Sostenibilidad para niños
La sostenibilidad es la idea de que debemos usar los recursos de nuestro planeta de una manera inteligente. Esto significa que las actividades que hacemos hoy no deben agotar lo que necesitamos para vivir, para que las personas en el futuro también tengan suficientes recursos. En la naturaleza, la sostenibilidad se refiere a cómo los sistemas vivos pueden seguir funcionando y produciendo a lo largo del tiempo. Es como asegurarse de que siempre haya suficiente para todos, sin gastar más de lo que la Tierra puede reponer.
Este concepto es muy importante en nuestro mundo actual, donde la industria y la tecnología crecen rápidamente. Necesitamos construir y vivir de formas que no dañen el planeta, especialmente por desafíos como el cambio climático y la forma en que usamos los recursos naturales.
La sostenibilidad está muy ligada al concepto de desarrollo sostenible. Este término se hizo famoso en 1987, gracias a un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este informe decía que el desarrollo sostenible es "satisfacer las necesidades de las personas de hoy sin impedir que las personas del futuro puedan satisfacer sus propias necesidades". Para lograr esto, se consideran tres aspectos clave: la economía, la sociedad y el medio ambiente. La meta es que el progreso económico y social siempre respete la naturaleza.
Desde el punto de vista de cómo vivimos en el planeta, la sostenibilidad es un proceso constante para lograr un equilibrio. Significa que nuestras acciones no deben afectar el buen funcionamiento de los sistemas naturales. En la práctica, esto se traduce en impulsar el progreso económico y social sin dañar el medio ambiente. Así, aseguramos que las generaciones actuales y futuras puedan vivir en armonía con la naturaleza.

Contenido
- ¿Qué es la sostenibilidad y sus principios?
- Dimensiones clave de la sostenibilidad
- ¿Cómo se mide la sostenibilidad?
- Certificaciones de sostenibilidad
- Sostenibilidad y el cuidado del ambiente
- Economías sostenibles
- Innovaciones para la sostenibilidad
- Objetivos y desafíos de la sostenibilidad
- Véase también
¿Qué es la sostenibilidad y sus principios?
Conceptos clave de la sostenibilidad
La idea de sostenibilidad se basa en varios conceptos importantes. La ciencia de la sostenibilidad y la ciencia ambiental son como los cimientos que nos ayudan a entenderla. Para saber si estamos siendo sostenibles, usamos "medidas de sostenibilidad" que nos dan datos. Con estos datos, podemos crear planes y políticas para un desarrollo más sostenible.
En 1987, la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas hizo popular el concepto de sostenibilidad ambiental. Ellos explicaron que ser sostenibles significa "satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades". Esto nos pide encontrar un equilibrio entre el progreso económico, el bienestar social y la protección de la naturaleza. Así, los recursos naturales se usan de forma eficiente para que duren mucho tiempo.
La implementación del desarrollo sostenible se apoya en principios y valores éticos. Un ejemplo importante es la Carta de la Tierra. Este documento propone una ética global para construir un mundo sostenible. Se creó a lo largo de 10 años, con la participación de miles de personas y organizaciones de todo el mundo. Su fuerza viene de que muchas personas contribuyeron a identificar los valores compartidos para crear sociedades sostenibles. Hoy, la Carta de la Tierra sigue siendo una herramienta educativa y una guía para muchas personas y grupos.
Escala y contexto de la sostenibilidad
La sostenibilidad se puede aplicar en diferentes momentos y lugares. Se analiza en distintos contextos económicos, sociales, culturales y ambientales. Podemos hablar de sostenibilidad a nivel mundial, o en escalas más pequeñas como un país, una comunidad, un hogar, o incluso un producto o servicio. Esto significa que abarca tanto las actividades humanas como los procesos naturales en muchas áreas.
¿Cómo afecta la población a la sostenibilidad?
La cantidad de personas en el mundo ha crecido mucho en el siglo XX, duplicándose aproximadamente cada 50 años. Según la ONU, la población mundial llegó a 7 mil millones en 2012 y podría superar los 9 mil millones para 2050. La mayor parte de este crecimiento ocurre en países en desarrollo. Allí, se espera que aumente la población adulta y mayor, mientras que la población infantil podría disminuir un poco. En los países desarrollados, se espera un pequeño aumento. Algunas proyecciones sugieren que la población global podría alcanzar un máximo de 9 a 10 mil millones alrededor de 2070, para luego bajar a 8.4 mil millones hacia 2100.
Este aumento de la población, junto con el deseo de muchas economías emergentes (como China e India) de tener un nivel de vida similar al de los países industrializados, presenta grandes desafíos para lograr la sostenibilidad a largo plazo.
