Campaña Nacional de 1856-1857 para niños
Datos para niños Campaña Nacional |
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Fecha | 1 de marzo de 1856 – 1 de mayo de 1857 (1 año, 2 meses) | |||
Lugar | Guanacaste, Sarapiquí (Costa Rica); Rivas, ruta del río San Juan (Nicaragua). | |||
Casus belli | Ocupación de Nicaragua por fuerzas filibusteras al mando de William Walker. | |||
Resultado | Victoria costarricense. Rendición de William Walker. | |||
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La Campaña Nacional de 1856-1857 fue un conflicto importante que ocurrió entre marzo de 1856 y mayo de 1857. En esta guerra, la República de Costa Rica, liderada por su presidente Juan Rafael Mora Porras, se enfrentó a un grupo de aventureros estadounidenses llamados filibusteros, dirigidos por William Walker.
Este conflicto surgió porque William Walker había tomado el control de la vecina Nicaragua en 1855. Los eventos más destacados de la Campaña Nacional incluyen la batalla de Santa Rosa (20 de marzo de 1856), la batalla de Rivas (11 de abril de 1856) y la Campaña del Tránsito (noviembre de 1856-mayo de 1857).
En Costa Rica, esta campaña es muy importante. Ayudó a fortalecer el país como una nación independiente y a formar la identidad de sus habitantes. La Campaña Nacional involucró directamente a Costa Rica y Nicaragua, y en menor medida a otros países de Centroamérica. También tuvo una influencia indirecta de Estados Unidos, el Reino Unido y el Imperio francés.
La guerra se dividió en dos partes. La primera fue entre marzo y abril de 1856. Comenzó con la batalla de Santa Rosa en Guanacaste y el combate de Sardinal en Sarapiquí, Costa Rica. Terminó con la batalla de Rivas en Nicaragua, donde se destaca la acción de Juan Santamaría al incendiar un edificio donde se escondía el enemigo. Después de esta batalla, una enfermedad grave, el cólera, afectó a los soldados costarricenses. Esto hizo que regresaran a casa, y la enfermedad se extendió por el país, causando la muerte de unas 10.000 personas, el 10% de la población.
Una vez superada la enfermedad, comenzó la segunda parte de la campaña, conocida como la campaña del Tránsito. Esta fase duró de noviembre de 1856 a mayo de 1857. Su objetivo principal era controlar la ruta del río San Juan, que era por donde los filibusteros recibían sus provisiones y más hombres. Esta fase incluyó batallas como la del puerto de San Juan del Sur (22 de noviembre), el combate de la Trinidad (22 de diciembre), la toma de barcos filibusteros en el río San Juan (23 de diciembre), los combates del Castillo Viejo (16 de febrero de 1857), el fuerte de San Carlos (febrero-marzo) y la isla Ometepe (marzo-abril). Terminó con las batallas de San Jorge (marzo-mayo) y Rivas (abril-mayo), donde participaron otros países centroamericanos. La campaña finalizó con la rendición de William Walker el 1 de mayo de 1857.
Contenido
¿Cómo se llamó esta guerra?
El presidente Juan Rafael Mora Porras usó el nombre "Campaña Nacional" para mostrar lo importante que era esta guerra para proteger la libertad y la soberanía de los pueblos de Centroamérica. Por eso, este nombre se usa principalmente en Costa Rica para hablar de los eventos donde el país participó directamente. Otros nombres que se usan en Costa Rica son Gesta del 56, Guerra de 1856, Guerra contra los filibusteros y Guerra Patria.
En Nicaragua, los eventos que llevaron a William Walker al poder y la participación de Costa Rica se conocen como Guerra Nacional de Nicaragua. Sin embargo, en Costa Rica, las batallas que ocurrieron en Nicaragua antes de la Batalla de Santa Rosa (20 de marzo de 1856), y algunas batallas entre abril y noviembre de 1856 (cuando Costa Rica no participó por la enfermedad), no se consideran parte de la Campaña Nacional, aunque sí son parte de sus causas. En el resto de Centroamérica, estos eventos se conocen como Guerra Nacional Centroamericana o Guerra centroamericana contra los filibusteros.
¿Por qué ocurrió la Campaña Nacional?
Las razones de la Campaña Nacional de 1856-1857 son varias y complejas:
- La buena situación económica de Costa Rica en la década de 1850, gracias a la exportación de café. Esto permitió al país mejorar y modernizar su ejército.
- La situación política en Nicaragua, que estaba en una guerra civil. Uno de los grupos en conflicto decidió pedir ayuda a soldados extranjeros.
- Los intereses de grandes potencias como Estados Unidos y Gran Bretaña. Querían controlar una ruta de tránsito a través del río San Juan, el Lago de Nicaragua y el istmo de Rivas, porque era un lugar ideal para construir un canal que uniera los océanos.
- La política de expansión de Estados Unidos en el siglo XIX. Algunos estados del sur, con una economía basada en grandes cultivos, buscaban expandirse para obtener más tierras.
