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Unicornio para niños

Enciclopedia para niños

El unicornio es una criatura legendaria que aparece en cuentos y mitos de Europa. Generalmente se le describe como un caballo blanco con patas de antílope, ojos y pelo de cabra, y un cuerno en la frente. Sin embargo, en las historias y dibujos más recientes, se parece mucho a un caballo, con la única diferencia de su cuerno.

Aunque las primeras imágenes de animales con un solo cuerno se encontraron en la antigua civilización del Valle del Indo, hace más de cuatro mil años, la historia del unicornio en Occidente comenzó con las descripciones del sabio griego Ctesias de Cnido en el siglo V antes de Cristo. Más tarde, en la Edad Media, los libros de animales fantásticos lo describían como un animal con un cuerno largo y único, que se creía que tenía propiedades curativas. Se decía que solo podía ser capturado si se acercaba a una joven. Esta leyenda dio lugar a muchos significados simbólicos, desde representar a Cristo hasta ser un símbolo de la muerte o el amor.

Con el tiempo, las diferentes descripciones del unicornio hicieron que muchos autores dudaran de su existencia. A partir de la época de la Ilustración, se le empezó a llamar más a menudo un "animal fabuloso". Hoy en día, el unicornio es un gran caballo blanco "mágico" con un solo cuerno en la frente, que inspira muchas historias de fantasía y magia, y también se ve en muchos productos para niños.

¿De dónde viene la leyenda del unicornio?

Archivo:Licornarval
Dibujo del Museum Museorum de Michael Bernhard Valentini (1704) que compara un supuesto «cuerno de unicornio medicinal» (narval), un esqueleto reconstruido de «unicornio fósil» y un unicornio con forma de caballo.

A menudo, los exploradores confundían animales conocidos con criaturas de un solo cuerno. Por ejemplo, se cree que el unicornio descrito por Ctesias de Cnido era una mezcla de historias sobre el rinoceronte indio (cuyo cuerno se usaba en medicina) y el onagro (un asno salvaje conocido por su velocidad y fuerza), además del antílope tibetano. El descubrimiento de restos de rinocerontes lanudos extintos, como el Elasmotherium, también sugiere que estos animales pudieron haber influido en la leyenda.

El narval y su cuerno

El narval, un tipo de ballena con un diente muy largo que parece un cuerno, fue muy importante para la creencia en el unicornio en Occidente. Su gran diente en espiral se vendía como cuerno de unicornio desde finales de la Edad Media, especialmente en el siglo XVI. Esto se consideraba una prueba de que el animal legendario existía. Aunque más tarde se descubrió de dónde venía realmente, esto no detuvo la creencia en el unicornio, sino que incluso la reforzó.

Rinocerontes y elasmoterios

Archivo:Elasmotherium sib1225
Reconstrucción de un elasmosterio.

Los expertos creen que el asno indio de Ctesias y el monoceros de Megástenes eran en realidad el mismo animal: el rinoceronte indio (Rhinoceros unicornis). Incluso hoy en día, la gente de la zona cree que su cuerno tiene propiedades medicinales, tal como Ctesias lo describió para su asno unicornio y como se recogió en las fuentes medievales.

Aunque Plinio el Viejo describió al rinoceronte por separado, en el siglo VI, Isidoro de Sevilla lo igualó al monoceros y al unicornis, mezclando sus leyendas. Marco Polo también describió unicornios en sus viajes a Oriente, pero otros estudiosos pronto se dieron cuenta de que había visto rinocerontes.

El Elasmotherium sibiricum vivió en las estepas de Rusia y Asia Central hasta hace unos 10.000 años. Este animal tenía un cuerno único, muy largo y grueso, en medio de la cabeza. Se cree que las historias orales sobre él y sus fósiles pudieron haber inspirado la leyenda del unicornio.

Antílopes

Archivo:Eland with oxpeckers - Masai Mara (7929206950)
Este eland, visto de costado, parece tener un solo cuerno.

Algunos tipos de antílopes pudieron haber contribuido a la leyenda del unicornio, especialmente por el comercio de sus cuernos. Claudio Eliano mencionó un cuerno negro en espiral que pertenecería al monoceros. El órix árabe, un antílope blanco con dos cuernos largos y delgados que apuntan hacia atrás, y el eland, que tiene cuernos retorcidos en espiral, pueden parecer unicornios si se les ve de lado y desde lejos. Aristóteles y Plinio el Viejo les atribuyeron un solo cuerno.

