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Crisis política en México de 1808 para niños

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Archivo:Carga de los mamelucos restaurado
La noticia del levantamiento del 2 de mayo en Madrid llegó a la sociedad de Nueva España en agosto de 1808.

La crisis política en Nueva España de 1808 se refiere a una serie de eventos importantes que cambiaron la vida de la alta sociedad en el Virreinato de Nueva España. Estos cambios afectaron la política, la economía y el ejército. Con el tiempo, estos sucesos llevaron a la pérdida de poder español en lo que hoy es México, y fueron el inicio de la Guerra de Independencia mexicana.

Los principales motivos de esta crisis fueron la Invasión francesa a España y la lucha de los españoles para liberarse de las tropas de Napoleón Bonaparte. En Nueva España, el virrey José de Iturrigaray fue una figura central. Él enfrentó sospechas de mal uso del poder, especialmente por parte de grupos conservadores en la capital.

Cuando se supo de la invasión francesa, algunos grupos en México pensaron que Iturrigaray quería que Nueva España se independizara y convertirse él en el líder de un nuevo país. Por ello, el 15 de septiembre de 1808, el hacendado Gabriel de Yermo y otros miembros de la sociedad, con el apoyo del arzobispo Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, tomaron por sorpresa la casa del virrey Iturrigaray. Lo detuvieron, realizando así el primer cambio de gobierno forzado en la Historia de México.

Aunque la crisis se venía desarrollando desde antes, el año 1808 fue el más importante. Por eso, los historiadores mexicanos llaman a estos eventos la Crisis política de 1808 en Nueva España.

La gran diferencia entre las clases sociales y la preferencia por los nacidos en España (peninsulares) causó un fuerte descontento entre los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) y otras clases. Esto empeoró con los problemas económicos del virreinato entre 1804 y 1805.

Para apoyar la guerra contra el Reino Unido, que terminó en una gran derrota naval en la Batalla de Trafalgar, la Corona española pidió dinero a sus súbditos. Esta medida fue muy impopular en Nueva España y llevó a la ruina económica a muchas personas.

Todos estos problemas del gobierno real causaron un gran descontento entre los habitantes del virreinato. El cambio de gobierno forzado en septiembre de 1808 fue un agravio más que contribuyó al estallido de la Guerra de Independencia de México solo dos años después.

¿Qué fue la acometida fiscal de 1804?

En 1804, el rey Carlos IV decidió pedir préstamos obligatorios para conseguir dinero. Esto causó mucho descontento tanto en España como en América. En Nueva España, la Iglesia tenía muchas riquezas. Por eso, llegó la orden de que la Iglesia ayudara a cobrar los "vales reales". Estos vales eran una forma en que el gobierno obtenía dinero de sus súbditos. Cuando se hizo obligatorio cobrarlos, causaron una gran crisis en el virreinato y llevaron a la bancarrota a muchos habitantes.

¿Cómo afectó la bancarrota al imperio español?

En 1804, Napoleón Bonaparte fue coronado emperador de Francia, lo que le dio mucho más poder. España quería mantenerse neutral y no aliarse ni con el Imperio Británico ni con el Imperio de Napoleón, que estaban en guerra.

Para evitar problemas con ambos imperios, España tuvo que hacer grandes pagos secretos de sus ganancias del comercio con América a los dos, sin que ellos supieran que ayudaba a ambos. Esto hizo que la monarquía española se quedara sin dinero y se endeudara.

Además, Carlos IV y su ministro Manuel Godoy apoyaron la guerra contra el Reino Unido. Esto resultó en una gran derrota naval y una crisis económica para el reino, especialmente para Nueva España.

La invasión de Napoleón a España

Archivo:La familia de Carlos IV, por Francisco de Goya
La familia de Carlos IV, pintada por Francisco de Goya en 1800. Muestra a los reyes Carlos IV y Fernando VII.

España y sus territorios eran gobernados desde 1788 por Carlos IV, de la Casa de Borbón. Un año después de que subiera al trono, comenzó la Revolución francesa. Al principio, el rey español se mantuvo neutral.

Más tarde, el ministro Manuel Godoy firmó un tratado con Francia en 1795. Cuando Napoleón Bonaparte llegó al poder en 1799, Godoy firmó otro tratado que ponía la Armada de España a disposición de Napoleón. En 1802, España y Francia declararon la guerra al Reino Unido y a su aliado, Portugal.

A mediados de 1805, la flota de guerra española se unió a la francesa y lucharon juntas en la Batalla de Trafalgar en octubre. Fueron vencidas por el almirante británico Horacio Nelson. La derrota de la armada española causó más descontento entre la gente, tanto en España como en América. Esto se debía a que gran parte del dinero para mantener la marina se había obtenido de impuestos más altos y de quitar propiedades a quienes debían dinero a la Corona, especialmente en Nueva España.