Costa Rica se prepara para la guerra
A principios de la década de 1850, Costa Rica estaba en un buen momento bajo el gobierno del presidente Juan Rafael Mora Porras. El país había logrado más estabilidad política y su ejército estaba bajo el control del gobierno. También había establecido relaciones con otros países como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, lo que ayudó a que Costa Rica fuera reconocida como un país independiente.
La economía del país crecía mucho gracias al café. Los precios del café en el mundo eran altos, lo que trajo riqueza a muchos productores. El café se transportaba en carretas desde el Valle Central hasta Puntarenas, en la costa del Pacífico, y desde allí se exportaba a Europa, especialmente a Inglaterra.
Este crecimiento económico hizo que la sociedad costarricense fuera más compleja y activa. Se mejoraron los caminos y puertos para facilitar el comercio. El presidente Mora impulsó muchas mejoras en el país, como la construcción de edificios importantes como el Palacio Nacional, el Teatro Mora y el Hospital San Juan de Dios. San José dejó de ser una aldea y se convirtió rápidamente en una ciudad.

A pesar del progreso, había tensiones con la vecina Nicaragua, que estaba en una guerra civil desde 1854. Además, Nicaragua reclamaba el territorio de Partido de Nicoya (que se había unido a Costa Rica en 1824). También, las grandes potencias tenían interés en la ruta interoceánica del río San Juan. Ante esta situación, el presidente Juan Rafael Mora, con la ayuda de su hermano José Joaquín Mora Porras, comenzó a fortalecer y modernizar el ejército. El número de soldados aumentó a 9.000 antes de la Campaña Nacional.
La situación política en Nicaragua
Después de la independencia de Centroamérica en 1821, en Nicaragua surgieron dos grupos políticos que luchaban por el poder. Los conservadores, de la ciudad de Granada, y los liberales, de la ciudad de León. Esta rivalidad causó muchas guerras internas y golpes de estado.
En 1853, Fruto Chamorro Pérez, un general conservador, llegó al poder y trató de poner orden. Pero los liberales de León temían que se volviera un dictador. Esto llevó a un nuevo levantamiento en 1854, liderado por Máximo Jerez Tellería y Francisco Castellón Sanabria. Los conservadores se llamaron a sí mismos "legitimistas" y los liberales se llamaron "democráticos".
Intereses de las grandes potencias
La situación mundial en la década de 1850 fue una de las causas de la Campaña Nacional, especialmente por el control de la "vía del Tránsito" y su potencial para construir un canal entre los océanos.
La vía del Tránsito
Desde la llegada de Cristóbal Colón, se buscaba una ruta que conectara el océano Pacífico con el mar Caribe a través de Centroamérica. El descubrimiento del río San Juan, que une el Lago de Nicaragua con el Atlántico, hizo que esta ruta fuera muy importante para el comercio.
Después de la independencia de Centroamérica, la ruta del San Juan cobró gran importancia para las potencias de la época. En 1851, un empresario estadounidense, Cornelius Vanderbilt, creó una ruta de transporte para viajeros que iban de la costa este de Estados Unidos a California. Esta ruta pasaba por San Juan del Norte, el río San Juan, el Lago de Nicaragua y San Juan del Sur. Era mucho más corta y barata que otras opciones. Cuando William Walker invadió Nicaragua, canceló el permiso que Vanderbilt tenía para usar esta ruta, lo que hizo que Vanderbilt se convirtiera en su enemigo.
Intereses británicos en el Caribe
Los británicos tenían presencia en la región desde hace mucho tiempo. En 1830, Gran Bretaña estableció un protectorado en la costa caribeña de Nicaragua, el reino de la Mosquitia. Desde 1848, controlaban el puerto de San Juan del Norte. Los británicos querían controlar la posible construcción de un canal interoceánico por el río San Juan.
Estados Unidos y Gran Bretaña firmaron el Tratado Clayton-Bulwer en 1850 para neutralizar su influencia en Centroamérica. Aunque el tratado buscaba evitar conflictos, ambas potencias siguieron buscando formas de controlar la ruta del canal. La guerra de Crimea (1853-1856), donde Gran Bretaña estaba ocupada en Europa, fue una oportunidad para que Estados Unidos aumentara su influencia en Centroamérica.
¿Qué era el filibusterismo?

A mediados del siglo XIX, Estados Unidos tenía un gran interés en expandir su territorio. Después de la guerra con México, que les permitió duplicar su tamaño, surgió el "filibusterismo". Los filibusteros eran aventureros, en su mayoría estadounidenses, que organizaban invasiones militares no oficiales contra países hispanoamericanos.
El filibusterismo se basaba en la doctrina Monroe, que decía que Estados Unidos debía intervenir en cualquier conflicto en América donde los europeos participaran. Esto se interpretó como una forma de consolidar el poder de Estados Unidos en el continente. Un movimiento llamado Young America apoyaba esta idea de expansión.
