Oppidum para niños
Un oppidum (que en latín significa "lugar elevado" o "fortaleza") era un tipo de asentamiento antiguo. Se construía en lugares altos, como colinas o mesetas, y sus defensas naturales se reforzaban con muros y otras estructuras hechas por el ser humano.
Los oppida se ubicaban estratégicamente para controlar tierras de cultivo o para servir como refugios seguros. A menudo, tenían zonas donde la gente vivía de forma permanente.
Los romanos usaban este nombre para referirse a los poblados fortificados de los pueblos que iban conquistando. Muchos de estos asentamientos, que surgieron en la Edad del Hierro, cambiaron mucho bajo la influencia romana.
En la península ibérica, los oppida eran un poco diferentes a los de Europa central. Mientras que en Europa central los muros solían ser de tierra, piedras y madera unidas con barras de hierro, en Iberia se usaban piedras sin tallar o poco talladas para las murallas defensivas y para las casas. A estos lugares también se les llamaba castros si los construían los celtas, ilturs o iltirs si eran de los íberos, y brigas si los hacían los celtiberos.
Los oppida son conocidos gracias a las descripciones de Julio César en su libro De Bello Gallico. Él describió sus muros como una mezcla de tierra y piedra, reforzados con vigas de madera unidas con clavijas largas de hierro. Este tipo de muro, típico de los oppida galos, se conoce como murus gallicus.
El término oppidum se usa para lugares de distintos tamaños, desde una o dos hectáreas hasta varios cientos. Por ejemplo, el oppidum de Manching en Alemania abarcaba unas 350 hectáreas. Estos lugares se usaron desde el principio de la primera Edad de Hierro hasta el siglo I.
Contenido
¿Para qué servían los oppida?
En Europa, especialmente en la Galia, algunos oppida se consideran las primeras formas de "ciudades" o centros "proto-urbanos" de la Europa antigua. Por eso, a la época anterior a la guerra de las Galias se le llama a veces la "civilización de los oppida".
Es difícil saber con exactitud cómo funcionaban todos los oppida. Los arqueólogos no siempre están de acuerdo sobre la importancia que tuvieron estos lugares en la civilización celta, especialmente en la gala, antes de la conquista romana.
Sabemos que los oppida más grandes, como los de Manching en Alemania, Tielberg en Luxemburgo o Bibracte en Francia, se construyeron a partir del siglo II antes de Cristo.
La organización de algunos oppida al final del período de La Tène (una etapa de la Edad del Hierro) se parecía un poco a las ciudades antiguas del mundo clásico. Parece que el desarrollo de algunos de estos lugares pudo estar relacionado con la existencia de un lugar de culto importante, como Entremont o Alesia.
Según el historiador Stéphane Fichtl, el término civitas que usaba Julio César en sus escritos podría referirse a una realidad política. En estos casos, el oppidum era la capital, donde se concentraba el poder de un pueblo o de una unión de pueblos. Un buen ejemplo son los eduos, cuya autoridad principal se ejercía desde su oppidum.
Los objetos importados del Mediterráneo encontrados en muchos oppida muestran que estas fortalezas eran importantes en las rutas comerciales. Conectaban el mundo antiguo con el Mediterráneo mucho antes del período de La Tène.
Algunos oppida tuvieron un gran papel político en la época de los principados celtas, al principio de la Edad del Hierro. Permitían a la gente importante de la zona controlar las fronteras y gobernar un territorio que podía tener hasta 80 km de diámetro, como en el caso de Hohenasperg en Alemania.
El oppidum de Mont Lassois, en Francia, descubierto junto a la importante Tumba de Vix, es un ejemplo de estas fortalezas construidas al final del período de Hallstatt (otra etapa de la Edad del Hierro).
Tipos de oppida
Hay muchas formas de murallas en los oppida, pero se pueden agrupar en dos categorías principales: los "espolones cerrados" y los "recintos cerrados".
Los espolones cerrados podían ser de varios tipos:
- Los meandros barrados: Son curvas de un río o costa cerradas por una barrera. Al final del período de La Tène, a veces se construía una presa alrededor del oppidum. Esto tenía un significado más simbólico (separar el pueblo del campo) que militar.
- Las confluencias cerradas: El pueblo se situaba entre dos ríos que se unían, y la barrera protegía la entrada del oppidum.
- Los bordes de acantilados: La barrera protegía la entrada del pueblo. Al final del período de La Tène, también se veían fosos alrededor de estas murallas, que también tenían una función simbólica.
Los recintos cerrados, como los de Mont Beuvray (Bibracte) en tiempos de Julio César, no tenían formas tan variadas. Una muralla rodeaba el pueblo, que estaba en un monte o colina, sin importar mucho la forma del terreno.
En resumen, los oppida tenían dos tipos principales de murallas. Lo que distingue a los oppida del final de La Tène de los más antiguos es que sus murallas eran perpendiculares a las curvas del terreno y que aparecían fosos. Esto indica que el objetivo no era solo crear un espacio militar, sino un espacio urbano.
Ejemplos de oppida
- Opidum de Monte Bernorio, Pomar de Valdivia, Palencia, España
- Opidum de Iruña-Veleia, Álava, España
- Oppidum de Begastri, Cehegín, Murcia, España
- Oppidum de Los Villaricos, Caravaca de la Cruz, Murcia, España
- Castro de los Rodiles, Cubillejo de la Sierra, Guadalajara, España
- Cástulo, Linares, Jaén, España
- Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, Jaén, España
- Oppidum Noega, Gijón, España
- Urcesa, Alcaraz, España
- Mesa de Miranda, Ávila, España
- Castro de Ulaca, Ávila, España
- Castro de las Cogotas, Ávila, España
- Contrebia Leucade, La Rioja, España
- Bibracte (Mont Beuvray), Francia
- Salon-de-Provence, Francia
- Oppidum d'Ensérune, Francia
- Manching, Alemania
- Alcimoennis, Alemania
- Stradonice, Bohemia
- Óbidos, Portugal
- Basel-Münsterhügel, Suiza
- Traprain Law, Escocia
El oppidum en la época romana
La administración romana siguió usando la palabra oppidum para referirse a las ciudades. Un oppidum, que al principio era una fortaleza que servía de refugio en tiempos de peligro, no era muy diferente de una urbs (otra palabra latina para ciudad) en la época romana.
Sin embargo, mientras que urbs se usaba principalmente para referirse a Roma, oppidum se convirtió en el nombre general para las ciudades rurales. Esto incluía los municipia (ciudades con ciertos derechos), praefecturae y coloniae (colonias romanas). El término también se usaba para ciudades que tenían derechos latinos (oppida latina). Conocemos la organización de estas ciudades gracias a textos legales como las Leges Salpensana y Malacitana, que se refieren a ciudades de la provincia Bética.
Galería de imágenes
-
Contrebia Leucade, en La Rioja, España. Detalle de la muralla y el foso celtíberos
-
Iruña-Veleia, en Álava, España. Edificio tardoimperial