Cien Mil Hijos de San Luis para niños
Datos para niños Expédition d'EspagneCien Mil Hijos de San Luis |
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Episodio de la intervención francesa en España en 1823 (1828), por Hippolyte Lecomte (Palacio de Versalles).
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Activa | 1823-1828 | |
País | ![]() |
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Fidelidad | ![]() |
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Tipo | Ejército expedicionario | |
Función | Ayudar a Fernando VII de España a restablecer sus poderes absolutos perdidos tras el levantamiento del teniente Coronel Riego y la posterior jura de la Constitución de 1812 (1820). | |
Tamaño | Alrededor de 95.000 soldados franceses y unos 30.000 realistas españoles. | |
Disolución | 1828 | |
Alto mando | ||
Comandante 2.º | ![]() |
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Cultura e historia | ||
Patrono/a | San Luis Rey | |
Guerras y batallas | ||
Guerra Realista Batalla de Trocadero |
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Los Cien Mil Hijos de San Luis fue el nombre de un ejército de Francia que invadió España en 1823. Su misión era ayudar al rey Fernando VII a recuperar su poder absoluto. En ese momento, España tenía un gobierno basado en una Constitución (un conjunto de leyes que limitaban el poder del rey).
Este ejército francés estaba al mando del duque de Angulema, sobrino del rey francés Luis XVIII. Junto a ellos, también lucharon unos 30.000 españoles que apoyaban al rey Fernando VII. La invasión puso fin a un periodo de gobierno liberal en España, conocido como el Trienio Liberal. Parte del ejército francés se quedó en España hasta 1828.
Historiadores como Gonzalo Butrón Prida y Josep Fontana señalan que esta invasión fue clave para el cambio político en España. El escritor Benito Pérez Galdós contó estos hechos en su novela Los cien mil hijos de san Luis.
Contenido
¿Por qué intervinieron los Cien Mil Hijos de San Luis?
La preocupación de Europa por los cambios en España
En 1820, un movimiento político en España llevó a que el rey Fernando VII tuviera que aceptar una Constitución. Esto preocupó mucho a las monarquías de Europa, especialmente a las que formaban la Santa Alianza (Austria, Prusia y Rusia). Temían que estas ideas liberales se extendieran por sus propios países.
Otros países como Nápoles y Portugal también tuvieron cambios políticos similares. España se convirtió en un refugio para personas que buscaban cambios en sus propios países.
En octubre de 1820, en el Congreso de Troppau, Austria, Prusia y Rusia acordaron que podían intervenir en países donde un gobierno hubiera cambiado por una revolución. Esto les permitía proteger a otras monarquías. Primero intervinieron en Nápoles y luego en el Reino del Piamonte, donde también se habían adoptado constituciones.
Después de esto, la atención se centró en España. El canciller austriaco Metternich pensaba que el cambio en España era muy peligroso para toda Europa.
Las peticiones de ayuda de Fernando VII
El rey Fernando VII de España, desde el principio, se comunicó en secreto con otros reyes europeos. Les pedía ayuda para recuperar su poder absoluto. En sus cartas, decía que estaba "cautivo" de los liberales y que el pueblo español quería que él volviera a gobernar sin límites.
Fernando VII prometió que, si lo ayudaban, no volvería a un gobierno totalmente absoluto. Sin embargo, esta promesa no la cumpliría. Francia, por su parte, le había dicho que no apoyaría un regreso completo al absolutismo, pero sí ayudaría a los españoles que apoyaban al rey.
La decisión de la invasión en el Congreso de Verona

En el Congreso de Verona, que se celebró a finales de 1822, las potencias europeas hablaron sobre la situación en España. Gran Bretaña se opuso a cualquier intervención. Sin embargo, el zar de Rusia y el rey de Francia, Luis XVIII, estaban muy a favor de intervenir.
Se decidió enviar "Notas formales" al gobierno español pidiéndole que cambiara su Constitución. Francia fue la primera en entregar su nota, amenazando con una invasión si España no cambiaba. El gobierno español, liderado por Evaristo San Miguel, rechazó estas peticiones, defendiendo la independencia de España.
Los embajadores de Austria, Prusia y Rusia abandonaron Madrid. El embajador francés también se fue. España quedó aislada. Aunque se habló de un "tratado secreto de Verona" que ordenaba la invasión, los historiadores han demostrado que fue una noticia falsa. La decisión de invadir España fue principalmente del rey francés Luis XVIII y su gobierno.

