Neumonía para niños
Datos para niños Neumonía |
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![]() Radiografía de tórax de una neumonía causada por influenza y Haemophilus influenzae, con consolidaciones parcheadas, principalmente en el lóbulo superior derecho (flecha).
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Especialidad | neumología infectología |
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Síntomas | Tos, dificultad para respirar, respiración rápida, fiebre. | |
Causas | Bacterias, virus, aspiración | |
Factores de riesgo | Fibrosis quística, EPOC, anemia de células falciformes, asma, diabetes, insuficiencia cardíaca, antecedentes de tabaquismo, edad avanzada. | |
Prevención | Vacunas, lavado de manos, no fumar | |
Tratamiento | Antibióticos, antivirales, oxigenoterapia | |
Sinónimos | ||
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La neumonía o pulmonía es una enfermedad que inflama los pulmones. Afecta principalmente a los pequeños sacos de aire llamados alvéolos. Los síntomas más comunes son tos (con o sin flema), dolor en el pecho, fiebre y dificultad para respirar. La gravedad de la neumonía puede variar mucho de una persona a otra.
La neumonía es una infección aguda del tejido pulmonar. Se puede identificar con una radiografía de tórax. Esta enfermedad puede afectar una parte completa del pulmón (neumonía lobular), una sección más pequeña, o los alvéolos cercanos a los bronquios (bronconeumonía). También puede afectar el tejido que rodea los alvéolos (neumonía intersticial). La neumonía hace que el tejido de los pulmones se hinche y duela. Muchas personas con neumonía pueden recuperarse en casa sin necesidad de ir al hospital.
Existen diferentes tipos de neumonía según dónde se contrae. La neumonía adquirida en la comunidad es la que se contrae fuera del hospital. La neumonía nosocomial es la que se adquiere durante una estancia en el hospital, generalmente después de 48 horas de haber ingresado.
La neumonía puede ser una enfermedad seria si no se detecta a tiempo. Puede ser peligrosa, especialmente para personas mayores o aquellas con un sistema inmune debilitado. Por ejemplo, las personas con fibrosis quística tienen un riesgo alto de neumonía. Esto se debe a que sus pulmones acumulan líquido constantemente.
La neumonía puede ser contagiosa. Los pequeños organismos que la causan se esparcen por el aire. Pueden propagarse al estornudar, toser o a través de la mucosidad. Una persona que ha tenido neumonía puede seguir siendo contagiosa por un tiempo. Las personas con gripe o asma son más propensas a contraerla. Fumar también aumenta el riesgo de padecerla.
El tratamiento de la neumonía depende de su causa. Si es causada por bacterias, se usan antibióticos. Si la neumonía es grave, puede ser necesario ir al hospital. Si los niveles de oxígeno son bajos, se puede usar oxigenoterapia.
Contenido
¿Cómo afecta la neumonía a los pulmones?
Cuando una persona tiene neumonía infecciosa, a menudo tose flema de color marrón o verde. También puede tener fiebre alta con escalofríos. La dificultad para respirar es un signo temprano importante. El dolor en el pecho, que empeora al toser o respirar profundo, también es común. Algunas personas pueden toser sangre, tener dolores de cabeza o sudar mucho. Otros síntomas incluyen falta de apetito, cansancio, náuseas o vómitos. También pueden sentir dolores articulares o musculares.
Algunos tipos menos comunes de neumonía pueden causar otros síntomas. Por ejemplo, la neumonía por Legionella puede causar dolor abdominal y diarrea. La neumonía por tuberculosis o Pneumocystis puede causar solo pérdida de peso y sudores nocturnos. En personas mayores, los síntomas pueden ser diferentes. Podrían sentirse confundidos o tener problemas de equilibrio. Los niños con neumonía pueden estar adormilados o perder el apetito.
Si tienes síntomas de neumonía, es importante que un médico te revise. El médico puede notar fiebre o una temperatura baja. También puede ver que respiras muy rápido o que tu presión arterial es baja. La frecuencia cardíaca puede ser alta o los niveles de oxígeno bajos. Si tienes dificultad para respirar, confusión o la piel azulada, necesitas atención médica urgente.
Al revisar los pulmones, el médico puede notar que el pecho se expande menos. También puede escuchar sonidos especiales con un fonendoscopio. Estos sonidos indican que el pulmón está inflamado.
