Brigantes para niños
Los brigantes (Βρίγαντες) fueron un pueblo celta que vivió en la Edad de Hierro y durante la ocupación romana en gran parte del Norte de Inglaterra. Su centro principal estaba en lo que hoy es Yorkshire. Al noroeste, sus vecinos eran los carvetii, al este los parisii, y al sur los coritani y los cornovii. Su territorio se conocía como Brigantia, y su capital era Isurium Brigantum (hoy Aldborough, en North Yorkshire). Otras ciudades importantes eran Eboracum (actual York), Rigodunum (en Castleshaw, Mánchester) y Olicana (en Elslack, North Yorkshire).
El nombre "brigantes" viene de una palabra que significa "alto" o "elevado". No se sabe si esto se refiere a su nobleza o a que construían sus fuertes en lo alto de las colinas. También era el nombre de su diosa principal, Brigantia, una diosa relacionada con la victoria y el poder.
Contenido
Historia de los brigantes
Orígenes de los brigantes
Los inicios de los brigantes no están del todo claros. Se han encontrado antiguos asentamientos llamados "Brigantium" en otras partes de Europa. Incluso hubo una tribu brigante en lo que hoy es La Coruña, España, en la región de Gallaecia. Es posible que esta tribu española estuviera relacionada con la de Britania, al igual que los brigantii de los Alpes (en la antigua Recia, hoy Bregenz y Briançon). Los brigantes fueron la única tribu celta que habitó tanto en Gran Bretaña como en Irlanda, donde vivieron en los condados de Wexford, Kilkenny y Waterford. Algunos piensan que este pueblo pudo haber migrado desde Retia a España, luego a Irlanda y finalmente a Gran Bretaña.
Ya sea que estuvieran relacionados o no con las tribus de España o los Alpes, los brigantes formaron parte de las migraciones celtas que llegaron a Gran Bretaña. Probablemente comenzaron como una unión de pequeñas tribus y clanes, y con el tiempo incluyeron a otros pueblos. Entre ellos estaban los Gabrantovices (de North Yorkshire), los Latenses (de Leeds), los Setantii (de Lancashire), los Lopocares y los Textoverdi (al norte, donde más tarde se construiría el Muro de Adriano). Incluso los Carvetii de Cumbria formaron parte de ellos, aunque recuperaron su independencia con la llegada de los romanos.
Los brigantes y el Imperio Romano
Primeros contactos con Roma
La primera vez que Roma intentó conquistar Prydein (como se llamaba entonces a la isla) fue con Julio César. En el año 55 a.C., César realizó una operación limitada en Kent. Al año siguiente, en el 54 a.C., desembarcó de nuevo con más conocimiento del terreno. Avanzó por el sureste y venció a los catuvellani. Sin embargo, decidió pasar el invierno en la Galia, y otros eventos le impidieron regresar a Britania.
El territorio de los brigantes no fue afectado por este primer ataque romano. En ese momento, Britania tenía tres zonas principales: el reino de los brigantes al norte, la zona de influencia de los catuvellani y las tribus de Gales.
La conquista romana de Britania
En el año 43 d.C., el emperador Claudio decidió retomar la conquista romana de Britania. Le encargó el mando a Aulo Plaucio, usando como excusa la restauración de Verica, un rey exiliado de los atrébates. La principal resistencia vino de una unión de las tribus catuvellani y trinovantes, liderada por Caratacus y Togodumno, hijos del rey Cunobelinus. Pero esta resistencia fue rápidamente superada. Plaucio logró tomar su capital, Camulodunum (hoy Colchester). Después de esto, once líderes del sureste de Britania se rindieron a Claudio. Entre ellos estaban los líderes de los atrébates, los icenos y la reina de los brigantes, Cartimandua. Togodumno murió, pero Caratacus logró escapar hacia el oeste y se convirtió en el líder de la resistencia, concentrada en Gales.
En el año 44 d.C., Tito Flavio Vespasiano, comandante de la Legio II Augusta, dirigió una fuerza hacia el oeste de la isla. Al mismo tiempo, la Legio IX Hispana fue enviada hacia el norte, hacia Lincoln.
En el año 47 d.C., el nuevo gobernador de Britania, Publius Ostorius Scapula, tuvo que detener su campaña contra los Deceangli en el norte de Gales. Esto se debió a un levantamiento de una parte de los brigantes. El gobernador actuó rápidamente y ejecutó a sus líderes.
Alianzas y desafíos
En el año 51 d.C., Publius Ostorius Scapula finalmente venció a Caratacus, quien lideraba a los siluros y ordovicos en la Batalla de Caer Caradoc. Caratacus, derrotado, huyó al norte y buscó refugio con la reina de los brigantes, Cartimandua. Sin embargo, ella lo entregó encadenado a los romanos. Los romanos la recompensaron, llamándola a ella y a su esposo Venutius "amigos leales y protegidos" de Roma.
