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Trastorno por déficit de atención con hiperactividad para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
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Actividad metabólica cerebral en personas sin TDAH (izquierda) y con él (derecha): este síndrome conductual se asocia con patrones neurofisiológicos distintivos.
Especialidad psiquiatría
psiquiatría infantil y adolescente
Sinónimos
Trastorno de la actividad y la atención (CIE-10).
Síndrome hipercinético (DSM-II).
Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (DSM-III).
Síndrome de déficit de atención.
Disfunción cerebral moderada.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (conocido como TDAH) es una condición del desarrollo del cerebro. Se diagnostica a menudo en la infancia y puede continuar en la edad adulta. Se caracteriza por dificultades para mantener la atención, mucha inquietud (hiperactividad) y actuar sin pensar (impulsividad).

Estas características pueden causar desafíos en la vida diaria, afectando el desarrollo social, emocional y el aprendizaje. Curiosamente, las personas con TDAH pueden concentrarse mucho en cosas que les interesan mucho, a esto se le llama hiperfoco.

El TDAH suele responder bien a los tratamientos a corto plazo. A menudo, las personas con TDAH también pueden tener otras condiciones, como dificultades de aprendizaje o ansiedad.

A lo largo de la historia, este trastorno ha tenido diferentes nombres. Sin embargo, las descripciones antiguas ya mostraban similitudes con lo que hoy conocemos como TDAH. El nombre actual a veces causa confusión, ya que la dificultad no es no poder prestar atención, sino regularla. La inquietud mental es más común que la física.

Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), los síntomas suelen ser más notorios en situaciones que requieren mucha atención o que no son muy interesantes. Por ejemplo, escuchar en clase o hacer tareas repetitivas. El DSM-5 también cambió la edad en la que los síntomas deben aparecer, de los 7 a los 12 años.

¿Cómo se ha entendido el TDAH a lo largo del tiempo?

Sir Alexander Crichton describió la "inquietud mental" en 1798, observando a niños con falta de atención. La primera descripción clara del TDAH se atribuye a George Frederic Still en 1902. Él sugirió que tanto la genética como el entorno podían influir en esta condición.

A. F. Tredgold propuso una conexión entre el daño cerebral y los problemas de comportamiento o aprendizaje. Esto se confirmó con una epidemia de encefalitis entre 1917 y 1928.

El nombre del TDAH ha cambiado varias veces:

  • En 1952 (DSM-I): "disfunción cerebral mínima".
  • En 1968 (DSM-II): "reacción hipercinética de la infancia".
  • En 1980 (DSM-III): "trastorno por déficit de atención (ADD) con o sin hiperactividad".
  • En 1987 (DSM-III-R) y 1994 (DSM-IV): se cambió a TDAH y se dividió en tres tipos.
  • En 2013 (DSM-5): se pasó a hablar de "presentaciones" para reflejar cómo los síntomas cambian con el tiempo.

En 1937, Charles Bradley descubrió que ciertos medicamentos podían mejorar el rendimiento académico y el comportamiento en niños con dificultades. En la década de 1990, se descubrió que el TDAH tiene un componente genético y que es una condición que puede durar desde la niñez hasta la edad adulta. También se empezó a relacionar el TDAH con dificultades en las funciones ejecutivas del cerebro.

¿Cómo se clasifica el TDAH?

Desde 2013, el DSM-5 considera tres formas principales en que se presenta el TDAH:

  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: La persona muestra más inquietud y actúa sin pensar.
  • Presentación predominante con falta de atención: La persona tiene más dificultades para concentrarse.
  • Presentación combinada: La persona tiene síntomas de ambos tipos.

La presentación con falta de atención se nota más en los primeros años escolares y puede afectar el rendimiento. La presentación hiperactiva-impulsiva puede durar más tiempo. Es común que una persona cambie de una presentación a otra a medida que crece.

Las personas con TDAH con predominio de falta de atención pueden tener una velocidad de procesamiento de información más lenta. Sin embargo, su memoria, capacidad de razonamiento y comprensión verbal suelen ser normales.

La presentación hiperactiva-impulsiva es más común en niños pequeños.

¿Cuántas personas tienen TDAH?

