Teatro isabelino para niños
El teatro isabelino se refiere a las obras de teatro que se escribieron y representaron en Inglaterra durante el reinado de la Reina Isabel I (desde 1558 hasta 1603). Sin embargo, este período a menudo se extiende para incluir también los reinados de Jacobo I (hasta 1625) y Carlos I, hasta que los teatros fueron cerrados en 1642 debido a la Guerra Civil. Por eso, a veces se le llama Teatro Renacentista Inglés para abarcar todo este tiempo.
William Shakespeare (1564-1616) es el autor más famoso de esta época. Algunas de sus obras más conocidas, como Otelo (1604), El rey Lear (1605), Macbeth (1606) y La tempestad (1611), fueron escritas durante el reinado de Jacobo I.
El teatro isabelino no coincide exactamente con el Renacimiento en el resto de Europa, especialmente en Italia. En sus últimas etapas, mostró características del Manierismo y el Barroco.
Contenido
Contexto histórico y social del teatro isabelino

La época isabelina marcó la entrada de Inglaterra en la Edad Moderna. Hubo grandes avances científicos, como la revolución copernicana, y exploraciones geográficas importantes, que llevaron al inicio de la colonización inglesa en América del Norte. Por ejemplo, la obra La tempestad se desarrolla en una isla del Caribe, donde los personajes representan el encuentro entre los colonizadores europeos y los pueblos nativos.
Inglaterra se separó de la influencia del Papado y del Sacro Imperio Romano. La derrota de la Armada invencible de Felipe II de España en 1588 y el crecimiento económico gracias al comercio en el Océano Atlántico ayudaron a que Inglaterra se convirtiera en una nación moderna y poderosa. Durante este tiempo, hubo un gran interés por la cultura y el conocimiento, especialmente por las ideas que venían de Italia, donde el Humanismo había florecido.
La influencia de Italia en el teatro inglés
Londres también se contagió de este deseo de renovación. A pesar de algunas historias negativas sobre Maquiavelo y las intrigas políticas en Italia, el público inglés mantuvo un gran interés por la cultura italiana. Había una comunidad de inmigrantes italianos en Londres, incluyendo dramaturgos y actores, con quienes Shakespeare, Christopher Marlowe y otros autores de la época probablemente tuvieron amistad y colaboraciones profesionales.
El impacto de las obras de Séneca
En la época de Shakespeare, no muchas personas podían leer obras en latín o griego. Las obras del filósofo romano Séneca se hicieron populares, a menudo a través de adaptaciones italianas. Estas versiones italianas a veces añadían escenas intensas, lo cual atrajo mucho a los dramaturgos isabelinos y al público.
Características del drama isabelino

El teatro isabelino combinaba elementos de diferentes géneros. Las obras a menudo mezclaban lo trágico con lo cómico y lo novelesco, creando lo que se conoce como "tragicomedia". Por ejemplo, La tempestad tiene elementos de tragicomedia, pero su humor y profundidad filosófica la hacen una obra muy rica. Muchas comedias de Shakespeare también mezclan lo divertido con lo serio, de forma similar a como ocurre en el cine actual. El bufón en El rey Lear ofrece momentos de humor que, por contraste, hacen que la tragedia del rey sea aún más impactante.
Innovaciones en el teatro isabelino
El teatro isabelino no solo adaptó modelos de otros lugares, sino que también introdujo novedades importantes. Una de ellas fue el verso blanco (blank verse), un tipo de verso sin rima que se parece al lenguaje hablado, pero mantiene un ritmo especial. Esto hizo que los diálogos fueran más naturales y fluidos. El verso blanco fue usado por primera vez en una traducción de la Eneida en 1540 y luego se popularizó en el teatro.
Además, el teatro isabelino usó técnicas que hoy vemos en el cine y la televisión. Las escenas cambiaban de lugar y tiempo muy rápidamente, permitiendo que la historia avanzara con una agilidad similar a la de una película moderna.
A diferencia de otros teatros europeos que seguían reglas estrictas sobre la unidad de tiempo y acción (como las de Aristóteles), el teatro isabelino fue más libre. Esta libertad permitió a autores como Shakespeare, Beaumont, Fletcher y Marlowe desarrollar su creatividad de formas nuevas y emocionantes.
Personajes modernos y realistas
Los autores isabelinos reinterpretaron historias clásicas, dándoles una nueva vida y haciendo que sus personajes fueran universales. También abordaron temas sociales complejos, mostrando la psicología de los personajes de una manera muy moderna. Por ejemplo, en Romeo y Julieta, se muestra el amor entre dos jóvenes que deciden casarse y huir. En El rey Lear, el abandono del rey por sus hijas es un tema central, que sigue siendo relevante hoy en día. Estos personajes, con sus emociones y desafíos, nos conmueven profundamente.
El teatro dentro del teatro
El teatro isabelino era muy interactivo y a menudo incluía un sentido de auto-humor. Los actores a veces hablaban directamente al público, o el dramaturgo creaba una obra de "teatro dentro del teatro". Un ejemplo famoso es en Hamlet, donde el príncipe contrata a un grupo de actores para representar una obra que recrea el posible asesinato de su padre, con el fin de observar la reacción de su tío Claudio. Esto ayuda a Hamlet a confirmar sus sospechas.
