Guerra italiana de 1499-1501 para niños
Datos para niños Segunda guerra de Italia |
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Guerras italianas | ||||
![]() Señoríos italianos en 1499
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Fecha | 1499-1501 | |||
Lugar | Península itálica | |||
Casus belli | Pretensiones de Luis XII sobre Milán | |||
Resultado | Victoria francesa | |||
Cambios territoriales | Francia conquista Milán Los Borgia toman la Romaña |
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La Segunda Guerra Italiana fue un conflicto importante que ocurrió entre 1499 y 1501. Fue parte de las Guerras italianas, una serie de batallas por el control de la Península itálica. Esta guerra se desató porque el rey Luis XII de Francia quería gobernar el Ducado de Milán. También influyeron los deseos de la familia Borgia de controlar algunas ciudades en la región de la Romaña.
Cuando Luis XII se convirtió en rey de Francia en 1498, hizo acuerdos con la República de Venecia y con la familia Borgia, que incluía al papa Alejandro VI y a su hijo César Borgia de los Estados Pontificios. Con estas alianzas, Francia invadió el Ducado de Milán y derrocó a su gobernante, Ludovico Sforza.
Ludovico Sforza intentó recuperar Milán en enero de 1500 con un ejército de mercenarios suizos. Sin embargo, en abril, sus propios mercenarios lo traicionaron y fue capturado junto a su hermano Ascanio Sforza.
Gracias a los acuerdos, Milán y Génova pasaron a ser de Francia. Venecia obtuvo la ciudad de Cremona. César Borgia avanzó por la Romaña, tomando ciudades como Imola, Forli, Rímini, Pésaro y Faenza.
Mientras esperaban la reacción de Maximiliano I de Habsburgo, quien apoyaba a los Sforza, las tropas de Francia, Venecia y el Papa pasaron el verano de 1500 intentando sin éxito conquistar Pisa. Apoyaban a la República de Florencia en su intento de tomar esa ciudad. Una vez que se firmó una tregua con Maximiliano, estas fuerzas se dirigieron hacia el sur de Italia, con la intención de conquistar el Reino de Nápoles.
Contenido
¿Por qué comenzó la Segunda Guerra Italiana?
Las razones de Luis XII para reclamar Milán y Nápoles
Cuando Luis XII subió al trono, reclamó derechos sobre el Ducado de Milán y el Reino de Nápoles. Estas reclamaciones eran un poco complicadas:
- Derechos sobre Milán: Luis XII era nieto de Valentina Visconti, quien era hija del primer Duque de Milán, Gian Galeazzo Visconti. Un antiguo acuerdo matrimonial decía que si la familia Visconti no tenía herederos varones, el control de Milán pasaría a los descendientes de Valentina. Sin embargo, cuando Milán se convirtió en ducado, se había excluido a las mujeres de la sucesión. Además, cuando el último duque Visconti murió en 1447, Francisco I Sforza tomó el control, ya que estaba casado con Bianca Maria Visconti, una hija de Filippo Maria Visconti.
- Derechos sobre Nápoles: Luis XII era descendiente de Luis I de Anjou, a quien la reina Juana I de Nápoles había adoptado en 1380. Aunque Luis I de Anjou y sus descendientes reclamaron el trono de Nápoles, nunca llegaron a gobernarlo de verdad.
La Primera Guerra Italiana: Un antecedente
Antes de esta guerra, ya había ocurrido la Primera Guerra de Italia (1494-1498). En esa ocasión, el rey Carlos VIII de Francia también había usado sus derechos sobre Milán como excusa para invadir Italia. Las fuerzas francesas llegaron hasta Nápoles, pero una alianza de Milán, Venecia, el Sacro Imperio Romano Germánico, España y los Estados Pontificios logró expulsarlos de Italia. Luis de Orleans, quien luego sería Luis XII, también participó en esa campaña.
Alianzas antes de la guerra
Francia, Venecia y los Borgia se unen contra Milán
Para facilitar su invasión, Luis XII buscó aliados. La fuerza militar de Francia era muy superior a la de otros estados italianos, lo que le ayudó a conseguir estos acuerdos.
Los intereses comunes superaron los conflictos pasados entre Francia y el Papa. El hijo del papa Alejandro VI, César Borgia, fue nombrado duque por Luis XII. Esto fue una recompensa por el permiso del Papa para que Luis XII se divorciara de su primera esposa y se casara con Ana de Bretaña. La familia Borgia quería controlar las ciudades de la Romaña, por lo que se aliaron militarmente con Francia.
