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Castro de Noega para niños

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Archivo:Cabo torres
El Cabo de Torres, donde se encuentra el antiguo asentamiento de la Campa Torres.
Archivo:Vista general de la Campa Torres
Vista general del Castro de Noega.

El Castro de Noega, también conocido como Castro de la Campa Torres, es un antiguo poblado fortificado. Fue construido por los astures, un pueblo que vivía en la región antes de la llegada de los romanos. Se encuentra al oeste de la ciudad de Gijón, en Asturias, España. Está situado en un promontorio llamado Campa Torres, cerca del actual puerto de El Musel. Los primeros habitantes de Noega fueron los cilúrnigos, un grupo de los astures. Cuando los romanos llegaron y conquistaron la Península ibérica, este lugar se convirtió en el importante oppidum de Noega.

Descubriendo el Castro de Noega

Muchos expertos y viajeros importantes han hablado de la Campa Torres a lo largo de la historia. Personas como Ambrosio de Morales (en 1572) y Gaspar Melchor de Jovellanos (en 1795) mencionaron este lugar. Lo relacionaron con las Aras Sestianas, un monumento dedicado al emperador romano Augusto. Esto ayudó a identificar el yacimiento arqueológico como la antigua Noega.

La primera vez que se excavó este lugar fue en 1783. El arquitecto Manuel Reguera González lo hizo por encargo de Gaspar Melchor de Jovellanos. Después de esto, la Campa Torres fue olvidada por un tiempo. En 1972, el profesor José Manuel González y Fernández-Valles estudió el terreno. Descubrió que era un castro con dos etapas de ocupación: una antes de los romanos y otra durante su presencia. Él identificó el lugar como el Oppidum Noega que mencionaban escritores antiguos como Estrabón y Plinio el Viejo. También ubicó allí el monumento a Augusto. En 1980, se iniciaron los trámites para que fuera declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C.), lo que ocurrió en 1994.

En 1982, con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón y el Ministerio de Cultura, se planificaron nuevas excavaciones. Estas fueron dirigidas por José Luis Maya González y Francisco Cuesta Toribio. Los buenos resultados llevaron a la idea de crear un parque arqueológico. Como el lugar tiene un paisaje hermoso, también se convirtió en un Parque Arqueológico-Natural.

En 1987, se empezó a diseñar el plan para el parque. Cuatro años después, el Ayuntamiento de Gijón y el Ministerio de Cultura firmaron un acuerdo para iniciar las obras. Más tarde, se unió la Consejería de Educación y Cultura de Asturias. El Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres se inauguró en 1995. Formó parte de una exposición sobre los astures y se unió a los Museos Arqueológicos de Gijón.

Una de las últimas mejoras fue la apertura del faro del Cabo Torres en 2005. Ahora funciona como parte del museo.

¿Cómo era el poblado de Noega?

En el yacimiento arqueológico, se pueden ver dos partes principales: la zona defensiva y la llanura interior, llamada "campa".

Archivo:Campa 02
Parte de la muralla defensiva del castro.
Archivo:Campa 03
El foso que protegía el castro.

La zona defensiva del castro tenía un foso en forma de "V" excavado en la roca. También contaba con una muralla inferior, un antecastro y una muralla principal. Todos estos elementos forman un sistema de defensa muy impresionante y antiguo. Se cree que fue construido entre mediados del siglo VII a. C. y principios del siglo VI a. C..

Una característica especial de esta defensa es que la muralla estaba dividida en tramos separados, como "módulos". Estos tramos se superponían, pero no se unían completamente. Cada módulo tenía paredes externas redondeadas y estaba relleno de piedras irregulares. Este sistema de murallas fue descrito por primera vez por el arqueólogo José Luis Maya González. Dentro de la muralla y del contrafoso, se pueden ver escaleras para subir a la parte superior de la estructura.

En la llanura interior, donde vivía la gente, se han encontrado dos tipos de construcciones: las cabañas astures y las viviendas romanas. Las cabañas astures aparecieron desde la fundación del castro y se mantuvieron al principio de la época romana. Las primeras casas romanas comenzaron a construirse alrededor del cambio de era. El poblado fue abandonado lentamente a finales del siglo III y principios del IV.

Se han encontrado cabañas astures detrás de la muralla y en la campa. Estas casas astures estaban hechas con materiales que no duraban mucho, como madera, barro y paja. Tenían forma circular o semicircular, con hogares (chimeneas) y suelos de arcilla. Eran casas sencillas, usadas principalmente para dormir, protegerse del clima y guardar sus objetos valiosos.