Pronto, Cartimandua puso a prueba esta alianza. Se divorció de Venutius, quien se levantó en armas contra la reina y sus aliados romanos durante el gobierno de Aulus Didius Gallus (52-57 d.C.).
Venutius se hizo fuerte en la fortaleza de Stanwick. Mientras tanto, en el año 53 d.C., Roma fortaleció su posición al sur de Brigantia, construyendo fortificaciones en Templeborough (Rotherham), Brough on Noe y Rossington Bridge (Doncaster).
Después de algunas batallas con victorias para ambos lados, Venutius fue finalmente derrotado por la Legión IX en el año 56 d.C., en la región de Barwick in Elmet. Una vez sofocada la rebelión, Cartimandua se casó con Vellocatus, un antiguo compañero de Venutius. Brigantia mantuvo su alianza con Roma incluso durante la gran rebelión liderada por la reina Boudica de los iceni, que puso en peligro el control romano de Britania.
En el año 69 d.C., aprovechando el caos en Roma durante el Año de los cuatro emperadores, Venutius se levantó de nuevo en armas, con el apoyo de tropas de los Carvetii, Novantae y Selgovae. Roma solo pudo enviar tropas de apoyo, que no fueron suficientes para evitar la ocupación del país, pero al menos lograron rescatar a la reina.
Ocupación y resistencia
Cuando Vespasiano finalmente se convirtió en emperador, envió a Quinto Petillio Cerial como gobernador de Britania. En el año 71 d.C., Cerial comenzó una contraofensiva contra los brigantes. Aunque los venció en el año 73 d.C., empujando a los rebeldes restantes hacia el norte (Caledonia), le llevó varios años lograr una paz relativa en el territorio.
Del gobierno de Gnaeus Julius Agrícola (gobernador entre 78-84 d.C.) se conservan registros de operaciones militares en territorio brigante durante el año 80 d.C. Esto fue el inicio de la ofensiva romana sobre Caledonia, que terminó con la victoria en la batalla de Monte Graupio.
El poeta romano Juvenal escribió a principios del siglo II una escena donde un romano anima a su hijo a buscar la gloria destruyendo los fuertes de los brigantes. De hecho, las rebeliones continuaron: entre los años 100 y 105 d.C. hubo un levantamiento bajo el rey Argiragus. En el año 115 d.C., una nueva sublevación destruyó las guarniciones romanas de Eburacum (York). En el año 118 d.C., otra rebelión de los brigantes también fue derrotada.
En el año 122 d.C., el emperador Adriano visitó Britania y decidió construir una línea fortificada, conocida como el Muro de Adriano. Su objetivo principal era detener las incursiones de los pictos, pero también mantener a los brigantes separados de las tribus del norte, dificultando que se unieran.
También hay referencias de Pausanias sobre una campaña durante el imperio de Antonio Pío (138-161 d.C.). Este avance se consolidó con otra línea fortificada, la Muralla de Antonino Pío (142-144 d.C.). Siendo gobernador de Britania Cneo Julio Vero, entre los años 154 y 157 d.C., hubo una nueva rebelión de los brigantes. Como resultado, perdieron todos sus derechos como estado aliado de Roma.
En la división administrativa romana del año 197 d.C., la antigua Brigantia pasó a formar parte de Britania Inferior. Por un tiempo, su población fue gobernada directamente por el mando militar. En el año 208 d.C., Septimio Severo con sus hijos Geta y Caracalla emprendieron una última campaña ofensiva sin éxito contra los caledonios.
En la reorganización hecha por Constancio Cloro, posiblemente en el año 296 d.C. durante el gobierno de Diocleciano, la antigua Brigantia se integró en la Britania Secunda, con capital en York (Eboracum). En el año 306 d.C., el emperador Constancio Cloro enfermó durante una expedición contra los pictos en Caledonia. Murió en la capital brigantina, Eboracum, y allí sus tropas proclamaron emperador a su hijo, Constantino I el Grande.
No hay muchas más referencias sobre los brigantes después de estas fechas. A partir del año 367 d.C., las incursiones de pictos y escotos se hicieron constantes, y la tierra de los brigantes se convirtió en una zona de guerra.
Pronto, la presión también llegó desde el sur. Desde el año 383 d.C., se registraron incursiones de frisones y sajones. Estas incursiones aumentaron a medida que, por un lado, crecía la presión sobre los pueblos germánicos desde el oeste y, por otro, las fuerzas romanas se reducían. Una legión partió con Máximo en el año 384 d.C., y otra para luchar contra los visigodos de Alarico I en Italia en el año 401 d.C.