La derrota de la flota franco-española hizo que Napoleón, que ya dominaba casi toda Europa, impusiera una sanción económica y comercial al Reino Unido, conocida como el Bloqueo Continental. Esto impedía a todas las naciones europeas comerciar con Gran Bretaña.

A finales de 1807, el reino de Portugal decidió comerciar con Inglaterra. Al saber esto, Napoleón decidió invadir Portugal para evitar que otros países hicieran lo mismo. Para esto, sus tropas debían cruzar la península ibérica. Godoy permitió el paso de las tropas francesas a principios de octubre de 1807.

El general francés Junot entró en España, causando el malestar de los españoles. Carlos IV y su familia fueron alertados de una posible invasión de Napoleón a España. Se trasladaron a Andalucía para salir del país si era necesario. Mientras el rey se preparaba en Cádiz, los franceses ocuparon otras regiones.

Godoy empezó a desconfiar de las intenciones de Napoleón y se reunió con el rey en el Palacio Real de Aranjuez en marzo de 1808. Entre el 17 y 18 de marzo, ocurrió un incidente conocido como el Motín de Aranjuez. Carlos IV fue presionado por la gente para dejar el trono a su hijo, el Príncipe de Asturias, Fernando de Borbón. Esta fue la primera vez en la Historia de España que un rey era destronado por su hijo.

Napoleón llamó a Carlos IV y a su hijo a Bayona. Allí, prisioneros de los franceses, Bonaparte los reunió con Godoy el 30 de abril. Dos días después, el pueblo de Madrid se enteró de la situación y se levantó en armas contra los franceses, un evento conocido como el Dos de Mayo. El 5 de mayo, Fernando VII devolvió la corona a su padre, quien a su vez se la entregó a Napoleón. El emperador francés nombró a José Bonaparte como nuevo Rey de España, quien gobernó hasta 1814.

El gobierno de José de Iturrigaray: un antecedente importante

Archivo:Viceroy José de Iturrigaray
José de Iturrigaray, militar y virrey de Nueva España (1803-1808).

José de Iturrigaray fue un militar nacido en 1742 en Cádiz, Andalucía. Participó en varias acciones con la Armada de España, donde conoció a Godoy. Gracias a la influencia de su amigo, fue nombrado virrey de Nueva España en diciembre de 1802, llegando a Veracruz a principios de 1803.

Iturrigaray se dedicó a fortalecer el ejército. En 1804, tuvo que aplicar la Consolidación de los Vales Reales, que cobraba deudas con intereses a criollos y peninsulares. El dinero recaudado se usó para mantener la armada española que luchó en Trafalgar. Cuando se supo en Nueva España la derrota naval en Trafalgar, la gente expresó su descontento por la inutilidad de los fondos recaudados, y hubo protestas en muchos pueblos.

A finales de 1807, se supo de la invasión francesa a España. El consejo del virrey ordenó que la mayoría de los militares se trasladaran a Xalapa, para enfrentar una posible invasión de Napoleón a Nueva España. Fue en esos lugares donde comenzaron a surgir las primeras ideas de independencia, ya que allí se reunió la mayoría de los militares del país, que eran criollos.

El 9 de junio, llegó a Veracruz la fragata Aventura, que traía noticias de España: el Motín de Aranjuez, las Abdicaciones de Bayona y el levantamiento del pueblo de Madrid del Dos de Mayo. Iturrigaray recibió las noticias el 17 de junio, y pocos días después, toda la sociedad de la Ciudad de México se enteró.

El ayuntamiento de la capital se había mantenido al margen, pero el 5 de agosto, el grupo de peninsulares exigió a Iturrigaray que proclamara a Fernando de Borbón como Fernando VII, rey de España y de las Indias. Iturrigaray aceptó, y Fernando VII fue proclamado monarca el 13 de agosto de 1808 en la plaza central de la capital.

Francisco Primo de Verdad y Ramos, un representante del Ayuntamiento, propuso el 14 de agosto crear la Junta de México. Este sería un organismo de gobierno que se encargaría de la administración pública mientras Fernando VII no estuviera en el trono español. Se temía que las fuerzas francesas destruyeran el gobierno provisional en España e intentaran invadir América. Primo de Verdad fue apoyado por Juan Francisco Azcárate y Lezama, otro regidor. Ambos basaron sus ideas en pensadores del siglo XVIII, como Montesquieu, quien decía que el poder debía residir en el pueblo.

Las ideas de Primo de Verdad y Azcárate fueron rechazadas por la mayoría. El inquisidor Bernardo Prado y Ovejero argumentó que las ideas de que el poder del pueblo estaba por encima del poder de los reyes eran contrarias a las enseñanzas de la Iglesia católica. Iturrigaray puso orden y no aceptó la propuesta de Primo de Verdad.

