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Siglo de Oro Valenciano para niños

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El Siglo de Oro Valenciano fue un periodo muy importante en la historia del Reino de Valencia, especialmente en la ciudad de Valencia. Ocurrió entre finales del siglo XIV y todo el siglo XV. Durante este tiempo, Valencia brilló mucho en la cultura y la economía. Se convirtió en un centro cultural y económico clave de la Corona de Aragón, superando a Barcelona, que en ese momento pasaba por un periodo de inestabilidad.

Según el experto Antoni Ferrando, este "Siglo de Oro" literario comenzó en 1383. Fue cuando Francesc Eiximenis dedicó su obra Regiment de la Cosa Pública a los líderes de Valencia. Terminó en el año 1500, con la publicación de la última parte de Lo Cartoixà, una versión de Joan Roís de Corella. Durante este siglo, el joven Reino de Valencia creó obras literarias de gran calidad, comparables con las mejores de Europa. Esto coincidió con una época de mucha prosperidad económica, estabilidad social y buenas relaciones con Italia, tanto en el comercio como en la cultura.

Un tiempo de crecimiento en Valencia

En el siglo XV, la economía y la población del Reino de Valencia crecieron mucho. Aunque hubo un tiempo difícil a mediados del siglo XIV por la Peste Negra, la ciudad de Valencia siguió creciendo. Su población aumentó muchísimo, convirtiéndose en una de las ciudades más grandes de la Península Ibérica y de Europa a finales del siglo.

Valencia se transformó en un gran centro de comercio y finanzas. Su puerto recibía barcos de todo el Mar Mediterráneo, y muchas empresas europeas tenían oficinas allí. Así, Valencia tomó el liderazgo de la Corona de Aragón, que antes tenía Barcelona. Barcelona estaba en un periodo de inestabilidad, y Valencia recibió gran parte de su tráfico marítimo.

Archivo:Llonja
Fachada de la Lonja de Valencia, un edificio civil muy importante que muestra la prosperidad de Valencia en el siglo XV.

Este progreso económico y político llevó a un gran desarrollo cultural. La ciudad de Valencia era un lugar donde llegaba gente de todas partes, y sus contactos con otros países, especialmente con Italia, trajeron nuevas ideas del Humanismo y el Renacimiento. Por eso, en Valencia surgieron grandes escritores y la imprenta llegó a la península por primera vez, traída por impresores alemanes. La prosperidad también se vio en los magníficos edificios civiles y religiosos de la época.

Grandes escritores del Siglo de Oro

Archivo:Inici Primer Crestià Palmart València 1483
Primera página del primer volumen de Lo Crestià de Francesc Eiximenis (Valencia, 1483).

El inicio del Siglo de Oro literario se sitúa en 1383 con la obra Regiment de la Cosa Pública del fraile franciscano Francesc Eiximenis (c. 1330-1409). Esta obra fue probablemente un encargo de los líderes de la ciudad de Valencia, que ya era un lugar atractivo para escritores de todas partes. A los líderes les gustó tanto la obra que al año siguiente pidieron copias para que se leyera en la ciudad. También apoyaron la continuación de Lo Crestià, una especie de enciclopedia de trece volúmenes (aunque solo escribió cuatro). Con ella quería "ilustrar, ordenar y despertar, adoctrinar y aconsejar a todo fiel cristiano" sobre su religión. Otra de sus obras fue el Llibre dels àngels, que pudo ser la razón por la que los líderes de la ciudad decidieron poner a Valencia bajo la protección del Ángel Custodio. En el Llibre de les dones habló sobre los "defectos" de las mujeres.

Archivo:Francesco del Cossa 019
Panel del Políptico Griffoni (Bolonia, 1472-1473) de Francesco del Cossa que representa a San Vicente Ferrer.

Otro escritor importante de esa época fue el fraile dominico Vicent Ferrer (1350-1419), quien fue reconocido como santo en 1455. Desde 1395, se dedicó a dar charlas religiosas, principalmente para la gente común. Se publicaron unos trescientos de sus miles de charlas, a partir de las notas que tomaban los que lo acompañaban en sus viajes por el Reino de Valencia, la Corona de Aragón y otros lugares de Europa.

A diferencia de Ferrer, su alumno, el también dominico valenciano Antoni Canals (c. 1352-1419), sí se interesó por el Humanismo. Tradujo obras clásicas como Dictorum factorumque memorabilium de Valerio Máximo y De providentia de Séneca, dirigidas a la nobleza y a las personas cultas. También tradujo una parte del poema latino Africa de Petrarca. Su única obra original fue Escala de contemplació.