Se calcula que alrededor del 5.29% de los niños y adolescentes en el mundo tienen TDAH. Aunque hay diferencias en las cifras entre regiones, esto se debe más a cómo se identifica el trastorno que a diferencias reales. El TDAH representa entre el 20% y el 40% de las consultas en psiquiatría infantil.

Los estudios muestran que entre el 60% y el 75% de los niños con TDAH siguen teniendo síntomas en la edad adulta. A menudo, los adultos con TDAH no son diagnosticados y se les trata por otras condiciones como ansiedad o depresión.

Tradicionalmente, el TDAH se diagnostica más en niños que en niñas (4 a 1). Sin embargo, en adultos, la proporción es más cercana a 1 a 1. Esto podría deberse a que las niñas a menudo presentan más síntomas de falta de atención, que son menos notorios y pueden pasar desapercibidos.

¿Qué causa el TDAH?

El TDAH no tiene una única causa, es complejo. Los estudios genéticos sugieren que es muy hereditario, con un 70% a 80% de su origen relacionado con los genes. Esto significa que no se transmite por la forma en que se educa a los hijos.

Sin embargo, un 20% de los casos pueden estar relacionados con factores no hereditarios, como la combinación de genes y el entorno. Por ejemplo, la exposición a la nicotina durante el embarazo se consideraba importante, pero ahora se sabe que las madres con TDAH tienen más probabilidades de fumar durante el embarazo, lo que vuelve a señalar a los factores genéticos.

Algunos estudios recientes han relacionado el consumo de paracetamol durante el embarazo con una mayor incidencia de TDAH.

También se han observado patrones en la historia de las personas con TDAH:

  • Antes del nacimiento: Madres que tomaron medicamentos o tuvieron problemas de salud durante el embarazo.
  • Alrededor del nacimiento: Complicaciones al nacer, como falta de oxígeno o bajo peso.
  • Después del nacimiento: Niños muy activos, insistentes e inquietos al dormir.

En cuanto al desarrollo, los niños con TDAH pueden haber gateado o caminado un poco más tarde.

¿Cómo funciona el cerebro con TDAH?

Las áreas del cerebro llamadas ganglios basales y el lóbulo frontal son diferentes en los niños con TDAH. El lóbulo frontal ayuda a controlar el comportamiento, resolver problemas y mantener la atención. Esto explica por qué las personas con TDAH tienen dificultades para controlar su comportamiento y mantenerse atentas. Los ganglios basales trabajan con el lóbulo frontal.

Se ha encontrado que tres sustancias químicas del cerebro, llamadas neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina), están alteradas en las personas con TDAH. Estas sustancias son importantes para la comunicación entre las células del cerebro. Cuando no hay suficiente cantidad de ellas, el cerebro no funciona correctamente.

¿Qué papel juega la genética?

Los estudios en gemelos muestran que si un gemelo idéntico tiene TDAH, el otro tiene un 80% de posibilidades de tenerlo. En gemelos no idénticos, la probabilidad es del 25% al 40%. Esto demuestra que el TDAH es muy hereditario, similar a la estatura o la esquizofrenia.

Es un trastorno de "herencia poligénica", lo que significa que muchos genes contribuyen a su desarrollo. Algunos de los genes relacionados con el TDAH incluyen los que controlan los receptores de dopamina y las proteínas que transportan la dopamina en el cerebro.

¿Qué otros factores pueden influir?

Algunos factores del entorno pueden influir:

  • El consumo o la exposición a ciertas sustancias durante el embarazo pueden aumentar el riesgo.
  • La exposición a sustancias como el plomo o los bifenilos policlorados.
  • El bajo peso al nacer, el parto prematuro y las dificultades en la primera infancia.
  • Ciertas infecciones durante el embarazo o la infancia (como sarampión o varicela).
  • Las lesiones cerebrales traumáticas.

Algunas personas con celiaquía (una condición relacionada con el gluten) o sensibilidad al gluten pueden desarrollar síntomas similares al TDAH, que mejoran al eliminar el gluten de su dieta.

También se ha investigado si ciertos colorantes o conservantes en los alimentos pueden afectar a los niños con TDAH. Aunque la evidencia es limitada, algunos países han tomado medidas de regulación.

Modelos para entender el TDAH

Hay diferentes formas de explicar el TDAH. Dos modelos importantes son los de Russell Barkley y Thomas Brown.

