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Trastorno obsesivo-compulsivo para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Trastorno obsesivo-compulsivo
OCD handwash.jpg
Lavarse las manos frecuentemente caracteriza la obsesión por la higiene y el miedo a la contaminación, y es uno de los síntomas más comunes de este trastorno.
Especialidad psiquiatría
psicología
Síntomas sentir la necesidad de revisar las cosas repetidamente
realizar ciertas rutinas repetidamente
tener ciertos pensamientos repetidas veces
Complicaciones tics
trastorno de ansiedad
Factores de riesgo estrés
Diagnóstico en función de los síntomas
Diagnóstico diferencial trastorno de ansiedad
trastorno depresivo mayor
trastornos alimenticios
trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
trastornos del espectro autista
Tratamiento psicoterapia
inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina
clomipramina
Frecuencia 2.3 %

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una condición de salud mental que se caracteriza por dos tipos de experiencias: las obsesiones y las compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos que aparecen una y otra vez en la mente de una persona, causando mucha preocupación o miedo. Las compulsiones son acciones repetitivas que la persona siente la necesidad de hacer para intentar reducir esa preocupación o evitar que algo malo suceda.

El TOC puede afectar a personas de cualquier edad y puede hacer que la vida diaria sea difícil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera una de las condiciones que más pueden afectar la vida de las personas. Se estima que alrededor del 2.3% de la población mundial puede experimentar TOC en algún momento de su vida.

Las obsesiones comunes incluyen el miedo a la suciedad o a enfermarse, la preocupación de que algo malo le pase a uno mismo o a otros, la necesidad de que todo esté en perfecto orden o las dudas constantes. Las compulsiones más comunes son lavarse las manos muchas veces, revisar cosas repetidamente, contar o arreglar objetos de una manera específica.

A menudo, las personas con TOC tardan en buscar ayuda porque les da vergüenza hablar de sus síntomas. Es común que también experimenten depresión al mismo tiempo. Si se detectan síntomas, es importante buscar la ayuda de un profesional, ya que el TOC sin tratamiento puede ser muy frustrante.

Las personas con TOC suelen darse cuenta de que sus obsesiones y compulsiones no tienen mucho sentido, pero les cuesta mucho controlarlas. A veces, sus familiares y amigos pueden intentar ayudar, pero es importante que lo hagan de la manera correcta para no reforzar los rituales.

¿Qué es el Trastorno Obsesivo-Compulsivo?

El TOC es un síndrome psiquiátrico que se define por la presencia de obsesiones y compulsiones.

¿Qué son las obsesiones?

Las obsesiones son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos que se repiten y que la persona no quiere tener. Se sienten como si invadieran la mente y suelen ser muy molestas o desagradables. La persona intenta ignorarlas o hacer que desaparezcan, pero a menudo no lo consigue. Esto genera mucha ansiedad, y para intentar calmarla, la persona realiza las compulsiones.

¿Qué son las compulsiones?

Las compulsiones son acciones repetitivas que se hacen siguiendo ciertas reglas o de forma muy específica. Su objetivo principal es reducir la ansiedad que causan las obsesiones. Por ejemplo, si alguien tiene miedo a la suciedad (obsesión), puede lavarse las manos una y otra vez (compulsión). Aunque la persona sabe que estas acciones no siempre tienen sentido o son excesivas, siente una fuerte necesidad de hacerlas. Realizar la compulsión puede dar un alivio temporal, pero luego la ansiedad vuelve y la persona siente la necesidad de repetir el ritual.

Las obsesiones y compulsiones pueden ocupar mucho tiempo del día y dificultar la vida social, escolar o familiar de la persona. Quienes lo padecen suelen sentirse culpables o avergonzados. Es importante no confundir el TOC con las "manías" o rituales que todos podemos tener, ya que las obsesiones del TOC causan mucha angustia y no se pueden controlar fácilmente.

El TOC afecta por igual a hombres y mujeres.