Dimensiones clave de la sostenibilidad
Sostenibilidad ambiental: Cuidando nuestro planeta
La sostenibilidad ambiental busca mantener la salud y variedad de la vida en la Tierra a largo plazo. Su objetivo es proteger los recursos naturales para las futuras generaciones. Este concepto promueve un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente. Hoy en día, muchas empresas están adoptando prácticas sostenibles para reducir su impacto en el planeta.
La sostenibilidad ambiental no solo se trata de proteger la naturaleza. También incluye la justicia social y la capacidad de la economía para recuperarse. Se sabe que los problemas ambientales a menudo afectan más a las comunidades más vulnerables. Por eso, la sostenibilidad busca corregir estas desigualdades y ayudar a las comunidades a ser más fuertes frente a desastres naturales y el cambio climático. Es uno de los pilares del desarrollo sostenible, junto con la sostenibilidad social y económica, y todos son necesarios para un futuro más justo y equilibrado.
Algunas prácticas que ayudan a la sostenibilidad ambiental son:
- Agricultura sostenible: Usar métodos como el compostaje y la rotación de cultivos para cuidar la tierra.
- Transición energética: Cambiar a fuentes de energía limpia, como la solar y la eólica.
- Consumo responsable de agua: Reducir y usar el agua de forma eficiente.
- Reciclaje: Separar y reutilizar materiales en casa y en las empresas.
- Ecoturismo: Viajar de forma que se apoye la economía local y se protejan los lugares naturales.
Sostenibilidad económica: Un futuro próspero para todos
Se refiere a la capacidad de crear y compartir la riqueza de manera justa. Esto asegura que las comunidades tengan estabilidad económica sin agotar los recursos para las futuras generaciones. Implica encontrar un equilibrio entre el bienestar de las personas y el uso responsable de los recursos naturales. Así, se promueven modelos económicos más justos y conscientes.
Sostenibilidad política: Gobernanza justa y participativa
Consiste en asegurar un sistema político justo y democrático. Esto incluye estructuras de poder que incluyan a todos y un gobierno que respete los derechos humanos y los principios de sostenibilidad. También busca crear leyes sólidas y fomentar la cooperación entre comunidades y regiones. El objetivo es reducir las desigualdades y mejorar la calidad de vida de todos.
Sostenibilidad social: Comunidades fuertes y equitativas
Se enfoca en promover valores y comportamientos que impulsen la igualdad social. También busca asegurar buenos niveles de educación y conciencia sobre el medio ambiente. Su meta es crear comunidades fuertes y participativas, capaces de enfrentar los desafíos sociales y ambientales juntos.
¿Cómo se mide la sostenibilidad?
La sostenibilidad se puede medir usando herramientas que evalúan el impacto en el medio ambiente, la sociedad y la economía. Algunos ejemplos importantes son:
- El Índice de Desempeño Ambiental.
- El Índice de Sostenibilidad Ambiental.
- El triple resultado, que mide el impacto en términos económicos, sociales y ambientales.
Certificaciones de sostenibilidad
En el mundo de los negocios, hay muchas certificaciones que evalúan si las empresas son responsables con la sociedad y el medio ambiente. Estas certificaciones se enfocan en diferentes aspectos:
- Economía Circular y Sostenibilidad: Por ejemplo, Cradle to Cradle (certifica productos diseñados para ser reciclados o biodegradables) y Ecolabel de la UE (certifica productos con bajo impacto ambiental).
- Ética y Responsabilidad Social: Por ejemplo, SA8000 (certifica buenas condiciones laborales y derechos humanos) y Fair Trade (certificación para productos agrícolas y textiles que asegura condiciones justas para trabajadores).
- Impacto Ambiental y Climático: Por ejemplo, CarbonNeutral, ISO 14001 y Climate Neutral Certified.
Otras certificaciones, como B Corp, abarcan varios aspectos a la vez.
A veces, se critica que estas certificaciones no son obligatorias por ley. Esto puede limitar su efectividad y, en algunos casos, pueden usarse para hacer "greenwashing", que es cuando una empresa parece más ecológica de lo que realmente es.
Sostenibilidad y el cuidado del ambiente
La relación entre sostenibilidad y el ambiente
Los ecosistemas saludables nos dan recursos y servicios esenciales a los humanos y a otros seres vivos. Hay dos formas principales de reducir el impacto negativo de los humanos y mejorar estos servicios:
- Manejo ambiental: Esta forma directa usa información de las ciencias de la Tierra, ciencias ambientales y biología de la conservación. Sin embargo, este manejo es el resultado de muchos factores causados por el consumo humano. Otra forma se basa en manejar la demanda de recursos.
