Alfonso Fernández de Montemayor para niños
Alfonso Fernández de Montemayor (fallecido en Córdoba, 1390) fue un importante noble castellano de la Casa de Córdoba. Era hijo de Martín Alfonso de Córdoba el Bueno, señor de Dos Hermanas y de Montemayor, y de Aldonza López de Haro.
Fue señor de varias localidades como Dos Hermanas, Montemayor, Alcaudete, Andújar, Arjona, Bailén, Linares, Salvatierra, Hornachuelos y Albendín. También ocupó cargos importantes como adelantado mayor de la frontera de Andalucía y alcalde mayor de Córdoba. Además, fue caballero de la Orden de la Banda y sirvió a los reyes Enrique II y Juan I de Castilla.
Algunos historiadores lo describieron como uno de los nobles más valientes y con mayor autoridad de su época, destacando su participación en la primera guerra civil castellana.
Datos para niños Alfonso Fernández de Montemayor |
||
---|---|---|
Señor de Montemayor y Alcaudete | ||
![]() Alfonso Fernández de Montemayor en el Políptico de la Virgen de la Leche. Ca. 1368-1390. (Museo Diocesano de Córdoba).
|
||
Información personal | ||
Otros títulos | Adelantado mayor de la frontera de Andalucía | |
Fallecimiento | 1390 Córdoba |
|
Sepultura | mezquita-catedral de Córdoba | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Córdoba | |
Padre | Martín Alfonso de Córdoba el Bueno | |
Madre | Aldonza López de Haro | |
Cónyuge | Véase Matrimonio | |
Hijos | Véase Descendencia | |
Contenido
Orígenes familiares de Alfonso Fernández de Montemayor
Alfonso Fernández de Montemayor era nieto, por parte de su padre, de Alfonso Fernández de Córdoba, quien también fue adelantado mayor de la frontera de Andalucía. Su abuela paterna fue Teresa Ximénez de Góngora.
Por parte de su madre, era nieto de Lope Gutiérrez de Haro el Viejo, quien fue mayordomo mayor del rey Alfonso X de Castilla y alcalde mayor de Sevilla.
Tuvo varios hermanos, entre ellos Lope Gutiérrez de Córdoba, señor de Guadalcázar, y Diego Alfonso de Córdoba, señor de las Cuevas de Guadarromán.
Biografía de Alfonso Fernández de Montemayor
¿Cómo fue su juventud y participación en la Primera Guerra Civil Castellana?
No se sabe la fecha exacta de su nacimiento. Cuando su padre falleció en 1349, Alfonso Fernández se convirtió en el líder de la Casa de Montemayor. Al igual que otros miembros de su familia, sirvió al rey Pedro I de Castilla. Desde su castillo en Montemayor, realizaba incursiones frecuentes en las tierras del reino nazarí de Granada. También luchó contra los aragoneses en la Guerra de los Dos Pedros.
En 1364, Alfonso Fernández de Montemayor fue uno de los caballeros que defendieron la ciudad de Murviedro, según se cuenta en la Crónica del rey Don Pedro.
En 1366, cuando el rey Pedro I de Castilla perdió el apoyo de muchos nobles, Alfonso Fernández de Montemayor y otros miembros de la Casa de Córdoba, como su hermano Lope Gutiérrez, seguían a su servicio.
Sin embargo, después de la batalla de Nájera en 1367, el rey Pedro I llegó a Córdoba y desconfió de la lealtad de la nobleza cordobesa. Ordenó en secreto la muerte de Alfonso Fernández de Montemayor y de otros caballeros. Pero Martín López de Córdoba, maestre de la Orden de Calatrava, quien debía ejecutar la orden, les avisó a tiempo y pudieron escapar.
Cuando Enrique de Trastámara, hermanastro de Pedro I, regresó a la península ibérica y fue proclamado rey en Burgos, la ciudad de Córdoba y la Casa de Córdoba, incluyendo a Alfonso Fernández de Montemayor, comenzaron a apoyarlo.