El teatro isabelino y el cine
Muchos expertos, como Anthony Burgess, han señalado que el teatro isabelino, y en particular las obras de Shakespeare, se adelantaron a su tiempo. Esto se ve en el éxito de sus adaptaciones al cine y la televisión, como la película Romeo y Julieta de Zeffirelli. Esta adaptabilidad se debe en parte a que el teatro isabelino tiene raíces en las representaciones medievales populares, como los misterios y las moralidades, que se hacían en plazas y ferias. La falta de escenarios elaborados y vestuarios sofisticados hacía que el éxito dependiera de la habilidad de los actores para improvisar y usar su voz y gestos para crear mundos imaginarios.
El espacio teatral isabelino
El teatro isabelino era muy popular, pero no siempre bien visto por las autoridades. Por eso, los teatros se construyeron fuera de la ciudad de Londres, al otro lado del río Támesis, en zonas como Southwark o Blackfriars.
La construcción de grandes teatros públicos fue clave para el éxito de este tipo de drama. El primer teatro importante fue The Theatre, construido por James Burbage en 1576. Le siguieron rápidamente otros como el Curtain Theatre (1577), The Rose (1587), The Swan (1595), The Globe Theatre (1599), el Fortune Theatre (1600) y el Red Bull (1604). Estos teatros hicieron que ir al teatro fuera una actividad regular.
Estos edificios conservaban la sencillez de los teatros medievales. A menudo eran construcciones circulares de madera o piedra, con un gran patio interior sin techo. Este patio se convirtió en la platea (donde el público estaba de pie), y las galerías para sentarse se inspiraron en los balcones de las posadas. Las obras se representaban a la luz del día. El escenario se extendía hacia el público, que rodeaba a los actores por tres lados. Esto significaba que el público no era solo un espectador, sino que participaba activamente en la experiencia. La ausencia de efectos especiales sofisticados hacía que los actores tuvieran que ser muy hábiles con sus gestos, expresiones y voz para crear los escenarios y ambientes.
Los músicos solían ubicarse entre el segundo y tercer piso del escenario. Los teatros podían albergar entre 1.500 y 2.000 espectadores. No había interrupciones entre los actos, ya que la escenografía era mínima. Los objetos y muebles en el escenario indicaban dónde se desarrollaba la acción (por ejemplo, un trono significaba la corte).
Más tarde, surgieron teatros cerrados y con techo, como el Blackfriars Theatre (1599) y el Whitefriars (1608). Para 1629, Londres tenía seis teatros, con una capacidad total para más de 10.000 personas.
Un teatro para todas las personas
A diferencia del teatro renacentista italiano, que era más para la élite, el teatro isabelino atraía a todas las clases sociales. Príncipes y campesinos, hombres, mujeres y niños asistían a las representaciones, ya que la entrada era accesible para todos, aunque con diferentes precios.
Ir al teatro era una costumbre muy arraigada. Por eso, las obras debían satisfacer gustos muy variados: desde soldados que querían ver batallas y duelos, hasta mujeres que buscaban historias de amor, o personas interesadas en la filosofía. El lenguaje teatral también reflejaba esta diversidad, siendo muy rico y flexible.
Las compañías y los actores
Las compañías de teatro funcionaban con un sistema de repertorio, lo que significaba que rara vez representaban la misma obra dos días seguidos.
En esa época, la ley prohibía que las mujeres actuaran. Por lo tanto, los personajes femeninos eran interpretados por muchachos. A pesar de esto, las obras eran muy exitosas, como lo demuestran los testimonios de la época y las quejas de los administradores puritanos de la ciudad.
Las compañías eran privadas y estaban formadas por actores. Pagaban a los autores por sus obras y a otros actores secundarios. Algunas compañías alquilaban los teatros, mientras que otras eran propietarias. Cada compañía tenía un aristócrata que actuaba como su protector. Esta protección era muy importante, ya que permitía a los actores evitar problemas con las autoridades puritanas, que a menudo veían el teatro como algo inapropiado. Una ley de 1572 incluso consideraba "vagabundos" a los actores sin un patrocinio formal. Por eso, muchas compañías llevaban el nombre de sus protectores, como The Admiral's Men (los hombres del almirante) o The King's Men (los hombres del rey).
Los actores tenían salarios bajos. Además, el Consejo Real debía aprobar todas las obras, ya que existía censura sobre temas que consideraban inapropiados.