Tipos de TOC y obsesiones comunes

El TOC puede manifestarse de diferentes maneras, y aquí te presentamos algunos de los tipos más comunes:

Tipos de TOC

  • Lavadores y limpiadores: Son personas que tienen miedo a la contaminación o a enfermarse por la suciedad, los microorganismos o sustancias peligrosas. Por eso, se lavan las manos, la ropa o limpian su casa muchísimas veces, pero nunca se sienten completamente limpios.
  • Verificadores: Revisan las cosas una y otra vez para evitar que ocurra algo malo. Por ejemplo, comprueban varias veces si cerraron la puerta, si apagaron la luz o si la estufa está apagada. Tienen miedo de causar un accidente o de ser irresponsables.
  • Verificadores de salud e hipocondríacos: Se preocupan mucho por su salud y tienen miedo de tener una enfermedad grave. Revisan constantemente su cuerpo, como el ritmo cardíaco o la respiración.
  • Repetidores: Sienten la necesidad de repetir ciertas acciones varias veces.
  • Ordenadores: Necesitan que las cosas a su alrededor estén dispuestas de una manera muy específica y ordenada, a menudo de forma simétrica.
  • Acumuladores: Guardan objetos que no tienen mucho valor y les cuesta mucho deshacerse de ellos.
  • Ritualizadores mentales: Realizan pensamientos o imágenes repetitivas en su mente para calmar la ansiedad que les provocan sus obsesiones.
  • Numerales: Buscan un significado especial en los números, sumándolos, restándolos o cambiándolos hasta obtener un número que les parezca importante.
  • Atormentados y obsesivos puros: Experimentan pensamientos negativos muy molestos que no pueden controlar. A diferencia de otros tipos, no realizan acciones físicas repetitivas, sino que sus rituales son solo mentales.
  • Perfeccionistas: Se exigen mucho a sí mismos y se preocupan por los detalles más pequeños. Sienten una necesidad muy fuerte de hacer las tareas de forma perfecta y de recordar cosas triviales.
  • Supersticiosos (pensamiento mágico): Creen que si no realizan ciertos rituales, algo malo les puede pasar. Por ejemplo, pueden pensar que si no tocan un objeto de cierta manera, tendrán mala suerte.
  • Preguntadores compulsivos: Sienten la necesidad de preguntar continuamente a sí mismos o a otros sobre cualquier cosa, por muy pequeña o sin sentido que sea.
  • Dubitativos e indecisos: Les cuesta mucho tomar decisiones y manejar situaciones que no son claras. Se preocupan por cometer errores y dudan mucho de sus acciones.

Obsesiones y compulsiones recurrentes

Algunas obsesiones y compulsiones que se ven con frecuencia son:

  • Obsesiones de contaminación: Miedo a los gérmenes, la suciedad, la contaminación o sustancias químicas peligrosas. También preocupación por las secreciones del cuerpo.
  • Obsesiones sobre la salud y la apariencia física: Preocupación excesiva por la dieta, el ejercicio, la moda, el envejecimiento o la imagen personal.
  • Obsesiones de contenido agresivo: Miedo a hacer daño a otras personas o a uno mismo, o a cometer errores o accidentes. Pueden tener imágenes violentas en su mente.
  • Obsesiones filosófico-religiosas: Preocupación excesiva por cometer pecados o por si han realizado correctamente un ritual religioso. Pueden tener pensamientos que consideran inapropiados sobre su religión.
  • Obsesión con la inteligencia: Se someten a pruebas de inteligencia o se preocupan por perder puntos en su cociente intelectual.
  • Info-obsesivos (acumuladores de información): Sienten la necesidad de acumular y controlar la mayor cantidad de información posible, comprando muchos libros, revistas o guardando archivos digitales.
  • Obsesiones relacionadas con la memoria: Tienen recuerdos repetitivos que les atormentan, sin saber si son reales o no.

¿Qué causa el TOC?

No se sabe con exactitud qué causa el TOC, pero se cree que es una combinación de varios factores:

  • Factores biológicos: Algunos estudios sugieren que puede haber diferencias en el cerebro de las personas con TOC, especialmente en áreas relacionadas con el control de pensamientos y acciones. También se investiga el papel de los neurotransmisores, que son sustancias químicas que ayudan a las células del cerebro a comunicarse. La serotonina es uno de ellos, y se cree que puede estar implicada.
  • Factores genéticos: Si hay familiares con TOC, el riesgo de desarrollarlo puede ser mayor, lo que sugiere que los genes pueden influir.
  • Factores del entorno y experiencias: Las experiencias de vida, especialmente el estrés o situaciones difíciles, pueden aumentar el riesgo de que aparezca el TOC. También se ha estudiado cómo la forma en que se educa a los niños puede influir, especialmente si la educación es muy estricta o si los padres son muy controladores, lo que puede generar ansiedad e inseguridad.

