Joaquín Domínguez Bécquer para niños
Datos para niños Joaquín Domínguez Bécquer |
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![]() Autorretrato, c. 1860, óleo sobre lienzo, colección particular
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Información personal | ||
Nacimiento | 8 de octubre de 1816 Sevilla (España) |
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Fallecimiento | 26 de julio de 1879 Sevilla (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pintor y litógrafo | |
Cargos ocupados | Director de las obras de restauración del Real Alcázar de Sevilla y pintor de cámara honorario. | |
Alumnos | Virgilio Mattoni, Emilio Sánchez Perrier, Rafael Senet Pérez, Juan Antonio Vera Calvo y Manuel Herrera y Lozano | |
Géneros | Pintura costumbrista, retrato y vistas urbanas. | |
Joaquín Domínguez Bécquer (nacido en Sevilla, España, el 8 de octubre de 1816 y fallecido en la misma ciudad el 26 de julio de 1879) fue un importante pintor español. Se especializó en la pintura costumbrista, que muestra escenas de la vida diaria y tradiciones, así como en retratos y paisajes urbanos. Era primo del también pintor José Domínguez Bécquer y tío segundo del famoso poeta Gustavo Adolfo Bécquer.
Contenido
¿Quién fue Joaquín Domínguez Bécquer?
Joaquín Domínguez Bécquer fue un artista muy reconocido en su época. Su trabajo ayudó a preservar la historia y las costumbres de Sevilla, su ciudad natal. También fue profesor de dibujo y trabajó en la conservación de importantes edificios y obras de arte.
Sus primeros años y formación
Joaquín nació en Sevilla el 8 de octubre de 1816. Desde joven mostró interés por el arte. Estudió en la Escuela de Nobles Artes y en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Allí, recibió premios por sus dibujos de cabezas y figuras.
Además, continuó su aprendizaje en el taller de su primo, José Domínguez Bécquer, quien también era un pintor destacado. Esta formación le permitió desarrollar su propio estilo y talento.
Su carrera en las Academias de Arte
Joaquín Domínguez Bécquer tuvo una carrera muy activa en el mundo del arte. En 1838, el Liceo Sevillano, una institución que organizaba exposiciones, le dio la oportunidad de mostrar sus obras.
En 1847, fue nombrado académico honorario de la Academia de Bellas Artes, donde había estudiado. Poco después, se convirtió en director de la clase de Dibujo. En 1850, fue nombrado académico de número por su gran talento como pintor y por su dedicación a proteger el patrimonio histórico de Sevilla.
También fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Para estas instituciones, realizó diseños, retratos y cuadros importantes.
Su trabajo en el Real Alcázar de Sevilla
Una parte muy importante de la vida de Joaquín fue su trabajo en el Real Alcázar de Sevilla, un palacio histórico. En 1842, comenzó a colaborar en las obras de restauración de este edificio.
En 1845, la reina Isabel II lo nombró director oficial de estas obras. Esto le permitió vivir en una de las casas del Alcázar y tener un estudio para trabajar. En 1850, la reina lo nombró pintor de cámara honorario.
A lo largo de los años, Joaquín tuvo algunos desafíos para mantener su puesto y su vivienda en el Alcázar, especialmente durante cambios políticos. Sin embargo, siempre luchó por seguir contribuyendo a la conservación de este importante lugar. Incluso después de ser despedido, el rey Alfonso XII le restituyó algunos de sus títulos en 1875, reconociendo su valioso trabajo.
Su relación con los Duques de Montpensier
En 1848, el duque de Montpensier, Antonio de Orleans, y su esposa, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, llegaron a Sevilla. Ellos se interesaron mucho por el trabajo de Joaquín Domínguez Bécquer.
Le compraron varios cuadros y le encargaron otros, incluyendo retratos de la familia. Cuando los duques se mudaron al Palacio de San Telmo, Joaquín fue el encargado de decorar muchas de sus salas con sus pinturas.
Además de pintar, Joaquín Domínguez Bécquer también fue profesor de dibujo de los hijos de los duques, lo que demuestra la confianza que tenían en su talento.
Contribuciones al Museo de Bellas Artes de Sevilla
Joaquín también jugó un papel clave en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. En 1866, el museo pasó a depender de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, de la cual Joaquín era miembro.
Trabajó en la clasificación de las obras del museo para crear un catálogo, que fue publicado en 1880. También participó en comisiones para restaurar cuadros y mejorar la organización de la pinacoteca. Su dedicación ayudó a proteger y exhibir el arte de Sevilla.
Obras destacadas de Joaquín Domínguez Bécquer
Joaquín Domínguez Bécquer fue un pintor muy versátil. Sus obras más conocidas son las de estilo costumbrista, que muestran la vida y las tradiciones de Andalucía.
- Escenas de baile y costumbres: Pintó varias veces la Feria de Sevilla, mostrando la alegría y el ambiente de esta fiesta. También creó obras como Baile de gitanos o Fiesta andaluza (1834), que fue comprada por la reina Isabel II.
- Retratos: Realizó muchos retratos, incluyendo el de la reina Isabel II y su esposo. Uno de sus retratos más famosos es su Autorretrato vestido de cazador (1855).
- Vistas urbanas: Le gustaba pintar paisajes de ciudades. Destacan La plaza de la Maestranza de Sevilla en el momento de empezar la salida (1855) y La plaza de San Francisco durante el desfile de la cofradía de Jesús de Pasión (1853).
- Temas históricos y de viaje: Viajó a Portugal y África, lo que inspiró obras como Cueva de la Penha y Paz de Wad-Ras, esta última encargada por el Ayuntamiento de Sevilla.
- Litografías: Colaboró en la creación de ilustraciones para libros, como la antología de poesía La lira andaluza y el libro Relación del viaje a la ciudad de Marruecos.
Joaquín Domínguez Bécquer dejó un legado artístico importante, capturando la esencia de su tiempo y su tierra.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Joaquín Domínguez Bécquer Facts for Kids