Historia de Jalisco para niños
El territorio del Estado Libre y Soberano de Jalisco ha estado habitado por seres humanos desde hace unos 15,000 años. Esto se sabe por restos de cráneos y huesos de animales, junto con herramientas hechas por el hombre, que se encontraron cerca de las lagunas de Zacoalco y Chapala. Allí se hallaron puntas de flecha, raspadores de cuerno de venado, agujas, punzones, silbatos, anzuelos y colgantes de hueso o colmillos.
En el pasado, Jalisco fue hogar de muchos pueblos indígenas, como los bapames, caxcanes, cocas, huicholes, nahuas y purépechas, entre otros. En el año 618, los toltecas fundaron el reino de Xalisco.
Después de que los españoles conquistaron Tenochtitlán en 1521, gran parte del territorio de lo que hoy es México pasó a ser parte del Imperio Español. En el noroeste, la conquista fue más tranquila debido a que la población era menos densa. Sin embargo, en Michoacán, los españoles tuvieron que luchar contra los indígenas.
Varias expediciones españolas llegaron a Jalisco, pero fue Nuño Beltrán de Guzmán quien hizo el mayor esfuerzo. En 1530, tomó posesión de tierras y las llamó "Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España". Sin embargo, la reina de España decidió en 1531 que se llamaría Reino de la Nueva Galicia y que su capital sería una ciudad llamada "Santiago de Galicia de Compostela" (hoy Tepic, Nayarit). Este reino incluía lo que hoy son Jalisco, Nayarit, Colima, Aguascalientes y partes de Sinaloa, Zacatecas y San Luis Potosí. A partir de 1560, la capital se trasladó a Guadalajara.
Guadalajara se enteró de la rebelión de Miguel Hidalgo en Dolores en 1810. Los rebeldes, liderados por José Antonio Torres, lograron tomar Guadalajara por un tiempo. El propio Hidalgo estuvo en la ciudad, pero fue derrotado por los brigadieres Félix María Calleja y José de la Cruz, quienes lo hicieron huir al norte. Entre 1811 y 1817, hubo una "guerra de guerrillas" en varias zonas. Muchas familias se mudaron a Guadalajara, y la ciudad creció de 30,000 habitantes a principios del siglo XIX a 60,000 en 1814.
Cuando el Imperio Mexicano desapareció, los líderes de Jalisco buscaron tener más autonomía y apoyaron el federalismo. Figuras importantes fueron Francisco Severo Maldonado y Prisciliano Sánchez. El 31 de enero de 1824, se aprobó el Acta Constitutiva Federal, y Jalisco la juró el 7 de febrero de 1824. El primer gobernador de Jalisco fue Prisciliano Sánchez, quien asumió el cargo el 24 de enero de 1825.
Más tarde, en 1859, el presidente Miguel Miramón creó el Territorio de Tepic, separándolo de Jalisco. En 1877, Porfirio Díaz llegó a la presidencia y gobernó hasta 1911. Jalisco esperaba que Tepic volviera a ser parte de su territorio, pero esto no sucedió.
Hacia 1878, Jalisco tenía una superficie de unos 115,000 km² y albergaba a más del 10% de la población de México. Más del 70% de sus habitantes vivían en zonas rurales y se dedicaban a la agricultura. Jalisco era el mayor productor de maíz, frijol y trigo. El primer ferrocarril llegó a Guadalajara el 15 de mayo de 1888.
Contenido
Época Precolombina
La presencia humana en Jalisco se remonta a unos 15,000 años. Se han encontrado restos humanos y de animales, junto con herramientas, cerca de las lagunas de Zacoalco y Chapala. Entre los objetos hallados hay puntas de flecha, raspadores, agujas, punzones, silbatos, anzuelos y colgantes de hueso. También se encontró una vértebra de ballena con marcas de herramientas.
Muchos petroglifos (dibujos en rocas) y pinturas rupestres en lugares como Cabo Corrientes y Puerto Vallarta demuestran la presencia humana. Se cree que los primeros asentamientos en el occidente de México datan de hace unos 7,000 años.