- Manejo del consumo de recursos por los seres humanos: Esta forma indirecta usa información de las ciencias económicas.
Gestión ambiental
La gestión ambiental se refiere a las estrategias y acciones para manejar de forma completa el sistema ambiental. Este proceso organiza las actividades humanas que afectan el medio ambiente. Su objetivo es asegurar una buena calidad de vida y prevenir o reducir problemas ambientales, tanto actuales como futuros. Todo esto se hace dentro del marco del desarrollo sostenible.
En otras palabras, la gestión ambiental busca cómo lograr los objetivos del desarrollo sostenible. Esto significa encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico, el crecimiento poblacional, el uso inteligente de los recursos y la protección del medio ambiente. Este concepto incluye tanto acciones prácticas como políticas y guías creadas por quienes son responsables de implementarlas.
Estrategias verdes
Las estrategias verdes son iniciativas y políticas que adoptan empresas, gobiernos e instituciones para reducir su impacto en el medio ambiente. También buscan promover prácticas que sean amigables con la naturaleza. Estas estrategias responden a la creciente demanda de prácticas responsables y al cumplimiento de normas ambientales. Además, generan beneficios tanto para las empresas como para la sociedad.
En el mundo empresarial, las estrategias verdes se enfocan en producir bienes y servicios que usen menos recursos naturales y emitan menos contaminantes. Al mismo tiempo, hacen que las empresas sean más competitivas. Esto se debe a que ofrecen productos más atractivos para los consumidores que se preocupan por la sostenibilidad. También les permiten cumplir con normas internacionales que exigen certificaciones ecológicas. Otro aspecto importante es integrar la sostenibilidad en las cadenas de suministro. Esto ayuda a mejorar los procesos de logística, reducir los residuos y disminuir el impacto ambiental en cada etapa de producción y distribución. También aumenta la capacidad de la empresa para adaptarse a los cambios del mercado o las regulaciones ambientales. Las empresas que hacen esto son más ágiles y sostenibles, y cumplen con los estándares ecológicos actuales.
Estas estrategias también son muy importantes para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la pobreza y el acceso al agua limpia. Algunas técnicas clave incluyen reducir el consumo, invertir en energías renovables y aumentar el reciclaje. Estas prácticas no solo hacen que los procesos empresariales sean más eficientes, sino que también ayudan a reducir los efectos negativos a largo plazo en el medio ambiente. Adoptar estas medidas es esencial para lograr un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección ambiental. Así, se generan beneficios para las generaciones actuales y futuras.
Una herramienta importante en las estrategias verdes es la Producción Más Limpia (PML). El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente la define como "la aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva integrada a procesos, productos y servicios para mejorar la eficiencia y reducir riesgos para las personas y el medio ambiente". La PML implica, entre otras cosas, reemplazar materiales contaminantes por otros más sostenibles. También busca reducir los desechos durante la vida útil de un producto y usar los recursos naturales de forma más eficiente.
Adoptar estrategias verdes tiene sus desafíos, como los costos de implementación, los recursos limitados y la necesidad de innovar constantemente. Sin embargo, las empresas que planifican su negocio de forma sostenible pueden obtener grandes ventajas. Por ejemplo, pueden reducir costos, mejorar su reputación y aumentar el compromiso con sus colaboradores. En este sentido, invertir en energía renovable y eficiencia energética no solo ayuda a la competitividad de la empresa, sino también a reducir el cambio climático y proteger el medio ambiente.
Las estrategias verdes representan un cambio necesario hacia modelos de negocio que priorizan la sostenibilidad. Estas prácticas permiten a las empresas contribuir a un desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad. Así, los objetivos económicos se alinean con la protección del entorno natural, construyendo un futuro más fuerte y responsable.
Transición energética: Hacia un futuro más limpio

La transición energética se refiere a un cambio importante en cómo obtenemos y usamos la energía. Este cambio puede estar relacionado con la forma en que se organiza el sistema, su tamaño, la economía o las políticas energéticas. Generalmente, se define como un cambio estructural a largo plazo en un sistema energético, no solo un cambio en una tecnología o fuente de combustible específica.
Históricamente, las transiciones energéticas han sido procesos largos, que duraban muchas décadas. Sin embargo, la transición energética actual es diferente, ya que se desarrolla bajo políticas y condiciones tecnológicas muy distintas.
La transición energética de un sistema a otro afecta tres aspectos fundamentales: la tecnología para generar energía, las infraestructuras para producirla y distribuirla, y la instalación o modificación de tecnologías para consumirla.
