Historia de la República Checa para niños
La Historia de la República Checa, también conocida como Chequia, es el relato de un país en Europa Central. Este país incluye territorios que antes eran Moravia, Bohemia y una pequeña parte de Silesia.
Contenido
Prehistoria de Chequia
Los territorios checos, que incluyen Bohemia, Moravia y Silesia, han estado habitados desde hace mucho tiempo. Las pruebas más antiguas de vida humana aquí son de la Edad de Piedra, hace unos 28.000 años antes de Cristo.
Los celtas llegaron a esta tierra en el siglo III a.C. Eran de la tribu de los boyos, y se cree que de ahí viene el nombre de Bohemia. Estudios de ADN sugieren que la mayoría de la población actual tiene raíces celtas, aunque a lo largo de los siglos se han mezclado con otros grupos.
A principios del siglo I a.C., llegaron las primeras tribus germanas. Hallazgos recientes muestran que las legiones romanas llegaron hasta cerca de la ciudad actual de Olomouc, en el centro de Moravia.
Edad Antigua en Chequia
Primeros asentamientos eslavos
En el siglo V, las tribus eslavas llegaron a las regiones de Bohemia y Moravia. Se establecieron pacíficamente, organizándose en aldeas circulares llamadas okrouhlice. Su economía se basaba en la agricultura.
Durante el siglo VI, los ávaros invadieron la zona y dominaron a las tribus eslavas. Formaron un gran imperio entre los ríos Elba y Dniéper.
En el siglo VII, hubo un primer intento de crear un estado uniendo a las tribus eslavas. Esto fue para protegerse de los ataques ávaros. Así nació el reinado de Samo en el año 625. Este estado duró hasta el año 658, cuando los ávaros fueron finalmente expulsados de la región.
Edad Media en Chequia
El Imperio de la Gran Moravia
En el siglo IX, las tribus de Moravia se unieron al imperio de Carlomagno. Esto creó un nuevo estado que dependía de Carlomagno. Carlomagno logró unir a estas tribus. Sin embargo, fueron sus sucesores, Mojmír I, Ratislav I y Svatopluk, quienes convirtieron la región en un reino independiente.
Este reino extendió sus tierras por el oeste de Eslovaquia, Bohemia, Silesia, parte de Polonia y el oeste de Hungría. Así se formó el Imperio de la Gran Moravia, que tuvo fuertes conflictos con los francos y los húngaros.
En la década de 870, el príncipe Borivoj construyó su castillo en Praga. Esta ciudad se convirtió en el centro principal de su familia. En esta época, llegaron Cirilo y Metodio, enviados por el emperador de Bizancio. Con ellos, se adoptaron el alfabeto cirílico y las costumbres de la Iglesia cristiana de Oriente.
Cuando Metodio falleció en 885, el imperio pasó a estar bajo la influencia de la Iglesia católica de Roma. En el año 950, el rey alemán Otón I conquistó Bohemia y la añadió al Sacro Imperio Romano Germánico.
El Reino de Bohemia
Durante los siglos X al XIII, gobernó la familia de los Premyslidas. Fue un tiempo de unión y crecimiento para las tribus de Bohemia. En el año 924, el príncipe Venceslao llegó al poder. Fue asesinado en 935 por su hermano Boleslav. Venceslao fue declarado santo más tarde y, como San Venceslao, se convirtió en el protector de los Países Checos. Un monumento importante de esta época es la Basílica de San Jorge, en el Castillo de Praga.
En 1085, el príncipe premislida Vratislav II recibió el título personal de rey. Pero los Países Checos no tuvieron un rey hereditario hasta los tiempos de Ladislao II en 1158. En el siglo XIII, comenzaron a fundarse ciudades como Brno, Znojmo o Poděbrad. También surgieron ciudades reales como Jihlava, Hradec Králové, České Budějovice, Pilsen u Olomouc.
La familia de los Premyslidas terminó con el asesinato de Wenceslao III de Bohemia en el año 1306.
Carlos IV
En el año 1310, Juan de Luxemburgo subió al trono checo. Se casó con Eliška Přemyslovna, hija del rey Wenceslao II de Bohemia. Su hijo Carlos se convirtió en rey checo en 1346 y fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1355.
Durante su reinado, los Países Checos tuvieron un gran desarrollo. En 1347, se fundó en Praga la universidad más antigua de Europa Central, que hoy se llama Universidad Carolina. Además, Carlos IV sentó las bases de la Praga gótica. Fundó la Ciudad Nueva de Praga y el Castillo. También mandó construir el puente de piedra sobre el río Moldava que lleva su nombre (Puente de Carlos). Este puente es, hasta hoy, un símbolo de la ciudad. Praga se convirtió en el centro del imperio y, con unos 40.000 habitantes, era una de las ciudades más grandes de Europa.
