Guerra italiana de 1494-1498 para niños
Datos para niños Primera Guerra de Italia |
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Guerras italianas | ||||
![]() Mapa de Italia en 1494 antes del comienzo de la guerra
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Fecha | 1494-1498 | |||
Lugar | Italia y Pirineos | |||
Coordenadas | 42°30′N 12°30′E / 42.5, 12.5 | |||
Casus belli | Invasión francesa de la península italiana | |||
Resultado | Victoria de la Liga de Venecia | |||
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La Primera Guerra de Italia (1494-1498) fue el inicio de una serie de conflictos conocidos como las Guerras italianas. En esta guerra, el rey Carlos VIII de Francia intentó reclamar el trono de Nápoles. Contó con el apoyo inicial del Ducado de Milán y la República de Génova.
Carlos VIII, que tenía poco más de veinte años, quería conquistar Nápoles. Fue animado por Ludovico Sforza, conocido como "Il Moro", quien era regente de Milán. La razón principal del conflicto fue una rivalidad entre la duquesa de Bari, Beatriz de Este, y la duquesa de Milán, Isabel de Aragón. Ambas querían controlar el Ducado de Milán para sus hijos.
Cuando Beatriz tuvo un hijo en 1493, quiso que fuera nombrado conde de Pavía. Este título era para el heredero del trono. Isabel se sintió amenazada y pidió ayuda a su padre, Alfonso II de Nápoles. Alfonso se había convertido en rey de Nápoles en 1494. Ludovico Sforza, para responder a las amenazas de Alfonso, permitió que el rey francés entrara en Italia.
Carlos VIII no solo quería aumentar sus territorios. También soñaba con iniciar nuevas Cruzadas para recuperar Tierra Santa. Este proyecto era popular entre las familias nobles europeas.
Carlos VIII, junto a su primo Luis de Orléans, logró cruzar fácilmente la península itálica. Conquistó el reino de Nápoles entre 1494 y 1495. Sin embargo, la violencia de sus tropas y mercenarios suizos preocupó a los estados italianos. Esto llevó a la formación de la Liga de Venecia.
Esta alianza incluía a la República de Venecia, los Estados Pontificios, el Sacro Imperio Romano Germánico, el Imperio español, el reino de Nápoles y el Ducado de Milán. Milán cambió de bando. Carlos VIII tuvo que retirarse y enfrentarse a un ejército más grande. Su expedición a Italia fue un fracaso. Murió en 1498 sin poder cumplir su sueño de reconquistar Nápoles.
Al año siguiente, Luis XII continuó la misma política. Él añadió a la reclamación de Nápoles la del Ducado de Milán.
Contenido
¿Cómo se desarrolló la Primera Guerra de Italia?
El rey Carlos VIII de Francia quería expandir su reino. Su plan era conquistar Nápoles y luego lanzar una nueva cruzada. Quería luchar contra el Imperio otomano para recuperar Tierra Santa. Con el apoyo de Ludovico Sforza, Carlos VIII salió de Lyon en septiembre de 1494. Llevaba un ejército de 38.000 hombres bien armados.
Avance francés en Italia
Los franceses avanzaron muy rápido. Llegaron a Asti el 9 de septiembre. Al mismo tiempo, cerca de Génova, tropas francesas y milanesas derrotaron a un ejército de 5.000 soldados aragoneses. Carlos VIII enfermó, pero entró en Génova el 6 de octubre. Mientras tanto, el duque de Milán, Gian Galeazzo Sforza, falleció.
El ejército francés siguió hacia Nápoles. Tomaron Mordano el 20 de octubre y Fivizzano el 26 de octubre. En estas ciudades hubo violencia contra civiles y soldados. Los italianos estaban asustados. Florencia fue tomada sin luchar el 17 de noviembre. Carlos VIII fue recibido por Savonarola, quien lo vio como un enviado de Dios. Los franceses salieron de Florencia el 28 de noviembre y entraron en Roma el 31 de diciembre.
