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Trastorno de ansiedad social para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Trastorno de ansiedad social
Especialidad psiquiatría
Sinónimos
Fobia social

El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad que hace que una persona sienta mucho miedo en situaciones sociales. Este miedo se debe a la preocupación de ser juzgado o de hacer algo vergonzoso. Es uno de los trastornos de ansiedad más comunes.

Las personas con TAS pueden sentir síntomas físicos como ruborización (ponerse rojo), sudoración excesiva, temblores, palpitaciones (el corazón late muy rápido) y náusea. También pueden hablar muy rápido o usar otras formas de manejar su nerviosismo. A veces, pueden tener ataques de pánico.

La terapia cognitivo conductual es un tratamiento efectivo para el TAS. También se pueden usar medicamentos, como algunos antidepresivos, para ayudar a controlar los síntomas.

¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Social?

El trastorno de ansiedad social es un miedo muy fuerte y duradero a ser juzgado, avergonzado o humillado por otros. Este miedo aparece en diferentes situaciones, como:

  • Hablar en público, por ejemplo, participar en clase o hacer una presentación.
  • Reuniones sociales donde hay que interactuar, como fiestas o eventos.
  • Encontrarse de repente con personas conocidas.

Este temor puede ser tan intenso que la persona se pone nerviosa solo con pensar en estas situaciones. A menudo, intentan controlar o esconder su ansiedad. Las personas con TAS pueden sentirse inseguras, incómodas y preocupadas por lo que otros puedan pensar de ellas.

Aunque saben que su miedo es exagerado, les resulta muy difícil superarlo. Los síntomas físicos que suelen acompañar al TAS incluyen rubor, mucha sudoración (hiperhidrosis), temblores, palpitaciones, náuseas y tartamudez. A veces, pueden tener ataques de pánico debido al miedo intenso.

Es importante detectar este trastorno a tiempo para ayudar a reducir los síntomas y evitar otros problemas, como la depresión. Existen herramientas sencillas para evaluar la gravedad de la ansiedad, como el Inventario de Fobia Social o la Escala de Ansiedad Social de Liebowitz.

Tipos de Trastorno de Ansiedad Social

El TAS puede presentarse de dos formas:

  • Subtipo generalizado: Cuando el miedo se da en muchas situaciones sociales, como ir a fiestas, conocer gente nueva o participar en grupos pequeños.
  • Subtipo discreto: Cuando el miedo se limita a situaciones específicas, como dar un discurso o actuar frente a un público.

Situaciones que Desencadenan la Ansiedad Social

Algunas de las situaciones sociales que más preocupan a las personas con TAS son:

  • Hablar en público (casi el 99% de los casos).
  • Conversaciones informales o reuniones (88%).
  • Ir a fiestas (76%).
  • Mantener una conversación (64%).
  • Iniciar una conversación (60%).
  • Comer o beber en público (39%).
  • Escribir en público (31%).
  • Usar un baño público (8%).

¿Cuándo Comienza y Cómo se Desarrolla?

El trastorno de ansiedad social suele aparecer en la adolescencia. Es más común de lo que se cree. Aceptar que se tiene esta fobia es el primer paso para empezar a superarla y sentirse mejor.

Los síntomas pueden empezar en la adolescencia y continuar durante toda la vida, lo que puede afectar la vida social, escolar y personal. A menudo, las personas confunden el TAS con la timidez, pero no son lo mismo. Una persona con TAS no tiene por qué ser tímida.

La diferencia principal entre la timidez y el TAS es la intensidad del miedo y cómo afecta la vida diaria. El TAS es una forma más extrema de timidez, donde la ansiedad es tan alta que la persona evita la mayoría de las situaciones sociales. Los síntomas físicos también son más intensos, como taquicardias o ataques de ansiedad.

Mientras que la timidez suele limitarse a situaciones específicas, el miedo en el trastorno de ansiedad social es más generalizado.

Signos y Síntomas del TAS

Las personas con TAS sienten un miedo exagerado a ser juzgadas negativamente por otros. Por eso, evitan muchas actividades sociales. Cuando se exponen a ellas, sufren mucha tensión y síntomas de ansiedad como:

Síntomas Físicos

Síntomas Cognitivos y Emocionales

  • Miedo a quedarse en blanco, tartamudear, tener sed o toser.
  • Temor a ser evaluado negativamente; la persona cree que está siendo juzgada o criticada.
  • Pensamientos negativos (por ejemplo, "voy a hacer el ridículo", "no sabré qué decir", "seguro que no les interesa mi opinión").
  • Sensación de irrealidad (desrealización o despersonalización).
  • Sentir que todos lo están observando y juzgando.
  • Miedo extremo a conocer gente nueva.
  • Temor a no saber cómo comportarse de forma adecuada.
  • Evitar completamente un evento social (aislamiento).
  • Ansiedad intensa frente a un grupo de personas.
  • Temor a mostrar síntomas de ansiedad.

