Mutismo selectivo para niños
Datos para niños Mutismo selectivo |
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Especialidad | psiquiatría psicología |
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El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad que hace que algunas personas, en ciertos lugares o momentos, no puedan hablar. Es como si se quedaran mudas, aunque en casa o con personas de confianza hablan con total normalidad.
Este trastorno no es muy común. Se calcula que afecta a entre 0.1 y 1.9 de cada 100 niños y adolescentes menores de 15 años. Sin embargo, es posible que haya más casos que no se detectan.
Contenido
¿Qué es el mutismo selectivo?
El mutismo selectivo se describe como un trastorno en el que una persona no habla en situaciones sociales. Esto ocurre cuando se espera que hable, por ejemplo, en la escuela. Sin embargo, esta persona puede hablar y entender el lenguaje perfectamente en otros momentos.
Las personas con mutismo selectivo suelen funcionar bien en otras áreas. Aprenden y se comportan de forma normal. Pero les cuesta mucho participar en actividades de grupo. Es como una timidez muy fuerte y duradera. Por ejemplo, un niño puede estar callado en la escuela durante años. Pero en casa, habla mucho y con libertad.
Este trastorno no es un problema de comunicación en general. La mayoría de las personas con mutismo selectivo se comunican con gestos o expresiones. A veces, el mutismo selectivo puede ser parte de otro trastorno.
Es importante diferenciar el mutismo selectivo de otros trastornos. Por ejemplo, el autismo o el síndrome de Asperger. En estos casos, la persona puede no hablar en cualquier situación. Esto se debe a que tienen dificultades con la comunicación y la interacción social. En el mutismo selectivo, la persona sí puede hablar en ciertos contextos.
El mutismo selectivo se caracteriza por:
- No hablar de forma constante en situaciones sociales específicas. Un ejemplo es la escuela, donde se espera que hablen.
- Esto afecta el rendimiento escolar o la forma de relacionarse con otros.
- La dificultad para hablar no es porque no conozcan el idioma.
Si el mutismo selectivo no se trata bien, puede llevar a otros problemas. Por ejemplo, a una fobia social en el futuro.
¿Por qué ocurre el mutismo selectivo?
No hay una sola causa para el mutismo selectivo. Los expertos creen que se debe a una combinación de varios factores.
Factores genéticos
Los estudios sugieren que el mutismo selectivo puede ser hereditario. Es decir, puede pasar de padres a hijos. Hay pruebas de que existe un vínculo genético. Los niños con mutismo selectivo suelen tener padres o familiares con ansiedad. Otros trastornos, como la fobia social, son más comunes en estas familias.
También se ha visto en estudios con gemelos idénticos. Si uno tiene mutismo selectivo, es muy probable que el otro también lo tenga.
Factores de temperamento
Algunas personas nacen con un temperamento más inhibido. Esto significa que desde bebés son más propensas a sentir miedo. También pueden ser más cautelosas ante situaciones nuevas.
Este temperamento inhibido es un factor de riesgo para la ansiedad social. Los niños con mutismo selectivo suelen haber nacido con un temperamento muy inhibido. Esto explica por qué muchas de sus características se ven desde pequeños.
Los niños con este temperamento tienen una parte del cerebro, llamada amígdala, más sensible. La amígdala se encarga de procesar las señales de peligro. En el mutismo selectivo, situaciones sociales como fiestas o la escuela pueden parecer amenazantes. Aunque no haya un peligro real, el niño siente un miedo muy intenso.
Factores del entorno
Algunas teorías sugieren que experiencias difíciles pueden influir. Los estudios han mostrado que el mutismo selectivo puede estar relacionado con situaciones estresantes. También puede estar vinculado a cambios importantes en la vida.
Los niños que hablan dos o más idiomas a veces tienen más probabilidades de tener mutismo selectivo.
Los cambios, como empezar la escuela o conocer gente nueva, son muy difíciles para estos niños. Pueden desencadenar el mutismo selectivo. A diferencia de los niños tímidos, que ganan confianza con el tiempo, los niños con mutismo selectivo siguen sin hablar.