En Roma, saquearon la ciudad. El Papa Alejandro VI tuvo que aceptar la obediencia al rey. Carlos VIII también pidió al Papa que le entregara al príncipe Djem, hermano del sultán Bayaceto. Djem había luchado contra su hermano y se había refugiado con el Papa. Carlos VIII esperaba usar a Djem para unir a los musulmanes contra Bayaceto. Sin embargo, Djem murió semanas después en Nápoles.
A mediados de febrero de 1495, el rey Alfonso II de Nápoles abdicó. Dejó el trono a su hijo Fernando II. Fernando tuvo que huir antes de la llegada de las tropas francesas el 22 de febrero. Muchos nobles italianos se unieron a Carlos VIII.
La rapidez de la campaña y la violencia francesa causaron hostilidad. Los venecianos y Ludovico el Moro (el nuevo duque de Milán) se dieron cuenta del peligro. Temían que Italia se convirtiera en una provincia francesa. Formaron una alianza contra Francia en el norte. Carlos VIII decidió dejar Nápoles el 20 de mayo de 1495. Dejó a Gilberto de Montpensier como virrey con una guarnición.
Luis de Orléans, que estaba en Lombardía, desobedeció órdenes. Atacó y tomó Novara el 11 de junio de 1495. La duquesa Beatriz de Este tomó el control del ducado de Milán. Ella dirigió el sitio de Novara, y la acción de Orléans no tuvo éxito.
Retirada de Carlos VIII y la Paz de Verceil
El regreso de Carlos VIII a Francia fue difícil. Salió de Nápoles con solo 9.000 hombres. Cruzó los Apeninos con su artillería. El 5 de julio, cerca de Fornovo, fue interceptado por un ejército de 35.000 hombres. Este ejército estaba comandado por Francisco II Gonzaga.
El 6 de julio, en la Batalla de Fornovo, los franceses lograron una victoria que les permitió seguir su retirada. Llegaron a Asti en mal estado. Luis de Orléans estaba atrapado en Novara. Carlos VIII fue a ayudarlo.
Se iniciaron negociaciones. La Paz de Verceil se firmó el 9 de octubre de 1495. Luis de Orléans evacuó Novara. Muchos de sus soldados estaban débiles y murieron. El tratado no fue muy beneficioso para Francia.
Mientras tanto, los franceses en Nápoles luchaban por mantener el control. Fernando II desembarcó en Calabria y los asedió en Nápoles. Montpensier se refugió en los castillos. La ayuda de Francia tardaba en llegar. Carlos VIII tenía problemas de dinero. Las fortalezas que había tomado en Toscana se vendieron a otras ciudades. Carlos VIII tuvo que devolver préstamos y no recibió más fondos.
Gilberto de Montpensier, desesperado, se dirigió a Salerno. Su ejército, con mercenarios alemanes e italianos, estaba sin comida ni paga. Fernando II los cercó en Atella. Parte de los mercenarios alemanes desertaron. Los franceses se rindieron. Muchos soldados franceses prisioneros murieron por enfermedades y hambre. Montpensier también falleció por una enfermedad.
España, que se había unido a la Liga de Venecia, atacó Languedoc en 1496. Carlos VIII negoció la paz con España. Firmaron la Tregua de Alcalá de Henares el 24 de noviembre de 1497. Carlos VIII cedió territorios a España sin recibir nada a cambio. La expedición a Italia fue un fracaso. Carlos VIII murió en 1498 sin poder cumplir sus planes.
Luis XII, duque de Orléans, lo sucedió. Él continuó las conversaciones de paz con Fernando el Católico. Firmaron el Tratado de Marcoussis el 5 de agosto de 1498.
¿Cuáles fueron los antecedentes de la guerra?
El rey Carlos VIII de Francia quería expandir su poder militar. Soñaba con incursiones en territorio otomano y en Tierra Santa.
Su primer objetivo era tener una posición fuerte en el Mar Mediterráneo. En 1481, Carlos VIII heredó derechos al trono de Nápoles. Decidió hacerlos valer cuando tuvo el apoyo de Ludovico Sforza, regente del Ducado de Milán. Ludovico necesitaba un aliado. Temía una alianza entre Florencia y Nápoles. Esta alianza podría quitarle el gobierno de Milán. Así, Ludovico animó a Carlos VIII a invadir.
