Hebreos para niños
Los hebreos son un pueblo antiguo que vivió en el Levante mediterráneo (una región en el Oriente Próximo). Se establecieron alrededor del año 616 a. C. y también se les conoce como el pueblo judío. La palabra "hebreo" viene del latín, del griego antiguo y del hebreo, que significa "los que vienen del otro lado".
La principal fuente de información sobre los hebreos es la Biblia, especialmente los textos de la Torá. Según estas escrituras, los hebreos fueron uno de los primeros grupos en creer en un solo Dios. Se considera que descienden de importantes figuras como Abraham, Isaac y Jacob.
Contenido
Orígenes y Viajes de los Hebreos
Según la Biblia y las tradiciones hebreas, los hebreos eran originarios de Mesopotamia. Eran un pueblo nómada, lo que significa que se movían de un lugar a otro. Vivían en tiendas y cuidaban rebaños de cabras y ovejas. Usaban asnos, mulas y camellos para transportar sus cosas.
El Viaje de Abraham a Canaán
Abraham es considerado el primer hebreo. Él dejó su tierra natal en Caldea y cruzó el río Éufrates. Abraham y su gente se establecieron en Canaán, una tierra que, según la Biblia, Dios les prometió. Con el tiempo, se mezclaron con los habitantes locales y comenzaron a vivir en un solo lugar, dedicándose a la agricultura.
Los hebreos eran vecinos de otros pueblos como los edomitas, moabitas, amonitas e ismaelitas. Lo que los hacía diferentes era su creencia en un único Dios, llamado Yavé o Jehová. Según los textos del Tanaj, Dios eligió al pueblo de Israel para revelarles principios importantes, como los Diez Mandamientos. Dios hizo un pacto con Abraham, prometiéndole una gran nación.
Creencias y Tradiciones Hebreas
La formación del pueblo hebreo, según las tradiciones judías y cristianas, ocurrió durante el segundo milenio antes de la era común, alrededor del 1800 a. C. Al principio, sus historias y conocimientos se transmitían de forma oral, de generación en generación, antes de ser escritos.
La Biblia no es solo un libro de historia, sino un texto sagrado para judíos y cristianos. Contiene lo que ellos consideran la palabra de Dios y ha sido una fuente de inspiración por más de dos mil años.
Creencia en un Solo Dios: Monoteísmo
Los hebreos creen en un solo Dios. En la antigüedad, la mayoría de los pueblos creían en muchos dioses. Los hebreos se destacaron por su creencia en un Dios único. Por respeto, evitan mencionar o escribir el nombre propio de Dios, refiriéndose a Él como Ha-Shem ("El Nombre") o Barúj Ha-Shem (Bendito sea el Nombre). También usan otros nombres como Elohím, El-Elión, El-Shadái y El Ha-Rajamím.
El nombre propio de Dios se escribe con cuatro letras hebreas (יהוה «YHVH»), conocidas como el "Tetragrámaton". Los hebreos no lo pronuncian. Creen que Dios no tiene forma humana y es el creador de todo, eterno y todopoderoso. Por eso, evitan representarlo con imágenes.
El Pacto y la Alianza

Dios hizo un pacto con Abraham, quien representaba al pueblo hebreo. Dios prometió protegerlos, darles muchos descendientes y la tierra de Canaán. A cambio, el pueblo hebreo se comprometió a ser fiel a Dios y a seguir su voluntad.
Una señal de este pacto fue el ritual de la circuncisión. Este ritual se convirtió en una característica que daba identidad a los descendientes de Abraham. Todo varón de la casa de Abraham era circuncidado a los ocho días de nacer y recibía su nombre. Este pacto fue reafirmado en el Monte Sinaí, cuando Moisés recibió las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos.
La Ética Hebrea
La religión hebrea tiene una fuerte base moral. Según el pacto, Dios estableció prohibiciones y límites para las personas, pero también les mostró el camino para vivir plenamente. Los Diez Mandamientos son un resumen de estas reglas: prohíben creer en muchos dioses, usar el nombre de Dios sin respeto, matar, robar, mentir, desear lo ajeno, y ordenan honrar a los padres y respetar el día de descanso.
La gran diferencia de los hebreos con otros pueblos antiguos es su creencia en un solo Dios, que es bueno y justo, y que espera fidelidad de su pueblo.
