Historia de Jalisco para niños
Datos para niños Historia de México por entidad federativa |
||
---|---|---|
|
El Estado Libre y Soberano de Jalisco tiene una historia rica y antigua, habitado desde hace unos 15,000 años, como lo indican los vestigios humanos y animales encontrados alrededor de las lagunas de Zacoalco y Chapala. Ha sido hogar de diversos pueblos indígenas. En 618 d.C., los toltecas fundaron el reino de Xalisco. Tras la conquista española, Jalisco formó parte del dominio hispano y luego del Imperio Español. En 1530, Nuño de Guzmán tomó posesión de la región, que se denominó Reino de la Nueva Galicia. En 1824, se unió al federalismo. A lo largo de su historia, Jalisco ha sido un importante productor agrícola y un centro de actividad económica y cultural en México.
Contenido
Época precolombina
La región de Jalisco ha sido habitada desde hace unos 15,000 años, como lo indican restos humanos y animales encontrados alrededor de las lagunas de Zacoalco y Chapala. Los vestigios incluyen puntas de flecha, raspadores, agujas, punzones y objetos de hueso. Culturas posteriores mostraron sofisticación en cerámica, metalurgia y comercio. Las excavaciones revelan monumentos, asentamientos y sistemas de irrigación. Los numerosos sitios arqueológicos, como Guachimontones y El Ixtépete, ilustran esta riqueza cultural. Jalisco albergó diversas tribus indígenas, influenciadas por los toltecas y chichimecas. Su historia se remonta al reino de Jalisco, fundado por los toltecas en el año 618.
Periodo virreinal (1542-1786)
Después de la conquista de Tenochtitlán en 1521, la región que hoy es parte de México y EE. UU. comenzó a integrarse al Imperio español. La conquista de la Nueva Galicia, a pesar de la resistencia de los tarascos en Michoacán, fue relativamente rápida. En 1523, Gonzalo de Sandoval fundó Colima, buscando un puerto para expediciones a Asia y yacimientos de metales preciosos. Hernán Cortés designó a su sobrino Francisco Cortés de San Buenaventura para liderar Colima. En 1529, la Corona española rehabilitó a Cortés y creó el Reino de la Nueva Galicia, abarcando varios estados actuales de México. La región experimentó conflictos, como la rebelión de los Caxcanes (1540-1551), que llevaron a una intervención militar significativa. La exploración del litoral pacífico, aunque fructífera, enfrentó desafíos, como los ataques de piratas ingleses y los intentos fallidos de colonización en California.
El virreinato representó una calamidad para los nativos, con trabajos excesivos, escasa alimentación, castigos y epidemias, causando una reducción demográfica del 91% entre 1550 y 1650. En 1560, Guadalajara se convirtió en capital de la Nueva Galicia, apoyada por el presidente Morones y el obispo Ayala. A pesar de los intentos de trasladar la capital a Zacatecas, la Corona española lo rechazó. Se estableció una Caja Real independiente en Zacatecas en 1571. La comunicación era problemática debido a las diferentes lenguas, lo que llevó a un proceso de nahuatlización y mestizaje. La vida de los neogallegos ricos se centraba en sus hogares. La educación y las artes tuvieron poco desarrollo hasta el siglo XVIII. Guadalajara creció como centro económico. En 1767, los jesuitas fueron expulsados, siendo reemplazados por los franciscanos.
Tras las guerras con los indígenas, Nueva Galicia experimentó un crecimiento significativo a partir de 1720, destacándose después de 1760. La población de Guadalajara creció de unos siete mil habitantes en 1713 a casi 35,000 en el siglo XIX. La ciudad se convirtió en un centro comercial privilegiado. Con la creación de las intendencias en 1786, la repulsa criolla hacia los empleados "gachupines" se intensificó. La Caja Real de Guadalajara aumentó sus ingresos, fortaleciendo la administración y combatiendo la evasión fiscal. En el camino hacia la independencia, surgieron enfrentamientos entre criollos y peninsulares, exacerbando tensiones sociales y políticas.
Independencia de México (1786-1821)
En julio de 1808, la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando se anunció en Guadalajara, seguida por la abdicación de Fernando en favor de Napoleón, desencadenando la Farsa de Bayona y la oposición generalizada. En abril de 1809, las autoridades de la Intendencia juraron lealtad a la Junta Central Gubernativa de España e Indias. La insurrección de Miguel Hidalgo en Dolores Hidalgo en 1810 se extendió a Guadalajara, donde se declaró la abolición de la esclavitud. Tras el derrocamiento de Hidalgo en 1811, la lucha por la independencia persistió en la región, marcando cambios políticos y sociales. Finalmente, el Reino de la Nueva Galicia se convirtió en el Departamento de Jalisco.