Factores de riesgo

Algunos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar TOC son:

  • Antecedentes familiares: Si tus padres u otros familiares cercanos tienen TOC, tu riesgo puede ser mayor.
  • Acontecimientos estresantes en la vida: Haber vivido situaciones difíciles o estresantes puede desencadenar los síntomas del TOC.
  • Otros trastornos de salud mental: El TOC a veces se presenta junto con otros trastornos como la ansiedad, la depresión o los tics.

¿Cómo se diagnostica el TOC?

El diagnóstico del TOC lo realiza un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo, basándose en los síntomas que presenta la persona. Se utilizan guías como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10).

Para diagnosticar el TOC, se busca la presencia de obsesiones, compulsiones o ambas, que:

  • Sean pensamientos, impulsos o imágenes que se repiten y que la persona no quiere.
  • Hagan que la persona intente ignorarlos o neutralizarlos con otras acciones o pensamientos.
  • Sean comportamientos o actos mentales repetitivos que la persona realiza como respuesta a una obsesión, siguiendo reglas rígidas.
  • Tengan como objetivo reducir la ansiedad o evitar algo temido, aunque no estén conectados de forma realista con lo que se quiere evitar, o sean claramente excesivos.
  • Ocupen mucho tiempo o causen un malestar significativo en la vida diaria de la persona.
  • No se deban al efecto de alguna sustancia o a otra condición médica.
  • No se expliquen mejor por otro trastorno mental.

¿Cómo se trata el TOC?

El tratamiento del TOC suele combinar la psicoterapia y, en algunos casos, medicamentos.

Medicamentos

Algunos medicamentos, especialmente los que actúan sobre la serotonina en el cerebro, pueden ayudar a reducir los síntomas del TOC. Los más usados son los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), como la fluoxetina o la sertralina. Estos medicamentos pueden disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría suele notarse después de varias semanas. A menudo, es necesario seguir tomando la medicación por un tiempo prolongado, incluso si los síntomas mejoran.

Psicoterapia conductual (Exposición con Prevención de Respuesta, EPR)

La Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) es un tipo de terapia cognitiva conductual muy efectiva para el TOC. Consiste en ayudar a la persona a enfrentarse poco a poco a las situaciones que le provocan las obsesiones y los miedos, pero sin realizar las compulsiones habituales.

Por ejemplo, si alguien tiene miedo a tocar algo "contaminado", el terapeuta le animará a tocarlo (exposición) y luego le ayudará a resistir la necesidad de lavarse las manos (prevención de respuesta). De esta manera, la persona aprende que la ansiedad disminuye con el tiempo, incluso si no realiza el ritual. Este tratamiento se hace paso a paso, empezando por situaciones que causan poca ansiedad y avanzando gradualmente. La EPR ha demostrado ser muy exitosa para la mayoría de las personas que la completan.

Psicoterapia cognitiva

La terapia cognitiva ayuda a las personas a entender que los pensamientos obsesivos son comunes, pero que el problema surge cuando se les da demasiada importancia o se siente una responsabilidad excesiva por ellos. Mediante ejercicios y conversaciones con el terapeuta, se aprenden a cambiar las ideas negativas sobre el poder de los pensamientos, la culpa, la necesidad de seguridad absoluta o el perfeccionismo. Esto ayuda a que la persona reaccione con menos angustia y, con el tiempo, las obsesiones y compulsiones disminuyan.

Psicoanálisis

Otras formas de psicoterapia, como el psicoanálisis, también pueden ser una opción. El psicoanálisis busca entender el origen de las obsesiones y compulsiones explorando los pensamientos y experiencias pasadas de la persona, para comprender los motivos inconscientes que están detrás de los síntomas.

¿Qué tan común es el TOC?

Se estima que entre el 1% y el 2.3% de los niños y adolescentes pueden tener TOC. Es poco común que los síntomas comiencen después de los 35 años, y la mitad de las personas con TOC empiezan a tener problemas antes de los 20 años. El TOC afecta por igual a hombres y mujeres en todo el mundo.

Novedades sobre el TOC en el DSM-5

En 2013, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) hizo un cambio importante: el TOC ya no se clasifica como un trastorno de ansiedad. Ahora forma parte de una categoría nueva llamada "Trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados". Esto se debe a que las investigaciones han mostrado que el TOC tiene diferencias en cómo funciona el cerebro y en cómo responde a los tratamientos, en comparación con otros trastornos de ansiedad.

Esta nueva categoría incluye el TOC y otros trastornos que también se caracterizan por comportamientos repetitivos o compulsiones, como el trastorno dismórfico corporal (preocupación excesiva por defectos físicos imaginarios o leves) o el trastorno de acumulación (dificultad para deshacerse de objetos).

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