El rey Luis XVIII anunció la invasión el 28 de enero de 1823. Dijo que enviaría "cien mil franceses" para ayudar a Fernando VII y "preservar a aquel hermoso reino de su ruina". El gobierno británico, aunque no quería la invasión, finalmente no se opuso, con la condición de que Francia se retirara pronto y no interviniera en Portugal ni en las colonias americanas de España.
La invasión francesa de España
El avance de los Cien Mil Hijos de San Luis
El 7 de abril de 1823, el ejército francés, conocido como los "Cien Mil Hijos de San Luis", cruzó la frontera española. Eran entre 80.000 y 90.000 soldados, y contaron con el apoyo de unos 35.000 españoles que defendían al rey. Estos últimos formaron el "Ejército de la Fe".
Los franceses se presentaron como "salvadores" que venían a restaurar el orden y la autoridad del rey. Aprendieron de errores pasados y pagaron por los suministros en lugar de requisarlos. Su objetivo era liberar al rey Fernando VII de lo que llamaban su "cautiverio" por parte de los liberales.
Una Junta Provisional de Gobierno de España e Indias acompañaba a los invasores. Esta junta, establecida en Oyarzun, tenía como objetivo legitimar la intervención francesa. Declaró nulos todos los actos del gobierno constitucional y destituyó a las autoridades locales.

Cuando el duque de Angulema entró en Madrid el 23 de mayo, nombró una Regencia (un gobierno provisional) para administrar el país en nombre del rey. Esta Regencia nombró un gobierno que buscaba restaurar el poder absoluto del rey.
La resistencia española y sus desafíos

El ejército español, con unos 50.000 hombres, estaba en clara desventaja frente a los invasores. El gobierno de Evaristo San Miguel intentó preparar la defensa, pero tuvo poco tiempo. Solo el general Francisco Espoz y Mina ofreció una resistencia significativa en Cataluña. Otros generales no lucharon mucho o incluso colaboraron con los franceses.
El ejército francés avanzó con relativa facilidad. La campaña fue rápida, pero no porque los franceses fueran invencibles, sino por la falta de recursos y la desmoralización de las tropas españolas. Algunos historiadores sugieren que la falta de confianza en la victoria y posibles sobornos también influyeron en la rendición de los generales.
Además, la población no se unió para luchar contra los franceses como lo había hecho en la Guerra de la Independencia (1808). Esto se debió a varios factores:
- El gobierno liberal no había satisfecho las necesidades de los campesinos, que eran la mayoría de la población.
- Los impuestos en dinero afectaron mucho a los campesinos.
- La propaganda de los realistas (partidarios del rey) convenció a muchos de que el rey estaba prisionero y que la religión estaba en peligro.
- A diferencia de 1808, el rey no estaba prisionero de los franceses, sino de los liberales, y la religión católica no estaba amenazada por los invasores.
La violencia y la Ordenanza de Andújar

A medida que las tropas francesas avanzaban, los españoles que apoyaban al rey desataron una ola de violencia contra los liberales. El duque de Angulema intentó detener esto con la Ordenanza de Andújar el 8 de agosto de 1823. Esta orden quitaba a las autoridades realistas el poder de perseguir y arrestar por motivos políticos, reservando esa autoridad a los franceses.
Sin embargo, los realistas rechazaron la ordenanza. Esto obligó al duque de Angulema a modificarla, limitando su alcance. La violencia contra los liberales continuó, lo que algunos historiadores han llamado un "terror" por parte de los absolutistas.
El fin del conflicto y la vuelta del rey
El traslado del gobierno y el rey a Cádiz

Ante el avance francés, el gobierno y las Cortes (el parlamento) decidieron abandonar Madrid el 20 de marzo y trasladarse a Sevilla. Llevaron al rey Fernando VII y a su familia con ellos, a pesar de que el rey no quería ir. Fernando VII esperaba ser "liberado" por las tropas francesas.
El rey y su familia se instalaron en el Alcázar de Sevilla. Las Cortes reanudaron sus sesiones y declararon la guerra a Francia. El gobierno cambió, y José María Calatrava se convirtió en una figura importante. El rey, sin embargo, seguía en contacto secreto con los invasores.

