas. Después, se rellenaron las partes donde faltaba policromía (color) con una masilla hecha de blanco de España y cola de conejo.
Este fue un proyecto excepcional por cómo se aplicaron los criterios y las técnicas innovadoras. Se ha convertido en un ejemplo a seguir en Cataluña.
¿Dónde se instaló la pintura en Gerona?
La obra fue instalada definitivamente el 14 de septiembre de 2010 en el Auditorio Josep Irla del antiguo Hospital de Santa Catalina en Gerona. Este es ahora la sede de la Generalidad de Cataluña en la ciudad. La pintura llegó directamente del Centro de Restauración de Valldoreix. Fue transportada en camión y descargada por ocho personas, con la presencia de restauradores y otras personas relacionadas con el proyecto. Para poder manejarla bien, se encargó una estructura metálica especial. Esta estructura, hecha de aluminio con bordes de madera, está diseñada para facilitar futuros trabajos de mantenimiento. El personal del Museo de Arte de Gerona se encargó de asegurar que el ambiente (temperatura y humedad) fuera el adecuado. También controlaron que la luz no superara los 150-200 lux. Entre el 14 y el 16 de septiembre, la obra se colgó de la estructura de aluminio. Pocos días después, se presentó a la prensa. La exposición se inauguró el 23 de octubre de 2010.
¿Dónde se ha expuesto la obra?
A lo largo de su historia, la obra solo se ha expuesto públicamente en dos lugares. El primero fue el Palacio de Bellas Artes de Barcelona. Allí, en 1898, se pudo ver en una exposición en honor a artistas que habían fallecido. Cuando la exposición terminó, la obra se quedó un tiempo en el museo de ese Palacio. Más tarde, se devolvió a su dueño, quien la donó al Ayuntamiento de Barcelona en 1929. Así, la obra pasó a formar parte del museo y se expuso de forma permanente en el Salón de la Reina Regente.
La exposición "Anatomía de un cuadro"
Después de la restauración y el traslado de la obra, se organizó la exposición Ramon Martí Alsina. El gran dia de Girona. Anatomia d'un quadre. Esta exposición tuvo lugar entre el 23 de octubre de 2010 y el 29 de mayo de 2011 en tres lugares de Gerona. Fue organizada por el Museo de Arte de Gerona junto con el MNAC. La curadora fue María Luisa Faxedas, profesora de la Universidad de Gerona y experta en el tema. El objetivo de esta exposición era investigar por qué el pintor Martí Alsina decidió crear esta obra. La exposición se dividió en tres espacios:
- Auditorio Josep Irla: Es el lugar donde el cuadro está expuesto de forma permanente, en la delegación de la Generalidad de Cataluña en Gerona.
- Salón de Plenos de la Diputación de Gerona: Aquí se expone de forma permanente el cuadro Las heroínas de Gerona, también de Martí Alsina.
- Museo de Arte de Gerona: Muestra los bocetos y dibujos que Martí Alsina hizo para preparar el cuadro.
Desde el 8 de junio de 2011, el Museo de Historia de la Ciudad de Gerona exhibe una de las obras preparatorias que Martí Alsina realizó para El gran día de Gerona.
Otras pinturas sobre el Sitio de Gerona
El Sitio de Gerona ha sido representado varias veces por diferentes artistas. Existen otras versiones de la obra:
- En el Museo de Arte de Gerona hay una versión más pequeña del cuadro principal (47 x 84,5 cm) llamada El sitio de Gerona de 1809 o Boceto para el Gran día de Gerona (1860). Fue pintada y firmada por el mismo Martí Alsina.
- César Álvarez Dumont (1866-1945) pintó en 1890 su propia versión de los hechos. Su obra, también llamada El gran día de Gerona, se pudo ver en el Castillo de San Fernando de Figueras. Fue parte de la exposición "Álvarez de Castro y su tiempo", organizada por el Ministerio de Defensa de España. Esta pintura pertenece al Museo del Prado y ganó una medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890. Actualmente está en el Museo Provincial de Ciudad Real.
- Laureano Barrau (1863-1957) pintó en 1884 en Roma La rendición de Gerona en 1809. Esta obra se encuentra ahora en una colección privada en Gerona.
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Véase también
En inglés: The Great Day of Girona Facts for Kids