Mamíferos con un solo cuerno

Archivo:Oryx gazella (unicorn)
Órix egipcio con un solo cuerno.

A veces, las malformaciones en un mamífero pueden hacer que solo desarrolle uno de sus dos cuernos, o que ambos se unan, dando la impresión de que el animal tiene solo uno. Estos casos, conocidos desde la antigüedad, no son una especie nueva, sino deformaciones. Por ejemplo, Plutarco contó cómo Anaxágoras demostró que un carnero con un solo cuerno era un accidente natural. En el siglo XVIII, se capturó un ciervo con un solo cuerno en Asia Central.

Desde 2007, una reserva natural en Prato, Italia, tiene un ciervo con una sola asta en medio de la frente. El director del parque, Gilberto Tozzi, cree que este tipo de deformación podría ser el origen de la leyenda del unicornio.

Unicornios creados por el hombre

Archivo:Einhorn-Guericke
Reconstrucción de un supuesto esqueleto de unicornio. Se usaron restos de un rinoceronte lanudo, un mamut y el cuerno de un narval.

Se han documentado casos de "unicornios" creados artificialmente tanto en Occidente como en Oriente y África. Aunque esta práctica pudo haber influido en la creencia, el sociólogo francés Bruno Faidutti no cree que haya cambiado mucho la imagen del unicornio.

En Asia, los unicornios artificiales se hacían uniendo los cuernos de cabras de Angora con hierro y fuego, creando un cuerno corto y trenzado. Esta práctica ya no se hace por ser cruel con los animales. En Occidente, el caso más famoso es el de un esqueleto "reconstruido" en 1663 por Otto von Guerick, que usó huesos de mamut, un cráneo de rinoceronte lanudo y un colmillo de narval.

Más recientemente, en 1982, los cuernos de una cabra llamada Lancelot fueron modificados quirúrgicamente para formar uno solo. Fue presentado como un "unicornio viviente" en circos de Estados Unidos, pero fue retirado años después debido a las protestas de los defensores de los animales.

El unicornio en la Antigüedad

Archivo:Unicorn. Mold of Seal, Indus valley civilization
Molde de un sello de la civilización del valle del Indo, 2500-1500 a. C.

La primera imagen de un unicornio se encontró en sellos de la región del Indo, alrededor del año 2600 a. C. Este diseño, que no se ve en otras civilizaciones de la época, se usó durante 700 años y desapareció con la escritura del Indo.

El primer sello con este animal fue descubierto en 1872-1873. Aunque al principio se describió como un "toro sin joroba", en realidad era el "unicornio del Indo". La característica principal de estos sellos era un animal con un solo cuerno que salía de la parte trasera del cráneo y se curvaba hacia adelante.

Se cree que la técnica de dibujar animales de perfil también se usó en los relieves de la antigua capital persa, Persépolis, donde es común ver la lucha entre un león y un toro unicornio.

Fuentes griegas

Archivo:Unicorn philes
Asno indio de Ctesias, según una ilustración de 1554.

Las primeras descripciones escritas de un animal unicornio provienen del historiador griego Ctesias de Cnido en el siglo V a. C. En su obra Índica, describió una bestia parecida a un burro salvaje, del tamaño de un caballo o más grande, con cuerpo blanco, cabeza púrpura y ojos azules. Tenía un cuerno de un codo de largo en la frente, afilado y con tres colores: blanco en la base, negro en el medio y rojo en la punta. Era muy fuerte y rápido, y no se podía capturar vivo. Se decía que su cuerno tenía propiedades curativas y protegía contra venenos.

Megástenes (alrededor del 300 a. C.) también describió un animal unicornio, al que llamaron monókeros o kartázonos. Era un caballo con cabeza de ciervo, patas como las de un elefante, cola de jabalí y crines rojizas, con un cuerno negro, fuerte y en espiral en la frente.

Aristófanes de Bizancio (c. 257-180 a. C.) parecía diferenciar entre los animales descritos por Ctesias y Megástenes. Aristóteles también mencionó el "asno indio" y un nuevo animal unicornio: el oryx o antílope de un solo cuerno.