En 1367 o 1368, el rey Pedro I de Castilla, con ayuda de las tropas del rey Muhammed V de Granada, sitió la ciudad de Córdoba. Alfonso Fernández de Montemayor lideró la defensa de la ciudad durante este asedio.
Los defensores de Córdoba pidieron ayuda a otros nobles, quienes acudieron con tropas. Los musulmanes granadinos lograron tomar el castillo del Puente y el Alcázar Viejo, lo que desanimó a los sitiados.
Las mujeres de la ciudad animaron a los defensores a seguir luchando, y los habitantes de Córdoba confiaron la dirección de la defensa a Alfonso Fernández de Montemayor, por ser el más capacitado en ese momento.
Una historia popular cuenta que cuando Alfonso Fernández, a caballo y armado, pasó por la Mezquita-catedral de Córdoba, su madre, Aldonza López de Haro, le preguntó si iba a entregar la ciudad a los musulmanes. Le recordó que en su familia nunca había habido traidores. Alfonso Fernández, con gran respeto, le respondió: "Señora, al Campo vamos y allí se verá la Verdad".
Después de esto, los cordobeses atacaron con fuerza y lograron recuperar el castillo del Puente, que hoy es la Torre de la Calahorra.
Alfonso Fernández de Montemayor ordenó cortar dos arcos del puente romano de Córdoba para evitar la retirada de sus tropas y cruzó el río por un lugar llamado Vado del Adalid. En la batalla que siguió, conocida como la batalla de los Piconeros o del Campo de la Verdad, los cordobeses derrotaron por completo a sus enemigos y obtuvieron un gran botín.
Después de la victoria, los cordobeses repararon y fortificaron la ciudad. Esa noche celebraron el triunfo con fiestas. Al día siguiente, los musulmanes granadinos regresaron, pero al ver que los defensores, liderados por Alfonso Fernández de Montemayor, estaban bien preparados, no se atrevieron a atacar.
El rey Muhammed V de Granada se dirigió a otras ciudades, como Jaén y Úbeda, causando daños, y capturó a muchos cristianos. Mientras tanto, el rey Pedro I permaneció en Sevilla, reuniendo tropas para luchar contra su hermanastro, Enrique de Trastámara.
En 1368, Enrique de Trastámara nombró a Alfonso Fernández de Montemayor adelantado mayor de la frontera de Andalucía. Durante el reinado de Enrique II, Alfonso Fernández y Pedro Muñiz de Godoy compartieron este importante cargo.
El rey Enrique II de Castilla recompensó a Alfonso Fernández de Montemayor por su lealtad y servicios, entregándole los señoríos de Andújar, Arjona, Bailén, Linares, Salvatierra y Alcaudete, y el señorío de Hornachuelos. De todos estos, solo el de Alcaudete permaneció en su familia. Enrique II también le dio la responsabilidad de la Torre de la Calahorra en Córdoba.
El 27 de noviembre de 1368, el deán y el cabildo catedralicio de Córdoba le concedieron a Alfonso Fernández la capilla de San Pedro en la Mezquita-catedral de Córdoba para que él y sus descendientes fueran enterrados allí, en reconocimiento a sus servicios y a su papel en la defensa de Córdoba.
Tres años después, el 20 de agosto de 1371, el obispo de Córdoba, Andrés Pérez Navarro, aprobó esta donación. El papa Gregorio XI también la confirmó con una bula, llamando a Alfonso Fernández: "Padre de la Patria, nuevo reformador y restaurador de la Christiandad de España".
Alfonso Fernández de Montemayor recibió el privilegio de que las campanas de la mezquita-catedral, llamadas de la Cepa, tocaran por él, por haber defendido Córdoba del ataque de Pedro I de Castilla y Muhammed V de Granada. Este privilegio se convirtió en una costumbre para los descendientes de las "Cuatro Casas de Córdoba".
