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Carmen Amaya para niños

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Datos para niños
Carmen Amaya
Jardins de Joan Brossa - Barcelona 08.JPG
Estatua de Carmen Amaya. Jardines de Joan Brossa, en la montaña de Montjuic, Barcelona.
Información personal
Nombre de nacimiento Carmen Amaya Amaya
Nacimiento 2 de noviembre de 1918
Barcelona
Fallecimiento 19 de noviembre de 1963
Bagur (España)
Sepultura Cementerio de Ciriego
Nacionalidad Española
Lengua materna Español
Familia
Padres José Amaya El Chino - Micaela Amaya
Cónyuge Juan Antonio Agüero
Información profesional
Ocupación Cantante, bailaora y actriz
Instrumento Voz

Carmen Amaya Amaya (nacida en Barcelona el 2 de noviembre de 1918 y fallecida en Bagur, Gerona, el 19 de noviembre de 1963) fue una destacada bailaora, cantante de flamenco y actriz española. Es considerada una de las bailaoras más influyentes y con mayor impacto internacional del siglo XX.

¿Quién fue Carmen Amaya?

Carmen Amaya nació en 1918 en el barrio del Somorrostro de Barcelona, un lugar humilde donde vivía con su familia. Su padre, José Amaya, era guitarrista, y su madre, Micaela Amaya, se encargaba del hogar y a veces bailaba flamenco en reuniones familiares. La familia Amaya tenía raíces en el Sacromonte de Granada.

Carmen fue una de siete hermanos, y casi todos se dedicaron al flamenco. Su hermano Paco fue guitarrista, y Carmen, Antonia, Leonor, Antonio y María se dedicaron al baile. Carmen y Leonor también cantaban ocasionalmente. Su tía, Juana Amaya, conocida como La Faraona, era famosa por su talento para el baile.

Los inicios de una estrella del flamenco

Desde muy pequeña, Carmen fue conocida como La Capitana. Empezó en el flamenco acompañando a su padre, quien era un guitarrista humilde y tocaba en tabernas para ganarse la vida. Cuando Carmen tenía solo cuatro años, salía con él por las noches. Su padre tocaba la guitarra mientras la pequeña Carmen cantaba y bailaba. Después, recogían las monedas que el público les lanzaba.

Carmen también empezó a actuar en teatros pequeños. Se dice que debutó en el Teatro Español de Barcelona, en una compañía de artistas. Sin embargo, su corta edad era un problema para trabajar legalmente, lo que causaba tensión. Por eso, es posible que su fecha de nacimiento oficial no sea del todo exacta.

Su primera actuación en un teatro pudo haber sido en junio de 1924. Poco después, dio un gran salto y actuó con éxito en el Teatro Palace de París. Allí, el director de cine Benito Perojo la vio junto a su tía Juana y su prima María (el Trío Amaya) y las incluyó en su película La bodega (1929). La aparición de Carmen bailando en esta película es una prueba de que era muy joven en ese momento, probablemente no más de 11 años.

Desde muy joven, Carmen bailó con artistas ya famosos como Raquel Meller. La bailaora La Chunga es prima suya.

El reconocimiento en España

En 1931, el nombre de Carmen Amaya apareció por primera vez en la prensa. Trabajaba en Barcelona y el crítico Sebastián Gasch escribió un artículo muy positivo sobre ella en el periódico Mirador. Este artículo le dio un gran reconocimiento por su talento. Gasch describió su baile como algo indescriptible, lleno de alma y sentimiento, con una energía y precisión asombrosas.

Vicente Escudero, un bailarín y coreógrafo muy importante, la vio bailar en esa época. Él predijo que Carmen Amaya revolucionaría el baile flamenco, pues combinaba el estilo tradicional de las bailaoras con la fuerza y rapidez de los bailaores.

En 1930, Carmen formó parte de la compañía de Manuel Vallejo y actuó por toda España. En 1929, también participó en los espectáculos de la Exposición Internacional de Barcelona. En 1935, el empresario Juan Carceller la contrató para una gira por varias ciudades, incluyendo San Sebastián y Madrid. Su actuación en Madrid fue clave para su reconocimiento a nivel nacional.