Fuentes romanas

Archivo:Villa Del Casale Grande Cha
Rinoceronte en un mosaico romano de Villa romana del Casale. Se cree que este animal estuvo en el origen de las antiguas descripciones de animales unicornios.

Según el general romano Julio César, en las tierras al otro lado del Rin vivía un animal parecido a un "buey con cabeza de ciervo" y un solo cuerno en la frente.

Plinio el Viejo describió al rinoceronte como un animal con un solo cuerno en la nariz, enemigo del elefante. También habló del "asno indio" de Ctesias, el "buey indio" de un solo cuerno y el monoceronte de Megástenes, al que describió como una criatura salvaje, parecida a un caballo, con cabeza de ciervo, patas de elefante y cola de jabalí, con un cuerno negro de dos codos de largo en el centro de la frente, que no podía ser capturada viva.

Claudio Eliano (siglos II-III) también habló de varios animales de un solo cuerno. Diferenciaba entre "asnos" y "caballos" de un solo cuerno, y describió al monókeros como un animal tranquilo con otras bestias, pero peleador con los de su misma especie.

Julio Solino (siglo IV) describió al monoceronte como un "monstruo de horrible bramido", tan rápido que era imposible capturarlo. Tenía cuerpo de caballo, cabeza de ciervo, pata de elefante y cola de cerdo, con un gran cuerno de cuatro pies de largo.

Según Pseudo Calístenes, Alejandro Magno y sus hombres tuvieron que luchar contra el odontotirano indio, una bestia más grande que un elefante con un solo cuerno en la frente.

El unicornio en la Edad Media

Descripciones del animal

En su libro de viajes Topografía cristiana (siglo VI), Cosmas Indicopleustes diferenció al rinoceronte del unicornio, al que llamó una "bestia terrible e invencible" que podía saltar desde un precipicio sin hacerse daño gracias a su cuerno.

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Unicornio en una miniatura del bestiario de Rochester (c. 1230). El cuerno sigue un patrón helicoidal.

Para San Isidoro de Sevilla, los nombres rhinoceros y monoceros se referían al mismo animal, el unicornis en latín, con un cuerno de cuatro pies de largo en medio de la frente, "tan afilado y fuerte que puede perforar todo lo que ataque". Esta descripción fue muy influyente.

En el siglo XIII, Alberto Magno describió varios animales unicornios, incluyendo el monoceronte (como Plinio), el onagro indio (una bestia grande y fuerte con un cuerno enorme) y el unicornio (un animal de tamaño moderado que habita en montañas y desiertos, con un cuerno muy largo). También mencionó una criatura marina con un solo cuerno, el monoceros piscis.

Los bestiarios medievales, inspirados en el Physiologus, describían al unicornio como un pequeño animal parecido a un cabrito. La confusión entre estos animales continuó durante toda la Edad Media.

Cómo se representaba el unicornio

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El unicornio en una miniatura del bestiario de Aberdeen (finales del siglo XII o principios del XIII).

En el arte medieval, el unicornio a menudo se dibujaba con pezuñas de cabra y, a veces, con barba de chivo. Su cuerpo podía ser como el de un caballo, un ciervo, una cabra, un buey, un perro, un jabalí, un gato o incluso un roedor. Su pelaje podía ser blanco, ocre, marrón, azul o negro. Su cuerno variaba en tamaño y forma, a veces curvo, otras recto, y generalmente salía del centro de la frente, aunque a veces se dibujaba en el hocico. Era muy común que tuviera un patrón en espiral, como el cuerno del narval.

Desde la Baja Edad Media, la figura del unicornio empezó a parecerse más a la que conocemos hoy: un pequeño caballo blanco, con pezuñas de cabra, una barba de chivo y un cuerno largo, recto y en espiral.

El cuerno del unicornio

Archivo:The wonderful fauna of the East (BnF Fr. 22971)
La maravillosa fauna de Oriente. A la derecha se aprecia un unicornio purificando las aguas del río.

En el siglo XII, la abadesa Hildegarda de Bingen recomendaba usar partes del unicornio para tratar enfermedades. Sin embargo, las propiedades de su cuerno como antídoto reaparecieron en historias posteriores. Se decía que en los lugares donde vivía el unicornio, había un lago o fuente donde todos los animales iban a beber. Pero primero llegaba una serpiente y derramaba su veneno en el agua. Los animales esperaban al unicornio, que entraba y hacía la señal de la cruz con su cuerno, haciendo que el veneno fuera inofensivo para que todos pudieran beber.

