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Miguel Miramón para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Miguel Miramón
General Miguel Miramón.jpg

Escudo de la Segunda República Federal de los Estados Unidos Mexicanos.svg
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
15 de agosto de 1860-24 de diciembre de 1860
Designado por Plan de Tacubaya
Predecesor José Ignacio Pavón
Sucesor Félix María Zuloaga

2 de febrero de 1859-13 de agosto de 1860
Designado por Plan de Tacubaya
Predecesor José Mariano Salas
Sucesor José Ignacio Pavón

Información personal
Nombre de nacimiento Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tarelo
Apodo El joven Macabeo
Nacimiento 29 de septiembre de 1831
Ciudad de México (México)
Fallecimiento 19 de junio de 1867
Querétaro (México)
Causa de muerte Herida por arma de fuego
Sepultura Catedral de Puebla
Nacionalidad Mexicana
Religión Católico
Familia
Padre Bernardo de Miramón
Cónyuge Concepción Lombardo (matr. 1858; fall. 1867)
Educación
Educado en Heroico Colegio Militar
Información profesional
Ocupación Militar
Años activo desde 1846
Lealtad Ejército Mexicano
Rama militar Ejército Mexicano (1846-1867)
Rango militar General de División
Conflictos
Ver lista
Intervención estadounidense en México:

Revolución de Ayutla:
Guerra de Reforma:

  • Batalla de Salamanca
  • Batalla de Atenquique
  • Batalla de Ahualulco
  • Batalla de Guadalajara
  • Batalla de San Joaquín
  • Batalla de Tacubaya
  • Batalla de Silao
  • Batalla de Calpulalpan

Segunda intervención francesa en México:

Partido político Conservador

Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tarelo (nacido en la Ciudad de México el 29 de septiembre de 1831 y fallecido en Querétaro el 19 de junio de 1867) fue un importante político y militar mexicano. Se destacó durante la Guerra de Reforma, liderando al ejército conservador y logrando varias victorias. Era conocido como "el joven Macabeo".

En 1859, el Partido Conservador lo nombró Presidente de México de forma temporal. Esto fue parte del Plan de Tacubaya, que se oponía al presidente liberal Benito Juárez. Miramón fue el presidente más joven en la historia de México. También fue el primer presidente nacido como ciudadano mexicano, ya que los anteriores habían nacido bajo el dominio español.

Después de intentar sin éxito derrotar a Juárez en Veracruz, Miramón y el Partido Conservador sufrieron una derrota final en la Batalla de Calpulalpan. Tras esto, tuvo que salir del país. No participó en las negociaciones que llevaron a ofrecer el trono de México a Maximiliano de Habsburgo en 1863. Regresó en 1867 para apoyar a Maximiliano. Fue derrotado y capturado en el Sitio de Querétaro. Murió fusilado junto a Maximiliano de Habsburgo y Tomás Mejía.

Los primeros años de Miguel Miramón

Miguel Miramón nació en la Ciudad de México el 29 de septiembre de 1831. Provenía de una familia con buena posición económica. Su padre era el coronel Bernardo de Miramón. Miguel tenía varios hermanos, como Joaquín, Carlos y Mariano, quienes también participaron en sus campañas militares.

De niño, Miguel era descrito como "débil, soñador, voluntarioso e inteligente". Estudió en el Colegio de San Gregorio. Un día, se escapó del colegio con otros compañeros y se perdió. Su padre lo encontró y lo llevó de vuelta a casa.

Como castigo por su travesura y para que aprendiera disciplina, su padre lo envió al Heroico Colegio Militar. Miguel ingresó oficialmente el 10 de febrero de 1846, en las instalaciones del Castillo de Chapultepec.

La Batalla de Chapultepec y su impacto

Cuatro meses después de que Miramón entrara al Colegio Militar, Estados Unidos le declaró la guerra a México. El 12 y 13 de septiembre de 1847, ocurrió la Batalla de Chapultepec. Miguel Miramón, con solo catorce años, participó en esta batalla junto a otros cadetes.

Sobrevivió al combate, pero fue tomado prisionero de guerra. Fue liberado el 29 de febrero de 1848. El 11 de noviembre de 1847, recibió una medalla por su defensa en la batalla. Estuvo seis meses como prisionero de guerra de los estadounidenses. Fue liberado después de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, que tuvo consecuencias difíciles para México. Se dice que este tiempo como prisionero fue clave en su vida, desarrollando en él un fuerte sentimiento contra Estados Unidos. Después de su liberación, regresó al Colegio Militar, donde se destacó por su disciplina y habilidad.