Actores destacados
- Edward Alleyn
- Robert Armin
- Christopher Beeston
- James Burbage
- Richard Burbage
- Henry Condell
- Nathan Field
- John Heminges
- Thomas Heywood
- Will Kempe
- William Rowley
- William Shakespeare
Otras personalidades importantes
- George Buc, Maestro de ceremonias 1609 - 1622
- Cuthbert Burbage, empresario
- James Burbage, empresario
- Philip Henslowe, empresario
- Francis Langley, empresario
- Edmund Tilney, maestro de ceremonias 1579 - 1609
Compañías de teatro
- The Admiral's Men
- The King's Men
- Lord Chamberlain's Men
- Queen Anne's Men
- Worcester's Men
Los autores isabelinos


El crecimiento de Londres y el interés de sus habitantes por el espectáculo llevaron a la creación de una gran cantidad de obras de teatro de alta calidad. Aunque muchos textos se perdieron, se conservan unos 600, lo que muestra lo activa que era la cultura teatral.
La mayoría de los autores de estas obras eran autodidactas, es decir, aprendieron por sí mismos, aunque algunos estudiaron en universidades como Oxford o Cambridge. A diferencia de Shakespeare, que también fue actor, la mayoría de los dramaturgos no actuaban.
La vida de algunos de estos escritores era bastante intensa. Christopher Marlowe falleció en una discusión en una taberna, y Ben Jonson estuvo involucrado en un incidente donde otra persona perdió la vida. Muchos de ellos pudieron haber sido soldados. En esta época, el drama reflejaba la realidad de un tiempo de grandes cambios, donde los conflictos y las intrigas eran comunes.
Ser escritor de teatro era una profesión que pagaba, pero los autores debían ser muy productivos, escribiendo a menudo dos obras al año. Ganaban poco por la venta de sus obras, por lo que necesitaban escribir mucho para vivir. En promedio, un dramaturgo profesional ganaba unas 25 libras esterlinas al año, una buena cantidad para la época. Se les pagaba por etapas, a medida que avanzaban en la escritura, y a veces recibían los ingresos de un día de representación. No tenían derechos sobre sus obras una vez que las vendían a una compañía, lo que significaba que no podían controlar cómo se representaban o publicaban.
Christopher Marlowe
Marlowe fue un autor adelantado a su tiempo, considerado un precursor de Shakespeare, especialmente en sus tragedias históricas. Sus obras a menudo desafiaban las normas de la época. Fue muy famoso y sus obras tuvieron un gran éxito.
William Shakespeare
Shakespeare no fue a la universidad y rompió con las reglas clásicas de unidad de espacio, tiempo y acción en sus obras, mezclando géneros. Tomó elementos de la cultura griega y latina, de otros autores y de la historia británica. Sus obras abordaban temas complejos y variados.
Autores destacados
- William Alabaster
- Robert Armin
- Francis Beaumont
- George Chapman
- Henry Chettle
- Samuel Daniel
- John Day
- Thomas Dekker
- Michael Drayton
- Richard Edwardes
- John Fletcher
- John Ford
- Abraham Fraunce
- George Gascoigne
- Arthur Golding
- Robert Greene
- Richard Hathwaye
- William Haughton
- Thomas Heywood
- Thomas Hughes
- Ben Jonson
- Thomas Kyd
- Thomas Lodge
- John Lyly
- Christopher Marlowe
- John Marston
- Philip Massinger
- Thomas Middleton
- Anthony Munday
- Thomas Nashe
- Thomas Norton
- George Peele
- Henry Porter
- Samuel Rowley
- William Rowley
- Thomas Sackville
- William Shakespeare
- James Shirley
- Philip Sidney
- Wentworth Smith
- Cyril Tourneur
- John Webster
Teatro jacobino y carolino
El estilo del drama cambió con los reyes Estuardo. Con el desarrollo de teatros privados, las obras se adaptaron más a los gustos de un público de clase social más alta. Durante el reinado de Carlos I, se escribieron pocas obras nuevas para los teatros públicos, que se mantenían con las obras ya existentes.
El movimiento puritano creciente era muy crítico con los teatros, considerándolos inapropiados por varias razones: los jóvenes que interpretaban papeles femeninos, la ubicación de los teatros cerca de lugares de entretenimiento cuestionables y la expresión de ideas políticas contrarias a los puritanos. Cuando la facción puritana del Parlamento tomó el control de Londres al inicio de la Guerra Civil, ordenó el cierre de todos los teatros en 1642.
Influencia del teatro isabelino
Mientras el teatro isabelino mantuvo su estructura sencilla, el teatro en el continente europeo, siguiendo el ejemplo italiano, se volvió más dependiente de los efectos especiales y la maquinaria escénica. A partir del siglo XX, muchas vanguardias artísticas introdujeron nuevas soluciones en el teatro, pero rara vez lograron la popularidad del cine o la televisión. El teatro isabelino, con su enfoque en la actuación y la imaginación, sigue siendo una fuente de inspiración para el arte dramático moderno.
Galería de imágenes
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Otelo y Desdémona, del Otelo de Shakespeare.
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Romeo and juliet brown.jpg
Romeo y Julieta, cuadro de Ford Madox Brown.
Véase también
En inglés: English Renaissance theatre Facts for Kids
Voces generales
- Época isabelina
- Teatro
- Teatro (arquitectura)
- Literatura inglesa
- Literatura isabelina
Lugares de interés
- Stratford-upon-Avon
- Londres
- Inglaterra
- Reino Unido
- Pinewood Studios