El fin de la Britania romana
Cuando en el año 407 d.C. la última legión de Britania, la Legio II Augusta, zarpó hacia la Galia, los brigantes quedaron en la primera línea enfrentando las invasiones finales de pictos y escotos. Solo un año después, los pictos avanzaron hacia el sur, superando las defensas de los brigantes. Al mismo tiempo, los sajones invadían por la espalda a los bretones. Estos últimos lograron contenerlos con dificultad mientras pedían ayuda al emperador Honorio en el año 410 d.C., pero sin resultado.
En Britania Secunda, la región del sur de Escocia y el norte de la actual Inglaterra que incluía a los brigantes, comenzó a llamarse Yr Hen Ogledd ("El viejo norte"). El último de los Dux Brittanniarum, Coel Hen "El Protector", logró crear y mantener un reino unido durante los primeros años. Pero a su muerte, se dividió en tres reinos, y poco a poco la organización volvió a sus bases tribales históricas.
El período del 410 al 455 d.C. fue una "Edad Oscura" en Inglaterra, marcada por la anarquía tribal, guerras, hambrunas y conflictos religiosos. Cuando San Germán de Auxerre visitó la isla en el año 429 d.C., ese fue el panorama que encontró. Según la leyenda, él reunió a los romanos y logró una gran victoria el día de Pascua.
En el año 446 d.C., el grupo a favor de Roma pidió al general romano Aecio que enviara ayuda para enfrentar a las tribus del norte. Esto no fue posible, ya que Aecio estaba luchando contra Atila. El líder Vortigern, quien había tomado el título de gran rey en el año 425 d.C. y lideraba el grupo anti-romano, había favorecido la llegada de tribus germánicas para fortalecer su posición en las guerras civiles. El jefe del grupo pro-romano, Ambrosius Aurelianus, logró vencerlo en la batalla de Guoloph (cerca de Salisbury) y consolidarse en el oeste. Sin embargo, en el este, anglos, sajones y jutos continuaron fortaleciendo sus posiciones. Para el año 452 d.C., estos habían vencido a los pictos, pero también habían abierto las puertas a una migración a gran escala. Los jutos, alrededor del año 456 d.C., eliminaron a su aliado Vortigern y tomaron Kent. Así comenzó la invasión germánica.
En el año 477 d.C., los sajones desembarcaron en la costa sur y crearon el reino de Sussex («sajones del sur»). Un nuevo grupo desembarcó al oeste y fundó Wessex («sajones del oeste»), y otro al norte de Kent, Essex («sajones del este»).
Alrededor del año 540 d.C., se unieron los anglos, quienes crearon varios reinos al norte del Támesis. En la tierra de los iceni fundaron el reino de Anglia Oriental, y al oeste, el de Mercia (que significa "frontera"). Los britanos quedaron aislados al norte y oeste de Mercia, en las tierras ancestrales de los brigantes y en Gales.
Al norte, más allá del río Humber, los celtas se habían reorganizado en pequeños reinos: Deira (Yorkshire) en la tierra de los parisii. Más al norte, en la tierra de los brigantes, estaban Elmet (con centro en Loidis, Leeds), Craven y Bernicia (hasta el Estuario de Firth). Más allá, Rheged en el territorio ancestral de los carvetii, y adentrándose en Escocia, en tierra de los Votadini, el reino de Gododdin.
Pero el avance de los nuevos invasores continuó. En el año 547 d.C., el anglo Ida se convirtió en rey de Bernicia. En el año 559 d.C., Aella se convirtió en rey de Deira. En el año 604 d.C., el nieto de Ida, Eteelfrido, rey de Bernicia, unificó su reino con Deira, creando el de Northumbria. Este reino se consolidaría en el año 617 d.C. bajo el rey Edwin, hijo de Aella, quien absorbería Elmet a la muerte de su rey, Ceretic. Edwin se convirtió en el rey anglosajón más poderoso de la época. York, la antigua Eboracum, sería su capital. La tierra de los brigantes ya era sajona.
Asentamientos importantes
Ptolomeo, un geógrafo antiguo, mencionó nueve ciudades principales de los brigantes:
Nombre en latín | Ubicación actual | Condado actual |
---|---|---|
Epiacum | Whitley Castle | Northumberland |
Vinovium | Binchester | County Durham |
Caturactonium | Catterick | North Yorkshire |
Calatum | Burrow, Lonsdale | Lancashire |
Isurium Brigantum | Aldborough | North Yorkshire |
Rigodunum | Castleshaw | Gran Mánchester |
Olicana | Elslack | North Yorkshire |
Eboracum | York | York |
Cambodunum | Slack | West Yorkshire |
Otros asentamientos conocidos son:
- Bremetenacum Veteranorum (Ribchester, Lancashire)
- Calcaria (Tadcaster, North Yorkshire)
- Luguvalium (Carlisle, Cumbria)
- Coria (Corbridge, Northumberland)
Galería de imágenes
Ver también
- Britania romana
- Britania posromana
- Historia de Inglaterra
- Historia de Galicia
Véase también
En inglés: Brigantes Facts for Kids