Carlos VIII también tenía el apoyo de comerciantes franceses. Ellos querían expandir sus negocios en el Mediterráneo. En Florencia, algunos grupos también apoyaban a Francia. El cardenal Giuliano della Rovere, enemigo del Papa Alejandro VI, también impulsó la invasión.
El rey francés ya había hecho paces con sus vecinos. Firmó tratados con los ingleses (Tratado de Étaples), aragoneses (Tratado de Barcelona) y borgoñones (Tratado de Senlis). Por eso, Carlos se sintió seguro para conquistar Nápoles.
Por su parte, el rey Fernando I de Nápoles se preparó para la defensa. Buscó el apoyo del Papa Alejandro VI y de Pedro II de Médicis. Pero el rey napolitano murió en enero de 1494. Su hijo, Alfonso II, lo sucedió. Alfonso era enemigo de Ludovico. Carlos VIII se proclamó rey de Sicilia Citerior. Pidió la aprobación del Papa. Pero Alejandro VI apoyó a Alfonso y lo coronó rey el 8 de mayo de 1494.
La "Guerra del Yeso"

En Lyon se reunió un gran ejército de 38.000 hombres. Tenían la mejor artillería de Europa. Otros 10.000 hombres, al mando de Luis de Orléans, se concentraron en Marsella. El rey Carlos VIII entró en la península italiana en septiembre de 1494. No encontró oposición en Saboya ni Montferrato. Venecia y Módena-Ferrara se mantuvieron neutrales. Así comenzó la campaña italiana, rompiendo el sistema de alianzas de la época.
Las tropas francesas cruzaron el Milanesado sin problemas. Allí, el duque Gian Galeazzo Sforza falleció en octubre de 1494. Su tío, Ludovico el Moro, lo sucedió. Los franceses vencieron fácilmente la resistencia de Nápoles y el Papado. El ejército de Nápoles fue derrotado en Rapallo. El ejército papal se retiró. Florencia también cayó, debilitada por una revuelta interna. Esto permitió a los franceses entrar en Toscana.
Durante varios meses, los ejércitos franceses avanzaron por Italia sin oposición. Los líderes militares de las ciudades-estado italianas no pudieron resistirlos. Al contrario, muchos se unieron a ellos.
El 27 de diciembre de 1494, Carlos VIII llegó a Roma. El Papa, cercado en Sant'Angelo, tuvo que rendir la ciudad. El rey francés presionó al Papa para que lo coronara soberano de Sicilia Citerior. También le pidió que su hijo César Borgia fuera líder militar en la próxima campaña. El Papa aceptó lo segundo, pero César logró escapar de Roma.
En esas fechas, el rey francés se reunió con el embajador español Antonio de Fonseca y Ayala. El embajador le recordó un tratado que prohibía atacar los territorios del Papa. Le pidió negociar con Fernando el Católico. Carlos respondió que primero tomaría Sicilia Citerior. El embajador rompió el documento en señal de protesta y se fue. El 28 de enero de 1495, Carlos VIII marchó hacia el Reino de Sicilia Citerior. Fernando el Católico consideró esto una razón para usar la fuerza.
Alfonso II de Sicilia Citerior pidió ayuda a Fernando el Católico. Pero las condiciones de Fernando eran muy duras. Alfonso abdicó en favor de su hijo Fernando II. Fernando no pudo detener a los franceses.
La campaña de Carlos terminó con su entrada en Nápoles el 20 de febrero de 1495. Durante su avance por Italia, los oficiales franceses marcaban las casas con yeso para uso militar. Por eso, a esta rápida campaña se le llamó la "Guerra del Yeso".
Fernando II logró escapar del país. Se refugió en Sicilia Ulterior. Pidió ayuda a Fernando el Católico, quien le puso las mismas condiciones que a su padre. Fernando II tuvo que aceptarlas. Esto incluía pagar los gastos de la guerra y ceder cinco ciudades en el sur de Calabria.
La Liga de Venecia y la reconquista
Ludovico el Moro, duque de Milán, había llamado a los franceses. Pero ahora temía el poder francés. En marzo de 1495, creó una alianza para expulsarlos: la Liga de Venecia. Se unieron Venecia, el rey Maximiliano I del Sacro Imperio Romano Germánico, el rey Fernando II de Aragón, y el Papa. El capitán general de la Liga fue Francisco II Gonzaga, marqués de Mantua. La violencia de las tropas francesas en las ciudades ocupadas contribuyó a esta alianza.
