Sierra de la Plata para niños
Datos para niños Sierra de la Plata |
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Información | ||
Tipo | Montaña | |
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La Sierra de la Plata fue un lugar legendario en el interior de Sudamérica. Se decía que era una montaña llena de plata. Su historia comenzó a principios del siglo XVI en las costas de Santa Catarina (Brasil).
Allí, algunos tupi-guaraníes contaron a un grupo de náufragos sobre una montaña con mucho metal de plata. Decían que un monarca, al que llamaban el Rey Blanco, gobernaba ese lugar.
El primer europeo en buscar este sitio fue Alejo García. Él logró cruzar casi todo el continente hasta la región del Altiplano. García murió en el Paraguay durante el viaje de regreso. Sin embargo, los sobrevivientes de su expedición llegaron a Santa Catarina. Llevaban algunas muestras de metales preciosos que confirmaban la historia.
Esta leyenda impulsó el descubrimiento y la colonización de la cuenca del Río de la Plata. Se pensaba que era la entrada natural a estos tesoros. Pero todas las expediciones por esta ruta fracasaron. Hoy se cree que la leyenda de la Sierra de la Plata se basó en el Cerro Rico de Potosí (Bolivia). Este cerro fue descubierto por los españoles que venían del Perú en 1545.
Contenido
¿Cómo surgió la leyenda de la Sierra de la Plata?
La leyenda de la Sierra de la Plata se originó con los relatos de los pueblos indígenas. Ellos hablaban de una montaña llena de plata y un rey que la gobernaba.
Primeros relatos: Luis Ramírez y Juan Díaz de Solís

Un tripulante de la expedición de Sebastián Caboto, llamado Luis Ramírez, escribió una carta en 1528. En ella, contaba que los indígenas hablaban de una "sierra" (montaña) con mucha plata. También mencionaban a un "Rey Blanco" que vestía como los europeos. Los indígenas Querandíes dieron más detalles sobre esta sierra y el rey.
Antes, Juan Díaz de Solís había explorado las costas de Sudamérica en 1512. Encontró un río enorme, al que llamó "Mar Dulce". Hoy lo conocemos como el Río de la Plata. Solís regresó a España para reclamar esas tierras. En 1516, volvió al Río de la Plata. Desembarcó con cincuenta hombres, confiando en la amistad de los indígenas guaraníes. Sin embargo, Solís y sus hombres fueron atacados y asesinados. Los demás tripulantes huyeron de regreso a España.
La expedición de Alejo García
En el viaje de regreso a Europa, uno de los barcos de Solís naufragó cerca de la Isla de Santa Catarina (Brasil). Dieciocho hombres quedaron allí. Uno de ellos fue el portugués Alejo García. Él se hizo amigo de los indígenas tupiguaraníes. Ellos le contaron que en el interior del continente había una gran montaña de metales brillantes.
Alejo García partió desde Santa Catalina con otros náufragos y muchos indígenas. Cruzaron la Mata Atlántica y el Gran Chaco. Finalmente, llegaron a la región del Altiplano, donde gobernaba el "Rey Blanco". Se decía que su trono estaba adornado con plata. Después de tomar algunas piezas de valor, regresaron a la costa de Brasil. Pero Alejo García y los demás europeos murieron en el camino, atacados por los indígenas payaguas. Los pocos tupiguaraníes que sobrevivieron contaron lo sucedido y mostraron trozos de plata.
Grandes búsquedas de la Sierra de la Plata
La leyenda de la Sierra de la Plata motivó a muchos exploradores a buscarla.
Sebastián Caboto busca el tesoro
En 1526, Juan Sebastián Caboto salió de España. Su objetivo era llegar a las Islas Molucas (Indonesia). Pero en Pernambuco, Brasil, escuchó historias de una tierra muy rica en metales preciosos. Se decía que se podía llegar a ella por un gran estuario al sur, llamado el Río de la Plata.
Caboto decidió cambiar su misión y buscar estas riquezas. En Santa Catalina, los náufragos Melchor Ramírez y Enrique Montes le confirmaron las historias. Le mostraron metales que habían rescatado de la aventura de Alejo García. Convencido, Caboto entró al Río de la Plata. Allí se encontró con Francisco del Puerto, el único sobreviviente de la expedición de Juan Díaz de Solís. Del Puerto, que vivía con los indígenas, confirmó las historias y ofreció ser guía.
La expedición de Caboto se dividió. Él siguió por el río Paraná y fundó el fuerte de Sancti Spiritu en 1527. Este fue el primer asentamiento europeo en la cuenca del plata. La expedición sufrió de hambre y enfermedades. Continuaron navegando hacia el norte. En un punto, Caboto ordenó atacar a los indígenas para conseguir alimentos.
Más tarde, en 1529, llegaron a un pueblo indígena donde fueron bien recibidos. Allí se enteraron de que otros "blancos" venían subiendo por el río. Caboto continuó por el río Paraguay. Envió un grupo al mando de Miguel de Rifos. Este grupo fue atacado por indígenas, posiblemente por una traición de Francisco Del Puerto.