Sus inicios en el ejército mexicano

En 1851, Miguel Miramón fue nombrado teniente de artillería. En 1853, ascendió a capitán del Segundo Batallón Activo de Puebla. Ese mismo año, fue comandante del Batallón Activo de la Baja California. Estos ascensos se debieron a su gran disciplina y buen desempeño.

En 1855, participó en batallas como Mescala, Xochipala y el Cañón del Zopilote. Luchó bajo las órdenes del general Landa contra los rebeldes del Plan de Ayutla. El objetivo de este plan era quitar de la presidencia al general Antonio López de Santa Anna. Miramón se destacó en la batalla de Tepemajalco, lo que le valió otro ascenso.

Finalmente, los rebeldes ganaron. Santa Anna huyó del país y Juan Álvarez se convirtió en presidente, seguido por Ignacio Comonfort. A pesar de los cambios, Miramón fue nombrado teniente coronel permanente en el Undécimo Batallón de Línea.

La rebelión contra el gobierno de Ayutla

Las nuevas leyes del gobierno de Ayutla, que eran de ideas liberales, causaron descontento entre quienes apoyaban las ideas conservadoras. En diciembre de 1855, un grupo de conservadores, liderados por el general Antonio de Haro y Tamariz, proclamó el Plan de Zacapoaxtla. Este plan criticaba al gobierno actual y buscaba un nuevo presidente.

Miguel Miramón había sido enviado a combatir a estos rebeldes. Sin embargo, él y otros oficiales decidieron unirse a los de Zacapoaxtla. Otros militares como Luis G. Osollo y Tomás Mejía también se unieron. Los rebeldes ocuparon Puebla y se enfrentaron al ejército del gobierno.

Aunque fueron derrotados en Texmelucan y Ocotlán, se refugiaron en Puebla. Resistieron varios días, pero finalmente se rindieron. El gobierno les ofreció quedarse en el ejército como soldados rasos o salir del país. Miramón eligió la segunda opción, pero en lugar de irse, se escondió.

Más tarde, Miramón regresó a Puebla con un grupo de 50 oficiales. Tomaron la plaza de Puebla, y muchas tropas y civiles se unieron a ellos. El general Joaquín Orihuela se puso al mando. Fueron sitiados nuevamente por el gobierno. Durante casi dos meses, los conservadores resistieron en lo que se conoció como el "Sitio de Orihuela". Miramón se hizo famoso por su valentía y liderazgo. La ciudad cayó, y Orihuela fue fusilado. Miramón logró escapar y siguió luchando con otros militares conservadores. Logró tomar ciudades como Toluca y Cuernavaca.

La Guerra de Reforma

En 1858, el general Zuloaga y otros militares conservadores proclamaron el Plan de Tacubaya. Miramón se unió a ellos. Después de la muerte del general Luis G. Osollo en junio de 1858, Miramón se convirtió en el líder principal de los conservadores.

Ganó batallas importantes contra los liberales, como las de Puerto de Carretas, Barranca de Atenquique y Ahualulco. Por sus victorias, fue nombrado presidente interino por el Partido Conservador en febrero de 1859. A partir del 6 de marzo de 1859, sitió al gobierno de Benito Juárez en Veracruz. Sin embargo, la intervención de la marina de Estados Unidos, que capturó dos barcos mexicanos, le impidió ganar.

El 11 de abril de 1859, el líder conservador Leonardo Márquez derrotó al general liberal Santos Degollado en Tacubaya. Miramón ordenó fusilar a los oficiales capturados. Miramón fue presidente interino de México en dos ocasiones: del 2 de febrero de 1859 al 13 de agosto de 1860, y del 15 de agosto al 24 de diciembre de ese mismo año.

Casi sin recursos, hizo un último intento por salvar su causa, pero fue derrotado por Jesús González Ortega en la batalla de San Miguel Calpulalpan. Esto puso fin a la Guerra de Reforma (1858-1861). Miramón renunció a la presidencia y salió del país, rumbo a La Habana, Cuba.

El Segundo Imperio Mexicano

Archivo:Miguel Miramon uniform
Miramón con traje militar.

El gobierno de Benito Juárez se hizo más fuerte con el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, México enfrentaba problemas económicos, deudas con otros países y conflictos internos. Los conservadores, sin que Miramón lo supiera (ya que estaba fuera del país), buscaron ayuda en España y Francia para establecer una monarquía en México.

Napoleón III, emperador de Francia, obtuvo el apoyo de la mayoría de los conservadores mexicanos. Después de convencer a Maximiliano de Habsburgo-Lorena, archiduque de Austria, para que fuera emperador de México, Francia invadió el país en 1862. Al ocupar la capital, el gobierno mexicano tuvo que huir.