Conductas de Seguridad

Algunas personas evitan las situaciones sociales que les dan miedo. Otras las enfrentan, pero usan "conductas de seguridad" para intentar protegerse o reducir la ansiedad. Estas conductas pueden aliviar la ansiedad a corto plazo, pero a la larga la refuerzan.

Algunas de estas conductas pueden ser:

  • Pedir a otros que hagan cosas por ellos.
  • Evitar el contacto visual o desviar la mirada.
  • Apartar la mirada si creen que alguien les va a preguntar algo.
  • Apoyar las manos en algún lugar por si tiemblan.
  • Meterse las manos en los bolsillos.
  • Prestar demasiada atención a la postura al hablar.
  • Cruzarse de brazos.
  • Evitar ciertas personas, lugares o ambientes.
  • Evitar hablar; hablar poco o nada; hablar sin parar para evitar silencios; hablar muy deprisa o muy despacio; hablar solo de un tema que dominan.
  • No saludar; ignorar a los demás; no participar.
  • Escaparse al baño; mojarse la cara en el baño.
  • Lavarse las manos.
  • Ponerse la mano delante de la cara.
  • Tensar los músculos para no temblar.
  • Apretar vasos y cubiertos.
  • No comer ciertas comidas por miedo a hacer el ridículo.
  • Beber mucha agua.
  • Dejar de escribir cuando alguien se acerca.
  • Ocultar la firma de documentos con la mano.
  • Pagar en efectivo para evitar pagar con tarjetas.
  • Preparar excusas para justificar comportamientos.
  • Situarse de forma estratégica en reuniones (por ejemplo, sentado al final de la clase, en los extremos o al lado de un objeto que impida ser visto).
  • Ensayar cuidadosamente lo que se va a decir mientras se está hablando.
  • Revisar y evaluar lo que uno mismo dice.
  • Intentar imaginarse cómo "está quedando" ante el otro; visualizarse mentalmente.
  • Distraerse pensando en otras cosas.
  • Broncearse o maquillarse para que no se note el rubor.
  • Usar ropa ancha y fresca para que no se note el sudor.
  • Caminar tenso, encorvado o agachando la cabeza.
  • Revisar a las personas alrededor cada cierto tiempo.
  • Estrujar las manos, jugar con ellas, agarrárselas, juntarlas.
  • Esconder las manos tras la espalda.
  • Manipular un objeto con la mano para descargar la ansiedad (por ejemplo, un bolígrafo).
  • Tics y hábitos nerviosos variados: llevarse repetidamente la mano a la cara, mover partes de la cara, frotarse los ojos, tirarse del pelo, pellizcarse, morderse las uñas, etc.
  • Caminar observando y controlando cada paso.
  • Dar la razón en todo, evitar discutir.
  • Evitar sonreír; mantenerse serio o distante.
  • Ser el primero o el último en llegar a un lugar (por ejemplo, una clase).

Causas del Trastorno de Ansiedad Social

El TAS, como otras fobias, es un mecanismo que el cuerpo desarrolla para evitar situaciones que podrían ser peligrosas. Sin embargo, en la sociedad actual, este mecanismo puede convertirse en un problema que impide a la persona vivir como desea. Exponerse a la situación temida puede causar un ataque de ansiedad, y el miedo a sufrir ese ataque es la razón principal por la que a la persona le cuesta enfrentar sus miedos.

También se ha encontrado una relación entre los estilos de crianza de los padres (como la crítica o la sobreprotección) y el desarrollo o mantenimiento del TAS. Se cree que ciertas formas de pensar, como los sesgos cognitivos, juegan un papel importante en cómo se desarrolla y se mantiene el TAS.

Diagnóstico del Trastorno de Ansiedad Social

Para diagnosticar el TAS, los especialistas usan guías como el DSM-5 y el CIE-10. Ambos sistemas describen el trastorno de manera similar. El DSM-5 enfatiza la ansiedad intensa en situaciones sociales por miedo a la vergüenza, mientras que el CIE-10 se centra en el miedo a ser el centro de atención o a comportarse de forma humillante.