Se distinguen dos etapas de desarrollo:
- La primera, alrededor del año 1500 antes de nuestra era, marcó el inicio de la agricultura y la vida en aldeas. Los nativos cazaban, recolectaban y cultivaban. Esta vida sedentaria permitió el desarrollo de la cerámica, ceremonias religiosas y el intercambio de productos. De esta etapa son las tumbas de tiro, cámaras funerarias subterráneas, como las encontradas en Acatlán de Juárez.
- La segunda etapa se llama "Tolteca" y se caracteriza por el dominio militar de algunos pueblos sobre otros. La cerámica se volvió más elaborada, y se empezó a trabajar el oro, la plata y el cobre. El comercio, tanto local como con otras regiones, se hizo más intenso. Las excavaciones recientes muestran que hubo culturas ricas con arquitectura monumental, grandes asentamientos y sistemas de riego.
En Jalisco hay muchas zonas arqueológicas importantes, como "El Ixtépete" y "El Grillo" en Zapopan, "El Arenal" en Etzatlán, y especialmente "Guachimontones" en Teuchitlán, conocida por sus pirámides circulares.
El territorio de Jalisco estuvo habitado por diversos pueblos indígenas como los bapames, caxcanes, cocas, huicholes, nahuas, tecuexes y purépechas.
En el año 618, los toltecas fundaron el reino de Jalisco. Este señorío fue muy importante en la región, con relaciones comerciales que llegaban hasta el centro de Mesoamérica. Intercambiaban productos agrícolas y objetos de uso diario. El centro de este señorío estaba en las faldas del cerro del Coatepec, en el actual municipio de Xalisco.
También existieron otros señoríos en Jalisco, como los sayultecas y los tecuexes, que vivían en zonas como Xallostotitlán y Tonallan. Estos pueblos a menudo se enfrentaban con sus vecinos. En el sur del estado, destacaron los señoríos de Colima y Autlán. En el centro, cerca de Guadalajara y Tonalá, vivían los cocas, una tribu relacionada con los tecuexes. De la mezcla de estas culturas surgió el término tapatío para los habitantes de Guadalajara.
Periodo Virreinal (1542-1786)
Conquista Española
Después de la conquista de Tenochtitlán en 1521, el territorio de lo que hoy es México comenzó a formar parte del Imperio español. La región de la Nueva Galicia fue conquistada sin grandes problemas debido a su baja población. Los españoles buscaban un puerto para viajar a Asia y encontrar metales preciosos.
A finales de 1522, Cristóbal de Olid llegó a Tamazula. En 1523, Gonzalo de Sandoval fundó la villa de Colima. En 1524, Francisco Cortés de San Buenaventura exploró hacia el norte en busca de metales. Los pueblos que aceptaron la paz fueron convertidos en encomiendas, un sistema donde los indígenas trabajaban para los españoles.
El Reino de Nueva Galicia
En 1529, Nuño de Guzmán, enemigo de Hernán Cortés, organizó una expedición hacia el noroeste de México para fundar pueblos. Partió de Tenochtitlán con 500 españoles y miles de indígenas auxiliares. En Michoacán, torturó y mató al líder purépecha para obtener oro. Algunos grupos indígenas se refugiaron en la Sierra Madre, mientras otros seguían resistiendo.
Nuño de Guzmán llamó a los territorios que conquistó "Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España". Pero la reina de España, Isabel de Portugal, ordenó en 1531 que se llamara Reino de la Nueva Galicia y que su capital fuera "Santiago de Galicia de Compostela" (hoy Tepic). Este reino abarcaba Nayarit, Jalisco, Colima, Aguascalientes y partes de Sinaloa, Zacatecas y San Luis Potosí.
Las primeras villas fundadas por Nuño de Guzmán, como San Miguel, Chiametla, Compostela, Purificación y Guadalajara, no fueron estables y se movieron de lugar varias veces. En 1535, se estableció oficialmente el virreinato de la Nueva España, con Antonio de Mendoza como primer virrey. En 1548, se creó una Real Audiencia en Compostela, que se trasladó a Guadalajara en 1560.