Este tema de la purificación del agua se hizo muy popular en la literatura y el arte de la Baja Edad Media. Se decía que el cuerno del unicornio tenía muchas propiedades curativas, como proteger contra cualquier veneno o hinchazón si se bebía agua donde el cuerno había sido lavado o raspado.

¿Dónde vivía el unicornio?

Archivo:Fauna of Ethiopia (BnF F 22971)
Unicornio entre la fauna de Etiopía.

En la Historia de las Cruzadas (siglo XIII), Jacques de Vitry mencionó al rinoceronte y al monoceronte o unicornio entre los animales de la "tierra prometida y otras tierras del este". Años después, Johann van Hesse (m. 1311) afirmó haber visto al unicornio purificar el agua en el río Mara de Tierra Santa.

Marco Polo, que visitó India y China a finales del siglo XIII, describió al unicornio de esas tierras como un animal gris y robusto, apenas más pequeño que un elefante, que autores posteriores asociaron con el rinoceronte.

El mito de la joven y el unicornio

Archivo:82-Oxford Bodley 764- Cervo
Caza del unicornio en una miniatura del MS. Bodley 764 (c. 1225-1250).

En El Fisiólogo, un libro de los siglos II-IV d. C. con descripciones de animales y sus significados religiosos, el monoceros o unicornio se describe como un pequeño cabrito muy feroz. Se decía que para cazarlo, se llevaba a una joven cerca de su guarida. El animal se acercaba a ella, se recostaba en su regazo y se dormía, momento en el que los cazadores lo capturaban.

San Isidoro, en los siglos VI-VII, incluyó esta leyenda en sus Etimologías, pero sin la interpretación religiosa. Esta obra fue la base de todos los bestiarios medievales. Si la joven no era "pura", se decía que el unicornio la mataría. La atracción del animal se asociaba con un "olor a pureza". Sin embargo, según el poeta bizantino John Tzetzes, la estrategia también funcionaba si un hombre joven, vestido con ropa de mujer y perfumado, se sentaba cerca de la guarida.

Simbolismo cristiano

Archivo:The Ashmole Bestiary - Unicorn hunt
Caza del unicornio en el bestiario de Ashmole (principios del siglo XIII).

Cuando se tradujo la Biblia al griego (la Septuaginta) en el siglo III a. C., la palabra hebrea reʼém, que se refería a un tipo de buey grande, se tradujo como monókeros, la bestia de un solo cuerno. En la Vulgata, la Biblia en latín, a veces se usó rhinocerotis y otras unicornis. Uno de los versículos más conocidos que mencionaba al unicornio es el Salmo 21:22: "Sálvame de la boca del león, y líbrame de los cuernos de los unicornios."

Los Padres de la Iglesia interpretaron al unicornio como un símbolo de Cristo. Se decía que su único cuerno representaba la unidad entre el Padre y el Hijo. La caza del unicornio se interpretó como una alegoría de la encarnación de Jesús, quien fue "capturado" y condenado a muerte después de nacer de la Virgen María.

Archivo:Unicorn hunt - Martin Schongauer (circle)
Anunciación con unicornio. Óleo sobre tabla de Martin Schongauer (1489).

El motivo de la purificación del agua por el unicornio también tenía una interpretación cristiana: la serpiente que envenena el agua era el diablo que sembraba el pecado en el mundo, y el unicornio era Cristo, que quitaba ese pecado.

El unicornio y el amor cortés

Archivo:Licormouton
Caza del unicornio en una miniatura del Bestiario de Amor de Richard Fournival (finales del siglo XIII).

Desde mediados del siglo XIII, la historia de la caza del unicornio se usó para hablar del amor cortés. En su Bestiario de amor, Richard de Fournival usó la caza del unicornio como una comparación de su propia desdicha en el amor.

El rey poeta Teobaldo I de Navarra también usó la figura del unicornio para describir cómo el caballero se siente atraído por la joven y "muere" de amor en su regazo.

El unicornio como símbolo de la muerte

Archivo:Maestro campionese, apologo dell'unicorno (allegoria dlela vita), 1250 ca.
Hombre perseguido por un unicornio. Escultura del púlpito de la catedral de Ferrara (Italia).