Los sobrevivientes regresaron con Caboto. Su flota se encontró con la de Diego García, quien también había desertado de su misión original para buscar el Rey Blanco. Ambos capitanes unieron fuerzas. En Sancti Spiritu, enviaron al capitán Francisco César a explorar. César regresó con el rumor de una gran ciudad llena de riquezas, conocida como la Ciudad de los Césares.
Cuando Caboto y García se preparaban para ir a la Sierra de la Plata, los indígenas atacaron y destruyeron el fuerte Sancti Spiritu. Esto hizo que Caboto admitiera su fracaso.
Pedro de Mendoza y la fundación de Buenos Aires
En 1534, el rey de España autorizó a Pedro de Mendoza a conquistar y poblar las tierras del Río de la Plata. Con catorce barcos y unos mil doscientos hombres, fue la expedición más grande que había salido de Europa hacia América. Esto muestra la gran riqueza que esperaban encontrar.
En 1536, Pedro de Mendoza fundó el puerto de Santa María de los Buenos Ayes. La falta de alimentos y el mal trato a los indígenas querandíes causaron una gran hambruna. Mendoza envió expediciones en busca de comida. Su hermano Diego murió en un enfrentamiento con los querandíes. La ciudad de Buenos Aires fue sitiada. La gente llegó a comer caballos y a los que morían.
Juan de Ayolas regresó con la noticia de que había fundado un fuerte río arriba (Corpus Christi) y que los indígenas le habían dado referencias de la Sierra de la Plata. Esto animó a Pedro de Mendoza, quien se embarcó con Ayolas. Durante el viaje, muchos hombres murieron de debilidad y hambre. Mendoza, enfermo, decidió regresar a Europa y falleció en alta mar en 1537.
Juan de Ayolas y la búsqueda continua
Juan de Ayolas se convirtió en el heredero del mando. Él continuó la búsqueda de la Sierra de la Plata. Encontró a un hombre que había acompañado a Alejo García. Este le contó lo difícil que fue el regreso por el peso del oro y la plata. Ayolas fundó el puerto de Candelaria y dejó a Domingo Martínez de Irala a cargo mientras él exploraba tierra adentro.
La expedición de Ayolas llegó a una zona de montañas y extrajo metales preciosos. En el regreso, fueron atacados por indígenas. Ayolas ordenó enterrar la mayor parte de los metales. Al llegar a Candelaria, no encontró a Irala. Aceptó una invitación de los indígenas payaguas para descansar, pero fueron emboscados y casi todos murieron, incluyendo a Juan de Ayolas.
Después de esto, Domingo Martínez de Irala se convirtió en el nuevo líder. Decidió que Asunción sería el centro de la conquista. Ordenó a los colonos de Buenos Aires que se mudaran a Asunción. La primera Buenos Aires fue abandonada y destruida en 1541.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca: Un nuevo líder
Mientras Irala preparaba su expedición, llegó a Asunción Álvar Núñez Cabeza de Vaca. Él había sido nombrado sucesor por la Corona. Álvar Núñez era conocido por sus exploraciones en Florida. En Sudamérica, decidió ir por tierra al Paraguay, en lugar de usar los ríos.
En octubre de 1541, su expedición partió de Santa Catalina. Cruzaron selvas y ríos. En enero de 1542, pasaron por las cataratas del Iguazú. El 11 de marzo, llegaron a Asunción, donde los recibió Domingo Martínez de Irala.
Álvar Núñez tuvo problemas con Irala y los habitantes de Asunción. Él criticó la forma de vida de los colonos. Rápidamente, Álvar Núñez comenzó a preparar expediciones hacia el territorio del Rey Blanco. Envió a Irala a explorar el río Paraguay. Irala fundó el Puerto de los Reyes en 1543. Álvar Núñez encabezó su propia expedición, pero las enfermedades y la oposición de sus oficiales lo hicieron regresar a Asunción.
Su autoridad se debilitó. El 25 de abril de 1544, los partidarios de Irala lo tomaron prisionero. Once meses después, fue enviado a España. Aunque denunció lo ocurrido, nunca obtuvo una solución y jamás regresó a América.
Domingo Martínez de Irala: Gobernador y el fin de la búsqueda

Domingo Martínez de Irala volvió a ser el líder. Organizó una expedición con trescientos soldados y tres mil indígenas para buscar la Sierra de la Plata. Llegaron a una tribu de indígenas macasís que hablaban español. Ellos les dijeron que estaban en un territorio que ya pertenecía a otro gobernador español.
Irala envió una comitiva al gobernador del Perú, Pedro de la Gasca. Este les ordenó no avanzar más. Esto obligó a Irala a regresar a Asunción. Irala organizó más expediciones a otros lugares legendarios como la "Tierra Rica" o "Laguna del Dorado". Todas fracasaron.