  • Russell Barkley se enfoca en la dificultad para controlar los impulsos y las acciones. Su modelo explica mejor el TDAH hiperactivo y combinado.
  • Thomas Brown cree que el TDAH es una dificultad en la coordinación de varias "funciones ejecutivas" del cerebro, que son como las habilidades para organizar y planificar. Este modelo se centra más en la atención y explica mejor el TDAH con falta de atención.

¿Es el TDAH una condición real?

Algunas personas, especialmente en los medios de comunicación, han cuestionado si el TDAH es una condición biológica real o si es una "construcción cultural". Sin embargo, las principales organizaciones de salud y académicas, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), consideran que el diagnóstico de TDAH es válido y confiable, basado en mucha investigación.

Por ejemplo, se ha desmentido la idea de que un psiquiatra infantil famoso, Leon Eisenberg, dijera que el TDAH era "inventado". Él solo comentó que a veces se diagnostica en exceso.

Estudios realizados en diferentes culturas, como en Brasil, han encontrado que los hallazgos sobre el TDAH son muy similares en todo el mundo. Esto refuerza la idea de que el TDAH no es solo una construcción cultural.

¿Cuáles son los síntomas del TDAH?

El TDAH afecta las "funciones ejecutivas" del cerebro, que son las habilidades para organizar, priorizar y manejar otras funciones. Thomas Brown las divide en seis grupos:

  • Activación: Dificultad para empezar tareas y organizarse.
  • Foco: Problemas para prestar, mantener y cambiar la atención.
  • Esfuerzo: Dificultad para regular la energía y la velocidad al trabajar.
  • Emociones: Problemas para manejar la frustración y regular los sentimientos.
  • Memoria: Dificultad para usar la memoria de trabajo y recordar información.
  • Acción: Problemas para controlar y regular las propias acciones.

Las personas con TDAH pueden experimentar:

  • Sentir que no logran sus metas.
  • Dificultades para organizarse.
  • Empezar muchas tareas sin terminar ninguna.
  • Decir cosas sin pensar.
  • Buscar siempre cosas nuevas y emocionantes.
  • Distraerse fácilmente.
  • Ser creativos y tener mucha iniciativa.
  • Dificultad para seguir reglas o procedimientos.
  • Impaciencia.
  • Inquietud.
  • Cambios de humor.
  • Problemas de autoestima.
  • Antecedentes familiares de TDAH o problemas de ánimo.
  • Arranques de enojo.
  • Problemas para dormir.

En la primera infancia, los niños con TDAH suelen ser muy activos y se frustran fácilmente. En la escuela, pueden tener dificultades con la lectura, escritura y matemáticas, ya que estas requieren atención y planificación.

Algunos comportamientos comunes relacionados con el TDAH incluyen:

  • No prestar atención a los detalles o cometer errores por descuido.
  • Moverse nerviosamente con manos o pies.
  • Dificultad para mantener la atención en cosas que no les interesan.
  • Levantarse cuando se espera que estén sentados.
  • No escuchar cuando se les habla directamente.
  • No seguir instrucciones o no terminar tareas.
  • Dificultad para participar en actividades tranquilas.
  • Sentirse "en marcha" o "impulsado por un motor".
  • Evitar tareas que requieren mucho esfuerzo mental.
  • Hablar demasiado o muy rápido.
  • Perder cosas.
  • Contestar antes de que terminen de preguntar.
  • Ser impacientes.
  • Olvidar tareas diarias.
  • Interrumpir a otros.

En la edad adulta, las personas con TDAH pueden haber aprendido a manejar sus síntomas. Sin embargo, pueden seguir experimentando:

  • Menor rendimiento en estudios y trabajo.
  • Dificultades en las relaciones sociales y emocionales.
  • Comportamientos que causan conflictos.
  • Problemas con el uso de ciertas sustancias.
  • Síntomas de tristeza o desánimo, debido a las dificultades que enfrentan.

¿Qué otras condiciones pueden presentarse con el TDAH?

Se estima que hasta dos tercios de los niños con TDAH tienen una o más condiciones adicionales. Las más comunes son:

  • Trastorno negativista desafiante: Dificultad para seguir reglas y obedecer.
  • Ansiedad: Sentimientos de preocupación o nerviosismo.
  • Trastorno de conducta: Comportamientos problemáticos.