Se cree que el filibusterismo fue una estrategia no oficial de Estados Unidos para desestabilizar Centroamérica y anexarla. Hubo varias expediciones filibusteras en Cuba, Panamá y México. Se calcula que al menos 5.000 hombres participaron en estas expediciones.
En este periodo, Estados Unidos estaba dividido por el tema de la expansión territorial. Los estados del Norte, con una economía industrial, querían expandir su concepto de civilización. Los estados del Sur, con una economía agrícola, buscaban más tierras para sus cultivos. Esta tensión llevó a que los estados del Sur apoyaran la expansión hacia México, Centroamérica y el Caribe. Finalmente, estas diferencias llevaron a la Guerra de Secesión en Estados Unidos (1861-1865).
El Manifiesto de Ostende y la Federación Caribe
En la década de 1850, senadores estadounidenses propusieron comprar Cuba a España, con el objetivo de expandir su influencia en el Caribe. Este acuerdo, conocido como el manifiesto de Ostende, causó un escándalo cuando se hizo público.
Después, un político llamado Pierre Soulé impulsó un proyecto llamado "Federación Caribe". La idea era que Estados Unidos tomara posesión de la región del Caribe usando a Nicaragua como base, a través de organizaciones militares privadas. Este plan buscaba establecer un gobierno afín a los intereses de los estados del Sur de Estados Unidos. El presidente estadounidense Franklin Pierce apoyó este proyecto.
William Walker llega a Nicaragua
William Walker fue un médico, abogado y periodista estadounidense. Es conocido como el filibustero más famoso del siglo XIX. Se cree que su objetivo era controlar el sur de Nicaragua y el norte de Costa Rica, ya que esta zona era estratégica para construir un canal interoceánico.
Walker fue contactado para liderar una expedición en Nicaragua. La guerra civil en Nicaragua había dejado al país débil y vulnerable. Walker vio una oportunidad para tomar el control.
El 4 de mayo de 1855, Walker zarpó de San Francisco hacia Nicaragua con 57 hombres, conocidos como "Los Inmortales". El 16 de junio de 1855, desembarcaron en El Realejo y se unieron al ejército liberal. Walker fue nombrado Coronel y formó su propia división, la "Falange Americana". El gobierno nicaragüense le dio ciudadanía y le permitió contratar más soldados estadounidenses. También le autorizó a tomar el control de la ruta de tránsito, quitándole el permiso a Vanderbilt.
La Falange Americana luchó junto a los liberales en varias batallas. En la primera Batalla de Rivas (29 de junio), los filibusteros fueron derrotados. Después de algunas victorias, Walker tomó Granada, la capital conservadora, el 13 de octubre. El 21 de octubre, el ejército liberal fue derrotado en Managua. Walker impuso un tratado de paz y nombró a Patricio Rivas como presidente provisional de Nicaragua, con Walker como Comandante de las Armas. Walker quería un gobierno títere controlado por él. El 8 de noviembre, Walker acusó al general conservador Ponciano Corral de traición y ordenó su fusilamiento, lo que causó descontento entre los nicaragüenses.
Las fuerzas de William Walker se fortalecieron con la llegada de refuerzos y armas desde Estados Unidos, gracias a una compañía de transporte controlada por exsocios de Vanderbilt. El 23 de noviembre, Patricio Rivas, bajo presión de Walker, emitió un decreto para atraer más filibusteros y colonos estadounidenses a Nicaragua.
Las acciones de Walker fueron condenadas por las embajadas de Inglaterra, Francia, Guatemala, Honduras y Costa Rica en Washington D.C. En julio de 1855, Costa Rica empezó a sentir los efectos de la guerra en Nicaragua, con la llegada de refugiados y la amenaza de enfermedades. El gobierno costarricense estableció controles en la frontera. En noviembre de 1855, el embajador de Costa Rica en Estados Unidos, Luis Molina Bedoya, advirtió al presidente Mora que Walker planeaba invadir Costa Rica.
Walker intentó que los países centroamericanos lo reconocieran, proponiendo reactivar la República Federal bajo su control. Pero los gobiernos centroamericanos no aceptaron. Costa Rica rechazó abiertamente la presencia de los filibusteros, ya que Walker reclamaba el río San Juan, la provincia de Guanacaste y las llanuras del río Sarapiquí. Ante la postura de Costa Rica, Walker decidió atacar, enviando un batallón de filibusteros hacia la frontera en marzo de 1856.
Los bandos en la guerra
El Ejército de Costa Rica
Costa Rica se independizó de España en 1821 y se convirtió en República en 1848. En la década de 1850, la mayoría de la población vivía en el Valle Central y se dedicaba a la agricultura, especialmente al cultivo de café.
Aunque hubo algunos conflictos internos, la vida en Costa Rica era relativamente pacífica. El ejército nacional se estaba formando y modernizando. Estaba compuesto por soldados con formación militar y muchos voluntarios o milicianos que se entrenaban para defender el país.