Las casas romanas eran de forma cuadrada. Había desde modelos sencillos con una sola habitación hasta otras con varias. Se construían con piedra de la zona, usando barro como argamasa (mezcla para unir piedras). A veces usaban trozos de tejas (tegulae) y ladrillos. Los suelos eran de arcilla y pequeñas piedras. Los tejados eran de dos o cuatro lados, hechos con madera y tejas.

Archivo:Campa 06
Un pozo de agua que abastecía al poblado.

Los primeros habitantes de Noega descubrieron manantiales subterráneos. Construyeron pozos y aljibes (depósitos de agua) para obtener agua para el poblado.

¿Quiénes vivían en Noega?

Los primeros habitantes de Noega se llamaban a sí mismos cilúrnigos. Este nombre, de origen celta, podría significar "los caldereros". Esto quizás se refería a una de sus actividades más importantes: trabajar con metales.

Trabajando los metales

Los astures de Noega se dedicaban principalmente a fundir bronce (una mezcla de cobre y estaño), oro, plata y a trabajar el hierro. Para esto, necesitaban saber mucho sobre metalurgia. Gracias a sus habilidades, Noega se convirtió en uno de los asentamientos más ricos de toda la costa Cantábrica. Se han encontrado muchos objetos que demuestran esta actividad, como crisoles (recipientes para fundir), toberas (boquillas para soplar aire en el fuego), moldes, lingoteras (moldes para lingotes), fíbulas (broches), pendientes, anillos y agujas.

Cultivando y recolectando alimentos

La agricultura no está tan clara en los restos arqueológicos de la Campa Torres. Sin embargo, se han encontrado restos de trigo (Triticum dicoccum) y cebada (Hordeum vulgare). El trigo se usaba para hacer pan, y su paja servía para alimentar al ganado o cubrir tejados. La cebada se comía en forma de gachas, como las tradicionales asturianas, y también se usaba para hacer bebidas como la cerveza. Como había pocos cereales en el norte, los habitantes buscaban otros alimentos vegetales. La bellota era uno de ellos; después de tostarla y machacarla, se obtenía una harina similar a la de cebada. También es posible que comieran berza silvestre (Brassica oleracea). Las avellanas y nueces también formaban parte de su dieta vegetal.

Criando animales

Los análisis de huesos de animales en la Campa Torres muestran que los astures eran ganaderos. Tenían muchos bóvidos (vacas y toros). Estos animales eran muy útiles para obtener carne, leche y para tirar de carros. Se ha visto que muchos de los bovinos sacrificados tenían menos de dos años. Esto sugiere que tenían suficiente riqueza como para no esperar a que el animal creciera más.

También criaban ovicápridos (ovejas y cabras), siendo más comunes las ovejas. Consumían su carne cuando los animales tenían entre año y medio y dos años. También usaban su leche y lana.

  • El cerdo (Sus scrofa domestica) era el tercer animal más importante. Es difícil distinguir los restos de cerdos domésticos de los de jabalíes. Es posible que se mezclaran, ya que estos animales vivían con cierta libertad.
  • El asturcón (Equus caballus), un caballo asturiano, no era muy común. Al principio se pensó que eran caballos cazados, pero un estudio detallado mostró que eran caballos viejos y domésticos. Tenían lesiones en las patas delanteras, típicas de animales de monta. Algunos ejemplares mostraban marcas de haber sido usados para alimento o sacrificios.
  • El perro (Canis familiaris) rara vez se menciona en la prehistoria de la costa cantábrica. Pero en Noega, se encontraron restos de tres perros grandes. Probablemente se usaban para el pastoreo y la caza, y no se comían habitualmente.

Cazando, pescando y mariscando

La caza era una actividad que los cilúrnigos hacían por diversión, deporte o para conseguir carne de vez en cuando. El animal más cazado era el ciervo (Cervus elaphus), que vivía en los bosques al sur de la península de Torres. Generalmente cazaban ejemplares jóvenes, aunque también se han encontrado restos de cuernos trabajados de animales más viejos. También cazaban jabalíes (Sus scropha), cabras montesas (Capra pyrenaica), corzos (Capreolus capreolus) y varios tipos de aves.