En 1539, el Rey de España concedió a Guadalajara el título de ciudad y un escudo de armas. Sin embargo, los indígenas de Nueva Galicia estaban descontentos, lo que llevó a la rebelión de los Caxcanes en 1538. Esta rebelión, también conocida como la Guerra del Mixtón (1540-1551), fue muy importante. Los líderes indígenas Coaxícar y Tenamaxtli lograron victorias, pero el virrey Antonio de Mendoza finalmente aplastó la resistencia en el Mixtón en 1541.
La guerra del Mixtón fue muy sangrienta y causó una gran disminución de la población indígena. Nueva Galicia quedó bajo la autoridad militar del virrey de la Nueva España, lo que la hizo depender de la Ciudad de México. Las noticias de la guerra llegaron a España, y en 1544 se decidió enviar a un oidor para organizar el gobierno de Nueva Galicia.
El tráfico marítimo en las costas de Nueva Galicia era limitado. Sin embargo, esto cambió cuando el virrey Velasco recibió la orden de Felipe II de organizar una expedición a las Molucas y buscar una ruta de regreso desde Filipinas. La expedición, liderada por Miguel López de Legazpi, partió de Barra de Navidad en 1564. El fraile Andrés de Urdaneta descubrió la ruta de regreso, lo que abrió una nueva ruta comercial en el Pacífico.
En 1587, el pirata Thomas Cavendish atacó las costas de Nueva Galicia. Esto afectó las expediciones a California, que buscaban perlas. En 1596, Sebastián Vizcaíno intentó fundar una colonia en California, pero fracasó. En 1602, Vizcaíno exploró la costa de California en busca de puertos seguros para el galeón de Manila.
Traslado de la Capital a Guadalajara
El periodo virreinal fue muy difícil para los indígenas, con trabajos excesivos, poca comida, castigos y epidemias. Se calcula que la población se redujo en un 91% entre 1550 y 1650.
Finalmente, en 1560, Guadalajara se convirtió en la capital de la Nueva Galicia. El presidente Morones y el obispo Pedro de Ayala apoyaron este cambio.
Los habitantes del occidente de Nueva Galicia, donde la minería no era tan importante, se sentían desfavorecidos porque los recursos se iban a otras regiones. El virrey incluso quiso trasladar la capital a Zacatecas, pero la Corona española se negó. Sin embargo, en 1571, se estableció una Caja Real (oficina de impuestos) en Zacatecas, independiente de la de Guadalajara.
Uno de los problemas más grandes para los españoles fue la comunicación, ya que se hablaban muchas lenguas diferentes. A pesar de los esfuerzos por enseñar el español, durante el siglo XVI, el náhuatl se extendió en Nueva Galicia, y luego hubo un mestizaje de costumbres.
La vida de los ricos en Nueva Galicia giraba en torno a sus casas, donde nacían, morían, celebraban fiestas y hacían negocios. Solo salían para ir a la iglesia o a eventos públicos, y casi siempre usaban caballos o coches. Las plazas eran principalmente para el comercio. Los ricos vivían en el centro de la ciudad, y las familias más pobres vivían más lejos.
En 1621, los recién llegados de Europa se sorprendían por tres cosas: la costumbre de bañarse en manantiales, el consumo generalizado de chocolate y el uso del tabaco.
Una obra importante sobre la historia de Nueva Galicia es la Crónica Miscelánea de la Sancta Provincia de Xalisco, escrita por fray Antonio Tello.
En el siglo XVII, la educación y la arquitectura en Nueva Galicia no tuvieron mucho desarrollo. Sin embargo, Tonalá, un pueblo cercano a Guadalajara, mantuvo su habilidad alfarera, y sus productos eran muy apreciados.
Guadalajara no tuvo una imprenta hasta 1793. Esto dificultaba que los escritores publicaran sus obras, que solo podían circular en pocas copias manuscritas.
Con el tiempo, los recursos humanos y económicos aumentaron, lo que llevó a un rápido desarrollo de Guadalajara y otras ciudades importantes de Nueva Galicia.
Crecimiento de Guadalajara
A principios del siglo XVIII, Francia e Inglaterra mostraron interés en colonizar América, y luego Rusia se unió. Esto preocupó a España, que temía perder sus territorios y riquezas. La colonización de nuevas tierras fue muy importante para la historia de Nueva Galicia, causando grandes cambios económicos, políticos y demográficos. Guadalajara se convirtió en un centro de intereses económicos.
