Fake news para niños
Se conocen como fake news (pronunciado [fejk ɲuːz]), noticia falsa, noticia falseada, infundio, filfa o, coloquialmente, paparrucha, al tipo de bulo que consiste en un contenido seudoperiodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales y que tiene como objetivo desinformar a un público en específico.
Se diseña y emite con la intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganancias económicas o rédito político. Al presentar hechos falsos como si fueran reales, es considerada una amenaza a la credibilidad de los medios de comunicación «serios» y los periodistas profesionales, a la vez que un desafío para el público receptor.
Hacia 2020, la Fiscalía General del Estado de España emitió un documento bajo el título «Tratamiento penal de las “fake news”», en el que se enumeran algunos de los actos punibles, según la jurisprudencia española, vinculados a la propagación deliberada de falsa información.
La difusión de noticias falsas con el objeto de influir en las conductas de una comunidad tiene antecedentes desde la antigüedad, pero dado que su alcance está relacionado directamente con los medios de reproducción de información propios de cada etapa histórica, su área y velocidad de propagación resultaba escasa en las etapas históricas previas a la aparición de los medios de comunicación de masas. El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación permitió que la dispersión de noticias falsas, y su utilización para fines políticos se transformara en una preocupación global. Existe documentación que acredita que en la Segunda Guerra Mundial, Joseph Goebbels, hombre de confianza de Adolf Hitler, difundía mensajes falsos sobre la oposición con la intención de crear desconfianza. A partir de fines del siglo XX, la difusión deliberada de información falsa se expandió a diversas áreas del conocimiento que de uno u otro modo son del interés del público, como los temas vinculados a la salud, la energía, etc.
Las noticias ficticias publicadas en medios satíricos, si bien a veces desinforman, no son consideradas como desinformación en sentido estricto, ya que su objetivo humorístico, su falsedad evidente y el contexto del medio en que se emiten no llevan a confusión a los lectores. Las notas de las publicaciones El Deforma, The Onion, Charlie Hebdo, Barcelona, El Mundo Today o Actualidad Panamericana son ejemplo de este tipo de noticias ficticias.
La expresión fake news fue elegida «Palabra del año 2017» por el diccionario Collins, y noticias falsas fue candidata a «palabra del año 2017» de la Fundéu.
Contenido
Ejemplos en la historia
En el siglo I a. C., Augusto emprendió una campaña de desinformación contra su rival Marco Antonio, acusándole de ser marioneta de la reina egipcia Cleopatra VII. Además, hizo público el supuesto testamento de Marco Antonio, en el que se declaraba, entre otras cosas, que a su muerte quería ser enterrado en Alejandría. Aunque el documento pudo ser falsificado por Augusto, desató la indignación entre la población romana. Tras su derrota en la Batalla de Accio y habiendo escuchado falsos rumores de que Cleopatra se había quitado la vida, Marco Antonio decidió hacer lo mismo.
El Gran incendio de Roma, sobre cuyo origen aún existen dudas, derivó en julio de 64 en una de las más recordadas persecuciones a los cristianos. Según la versión más difundida, entre el pueblo de Roma corrieron rumores que afirmaban que el emperador Nerón había ordenado que se provocara el incendio que destruyó una gran parte de la ciudad. A fin de desviar las sospechas que caían sobre él, Nerón acusó a los cristianos.
Luego del descubrimiento de América, se difundieron en Europa relatos acerca de sitios de inmensa riqueza, como los que dieron forma a la leyenda del País de Jauja, la Ciudad de los Césares o El Dorado. Estos relatos, en ocasiones en forma de romance, se difundían oralmente en las ferias y mercados, con el objeto de impulsar a los hombres a unirse a las tripulaciones que viajaban a América. Ya avanzada la etapa de la colonización, se produjeron informes y escritos que describían a los habitantes originarios como seres sin ningún tipo de valor, depositarios de todos los vicios, por lo que quedaban justificadas todas las acciones de los conquistadores contra ellos.
Un caso de noticias falsas fue el Gran Engaño de la Luna de 1835. El New York Sun publicó seis artículos firmados por un astrónomo ficticio, Andrew Grant, supuesto colega de John Herschel. Según el engaño, Herschel había descubierto la existencia de vegetación, ríos y diferentes animales en la Luna. Los artículos de ficción atrajeron con éxito a nuevos suscriptores, y el periódico admitió el mes siguiente que la serie había sido un engaño. Tales historias estaban destinadas a entretener a los lectores y no a engañarlos, por lo que las ventas no sufrieron agravios tras destaparse la verdad.
Ya en el siglo XX, la propaganda nazi incorporó las técnicas de comunicación de masas más avanzadas de su tiempo, como la radio, para distribuir sus mensajes atrayendo amplias capas sociales. Medios de prensa escrita como Der Stürmer y Der Angriff afirmaban que los enemigos políticos del régimen, especialmente los judíos, eran responsables del malestar y las dificultades que enfrentaba la sociedad alemana en el período de entreguerras, logrando así el consenso, la aprobación y la colaboración de miles de personas.