Ese mismo año, trabajó en el Teatro de la Zarzuela con artistas como Conchita Piquer y Miguel de Molina. El cine también se fijó en ella. Desde su primera aparición en la película La hija de Juan Simón (1935) hasta su última en Los Tarantos, su baile puro y auténtico quedó grabado para la historia. Sus películas son muy importantes porque pocas veces se ha creado un filme alrededor de un solo artista como ella.

La llegada de la II República mejoró la vida de su familia. Los periodistas hablaban de ella, su fama crecía y pudieron mudarse de su humilde hogar en la playa a un piso en el Barrio Chino de Barcelona.

A partir de 1933, sus actuaciones y éxitos continuaron. Compartió escenario con grandes figuras del flamenco como La Niña de los Peines, Pastora Imperio y Sabicas, quien se convirtió en su compañero musical a la guitarra durante muchos años.

En 1935, el director José Luis Sáenz de Heredia la contrató para la película La hija de Juan Simón. Su primer papel protagonista en el cine fue en María de la O, rodada en 1936, poco antes de que dejara España al inicio de un periodo difícil.

El salto a la fama mundial: América (1936-1947)

El 18 de julio de 1936, Carmen Amaya y su grupo estaban de gira en Valladolid. En ese momento, las cosas les iban bien económicamente. Tuvieron que ir a Lisboa para un contrato, pero su coche fue requisado. Finalmente, en noviembre, pudieron cruzar a Portugal.

Desde Lisboa, se embarcaron hacia Buenos Aires en el buque Monte Pascoal, cruzando el Atlántico. Su compañía fue contratada para actuar en el Teatro Maravillas de Buenos Aires, donde debutaron el 12 de diciembre de 1936. El éxito fue enorme: actuaron sin parar durante un año, con todas las entradas vendidas. Su fama creció rápidamente. Iban a quedarse solo cuatro semanas, pero se quedaron nueve meses. En Argentina, incluso se construyó un teatro con su nombre: el Teatro Amaya.

Junto a Carmen actuaron su padre, su hermano Paco, y otros artistas. Más tarde se unieron a la compañía Rosario y Antonio, y también Sabicas, el guitarrista.

El éxito en Argentina la llevó a actuar en otros países como Uruguay, México y Cuba. En 1939, filmó el cortometraje El Embrujo del Fandango en La Habana. En México, debutó en el Teatro Fábregas en abril de 1939 y actuó hasta agosto.

En 1940, actuó en la sala El Patio de México D.F.. Allí, el mánager de estrellas estadounidense Sol Hurok la contrató para debutar en Nueva York en 1941. Hurok la llamó "El Vesubio humano". En Nueva York, Carmen Amaya logró un éxito sin precedentes para la danza y el flamenco. Grandes directores de orquesta como Arturo Toscanini y Leopold Stokowski la elogiaron, admirando su fuego, ritmo y personalidad.

Durante esos años en América, Sabicas la acompañó en muchas de sus actuaciones.

Archivo:CAPTURA
Registro llegada de Carmen Amaya y familiares a EE. UU. en 1940

En América, Carmen Amaya conoció a muchas personas influyentes. En 1941, viajó a Nueva York y actuó en el Carnegie Hall, un lugar reservado para artistas de gran prestigio.

Carmen apareció en la portada de muchas revistas y fue admirada por famosos artistas y estrellas de cine. Estuvo varias veces en Hollywood para filmar películas. El músico Toscanini dijo que nunca había visto a una artista con tanto ritmo y fuego. Carmen improvisaba continuamente con gran rapidez y perfección. En América, también conoció a Roosevelt, el presidente de los Estados Unidos. Se cuenta que él le regaló una chaqueta bolera con brillantes después de verla actuar y la invitó a la Casa Blanca.

Desde 1942, en Hollywood, se convirtió en una de las mayores atracciones. Interpretó una versión de El amor brujo de Manuel de Falla en el Hollywood Bowl ante veinte mil personas, acompañada por la Orquesta Filarmónica. Participó en varias películas y grabó discos.