El presidente Juan Rafael Mora Porras reorganizó el ejército para fortalecerlo y ponerlo bajo la autoridad del gobierno civil. También se creía que el país podría entrar en conflicto con Nicaragua debido a disputas de límites y a los intereses de Estados Unidos en la región.
En 1851, Costa Rica compró nuevas armas en el Reino Unido, incluyendo rifles y bayonetas. En 1852, se contrató a un coronel polaco, Fernando von Salisch, para entrenar al ejército y hacerlo más profesional. Ingenieros prusianos también enseñaron estrategias militares, reemplazando las antiguas tácticas españolas por la disciplina militar inglesa y las tácticas napoleónicas. Así, los campesinos se convirtieron en un ejército profesional.
Para 1854, el ejército tenía 6.500 hombres y se decidió aumentarlos a 9.000. Se compraron más armas y pólvora. En 1855, llegaron más rifles y cañones, similares a los usados por el ejército inglés. También llegó un experto militar francés, el coronel Pierre Barillier, enviado por el emperador Napoleón III, con más armas.
A principios de 1856, el ejército de Costa Rica tenía unos 7.000 hombres. El 27 de febrero, ante la amenaza de invasión, el presidente Mora ordenó comprar más fusiles y aumentar el número de tropas a 9.000, lo que representaba el 9% de la población.
De estos 9.000 soldados, 4.000 marcharían al frente de batalla en Guanacaste y Nicaragua, formando el Ejército Expedicionario. Otros 1.500 se quedarían para defender Puntarenas, Liberia y el puesto fronterizo de Sapoá. El Ejército Expedicionario tenía una estructura clara, con el presidente Mora como Capitán General y Comandante Supremo. Contaba con caballería, infantería y artillería, y también con médicos y capellanes. Cuando Juan Rafael Mora Porras declaró la guerra a los filibusteros el 1 de marzo de 1856, tenía un ejército bien preparado.
Los Filibusteros
Los filibusteros eran los seguidores de William Walker, principalmente estadounidenses, pero también de otras nacionalidades. Muchos habían ido a Nicaragua con la idea de seguir hacia California, pero se quedaron. No se sabe el número exacto de filibusteros al inicio de la Campaña Nacional, pero se calcula que eran al menos 2.000, y con colaboradores locales, unos 3.500. Sin embargo, la compañía que los transportó reportó haber llevado a 12.000, aunque no todos se unieron al ejército de Walker.
Muchos de los soldados de Walker eran aventureros interesados en el saqueo, incluyendo veteranos de la guerra entre México y Estados Unidos y fugitivos de la justicia. Pero otros tenían diferentes motivaciones. Algunos tenían motivos religiosos, creyendo que debían evangelizar a la población centroamericana, que era mayormente católica.
También había un grupo con motivos políticos. Estos venían del sur de Estados Unidos y querían defender un sistema económico basado en grandes cultivos. Otros eran liberales europeos que habían participado en las revoluciones de 1848 y veían a Walker como un líder democrático. Entre ellos había cincuenta cubanos exiliados que tuvieron cargos importantes en el gobierno de Walker.
Finalmente, había colonos atraídos por la promesa de nuevas tierras. Walker había ofrecido tierras públicas a los inmigrantes. Muchos de estos colonos no querían unirse al ejército, pero algunos fueron obligados.
Durante la ocupación de Nicaragua, el gobierno filibustero mantuvo algunas instituciones con funcionarios extranjeros y nicaragüenses. Hubo contacto social y económico entre la élite de Granada y los filibusteros. También había interacción en el mercado y en negocios establecidos por los estadounidenses, como ferreterías, tiendas y consultorios. Se socializaba en festividades y eventos culturales.
Sin embargo, también hubo actos de violencia de algunos filibusteros hacia la población nicaragüense, y el temor creció. La relación empeoró con el inicio de la guerra centroamericana contra Walker. El régimen de Walker se volvió más autoritario. La destrucción de Granada, el saqueo de haciendas y la muerte de miles de centroamericanos hicieron que la mayoría de los nicaragüenses se volvieran hostiles hacia los ocupantes.
Primera parte de la Campaña Nacional
Cuando se confirmó que William Walker quería invadir Costa Rica, el presidente Juan Rafael Mora Porras convocó al Congreso el 25 de febrero de 1856. Les explicó el peligro y pidió permiso para llevar la guerra a Nicaragua. Días antes, Mora había nombrado al general salvadoreño José María Cañas Escalante gobernador de Moracia (actual Guanacaste) para que preparara las tropas.
El 26 de febrero, el gobierno de Costa Rica alertó a Cañas sobre la inminente llegada de invasores. Al día siguiente, el Congreso autorizó a Mora a declarar la guerra a los filibusteros, aumentando el ejército a 9.000 hombres. El 28 de febrero, Mora no reconoció al gobierno de Patricio Rivas en Nicaragua y llamó a los costarricenses a las armas, declarando la guerra a los filibusteros y pidiendo a los nicaragüenses que se unieran para expulsar a los invasores de toda América Central.