Los conservadores regresaron al poder, pero Maximiliano se mostró como un líder moderado. Aunque Miguel Miramón no estaba de acuerdo con la Segunda Intervención Francesa en México, regresó al país para ofrecer sus servicios al Imperio. Se presentó en la capital el 28 de julio de 1863. Maximiliano, desconfiando de su popularidad, lo envió a Europa a estudiar táctica militar en Alemania.

Miramón volvió en 1866, solo para ver cómo el Imperio perdía terreno ante las fuerzas republicanas. Estas fuerzas contaban con el apoyo económico y material de Estados Unidos. El retiro del apoyo de Napoleón III al Imperio, al ordenar a sus tropas regresar a Francia, ayudó a que los republicanos recuperaran rápidamente el territorio.

Maximiliano, abandonado por Napoleón III, finalmente buscó el apoyo de los militares conservadores que había dejado de lado, especialmente Miramón. Quería formar un ejército mexicano para mantener su imperio, pero ya era muy tarde. Maximiliano dudó si abdicar y regresar a Austria, pero decidió quedarse en México y seguir luchando. Miramón trabajó incansablemente y en poco tiempo organizó un ejército de unos nueve mil hombres, que el propio emperador dirigió.

En febrero de 1867, a pesar de las objeciones de Miramón, el general Leonardo Márquez convenció a Maximiliano de establecer su base de operaciones en Querétaro. Esta decisión no fue buena, ya que Querétaro era más difícil de defender y podía ser sitiada por completo. Márquez regresó a la Ciudad de México para buscar refuerzos. En Querétaro, los generales Miramón y Tomás Mejía se encargaron de la defensa.

Las fuerzas de Miramón y Mejía fueron sitiadas por un ejército republicano mucho más grande. A pesar de algunos éxitos, como la acción del Cerro del Cimatario dirigida por Miramón el 27 de abril de 1867, las fuerzas imperiales se debilitaban. El fin llegó con la traición del coronel Miguel López, quien entregó la posición clave de La Cruz a los sitiadores el 15 de mayo.

Maximiliano fue capturado junto con el general Mejía. Miramón también fue detenido después de ser herido en un tiroteo. Los tres fueron juzgados y condenados a muerte.

El fusilamiento

Los prisioneros fueron llevados al Cerro de las Campanas. A las siete y cinco de la mañana del 19 de junio de 1867, en el Cerro de las Campanas en Querétaro, Maximiliano, Miramón y Mejía fueron fusilados por un grupo de soldados republicanos.

El cuerpo del general Miramón fue preparado y luego sus restos fueron depositados en el Panteón de San Fernando en la Ciudad de México. Sin embargo, después de que Benito Juárez fuera enterrado en el mismo lugar, la esposa de Miramón, Concepción Lombardo, pidió que los restos de su esposo fueran trasladados. Ahora reposan en una de las capillas de la Catedral de Puebla.

Legado de Miguel Miramón

Antes de su fusilamiento, Miramón dirigió unas últimas palabras a las tropas liberales: "Mexicanos: en el Consejo, mis defensores quisieron salvar mi vida; aquí pronto a perderla, y cuando voy a comparecer delante de Dios, protesto contra la mancha de traidor que se ha querido arrojarme para cubrir mi sacrificio. Muero inocente de ese crimen, y perdono a sus autores, esperando que Dios me perdone, y que mis compatriotas aparten tan fea mancha de mis hijos, haciéndome justicia. ¡Viva México!"

Archivo:Triple retratro conservadores
Retrato de Manuel Miramón, junto a los de Maximiliano de Habsburgo y Tomas Mejía en el museo regional de Querétaro.

Miguel Miramón es recordado como una figura muy importante en momentos clave de la historia de México, como la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa. Muchos historiadores lo han valorado de nuevo como un patriota y un gran militar. Su historia de amor con Concepción Lombardo también ha recibido atención, y sus cartas personales han sido publicadas. El periodista Armando Fuentes Aguirre lo describió como "uno de los mejores hombres que ha tenido México".

¿Dónde descansan sus restos?

Al principio, los restos del general Miramón fueron colocados en el Panteón de San Fernando, en la Ciudad de México. Sin embargo, cuando Benito Juárez falleció y su esposa, Concepción Lombardo, supo que Juárez sería enterrado en el mismo cementerio, pidió que los restos de su esposo fueran llevados a otro lugar. Por eso, los restos de Miguel Miramón fueron trasladados a la Catedral de Puebla, donde se encuentran hasta hoy.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Miguel Miramón Facts for Kids

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