La transición energética actual surge por la necesidad de tomar acciones para reducir el calentamiento global. Para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 °C, como propone el Acuerdo de París, es necesario detener las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040 o 2050. Esto significa dejar de usar combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el lignito y el carbón. En su lugar, debemos usar fuentes que no generen o generen pocas emisiones, como la energía nuclear (uranio) y las energías renovables: eólica, hidroeléctrica, solar, geotérmica, marina, undimotriz, entre otras.
Esta transición responde a desafíos ambientales, de salud y económicos. Implica un cambio en los modelos de producción y distribución de energía hacia fuentes más limpias y menos contaminantes, con el objetivo de que sea más sostenible. También implica un cambio social para consumir menos energía (reducción del consumo).
El diseño de los sistemas de energía del mundo ha cambiado mucho con el tiempo. Hasta la década de 1950, la forma en que se manejaban los sistemas de energía era local, no global. A medida que el desarrollo avanzó, los diferentes sistemas nacionales se conectaron cada vez más, convirtiéndose en los grandes sistemas internacionales que conocemos hoy. Las velocidades históricas de las transiciones de los sistemas de energía han sido estudiadas a fondo.

Para que la transición energética sea exitosa y a tiempo, se necesitan varios enfoques al mismo tiempo. La conservación de la energía y las mejoras en la eficiencia energética son muy importantes. Los medidores eléctricos inteligentes pueden programar el consumo de energía para cuando hay mucha electricidad disponible. También pueden reducir el consumo cuando las fuentes de energía renovable, que son más variables, son escasas (por la noche o cuando no hay viento).
Después de un período de transición, se espera que la producción de energía renovable sea la mayor parte de la energía que se produce en el mundo. La empresa de gestión de riesgos DNV GL predice que, para 2050, la mezcla de energía primaria del mundo se dividirá por igual entre fuentes fósiles y no fósiles. Una proyección de 2011 de la Agencia Internacional de Energía sugiere que la energía solar fotovoltaica podría suministrar más de la mitad de la electricidad del mundo para 2060, reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Economías sostenibles
Economía ecológica: Un enfoque diferente
La economía ecológica (EE) es un campo de estudio que combina varias disciplinas. Analiza cómo interactúan los sistemas económicos con los ecosistemas. Se enfoca en la gestión sostenible y en cómo valorar la sostenibilidad. Es una parte de la economía que integra conocimientos de la ecología y la biofísica. Su objetivo es analizar cómo las actividades humanas afectan el medio ambiente y cómo los límites naturales influyen en el desarrollo económico y social.
A diferencia de la economía tradicional, que a menudo prioriza el crecimiento económico, la economía ecológica pone énfasis en la sostenibilidad. Esto significa la capacidad de la humanidad para vivir dentro de los límites ambientales del planeta. En este enfoque, se consideran conceptos como el metabolismo social, que describe el intercambio de materia, energía e información entre la sociedad y la naturaleza. También se considera la idea de que la entropía (desorden) aumenta en los sistemas naturales y económicos.
La economía ecológica aborda temas como la relación entre el crecimiento económico y los límites físicos y biológicos de los ecosistemas. También estudia las desigualdades sociales que surgen del uso de los recursos naturales y los impactos ambientales del consumo y la producción. Es un enfoque diferente que incluye variables ambientales y sociales en los modelos económicos, promoviendo sistemas de producción más sostenibles.
Este campo comparte intereses con otras disciplinas como la economía ambiental, la economía de los recursos naturales y la economía del cambio climático. Sin embargo, se distingue por su perspectiva más amplia e integradora. También se relaciona con términos como "economía verde", "bioeconomía" o "enfoque ecointegrador", propuestos por autores como J.M. Naredo y Nicholas Georgescu-Roegen.
Economía azul: El potencial de los océanos
La economía azul es la que reconoce la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía. Esto se debe a su gran potencial para la innovación y el crecimiento, según la Unión Europea. La organización ecologista internacional World Wildlife Fund (WWF/Adena) en su informe Principios para una economía azul sostenible le da a la expresión un significado amplio: la actividad económica del sector marítimo. También le da un significado más específico: el uso del mar y sus recursos para un desarrollo económico sostenible y rentable.
Los océanos producen más del 50% del oxígeno de nuestro planeta y absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono que generamos los humanos. Sin embargo, los océanos están llenos de plásticos. Ahora, el Tratado Global de los Océanos los protegerá. Esto es gracias a un acuerdo entre 200 países para proteger la biodiversidad del 30% de los océanos para el año 2030. Antes, solo se protegía el 8%.