La rebelión husita
A principios del siglo XV, durante el reinado de Wenceslao IV, hijo de Carlos IV, surgieron voces que se oponían a las injusticias de la Iglesia y pedían cambios. La persona más importante de este movimiento fue el maestro Jan Hus, rector de la universidad de Praga. Sus ideas, que se parecían a las del protestantismo, no gustaron a la Iglesia, pero tuvieron mucho apoyo en todo el país.
Hus fue llamado en 1414 a Constanza para presentarse ante un tribunal de la Iglesia, acusado de herejía. A pesar de las presiones y de ser encarcelado, Hus no cambió sus ideas. El 6 de julio de 1415, fue quemado por decisión del concilio.
Cuando la noticia de la muerte de Hus llegó a Bohemia, la rivalidad entre los husitas (que apoyaban las ideas de Hus) y los católicos se convirtió en un conflicto abierto. La defenestración de los consejeros y alcaldes desde las ventanas del ayuntamiento de Praga, y la reunión de husitas en ciudades y campos, marcaron el inicio de la revolución y las guerras que le siguieron. En 1420, los rebeldes fundaron la ciudad de Tábor, que se convirtió en el centro de la revolución husita.
La Iglesia reaccionó a los eventos en los países checos a partir de 1420. Desde entonces hasta 1431, organizó cinco cruzadas. Todas fueron derrotadas por el ejército husita, liderado por Jan Žižka. Pero el bando husita tuvo conflictos internos entre los más radicales y los que buscaban un acuerdo con el emperador y la Iglesia. Estas disputas llevaron a la batalla de Lipany en 1434. Finalmente, en 1436, se llegó a un acuerdo con el emperador Segismundo de Luxemburgo y con el reino de Bohemia.
En 1448, Jorge de Podiebrad fue elegido regente y en 1458, rey. Como utraquista, fue el primer rey protestante de Europa. Impulsó la creación de una Iglesia reformada, las Unidades Fraternales. También intentó promover en Europa la necesidad de crear una unión para evitar futuras guerras.
Edad Moderna en Chequia

Cuando este "rey husita" falleció, la familia polaca de los Jagellón subió al trono checo. Gobernaron hasta el año 1526. Después de la muerte del rey Luis de Jagellon en la batalla de Mohács, el católico Fernando I de Austria fue elegido rey checo.
Los años siguientes estuvieron marcados por conflictos entre los nobles protestantes de Bohemia y la casa de los Habsburgo. Sin embargo, durante el gobierno de Rodolfo II (1576-1609-1611-1692), Praga volvió a ser un centro importante del imperio y uno de los lugares culturales más destacados de Europa.
A pesar de esto, a su muerte, surgieron de nuevo los conflictos entre católicos y defensores de las reformas. Esto culminó con un levantamiento contra Matías, el hermano y sucesor de Rodolfo. Matías fue acusado de no cumplir las promesas de tolerancia religiosa y de no devolver ciertos privilegios.
Esta rebelión, como la husita, comenzó con una defenestración. El 23 de mayo de 1618, los virreyes fueron arrojados por una ventana del Castillo. Luego, se eligió un rey checo. Pero las tropas católicas aplastaron la "rebelión de los estados" en la batalla de la Montaña Blanca (en checo: Bílá hora). Esto dio inicio, por un lado, a una fuerte "recatolización" de un país que era 90% protestante, y por otro, a la guerra de los Treinta Años.
Con la Paz de Westfalia en 1648, el destino checo quedó sellado. El pueblo perdió sus derechos y propiedades a manos de una monarquía que no permitía otras religiones y que perseguía cualquier señal de protestantismo. La capital se trasladó a Viena.
Además, la guerra redujo drásticamente la población del país (de 3 millones a 800.000 habitantes). Los pensadores checos más importantes tuvieron que irse al exilio, y los que se quedaron fueron obligados a convertirse al catolicismo. El exiliado más importante fue sin duda Jan Amos Comenius (en checo: Jan Amos Komenský). Por otro lado, destacan los hermosos monumentos barrocos de esta época de recatolización (especialmente la primera mitad del siglo XVIII), tanto en la arquitectura popular como en la religiosa.
Esta situación duró más de cien años, tiempo durante el cual la cultura checa fue influenciada por la alemana. Las reformas del emperador José II (1780-1790) trajeron un progreso importante: prohibió la Compañía de Jesús y la tortura, separó el poder judicial del ejecutivo y, en 1781, eliminó la servidumbre y permitió la tolerancia religiosa. Sin embargo, al mismo tiempo, la administración se centralizó en Viena y la enseñanza superior y los órganos de gobierno se hicieron más alemanes.