Alfonso Fernández de Montemayor fue caballero de la Orden de la Banda. En el Políptico de la Virgen de la Leche, una obra de arte de esa época, se le ve como donante, vestido con una túnica roja y una banda dorada, que era el distintivo de su orden.
En 1369, Alfonso Fernández y otros caballeros se reunieron con Enrique de Trastámara en Orgaz. Sin embargo, cuando el rey Pedro I salió de Sevilla para recuperar Córdoba, Alfonso Fernández y muchos cordobeses regresaron a su ciudad para defenderla. Poco después, Pedro I de Castilla murió a manos de su hermanastro Enrique de Trastámara, tras la batalla de Montiel el 14 de marzo de 1369.
¿Qué hizo durante los reinados de Enrique II y Juan I (1369-1390)?

El 28 de marzo de 1370, el rey Enrique II de Castilla ordenó a Alfonso Fernández que entregara ciertos lugares al conde Sancho de Alburquerque.
El 25 de septiembre de 1373, Alfonso Fernández de Montemayor intercambió propiedades con el cabildo de la catedral de Córdoba. También, el 19 de octubre de 1373, intercambió otras casas por tierras.
El 30 de julio de 1379, el rey Juan I de Castilla le concedió a Alfonso Fernández de Montemayor un permiso para cercar sus tierras en Guadarromán.
Enrique II de Castilla falleció en mayo de 1379, y su hijo, Juan I de Castilla, subió al trono. Durante casi todo el reinado de Juan I, Alfonso Fernández de Montemayor y Pedro Muñiz de Godoy continuaron compartiendo el cargo de adelantado mayor de la frontera de Andalucía.
El 17 de mayo de 1383, Juan I de Castilla se casó con la infanta Beatriz de Portugal. Cuatro días antes, el rey de Castilla había jurado que respetaría los acuerdos matrimoniales, que incluían la condición de que él o sus herederos nunca podrían ocupar el trono de Portugal.
Para asegurar el cumplimiento de este juramento, Juan I de Castilla hizo que varios de sus nobles también juraran que lo abandonarían y lucharían contra él si rompía los acuerdos con Portugal. Entre estos nobles estaba Alfonso Fernández de Montemayor.
En julio de 1385, durante la Crisis de 1383-1385 en Portugal, Alfonso Fernández, junto con García Fernández de Villagarcía, obtuvo una victoria sobre los portugueses, logrando capturar un convoy de suministros.
Entre 1385 y 1387, Alfonso Fernández de Montemayor fue miembro del Consejo Real de Juan I de Castilla. Durante los reinados de Enrique II y Juan I, siempre fue conocido como "Don Alfonso Fernández de Montemayor, Adelantado Mayor de la Frontera de Andalucía".
¿Cuándo hizo su testamento y cómo fue su muerte (1390)?
Alfonso Fernández de Montemayor hizo su testamento en Córdoba el 1 de agosto de 1390. En él, pidió ser enterrado en su capilla de la Mezquita-catedral de Córdoba, junto a su esposa.
En su testamento, mencionó a ocho de sus hijos: Martín Alfonso, Fernando, Diego, Constanza, Beatriz Alfonso, Aldonza, Leonor y María. A su hijo mayor, Martín Alfonso, le dejó sus casas, castillos y señoríos de Montemayor y Dos Hermanas, incluyendo la Torre de Lara y las Cuevas de Carchena, como mayorazgo (una forma de herencia que se transmitía al hijo mayor). También le dejó la villa y el castillo de Alcaudete.
A su segundo hijo, Fernando Alfonso, le legó la villa y el castillo de Albendín y otras propiedades. A su hijo menor, Diego Alfonso, le dejó sus tierras en Gordojuela y Guadarromán. A cada una de sus hijas les dejó una suma de dinero.
También dejó bienes a su esposa, Juana Martínez de Leiva, para que no necesitara casarse de nuevo, aunque a su muerte esos bienes pasarían a sus hijas. La nombró tutora de todos sus hijos. Además, ordenó que, a su muerte, nadie vistiera de luto de forma exagerada, sino solo con mandiles durante nueve días, y que su esposa, hijos y sirvientes no se lamentaran de forma excesiva.