Después de América, regresó a Europa y se presentó en el Teatro de los Campos Elíseos de París, y luego en Londres, donde conoció a la Reina de Inglaterra. También actuó en teatros holandeses, antes de volver a México y Nueva York, y luego a Sudáfrica y Argentina, para finalmente regresar a Europa.

El regreso a España y los últimos años

Cuando Carmen Amaya regresó a España en 1947, ya era una figura mundial indiscutible. Sus años en América no solo consolidaron su carrera, sino que también hicieron crecer su leyenda. Su baile era considerado el flamenco más valiente y apasionado que se había visto en un teatro. No solo destacaba por su arte, sino también por su personalidad fascinante y generosa. Su reaparición en los escenarios españoles fue en el Teatro Madrid con el espectáculo Embrujo español.

Tuvo un gran éxito en el Princess Theatre de Londres en 1948. En su siguiente gira por América, recorrió Argentina en 1950. Al año siguiente, volvió a bailar en España, presentándose en el Teatro Tívoli de Barcelona, después de actuar en Roma. Continuó actuando en Madrid, París, Londres, y varias ciudades de Alemania, Italia y otros países europeos. En Londres, la reina inglesa la felicitó, y una foto en la prensa decía: «Dos reinas frente a frente».

En 1951, se casó con el guitarrista Juan Antonio Agüero, quien era parte de su compañía. Juan Antonio venía de una familia distinguida de Santander y no era gitano. Tuvieron una boda íntima. En 1959, Carmen vivió otro momento emocionante cuando se inauguró una fuente con su nombre en el Paseo Marítimo de Barcelona, en el barrio de Somorrostro, el mismo lugar donde ella había caminado descalza de niña.

En 1959, logró un gran triunfo en el Westminster Theatre de Londres y en el Teatro de La Zarzuela de Madrid. La Fuente de Carmen Amaya fue inaugurada en su antiguo barrio del Somorrostro, en medio de un homenaje popular.

Su salud empeoró durante el rodaje de su última película, Los Tarantos, en 1963. A pesar de los problemas, Carmen lo llevó con gran fuerza. Después de terminar la película, inició una gira de verano. Cuando actuó por última vez en Madrid, Carmen Amaya ya estaba muy enferma. Finalmente, una enfermedad renal le impidió continuar. El 8 de agosto de 1963, mientras actuaba en Gandía, no pudo terminar su presentación.

Fallecimiento y legado

Carmen Amaya falleció a los 45 años debido a una enfermedad renal. Su muerte fue una gran tristeza para todo el mundo del flamenco. Recibió la Medalla del Mérito Turístico de Barcelona, el Lazo de Dama de la Orden de Isabel la Católica y el título de Hija Adoptiva de Bagur.

A su entierro asistieron muchas personas, tanto gitanas como no gitanas, de Cataluña, otras partes de España y Francia.

En 1964, los maestros León y Solano compusieron la copla Aquella Carmen en su memoria, que decía: «Se murió Carmen Amaya, y España entera lloró».

En 1988, se fundó el Tablao de Carmen en el Pueblo Español como homenaje a Carmen Amaya. Este lugar es el mismo donde ella bailó para el rey de España, Alfonso XIII, durante la inauguración de la Exposición Internacional de 1929. El Tablao de Carmen exhibe parte del legado fotográfico de Carmen Amaya. La guitarra de su marido, Juan Antonio Agüero, se conserva en el Tablao y se toca en ocasiones especiales.

Reconocimientos póstumos

El fallecimiento de Carmen Amaya fue un momento de gran dolor para el mundo del flamenco. Fue reconocida con la Medalla del Mérito Turístico de Barcelona, el Lazo de Isabel la Católica y el título de Hija Adoptiva de Bagur.

Aunque fue enterrada inicialmente en Bagur, sus restos fueron trasladados en 1970 al cementerio de Ciriego de Santander, donde descansan en el panteón de la familia de su marido.