El empleo verde: Trabajos para un futuro sostenible
Los trabajos relacionados con el medio ambiente en España representan el 2.62% de las personas empleadas, con un total de 530,947 puestos. Este dato viene del informe "Empleo verde en una economía sostenible". Este informe busca entender mejor cómo se pueden crear trabajos relacionados con actividades ambientales. El 20.6% de estos empleos verdes están en el sector de las energías renovables, con 109,368 puestos. Solo el sector de gestión de residuos tiene más, con 140,343 puestos. El sector de las renovables es el que más ha crecido, multiplicando por 30 el número de empleos en una década. El informe muestra los primeros resultados para avanzar hacia un futuro sostenible.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), solo la fabricación, instalación y mantenimiento de paneles solares creará más de 6 millones de trabajos para 2030. Pero no solo las energías renovables impulsan esta nueva economía. También lo hacen trabajos en agricultura ecológica y otros, desde la construcción y fontanería hasta la ingeniería. Esto se debe a que todos los sectores necesitarán cambiar sus tecnologías y formas de trabajar para adaptarse a una economía con menos emisiones de carbono.
Sin embargo, la OIT advierte que muchos empleos que parecen "verdes" no lo son en la práctica. Esto ocurre por el daño ambiental que causan algunas prácticas inadecuadas. Además, las pruebas muestran que los empleos verdes no siempre son trabajos dignos. Por ejemplo, muchos trabajos de reciclaje recuperan materiales, lo que ayuda a los recursos naturales. Pero a menudo, el proceso es sucio, peligroso y difícil, causando daños al medio ambiente y a la salud de las personas. El empleo suele ser inestable y los salarios bajos.
Innovaciones para la sostenibilidad
Compras verdes: Pequeñas acciones, gran impacto
En nuestras compras diarias, podemos ayudar a contaminar menos. Estas pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la sociedad. Por ejemplo:
- Productos naturales sin químicos, que son seguros y respetan el medio ambiente. Están hechos con aceites vegetales y hierbas.
- Artículos que ayudan al medio ambiente: como pañales, toallas femeninas y protectores diarios de tela; o artículos que funcionan con energía solar.
- Jabones vegetales, aceites esenciales y vegetales hechos a mano.
- Bolsas reutilizables y compactas para uso personal o para las compras diarias.
Arquitectura sostenible: Construyendo con el planeta
Es una forma de diseñar y construir edificios que no dañen el medio ambiente. Busca ser lo más ecológica posible, aprovechando los recursos naturales y minimizando el impacto en ellos.
La mejor construcción para una zona específica debe seguir principios ambientales. Estos principios se definen después de estudiar el lugar. La orientación de los edificios, la posibilidad de tener ventilación natural y un buen aislamiento térmico son estrategias excelentes para ciertos climas.
Objetivos y desafíos de la sostenibilidad
Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030)
En julio de 2015, la ONU destacó la urgencia de establecer 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), conocidos como la Agenda 2030.
Se identificaron los siguientes temas como esenciales, con varios objetivos para cada uno:
- Poner fin a la pobreza
- Hambre y seguridad alimentaria
- Salud
- Educación
- Igualdad de género y empoderamiento de la mujer
- Agua limpia y saneamiento
- Energía
- Crecimiento económico
- Infraestructura
- Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos
- Ciudades
- Producción y consumo sostenible
- Cambio climático
- Océanos
- Bosques, desertificación y diversidad biológica
- Paz y justicia
- Alianzas
En este sentido, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas es la organización encargada de promover la sostenibilidad empresarial y llevar los ODS al mundo de las empresas.
Principales desafíos del desarrollo sostenible
La dificultad de los seres humanos para vivir en armonía con el planeta y la gran interacción entre las personas y la naturaleza son los mayores problemas ambientales de hoy. Hasta ahora, ninguna especie, excepto el ser humano, ha logrado cambiar tanto las características del planeta en tan poco tiempo.
Así, se presentan los siguientes grandes problemas globales:
- Superpoblación y desigualdad
- El aumento del efecto invernadero
- Destrucción de la capa de ozono
- La transformación del paisaje por la actividad humana
- Pérdida de la biodiversidad
- La erosión, la desertificación y la destrucción de las selvas
Y a nivel local, algunos desafíos son:
- El sistema de producción
- El agua
- Los residuos domésticos
- Suministro de energía
- El sistema de transportes
Véase también
- Consumo local
- Control de la población
- Decrecimiento
- Desarrollo crítico
- Desarrollo de proveedores
- Desarrollo sostenible
- Dinámica de sistemas
- Huella ecológica
- Recurso renovable
- Responsabilidad social corporativa
- Triple resultado
- Turismo sostenible