A diferencia de Eiximenis, Ferrer y Canals, que escribían por motivos religiosos, el poeta Jordi de Sant Jordi tenía una visión más "cotidiana" en su obra poética. Murió joven, entre los 24 y 30 años, en 1424. Sus poemas fueron elogiados por el poeta castellano Marqués de Santillana. Aunque usaba un estilo de poesía antigua, sus versos destacan por su sinceridad y su forma armoniosa. Era un autor influenciado por el humanismo y también por el mundo de los caballeros.

Archivo:Ausias Marc
Posible retrato del poeta Ausiàs March.

El caballero Ausiàs March (1397-1459) también estuvo en la expedición del rey Alfons el Magnànim a Italia en 1420. Vivió más tiempo que Jordi de Sant Jordi, y por eso su obra poética fue mucho más extensa. March es considerado la figura más importante del Siglo de Oro valenciano y uno de los poetas más destacados de la lírica europea. Escribió unos diez mil versos en ciento veintiocho poemas. Su poema más famoso es el Càntic espirtual, que trata temas religiosos.

La novela de caballerías anónima Curial e Güelfa fue escrita a mediados del siglo XV, pero no se conoció hasta finales del siglo XIX. Se cree que su autor era valenciano por las palabras y formas de hablar que usa.

Archivo:Tiran-lo-blanc stamp
Sello de Correos conmemorativo del 500 aniversario de la publicación del Tirant lo Blanc en 1490.

Otra novela de caballerías muy famosa fue Tirant lo Blanc, escrita por el caballero Joanot Martorell. Martorell murió en 1468 sin terminarla, y fue completada por Martí Joan de Galba. Se publicó en 1490 y rápidamente se convirtió en un libro muy leído en Valencia y Barcelona. Fue traducida al italiano en 1501 y al castellano en 1511. El humanista valenciano Luis Vives no recomendaba leerla, pero cien años después Miguel de Cervantes la llamó "el mejor libro del mundo".

En 1460, cuando Joanot Martorell empezó a escribir el Tirant, el médico y consejero de Valencia Jaume Roig (c.1400-1478) terminó Espill. Esta obra tiene 16.000 versos muy cortos y usa el lenguaje coloquial de la Huerta de Valencia. Es una novela en verso llena de anécdotas divertidas, que critica a las mujeres, describiéndolas como malas y mentirosas, excepto a su esposa y a la Virgen María.

Archivo:Vita Christi d'Isabel de Villena al monestir de la Trinitat de València
Primera página de la Vita Christi de sor Isabel de Villena, abadesa del monasterio de la Trinitat de Valencia.

La respuesta a esta crítica la dio sor Isabel de Villena, abadesa del monasterio de la Trinitat de Valencia (1460-1490), en su Vita Christi. La escribió "en romance para que los simples e ignorantes puedan saber y contemplar la vida y muerte de nuestro Redentor y Señor Jesús". Fue impresa en 1497, nueve años después de su muerte, por iniciativa de la reina Isabel la Católica. Aunque trata sobre Jesús de Nazaret, la perspectiva femenina es muy importante, mostrando simpatía por las mujeres de los Evangelios, especialmente por María Magdalena, y dándoles mucho protagonismo en el texto.

El Siglo de Oro de las letras valencianas termina con Joan Roís de Corella (c.1433-1497), el tercer gran poeta valenciano del siglo XV, junto con Jordi de Sant Jordi y Ausiàs March. Fue conocido por sus poemas de amor, muy populares entre las damas valencianas, y por sus obras religiosas. Participó en un concurso de poesía en 1474 que dio lugar a Obres e trobes en llaors de la Verge Maria, el primer libro literario impreso en la Península Ibérica.

La identidad valenciana y el nombre de la lengua

A mediados del siglo XIV, después de superar algunos desafíos, la gente del Reino de Valencia empezó a llamarse a sí misma "valencianos". Antes usaban expresiones más generales. Este término se usaba mucho en documentos y junto a los nombres de otras regiones de la Corona de Aragón, como "aragoneses y valencianos" o "catalanes y valencianos".

Según Antoni Ferrando, esto significa que, siglo y medio después de la creación del Reino de Valencia, los descendientes de las personas que llegaron de Cataluña y Aragón ya se sentían valencianos. Ferrando cree que Francesc Eiximenis, aunque era de Gerona, expresó muy bien este sentimiento. En la dedicatoria de su obra Regiment de la Cosa Pública, escribió:

[Aunque] haya venido y salido en su mayor parte de Cataluña, y esté al lado, empero no se denomina Pueblo Catalán, sino que por especial privilegio tiene nombre propio y se denomina Pueblo Valenciano.