El 20 de agosto, llegó a Nueva España Juan de Jáuregui, representante de la Junta de Sevilla, para pedir a Iturrigaray que Nueva España aceptara a la Junta de Sevilla. Días después, un enviado de la Junta de Oviedo llegó con el mismo propósito. El 25 de agosto, Iturrigaray volvió a convocar al cabildo y rechazó la petición de la Junta de Oviedo, y sorprendentemente, también la de Sevilla. Este acto fue visto por algunos como una provocación, y decidieron derrocarlo. Los criollos con ideas liberales, por el contrario, pensaron que Iturrigaray los apoyaba y que esto podría llevar a la independencia de México.

Archivo:PedroGaribay
El virrey Pedro de Garibay.

A principios de septiembre, un grupo liderado por los oidores Guillermo Aguirre y Viana y Pedro Catani empezó a difundir el rumor de que Iturrigaray desobedecería al gobierno español y se proclamaría Rey de Nueva España, apoyado por los criollos. El hacendado Gabriel de Yermo se unió a la conspiración y pronto se convirtió en el líder del movimiento. El 11 de septiembre, se formó oficialmente el grupo "Los Patriotas de Fernando VII", cuyo objetivo era derrocar a Iturrigaray y a sus partidarios.

La noche del 15 de septiembre, Iturrigaray había sido advertido de una conspiración en su contra. Esa noche, asistió con su esposa a una función de teatro. Al regresar a su residencia en Tacubaya, su esposa notó a varios hombres cerca del palacio. Al entrar, las fuerzas de Gabriel de Yermo y los "Patriotas de Fernando VII" lograron entrar al palacio sin mucha resistencia, ya que tenían partidarios en la guardia. Algunos guardias que se negaron a rendirse fueron asesinados.

Una vez dentro, Yermo detuvo a Iturrigaray y a su esposa, acusándolos de intentar levantarse contra el rey. La esposa de Iturrigaray y sus hijos fueron llevados a un convento y luego presos junto con el virrey a Cádiz. Iturrigaray fue juzgado y falleció en 1815. Dentro del palacio se encontraron documentos que se usaron en su juicio.

Pocos minutos después de la detención del virrey, Bataller y Catani llegaron al palacio. Yermo les informó que la operación había sido exitosa. Bataller sugirió el arresto de Primo de Verdad y Azcárate, considerados líderes de los criollos. Pedro Catani pidió a Yermo que también detuviera al fraile Melchor de Talamantes, partidario de las ideas liberales. Los tres fueron capturados esa noche y llevados a diferentes cárceles. Primo de Verdad murió en la cárcel del Arzobispado el 4 de octubre en circunstancias extrañas. Azcárate fue liberado en 1811 y participó en la firma del Acta de Independencia en 1821. Melchor de Talamantes murió de fiebre amarilla el 9 de mayo de 1809.

Consecuencias de la crisis

Archivo:FranciscoJavierdeLizanayBeaumont
El arzobispo virrey Lizana y Beaumont.

Al día siguiente, Pedro de Garibay fue nombrado virrey legítimo de Nueva España, en reemplazo de Iturrigaray. Garibay era un militar de más de ochenta años con una larga trayectoria. Había participado en la guerra de los Siete Años y en la guerra de Independencia de Estados Unidos. Llevaba en Nueva España desde 1779.

Su primera acción fue ordenar que el regimiento de Celaya regresara a su cuartel, ya que era leal a Iturrigaray. El regimiento de Michoacán patrulló la ciudad esos días. Sin embargo, Garibay enfermó de tuberculosis en pocos meses y tuvo que dejar el cargo en mayo de 1809, solo siete meses después de ser nombrado.

En su lugar, llegó de España el nombramiento del religioso Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, quien era arzobispo de México desde 1802. La Junta en España estaba preocupada por el poder que habían ganado los grupos conservadores que derrocaron a Iturrigaray. Por eso, la misión principal de Lizana en el virreinato fue reducir el poder de quienes habían derrocado al virrey.

En diciembre de 1809, se descubrió en Valladolid (hoy Morelia, Michoacán) una conspiración para independizar a Nueva España, liderada por el hacendado José Mariano Michelena. Una vez que todos los implicados en la Conjura de Valladolid fueron detenidos, el virrey los liberó en marzo de 1810.

En septiembre, llegó a Nueva España el sustituto de Lizana, Francisco Xavier Venegas. Por esas fechas, se estaba gestando en Querétaro una conspiración con los mismos fines que la de Valladolid. Esta estaba encabezada por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, el sacerdote Miguel Hidalgo, y los militares Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. Al ser descubierta esta conspiración, inició la Guerra de Independencia de México con el Grito de Dolores.

Galería de imágenes

Véase también

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Crisis política en México de 1808 para Niños. Enciclopedia Kiddle.