Epicuro para niños
Datos para niños Epicuro |
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![]() Busto de Epicuro. Copia romana del siglo II de un original griego de la primera mitad del siglo III a. C. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
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Escolarca por El Jardín |
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Información personal | ||
Nombre en griego antiguo | Ἐπίκουρος | |
Nacimiento | 342 a. C. Samos (Liga Jónica) |
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Fallecimiento | 270 a. C. Atenas (Antigua Atenas) |
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Causa de muerte | Cálculo renal | |
Sepultura | Atenas | |
Nacionalidad | Ateniense | |
Religión | Religión de la Antigua Grecia | |
Familia | ||
Padres | Neocles Querestrata |
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Familiares | Neocles (hermano) | |
Educación | ||
Alumno de | Nausífanes | |
Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo y escritor | |
Área | Filosofía | |
Alumnos | Hermarco de Mitilene Leontion Idomeneo de Lámpsaco Metrodoro de Lámpsaco |
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Movimientos | Epicureísmo, Hedonismo, Atomismo | |
Obras notables | De la naturaleza Carta a Heródoto Carta a Pítocles Carta a Meneceo Máximas capitales Sentencias vaticanas |
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Epicuro (en griego antiguo: Ἐπίκουρος, Epíkouros), también conocido como Epicuro de Samos, fue un importante filósofo griego. Nació en Samos en el año 341 a. C. y falleció en Atenas entre el 271 y 270 a. C. Es famoso por fundar una escuela de pensamiento llamada epicureísmo.
Las ideas principales de Epicuro se centran en buscar la felicidad a través de la razón y la comprensión del mundo. Creía que la felicidad se logra al tener una mente tranquila y un cuerpo sin dolor. También enseñó que todo en el universo está hecho de pequeñas partículas llamadas átomos.
Epicuro fue influenciado por otros filósofos como Demócrito. Sin embargo, creó su propia escuela en Atenas, conocida como "El Jardín". En esta escuela, permitía la entrada a personas de todas las condiciones sociales, incluyendo mujeres y esclavos, algo muy inusual en su época. Se dice que escribió más de 300 libros, pero la mayoría se han perdido. Solo se conservan tres cartas importantes y algunas colecciones de sus frases.
Para Epicuro, el objetivo de la filosofía era ayudar a las personas a encontrar la felicidad. Él creía que el placer es el propósito de la vida, pero no se refería a placeres excesivos. Más bien, hablaba de una vida sencilla y tranquila, rodeada de amigos, evitando los dolores y las preocupaciones.
También tenía ideas importantes sobre la muerte. Creía que no debemos temerle, porque cuando morimos, no sentimos nada. Si no hay sensación, no hay sufrimiento. Así, mientras vivimos, la muerte no está presente, y cuando la muerte llega, nosotros ya no estamos.
Aunque muchas de sus obras se perdieron, sus enseñanzas se conocen gracias a otros escritores. El poeta romano Lucrecio escribió un poema llamado De rerum natura que explica las ideas de Epicuro. Sus ideas influyeron en muchos pensadores a lo largo de la historia, desde la Ilustración hasta filósofos modernos.
Contenido
Biografía de Epicuro
Epicuro nació en el año 341 a. C. en la isla de Samos. Era el segundo de cuatro hermanos en una familia humilde. Su padre, Neocles, era maestro de escuela y su madre, Querestrata, era adivina. Aunque nació en Samos, Epicuro obtuvo la ciudadanía ateniense de su padre.
¿Cómo se formó Epicuro?
Desde joven, Epicuro mostró un gran interés por el conocimiento. A los catorce años, estudió con un maestro llamado Pánfilo, quien le enseñó las ideas de Platón. Sin embargo, Epicuro más tarde no estuvo de acuerdo con estas ideas.
A los dieciocho años, en el 323 a. C., Epicuro fue a Atenas para hacer su servicio militar. Después, se reunió con su familia en la ciudad de Colofón, donde se habían mudado.
En Colofón, Epicuro estudió con Nausífanes, un filósofo que seguía las ideas de Demócrito sobre los átomos. Aunque Epicuro aprendió mucho de él, más tarde se consideró a sí mismo un "autodidacta", es decir, alguien que aprende por sí mismo.
¿Cuándo comenzó a enseñar Epicuro?
En el año 311 a. C., Epicuro abrió su primera escuela de filosofía en la ciudad de Mitilene, en Lesbos. Sin embargo, tuvo que dejarla pronto debido a desacuerdos con otros filósofos.