Edad Contemporánea en Chequia

En el siglo XIX, Bohemia y Moravia crecieron mucho gracias a la industria. Esto hizo que muchos campesinos checos se mudaran a las grandes ciudades, que estaban pobladas principalmente por alemanes, buscando una vida mejor. Esta situación fue aprovechada por los intelectuales y periodistas de la época para fomentar un mayor sentimiento nacionalista en el pueblo checo.
En 1848, los checos se unieron a las revoluciones que ocurrieron en Europa. Praga fue la primera ciudad de Austria en levantarse contra el gobierno central, buscando cambios y la unión de checos y eslovacos. Sin embargo, después de la formación del Imperio austrohúngaro en 1867, las esperanzas checas de que los territorios de la Corona de San Wenceslao fueran tratados igual que Austria y Hungría se vieron frustradas. Esto aumentó el sentimiento nacionalista y el descontento.
Algunas señales de este resurgimiento cultural fueron los primeros periódicos checos en la década de 1880, el inicio de las obras de teatro en checo en la misma época, la división de la Universidad Carolina en una sección alemana y otra checa (1882), o la construcción del Teatro Nacional de Praga en 1883, financiada por donaciones populares.
Checoslovaquia
El 28 de julio de 1914, estalló la Primera Guerra Mundial. El sueño de un estado checoslovaco independiente volvió a tomar fuerza, liderado por el profesor Tomás Masaryk. Tras la desintegración del Imperio austrohúngaro, Masaryk logró fundar un estado independiente y soberano el 28 de octubre de 1918. Fue elegido primer presidente el 14 de noviembre de 1918. En ese momento, Checoslovaquia estaba formada por Bohemia, Moravia, Eslovaquia, parte de Silesia y Rutenia subcarpática.
El 29 de febrero de 1920, se aprobó la primera constitución checoslovaca, basada en las de Estados Unidos y Francia. A pesar de esto, eran tiempos de inestabilidad política. Esta inestabilidad solo fue calmada por el gran desarrollo económico que hizo de Checoslovaquia una de las diez economías más fuertes del mundo, con una industria muy desarrollada.
Hacia 1929, la inestabilidad interna era impulsada por movimientos que buscaban la autonomía eslovaca y por el descontento de los más de 3 millones de personas de habla alemana que vivían en los Países Checos. Ellos habían perdido sus privilegios tras la caída del Imperio austrohúngaro. A esto se sumó la gran depresión de 1930 que comenzó a afectar a Checoslovaquia en 1932. La producción industrial cayó un 60%, lo que causó la pérdida de millones de empleos y la emigración de muchos eslavos, dando origen al movimiento nacionalista eslovaco.
Protectorado de Bohemia y Moravia
En este contexto, muchos habitantes de Bohemia que hablaban alemán se unieron a las ideas nacionalistas del país vecino. Esta situación fue aprovechada por Adolf Hitler, quien amenazó al entonces presidente Edvard Beneš y lo obligó a entregar los Sudetes, regiones fronterizas con mayoría de población alemana.
Esta acción fue apoyada en un acuerdo en Múnich (Acuerdos de Múnich), al que se unieron Inglaterra y Francia, el 29 de septiembre de 1938. Ellos no querían entrar en guerra con Alemania para defender a Checoslovaquia. Abandonado por Inglaterra y Francia, Beneš cedió a las presiones de Hitler, quien anexó estos territorios a Alemania.
El país se dividió y Eslovaquia se convirtió en un estado bajo el control del régimen nacionalsocialista en 1939. Muchos checos fueron ejecutados para eliminar la resistencia, y decenas de miles de judíos checos y eslovacos perdieron la vida en campos de concentración. Aprovechando la debilidad del gobierno del presidente Beneš, Polonia y Hungría también reclamaron territorios. Estos fueron cedidos por miedo a una invasión a gran escala de los alemanes, lo que finalmente ocurrió. Los alemanes ocuparon la desintegrada Checoslovaquia, creando el Protectorado de Bohemia y Moravia. El presidente Beneš tuvo que huir a Londres, donde formó un gobierno en el exilio.
República Socialista de Checoslovaquia
En 1945, en la Conferencia de Yalta, donde participaron Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Soviética, se acordó que Checoslovaquia pasaría a formar parte de la influencia soviética. El Ejército Rojo marchó hacia Praga en mayo de 1945. Pero antes de que llegaran, y sabiendo la resistencia checa que los soviéticos venían del este, se rebelaron y lograron expulsar a los alemanes un día antes de que el Ejército Rojo entrara en la ciudad.