¿Qué causa la neumonía viral?
Los virus necesitan entrar en las células para reproducirse. Generalmente, llegan a los pulmones al ser inhalados por la boca o la nariz. Una vez en el pulmón, los virus invaden las células de las vías respiratorias y los alvéolos. Esto a menudo causa la muerte de estas células. Cuando el sistema inmune lucha contra la infección viral, puede causar más daño pulmonar. Las células de defensa, como los leucocitos, liberan sustancias químicas que aumentan el paso de líquidos a los alvéolos. La combinación de células destruidas y líquido en los alvéolos dificulta el intercambio de oxígeno.
Además del daño pulmonar, muchos virus pueden infectar otros órganos. Una infección viral también puede hacer que una persona sea más propensa a una infección bacteriana.
Las neumonías virales son causadas principalmente por el virus de la influenza, el virus sincitial respiratorio y los adenovirus. El virus del herpes simple rara vez causa neumonía, excepto en recién nacidos. El citomegalovirus puede causar neumonía en personas con defensas bajas.
El virus SARS-CoV-2, que causó la pandemia de COVID-19, provoca neumonía en los casos graves. Fue el gran número de casos de neumonía desconocida en China lo que llevó a descubrir esta enfermedad.
Tipos de neumonía
La neumonía se puede clasificar de varias maneras:
- Según el tipo de germen que la causa:
- Neumonía por neumococo
- Neumonía por estafilococo
- Neumonía por Klebsiella
- Neumonía por Legionella
- Según la parte del pulmón afectada:
- Neumonía alveolar o lobar: Afecta muchos alvéolos y puede cubrir un lóbulo completo del pulmón.
- Neumonía multifocal o bronconeumonía: Afecta los alvéolos y los bronquiolos cercanos.
- Neumonía intersticial: Afecta el espacio entre los alvéolos y los bronquios.
- Neumonía necrotizante y absceso pulmonar: Algunos gérmenes pueden destruir tejido pulmonar, creando cavidades.
- Según la reacción del cuerpo:
- Neumonía supurada.
- Neumonía fibrinosa.
- Según el tipo de persona afectada:
- Neumonía en personas con un sistema inmune sano.
- Neumonía en personas con un sistema inmune debilitado.
Esta diferencia es importante porque el tipo de germen y el tratamiento pueden variar mucho.
Neumonía según dónde se adquiere
- Neumonía adquirida en la comunidad (o extrahospitalaria): Es una infección de los pulmones que se contrae fuera del hospital. Se desarrolla en personas que no están hospitalizadas o en pacientes que la desarrollan en las primeras 24 a 48 horas de su ingreso.
- Neumonías hospitalarias o nosocomiales: Estas neumonías son más peligrosas. Ocurren 48 horas o más después de ingresar al hospital. En los hospitales, hay personas con defensas bajas y gérmenes resistentes a los antibióticos, lo que dificulta el tratamiento.
- NACS (Neumonía asociada al cuidado de la salud): Ocurre en pacientes que han tenido contacto reciente con servicios de salud, pero que no están hospitalizados (o llevan menos de 48 horas).
¿Cómo se evalúa la gravedad de la neumonía?
Existen dos sistemas para clasificar la gravedad de la neumonía:
- Clasificación de Fine o PSI (pneumonia severity index): Este sistema asigna una puntuación basada en 20 factores. Con esta puntuación, se clasifica la neumonía en 5 grupos, cada uno con un riesgo diferente. Los grupos I y II tienen bajo riesgo y la mayoría de los pacientes pueden tratarse en casa. Los grupos IV y V tienen alto riesgo y requieren hospitalización.
- Clasificación CURB65 o CRB65: Este modelo evalúa 5 aspectos: estado de Conciencia, valor de la Urea, frecuencia Respiratoria, presión Arterial (Blood), y edad mayor de 65 años. Permite clasificar a los pacientes en 5 categorías de gravedad. También ayuda a decidir si el paciente necesita ser hospitalizado.
La decisión final sobre el tratamiento siempre debe ser individual para cada paciente.
¿Qué causa la neumonía?
La neumonía puede ser causada por uno o varios tipos de gérmenes:
- Muchas bacterias, como neumococo (Streptococcus pneumoniae), Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae.