En la historia de Barlaam y Josafat, un sabio ermitaño le cuenta al príncipe Josafat una fábula sobre un hombre que huye de un unicornio subiéndose a un árbol. Mientras está allí, no se da cuenta de que dos roedores (el día y la noche) están royendo las raíces, y que debajo hay un dragón. Al final, el hombre cae y es devorado.

Esta fábula oriental, muy popular en la Edad Media, simboliza la muerte (el unicornio) persiguiendo al hombre, el paso del tiempo (los roedores) y el infierno (el dragón), mostrando cómo el hombre cae por preferir los placeres terrenales a la salvación de su alma.

Relación con otros animales

Archivo:Роспись Ходоровской синагоги, 1652
La lucha entre el unicornio y el león en una pintura de la sinagoga de Khodorovsky (1652).

Según las Etimologías de San Isidoro, el unicornio a menudo peleaba con elefantes, hiriéndolos en el estómago. Otro enemigo del unicornio era el león. Se decía que el león, con astucia, hacía que el unicornio golpeara un árbol con su cuerno, dejándolo atascado, y entonces el león lo mataba.

En una novela francesa del siglo XV, El romance de la Dama con el Unicornio y el Bello Caballero con el León, el unicornio y el león, tradicionalmente enemigos, colaboran. El unicornio protege a la dama y la guía, simbolizando la pureza, mientras que el león representa la fuerza del caballero. Juntos, simbolizan la unión de elementos "opuestos" pero complementarios en el amor.

Del Renacimiento al siglo XIX

El cuerno de unicornio: comercio y estudio

Archivo:Weltliche Schatzkammer Wienb
Supuesto cuerno de unicornio ofrecido a Fernando I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Las supuestas propiedades medicinales del cuerno de unicornio lo hicieron uno de los remedios más caros y famosos durante el Renacimiento. Se podía consumir en polvo o pastillas, y también se usaba como amuleto. Sin embargo, había sospechas de que muchos eran falsos. Algunos expertos sugirieron que el marfil podía hervirse para parecer un cuerno de unicornio. Otros creían que los cuernos grandes eran falsificaciones hechas con marfil.

El conocimiento del narval hizo que el precio del "cuerno de unicornio" bajara, pero no eliminó la creencia en el unicornio terrestre. Para diferenciar un cuerno "auténtico" de uno falso, se popularizaron pruebas como sumergirlo en agua para ver si burbujeaba, o encerrar animales venenosos con él para ver si el cuerno "sudaba" y los animales morían.

Archivo:Ivory pharmacy sign in the shape of a unicorn's head, Europe Wellcome L0058319
Cartel de una farmacia en forma de unicornio.

Sin embargo, la eficacia de estos experimentos fue pronto cuestionada. El médico francés Ambroise Paré, en su tratado de 1582, explicó que las pruebas podían ser engañosas y demostró que el cuerno no era un antídoto universal.

Historias de viajes y exploración

Oriente Medio

Archivo:Barthema-unicorne
Grabado por Jörg Breu para una edición alemana de la historia de Ludovico de Verthema (1515).

Durante su viaje a Arabia en 1503, el explorador italiano Ludovico de Varthema creyó haber visto dos unicornios en La Meca. Los describió como del tamaño de un potro de un año, con un cuerno de cuatro palmas de largo, pezuñas de cabra, cabeza y patas de ciervo, cuello corto y pelo corto.

África

En el siglo XVI, el viajero portugués Jodo Bermúdez dijo que un animal unicornio, parecido a un caballo pequeño, vivía en las montañas de Abisinia (Etiopía). Otros viajeros también mencionaron unicornios en Sudáfrica, el Cabo de Buena Esperanza y Madagascar.

Archivo:Unicornis (1545)
Grabado que representa un unicornio en la traducción al alemán del De Animalibus de Alberto el Grande (1545).

En 1682, el capuchino italiano Jérôme Merolla da Sorrento diferenció el monoceros europeo (que creía desaparecido) del unicornio que había visto en el Congo, una bestia del tamaño de un buey, con un solo cuerno en la frente (solo los machos).

Una de las historias más difundidas en los siglos XVII y XVIII fue la del jesuita Jerónimo Lobo. En 1672, describió un animal unicornio en Abisinia: "Tiene el tamaño de un caballo pequeño, de pelo castaño casi negro; la crin y la cola negra, cabello corto y escaso (...) con un cuerno recto de cinco palmas de largo, de un color que tiende al blanco."