En adolescentes, también son comunes la tristeza y los problemas con el uso de ciertas sustancias. Otras condiciones pueden ser dificultades para dormir, problemas de aprendizaje, tics y algunas enfermedades como la epilepsia o la celiaquía.

Cuando el TDAH se presenta con otras condiciones, los desafíos suelen ser mayores. La ansiedad y el TDAH pueden tener síntomas similares, lo que a veces dificulta el diagnóstico. La tristeza suele aparecer años después del TDAH y puede empeorar el pronóstico.

La relación entre el TDAH y el trastorno bipolar es compleja, ya que comparten síntomas como la hiperactividad y la impulsividad. Sin embargo, hay diferencias clave que ayudan a los profesionales a distinguirlos.

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

El diagnóstico del TDAH se realiza evaluando los síntomas de la persona, cómo afectan su vida diaria y si tiene otras condiciones. No existe una única prueba que diagnostique el TDAH de forma definitiva. Sin embargo, los profesionales usan escalas y cuestionarios que son confiables.

Aunque algunos han debatido el diagnóstico del TDAH, las principales organizaciones de salud lo consideran válido y confiable.

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM)

La última edición del DSM-5 define el TDAH como un patrón persistente de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que afecta el funcionamiento o el desarrollo.

Las características principales son la dificultad para mantener la concentración, especialmente en situaciones poco estimulantes, y la falta de control sobre los impulsos, a menudo con inquietud. Estos síntomas pueden aparecer solos o combinados.

Se reconocen tres presentaciones:

  • Presentación combinada: Si se cumplen los criterios de falta de atención e hiperactividad-impulsividad.
  • Presentación predominante con falta de atención: Si solo se cumplen los criterios de falta de atención.
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si solo se cumplen los criterios de hiperactividad-impulsividad.

Los síntomas deben haber comenzado antes de los 12 años y estar presentes en más de un lugar (casa, escuela, trabajo). Sin embargo, los síntomas pueden variar según la situación. Por ejemplo, pueden ser mínimos si la persona recibe recompensas o está en una actividad muy interesante.

La actividad motora excesiva puede verse desde la primera infancia, pero es difícil distinguirla del comportamiento normal antes de los 4 años. El TDAH se identifica más a menudo en la escuela primaria. En la adolescencia y adultez, la hiperactividad física puede disminuir, pero la inquietud, la falta de atención y la impulsividad pueden persistir.

Clasificación internacional de enfermedades (CIE-11)

La CIE-11, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también incluye el TDAH. Sus criterios son muy similares a los del DSM-5.

El trastorno se caracteriza por un patrón persistente (al menos 6 meses) de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que afecta negativamente el rendimiento académico, laboral o social. Los síntomas importantes deben haber aparecido antes de los 12 años.

La falta de atención se refiere a la dificultad para mantener la atención en tareas que no son muy estimulantes. La hiperactividad es la actividad motora excesiva y la dificultad para quedarse quieto. La impulsividad es la tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias.

La CIE-11 también reconoce las mismas tres presentaciones:

  • 6A05.0 Trastorno por hiperactividad y déficit de la atención, predominantemente con presentación de falta de atención.
  • 6A05.1 Trastorno por hiperactividad y déficit de la atención, predominantemente con presentación hiperactiva e impulsiva.
  • 6A05.2 Trastorno por hiperactividad y déficit de la atención, presentación combinada.

¿Qué significa el "criterio del deterioro funcional"?

Para diagnosticar el TDAH, no solo deben existir los síntomas, sino que estos deben causar problemas significativos en áreas importantes de la vida de la persona, como la familia, la escuela, el trabajo o las actividades recreativas. Si el TDAH afecta estas áreas, el tratamiento puede ayudar a mejorar la calidad de vida.

Cuestionarios y escalas

Los profesionales utilizan cuestionarios y escalas para evaluar las habilidades sociales y el comportamiento, como:

  • Cuestionario de TDAH de Guerrero y Sempere.
  • Test de solución de problemas medios-fines (para medir la capacidad de resolver situaciones sociales).
  • Inventario de situaciones en el hogar (ISM) de Barkley.
  • Escala de puntuaciones de autocontrol (E.P.A.) de Kendall y Wilcox.
  • Escalas Magallanes de Adaptación (E.M.A.), Atención Visual (EMAV), Hábitos Asertivos (EMHAS) y Conductas Sociales (ECS).

