Batalla de Salamina para niños
Datos para niños Batalla de Salamina |
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Guerras médicas Parte de Segunda Guerra Médica |
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La batalla de Salamina, óleo sobre tela pintado en 1868 por Wilhelm von Kaulbach
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Fecha | Septiembre del 480 a. C. | |||
Lugar | Estrechos de la isla griega de Salamina | |||
Coordenadas | 37°57′05″N 23°34′00″E / 37.95138889, 23.56666667 | |||
Casus belli | Invasión persa de Grecia | |||
Resultado | Victoria decisiva griega | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La Batalla de Salamina fue un importante combate naval que ocurrió en septiembre del año 480 a.C. En este enfrentamiento, una alianza de ciudades-estado griegas se enfrentó a la gran flota del Imperio Persa. La batalla tuvo lugar en los estrechos canales que rodean la isla de Salamina, cerca de Atenas, en el golfo Sarónico. Este combate fue un momento clave en la Segunda guerra médica, un conflicto entre los griegos y los persas.
Para detener el avance persa, los griegos bloquearon un paso de montaña llamado Termópilas con un pequeño grupo de soldados. Al mismo tiempo, una flota griega, principalmente de Atenas, se enfrentó a la flota persa en los estrechos de Artemisio. En la batalla de las Termópilas, los soldados griegos fueron superados. En la batalla de Artemisio, los griegos sufrieron muchas pérdidas y se retiraron al saber de la derrota en Termópilas. Esto permitió a los persas conquistar Beocia y el Ática. Los griegos se prepararon para defender el istmo de Corinto, mientras su flota se movía a la cercana isla de Salamina.
Aunque eran muchos menos, el líder ateniense Temístocles convenció a los griegos de luchar de nuevo contra la flota persa. Esperaban que una gran victoria naval detuviera los planes persas de atacar el Peloponeso. El rey persa Jerjes I quería una batalla decisiva, así que su flota entró en los estrechos de Salamina. Sin embargo, lo estrecho del lugar dificultó sus movimientos y desorganizó sus barcos. Aprovechando esto, la flota griega atacó y logró una victoria importante, hundiendo o capturando al menos 200 barcos persas.
Después de la derrota, Jerjes regresó a Asia con gran parte de su ejército. Dejó a su general Mardonio con algunas de sus mejores tropas para intentar conquistar Grecia. Pero al año siguiente, el ejército persa fue derrotado en la batalla de Platea y la armada persa en la batalla de Mícala. Después de estas derrotas, los persas no volvieron a intentar conquistar Grecia. Las batallas de Salamina y Platea cambiaron el rumbo de las guerras médicas, dando a las ciudades griegas la iniciativa. Muchos historiadores creen que si los persas hubieran ganado en Salamina, la historia de la Antigua Grecia y del mundo occidental habría sido muy diferente. Por eso, la Batalla de Salamina es considerada una de las batallas más importantes de la historia.
Contenido
¿Quiénes nos contaron esta historia?

La principal fuente de información sobre las guerras médicas es el historiador griego Heródoto. Nació en el 484 a.C. en Halicarnaso, una ciudad que estaba bajo control persa. Escribió su obra Historias entre el 440 y el 430 a.C. para entender por qué ocurrieron las guerras entre griegos y persas. Su forma de investigar y contar los hechos fue tan nueva que se le considera el "Padre de la Historia".
Algunos historiadores posteriores criticaron a Heródoto, pero muchos de sus datos han sido confirmados por descubrimientos arqueológicos. Hoy en día, se cree que Heródoto hizo un gran trabajo, aunque algunos detalles, como el número exacto de tropas, deben tomarse con precaución.
Otros escritores antiguos, como Diodoro Sículo y Esquilo (quien luchó en Salamina), también mencionaron la Batalla de Salamina. Las pruebas arqueológicas, como la Columna de las Serpientes, también apoyan algunas de las afirmaciones de Heródoto.
¿Qué llevó a la batalla de Salamina?

Las ciudades griegas de Atenas y Eretria habían apoyado una rebelión contra el Imperio Persa de Darío I entre el 499 y el 494 a.C. Esta rebelión, aunque no tuvo éxito, molestó mucho al rey persa. Darío quería expandir su imperio y castigar a las ciudades griegas por su apoyo a la revuelta.
En el 492 a.C., Darío envió una expedición que aseguró tierras cercanas a Grecia. En el 491 a.C., Darío pidió a todas las ciudades griegas que se sometieran. La mayoría aceptó, pero Atenas y Esparta se negaron. Esto significó que Esparta estaba en guerra con Persia.
En el 490 a.C., una fuerza persa atacó y destruyó Eretria. Luego, desembarcó en Maratón para atacar Atenas. Sin embargo, en la batalla de Maratón, los atenienses lograron una victoria sorprendente que obligó a los persas a retirarse.
El rey Darío comenzó a preparar un ejército aún más grande para conquistar toda Grecia. Pero murió en el 486 a.C., y su hijo Jerjes I tomó el trono. Jerjes continuó los planes de invasión, construyendo puentes para cruzar a Europa y un canal para su flota.