- Diferentes virus.
- Hongos, como Pneumocystis jiroveci, cándida.
Las causas varían según la edad:
- En recién nacidos: Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus y a veces bacterias gram negativas.
- En bebés (1 mes a 2 años) y preescolares (2 a 5 años): El principal es Streptococcus pneumoniae, y a veces Chlamydia trachomatis y Mycoplasma pneumoniae.
- En niños mayores de 5 años: Streptococcus pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae.
- En personas con defensas bajas: bacterias gramnegativas, Pneumocystis jiroveci, citomegalovirus (CMV), hongos y Micobacterium tuberculosis.
- A veces, neumonías por bacterias anaeróbicas en personas con riesgo de aspirar contenido del estómago a los pulmones.
- En neumonías hospitalarias: Pseudomonas aeruginosa, hongos y Staphylococcus aureus.
- En adultos: Streptococcus pneumoniae y virus de la influenza.
- En neumonías atípicas: virus, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae.
Los agentes infecciosos más comunes son:
- Streptococcus pneumoniae: la causa más común de neumonía bacteriana en niños.
- Haemophilus influenzae tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana.
- El virus sincitial respiratorio: la causa más frecuente de neumonía viral.
- Pneumocystis jiroveci: una causa importante de neumonía en niños pequeños con ciertas condiciones de salud.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la neumonía?
Los siguientes síntomas pueden indicar neumonía:
- Generalmente, aparece después de una enfermedad como la gripe o un catarro común.
- Fiebre alta que dura más de tres días.
- Respiración muy rápida:
- Recién nacidos (menos de 3 meses): más de 60 respiraciones por minuto.
- Bebés: más de 50 por minuto.
- Niños preescolares y escolares: más de 40 por minuto.
- Adultos: más de 20 por minuto.
- Hundimiento o retracción de las costillas al respirar, visible en el pecho.
- Las fosas nasales se abren y cierran rápidamente al respirar (más común en niños).
- Un sonido como un quejido o silbido en el pecho al respirar.
- Tos que puede producir flema amarillenta.
- Dolor en el pecho que aumenta al respirar profundo o toser.
- Toser sangre (hemoptisis) y dificultad para respirar.
- Sensación de malestar general, falta de apetito, debilidad y falta de energía.
- Al revisar, el médico puede encontrar taquicardia (corazón rápido), taquipnea (respiración rápida) y hipotensión arterial (presión baja).
- Al examinar los pulmones, puede haber:
- Menor expansión del tórax al tocar.
- Sonidos apagados al golpear suavemente el pecho.
- Menor murmullo vesicular al escuchar con el estetoscopio.
- En niños, la piel puede estar fría, tosen mucho, parecen decaídos, lloran poco. Pueden tener convulsiones, ponerse morados al toser, no querer comer y apenas reaccionar. Los síntomas son similares en adultos.
- En adultos mayores de 65 años, los síntomas pueden ser muy sutiles.
¿Cómo se diagnostica la neumonía?
El diagnóstico de neumonía se basa en los síntomas del paciente y en el resultado de una radiografía de tórax. Generalmente se usan radiografías de tórax, análisis de sangre y cultivos de flema y sangre. La radiografía de tórax es el método estándar en hospitales.
En los últimos años, se ha visto que la ecografía torácica, hecha por expertos, puede ser tan buena o mejor que la radiografía de tórax.
En personas con otras enfermedades (como enfisema), la radiografía de tórax puede ser difícil de interpretar. En estos casos, a menudo se necesitan otros exámenes, como una TAC, para un diagnóstico claro.
¿Cuál es el pronóstico de la neumonía?
Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las neumonías bacterianas mejoran en 3 a 6 días. Sin embargo, la mayoría de los síntomas pueden tardar varias semanas en desaparecer por completo. Los cambios en las radiografías suelen desaparecer en cuatro semanas. La mortalidad es baja, menos del 1%. En personas mayores o con otros problemas pulmonares, la recuperación puede tardar más de 12 semanas.