Factores del neurodesarrollo
Los niños con mutismo selectivo a menudo tienen otras condiciones. Por ejemplo, pequeñas dificultades con el habla o el lenguaje. Pueden tener retrasos en el lenguaje o problemas para entenderlo. Algunos también pueden tener dificultades de aprendizaje.
Características del mutismo selectivo
Aspectos que pueden ser difíciles
- Les cuesta mantener el contacto visual.
- A menudo no sonríen y pueden tener expresiones serias.
- No pueden manejar situaciones donde se espera que hablen. Por ejemplo, saludar o dar las gracias.
- Tienden a preocuparse más por las cosas que otras personas.
- Pueden ser muy sensibles a la luz, el ruido o los lugares con mucha gente.
- Les resulta difícil hablar de sí mismos o de sus sentimientos.
- A veces se mueven de forma un poco rígida.
- Pueden sentir ganas de aislarse o de escapar de situaciones.
Aspectos positivos
- Muchos investigadores creen que las personas con mutismo selectivo tienen una inteligencia normal o incluso superior.
- Pueden entender fácilmente los pensamientos y emociones de los demás. Esto se llama empatía.
- Tienen una gran capacidad para concentrarse y observar.
- Algunos son muy intuitivos y curiosos.
- A menudo tienen un buen sentido de lo que es correcto, incorrecto y justo.
- Pasan mucho tiempo pensando, lo que les ayuda a desarrollar una gran capacidad de análisis.
Sugerencias para ayudar
- Ofrece formas de comunicación alternativas, como escribir o dibujar. Suelen ser muy creativos.
- Presta atención a sus intereses.
- No te desesperes si no habla. Suelen darse cuenta de tu frustración.
- Evita comentarios sobre su silencio. Por ejemplo, "este niño no habla" o "¿te comió la lengua el gato?". Esto solo empeorará la situación.
Terapia del lenguaje
Primero se trabaja en la conducta del niño. Una vez que se ha avanzado en esto, un logopeda puede ayudar. Este tipo de tratamientos a veces se abandonan, por lo que es importante crear confianza entre el niño y el profesional.
Las personas con mutismo selectivo a menudo tienen dificultades con el habla y el lenguaje. El logopeda ayuda a identificar estas características. Su objetivo es mejorar el lenguaje que parece haberse "perdido" en ciertas situaciones. Para ello, usa técnicas especiales.
¿Cómo se diagnostica el mutismo selectivo?
Para diagnosticar el mutismo selectivo, se necesita información de los padres y de los maestros. Esto es importante para saber si el niño no habla en diferentes situaciones sociales. Es decir, se necesita la opinión de varias personas. A veces, los padres no saben que su hijo no habla en la escuela. Por eso, se hacen entrevistas y cuestionarios tanto a los padres como a los educadores.
Consejos prácticos para la evaluación y el tratamiento
- La mayoría de los niños con mutismo selectivo colaboran si se sienten cómodos.
- Los padres pueden participar si el niño lo desea.
- Se debe explicar al niño que no es obligatorio hablar. Se le pueden ofrecer otras formas de responder, como escribir o señalar.
- Para evitar el contacto visual, el niño puede sentarse al lado del examinador.
- Se puede pedir a los padres que graben al niño hablando en casa. Esto ayuda a ver si hay problemas de lenguaje.
- Es mejor hablar de temas o actividades que le gusten al niño. Evita hablar de sentimientos al principio.
- El examinador debe estar tranquilo y darle tiempo al niño para responder. Los silencios son normales. Después de un tiempo, se puede seguir la conversación con calma.
Entrevistas para el diagnóstico
El mutismo selectivo se clasifica como un trastorno de ansiedad. Por eso, se usan herramientas específicas para diagnosticarlo. Estas herramientas evalúan la ansiedad, el estado de ánimo y otros aspectos.
Una herramienta útil es el "Termómetro de las emociones". Permite al niño indicar qué tan intensos son sus síntomas de ansiedad. También muestra cómo afectan su vida.
Los profesionales deben ser creativos al entrevistar a los niños. Usan materiales visuales y atractivos para que el niño participe en el proceso.
Véase también
En inglés: Anxiety disorder Facts for Kids