Alfonso Fernández de Montemayor falleció en 1390 en Córdoba. Su viuda, Juana Martínez de Leiva, hizo donaciones a la catedral de Córdoba en noviembre de 1390. A principios de 1391, la viuda fundó una capellanía (una fundación para misas y oraciones) en la capilla de San Pedro de la Mezquita-catedral de Córdoba, donde estaba enterrado su esposo.
Sepultura de Alfonso Fernández de Montemayor
Alfonso Fernández de Montemayor fue enterrado junto a sus padres en la capilla de San Pedro de la mezquita-catedral de Córdoba. Sus restos descansaron en un gran sepulcro de mármol blanco. Sobre la tapa del sepulcro hay una "banda adragantada", que simboliza su pertenencia a la Orden de la Banda.
Hasta principios del siglo XX, el sepulcro de mármol estaba en el centro de la capilla de San Pedro. Actualmente, se exhibe en el Museo de San Clemente de la Mezquita-catedral de Córdoba.
La capilla de San Pedro llegó a tener varias capellanías. El patronato de la capilla pasó más tarde a los condes de Alcaudete, pero lo perdieron en 1779 por no haber realizado ciertas reparaciones necesarias en la cripta.
Matrimonio y descendencia de Alfonso Fernández de Montemayor

Alfonso Fernández de Montemayor se casó con Juana Martínez de Leiva, hija de Juan Martínez de Leiva, señor de la Casa de Leiva y adelantado mayor de Castilla. Tuvieron los siguientes hijos:
- Martín Alfonso de Córdoba (fallecido alrededor de 1426). Fue señor de Montemayor, Dos Hermanas y Alcaudete. Ocupó los cargos de alférez mayor de Córdoba y caudillo mayor de su Gente de Guerra. Se casó dos veces. En su testamento, pidió ser enterrado junto a su padre en la capilla de San Pedro de la Mezquita-catedral de Córdoba.
- Fernando Alfonso de Córdoba (fallecido después de 1433). Fue señor de Albendín y de otras propiedades. Se casó con Beatriz Fernández de Córdoba y tuvieron seis hijos. También pidió ser enterrado junto a su padre.
- Diego Alfonso de Córdoba (fallecido después de 1448). Fue señor de las heredades de Gordejuela y Guadarromán, y regidor de Cuenca. Se casó en 1410 con Elvira Alfonso de Mendoza.
- Constanza Alfonso de Montemayor (fallecida después de 1434). Se casó con Juan Pérez de Godoy, señor de Espejo.
- Beatriz Alfonso de Montemayor. Se casó con Diego López de Angulo, pero no tuvieron hijos.
- Aldonza López de Haro y Montemayor. Se casó con Fernán Íñiguez de Cárcamo, señor del heredamiento de Aguilarejo, y tuvieron descendencia.
- Leonor Alfonso de Montemayor. Se casó con su primo Alfonso Martínez de Angulo, señor del castillo de Alizné, y tuvieron descendencia.
- María Alfonso de Montemayor. Murió sin casarse.
- Juana Fernández de Montemayor. Se casó con Pedro de Vargas, señor de Fuenreal.
- Berenguela Alfonso de Montemayor. Se casó en Córdoba en 1390 con Juan Pérez de Valenzuela, señor de la villa y castillo de Valenzuela.
Predecesor: Martín Alfonso de Córdoba el Bueno |
Señor de Montemayor 1349 – 1390 |
Sucesor: Martín Alfonso de Córdoba |
Galería de imágenes
-
Miniatura medieval del siglo XV que representa la batalla de Nájera. Crónicas de Jean Froissart.
-
Retrato imaginario del rey Pedro I de Castilla, por Joaquín Domínguez Bécquer. 1857. (Ayuntamiento de Sevilla).
-
Interior de la mezquita-catedral de Córdoba.