Sistema sensorial para niños
El sistema sensorial es una parte muy importante de nuestro sistema nervioso. Es como el equipo especial de nuestro cuerpo que se encarga de recoger toda la información del mundo que nos rodea y también de lo que pasa dentro de nosotros. Está formado por unas células especiales llamadas receptores sensoriales y por partes de nuestro cerebro que reciben y entienden esa información.
Desde hace mucho tiempo, se ha dicho que los humanos tenemos cinco sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Pero hoy sabemos que tenemos otros sentidos que nos ayudan, por ejemplo, a mantener el equilibrio o a saber cómo están las partes de nuestro cuerpo. También podemos sentir el dolor y la temperatura.
Cada sentido tiene un "campo receptivo", que es la parte del mundo a la que ese sentido responde. Por ejemplo, el campo receptivo de tu ojo es todo lo que puedes ver.
Contenido
¿Cómo Funcionan Nuestros Sentidos?
Cada cosa que percibimos, como un sonido, una imagen o un sabor, se llama estímulo. Cada estímulo tiene cuatro características principales:
- Tipo: ¿Es luz, sonido, calor, presión?
- Intensidad: ¿Es fuerte o débil? (Por ejemplo, un sonido ruidoso o suave).
- Localización: ¿De dónde viene? (Por ejemplo, si tocas algo con un dedo, tu cerebro sabe qué dedo es).
- Duración: ¿Cuánto tiempo dura?
Células Receptoras: Los Detectives del Cuerpo
Una célula receptora sensitiva es como un pequeño detective especializado. Su trabajo es transformar la energía de un estímulo (como la luz o el sonido) en una señal eléctrica que el cerebro pueda entender.
Estas células pueden ser neuronas o células que activan a las neuronas. Cada una está diseñada para detectar un solo tipo de estímulo. Por ejemplo, hay células que detectan sustancias químicas (quimiorreceptores), otras que detectan el movimiento o la presión (mecanorreceptores), y otras que detectan la luz (fotorreceptores).
En nuestro cuerpo, estas células se agrupan para formar órganos sensitivos, como los ojos o los oídos.
Hay diferentes tipos de células receptoras:
- Interorreceptores: Responden a lo que pasa dentro de nuestro cuerpo.
- Exterorreceptores: Responden a lo que pasa fuera de nuestro cuerpo.
- Propioceptores: Nos ayudan a saber la posición de nuestro cuerpo y cómo se mueven nuestras partes.
Órganos Sensoriales: Estructuras Especializadas
Los órganos sensoriales son estructuras especiales que están diseñadas para recibir un tipo específico de energía. Por ejemplo, el ojo para la luz o el oído para el sonido.
Cada órgano sensorial tiene una "modalidad sensitiva" (el tipo de estímulo que detecta, como luz o sonido) y una "cualidad sensitiva" (las diferentes variaciones dentro de esa modalidad, como los distintos colores de la luz o los diferentes olores).
El Viaje de la Información al Cerebro
La información que recogen nuestros sentidos viaja al cerebro en forma de señales eléctricas. Todas estas señales son parecidas, pero el cerebro sabe de qué sentido vienen porque llegan a áreas específicas. Por ejemplo, si una señal llega al área de la visión, el cerebro la interpreta como luz, aunque no sea luz real.
Para evitar confusiones, nuestros órganos sensoriales tienen sistemas que los protegen de otros tipos de energía. Así, el ojo solo detecta luz y el oído solo sonido.
La transformación de la energía del estímulo en una señal eléctrica ocurre en cinco pasos:
- Absorción: El receptor capta la energía del estímulo.
- Transformación: Esa energía se convierte en una señal eléctrica.
- Amplificación: Incluso un estímulo muy débil puede generar una señal fuerte.
- Integración: Las señales de diferentes partes del receptor se unen.
- Codificación y Transmisión: El receptor convierte la señal en una serie de impulsos eléctricos que informan al cerebro sobre la intensidad y duración del estímulo.
El Sentido de la Vista
La visión es la habilidad de detectar la luz y entender lo que vemos. Es uno de los sentidos más importantes para los animales, y tenemos un sistema especial para ello llamado sistema visual.
El sentido de la vista nos permite percibir las formas, los colores y el movimiento. Así es como vemos el mundo.
¿Cómo Vemos?
Primero, la luz entra en nuestro ojo y forma una imagen en la retina. La córnea y el cristalino del ojo son los que hacen esto.
En la retina, hay células especiales llamadas fotorreceptores que capturan la luz. Hay dos tipos: los conos (para los colores y la visión detallada) y los bastones (para ver en la oscuridad y el movimiento). Otras células de la retina transforman la luz en impulsos eléctricos y los envían al nervio óptico. Desde allí, la información llega a diferentes partes del cerebro, como la corteza visual.
En el cerebro, comienza el trabajo de reconstruir las distancias, los colores, los movimientos y las formas de los objetos que nos rodean.
Partes del Ojo
El ojo es el órgano que recibe los estímulos visuales. Es una estructura muy compleja y especializada. El globo ocular tiene tres capas principales:
- Capa fibrosa externa: Formada por la esclerótica (la parte blanca del ojo) y la córnea (la parte transparente de adelante).
- Capa vascular media (úvea): Incluye la coroide, el cuerpo ciliar y el iris (la parte de color del ojo).
- Retina o capa neural: Es la capa más interna, donde están los fotorreceptores (conos y bastones) y otras células que procesan la luz.
Además de estas capas, el ojo tiene espacios llenos de líquidos:
- Cavidad vítrea: Contiene el humor vítreo, una sustancia gelatinosa detrás del cristalino.
- Cámara posterior: Entre el cristalino y el iris, con humor acuoso.
- Cámara anterior: Entre la córnea y el iris/cristalino, también con humor acuoso.
El nervio óptico se forma por la unión de muchas fibras nerviosas y lleva la información visual desde el ojo hasta el cerebro.
El Sentido del Oído