En 1767, la situación cambió con la expulsión de los jesuitas. El rey Carlos III ordenó su arresto y expulsión de todos los dominios españoles. En Guadalajara, 12 jesuitas fueron arrestados y enviados a Veracruz, y luego a Italia. Los franciscanos los reemplazaron.
Después de una disminución de habitantes en el virreinato hasta mediados del siglo XVII, Nueva Galicia comenzó a crecer considerablemente a partir de 1720. La población de Guadalajara pasó de unos 7,000 habitantes en 1713 a casi 35,000 a principios del siglo XIX. La población se dividía en tercios: indígenas, españoles (peninsulares y criollos) y personas de ascendencia africana.
Guadalajara se convirtió rápidamente en un centro de comercio importante. Las alcaldías mayores y corregimientos se transformaron en "partidos", sujetos a las intendencias. Esto buscaba acabar con la corrupción y evitar la evasión de impuestos. La Caja Real de Guadalajara (oficina de impuestos) duplicó sus ingresos entre 1770 y 1800.
La Intendencia de Guadalajara comenzó con 26 partidos políticos. Con el tiempo, hubo cambios: Juchipila y Aguascalientes se unieron a Zacatecas; Colima pasó a Guadalajara. Compostela y San Blas también se convirtieron en partidos de la Intendencia de Guadalajara.
Para la independencia, los criollos (españoles nacidos en América) se enfrentaron a los peninsulares (españoles nacidos en España). La implantación de las intendencias en 1786 aumentó el resentimiento de los criollos hacia los funcionarios españoles.
Independencia de México (1786-1821)
Juramento de Lealtad a Fernando VII (1787-1809)
En julio de 1808, Guadalajara se enteró de que Carlos IV había renunciado al trono a favor de su hijo Fernando. Las autoridades organizaron el juramento al nuevo rey. Sin embargo, poco después, se supo que Fernando VII había renunciado a favor de Napoleón Bonaparte. Esta maniobra, conocida como la Farsa de Bayona, causó gran oposición en España y sus colonias. Se creía que el poder venía del pueblo, y que el rey no podía disponer de él sin su consentimiento. Por eso, José I, hermano de Napoleón, fue considerado un rey ilegítimo.
En México, los ayuntamientos (gobiernos locales) tuvieron que decidir qué hacer. Personas de todas las clases se ofrecieron a defender "Religión, Rey y Patria". Incluso comunidades indígenas llegaron a Guadalajara para apoyar a Fernando VII.
En abril de 1809, las autoridades de la Intendencia juraron obediencia a la Suprema Junta Central Gubernativa de España e Indias. Sin embargo, como España estaba siendo atacada por las fuerzas invasoras, el obispo Cabañas, elegido delegado, no se movió de Guadalajara. Además, llegaron noticias de revoluciones en Sudamérica, donde ciudades como Caracas y Buenos Aires buscaban independizarse de España.
Gobierno de Miguel Hidalgo (1809-1811)
Guadalajara se enteró de la insurrección de Miguel Hidalgo en Dolores el 25 de septiembre de 1810. El "grito de Dolores" resonó en Nueva Galicia. Dos grupos rebeldes surgieron: uno liderado por Navarro, y otro por el general José Antonio Torres, conocido como "El Amo" Torres.
El 28 de noviembre, los insurgentes de Mercado tomaron el puerto de San Blas. El 25 de noviembre, Hidalgo llegó a Tlaquepaque y fue recibido por las autoridades. El 29 de noviembre, Hidalgo emitió un decreto para abolir la esclavitud en toda la Nación, y el 6 de diciembre, emitió otro decreto más conciso.
Después del Derrocamiento de Hidalgo (1811-1821)
Para detener la rebelión, los brigadieres Félix María Calleja y José de la Cruz avanzaron hacia Guadalajara. Hidalgo salió a enfrentarlos con un gran ejército, pero fue derrotado debido a la mejor disciplina y técnica de los españoles. Los líderes rebeldes huyeron al norte. Calleja entró en Guadalajara el 21 de enero y se propuso eliminar cualquier rastro de Hidalgo y de los insurgentes.
