robot de la enciclopedia para niños

Trastorno de ansiedad para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Trastorno de ansiedad
The Scream.jpg
Especialidad Psiquiatría, psicología crítica
Síntomas Preocupación, taquicardia, inestabilidad
Complicaciones Depresión, insomio, mala calidad de vida
Inicio habitual 15-35 años
Duración > 6 meses
Causas Factores genéticos, ambientales y psicológicos.
Factores de riesgo Historia familiar, Pobreza
Diagnóstico Test psicológico
Diagnóstico diferencial Hipertiroidismo, Enfermedades cardiovasculares, cafeína;
Tratamiento Cambios en el estilo de vida, psicoterapia, medicamentos
Medicación Antidepresivos, ansiolítico, betabloqueador
Pronóstico 12 % por año
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico 

Trastorno de ansiedad, antes neurosis de ansiedad, es un término que abarca las diferentes formas de un tipo de enfermedad mental caracterizado por ansiedad, miedo y cambios conductuales asociados. Mientras que la ansiedad es una «respuesta anticipatoria a una amenaza futura», el miedo implica una respuesta emocional a una amenaza inminente. Estas respuestas pueden producir síntomas físicos, como taquicardia y temblores, que suelen mejorar con conductas evitativas. Existen múltiples trastornos de ansiedad, entre los que se incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad por separación, la agorafobia, el trastorno de pánico, el mutismo selectivo y las fobias.

Las condiciones ahora consideradas como trastornos de ansiedad llegaron bajo la égida de la psiquiatría hacia el final del siglo XIX. Gelder, Mayou y Geddes (2005) explican que los trastornos de ansiedad se clasifican en dos grupos: síntomas continuos y síntomas episódicos. Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocen una gran variedad de trastornos de ansiedad. Estudios recientes, además de haber encontrado que hasta un 18% de la población estadounidense y un 20% de la población española pueden estar afectados por uno o más de estos desórdenes, han hallado que la genética encargada en propiciar la aparición y el desarrollo de estos es la misma que la involucrada en los trastornos depresivos y bipolares.

El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experimentar: aprensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad disociativa. Cada uno tiene sus propias características y síntomas y requieren tratamientos diferentes. Las emociones presentes en los trastornos de ansiedad van desde el simple nerviosismo a episodios de terror o pánico.

Clasificación

Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno crónico común caracterizado por ansiedad de larga duración y que no se centra en algún objeto o situación particular, al contrario que en las fobias. Las personas que padecen de ansiedad generalizada experimentan miedos y preocupaciones persistentes no específicos, muy focalizados en asuntos cotidianos. El trastorno de ansiedad generalizada es el trastorno de ansiedad más común que afecta a adultos mayores.

Trastorno de pánico

En el trastorno de pánico, una persona sufre ataques breves de intenso miedo y terror, a menudo acompañado de síntomas como temblores, agitación, confusión, mareos, desvanecimiento, náuseas y dificultad para respirar. Estos ataques de pánico, que se define por la APA como el miedo o malestar que se presenta repentinamente, y con picos en menos de diez minutos, puede durar varias horas y puede ser desencadenado por el estrés, el miedo o incluso el ejercicio. La causa específica no siempre es evidente.

Además de los recurrentes ataques de pánico inesperados, un diagnóstico de trastorno de pánico requiere que dichos ataques de angustia tengan consecuencias crónicas, o bien preocupación por las consecuencias de los episodios de angustia, el miedo persistente de posibles ataques futuros, o el miedo a sufrir cambios significativos en el comportamiento relacionados con los ataques. Puede diagnosticarse trastorno de pánico con o sin agorafobia.

Trastorno de pánico con agorafobia

El trastorno de pánico con agorafobia es una variante que suele ir asociado con el trastorno de pánico. Una persona experimenta un ataque de pánico inesperado, y a continuación, tiene temor a la posibilidad de volver a tener otro ataque. La persona teme y evita cualquier situación que podría inducir a un ataque de pánico. La persona nunca o rara vez podrá salir de casa con tal de evitar un posible ataque de pánico que creen que es un terror extremo ineludible.