Los atenienses también se prepararon para la guerra. En el 482 a.C., bajo la guía de Temístocles, decidieron construir una gran flota de barcos de guerra llamados trirremes. Como no tenían suficientes hombres para luchar en tierra y mar, los griegos formaron una alianza. En el 481 a.C., se reunieron en Corinto y formaron una alianza de ciudades, algo muy inusual para los griegos, que a menudo estaban en conflicto entre sí.
Al principio, los griegos planearon defender un paso en el valle de Tempe, pero se dieron cuenta de que el ejército persa era demasiado grande. Entonces, adoptaron una nueva estrategia: defender el estrecho paso de las Termópilas por tierra y los estrechos de Artemisio por mar. Las ciudades del Peloponeso también planearon defender el istmo de Corinto si fuera necesario, y las mujeres y niños de Atenas fueron evacuados a la ciudad de Trecén.
En una batalla famosa, un pequeño ejército griego detuvo a la enorme fuerza persa en las Termópilas durante tres días. Fueron traicionados y rodeados, y la retaguardia fue aniquilada. Al mismo tiempo, la batalla naval de Artemisio terminó sin un claro ganador. Cuando llegaron las noticias de Termópilas, la flota griega se retiró, ya que defender Artemisio ya no tenía sentido.
Antes de la gran batalla
Después de Artemisio, la flota griega navegó hacia Salamina para ayudar en la evacuación de Atenas. En el camino, Temístocles dejó mensajes para los marineros griegos que servían en la flota persa, pidiéndoles que se unieran a los griegos.
Tras su victoria en Termópilas, el ejército persa quemó y saqueó ciudades griegas antes de marchar hacia Atenas, que ya había sido evacuada. Los griegos, principalmente del Peloponeso, se prepararon para defender el istmo de Corinto construyendo un muro. Sin embargo, esta defensa no sería suficiente si la flota persa podía transportar tropas por mar.
En una reunión de guerra después de la evacuación de Atenas, el comandante de Corinto, Adimanto, sugirió que la flota griega se reuniera frente a la costa del istmo. Pero Temístocles propuso una estrategia más audaz: destruir la superioridad naval persa en un lugar estrecho, como Salamina, donde su gran número no sería una ventaja. Su idea fue aceptada, y la flota griega se quedó en Salamina.
No se sabe la fecha exacta de la Batalla de Salamina, pero ocurrió después de que los persas tomaran Atenas. El rey Jerjes se reunió con sus comandantes. Artemisia, una reina que comandaba parte de la flota persa, aconsejó a Jerjes que esperara, ya que creía que luchar en Salamina era muy arriesgado. Pero Jerjes y su general Mardonio decidieron atacar de todos modos.
Parece que Jerjes recibió noticias de que los griegos estaban discutiendo y que algunos querían evacuar Salamina. Esta información pudo ser un engaño de Temístocles para atraer a los persas. Jerjes ordenó a su flota bloquear la salida sur de los estrechos. Esa noche, Temístocles envió a un sirviente a Jerjes con un mensaje falso, diciendo que los griegos estaban divididos y planeaban escapar. Jerjes creyó el engaño y envió su flota a bloquear los estrechos esa misma noche. El rey persa se sentó en una colina cercana para ver la batalla.
Los griegos pasaron la noche discutiendo. Los del Peloponeso querían irse, pero cuando el general ateniense Arístides llegó con noticias del despliegue persa, se dieron cuenta de que no tenían escapatoria y debían luchar. La flota griega se preparó para la batalla, mientras los persas pasaron la noche buscando una supuesta evacuación griega. A la mañana siguiente, los persas entraron en los estrechos para atacar.
Las fuerzas en combate
La flota griega