A pesar de la derrota, las ideas de independencia siguieron vivas. Entre 1811 y 1817, hubo una "guerra de guerrillas" en el sur de la Intendencia, el lago de Chapala y la zona de los Altos. A finales de 1812, los pueblos indígenas de la ribera de Chapala y la isla de Mezcala se levantaron en armas.
La situación en Guadalajara se tranquilizó en 1814, y la economía criolla creció. El comercio recibió un gran impulso al abrirse el puerto de San Blas al comercio extranjero. Muchas familias se mudaron a Guadalajara buscando refugio, y la población de la ciudad creció a 60,000 habitantes en 1814.
La provincia de Guadalajara apoyó a Agustín de Iturbide cuando entró triunfalmente a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, marcando la independencia. Más tarde, la Constitución de Nueva Galicia de 1824 prohibió la esclavitud en su territorio.
La independencia no trajo todos los cambios esperados, y algunos incluso dudaron si había sido buena idea separarse de España. Sin embargo, los habitantes de Nueva Galicia tuvieron que adaptarse a los nuevos tiempos, cambiando sus costumbres, formas de diversión, transporte y educación. El Reino de la Nueva Galicia se convirtió en el Departamento de Jalisco.
La República (1821-1835)
Federalismo y Pacto Federal de Anáhuac (1786-1823)
Cuando el Imperio Mexicano desapareció, los líderes locales de Jalisco buscaron una autonomía completa. Se inició una fuerte campaña a favor del federalismo, apoyada por Francisco Severo Maldonado y Prisciliano Sánchez.
Desde marzo de 1821, Maldonado defendía que el sistema federal era el más adecuado para gobernar un territorio grande y unir a sus habitantes. Por su parte, el Pacto Federal de Anáhuac de Prisciliano Sánchez, publicado en 1823, afirmaba que el federalismo era una "invención feliz" que se ajustaba a las condiciones del hombre y era la mejor manera de moderar el poder del gobierno central.
Oficialización de la República y Gobierno de Prisciliano Sánchez (1823-1826)

En México, el nuevo Congreso Nacional se instaló el 7 de noviembre de 1823. Después de debates, el 31 de enero de 1824, se aprobó el Acta Constitutiva Federal, que establecía que la república sería federal. Jalisco juró esta acta el 7 de febrero de 1824.
El primer gobernador constitucional, Prisciliano Sánchez, y su vicegobernador, Juan N. Cumplido, tomaron posesión el 24 de enero de 1825. Prisciliano Sánchez murió el 30 de diciembre de 1826, y Juan N. Cumplido se convirtió en una figura política clave en Jalisco, siendo gobernador interino varias veces.
Sucesores de Sánchez (1826-1835)
Los sucesores de Prisciliano Sánchez continuaron con su misma línea política. En 1827, el gobierno intervino en el manejo de los diezmos (impuestos a la Iglesia), y en 1829, se prohibió a la Iglesia adquirir bienes raíces.
La libertad de imprenta permitió la publicación de muchas ideas que antes estaban prohibidas. Ahora, la crítica abierta no podía ser impedida ni castigada.
En 1821, se fundó la primera escuela en Guadalajara sostenida por el Ayuntamiento. Durante el gobierno de Prisciliano Sánchez, se impulsó una campaña de escolarización. La Constitución local se comprometió a crear escuelas en todos los pueblos y a elaborar un plan de estudios. Este plan, publicado en 1826, establecía que la enseñanza oficial en Jalisco sería "pública, gratuita y uniforme" en cuatro niveles. También se cerraron el colegio de San Juan Bautista y la Universidad de Guadalajara por su tendencia colonial, y se fundó el Instituto del Estado con un programa académico más moderno.
Para la educación de las niñas, el plan también exigía escuelas públicas en todos los pueblos para que aprendieran a leer, escribir, contar y dibujar.
Aunque ya estaba sucediendo, el federalismo fue oficialmente suprimido en todo el país el 23 de octubre de 1835. Jalisco y los demás estados pasaron a depender del gobierno central de México.