Carlos VIII se dio cuenta del peligro. Emprendió la retirada hacia Francia. Dejó a Gilberto de Montpensier como virrey de Sicilia Citerior con 10.000 soldados. Temiendo ser bloqueado, se apresuró. El 6 de julio, en Fornovo, tuvo que luchar contra la Liga. Aunque sufrió menos bajas, fueron graves. Se retiró a Asti. La guarnición de Novara se rindió el 25 de septiembre de 1495. El 9 de octubre de 1495, el rey francés firmó un acuerdo. Retiró sus tropas del norte de Italia.
En el sur, Fernando II recuperó Sicilia Citerior con apoyo español y veneciano. El resto del ejército francés se rindió en Atella el 23 de julio de 1496. Pero el rey napolitano Fernando falleció en septiembre. El trono pasó a su tío Federico I.
El Gran Capitán en acción
Los Reyes Católicos decidieron enviar un ejército a Sicilia Citerior en abril de 1495. Eligieron como comandante a Gonzalo Fernández de Córdoba. Él había destacado en la Guerra de Granada. Más tarde sería conocido como el Gran Capitán. Reclutó hombres con experiencia en guerras recientes. Una parte del ejército, al mando del conde de Trivento, se unió a las tropas sicilianas. Conquistaron Reggio el 4 de mayo de 1495.
Batalla de Seminara
El 24 de mayo de 1495, Gonzalo de Córdoba llegó a Mesina. Dos días después, desembarcó en Calabria con 2.000 soldados de infantería y 300 jinetes. Estableció su cuartel general en Reggio. Su oponente era Bérault Stuart, quien tenía más soldados.
Córdoba decidió no luchar en campo abierto. La caballería francesa era superior. En cambio, usó tácticas de guerra de guerrillas: ataques sorpresa y emboscadas. Esto funcionó bien en los terrenos montañosos. También usó la artillería para conquistar Fiumara y Santa Ágata. Luego tomó Seminara el 6 de junio de 1495, con ayuda de una revuelta popular.
Córdoba siguió desgastando al enemigo. Consolidó sus posiciones y mantuvo el contacto con Sicilia Ulterior. Stuart agrupó sus fuerzas y marchó para capturar Seminara o Tropea. Provocó a Fernando II para que luchara.

El 28 de junio de 1495, Stuart estaba cerca de Seminara. Córdoba aconsejó a Fernando II no luchar. Pero el joven rey, impulsivo, decidió pelear. Ordenó a Córdoba que lo apoyara.
El enfrentamiento ocurrió junto al río Petrace. La caballería francesa cruzó el río. Los jinetes españoles no podían enfrentarlos directamente. Usaron ataques y retiradas rápidas. Pero la infantería nativa, inexperta, pensó que los españoles huían y abandonó el campo de batalla. La retirada fue inevitable. La infantería española se sacrificó para permitir una retirada ordenada. D'Aubigny dejó marchar a los hispano-sicilianos, que se refugiaron en Seminara.
Campañas en Calabria y Nápoles
Fernando II fue a Mesina y Gonzalo de Córdoba a Reggio. Córdoba aprendió de la derrota. Decidió evitar enfrentamientos abiertos. Hizo cambios en sus tropas. Reemplazó a los ballesteros por arcabuceros. Dio más importancia a la infantería. También usó más artillería para tomar fortalezas.
Los españoles volvieron a la guerra de desgaste. El enemigo se atrincheró. Recibieron refuerzos de 300 soldados gallegos. Córdoba conquistó pequeñas ciudades alrededor de los ejércitos de D'Aubigny. Estableció su campamento de invierno en Nicastro.
Mientras tanto, Fernando II desembarcó en Nápoles. Con una revuelta popular, tomó la ciudad el 7 de julio de 1495. También tomó Capua, Aversa y Aquila. Montpensier se retiró al norte y se estableció en Atella.