En personas que necesitan ser hospitalizadas, la mortalidad puede llegar al 10%. Si necesitan cuidados intensivos, puede ser del 30-50%. La neumonía es la infección hospitalaria más común que causa fallecimientos. Antes de los antibióticos, la mortalidad era del 30% en los hospitalizados. Si la condición de una persona empeora en las primeras 72 horas, suele ser por una infección grave. Si empeora después de 72 horas, podría ser por una nueva infección o por el empeoramiento de otras enfermedades. Aproximadamente el 10% de los pacientes dados de alta vuelven a ser ingresados. Esto se debe a problemas cardíacos, pulmonares o neurológicos, o a una nueva neumonía.
Pueden ocurrir complicaciones, especialmente en personas mayores o con problemas de salud. Estas pueden incluir acumulación de pus en el pulmón, absceso pulmonar, síndrome de dificultad respiratoria aguda y empeoramiento de otras enfermedades.
La OMS incluye la neumonía entre las 10 principales causas de fallecimientos en el mundo.
¿Cómo se trata la neumonía?
La mayoría de los casos de neumonía se pueden tratar sin ir al hospital. Generalmente, los antibióticos orales, el reposo, beber líquidos y los cuidados en casa son suficientes. Sin embargo, las personas con dificultad para respirar, con otras enfermedades o las personas mayores pueden necesitar un tratamiento más avanzado. Si los síntomas empeoran, la neumonía no mejora en casa o aparecen complicaciones, la persona debe ser hospitalizada.
Los antibióticos se usan para tratar la neumonía bacteriana. No sirven para la neumonía viral, aunque a veces se usan para prevenir infecciones bacterianas. La elección del antibiótico depende del tipo de neumonía, los gérmenes comunes en la zona y la salud de la persona.
El tratamiento de la neumonía debe basarse en el germen que la causa y su sensibilidad a los antibióticos. Sin embargo, a menudo no se identifica una causa específica.
En el Reino Unido, la amoxicilina y la claritromicina o la doxiciclina son los antibióticos más usados. En Estados Unidos, la azitromicina, la claritromicina y las fluoroquinolonas son más comunes.
La duración del tratamiento solía ser de siete a diez días. Pero hay pruebas de que cursos más cortos (hasta tres días) pueden ser suficientes. En niños, no hay pruebas claras sobre la duración ideal del tratamiento. Los antibióticos para la neumonía hospitalaria pueden incluir vancomicina, cefalosporinas, carbapenemas, fluoroquinolonas y aminoglucósidos. Estos se suelen dar por vía intravenosa. A veces se combinan varios antibióticos para cubrir todos los posibles gérmenes. La elección de antibióticos varía entre hospitales.
Las personas con dificultad para respirar por neumonía pueden necesitar oxígeno extra. Los pacientes muy graves pueden requerir cuidados intensivos, incluyendo intubación y ventilación artificial.
La neumonía viral causada por la influenza A puede tratarse con amantadina o rimantadina. La neumonía viral por influenza A o B puede tratarse con oseltamivir o zanamivir. Estos tratamientos solo son útiles si se inician en las primeras 48 horas de los síntomas. Muchas cepas de influenza A H5N1 (gripe aviar) han mostrado resistencia a la amantadina y rimantadina. No se conocen tratamientos eficaces para las neumonías virales causadas por el coronavirus del SRAS, el adenovirus, el hantavirus o el virus parainfluenza.
Subtipo histológico | Frecuencia (%) | Antibiótico | |
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Streptococcus pneumoniae | 31,1 | En adultos sanos:
Comorbilidades:
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Staphylococcus aureus | 0,4 |
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Moraxella catarrhalis | 0,4 |
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Streptococcus pyogenes | 0,4 |
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Neisseria meningitidis | 0,4 |
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Klebsiella pneumoniae | 0,4 |
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Haemophilus influenzae | 0,4 |
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Neumonía atípica | Legionella pneumophila | 23,2 | |
Mycoplasma pneumoniae | 3,0 | ||
Chlamydophila pneumoniae | 1,2 | ||
Pneumocystis jiroveci | 10,7 | ||
Tuberculosis | 0,4 |
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Pneumonia Facts for Kids
- Síndrome respiratorio agudo grave, un tipo de neumonía atípica descubierto en 2003.
- Coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, un nuevo virus que causa neumonía atípica, descubierto en 2019.
- Día Mundial contra la Neumonía
- Asma
- Cáncer de tráquea