Una vez liberado el territorio checoslovaco, volvió a ser un estado independiente, pero esta vez bajo la influencia de la Unión Soviética. Durante este tiempo, muchos alemanes y colaboradores húngaros fueron expulsados.
En 1946, el Partido Comunista de Checoslovaquia (PCCh) ganó las elecciones con el 36% de los votos. Checoslovaquia recuperó los territorios que tenía en 1918, excepto Rutenia, que fue cedida a la Unión Soviética. El presidente Beneš regresó de su exilio y compartió el gobierno con el PCCh, pero por falta de apoyo, renunció a su cargo en 1948.
El PCCh comenzó a aplicar reformas para seguir la política estalinista y aprobó una nueva constitución. Basándose en ella, la mayoría de los partidos políticos fueron declarados ilegales, y los demás quedaron bajo el control del PCCh. Gran parte de las propiedades e industrias fueron nacionalizadas, y muchos oponentes políticos fueron encarcelados o ejecutados.
Hacia 1956, la Unión Soviética redujo su presencia militar en la región y suavizó su política. Los presos políticos fueron liberados y en 1960 se aprobó una nueva constitución que convirtió a Checoslovaquia en una república socialista.
La Primavera de Praga
En 1968, el eslovaco Alexander Dubček asumió el liderazgo del Partido Comunista. Con el permiso del nuevo presidente de la república, Ludvík Svoboda, inició reformas. Estas reformas buscaban una democracia más completa, libre y humana, y este período se conoce como la Primavera de Praga. Entre las muchas reformas, destacó la ampliación de la libertad de prensa y de expresión.
El bloque comunista no aceptó estos cambios. En la noche del 20 al 21 de agosto, las tropas del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia, poniendo fin a estas reformas. Dubček fue detenido y deportado. Otros 14.000 funcionarios del PCCh fueron expulsados del partido, y 500.000 de sus seguidores perdieron sus empleos. La opresión regresó a Checoslovaquia y permaneció allí durante los siguientes 20 años, un período conocido como "normalización".
La Revolución de Terciopelo
En 1989, pocos días después de la caída del Muro de Berlín, la Asociación de estudiantes independiente y las juventudes comunistas de Praga organizaron una manifestación. Era en memoria de nueve estudiantes asesinados en 1939. Esta manifestación no fue autorizada y fue fuertemente reprimida por el ejército.
Una grabación difundida el 17 de noviembre mostró la fuerza del ejército contra una marcha pacífica de más de 50.000 personas. Esto provocó más manifestaciones y el debilitamiento del gobierno comunista.
Los líderes de la oposición, encabezados por Václav Havel, formaron una unión llamada Foro Cívico. Negociaron la salida del partido comunista del gobierno el 3 de diciembre de 1989. Esto se conoció como la Revolución de Terciopelo (Sametová revoluce) porque no hubo víctimas.
Checoslovaquia comenzó reformas para unirse de nuevo a la economía europea. Se eliminaron las leyes de la época comunista, se dio mayor libertad de prensa y de expresión, y más libertad política. Las tropas soviéticas se retiraron en 1991. Pero los gobernantes no lograron mantener la unión con los eslovacos, y las intenciones de separación resurgieron.
República Checa
El 1 de enero de 1993, se llevó a cabo una separación pacífica. Así nacieron las actuales República Checa y Eslovaquia. La República Checa ingresó en 1999 en la OTAN y, junto a otros nueve países, a la Unión Europea (UE) el 1 de mayo de 2004.
En octubre de 2008, se celebraron las elecciones regionales y del Senado. El Partido Socialdemócrata checo (ČSSD) ganó en todas las regiones, excepto en Praga, donde no hubo elecciones.
Hasta 2017, el Partido Socialdemócrata Checo o el Partido Cívico Democrático lideraban los gobiernos de la República Checa. En octubre de 2017, el movimiento populista ANO 2011, liderado por el segundo hombre más rico del país, Andrej Babiš, ganó las elecciones con el triple de votos que su rival más cercano, los Demócratas Cívicos de centro-derecha. En diciembre de 2017, el presidente checo, Miloš Zeman, nombró a Andrej Babiš como nuevo primer ministro.
Tras los resultados de las elecciones de octubre de 2021, Petr Fiala fue elegido nuevo primer ministro. Formó un gobierno de coalición con la Alianza SPOLU (Partido Democrático Cívico, KDU-ČSL y TOP 09) y la Alianza de Piratas y Alcaldes. En estas elecciones, el movimiento ANO fue derrotado por un pequeño margen.
Galería de imágenes
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Antonín Dvořák, figura destacada del renacimiento cultural checo.
Véase también
En inglés: History of the Czech lands Facts for Kids