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Un unicornio persiguiendo lagartos de un estanque. Grabado de 1610 por Hendrik Hondius I.

La presencia del unicornio en África fue un rumor muy extendido por muchos viajeros. Incluso en el siglo XIX, algunos exploradores afirmaban que el unicornio existía, aunque no se pareciera exactamente al unicornio tradicional inglés.

La curiosidad llevó a ofrecer recompensas por ejemplares de unicornio. En 1793, un colono neerlandés prometió tres mil florines por un animal vivo, y en 1838, un diario alemán ofrecía cien táleros por un unicornio vivo.

India y China

En 1616, el aventurero Thomas Coryat dijo haber visto unicornios en la corte del Gran Mogol en la India, describiéndolos como "las bestias más extrañas del mundo".

Archivo:Tibet-unicorn
Unicornio del Tíbet. Dibujo del general británico B. Latter (1820).

A principios del siglo XIX, soldados británicos en la India afirmaban que el unicornio vivía en los valles del Himalaya y la meseta tibetana. Un misionero francés, Evariste Huc, dijo no dudar de que el unicornio existía realmente en el Tíbet.

América

En 1540, el navegante portugués Jean Alfonse de Saintonge informó que los nativos de la costa canadiense creían en los unicornios. Sin embargo, el mítico unicornio nunca tuvo un lugar importante en el Nuevo Mundo.

Unicornios anfibios y de dos cuernos

Archivo:Camphur thevet
Camphur o unicornio anfibio en un grabado de 1575.

A mediados del siglo XVI, aparecieron relatos de exploradores que mencionaban extraños unicornios acuáticos. El médico portugués García da Orta describió una especie de animal terrestre que también vivía en el mar, con cabeza y crines de caballo, y un cuerno movible en la frente.

André Thevet también habló de otro animal exótico, el camphur, que vivía en las islas Molucas. Era una bestia terrestre y anfibia, del tamaño de un ciervo, con un cuerno de tres codos y medio en la frente, que se creía que tenía propiedades contra el veneno.

El unicornio de dos cuernos, pirassoupi, también fue descrito por André Thevet como una bestia de Brasil, parecida a una mula, con dos cuernos muy largos en la frente que, al sumergirse en agua, le daban propiedades curativas.

Debate sobre la existencia del animal

Para la mayoría de los expertos de finales del siglo XVI, el unicornio y el rinoceronte eran animales diferentes. Ulisse Aldrovandi afirmó que "unicornio no es rinoceronte" y "rinoceronte no es un unicornio".

Estos dos grabados de 1561 muestran que el rinoceronte y el unicornio tenían aspectos y significados muy diferentes.

La Historia de los animales de Gessner (1551), considerada el inicio de la zoología moderna, señaló la gran diferencia entre las descripciones del unicornio. El Discurso del unicornio (1582) de Ambroise Paré fue la primera obra que usó argumentos científicos para negar su existencia, lo que generó una respuesta inmediata defendiendo la tradición.

La variedad de descripciones se explicó sugiriendo que existían varias especies de unicornio. Catelan Laurent, en su obra de 1624, mencionó ocho tipos, incluyendo rinocerontes, asnos salvajes, bueyes, caballos, camphur, ciervos y cabras de un solo cuerno.

Archivo:Unicorns in Noah's ark
Unicornios en un grabado de Arca Noë (1675) de Athanasius Kircher.

El interés por este animal comenzó a disminuir a mediados del siglo XVII. En el siglo XVIII, obras como la enciclopedia de Diderot y d'Alembert (1765) y el Sistema natural de Carlos Linneo (1735) lo calificaron de "animal fabuloso".

A pesar del escepticismo, algunos, como Jean-François Laterrade en 1825, defendieron su existencia basándose en la idea de que a cada animal marino (como el narval) le corresponde uno terrestre. Sin embargo, el barón de Cuvier negó definitivamente la existencia del unicornio en 1827.

Siglos XX y XXI

Archivo:La Licorne et le Loup
Típica representación contemporánea del unicornio.