Luego se mudó a Lámpsaco, donde permaneció cuatro años. Allí, con la ayuda de amigos, fundó otra escuela y reunió a un grupo de estudiantes y seguidores. Entre ellos estaban Idomeneo, Metrodoro y Hermarco, quien más tarde lo sucedería como líder de su escuela.
El Jardín: La escuela de Epicuro

En el año 306 a. C., a los 35 años, Epicuro regresó a Atenas y fundó su escuela más famosa: "El Jardín". Compró una casa y un terreno a las afueras de la ciudad. El Jardín era un lugar tranquilo, lejos del ruido, donde sus seguidores podían conversar, comer y celebrar juntos. Era más un lugar de retiro para amigos que una escuela formal.
Lo especial del Jardín era que aceptaba a personas de todas las condiciones y clases sociales. Esto era muy inusual para una escuela de filosofía en esa época. En el Jardín, se decía que había una inscripción que decía: "Extraño, tu tiempo será agradable aquí. En este lugar el mayor bien es el placer".
¿Cómo fue la muerte de Epicuro?
Epicuro fue maestro en El Jardín hasta su fallecimiento en el año 270 a. C., a los 71 años. Nunca se casó ni tuvo hijos. Se dice que sufrió mucho dolor debido a una enfermedad (cálculos renales), pero se mantuvo alegre y siguió enseñando hasta el final.
En su testamento, Epicuro dejó la dirección de su escuela a Hermarco de Mitilene. También pidió que se celebraran fiestas anuales en su honor, una tradición que sus seguidores continuaron.
Obras de Epicuro

Según el historiador Diógenes Laercio, Epicuro escribió más de 300 manuscritos sobre temas como la física, la justicia y los dioses. Sin embargo, la mayoría de estas obras se han perdido.
Las obras más importantes de Epicuro que se conservan son:
- Las Máximas capitales: una colección de cuarenta frases sobre ética y conocimiento.
- Tres cartas:
- Carta a Heródoto: sobre cómo conocemos el mundo y la naturaleza.
- Carta a Pítocles: sobre el universo, la astronomía y el clima.
- Carta a Meneceo: sobre la ética y cómo vivir feliz.
- Las Sentencias vaticanas: otra colección de frases de Epicuro.
También se han recuperado algunos fragmentos de sus obras gracias a otros autores y descubrimientos arqueológicos, como los Papiros herculanos que contienen partes de su tratado Sobre la Naturaleza.
Filosofía de Epicuro
Para Epicuro, la filosofía no era solo una búsqueda de la verdad, sino una forma práctica de vivir. Su objetivo principal era "curar el alma humana" y llevar a las personas a la felicidad.
Él decía:
Que nadie, por joven, tarde en filosofar, ni, por viejo, de filosofar se canse. Pues para nadie es demasiado pronto ni demasiado tarde en lo que atañe a la salud del alma.Epicuro, Carta a Meneceo (X, 122)
La filosofía de Epicuro se divide en tres partes:
- Canónica (Teoría del conocimiento): Explica cómo sabemos lo que es verdadero y falso.
- Física: Estudia la naturaleza del universo.
- Ética: Es la parte más importante y enseña cómo vivir para ser feliz.
¿Cómo conocemos el mundo?
Epicuro creía que nuestros sentidos son la única fuente confiable de conocimiento. Lo que vemos, oímos, olemos, tocamos y saboreamos nos da información directa sobre el mundo. Él era un materialista y sensualista, lo que significa que pensaba que todo lo que existe es materia y que el conocimiento viene de las sensaciones.
Según Epicuro, las sensaciones siempre son verdaderas. El error ocurre cuando hacemos juicios o interpretaciones incorrectas de lo que percibimos. Por ejemplo, si vemos una torre redonda desde lejos y al acercarnos vemos que es cuadrada, el error no fue de la vista, sino de nuestra suposición inicial.
Epicuro propuso tres criterios para la verdad:
- Las sensaciones: Son la base de todo conocimiento, producidas por pequeñas "imágenes" o "simulacros" que los cuerpos desprenden y llegan a nuestros sentidos.
- Las anticipaciones: Son recuerdos de sensaciones repetidas que nos ayudan a predecir experiencias futuras. Por ejemplo, si siempre vemos un perro y lo llamamos "perro", esa imagen se graba en nuestra memoria y nos ayuda a reconocer otros perros.
- Las afecciones: Son las sensaciones de placer y dolor. Nos indican nuestro estado interno y nos guían para buscar lo placentero y evitar lo doloroso.
¿De qué está hecho el universo?