La declaración de guerra (oficial el 1 de marzo) causó una división entre la élite cafetalera de Costa Rica. Los que apoyaban a Mora creían que la guerra era la única forma de expulsar a los invasores. Los opositores, liderados por la familia Montealegre, pensaban que Costa Rica no estaba preparada para una guerra fuera del país y que esto afectaría la economía del café. También se opusieron a un préstamo nacional de 100.000 pesos para la campaña. Sin embargo, el pueblo costarricense apoyó al presidente Mora, gracias al obispo Anselmo Llorente y Lafuente, quien pidió al clero que alertara a la población sobre el peligro filibustero.
El 3 de marzo, las tropas de Cartago se unieron a las de San José. El 4 de marzo, el Ejército Expedicionario marchó hacia Río Grande de Atenas, con el presidente Mora al frente. Su hermano, José Joaquín Mora, lideró la vanguardia del ejército, cruzando el golfo de Nicoya y llegando a Bagaces el 11 de marzo. Ese mismo día, el gobierno nicaragüense de Patricio Rivas declaró la guerra a Costa Rica.
El 13 de marzo, William Walker envió un batallón de 300 soldados al mando del coronel Louis Schlessinger para enfrentar a las tropas costarricenses en su territorio. El 19 de marzo, los filibusteros llegaron a la hacienda Santa Rosa, a 35 kilómetros de Liberia. El 17 de marzo, el dueño de la hacienda Sapoá, en la frontera, alertó sobre la presencia de los invasores. El general José María Cañas se quedó en Liberia para defenderla, mientras el coronel Lorenzo Salazar, con 500 hombres, marchó al encuentro del enemigo. Sus tropas fueron reforzadas por 100 hombres más y dos cañones. El 20 de marzo, se descubrió que los filibusteros estaban en Santa Rosa.
La Batalla de Santa Rosa

El 20 de marzo de 1856, la vanguardia del Ejército Expedicionario costarricense, con 600 a 700 hombres al mando del general José Joaquín Mora Porras, se posicionó alrededor de la casona de Santa Rosa. Dentro de la casona, 300 filibusteros al mando del coronel Louis Schlessinger se habían atrincherado.
Mora dividió a sus tropas en cuatro grupos. Tres avanzaron de frente y por los lados de la casona, mientras un cuarto grupo se colocó en una colina para cortar la retirada del enemigo. Mora mantuvo una reserva de lanceros y un batallón para cubrir una posible retirada. Los filibusteros se ubicaron detrás de los corrales de piedra de la casona.
Al atardecer, las tropas costarricenses avanzaron. A poca distancia, los filibusteros dispararon, pero la segunda línea de ataque se lanzó sobre la muralla de piedra y los atacó con bayonetas mientras recargaban. Los sobrevivientes huyeron hacia la casona. Al mismo tiempo, los grupos de los flancos llegaron a la casona, enfrentándose a los defensores. Muchos filibusteros intentaron escapar al bosque, pero el capitán José María Gutiérrez ordenó el ataque de la cuarta columna, invadiendo la casona y terminando con la resistencia.
La victoria costarricense en Santa Rosa se debió a los errores de los filibusteros y a la buena estrategia del general José Joaquín Mora, además de la disciplina y el valor de los soldados costarricenses. La batalla duró solo 14 minutos y logró expulsar a los filibusteros de Costa Rica, llevando la guerra a Nicaragua. Esta victoria fue muy importante para el ánimo del ejército y, según William Walker, "marcó el límite sur al expansionismo".
El Combate de Sardinal
Después de la victoria en Santa Rosa, mientras el ejército principal avanzaba hacia Nicaragua, un grupo de 100 soldados de Alajuela, al mando del general Florentino Alfaro Zamora, se dirigió al río Sarapiquí, en las llanuras del norte de Costa Rica. Su objetivo era controlar puntos estratégicos en este río, que es un afluente importante del río San Juan.
El 10 de abril de 1856, los costarricenses se encontraron con barcos filibusteros en el río Sardinal. La batalla duró una hora. Los filibusteros, unos 100 hombres, intentaron sorprender a los costarricenses, pero fueron rechazados y se retiraron. Los filibusteros perdieron 4 hombres en tierra y un número desconocido en el agua, además de una embarcación. Los costarricenses tuvieron 1 muerto, 7 heridos y 2 desaparecidos.
La batalla de Sardinal fue la última que se libró en territorio costarricense durante la Campaña Nacional. Fue importante porque aseguró un punto estratégico en la defensa del país, impidiendo que el enemigo entrara por esta vía fluvial. Además, confirmó que Walker quería entrar a Costa Rica por Sarapiquí, lo que fue clave para las batallas de la segunda fase de la campaña en el río San Juan.
La Batalla de Rivas
- Artículo principal: Segunda Batalla de Rivas
El 21 de marzo de 1856, el Ejército Expedicionario de Costa Rica marchó de Liberia hacia Nicaragua. El 8 de abril de 1856, ocuparon la ciudad de Rivas. El 9 de abril, William Walker y sus tropas salieron de Granada y se acercaron a Rivas.