Venecia, gobernada por el dogo Agostino Barbarigo, estaba molesta con Ludovico Sforza. Acordaron ayudar a Francia atacando Milán desde el este, mientras Francia lo hacía desde el oeste. A cambio de su ayuda, Venecia recibiría los territorios de Cremona y Gera d'Adda.
Los ducados de Saboya y Montferrato, que estaban cerca de Francia, permitieron que el ejército francés pasara por sus tierras.
Luis XII también renovó los acuerdos con Suiza para contratar mercenarios para su ejército. Sin embargo, los mercenarios suizos solían ofrecer sus servicios a quien les pagara, por lo que durante la guerra también lucharon para Milán o los Borgia.
Además, Luis XII firmó tratados de paz con Fernando II de Aragón y con su yerno Felipe I de Castilla.
Ludovico Sforza no encuentra apoyo
Por su parte, el duque de Milán, Ludovico Sforza, intentó sin éxito conseguir ayuda. Maximiliano de Austria, que estaba casado con la sobrina de Ludovico, estaba ocupado en su propia guerra y no pudo ayudarlo. Federico de Nápoles quería ayudar, pero sus tropas estaban muy debilitadas por la guerra anterior. El duque de Ferrara, Hércules I de Este, que era suegro de Sforza, se negó a ayudar por miedo a enfrentarse a Venecia y a los Estados Pontificios. Solo los turcos del sultán Bajazet aceptaron ayudar, atacando por Dalmacia para distraer al ejército veneciano.
Florencia se mantiene neutral
La República de Florencia estaba preocupada por los intentos de la familia Médici de recuperar el poder y estaba en guerra con Pisa. Tanto Francia como Milán le pidieron ayuda. Los florentinos decidieron no tomar partido para evitar ataques de cualquiera de los bandos. Prometieron a Ludovico Sforza enviar ayuda una vez que tomaran Pisa, pero luego firmaron un tratado con Francia comprometiéndose a no apoyar a Sforza.
El inicio de la guerra contra Milán
El ejército francés ocupa Milán
En agosto de 1499, el ejército francés partió de Lyon. Contaba con 2600 lanceros, 8000 soldados franceses y 5000 mercenarios suizos. Bajo el mando de Louis De Ligny, Bérault Stuart d'Aubigny y Gian Giacomo Trivulzio, cruzaron los Alpes rápidamente. Entraron en el Ducado de Milán y tomaron fortalezas como Arazzo y Annone. Valenza fue entregada por su gobernador.
El jefe del ejército milanés, Galeazzo Sanseverino, se retiró a Alessandria della Paglia y fue sitiado. Sanseverino abandonó la ciudad y regresó a Milán. Alessandria fue saqueada, y los franceses continuaron avanzando, tomando Tortona, Mortara y Pavía.
Mientras tanto, los venecianos, que venían del este, tomaron Caravaggio, cruzaron el Río Adda y llegaron hasta Lodi. Esto fue posible gracias a la traición de Francesco Sanseverino, quien estaba al mando de las fuerzas milanesas en la frontera oriental y se alió con los franceses.
El florentino Paolo Vitelli tomó Cascina y sitió Pisa. El 23 de agosto, cuando estaba a punto de tomar la ciudad, una enfermedad se extendió entre las tropas de Vitelli. Levantó el asedio, desobedeciendo las órdenes de Florencia, y fue ejecutado. |
En septiembre, los turcos atacaron Zara, cruzaron el río Isonzo y llegaron hasta el Friul, intensificando su propia guerra contra Venecia. |
El 2 de septiembre, Ludovico Sforza huyó de Milán hacia Innsbruck para refugiarse con Maximiliano. Dejó la defensa del castillo a Bernardino da Corte, quien tenía suficientes provisiones para resistir varios meses. Sin embargo, cuatro días después, da Corte entregó el castillo y las tropas francesas ocuparon Milán. El resto de Lombardía fue conquistado fácilmente. Génova se rindió a los franceses, y Cremona se unió a los venecianos. Trivulzio fue nombrado gobernador del ducado. Luis XII visitó la ciudad entre el 2 de octubre y el 5 de noviembre.
Además de Milán, Luis XII también protegió al marqués de Mantua y al duque de Ferrara. Giovanni II Bentivoglio, el señor de Bolonia, también se puso bajo su protección. Florencia firmó un tratado de alianza con Francia.
El contraataque de los Sforza y su derrota
Las altas exigencias de impuestos de Trivulzio y la dureza con la que castigaba a la población hicieron que los milaneses lo odiaran. Por ello, pidieron el regreso de Ludovico.