Trastorno fóbico

Las fobias o trastornos fóbicos corresponden a la mayor y más amplia categoría de los trastornos de ansiedad; incluye todos los casos en que se desencadena miedo y ansiedad por algún estímulo o situación específica. Entre el 5% y el 12% de la población mundial sufre de trastornos fóbicos. Las víctimas suelen anticipar las consecuencias terribles del encuentro con el objeto de su miedo, que puede ser cualquier cosa, desde un animal, objeto, persona, situación particular, o un fluido corporal. Los afectados entienden que su miedo es irracional, no proporcional al peligro potencial real, pero se ven abrumados por el miedo que se escapa a su control.

Trastorno de ansiedad social

El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, se caracteriza por un temor intenso, crónico y persistente temor, acompañado de conductas de evitación, a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer el ridículo en situaciones de interacción social. Este temor puede ser específico para situaciones sociales especiales (como hablar en público) o, generalmente, experimentarse en la mayoría (o todas) de interacciones sociales. La ansiedad social específica a menudo manifiesta síntomas físicos tales como rubor, sudoración, temblor, taquicardias y dificultad para hablar. Al igual que el resto de trastornos fóbicos, los que sufren de ansiedad social a menudo tratan de evitar la fuente de su ansiedad; y en el caso de la ansiedad social se torna particularmente problemático, y en casos graves puede llevar a la exclusión social.

Trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado sobre todo por la presencia de obsesiones (imágenes o pensamientos angustiosos, persistentes e intrusivos) y compulsiones (insta a realizar determinados actos o rituales). Afecta a aproximadamente el 3% de la población mundial. A menudo el proceso es totalmente ilógico e irracional, al igual que las compulsiones, donde simplemente se tiene la necesidad de completar un ritual con el fin de acabar con la ansiedad provocada por la obsesión.

Una persona con compulsiones se siente obligado a realizar una serie de normas de forma estricta, esto es, comportamientos como por ejemplo lavarse las manos continuamente (obsesión por el orden y la limpieza) o acciones que consisten en repetir ciertas palabras sin parar (es consciente de ello pero no puede parar de hacerlo). Esto causa un malestar clínico importante en las personas que lo padecen ya que influye en la rutina diaria y además supone una gran pérdida de tiempo. Esto se ejemplifica en: preocupación por lo detalles, perfeccionismo (nada está lo suficientemente perfecto), se dedica mucho tiempo a la productividad por lo que no tienen tiempo de ocio, escrupulosos, no delegan tareas en otras personas, rigidez, etc.

Trastorno de estrés post-traumático

El trastorno de estrés post-traumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad que se produce a partir de una experiencia traumática. El estrés post-traumático puede ser el resultado de experimentar situaciones extremas, como una guerra, desastres naturales, secuestros, acoso o incluso un accidente grave. Los síntomas comunes incluyen hipervigilancia, escenas retrospectivas rememorando el acontecimiento traumático (flashbacks), conductas de evitación, ansiedad, ira y depresión. Hay una serie de tratamientos que constituyen la base del plan de atención para las personas que sufren trastorno de estrés postraumático.

Trastorno de ansiedad por separación

Quien padece de un trastorno de ansiedad por separación presenta niveles intensos e inapropiados de ansiedad al separarse de una persona o lugar. La ansiedad de separación es algo normal en el desarrollo natural de bebés o niños, y solo puede ser considerada como trastorno cuando este sentimiento es excesivo o inapropiado. El trastorno de ansiedad por separación afecta a aproximadamente el 7% de los adultos y el 4% de los niños, pero los casos infantiles tienden a ser más severos; en algunos casos, incluso una breve separación temporal puede desencadenar sentimientos de pánico.

Trastornos de ansiedad en la infancia

Los niños, al igual que los adultos, experimentan ansiedad, preocupación y miedo, especialmente, cuando se enfrentan a nuevas experiencias. Sin embargo si la ansiedad se prolonga en el tiempo e interfiere en la actividad diaria normal del niño, entonces se consideraría ansiedad patológica. Cuando los niños padecen de ansiedad severa se ve interferido su pensamiento, toma de decisiones, percepciones, aprendizaje, atención y concentración. Además del miedo, el nerviosismo y la timidez, pueden empezar a adoptar conductas de evitación, tanto de lugares como situaciones. La ansiedad causa una amplia variedad de síntomas como aumento de la tensión sanguínea, taquicardias, náuseas, vómitos, dolor de estómago, úlceras, diarrea, hormigueo, debilidad, y sensación de falta de aire (disnea). Otros síntomas cognitivos, afectivos y fisiológicos incluyen inseguridad, autocrítica, irritabilidad, trastornos del sueño.