La mañana del 11 de abril de 1856, los filibusteros atacaron la ciudad por sorpresa. Una tropa al mando de William Walker entró por el este, tomando la Catedral y usándola para francotiradores. Otra tropa intentó llegar a la casa donde estaban el presidente Mora y su Estado Mayor. Los filibusteros lograron tomar un pequeño cañón y avanzaron por las calles. Sin embargo, un contraataque costarricense y la llegada del "Batallón Santa Rosa" ayudaron a recuperar el control.
Los filibusteros se refugiaron en el Cabildo, casas cercanas y un mesón conocido como el "Mesón de Guerra". Desde allí, causaban muchas bajas a los costarricenses. El general Cañas ordenó incendiar las casas cercanas, incluyendo el mesón. Varios voluntarios intentaron prenderle fuego. Primero, el teniente cartaginés Luis Pacheco Bertora fue herido. Luego, un soldado nicaragüense, Joaquín Rosales, fue herido mortalmente al intentar prender el fuego. Finalmente, un soldado de Alajuela, Juan Santamaría, logró incendiar el techo de paja del mesón antes de ser herido de muerte. El fuego se extendió rápidamente, obligando a los filibusteros a retirarse hacia la catedral.
La batalla fue muy intensa. Ambos bandos intentaban tomar nuevas posiciones. El general José María Cañas impidió el avance de las tropas filibusteras, lo que permitió a los costarricenses mantener sus posiciones.
Al anochecer, William Walker se dio cuenta de que no podía ganar la batalla. No tenía refuerzos y sus oficiales habían muerto o estaban heridos. A medianoche, ordenó la retirada hacia Granada. Al amanecer del 12 de abril de 1856, los costarricenses encontraron la ciudad de Rivas destruida y llena de cadáveres. Habían logrado mantener el control de la ciudad después de 17 horas de lucha.
En esta batalla, los filibusteros tuvieron unas 236 muertes, mientras que los costarricenses tuvieron 140 muertos y 231 heridos, para un total de 371 bajas. Sin embargo, el número de bajas aumentaría mucho más por la aparición de una enfermedad.
La enfermedad del cólera
Después de la victoria en Rivas, el ejército costarricense planeaba seguir hacia Granada. Pero el 15 de abril, se reportó una enfermedad extraña que causaba diarrea, vómitos, sed intensa y dolores musculares, llevando rápidamente a la muerte. Era el cólera, una enfermedad infecciosa. Ya había causado dos pandemias desde su aparición en la India en 1817.
El cólera había afectado a Nicaragua desde el inicio de su guerra civil. Costa Rica había tomado medidas preventivas, como establecer controles sanitarios en la frontera. A mediados de abril, aparecieron los primeros casos de cólera entre los soldados costarricenses. En esa época, no se sabía que los microorganismos causaban enfermedades. Se creía que la infección era por "vapores venenosos". En realidad, el cólera se propagó por el consumo de agua contaminada en los pozos de Rivas y por las malas condiciones de higiene. El problema empeoró porque William Walker, que era médico, había ordenado arrojar cadáveres de filibusteros en los pozos de agua antes de irse.
La enfermedad se extendió a los habitantes de Rivas y a las tropas filibusteras que huían. El 25 de abril, el presidente Juan Rafael Mora Porras ordenó el regreso del Ejército Expedicionario debido a la gran cantidad de enfermos. También es posible que la decisión se debiera a rumores de una conspiración para derrocarlo en San José.
El 29 de abril, los heridos e infectados fueron llevados por mar a Puntarenas y luego por tierra a San José, lo que causó que la enfermedad se propagara entre la población civil del Valle Central. El resto del ejército regresó por tierra, y se estableció un control sanitario en Sapoá. De 2.000 soldados que participaron en la batalla de Rivas, solo 400 llegaron a Liberia el 3 de mayo. Además de los muertos en batalla, 491 soldados fallecieron por cólera.
A mediados de mayo, la epidemia estaba en su punto más alto, con al menos 140 muertes por día. La enfermedad causó mucho miedo y tristeza. Para evitar el contagio, se prohibieron los velorios y funerales. Los cadáveres eran llevados en carretas a los cementerios y enterrados en fosas comunes. El Dr. Hoffmann, cirujano del ejército, dictó medidas para combatirla, como el consumo de frutas fermentadas y licor. La enfermedad comenzó a disminuir a finales de julio de 1856.
La epidemia de cólera de 1856 es considerada la peor catástrofe de salud y población en la historia de Costa Rica. Se calcula que al menos 53.000 personas se infectaron y 9.615 fallecieron en diez semanas, lo que significa que entre el 8% y el 10% de la población murió a causa de la enfermedad.