Respuesta
En marzo de 2018, Google lanzó Google News Initiative (GNI) para combatir la propagación de noticias falsas. Lanzó GNI bajo la creencia de que el periodismo de calidad y la identificación de la verdad en línea son cruciales. GNI tiene tres objetivos: «elevar y fortalecer el periodismo de calidad, desarrollar modelos comerciales para impulsar el crecimiento sostenible y empoderar a las organizaciones de noticias a través de la innovación tecnológica». Para lograr el primer objetivo, Google creó el Disinfo Lab, que combate la difusión de noticias falsas en momentos cruciales como elecciones o noticias de última hora. La compañía también está trabajando para ajustar sus sistemas para mostrar contenido más confiable en momentos de noticias de última hora.
En España, Maldita.es y Newtral, son dos proyectos llevados a cabo por periodistas independientes que tienen como objetivo verificar las informaciones que reciben por parte de los propios usuarios, que se comunican con ellos a través de las redes sociales.
Los legisladores argelinos aprobaron en abril de 2020 una ley que penaliza las «noticias falsas» consideradas perjudiciales para el «orden público y la seguridad del Estado». En Singapur se aprobó una ley similar en 2019, aunque esta fue criticada por políticos de oposición, grupos de derechos humanos, periodistas y académicos.
Autorregulación y control
La preocupación por la influencia de noticias falsas en algunos momentos políticos clave, como los procesos electorales por ejemplo, ha llevado a varios líderes mundiales a impulsar legislación para el control de la difusión de información falsa en las redes sociales. Entre otros, Angela Merkel impulsó una ley que aplica altas multas a las plataformas que no eliminen en un plazo de 24 horas mensajes de odio, xenofobia o noticias falsas, y Emmanuel Macron anunció recientemente una ley que se aplicará sobre los contenidos emitidos por medios audiovisuales y redes sociales.
Este problema se discutió en una sesión plenaria del Parlamento Europeo. El debate se desarrolló entre quienes sostienen que deben implementarse controles y supervisión estrictos, considerando los riesgos que los contenidos falsos implican para las democracias liberales, y quienes sostienen que estos controles representan una forma de censura, los que representaría un retroceso en cuanto a los derechos a la libre expresión. Una tercera argumentación apunta a la autorregulación y al desarrollo de acciones para que los lectores puedan detectar la información verdadera de aquella que no lo es.
En los últimos tiempos, se han desarrollado numerosas acciones que buscan que las personas incrementen su nivel de atención y discernimiento sobre las noticias que reciben, a fin de detectar las noticias falsas y evitar su divulgación. Facebook distribuyó un decálogo de claves que permitirían identificar contenido falso, y en algunos medios de prensa se publicaron las direcciones de portales web especializados en detectar contenido falso. La Unesco publicó también un manual, «Periodismo, noticias falsas y desinformación», con el objetivo de fortalecer la educación periodística frente al problema global emergente de la desinformación.
Identificación de noticias falsas
La Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones de Bibliotecas (IFLA) publicó un resumen en forma de diagrama para ayudar a las personas a reconocer las noticias falsas. Sus puntos principales son:
- Considerar la fuente (para comprender su misión y propósito)
- Leer más allá del titular (para comprender toda la historia)
- Verificar los autores (para ver si son reales y creíbles)
- Evaluar las fuentes de apoyo (para asegurarse de que apoyan las afirmaciones)
- Verificar la fecha de publicación (para ver si la historia es relevante y está actualizada)
- Preguntar si es una broma (para determinar si está destinado a ser una sátira)
- Revisar los propios prejuicios (para ver si están afectando el juicio)
- Preguntar a los expertos (para obtener la confirmación de personas independientes con conocimientos).
La Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN), lanzada en 2015, apoya los esfuerzos de colaboración internacional en verificación de hechos, brinda capacitación y ha publicado un código de principios. En 2017, introdujo un proceso de solicitud y selección para organizaciones periodísticas.
A partir de 2017, los niños de Taiwán estudian un nuevo plan de estudios diseñado para enseñar la lectura crítica de propaganda y la evaluación de fuentes. El curso, denominado «alfabetización mediática», ofrece formación en periodismo en la nueva sociedad de la información.
Detectar noticias falsas en línea
Las noticias falsas se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años, con más de 100 artículos incorrectos y rumores que se propagan incesantemente solo con respecto a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. Estos artículos de noticias falsas tienden a provenir de sitios web de noticias satíricas o sitios web individuales con un incentivo para propagar información falsa, ya sea como clickbait o para cumplir un propósito. Dado que normalmente esperan promover intencionalmente información incorrecta, estos artículos son bastante difíciles de detectar. Al identificar una fuente de información, se deben tener en cuenta muchos atributos, incluidos, entre otros, el contenido del correo electrónico y las interacciones en las redes sociales. Específicamente, el lenguaje suele ser más incendiario en las noticias falsas que en los artículos reales, en parte porque el propósito es confundir y generar clics. Además de eso, los investigadores han determinado que las señales visuales también juegan un factor en la categorización de un artículo, específicamente algunas características pueden diseñarse para evaluar si una imagen es legítima y proporciona más claridad sobre las noticias. También hay muchas características del contexto social que pueden influir, así como el modelo de difusión de las noticias. Sitios web como Snopes tratan de detectar esta información manualmente, mientras que ciertas universidades están tratando de construir modelos matemáticos para hacerlo por sí mismas.
Véase también
- Desinformación
- Factoide
- Pseudohistoria