La Reforma (1836-1877)
En junio de 1836, José Antonio Romero dejó de ser gobernador interino de Jalisco. Su lugar lo tomó Antonio Escobedo, quien dio a conocer las Siete Leyes Constitucionales, proclamadas en la Ciudad de México el 30 de diciembre de 1836. Los gobernadores de Jalisco entre 1835 y 1841 fueron leales al gobierno central.
El entusiasmo por el federalismo se vio afectado por la invasión de fuerzas militares de Estados Unidos. En septiembre de 1846, un buque de guerra estadounidense bloqueó el puerto de San Blas, dificultando el comercio.
Aunque Jalisco estaba lejos del conflicto principal, el gobierno del estado se preparó para la defensa. En 1847, se negoció una alianza con los estados de México, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes para coordinar la defensa.
A principios de enero de 1848, buques estadounidenses llegaron a San Blas. El 2 de febrero, se firmó el tratado de Guadalupe Hidalgo, que puso fin a la guerra. México perdió Texas, Alta California, Arizona y Nuevo México, más de la mitad de su territorio.
Situación Post-Invasión
Fueron tiempos difíciles: la dictadura de Santa Anna (1853-1855), la Revolución de Ayutla (1854-1855) y la Guerra de tres años (1858-1861) causaron graves daños a la educación. En 1860, solo quedaban 19 escuelas oficiales en Guadalajara. En 1867, después de la invasión francesa, Guadalajara solo tenía 11 escuelas municipales para 590 niños y 69 niñas.
Francia, España e Inglaterra acordaron en 1861 intervenir militarmente en México debido a la suspensión de pagos ordenada por el presidente Benito Juárez. Solo los franceses continuaron con la intervención. A diferencia de la invasión estadounidense, esta vez Jalisco se movilizó para defender a la Nación. El Congreso ordenó que los jaliscienses entre 18 y 50 años prestaran servicio militar.
El 6 de enero de 1864, el ejército francés, liderado por el mariscal Aquiles Bazaine, llegó a Guadalajara sin resistencia. Sin embargo, la guerra de guerrillas resultó más dañina para los invasores que los enfrentamientos directos.
Debido a las derrotas francesas en Europa en 1866, las fuerzas expedicionarias se retiraron de México.
Benito Juárez fue reelegido presidente en 1868, pero su poder se debilitó por la oposición de Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En Jalisco, la "Unión Liberal" se convirtió en el principal enemigo del gobernador, lo que llevó a una intensa lucha política.
Hacia 1878, Jalisco tenía una superficie de unos 115,000 km² y albergaba a más del 10% de los 9.5 millones de mexicanos. Aunque el Séptimo cantón (Tepic) ya no pertenecía a Jalisco desde 1867, la población de Jalisco era de 857,000 habitantes, más que cualquier otra entidad. Más del 70% de la población vivía en áreas rurales y se dedicaba a la agricultura. En 1877, las cosechas de Jalisco representaron el 16.5% de la producción agrícola nacional. Jalisco era el mayor productor de maíz, frijol y trigo. También se cultivaba algodón, caña de azúcar y tabaco. El cultivo de agave (para el tequila) creció mucho debido a la fiebre del oro en California. También se cosechaban ajonjolí, papa, lenteja, arroz, cebada, chile, comino, garbanzo y haba.
El Porfiriato (1877-1910)
Porfirio Díaz en el Poder
Cuando Porfirio Díaz fue elegido presidente en febrero de 1877, Ignacio L. Vallarta ganó la presidencia de la Suprema Corte de Justicia. Esto generó una división entre ambos líderes.
Entre las acciones del nuevo gobierno de Díaz estuvo la fundación de un Monte de Piedad y Caja de Ahorros. También se promulgó un nuevo Reglamento de Instrucción Primaria en 1887, donde el gobierno asumía los gastos de la educación básica. En 1889, otra Ley Orgánica de Instrucción Pública impuso el laicismo (separación de la Iglesia y el Estado) en la educación. Además, en 1888, se inició la construcción de un mercado en Guadalajara y se hicieron reformas en la Escuela de Medicina.
En 1889, el gobernador Ramón Corona se enorgullecía de que la tranquilidad pública se había mantenido, sofocando rápidamente cualquier intento de desorden.