Desde finales del siglo XIX, el unicornio es una criatura común en las historias de fantasía y magia. Aparece en libros como A través del espejo (1871) de Lewis Carroll, El último unicornio (1968) de Peter S. Beagle, y la famosa serie de Harry Potter (1997-2007) de J. K. Rowling. En televisión, se ve en series animadas como She-Ra y las princesas del poder, La princesa Starla y My Little Pony.

Archivo:Invisible Pink Unicorn
El unicornio rosa invisible suele representarse con un gradiente rosa-blanco.

Su imagen moderna se ha alejado de la medieval, convirtiéndose en un tierno caballo blanco "mágico" con un solo cuerno en la frente. Inspira muchos productos para niños, como juguetes y adornos. También está presente en juegos de rol como Dungeons & Dragons. En internet, el unicornio rosa invisible es un símbolo de una religión paródica que busca mostrar lo difícil que es refutar creencias sobre fenómenos que están fuera de la percepción humana.

Aunque ya nadie cree en la existencia física del unicornio, la creencia en los unicornios "espirituales" continúa en la corriente de la Nueva Era. Algunos esoteristas proponen invocar a un unicornio como guía para el crecimiento espiritual o lo ven como un ángel guardián intangible.

El unicornio en la heráldica

Archivo:Blason imaginaire de Gringalas le Fort
Escudo imaginario de Gringalas el Fuerte, caballero de la Mesa Redonda.

Según Michel Pastoureau, hasta el siglo XIV, el unicornio no era muy común en los escudos de armas. Su figura de cabrito cambió a una forma equina en la Edad Moderna, aunque conservando la barba. Se representaba generalmente de color blanco y simbolizaba fuerza, modestia y virtud. Se decía que prefería morir antes que ser capturado vivo, y por eso se le comparaba con un valiente caballero.

Archivo:Royal coat of arms of the United Kingdom (St. Edward's Crown)
Armas de Gran Bretaña.

Hoy en día, el unicornio está presente en los escudos de armas de muchos países. Por ejemplo, el escudo de Gran Bretaña es sostenido por un unicornio, que representa a Escocia, y un león, que representa a Inglaterra. Su presencia combinada simboliza la unión de las dos coronas. Ambos animales también aparecen en el escudo de armas de Canadá.

Archivo:Blason ville fr SaintLo (Manche)
Escudo de la comuna francesa de Saint-Lô.

En Francia, el unicornio es parte del escudo de armas de la ciudad de Amiens y el emblema del Amiens Sporting Club, un club de fútbol. También está en el escudo de armas de la ciudad de Saint-Lô y en el de Saverne.

Con el desarrollo de la imprenta, el unicornio se convirtió en un animal muy representado en las marcas de agua del papel y en los logos de impresores de toda Europa. Se cree que simbolizaba la pureza del papel y las buenas intenciones del impresor.

Otras culturas del mundo

Archivo:Shadhavar detail
Detalle del shâd'havâr en el manuscrito Walters W659 (siglo XIII).

Los libros de animales musulmanes describieron varias criaturas de un solo cuerno. La más importante es el karkadann o rinoceronte, que se describía como similar a un búfalo, con piel negra y escamosa, y un solo cuerno en la parte superior de la nariz. Más tarde, se le atribuyeron propiedades medicinales similares a las del monoceros. Otro es el shâd'havâr, un animal con un cuerno de 42 ramas huecas que, al pasar el viento, producía un sonido agradable que hacía que los animales se sentaran a escuchar. También se menciona al Al-Mi'raj, un animal con forma de conejo, pelaje amarillo y un solo cuerno negro en la cabeza.

El animal de la mitología china llamado qilin, un cuadrúpedo pacífico con un cuerno, a menudo se ha identificado como un unicornio, aunque a veces se le representa con dos cuernos. En el Shuowen Jiezi (siglo II), se describe al xiezhi como "una bestia fuerte con un solo cuerno" que podía distinguir al inocente del culpable y castigar a este último. Otros animales unicornios chinos se mencionan en el Clásico de las montañas y los mares.

La mitología chilota, de los habitantes del archipiélago de Chiloé (Chile), habla del camahueto como una bestia similar al elefante marino, con un único cuerno. Se dice que los fragmentos de su cuerno pueden "sembrarse" para crear un nuevo ejemplar.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Unicorn Facts for Kids

  • Unicornio alado
  • Oricuerno
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Unicornio para Niños. Enciclopedia Kiddle.