Tres años después de su muerte, en 1966, se inauguró un monumento en su honor en el Parque de Montjuic de Barcelona. En Buenos Aires, una calle lleva su nombre. En Madrid, se le rindió un homenaje en el Tablao Los Califas. También en 1970, se le hizo un homenaje en Llafranch (Gerona).

La personalidad y el arte de Carmen Amaya han sido elogiados por muchos críticos y escritores. El poeta Fernando Quiñones le dedicó un poema.

¿Cómo era el estilo de baile de Carmen Amaya?

El flamenco, ligado a la sociedad gitana española desde finales del siglo XVIII, tenía roles de género muy definidos. El baile de hombres y mujeres era diferente.

Carmen Amaya revolucionó el baile de su época. Marcó el inicio de una nueva forma de bailar para las mujeres.

Su aparición cambió el baile flamenco, especialmente el de las mujeres. Antes, las bailaoras se lucían con movimientos elegantes de brazos y cuerpo, y el zapateado (el sonido de los pies) era simple y se usaba poco.

Carmen rompió con estas reglas. Su baile era único, lleno de gestos que expresaban sus emociones, con una fuerza y libertad que antes se reservaban para los hombres. Una de las características más importantes de su genio era la fuerza y el ritmo de su zapateado. Sus bailes incluían pocas letras cantadas, pero daban mucho protagonismo a las "escobillas", donde mostraba su riqueza rítmica y la increíble velocidad de sus pies. Además, a veces bailaba con pantalones en lugar de vestido, algo muy innovador para la época.

Su forma de bailar, con un sello personal de lucha y reconocimiento, dejó una huella en una generación de bailaoras que empezaban en su momento de mayor esplendor, como la Singla, la Chunga y la Chana.

Fue una artista brillante, con un estilo inigualable, una energía desbordante y un temperamento único. Sus alegrías, zapateados, fandangos, soleares y bulerías son inolvidables. Vicente Escudero dijo de ella: “La vida de Carmen ha sido pura leyenda y todo el mundo debería haberla visto bailar por lo menos una vez. Ha sido una bailaora única por su electricidad, por el genio y la rabia de sus figuras”. Y el gran Antonio afirmó: “La mejor. No habrá nunca otra como ella”.

Con su baile, Carmen Amaya demostró que para ella el flamenco era sentimiento, alma y pasión. Su danza parecía surgir de una fuerza contenida, ejecutada con una velocidad y poder asombrosos. Hoy en día, sigue siendo un modelo de cómo entender el baile y el flamenco.

El legado de Carmen Amaya sigue vivo. Su baile, lleno de fuerza, compás, intensidad y poder, rompió con la dulzura que había dominado el flamenco hasta entonces.

¿En qué películas apareció Carmen Amaya?

El baile de Carmen Amaya ha quedado inmortalizado en muchas películas.

  • 1929 - La bodega. (Su primera aparición en el cine, siendo niña).
  • 1934 - 2 mujeres y 1 Don Juan.
  • 1935 - La hija de Juan Simón. (Carmen Amaya baila sobre una mesa, con castañuelas).
  • 1935 - Don Viudo de Rodríguez.
  • 1936 - María de la O. (Carmen Amaya es la protagonista).
  • 1939 - El Embrujo del Fandango. (Cortometraje filmado en Cuba).
  • 1941 - Original Gypsy dances.
  • 1942 - Aires de Andalucía.
  • 1942 - Panama Hattie.
  • 1944 - Knickerbocker Holiday (Pierna de Plata).
  • 1944 - Follow The Boys (Sueños de Gloria).
  • 1945 - Los amores de un torero. (Película filmada en México).
  • 1945 - See My Lawyer (Entiéndase con mi abogado).
  • 1953 - Quand te tues-tu?
  • 1954 - Dringue, Castrito y la lámpara de Aladino.
  • 1955 - Música en la Noche.
  • 1963 - Los Tarantos. (Su última película, a color, con escenas inolvidables de baile).

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: Carmen Amaya Facts for Kids

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Carmen Amaya para Niños. Enciclopedia Kiddle.