El 11 de junio, el gobierno y las Cortes decidieron trasladarse de Sevilla a Cádiz, llevando de nuevo al rey en contra de su voluntad. Fernando VII se negó rotundamente. Las Cortes, entonces, declararon que el rey estaba temporalmente "incapacitado" para gobernar y nombraron una Regencia para que ejerciera sus funciones durante el viaje.
El 13 de junio, después de que el gobierno y el rey salieran de Sevilla, hubo una explosión de violencia en la ciudad. Propiedades fueron saqueadas y hubo agresiones. Este motín, liderado por absolutistas, se hizo al grito de "¡Viva el Rey!" y "¡Viva la Religión!".
El 15 de junio, el rey y su familia llegaron a Cádiz. La Regencia que lo había acompañado cesó, y el rey recuperó sus poderes.
El asedio de Cádiz

Cádiz fue sitiada por el ejército francés. Aunque el bloqueo naval no fue perfecto, la ciudad no estaba bien preparada militarmente. El duque de Angulema, desde su cuartel general en el Puerto de Santa María, envió una carta a Fernando VII sugiriéndole una amnistía (perdón general) y la convocatoria de las antiguas Cortes.
Mientras tanto, Fernando VII se comunicaba en secreto con los realistas y los franceses, pidiéndoles que lo "rescataran". La infanta María Francisca de Braganza, esposa de don Carlos, fue una de sus principales enlaces.

En la noche del 30 al 31 de agosto, las tropas francesas tomaron el fuerte del Trocadero, una operación clave. Veinte días después, tomaron el de Sancti Petri, haciendo imposible la resistencia de Cádiz. El 24 de septiembre, el general francés Guilleminot dio un ultimátum, amenazando con graves consecuencias si la familia real sufría algún daño. La moral de los defensores decayó.
La "liberación" de Fernando VII y el fin del Trienio Liberal

El 30 de septiembre de 1823, el gobierno liberal de Cádiz decidió dejar marchar al rey Fernando VII. Al día siguiente, 1 de octubre, el rey se reunió con el duque de Angulema en el Puerto de Santa María. Fernando VII consideró este día como el de su "liberación" y la recuperación de sus derechos.
Antes de ser "liberado", Fernando VII había prometido un "olvido general, completo y absoluto de todo lo pasado". Sin embargo, apenas desembarcó, se retractó de sus promesas. Promulgó un decreto que anulaba todas las leyes del Trienio Liberal (el periodo de gobierno constitucional).
El rey declaró que durante el Trienio Liberal había estado "sin libertad" y obligado a firmar leyes en contra de su voluntad. Así, se restauró la monarquía absoluta en España. Muchos liberales huyeron a Inglaterra, temiendo las represalias del rey.
La invasión francesa terminó con la rendición de las últimas ciudades que resistían, como Barcelona, Tarragona, Alicante y Cartagena. El 30 de noviembre de 1823, el duque de Angulema dio su última orden y regresó a Francia. La campaña había durado siete meses y medio, y el gran triunfador fue Fernando VII, quien recuperó su poder absoluto.
Galería de imágenes
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El duque de Angulema, comandante en jefe de los Cien Mil Hijos de San Luis.
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La familia real francesa. De izquierda a derecha: Carlos, el conde de Artois, hermano del rey y heredero al trono; el rey Luis XVIII; María Carolina, Duquesa de Berry; María Teresa, Duquesa de Angulema; Luis Antonio, Duque de Angulema; y Carlos Fernando, Duque de Berry. El Duque de Berry, segundo hijo varón del conde de Artois y tercero en la sucesión al trono, fue asesinado en París el 13 de febrero de 1820 (cuando Riego estaba recorriendo Andalucía intentando que triunfara su pronunciamiento). El duque de Angulema, segundo en el orden de la sucesión como primogénito del conde de Artois, será el escogido por Luis XVIII para comandar la «expedición de España».
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Retrato de Francisco Espoz y Mina, que fue el único de los generales que hizo frente al ejército francés.
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Cuadro que muestra al rey Luis XVIII recibiendo en el balcón de las Tullerías al duque de Angulema a su vuelta de la «expedición de España».
Véase también
En inglés: Hundred Thousand Sons of Saint Louis Facts for Kids