Criterios del DSM-5

Para un diagnóstico de TAS según el DSM-5, se deben cumplir varios criterios:

  • A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales donde la persona puede ser observada por otros (ejemplos: conversar, comer o actuar en público). En niños, la ansiedad debe ocurrir con compañeros de su edad, no solo con adultos.
  • B. La persona teme ser juzgada negativamente por su comportamiento o por los síntomas de ansiedad que muestra, lo que podría llevar a humillación, vergüenza o rechazo.
  • C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. En niños, esto puede manifestarse como llanto, rabietas, quedarse quietos, aferrarse a alguien o no hablar.
  • D. Las situaciones sociales se evitan o se soportan con mucha ansiedad o malestar.
  • E. El miedo o la ansiedad es mucho mayor de lo que la situación social realmente justifica.
  • F. El miedo, la ansiedad o la evitación son persistentes y duran al menos 6 meses.
  • G. El miedo, la ansiedad o la evitación causan un malestar significativo o problemas en la vida social, escolar o en otras áreas importantes.
  • H. El miedo, la ansiedad o la evitación no se deben a los efectos de alguna sustancia o a otra condición médica.
  • I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explican mejor por otro trastorno mental.
  • J. Si hay otra condición médica, el miedo, la ansiedad o la evitación no están claramente relacionados con ella o son excesivos.
  • Se puede especificar si el miedo está restringido solo a hablar o actuar en público.

Otros Trastornos Relacionados

El TAS a menudo se presenta junto con otros trastornos. Un estudio mostró que el 66% de las personas con TAS tenían otro trastorno de salud mental. Las personas con TAS a menudo tienen baja autoestima y pueden desarrollar depresión clínica, quizás por la falta de relaciones personales y el aislamiento. La depresión es más probable en pacientes con TAS. Otros trastornos de ansiedad también son comunes en personas con TAS, especialmente el trastorno de ansiedad generalizada. El trastorno de la personalidad evitativa también está muy relacionado con el TAS.

¿Qué tan Común es el TAS?

El trastorno de ansiedad social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes y el tercer trastorno mental más frecuente en Estados Unidos. Se estima que afecta a millones de adultos y puede aparecer en cualquier momento, pero es más común en la adolescencia o al principio de la edad adulta.

Estadísticamente, es más común en mujeres que en hombres en la población general. Sin embargo, en las clínicas, la cantidad de hombres y mujeres que buscan ayuda es similar. La prevalencia en adolescentes y niños es parecida a la de los adultos.

Tratamiento del Trastorno de Ansiedad Social

Psicoterapia

El TAS suele responder bien a la terapia cognitivo-conductual (TCC), que puede ser individual o en grupo. Es muy importante que esta terapia sea realizada por profesionales capacitados. En el caso de adolescentes, a veces es útil que los padres también participen en la terapia.

En algunos casos, además de la terapia, se puede recomendar un tratamiento con medicamentos, especialmente si la TCC por sí sola no es suficiente.

Medicamentos

Antidepresivos

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los medicamentos de primera elección para tratar la fobia social generalizada. Comparados con medicamentos anteriores, tienen menos riesgo de crear dependencia.

La paroxetina y la fluoxetina (esta última junto con psicoterapia) han demostrado ser efectivas para mejorar los síntomas del TAS.

Los efectos secundarios son comunes al inicio del tratamiento. Pueden incluir dolores de cabeza, náuseas e insomnio.

Otros antidepresivos como la venlafaxina y la mirtazapina también han mostrado ser eficaces. La mirtazapina es importante porque no causa muchos de los efectos secundarios desagradables asociados con los ISRS. Otro antidepresivo que ha tenido éxito es el bupropión.

Betabloqueantes

Los betabloqueantes ayudan a controlar algunos síntomas físicos de la ansiedad, como el temblor, las palpitaciones y la sudoración. Un ejemplo es el propranolol. Un médico puede recetar un betabloqueante para situaciones muy estresantes, como dar un discurso o asistir a una reunión importante.

Ansiolíticos

Las benzodiacepinas, que son un tipo de ansiolíticos, como el clonazepam, pueden ser una opción. Estos medicamentos se usan a menudo para aliviar la ansiedad severa a corto plazo. Aunque pueden ser útiles, existe preocupación por el desarrollo de tolerancia y dependencia. Se recomienda que las benzodiacepinas solo se receten a personas que no responden a otros medicamentos.

Las benzodiacepinas aumentan la acción de una sustancia en el cerebro llamada GABA, que ayuda a calmarlo. Los efectos suelen aparecer en minutos u horas. El uso a largo plazo de las benzodiacepinas puede causar dependencia física, por lo que no se deben dejar de tomar de repente.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Social anxiety disorder Facts for Kids

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Trastorno de ansiedad social para Niños. Enciclopedia Kiddle.