El príncipe de Bisignano preparó una emboscada para Córdoba. Pero los exploradores españoles descubrieron la trampa. Gonzalo fingió no saber nada. Luego rodeó a los emboscados y los derrotó. Conquistó la villa y el castillo de Morano.
Después de estas victorias, Córdoba decidió marchar hacia Atella. Se unió a las tropas de Fernando II y la Liga.
Asedio de Atella
En el campamento aliado cerca de Atella, Gonzalo de Córdoba se unió a Fernando II y César Borgia. Las fuerzas combinadas no podían vencer a los franceses. Gonzalo notó unos molinos que daban agua y harina a los sitiados. Decidió privar al enemigo de esos molinos.
En el enfrentamiento del 1 de julio de 1496, los soldados españoles atacaron con fuerza. Hicieron retroceder a los defensores. La caballería española cortó su retirada. Los franceses fueron casi aniquilados. La caballería francesa salió de la ciudad. El Gran Capitán reagrupó sus fuerzas. Los franceses se refugiaron en la ciudad. Los españoles tomaron los molinos.
En los días siguientes, los aliados tomaron otras posiciones alrededor de Atella. El cerco se hizo más fuerte. Sin alimentos, Montpensier se rindió. François D'Allegre acordó una tregua de 30 días y luego también capituló. Los 5.000 hombres que salieron de la ciudad tuvieron que caminar 100 kilómetros. Sufrieron una epidemia. Solo sobrevivió una décima parte. La enfermedad afectó a Montpensier, quien murió después.
D'Aubigny, aislado en el sur, también se rindió a Córdoba. Los príncipes de Salerno y Bisignano hicieron lo mismo. Por su éxito, Gonzalo Fernández de Córdoba fue nombrado virrey de Calabria.
Asedio de Ostia
El joven Fernando II murió sin herederos el 7 de septiembre de 1496. El Papa Alejandro VI decidió apoyar al tío del fallecido, Fadrique. El nuevo rey era amigo de Francia. Quiso cambiar la política del reino. El Gran Capitán consolidó el control militar.
El 14 de enero de 1497, el ejército del Papa fue derrotado. La situación se complicó cuando Menaldo Guerri, un pirata al servicio de los franceses, tomó el control de Ostia. Este puerto era vital para el abastecimiento de Roma. La ciudad se quedó sin suministros. El Papa Alejandro VI pidió ayuda al Gran Capitán. Gonzalo de Córdoba fue a Ostia con 1.500 soldados y artillería.
El enemigo se atrincheró en el castillo. Córdoba lo rodeó para asegurar su rendición. Después de tres días de bombardeos, los defensores resistían. El 9 de marzo, la artillería abrió fuego contra una parte débil de la muralla. Cuando se derrumbó, los atacantes intentaron entrar. Los defensores fueron a cerrar la brecha. Otro grupo de atacantes aprovechó para asaltar por el lado opuesto. Así acorralaron a los hombres de Guerri y lograron la victoria.
Seis días después, los vencedores desfilaron por Roma. El pirata iba cautivo. El Papa recibió al Gran Capitán y le dio la Rosa de Oro, una alta condecoración.
Últimos eventos
Después de tomar Roccaguglielma, Córdoba regresó a Nápoles. Fue recibido con honores por la población y el rey Fadrique. El rey le dio los ducados de Terranova y Monte Santangelo.
En agosto de 1497, Antonello Sanseverino inició una rebelión contra Fadrique en Calabria. El Gran Capitán fue a Diano con 500 españoles y 500 alemanes. La situación terminó con la detención de los líderes rebeldes.
El 7 de abril de 1498, Carlos VIII de Francia murió en un accidente. Lo sucedió Luis XII. Él inició conversaciones de paz con Fernando el Católico. Firmaron el Tratado de Marcoussis el 5 de agosto de 1498.
El conflicto entre España y Francia terminó oficialmente. Fadrique quiso negociar con el rey Fernando sobre las ciudades de Calabria. Fernando no cedió, y las tropas españolas se quedaron en el sur de Italia. Esto rompió las relaciones con Nápoles. La Liga de Venecia se disolvió cuando Roma y Venecia buscaron acercarse a Francia.
Véase también
En inglés: Italian War of 1494–1495 Facts for Kids