Epicuro, al igual que Demócrito, era un atomista. Creía que toda la realidad está hecha de dos cosas fundamentales:
- Átomos: Son partículas diminutas, invisibles e indivisibles que tienen forma, tamaño y peso.
- Vacío: Es el espacio vacío donde se mueven los átomos.
Las diferentes cosas que vemos en el mundo son el resultado de cómo se combinan estos átomos. Incluso el ser humano y el alma están hechos de átomos, aunque los del alma son más sutiles. Cuando el cuerpo muere, el alma también muere con él, ya que es parte del cuerpo.
Epicuro creía que el universo es infinito y eterno, sin principio ni fin. No hay un plan divino detrás de él; todo sucede por el movimiento y las combinaciones de los átomos.
El azar y la libertad
Epicuro añadió una idea importante a la teoría de los átomos: el "clinamen" o desviación. Esto significa que los átomos, al caer en el vacío, pueden desviarse ligeramente de su trayectoria. Esta pequeña desviación es crucial porque, para Epicuro, permite que los seres humanos tengamos libre albedrío (la capacidad de elegir) y no estemos completamente determinados por el destino.
Él decía que algunas cosas "dependen de nosotros" y que por eso podemos ser elogiados o criticados por nuestras acciones.
¿Cómo alcanzar la felicidad?
La ética de Epicuro es el centro de su filosofía. Su objetivo es que las personas alcancen la felicidad, que él definía como la ausencia de dolor en el cuerpo (aponía) y la ausencia de perturbación en el alma (ataraxia).
Epicuro no se refería a una vida de excesos, sino a una vida tranquila y moderada. Él clasificó los deseos en tres tipos:
- Naturales y necesarios: Como comer cuando tienes hambre o beber cuando tienes sed. Son fáciles de satisfacer y eliminan el dolor.
- Naturales pero no necesarios: Como comer comidas lujosas. No eliminan el dolor, solo varían el placer.
- Ni naturales ni necesarios: Como buscar fama o riqueza. Son difíciles de conseguir y pueden traer más problemas que felicidad.
Para Epicuro, los placeres del alma (como la tranquilidad y la amistad) son más importantes y duraderos que los placeres del cuerpo, que son temporales. La prudencia (la sabiduría para elegir bien) es la virtud más importante, porque nos ayuda a decidir qué placeres nos llevarán a una vida feliz.
Epicuro vivía de forma sencilla, comiendo pan, queso, aceitunas y bebiendo vino ocasionalmente. Creía que una vida plena se logra con amigos, placeres moderados y paz interior.
Las cuatro curas para el alma
Epicuro propuso cuatro ideas clave, conocidas como el "Tetrafármaco" o "Cuatro Remedios", para ayudar a las personas a superar sus miedos y alcanzar la felicidad:
- No temas a los dioses: Epicuro creía que los dioses existen, pero que son seres perfectos y felices que no se preocupan por los asuntos humanos. Por lo tanto, no hay razón para temer su castigo.
- No temas a la muerte: Como ya se mencionó, Epicuro argumentaba que la muerte no es nada para nosotros. Mientras vivimos, la muerte no está, y cuando la muerte llega, nosotros ya no estamos. No hay sensación, por lo tanto, no hay sufrimiento.
- El placer es fácil de obtener: Los placeres naturales y necesarios son sencillos de conseguir y nos alejan del dolor.
- El dolor es fácil de evitar: Los dolores intensos duran poco, y los dolores crónicos suelen ser leves. Además, podemos evitarlos enfocándonos en los placeres.
La importancia de la amistad
Epicuro valoraba mucho la amistad. Creía que tener buenos amigos es esencial para una vida feliz. La amistad es una relación natural basada en el amor mutuo y es indispensable para el bienestar personal. Aunque el sabio es autosuficiente, la amistad es un bien en sí mismo.
Los epicúreos practicaban la parresía, que significa hablar con honestidad y franqueza dentro de su comunidad de amigos.
Epicuro y los animales
Epicuro tenía un gran respeto por los animales. A diferencia de otros filósofos, su respeto se basaba en que los animales también sienten placer y dolor. Es muy probable que Epicuro fuera vegetariano y animara a sus seguidores a llevar una dieta sin carne.
¿Qué pensaba Epicuro sobre la política?
Epicuro y sus seguidores no estaban muy interesados en participar en la política de su tiempo. Creían que la política generaba problemas y que el filósofo debía evitarla para vivir una vida más tranquila y contemplativa. Su lema era láthê biōsas, que significa "vive en la oscuridad" o "vive la vida sin llamar la atención". Esto implicaba no buscar fama, riqueza o poder, sino disfrutar de las cosas sencillas y la compañía de amigos.