1: Oído externo: 2: Pabellón auricular, 3: Conducto auditivo externo, 4: Tímpano.
5: Oído medio: 4: Tímpano, 6: huesecillos: 7: Martillo, 8: Yunque, 9: Estribo. 10: Caja del tímpano.
13: Oído interno: 14: Laberinto: 16: Vestíbulo: 17: Ventana oval, 18: Ventana redonda. 19: Cóclea. 20: Nervio vestibular, 21: Nervio coclear, 22: Conducto auditivo interno.
Otros: 11: Hueso temporal, 12: Trompa de Eustaquio, 23: Nervio auditivo.
El sistema auditivo es el conjunto de órganos que nos permiten escuchar. Nos hace sensibles a los sonidos.
El proceso de escuchar tiene dos partes:
- Fisiológica: El oído capta el sonido y lo envía al cerebro. Esto lo hace el sistema auditivo periférico.
- Psicológica: El cerebro interpreta esos sonidos, los reconoce y les da un significado. Esto lo hace el sistema auditivo central.
¿Cómo Escuchamos?
El sistema auditivo periférico es el que capta el sonido y lo convierte en impulsos eléctricos que pueden ser enviados al cerebro a través de los nervios auditivos.
Este sistema está formado por el oído, que se divide en tres partes:
- Oído externo: Recoge el sonido y lo lleva hacia adentro.
- Oído medio: Transforma la energía del sonido en movimiento mecánico y lo amplifica hacia el oído interno.
- Oído interno: Aquí, el movimiento mecánico se convierte en impulsos eléctricos que el cerebro puede entender.
Partes del Oído
El sistema auditivo central está formado por:
- Las neuronas de los nervios auditivos que llevan los impulsos eléctricos al cerebro.
- Las áreas de nuestro cerebro dedicadas a la audición.
El cerebro recibe patrones de información de cada sonido y los compara con los que ya tiene guardados en la memoria. Así puede identificar los sonidos. Si no reconoce un sonido, intenta adaptarlo a algo parecido o lo guarda como un nuevo patrón.
El cerebro procesa la información del sonido en tres niveles:
- Identifica de dónde viene el sonido (su localización).
- Identifica el sonido en sí, sus características.
- Determina las propiedades del sonido a lo largo del tiempo.
El Sentido del Tacto
El Sistema somatosensorial es el que nos permite sentir las características de los objetos y del ambiente, como la presión, la temperatura, si algo es áspero o suave, o si es duro.
El sentido del tacto se encuentra principalmente en la piel. En la piel hay diferentes tipos de receptores nerviosos que transforman los estímulos externos en información que el cerebro puede interpretar.
La sensibilidad del tacto se divide en dos tipos:
- Sensibilidad protopática: Es una sensibilidad más básica y general. Nos permite sentir el dolor, el calor y el frío extremos, y un tacto muy general. No podemos localizar con mucha exactitud dónde está el estímulo.
- Sensibilidad epicrítica: Es una sensibilidad más fina y precisa. Nos permite sentir estímulos suaves y localizar con exactitud dónde nos tocan. También nos ayuda a reconocer formas y tamaños.
La sensibilidad a la temperatura y al dolor viaja al cerebro por una vía diferente.
El Sentido del Gusto