Migraciones y Reinos Hebreos
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El viaje de Abraham a Canaán. Óleo por Pieter Lastman, 1614
Los Hebreos en Egipto y el Éxodo
Alrededor del siglo XIV a. C., algunos hebreos que vivían en Canaán se mudaron a Egipto debido a una gran escasez de alimentos. Allí fueron recibidos y trabajaron para los egipcios. Con el tiempo, según la tradición, se convirtieron en esclavos.
Hacia el siglo XIII a. C., se rebelaron y regresaron a Canaán, guiados por Moisés. Este viaje fuera de Egipto y su travesía por el desierto se conoce como el Éxodo. Durante este tiempo, en el monte Sinaí, Moisés recibió los Diez Mandamientos de Dios y los compartió con el pueblo hebreo.
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Biblia de Alba, texto sefardí, biblia hebraica traducida al romance, 1422-1433, fol. 49r: José interpreta los sueños del faraón en Egipto. Inscripción: "Figura de Josep con su rroquete labrado a escaques".
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El paso del ángel de la muerte, con los hebreos celebrando Pésaj, la Pascua judía. Grabado, 1897
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Pésaj. Hagadá Kauffmann, siglo XIV
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El Éxodo. Hagadá de los Pajaritos (Pésaj), arte asquenazí, c. 1300. Museo de Israel, Jerusalén
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Éxodo hebreo. David Roberts, Los israelitas yéndose de Egipto, óleo sobre lienzo, 1828.
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Miriam y las hebreas festejan haber cruzado el Mar Rojo. Hagadá Sarajevo, Barcelona, siglo XIV
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Los hebreos recolectan el maná y reciben la Ley. Hagadá de los Pajaritos (Pésaj), arte asquenazí, c. 1300. Museo de Israel, Jerusalén
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La adoración del becerro de oro. Óleo de Poussin, 1634.
El Retorno a Canaán y la Monarquía
Al regresar a Canaán, los hebreos se unieron con otras tribus hebreas que ya estaban allí. Establecieron una monarquía, y bajo los reyes Saúl, David y Salomón, lograron victorias contra sus enemigos. El rey Salomón construyó el primer Templo de Jerusalén.
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Saúl. Detalle de óleo por Ernst Josephson, 1878. Museo Nacional Sueco, Estocolmo
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David. Detalle de réplica de escultura de Miguel Ángel. Piazza della Signoria, Florencia
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David, con el arpa y su estrella, símbolo de conjunción. Estampilla israelí, serie "Reyes de Israel", 1960.
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Salomón supervisa la edificación del Templo de Jerusalén. Miniatura de los Hermanos Limburg, 1412-16
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Salomón. Óleo de Isaak Asknaziy, siglo XIX
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Profeta hebreo. Detalle de óleo por Grünewald, 1515.
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Isaías. Los labios de Isaías ungidos con fuego, óleo de Benjamin West, siglo XVIII.
Después de la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos: Israel al norte y Judá al sur. Esto llevó a un largo período de guerras y problemas internos.
Vida y Sociedad Hebrea

La sociedad hebrea estaba muy ligada a su religión. La familia era el centro de todo, y el padre era la máxima autoridad. Al principio, cuando eran nómadas, vivían en tiendas con pocos muebles para poder moverse fácilmente en busca de pastos para sus animales. Una vez que se establecieron en Canaán, vivieron en casas de piedra, rodeadas de huertos, formando pueblos.
Economía y Actividades
En Canaán, los hebreos se dedicaron a la agricultura y la ganadería. Cultivaban olivos y vides, y también legumbres y lentejas. Criaban ovejas, bueyes, cabras, caballos y camellos. También trabajaban la cerámica y hacían tejidos de lana y lino.
El comercio fue muy importante para su economía. Su ubicación en Canaán era un "puente" entre Mesopotamia y Egipto, lo que facilitaba el paso de comerciantes. Exportaban aceite y vino, e importaban metales, marfil y especias.
Organización Social y Política
La sociedad hebrea se basaba en el patriarcado, donde el padre era la figura principal de la familia. Al principio, vivían en grupos familiares o clanes, liderados por el anciano más sabio, llamado patriarca. Él se encargaba de la justicia, la guerra y los ritos religiosos.
Los doce hijos de Jacob (también llamado Israel) representaban a doce tribus. Estas tribus no formaron un solo estado al principio, pero en momentos de peligro, aceptaban el liderazgo de un jefe llamado Juez. Los Jueces tenían mucha autoridad y unían a las tribus.