Sin embargo, los epicúreos reconocían que las leyes de una sociedad son justas si son útiles para promover la felicidad de sus miembros.
La Justicia según Epicuro
Epicuro tenía una visión particular de la justicia. Creía que la justicia no es algo que exista por sí misma, sino un acuerdo o "pacto" entre las personas para no hacerse daño mutuamente. Las leyes son justas si son útiles para la felicidad de la comunidad. La injusticia, para Epicuro, no es mala en sí misma, sino por el miedo a ser descubierto y castigado.
¿Qué pensaba Epicuro sobre los dioses?
Epicuro creía que los dioses existen, pero no como la gente común los imaginaba. Para él, los dioses son seres perfectos y felices que viven en paz en los espacios entre los mundos. No se preocupan por los asuntos humanos ni intervienen en el universo. Por lo tanto, no hay que temerles. Más bien, los dioses deberían ser un ejemplo de virtud y excelencia a seguir.
La paradoja de Epicuro
Aunque Epicuro no temía a los dioses, se le atribuye una famosa pregunta sobre el sufrimiento en el mundo, conocida como la "paradoja de Epicuro" o el "problema del mal". Esta pregunta, que también fue planteada por otros filósofos, dice:
¿Dios está dispuesto a prevenir el mal, pero no puede? Entonces es impotente. ¿Puede, pero no está dispuesto? Entonces es malévolo. ¿Es capaz y dispuesto? Entonces, ¿de dónde viene el mal?
Es importante saber que no hay escritos de Epicuro que contengan esta pregunta directamente. Sin embargo, si él la hizo, no sería para negar la existencia de los dioses, sino para argumentar que los dioses no intervienen en los asuntos humanos.
Legado de Epicuro

El epicureísmo fue muy popular en la Antigüedad. Se extendió por el Mediterráneo y tuvo muchos seguidores. Sin embargo, Epicuro también fue criticado por otros filósofos, quienes a veces malinterpretaron sus ideas sobre el placer.
Entre los seguidores de Epicuro en la Antigua Roma se encuentran poetas como Horacio y Virgilio. Incluso Julio César se inspiró en sus ideas para oponerse a la pena de muerte.
Con el tiempo, el epicureísmo fue perdiendo popularidad, especialmente con la llegada del cristianismo primitivo. Las ideas de Epicuro sobre la mortalidad del alma y la no intervención divina chocaban con las nuevas enseñanzas cristianas. Por eso, muchos escritores cristianos criticaron duramente a Epicuro.
¿Cómo se vio a Epicuro en la Edad Media?
Durante la Edad Media, Epicuro fue recordado, pero a menudo de forma incorrecta. Se le asociaba con la búsqueda de placeres excesivos, lo cual no era su verdadera enseñanza. Por ejemplo, en la obra Infierno de Dante, Epicuro aparece en el infierno por creer que el alma muere con el cuerpo.
¿Cómo resurgió el interés por Epicuro?
En el Renacimiento, en 1417, se descubrió una copia del poema De rerum natura de Lucrecio, que explicaba las ideas de Epicuro. Este descubrimiento generó un gran interés en sus enseñanzas.
En el siglo XVII, el sacerdote francés Pierre Gassendi defendió el epicureísmo, adaptando sus ideas para hacerlas más aceptables en un contexto cristiano. Por ejemplo, dijo que los átomos fueron creados por Dios.
Durante la Ilustración, en los siglos XVII y XVIII, las ideas de Epicuro se hicieron más respetadas. Filósofos como John Locke y el presidente estadounidense Thomas Jefferson se declararon influenciados por él. Jefferson incluso dijo: "Yo también soy un Epicúreo".
La influencia de Epicuro en la actualidad
Las ideas de Epicuro sobre el placer y la felicidad influyeron en el utilitarismo, una filosofía del siglo XIX defendida por pensadores como Jeremy Bentham y John Stuart Mill.
El filósofo alemán Karl Marx, cuyas ideas son la base del marxismo, también fue muy influenciado por Epicuro en su juventud. Marx lo consideraba "el más grande educador griego" y un gran pensador contra la religión.
Hoy en día, el interés por Epicuro sigue creciendo. Sus textos se están descifrando y estudiando, y sus ideas sobre la felicidad, la amistad y la vida sencilla siguen siendo relevantes. Algunos filósofos modernos ven en el epicureísmo una forma de encontrar la felicidad auténtica en el mundo actual.
Eponimía
El asteroide (5954) Epikouros, descubierto el 19 de agosto de 1987, lleva el nombre de Epicuro en su honor.