En enero, Ludovico Sforza, al frente de un ejército de 500 borgoñones y 800 mercenarios suizos, entró en Lombardía desde el Tirol. Reconquistó Chiavenna, Bellinzona, Bellagio, Nesso, Como y finalmente Milán, mientras las fuerzas francesas se quedaban en el castillo. Sforza pagó por cada soldado francés capturado. Reforzando su ejército, Ludovico se dirigió a Pavía, dejando la defensa de Milán a su hermano Ascanio Sforza.
En abril de 1500, Louis de la Tremouille llegó de Francia con otro ejército de 10 000 mercenarios suizos y 6000 franceses. Sitiaron a Ludovico en Novara. Los mercenarios suizos del lado de Sforza se negaron a luchar contra sus compatriotas en el bando francés y se rindieron a cambio de que les pagaran sus salarios atrasados, lo cual los franceses hicieron. Abandonado por sus soldados, Sforza fue capturado y llevado a Francia, donde murió ocho años después.
Los soldados gascones, alemanes y borgoñones se dedicaron a saquear, aprovechando la situación de desorden. Al mismo tiempo, soldados del Cantón de Uri ocuparon Bellinzona, que pertenecía al Ducado de Milán. Esta acción sentaría las bases para un nuevo cantón suizo en la región del Tesino.
El cardenal Ascanio Sforza, hermano de Ludovico, intentó ayudarlo desde Milán con 600 caballeros y muchos soldados. En el camino, un ejército veneciano los obligó a retirarse al Castillo de Rivoli, donde fueron sitiados. Sin provisiones para resistir, Ascanio rindió su ejército, fue capturado y enviado a Francia.
Poco después, la ciudad de Milán se rindió al arzobispo de Rohan, el cardenal Georges d'Amboise. La ciudad evitó ser saqueada a cambio de un pago de 300 000 coronas. Trivulzio fue destituido como gobernador de la ciudad, y el sobrino del cardenal, Charles II de Amboise de Chaumont, fue el nuevo encargado.
El avance de César Borgia en la Romaña
César Borgia, con 1800 caballeros franceses y 4000 soldados suizos pagados por el Papa, se separó del ejército francés. Atacó las ciudades-estado de la Romaña, mientras los estados vecinos no intervenían por miedo a la represalia francesa.
Atacó y tomó Imola a finales de diciembre. Forli, que ofreció una fuerte resistencia bajo el mando de Catalina Sforza, fue conquistada en enero de 1501, y Catalina fue hecha prisionera, aunque la liberaron poco después. Durante este año, Rímini, gobernado por Rodolfo Malatesta, y Pésaro, por Giovanni Sforza, cayeron en poder de César Borgia. En noviembre, Faenza, gobernada por Astorre III Manfredi, fue sitiada, pero el invierno y la fuerte resistencia de sus habitantes obligaron a posponer el asedio.
Con la ayuda de fondos que el Papa había reunido para la iglesia, César Borgia reanudó el ataque a Faenza la primavera siguiente. Después de tomarla, también marchó sobre Bolonia, a pesar de que estaba bajo la protección de Francia. Luego se dirigió a Florencia y desde allí se unió al ejército francés que iba a Nápoles.
¿Qué consecuencias tuvo la Segunda Guerra Italiana?
Con el norte de Italia bajo su control y la intención de avanzar hacia Nápoles, Luis XII se vio frenado por la actitud de Austria. Después de terminar su guerra contra los suizos, Maximiliano animó a los demás príncipes electores del Sacro Imperio Romano Germánico a unirse contra Francia. Esto era una respuesta a la toma de Milán, el destino de los Sforza y las posibles ambiciones de Francia y Venecia contra Austria.
Mientras se negociaba una tregua con Austria, las tropas francesas se unieron a las florentinas en el asedio de Pisa en junio de 1500. Pisa ofreció someterse a Francia a cambio de no ser entregada a Florencia, pero Luis XII rechazó la propuesta. Este rechazo fue la razón de la retirada inesperada de las fuerzas francesas del asedio que mantenían junto a las tropas florentinas.
Finalmente, con la ayuda del hijo de Maximiliano, Felipe el Hermoso, Francia y Austria acordaron una tregua. Según las condiciones, Maximiliano reconocería a Luis como duque de Milán. A cambio, este ducado sería entregado como dote a la hija de Luis XII, Claudia, en su futuro matrimonio con el nieto de Maximiliano, Carlos. El acuerdo final se firmó en el Tratado de Trento en octubre de 1501, donde Maximiliano reconoció las conquistas francesas en el norte de Italia. Con el norte de Italia asegurado, el ejército francés marcharía hacia el sur para ocupar también el Reino de Nápoles.
El Ducado de Milán permanecería bajo control francés hasta 1512, cuando los suizos restauraron a Maximiliano Sforza en el gobierno.