Más tarde, las tribus formaron un reino unido con reyes como Saúl, David y Salomón. Después de la muerte de Salomón en el 941 a. C., el reino se dividió en dos:
- El Reino de Israel al norte, con capital en Samaria (931-722 a. C.).
- El Reino de Judá al sur, con capital en Jerusalén (931-587 a. C.).
Esta división debilitó a ambos reinos.
Artes y Cultura Hebrea
La mayoría de las obras literarias hebreas fueron escritas durante el período de la monarquía. Entre ellas destacan los salmos, los proverbios, el Cantar de los Cantares, las Crónicas, el Génesis, el Éxodo, los Jueces, los Reyes y otros libros de sabiduría como el Eclesiastés.
La música era muy valorada y se usaba en las ceremonias religiosas. Instrumentos como el shofar (un cuerno de cordero), liras, cítaras, sistros, panderos y flautas eran comunes.
Los hebreos tenían pocas obras de arte visual, especialmente evitaban máscaras o esculturas. Esto se debía a que las asociaban con la creencia en ídolos, lo cual estaba prohibido por el cuarto Mandamiento. Para ellos, Dios no tenía forma humana. Su arte solía ser geométrico y abstracto. Sin embargo, sí crearon arte para propósitos rituales y religiosos. La arquitectura del Templo de Jerusalén fue muy importante, al igual que los palacios y las casas de los nobles.
Instrumentos musicales hebreos en la filatelia de Israel; diseños de Miriam Karoly, 1955-56.
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Shofar
"Tocad el shofar en la luna nueva, en la luna llena, en el día de nuestra fiesta" (Tanaj, Salmos 81:4). -
Sistro.
"Y David y toda la casa de Israel tocaban [...] sistros y címbalos de dedo (Tanaj, 2 Samuel 6:5). -
Pandero y címbalos
"Alabadle con pandero y danza; [...] Alabadle con címbalos sonoros [... y resonantes]." (Salmos 150:4-5.
Los Hebreos en la Actualidad
Hoy en día, el término "hebreo" se usa a menudo como sinónimo de judío e israelita. Por ejemplo, la principal universidad en Israel se llama "Universidad Hebrea de Jerusalén", fundada en 1925.
Galería de imágenes
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La dispersión de los hijos de Noé después del Diluvio. El área ocupada por Sem y su descendencia, el Creciente Fértil, está marcado en rojo. C. V. Monin, Géographie des Hébreux et Tableau de la dispersión des peuples après le déluge, 1838-39. El propósito de este mapa era establecer el origen geográfico de los hebreos, de ahí la expresión "Geografía de los hebreos" en su título.
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Inspiración bíblica en el arte. Julius Schnorr von Carolsfeld, Dios le muestra a Abraham las estrellas, grabado, 1860. La palabra de Dios es fuente de esperanza para Abraham y fuente de inspiración en el arte: "Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia." —Génesis 15:5.
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Fragmento de papiro con los Diez Mandamientos y plegarias en hebreo, siglo II-I a. C.
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Figures 017 Abraham Took Ishmael with All the Males Born in His House and Circumcised Them.jpg
Circuncisión de Ismael. Grabado de Gerard Hoet, 1728.
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Muhammad destroying idols - L'Histoire Merveilleuse en Vers de Mahomet BNF.jpg
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Jacob bendice a Efraín y Manasés. Hagadá Dorada, manuscrito hebreo-catalán miniado, siglo XIV.
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La túnica de José, Óleo de Diego Velázquez, 1630.
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Sumo Sacerdote Aarón en el Tabernáculo. Grabado de Carl Poellath, Schrobenhausen, 1885
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Josué. Estampa por E.M. Lilien, 1908
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Biblia de Alba, texto sefardí, biblia hebraica traducida al romance, 1422-1433, fol. 183v: Gedeón, juez de Israel, selecciona su ejército.
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Ciro II el Grande permite el retorno de los hebreos a Tierra Santa. Miniatura francesa de Jean Fouquet c. 1470-75 (ilustración para Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro XI).
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La reina Ester. Fresco por Andrea del Castagno, 1450
Véase también
En inglés: Hebrews Facts for Kids
- Historia del antiguo Israel
- Historia de los judíos
- Reino de Israel
- Reino de Judá
- Casa de David
- Palestina en tiempos de Jesús
- Arqueología de Israel
- Pueblo judío
- Cultura judía
- Arte judío