Este sentimiento de identidad valenciana también influyó en el nombre de la lengua. Hasta finales del siglo XIV, se usaba el término "catalán" o nombres más generales como "romance". A partir de esa fecha, apareció el término "llengua valenciana" (lengua valenciana). El primer escritor en usarlo fue Antoni Canals en 1395. Sin embargo, esto no significaba que se considerara una lengua diferente al catalán. Los textos de la época muestran que la lengua hablada por catalanes y valencianos era la misma, sin importar el nombre que se usara. Por ejemplo, en el proceso para reconocer a Vicente Ferrer como santo, se dice que predicaba en catalán o valenciano.

Además, Antoni Ferrando ha señalado que la mayoría de los escritores valencianos de los siglos XIV y XV eran de origen catalán. Por ejemplo, San Vicent Ferrer era hijo de un comerciante de Palamós; las familias de Ausiàs March y Joanot Martorell también tenían raíces catalanas. La excepción fue Joan Roís de Corella, cuya familia llegó a Valencia desde el Reino de Navarra.

La llegada de la imprenta

La ciudad de Valencia fue muy importante en la difusión de la imprenta. A finales del siglo XV, era el principal centro editorial de la Monarquía Hispánica. El primer taller de imprenta fue una iniciativa de los comerciantes alemanes Jacobo y Felipe Vitzlán. El maestro impresor Lambert Palmart estaba a cargo de este taller. En 1474, Palmart publicó Obres e trobes en llaors de la Verge Maria, considerado el primer libro literario en lengua común impreso en la Península Ibérica.

Lambert Palmart también publicó más de veinte obras. Entre ellas, un diccionario de latín, una obra de geografía y una parte de la Summa Theologica de Tomás de Aquino. También imprimió, junto con Alonso Fernández de Córdoba, la Biblia Valenciana. Esta era una traducción de la Biblia que fue destruida por orden de la Inquisición por estar en "lengua común".

Archivo:Guillem de Podio Ars musicorum (1495), fol. 68r (colophon)
Última página del Ars Musicorum de Guillem Despuig impreso en 1495.

La imprenta creció rápidamente en Valencia. El número de talleres en la ciudad era mayor que en cualquier otra ciudad de la Monarquía Hispánica. Muchos impresores extranjeros, como alemanes, suizos y franceses, llegaron a Valencia, atraídos por las oportunidades de esta nueva industria. Entre ellos destacan Pedro Hagenbach, Nicolás Spindeler (quien imprimió el Tirant lo Blanc), Lope de la Roca y Cristóbal Cofmán (quien imprimió el Regiment de la Cosa Pública).

Al principio, entre 1473 y 1489, se publicaron 24 títulos. Pero entre 1490 y 1496, se publicaron 38. Las tiradas de libros pasaron de trescientos a dos mil ejemplares. Del Tirant, por ejemplo, se imprimieron 715 copias en su primera edición.

El fin del Siglo de Oro

Archivo:Bíblia Valenciana
Una de las pocas páginas que se han conservado de la Biblia Valenciana de fray Bonifacio Ferrer.

Después de la muerte de Joan Roís de Corella en 1497, el ambiente literario en Valencia cambió mucho. Ya no quedaban nobles importantes que escribieran en valenciano. La nueva realidad de la Monarquía Hispánica de los Reyes Católicos, y la llegada de la Inquisición en 1481, afectaron la literatura local. Además, el descubrimiento de América hizo que Sevilla reemplazara a Valencia como la principal ciudad marítima de la península.

Un hecho importante fue la destrucción en 1498 de todos los ejemplares de la Biblia Valenciana. Otro fue el exilio del humanista Luis Vives para evitar problemas con la Inquisición. La publicación en 1511 del Cancionero general de Hernando del Castillo, una obra en castellano, marcó el inicio de un cambio. El castellano se convirtió en la nueva lengua culta usada por la nobleza, comenzando así un proceso de cambio en el que el valenciano fue siendo reemplazado por el castellano.

La Inquisición tuvo un papel importante en este cambio. Aunque su objetivo era religioso, sus acciones afectaron la cultura de la época. La persecución de autores, editores y obras contribuyó a empobrecer el panorama intelectual de Valencia. Sin embargo, no fue el único factor. También influyó el debilitamiento de la nobleza y la pequeña nobleza, que habían apoyado el Siglo de Oro. Valencia pasó a ser una ciudad menos central en la monarquía, y las grandes familias valencianas se involucraron más con la monarquía hispánica. Como resultado, la producción literaria se volvió más enfocada en la corte, más castellanizada y con menos figuras destacadas. Mientras que entre 1473 y 1506 se publicaron pocos libros en castellano (5 frente a 49 en valenciano), entre 1510 y 1524, los libros en castellano (42) superaron a los publicados en valenciano (27).

Véase también

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Siglo de Oro Valenciano para Niños. Enciclopedia Kiddle.