Segunda parte de la Campaña Nacional
Entre diciembre de 1856 y mayo de 1857, Costa Rica luchó en dos frentes: uno en Nicaragua junto a otros ejércitos centroamericanos, y otro en el río San Juan. El objetivo era quitarle a los filibusteros el control de la ruta del tránsito, por donde recibían refuerzos y provisiones de Estados Unidos. Esta segunda fase se conoce como la Campaña del Tránsito.
El 1 de noviembre de 1856, el presidente Juan Rafael Mora ordenó bloquear el puerto de San Juan del Sur y el río San Juan para cortar los suministros de los filibusteros. Al día siguiente, 400 soldados costarricenses al mando del general José María Cañas ocuparon San Juan del Sur.
El 11 de noviembre de 1856, el gobierno costarricense envió refuerzos en el único barco militar del ejército, el bergantín Once de Abril. Este barco había sido comprado en octubre de 1856 y fue nombrado en honor a la Batalla de Rivas. Llevaba armas y provisiones, con una tripulación de 28 personas y 70 soldados. Su comandante era un joven peruano de 21 años, Antonio Valle-Riestra y Albarracín.
Después de 12 días de viaje, el bergantín se encontró con la goleta filibustera Granada, que había sido un barco costarricense capturado. El Granada atacó al Once de Abril. Después de seis horas de combate, cerca de la medianoche del 23 de noviembre de 1856, una explosión en el depósito de pólvora del Once de Abril hundió el barco, matando a muchos hombres. Setenta y nueve costarricenses murieron, mientras que los filibusteros perdieron 18. Los 48 sobrevivientes del Once de Abril fueron rescatados.
El Combate de San Juan del Sur es el único conflicto naval en la historia de Costa Rica y se considera el mayor triunfo militar de los filibusteros en la Campaña Nacional.
Combate de La Trinidad
Cuando Costa Rica reanudó la Campaña Nacional, el Ejército Expedicionario se dividió en dos. Una unidad de 700 hombres, al mando del general José María Cañas, fue a Nicaragua por Guanacaste. La otra, de 200 soldados, fue por las llanuras de San Carlos hacia el río San Juan. Esta segunda tropa tenía la misión de tomar la vía del Tránsito, que era la principal ruta de suministros de los filibusteros.
A principios de diciembre de 1856, este grupo de 200 hombres fue enviado a tomar el puesto de La Trinidad, un lugar estratégico en la unión del río Sarapiquí con el río San Juan. Al mando estaban el mayor Máximo Blanco y el coronel Pierre Barillier. Después de un viaje difícil, con enfermedades y la pérdida de artillería, solo 70 hombres pudieron continuar.
El 22 de diciembre, a las 12:30, los costarricenses atacaron a los filibusteros por tres lados. En cuarenta minutos, lograron tomar La Trinidad con pocas bajas. Los filibusteros perdieron 60 hombres y 6 fueron capturados, mientras que los costarricenses tuvieron 9 muertos y 10 heridos.
En esta batalla, se destacó un agricultor de Barva llamado Nicolás Aguilar Murillo, quien fue el primero en saltar de su trinchera y tomar un cañón enemigo.
El combate de La Trinidad fue una escaramuza corta pero vital para que el Ejército de Costa Rica pudiera controlar la vía del Tránsito. Se considera una batalla fundamental porque permitió la posterior toma de los barcos filibusteros que navegaban el río San Juan.
Toma de los barcos del San Juan
Después de la batalla de La Trinidad, la madrugada del 23 de diciembre, un grupo de 45 soldados costarricenses, al mando del mayor Máximo Blanco, tomaron Punta Castilla, en la bahía de San Juan del Norte. Allí se apoderaron de cuatro barcos de vapor filibusteros: "Wheeler", "Machuca", "Ch.Morgan" y "Bulwar". Un agente de la Compañía del Tránsito intentó atacar, pero al ver la presencia de dos cañoneras inglesas, pidió ayuda. El comodoro inglés se negó a intervenir, declarando que la ocupación de los barcos por el ejército costarricense era legal. El presidente Mora ofreció paso libre a Nueva York a los filibusteros que quisieran regresar a Estados Unidos.
Batalla del Castillo Viejo
La Batalla del Castillo Viejo tuvo lugar en el Castillo de la Inmaculada Concepción o Castillo de San Juan. Esta era una antigua fortaleza española construida a finales del siglo XVII para defender la región de piratas.
El presidente Juan Rafael Mora consideró la Batalla del Castillo Viejo como la hazaña más heroica de la Campaña Nacional. Los hombres del coronel Faustino Montes de Oca resistieron durante tres días el ataque de 200 filibusteros.
Combate del Fuerte San Carlos
Después de tomar el Castillo Viejo, el siguiente paso fue tomar el fuerte San Carlos, una fortaleza en la desembocadura del río San Juan en el Lago de Nicaragua. Un capitán de marina inglés, de apellido Cauty, fue puesto al mando de los barcos de vapor. A bordo del vapor "J.Ogden", Cauty y 45 hombres se acercaron sigilosamente al fuerte San Carlos. La fortaleza fue tomada por sorpresa la noche del 30 de diciembre de 1856.