Cambios
Mejoras Económicas
La principal acción del gobierno de Ramón Corona fue promover el comercio eliminando los impuestos internos (alcabalas) a partir de marzo de 1888. También se introdujo el ferrocarril en Guadalajara, que llegó desde la Ciudad de México el 15 de mayo de 1888, con grandes celebraciones.
Desde 1882, se había autorizado la fundación del "Banco de Jalisco", pero sus estatutos no fueron aprobados. Un año después, en 1883, se autorizó la creación del Banco de Jalisco, que realizaría operaciones de depósito, descuento y emisión de dinero sin impuestos.
Antes de finalizar 1883, se estableció una sucursal del Banco Nacional de México en Jalisco, lo que impulsó las actividades de crédito. En 1889, también se estableció una sucursal del Banco de Londres y México en Guadalajara.
La ganadería, que siempre había sido una actividad económica importante, disminuyó un poco al final del Porfiriato. Aunque en 1903 valía más de 18.5 millones de pesos, en 1909 bajó a menos de 17 millones. El número de bovinos también disminuyó. A pesar de esto, hasta 1902, Jalisco fue el principal productor de ganado vacuno y leche, y el segundo en ganado porcino.
En 1895, el valor total de las cosechas en Jalisco fue de casi 15 millones de pesos, el 8% del total nacional. Aunque hubo fluctuaciones, no recuperó el nivel de 1901.
Nuevas Tecnologías
El interés por tener retratos propios creció con la llegada de la cámara fotográfica. Las fotografías eran más baratas que los retratos pintados, lo que permitió a más personas tener una. Aunque al principio solo los más ricos se fotografiaban, pronto muchos fotógrafos ambulantes recorrían pueblos y ciudades. Parece que Jacobo Gálvez fue uno de los primeros en traer a Guadalajara, en 1853, la tecnología para reproducir imágenes en papel.
A finales del siglo XIX, las personas más ricas de Jalisco se concentraban en Guadalajara, disfrutando de las comodidades y oportunidades económicas. Esta minoría estaba rodeada de muchos europeos que se habían establecido en Guadalajara, atraídos por el comercio, y muchos se casaron con hijas de familias adineradas.
De 1904 a 1909, Porfirio Díaz eligió Chapala para descansar cada año durante Semana Santa. Esto puso de moda el lugar entre las familias ricas de Guadalajara, que transformaron el pueblo en un verdadero sitio de descanso.
Hacia 1909, aparecieron las lanchas de motor y los deportes acuáticos. En 1910, se fundó el Yacht Club y la Compañía de Fomento, que construyó la estación y la vía ferroviaria. También era dueña de los vapores Viking y La Tapatía. Un año antes, se había mejorado el antiguo Camino Real de Guadalajara, lo que impulsó el turismo hacia Chapala.
Antes de 1908, no había una fuerza política de oposición organizada en Jalisco. La oposición se manifestaba en pequeños grupos de estudiantes, profesionales, mineros y obreros textiles que realizaron algunas huelgas. La crítica más importante vino de figuras como Roque Estrada y Francisco I. Madero, quienes se unieron en torno a un partido llamado "Obrero Socialista". En febrero de 1908, Porfirio Díaz expresó su deseo de retirarse del poder y su agrado por la existencia de un partido de oposición para las elecciones de 1910.
Francisco I. Madero, acompañado de Roque Estrada, estuvo en Guadalajara en diciembre de 1909. A pesar de los obstáculos del gobierno, logró realizar un mitin que mostró su gran popularidad. En mayo de 1910, regresó a Guadalajara como candidato a la Presidencia de la República con un proyecto más claro.
Francisco Madero Asume el Poder (1910-1914)
Tan pronto como se conocieron los resultados de las elecciones que dieron el triunfo a Madero, el gobierno de Jalisco se dedicó a restaurar el orden. Se convocaron elecciones municipales para el 5 de noviembre, donde el Partido Católico Nacional (PCN) ganó la mayoría de las alcaldías. Esto se confirmó cuando se restauró el Poder Legislativo local en marzo de 1912, con doce diputados de este partido.
En Jalisco, el Congreso propuso que la propiedad de la tierra fuera accesible a más personas y que mejoraran las condiciones de los trabajadores. Se buscaban cambios lentos y firmes, "sin lucha de clases, pero con medidas enérgicas".