¿Con qué otras condiciones se puede confundir el TDAH?

Es importante diferenciar el TDAH de otras condiciones que pueden tener síntomas similares, como:

¿Cómo se trata el TDAH?

El tratamiento del TDAH se basa principalmente en dos partes: las terapias de comportamiento y los medicamentos. También hay un interés creciente en la alimentación y la nutrición.

Medicamentos

Medicamentos estimulantes

Los medicamentos estimulantes son a menudo la primera opción. Ayudan a mejorar la atención y la velocidad de respuesta. Hay dos tipos principales:

  • No anfetamínicos (metilfenidato): Es el medicamento más común para niños con TDAH. Actúa rápido, pero su efecto dura unas pocas horas. Una revisión de 2018 encontró que puede tener algunos efectos secundarios, pero la evidencia es de baja calidad. Un estudio de 2022 con más de 3.9 millones de personas no encontró una relación significativa entre estos medicamentos y problemas del corazón.

Es importante saber que, aunque algunos grupos niegan los beneficios de estos medicamentos, las guías de tratamiento del TDAH sí los recomiendan por su eficacia y seguridad cuando se usan correctamente. También pueden reducir el riesgo de accidentes en niños y adolescentes con TDAH.

Otros medicamentos no estimulantes

Además de los estimulantes, existen medicamentos no estimulantes aprobados para el TDAH:

  • Atomoxetina (Strattera): Ayuda a mejorar los síntomas, pero se considera menos eficaz que los estimulantes. Se usa cuando los estimulantes no son bien tolerados. En 2005, se advirtió sobre un pequeño riesgo de pensamientos de hacerse daño en niños y adolescentes que la tomaban.
  • Guanfacina (Intuniv): Un estudio reciente encontró que es un tratamiento eficaz y seguro para niños y adolescentes. Se usa cuando los estimulantes no son adecuados o en combinación con ellos.

Algunos movimientos han rechazado el diagnóstico y el tratamiento médico del TDAH.

Terapias de comportamiento

Un estudio importante (Estudio MTA) comparó diferentes tratamientos para el TDAH. Los resultados mostraron que los medicamentos eran más efectivos que las terapias de comportamiento solas. Sin embargo, la combinación de ambos tratamientos dio los mejores resultados.

Las terapias de comportamiento incluyen:

  • Modificación de conducta: Cambiar comportamientos específicos.
  • Manejo de contingencias en la escuela: Estrategias para ayudar en el aula.
  • Entrenamiento para padres: Ayudar a los padres a manejar el trastorno.

Tratamientos sin suficiente evidencia

Muchos tratamientos se han usado para el TDAH, pero no todos tienen suficiente evidencia científica para respaldarlos. Por eso, no están incluidos en las guías de tratamiento oficiales.

Neurofeedback

El neurofeedback es un tratamiento no invasivo donde el cerebro aprende a regular su propia actividad. Se colocan sensores en el cuero cabelludo para medir la actividad cerebral. El niño recibe una señal (por ejemplo, un videojuego avanza) cuando su actividad cerebral se acerca a un patrón deseado.

Se cree que el neurofeedback puede mejorar:

  • El ritmo de aprendizaje.
  • La memoria de trabajo.
  • La capacidad de concentración y atención.
  • La gestión del estrés.
  • Las habilidades sociales.
  • La motivación.
  • La plasticidad cerebral (capacidad del cerebro para cambiar).
  • No tiene efectos secundarios.

Intervenciones en la alimentación

Se ha estudiado si la alimentación puede influir en el comportamiento de los niños.

Dieta sin azúcar

La idea de que el azúcar afecta el comportamiento surgió en 1922. Algunos estudios iniciales sugirieron una relación, pero estudios mejor diseñados no encontraron que la cantidad de azúcar en la dieta influya en el comportamiento infantil. A veces, los padres que creen que el azúcar afecta a sus hijos pueden percibir que están más inquietos.