En España, el rey nombró a Juan de Sanabria como nuevo gobernador, pero él murió. Su hijo Diego lo reemplazó, pero se quedó en Europa. La Corona decidió formalizar el poder de Irala, quien ya ejercía el control real. Así, Irala fue nombrado gobernador de la Provincia del Río de la Plata y del Paraguay. Se le ordenó no hacer más exploraciones. Con Buenos Aires destruida y la Sierra de la Plata bajo otra jurisdicción, Paraguay vivió un largo período de aislamiento. Irala falleció en 1556.
El Cerro de Potosí: La verdadera montaña de plata
Hoy se cree que la leyenda de la Sierra de la Plata se basó en el Cerro Rico de Potosí (Bolivia). El Rey Blanco habría sido el Inca Huayna Cápac. Cuando Alejo García exploró la región a principios del siglo XVI, los españoles y portugueses apenas comenzaban a colonizar las costas. No sabían de la existencia del rico Imperio Inca.
El Imperio Inca fue descubierto en 1528 por Francisco Pizarro. La conquista del imperio inca ocurrió entre 1532 y 1533. Luego, el rey Carlos I de España dividió el territorio sudamericano en gobernaciones.
Diez años después de la conquista inca, en enero de 1545, un indígena llamado Diego Huallpa descubrió las vetas de plata del Cerro Rico. Otro indígena, Huanca, le contó el secreto al capitán Juan de Villarroel, quien a su vez informó al capitán Diego de Centeno. El 1 de abril de 1545, ambos capitanes tomaron posesión del Cerro Rico. Abrieron la primera mina y un año después fundaron la ciudad de Potosí. Se convirtió en el lugar más importante de producción de plata en el continente.
Una leyenda incaica dice que el Cerro Rico era conocido como Sumac Orcko. El Inca Huayna Cápac ordenó su explotación. Pero al iniciar los trabajos, se escuchó una voz que dijo: "No saquen la plata de este cerro porque es para otros dueños". Desde entonces, los incas no lo tocaron más.
¿Qué pasó después con la región?

En 1542, el rey Carlos I de España unificó todas las gobernaciones sudamericanas en un solo territorio: el Virreinato del Perú, con capital en Lima. Este virreinato abarcaba casi toda Sudamérica, excepto Venezuela y la costa de Brasil.
El descubrimiento del Cerro Rico de Potosí en 1545 trajo mucha riqueza. En 1547, la expedición de Domingo Martínez de Irala llegó al Alto Perú buscando la Sierra de la Plata. Al darse cuenta de que estaban en otra jurisdicción, Irala envió a Ñuflo de Chaves a Lima para pedir ser nombrado gobernador del Paraguay. El gobernador del Perú, Pedro de la Gasca, no aceptó. Finalmente, en 1552, el rey confirmó a Irala como gobernador del Río de la Plata y del Paraguay hasta su muerte en 1556.
Paraguay se mantuvo aislado. En 1580, el gobernador Juan de Garay refundó la ciudad de Buenos Aires en la desembocadura del Río de la Plata.
Aunque la ruta Potosí-Buenos Aires era la más directa para llevar la plata a Europa, el sistema de comercio de Felipe II obligaba a que todo pasara por Portobelo (Panamá) y Veracruz (México). Así, la plata de Potosí debía ir hasta el puerto del Callao (Perú), luego por mar a Panamá, y de allí por tierra a Portobelo. Esta ruta era muy larga.
La situación de Buenos Aires empeoró cuando, en 1594, se cerró su puerto al comercio con los portugueses. Esto impulsó un comercio no autorizado entre Buenos Aires y Brasil.
La producción de plata del Cerro Rico alcanzó su punto máximo alrededor de 1650 y luego empezó a disminuir. Más tarde, la necesidad de una ruta comercial más directa y la pérdida de territorios ante los portugueses, llevaron al rey Carlos III de España a crear el Virreinato del Río de la Plata en 1776. Su capital fue Buenos Aires.
Después de la Revolución de Mayo de 1810, este territorio se dividió en los actuales países de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Alrededor de 1850, el precio de la plata bajó. En Potosí, se empezó a explotar el estaño, lo que ayudó a mantener la economía. Potosí sigue dependiendo de la minería. En 1987, la UNESCO declaró a la ciudad de Potosí Patrimonio de la Humanidad.
Actualmente, se investiga el "Peabirú", un camino usado por los guaraníes que conectaba la costa de Brasil con el Alto Perú. Este camino pudo haber sido usado por Alejo García.
¿Cómo influyó la leyenda en la región?
La leyenda de la Sierra de la Plata fue muy importante. Impulsó la conquista y colonización de lo que hoy es Argentina, Paraguay, Uruguay y parte del sur de Brasil. Su influencia fue tan grande que el enorme estuario fue llamado Río de la Plata.
Más tarde, cuando Argentina se independizó, tomó su nombre del latín argentum, que significa "plata". Otras ciudades importantes de Argentina también tienen nombres relacionados con este metal, como La Plata y Mar del Plata.
Véase también
En inglés: Sierra de la Plata Facts for Kids
Bibliografía
- Fuertes López, José Antonio: Potosí en los albores del virreinato. Siglo XVI (Cronistas y Memorias). Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, ISBN 978-9917-0-3349-3, Potosí, 2023