La República (1821-1835)
Los líderes locales, como Francisco Severo Maldonado y Prisciliano Sánchez, abogaron por el federalismo tras la caída del Imperio, promoviendo una completa autonomía provincial. En 1821, Maldonado propuso el Contrato de asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac, mientras que Sánchez presentó el Pacto Federal de Anáhuac en 1823. Ambos defendieron el federalismo como la mejor forma de gobierno para un territorio extenso y diverso. Tras la oficialización de la República en 1823, Sánchez asumió como gobernador constitucional de Jalisco. Su gestión se centró en promover la educación pública y la libertad de expresión, clausurando instituciones coloniales y estableciendo un nuevo plan de estudios. Sin embargo, en 1835, el federalismo fue oficialmente suprimido en México, dando paso al centralismo y provocando cambios significativos en la administración del país.
La Reforma (1836-1877 )
En junio de 1836, José Antonio Romero cesó como gobernador interino de Jalisco al pasar al gabinete presidencial, sucediéndole el vicegobernador Antonio Escobedo. Se promulgaron las Siete Leyes Constitucionales en la ciudad de México el 30 de diciembre de 1836.
Entre 1835 y 1841, los gobernadores Romero, Escobedo y José Justo Corro, fieles al gobierno central, gestionaron Jalisco.
Tras la invasión estadounidense en 1846, Jalisco se preparó para la defensa, formando alianzas y organizando cuerpos militares.
En enero de 1848, buques estadounidenses se apoderaron de bienes menores en San Blas (Nayarit). El tratado de Guadalupe Hidalgo puso fin a la guerra en febrero.
Durante los años turbulentos de la dictadura de Santa Anna y la Guerra de Reforma, la educación en Jalisco sufrió. La intervención extranjera y la lucha política debilitaron el gobierno de Benito Juárez.
Hacia 1878, Jalisco tenía una población agrícola próspera y era líder en la producción de maíz, frijol, trigo y tequila, además de otros productos agrícolas.
El Porfiriato (1877-1910)
Cuando Porfirio Díaz fue elegido por mayoría en 1877, Ignacio L. Vallarta presidió la Suprema Corte de Justicia, desencadenando una ruptura entre ambos líderes. El gobierno de Ramón Corona se destacó por establecer un Monte de Piedad y Caja de Ahorros, así como promulgar leyes de educación laica. Mejoras económicas incluyeron la supresión de alcabalas y la llegada del ferrocarril a Guadalajara en 1888. Se fundó el Banco de Jalisco y sucursales de bancos nacionales e internacionales. A pesar del declive en la ganadería, Jalisco siguió siendo líder en producción agrícola, destacándose en maíz, frijol, trigo y tequila. El auge de la fotografía y la concentración de la élite en Guadalajara marcó la sociedad. Díaz contribuyó al desarrollo turístico de Chapala. Se gestó oposición política hacia su régimen, liderada por Francisco I. Madero, quien visitó Guadalajara en 1909 y 1910 como candidato presidencial.
Tras la victoria de Madero, Jalisco restauró el orden constitucional convocando elecciones municipales que favorecieron al Partido Católico Nacional. El Congreso local propuso políticas para democratizar la propiedad territorial y mejorar las condiciones laborales. Se estableció el descanso dominical y se reconocieron los derechos sindicales, aunque las huelgas no autorizadas fueron reprimidas. En 1914, con Obregón al mando, las fuerzas constitucionalistas tomaron Jalisco, enfrentando resistencia, especialmente del clero, al implementar reformas. Medina y Villa sucedieron a Diéguez en el gobierno, restaurando la moneda y los templos. En 1915, Diéguez recuperó el control, enfrentando conflictos agrarios y promoviendo reformas sociales. La Constitución de 1917 amplió la reforma agraria, beneficiando principalmente a comunidades indígenas y grupos campesinos activos en la Revolución.
Obregón, presidente electo en 1920, favoreció la pequeña propiedad y reguló los ejidos para cada campesino. Instauró procuradurías de pueblos y legisló sobre propiedades privadas. En 1921, un Congreso de Obreros Libres en Guadalajara rechazó la sindicalización y favoreció el mutualismo, oponiéndose a las huelgas y a la CROM y CGT. A pesar del avance en condiciones laborales bajo el poder civil en 1926, el problema de la tenencia de la tierra persistía. Durante el conflicto entre la Iglesia y el Estado, los obreros se unieron a la Iglesia para defender sus medios de subsistencia. Desde la Independencia hasta la Revolución Mexicana, México atravesó etapas como el Virreinato de Nueva España y la lucha por la independencia, seguida por el Porfiriato y la Revolución, marcando su camino hacia la democracia y la justicia social.
Galería de imágenes
-
Herencia colonial en Lagos de Moreno
-
Antiguo hospicio colonial en Tepatitlán de Morelos, actualmente presidencia municipal
-
Mapa de Jalisco en el México de 1824, incluía el territorio del Nayar (Nayarit).
Véase también
- Historia de México
- Geografía de México