Alergias y sensibilidad a alimentos

Se ha investigado si la hiperactividad puede ser causada por la sensibilidad a ciertos alimentos. Un trabajo famoso de la década de 1970 sugirió que una dieta sin salicilatos y aditivos mejoraba a muchos niños. Estudios posteriores no confirmaron esto para todos, pero sí identificaron un pequeño grupo de niños sensibles a los aditivos.

Las dietas de eliminación, que restringen alimentos como lácteos, trigo, maíz, o huevos, se han propuesto. Aunque es complicado de estudiar, algunos niños con sensibilidades identificables a ciertos alimentos podrían beneficiarse de eliminarlos de su dieta.

Dieta sin gluten

Un estudio encontró que una dieta sin gluten mejoró los síntomas del TDAH en pacientes con celiaquía no diagnosticada. La mayoría de los pacientes notó una mejora significativa después de seis meses sin gluten.

Suplementos de ácidos grasos

Se ha investigado la influencia de ciertos ácidos grasos (como el AA, EPA y DHA). Estos son importantes para el desarrollo del cerebro. Se ha encontrado que los niños con TDAH a veces tienen niveles bajos de estos ácidos grasos en la sangre. Sin embargo, los estudios hasta la fecha no han demostrado mejoras claras en los síntomas del TDAH con la suplementación de ácidos grasos.

Pautas educativas en la escuela

La inquietud motora es muy notoria en niños de 3 a 10 años. A partir de los 10 años, la hiperactividad puede manifestarse con movimientos más finos, hablar mucho o buscar excusas para levantarse. Los maestros pueden ayudar a los alumnos con TDAH con estrategias y recursos.

Pautas para manejar la inquietud en la escuela:

  • Reconocer el valor del alumno más allá de su inquietud.
  • Alternar el trabajo en el pupitre con actividades que permitan moverse.
  • Ayudarles a destacar en lo que hacen bien.
  • Transmitir calma: hablar despacio, suave.
  • Hacerles conscientes de sus dificultades para estar sentados.
  • No privarlos del recreo o la actividad física.

Los profesores deben:

  • Tener una actitud positiva.
  • Saber que el alumno no se comporta así a propósito.
  • Mantener una estructura clara en el aula.
  • Dar instrucciones cortas y sencillas.
  • Hacer adaptaciones necesarias (como sentarlos cerca).
  • Tener información sobre el TDAH.

Precauciones

Es importante:

¿Cuál es el pronóstico del TDAH?

Se estima que hasta el 60% de los niños con TDAH seguirán manifestando el trastorno en la edad adulta, aunque los síntomas cambian con el tiempo.

Lo primero que suele disminuir es la hiperactividad. Alrededor del 80% de los pacientes dejan de ser hiperactivos entre los 12 y 14 años. La impulsividad también puede atenuarse, pero la falta de atención suele ser muy persistente.

El TDAH se ha relacionado con un mayor riesgo de lesiones accidentales y, en casos graves, mayor mortalidad.

Factores que pueden llevar a una evolución menos favorable del TDAH:

  • Inteligencia límite o discapacidad intelectual.
  • Síntomas graves de TDAH.
  • Presencia de otros trastornos de conducta o dificultades de aprendizaje.
  • Retraso en el diagnóstico.
  • Mala aceptación del TDAH por parte de la familia o la escuela.
  • Diagnósticos incorrectos.
  • Retraso o tratamiento farmacológico inadecuado.
  • Bajo nivel educativo y socioeconómico de la familia.

¿Qué se hace a nivel de políticas públicas?

  • Bandera de España España: Desde 2013, el TDAH está reconocido en la Ley de Educación (LOMCE) como una necesidad específica de apoyo educativo. Esto significa que los alumnos con TDAH deben recibir el apoyo necesario para alcanzar sus objetivos escolares.
  • Bandera de Colombia Colombia: Desde 2017, se ha impulsado un proyecto de ley para la inclusión educativa de personas con TDAH y otras dificultades de aprendizaje. Busca dar mayor apoyo educativo, protección del Estado, evitar el abandono escolar y prevenir el acoso escolar.
  • Bandera de Argentina Argentina: Una fundación ha lanzado campañas para que el Congreso apruebe una ley sobre el TDAH, buscando mayor apoyo y reconocimiento.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Attention-deficit hyperactivity disorder Facts for Kids

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Trastorno por déficit de atención con hiperactividad para Niños. Enciclopedia Kiddle.