El 1 de enero de 1857, llegó al fuerte el vapor "Virgen", capitaneado por el general José Joaquín Mora Porras. Se hicieron preparativos para capturar el vapor "San Carlos", el barco más grande de la flota filibustera.
El vapor "San Carlos" fue avistado el 3 de enero de 1857. Las tropas costarricenses prepararon una emboscada con 60 hombres y tres cañones a bordo del "Ogden", además de las fuerzas en el fuerte. Se creía que William Walker podría venir con más de 1.000 hombres. Cuando el barco se acercó, un inglés que luchaba con los costarricenses subió a bordo y logró que un teniente filibustero bajara a tierra. Esto permitió que el "Ogden" se acercara y cortara el regreso del "San Carlos" al lago. Los filibusteros se rindieron y el barco fue tomado. La toma del fuerte San Carlos fue vital para controlar los barcos que pasaban por el río San Juan y el Lago de Nicaragua, asegurando el bloqueo de la Vía del Tránsito.
Combate de la Isla Ometepe
El 1 y 2 de diciembre de 1856, un grupo de 150 indígenas de la isla de Ometepe atacaron un hospital filibustero en Moyogalpa, en esta isla del Lago de Nicaragua. Para evitar el regreso de los filibusteros, el 6 de diciembre, los indígenas se unieron al Ejército Expedicionario costarricense y juntos atacaron e incendiaron el pueblo.
Batalla de San Jorge
William Walker, quien se había autoproclamado Presidente de Nicaragua, pensó que sería atacado en Rivas. Sin embargo, los ejércitos aliados evitaron un enfrentamiento directo en campo abierto y se dirigieron a San Jorge, llegando la noche del 28 de enero. Este puerto permitía la comunicación con los barcos de vapor del lago, lo que facilitaba la comunicación con Costa Rica.
En San Jorge se concentraron unos 2.245 soldados centroamericanos, quienes construyeron trincheras en la plaza. Los filibusteros, al ver que no eran atacados en Rivas, salieron al día siguiente para enfrentarlos en San Jorge. Llegaron el 29 de enero a las once de la mañana. Los aliados lograron mantener sus posiciones en las trincheras, a pesar de ser atacados por el oeste y el norte. El asalto filibustero fue frustrado. Cuando los filibusteros se retiraron, los aliados los persiguieron, pero cayeron en una emboscada y tuvieron que retroceder.
La primera batalla de San Jorge duró doce horas. El ataque filibustero fue dirigido por el general Henningsen con 600 hombres, y la defensa de la ciudad estuvo a cargo del general Xetruch con 2.245 hombres.
Rendición de William Walker
El 30 de abril de 1857, dos oficiales de William Walker se reunieron con el capitán Charles H. Davis de la marina estadounidense para hablar sobre la rendición de los filibusteros. William Walker no quería rendirse ante los ejércitos centroamericanos, así que Davis fue el mediador en nombre del general José Joaquín Mora Porras, Comandante en Jefe de los ejércitos centroamericanos.
Walker redactó las condiciones de la rendición, asegurándose de que él y sus oficiales pudieran ser evacuados con sus armas y llevados a Panamá o San Francisco. En estas condiciones, Walker no mencionó directamente a los vencedores, solo los llamó "el enemigo". Davis y Walker firmaron el acuerdo, y William Walker se rindió el 1 de mayo de 1857.
Los ejércitos de Costa Rica y Guatemala ocuparon la ciudad de Rivas ese mismo día y tomaron el cuartel de Walker, donde encontraron solo 600 filibusteros desarmados. William Walker y 16 de sus oficiales partieron hacia San Juan del Sur en un barco de la marina estadounidense, prometiendo no regresar jamás a Centroamérica.
Aunque el acuerdo de rendición no lo prohibía, William Walker intentaría regresar a Centroamérica varias veces. En su último intento, fue capturado y fusilado el 12 de septiembre de 1860, en Trujillo, Honduras.
Según un informe, unos 1.000 filibusteros murieron durante toda la guerra, ya sea en combate o por enfermedades. El número de bajas del lado centroamericano fue mucho mayor, especialmente debido a la enfermedad del cólera.
Para recordar la victoria centroamericana, el presidente Juan Rafael Mora Porras declaró el 1 de mayo como día feriado. En su discurso, Mora dijo que el 1 de mayo debía ser recordado como un día de gloria para la "raza latina", que había defendido su religión y su patria.
¿Qué consecuencias tuvo la Campaña Nacional?
En Costa Rica, la Campaña Nacional se considera una lucha por la libertad, similar a una guerra de independencia. El país sintió que su existencia, su territorio y su cultura estaban amenazados. Esta guerra ayudó a fortalecer el patriotismo y a definir mejor la identidad de los costarricenses.
Por estas razones, la Campaña Nacional es vista como un evento vital en la formación de la identidad nacional y fundamental para que Costa Rica se consolidara como un estado-nación.
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Véase también
En inglés: Filibuster War Facts for Kids