En marzo, se estableció el descanso dominical obligatorio, y en julio, se reconoció el derecho de los trabajadores a organizarse y se dio personalidad jurídica a los sindicatos. Sin embargo, también se militarizó a los empleados comerciales y se ordenó reprimir rápidamente cualquier huelga no autorizada.
Manuel Diéguez en el Poder (1914-1920)
Primer Gobierno
El 8 de julio de 1914, las fuerzas constitucionalistas, lideradas por Álvaro Obregón, mostraron su ánimo anticlerical. Las fuerzas de vanguardia de Manuel M. Diéguez, Rafael Buelna y Lucio Blanco habían avanzado por la costa del Pacífico, tomando Acaponeta, San Blas y Tepic.
La ocupación de Guadalajara fue pacífica, ya que la plaza había sido evacuada. Sin embargo, el gobernador José María Mier y sus tropas fueron sorprendidos por Lucio Blanco y Enrique Estrada: el ejército fue dispersado y Mier murió.
Las fuerzas revolucionarias no fueron bien recibidas en Guadalajara. No solo el clero se opuso al nuevo gobierno, sino que el rechazo se hizo más evidente a medida que se implementaban las reformas y decretos del gobierno constitucionalista.
El 11 de diciembre, Medina derrotó a los carrancistas, y Diéguez se retiró a Ciudad Guzmán. Cuando Pancho Villa lo alcanzó, entraron juntos a Guadalajara sin dificultad. Fueron recibidos con entusiasmo, con la esperanza de que anularían las disposiciones constitucionalistas. Villa nombró gobernador de Jalisco a Julián Medina, quien prohibió la moneda carrancista y puso en circulación la suya. También prometió seguridad y ordenó reabrir los templos cerrados y liberar a los sacerdotes presos.
Segundo Gobierno
A principios de 1915, Diéguez había fortalecido su ejército y regresó a Guadalajara. Reinstaló su gobierno sin mayores problemas y continuó la campaña. El 18 de abril de 1915, Diéguez tomó Guadalajara nuevamente, después de derrotar al general Medina. Luego nombró a Manuel Aguirre Berlanga como gobernador interino, mientras él buscaba a Obregón.
La lucha dentro de la Revolución hizo que las decisiones sobre cambios en la sociedad y la economía fueran ambiguas. La legislación agraria de 1915, incorporada por Diéguez, no fue suficiente. Por eso, los campesinos reclamaron tierras, y algunos trabajadores agrícolas comenzaron a tomarlas, a pesar de las amenazas de castigo. Los conflictos continuaron, y Diéguez pidió al Constituyente de Querétaro que la nueva Constitución tuviera en cuenta a los campesinos mestizos pobres, no solo a los indígenas.
La Constitución de 1917 aumentó la entrega de tierras. Sin embargo, no todos los que las necesitaban las recibieron de inmediato. Los primeros beneficiados fueron comunidades indígenas despojadas o pueblos afectados por la crisis que habían participado activamente en la revolución.
Álvaro Obregón Asume la Presidencia (1920-1926)
En octubre de 1920, siendo ya presidente electo, Álvaro Obregón se mostró a favor de la pequeña propiedad y de que cada campesino tuviera una parcela. Después de asumir la presidencia el 1 de diciembre, emitió decretos para regular los ejidos (tierras comunales) y creó procuradurías para dar ayuda legal a las comunidades. También legisló sobre las propiedades privadas, protegiendo las unidades agrícolas-industriales.
En octubre de 1921, se celebró en Guadalajara un Congreso de Obreros Libres, con 35,000 trabajadores de uniones católicas. Se manifestaron contra la sindicalización y a favor del mutualismo como forma de organización laboral. Condenaron las huelgas y a los "obreros rojos" de la CROM y la CGT.
Aunque en 1926 las condiciones laborales garantizadas por el gobierno civil eran mejores que las que un régimen católico estaría dispuesto a conceder, el problema de la tenencia de la tierra aún no estaba resuelto.
Por eso, cuando comenzó el conflicto entre la Iglesia y el Estado, mientras los obreros dejaban las filas católicas, estas se llenaban de campesinos dispuestos a defender sus medios de vida.