La pesca se realizaba cerca de la costa, especialmente en zonas rocosas y, en menor medida, en playas. Capturaban peces como la maragota, el sargo, la chopa, el pargo, la breca, la dorada, la lubina, el mújol y el chicharro. A veces encontraban restos de caballa, un pez de mar abierto, pero no se sabe si pescaban lejos de la costa. Parece que pescaban desde tierra o con pequeñas barcas. Se han encontrado anzuelos, pero no pesas para redes.

También aprovechaban diferentes tipos de moluscos, tanto de roca como de arena. Se han encontrado montones de conchas (concheros) dentro de la muralla. Había restos de lapas, monodontas, mejillones, berberechos, percebes, caracolas y erizos de mar. Sin duda, los comían, ya que se mezclaban con espinas de pescado y tenían marcas de fuego. También los usaban como adornos o utensilios. De los crustáceos, solo se ha encontrado evidencia del consumo de buey de mar.

Un hallazgo especial en el castro fue la aparición de restos de ballena gris (Eschrichtius robustus) en capas muy antiguas. Probablemente era un animal que quedó varado en la costa, y los habitantes aprovecharon su carne, grasa y huesos.

El comercio en Noega

El comercio se realizaba por mar y por tierra. Ambas rutas eran difíciles debido a la geografía del norte de la península. La navegación en el mar Cantábrico era complicada, especialmente con tormentas y puertos abiertos al norte. Las costas eran altas y rocosas, y las corrientes marinas variaban mucho. A pesar de esto, debían existir intercambios usando la ensenada donde hoy está El Musel para el cabotaje (navegación cerca de la costa). Otro factor importante era la cercanía de minas de cobre, estaño, oro, hierro y plomo.

No se sabe quién controlaba este comercio. Es poco probable que fueran los astures, ya que sus restos de peces indican que solo pescaban cerca de la costa, lo que sugiere que no tenían barcos grandes. Tampoco hay pruebas de que los fenicios (que tenían cobre en el sur) comerciaran con los astures.

Es posible que fueran los propios pueblos del noreste quienes buscaran metales y aleaciones astures. O quizás, pobladores de las costas atlánticas francesas, lo que explicaría la presencia de cerámicas griegas, pero no fenicias. Las relaciones comerciales de la Campa Torres con otros asentamientos cercanos eran importantes. Noega, por su tamaño, probablemente era el centro de estos intercambios. Es posible que otros castros, con más cereales y vegetales, abastecieran a Noega, que quizás no producía suficiente. También dependían del cobre y el estaño, lo que hacía necesarias conexiones terrestres.

Estos lazos comerciales hicieron del castro de la Campa Torres uno de los pocos puertos conocidos en la costa cantábrica. Esto pudo haber llevado a un buen entendimiento con los romanos. Por eso, los cilúrnigos quizás no se resistieron a los romanos y se unieron al Imperio romano de forma pacífica. Esto fue diferente a lo que hicieron otros pueblos de las montañas o de la Meseta Central.

Noega bajo el dominio romano

Archivo:Campa 09
Recreación de una casa prerromana en el castro.

En Noega se construyó un importante monumento al emperador Augusto, conocido como Aras Sextianas. El texto de este monumento decía: Al Emperador César Augusto, Hijo del Divino (César), Cónsul por decimotercera vez, Emperador con veinte salutaciones, Pontífice Máximo, Padre de la Patria, investido de Tribunicia Potestad treinta y dos veces..........le consagró este monumento. El espacio borrado en el texto se debe a un castigo llamado damnatio memoriae. Esto se hacía para borrar el recuerdo de personas que habían caído en desgracia. Se cree que el nombre de la persona que dedicó el monumento era Cneus Calpurnio Piso, un gobernador de la provincia Citerior entre los años 9 y 10. El nombre de Aras Sestianas quizás viene de L. Sestius Quirinalis, quien pudo ser gobernador de la Hispania Citerior (a la que pertenecía Asturias) entre el 16 y el 14 a.C. Este monumento simbolizaba la rápida unión de Noega con Roma.

Los romanos cambiaron mucho la forma de vida en Noega. A partir del siglo II, el poblado comenzó a ser abandonado lentamente. La gente se mudó a una nueva ciudad que surgió cerca del cerro de Santa Catalina. Noega desapareció por completo alrededor del siglo IV. El importante Oppidum Noega de antes solo sería recordado como un lugar de ruinas. Sin embargo, fue el lugar donde se inició la historia del actual Gijón.

Galería de imágenes

Ver también

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Castro de Noega para Niños. Enciclopedia Kiddle.