La función del gusto es ayudarnos a elegir los alimentos y a distinguir entre lo que es comestible y lo que podría ser dañino. El gusto nos da información sobre la identidad de los alimentos, su concentración y si nos agradan o no.
Es importante saber que el sabor y el gusto no son lo mismo. El sabor incluye toda la información que recibimos en la boca: el olor, el gusto, la textura y la temperatura. El gusto se refiere solo a la información química que detectamos.
Una idea común, pero incorrecta, es que solo hay cuatro sabores básicos (dulce, salado, ácido y amargo) y que cada uno se siente en una parte específica de la lengua. En realidad, hay otros sabores, como el umami (un sabor sabroso) o el "gusto metálico". Además, en toda la lengua hay receptores que pueden detectar todos los gustos, aunque algunas áreas sean más sensibles a ciertos sabores. También hay receptores gustativos en el paladar, la faringe y la parte superior del esófago.
La información sobre el gusto se recoge en la lengua, en unas estructuras llamadas papilas gustativas. Estas transforman el estímulo (el "gusto") en una señal eléctrica que las neuronas llevan al cerebro. En el cerebro, esta información se procesa y nos hacemos conscientes del sabor.
El Sentido del Olfato

El sistema olfativo es el sistema sensorial que usamos para detectar los olores. Se considera, junto con el gusto, uno de los sentidos químico-sensoriales, porque ambos convierten señales químicas en percepción.
El sistema olfativo tiene varias funciones:
- Crear una idea del olor.
- Saber qué tan fuerte es un olor.
- Distinguir un olor nuevo de los olores que ya están en el ambiente.
- Identificar olores en diferentes concentraciones.
- Relacionar un olor con un recuerdo.
Para hacer todo esto, el sistema olfativo usa muchas áreas del cerebro.
La parte externa del sistema olfativo es la nariz. Por dentro, el sistema olfativo humano está formado por las fosas nasales, la mucosa nasal (o pituitaria) y otras cavidades. También incluye varias zonas del cerebro, como el Bulbo olfativo.
El Sentido del Equilibrio

1: Perilinfa, 2: Endolinfa.
Sistema vestibular:
3: Conductos semicirculares: 4: Posterior, 5: Horizontal, 6: Superior, 7: Ampolla del conducto semicircular.
8: Vestíbulo: 9: Órganos con otolitos, 10: Utrículo, 11: Sáculo, 12: Máculas: Mácula del utrículo y Mácula del sáculo. 13: Conducto endolinfático.
Otros: 17: Cóclea. 22: Oído medio. En verde: Nervios (del sistema vestibular salen las ramas del vestibular). En amarillo: Hueso temporal.
El sistema vestibular es el sistema sensorial que nos ayuda a mantener el equilibrio y a saber dónde estamos en el espacio. Nos permite caminar sin caernos. Algunos animales, como los gatos, son muy buenos manteniendo el equilibrio gracias a su oído interno y su cola.
El equilibrio se detecta gracias a un líquido llamado endolinfa que se encuentra en el laberinto, un conjunto de tubos dentro del oído interno.
Cuando el sentido del equilibrio se altera, podemos sentir mareos, desorientación y náuseas. Esto puede pasar por movimientos rápidos, como dar vueltas en una atracción de feria, o por un golpe. Los astronautas a menudo sienten que su equilibrio se afecta en el espacio, lo que causa un tipo de mareo llamado mareo espacial.
Sinestesia: Una Forma Especial de Percibir

La sinestesia, en neurología, es cuando una persona experimenta una mezcla de sensaciones de diferentes sentidos. Por ejemplo, un sinestético podría oír colores, ver sonidos, o sentir un sabor particular al tocar un objeto con una cierta textura.
Las personas con sinestesia a menudo perciben conexiones entre los tonos de color, los tonos de los sonidos y la intensidad de los sabores de forma automática. Por ejemplo, un sinestético podría ver un color rojo más intenso cuando un sonido se vuelve más agudo, o sentir un sabor dulce al tocar una superficie suave. Estas experiencias no son solo ideas o asociaciones, sino percepciones reales.
La sinestesia puede ocurrir incluso si uno de los sentidos está afectado. Por ejemplo, una persona que ve colores al leer palabras podría seguir percibiendo esos colores aunque pierda la vista más tarde en su vida.
El primer registro de este fenómeno fue hecho por el Doctor Georg Tobias Ludwig Sachs en 1812. Se ha observado que es más común en personas con autismo.
Aunque antes se pensaba que la sinestesia era muy rara, ahora algunos científicos creen que es mucho más común de lo que se imaginaba, quizás afectando a una de cada 23 personas. Una razón por la que no se sabía antes es que las personas con sinestesia a menudo no se dan cuenta de que la mayoría de la gente no tiene esta capacidad. El tipo de sinestesia más común es cuando las personas ven colores al escuchar o leer letras y números.
Algunas personas con sinestesia tienen una sensibilidad musical muy profunda y pueden distinguir sonidos que otras personas no perciben fácilmente. También se ha descubierto que muchas personas con sinestesia tienen una excelente memoria y facilidad para recordar hechos.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Sensory nervous system Facts for Kids
- Sensor
- Sistemas sensoriales de los peces
- Sistema auditivo periférico