Si no se detecta o se trata a tiempo, se incrementa el riesgo de fracaso escolar o evitación de actividades sociales. Pueden desarrollar posteriormente otras patologías como depresión, trastornos de la conducta alimentaria, trastorno de déficit de atención, y trastorno obsesivo-compulsivo.

Alrededor del 13% de los niños y adolescentes entre 8 y 17 años experimentan algún tipo de ansiedad. El temperamento puede ser un factor clave en el desarrollo de trastornos de ansiedad.

La investigación clínica en esta área es sumamente dificultosa, ya que los investigadores no tienen suficientes datos para asegurar resultados fiables, debido a los cambios tan rápidos que se suceden en la psicología del niño en estas edades. Por ejemplo entre los 6 y 8 años, el miedo a la oscuridad decrece, pero pueden preocuparse acerca de su rendimiento escolar o relaciones sociales.

Trastornos de la ansiedad en los jóvenes

La ansiedad puede describirse como un sentimiento de inquietud, nerviosismo, preocupación, temor o pánico por lo que está a punto de ocurrir o puede ocurrir. Mientras que el miedo es la emoción que sentimos en presencia de una amenaza, la ansiedad es una sensación de un peligro, problema o amenaza que está por suceder.

Los sentimientos de ansiedad pueden ser leves o intensos (o intermedios entre ambos extremos), dependiendo de la persona y de la situación. La ansiedad leve puede sentirse como inquietud o nerviosismo. La ansiedad más intensa puede sentirse como miedo, terror o pánico. La preocupación y los sentimientos de tensión y estrés son formas de ansiedad. También lo son el miedo escénico o la timidez ante la posibilidad de conocer a gente nueva.

Es natural que, ante situaciones nuevas, desconocidas o que suponen un desafío se produzcan sentimientos de ansiedad y nerviosismo. Tener que enfrentar un examen, una fecha especial o una presentación importante para la escuela puede desencadenar una ansiedad normal. Aunque estas situaciones no representan una verdadera amenaza para la seguridad de la persona, pueden hacer que alguien se sienta "amenazado" por la posible vergüenza, preocupado por cometer un error, por adaptarse a la situación, por atrancarse con las palabras, por ser aceptado o rechazado o por perder su orgullo. Las sensaciones físicas como las palpitaciones, las manos sudorosas o las molestias en el estómago pueden también estar presentes en la ansiedad normal.

Como la ansiedad hace que una persona se ponga en alerta, se concentre y se prepare para enfrentar posibles problemas, la ansiedad puede ayudarnos a hacerlo lo mejor posible en situaciones que requieren nuestra actuación. Pero la ansiedad que es demasiado fuerte puede impedir que demos lo mejor de nosotros. Demasiada ansiedad puede hacer que una persona se sienta abrumada, cohibida e incapaz de hacer lo que necesita hacer.

Psicoterapia

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente eficaz para los diversos trastornos de ansiedad. Esta terapia trabaja dos componentes principales de la psique humana, las cogniciones o pensamientos y la conducta. Por ejemplo, en el caso de la fobia social la modificación cognitiva ayuda al paciente a cuestionarse algunos de sus temores, como el de estar siendo observado o juzgado continuamente por los demás. El componente conductual busca cambiar las reacciones de ansiedad provocadas por la situación, principalmente a través de estrategias de exposición y desensibilización sistemática. Mediante la terapia cognitiva se intenta identificar y modificar los pensamientos disfuncionales, automáticos o irracionales que generan respuestas inadaptativas.

Farmacoterapia

Cuando la medicación está indicada por psiquiatras especialistas, generalmente se recomienda la toma de fármacos antidepresivos.

Pronóstico

La mayoría de trastornos de ansiedad tienen un curso crónico, con períodos de exacerbación ante situaciones de estrés vital o enfermedad. La terapia psicológica y farmacológica es eficaz a corto plazo para el alivio de los síntomas. A largo plazo el pronóstico depende del tipo de trastorno y su gravedad y poco se sabe actualmente sobre el mismo.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Anxiety disorder Facts for Kids

kids search engine
Trastorno de ansiedad para Niños. Enciclopedia Kiddle.