Según el historiador Heródoto, la flota griega tenía entre 366 y 378 trirremes. Un trirreme era un barco de guerra rápido con tres filas de remos. El dramaturgo Esquilo, que estuvo en la batalla, dijo que eran 310 trirremes.
La flota griega estaba bajo el mando del espartano Euribíades, aunque el ateniense Temístocles era el verdadero líder estratégico.
Ciudad | Número de naves |
Ciudad | Número de naves |
Ciudad | Número de naves |
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Atenas | 180 | Corinto | 40 | Egina | 30 |
Calcis | 20 | Megara | 20 | Esparta | 16 |
Sición | 15 | Epidauro | 10 | Eretria | 7 |
Ambracia | 7 | Trecén | 5 | Naxos | 4 |
Léucade | 3 | Hermíone | 3 | Estira | 2 |
Citnos | 1 (1) | Ceos | 2 | Milo | (2) |
Sifnos | (1) | Serifos | (1) | Crotona | 1 |
Total | 366 o 378 (5) | ||||
Los números entre paréntesis indican pentecónteros (galeras de cincuenta remeros) |
La flota persa

Heródoto dice que la flota persa tenía inicialmente 1207 trirremes, pero perdió muchos en tormentas y batallas anteriores. Sin embargo, se cree que estas pérdidas fueron repuestas. Otros historiadores antiguos también mencionan números muy altos, alrededor de 1200 barcos.
Muchos historiadores modernos creen que el número real de barcos persas en Salamina era de entre 600 y 800.
Heródoto nos da una lista de las naciones que aportaron naves a la flota persa:
Nación | Número de naves |
Nación | Número de naves |
Nación | Número de naves |
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Fenicia | 300 | Egipto | 200 | Chipre | 150 |
Cilicia | 100 | Jonia | 100 | Frigia helespóntica | 100 |
Caria | 70 | Eólida | 60 | Licia | 50 |
Panfilia | 30 | Dorios | 30 | Cícladas | 17 |
Total | 1207 |
Estrategias de batalla
La estrategia persa era usar su enorme ejército para conquistar Grecia rápidamente. Los griegos, al ser menos, buscaban defender puntos clave para agotar a los persas. Jerjes no esperaba tanta resistencia. Como los griegos se habían atrincherado en el istmo de Corinto, la única forma de conquistar el resto de Grecia era destruir la flota griega. Si Jerjes lograba esto, podría forzar la rendición de los griegos.
Sin embargo, no era necesario que los persas lucharan en Salamina. La reina Artemisia le dijo a Jerjes que era un riesgo innecesario y que la flota persa podía simplemente bloquear a los griegos y desembarcar tropas en el Peloponeso. Pero ambos bandos decidieron arriesgarlo todo en una batalla naval.
Los persas tenían más barcos y, según Heródoto, mejores marineros. La táctica naval común era embestir con el espolón del barco y luego abordar la nave enemiga para luchar cuerpo a cuerpo. Los persas también usaban una maniobra llamada diekplous, que consistía en pasar entre dos barcos enemigos y embestirlos por los lados.
Se cree que los barcos griegos eran más pesados, quizás porque llevaban más soldados hoplitas (soldados de infantería pesada). Este peso extra hacía que los barcos griegos fueran menos maniobrables, pero más estables y resistentes a las embestidas. Por eso, los griegos preferían el abordaje.
Tácticamente, una batalla en mar abierto habría favorecido a los persas. La única esperanza de los griegos era atraer a los persas a un lugar estrecho, donde su gran número no sería una ventaja. Al entrar en los canales de Salamina, los persas cayeron en la trampa de Temístocles. Salamina fue una batalla innecesaria y un error estratégico para los persas.
El desarrollo de la batalla
El desarrollo exacto de la Batalla de Salamina no está completamente claro, ya que es difícil saber lo que realmente ocurrió en medio de un combate tan grande.
Posiciones iniciales
En la flota griega, los atenienses estaban a la izquierda y los espartanos (o barcos de Megara y Egina) a la derecha. El resto de los aliados estaban en el centro. La flota griega probablemente formó en dos líneas, ya que los estrechos eran demasiado angostos para una sola línea de barcos.
La flota persa fue enviada a bloquear la salida de los estrechos la tarde anterior a la batalla. Heródoto pensó que los persas entraron en los estrechos por la noche para atrapar a los griegos que huían. Sin embargo, es más probable que los persas solo bloquearan la salida y entraran al amanecer. La flota persa se desplegó en tres líneas, con los barcos fenicios a la derecha y los jonios a la izquierda.
Jerjes también colocó unos 400 soldados en la isla de Psitalea, en el centro de los estrechos, para capturar a cualquier griego que naufragara.
Comienzo del combate

Los barcos persas no atacaron hasta el amanecer. Los griegos, que no planeaban huir, pasaron la noche preparándose. Heródoto dice que "cuando los aliados se disponían a salir al mar, los bárbaros los atacaron". Si los persas no entraron hasta el amanecer, los griegos tuvieron tiempo de organizarse.
El dramaturgo Esquilo cuenta que, mientras los persas se acercaban, pudieron oír a los griegos cantando su himno de batalla antes incluso de ver la flota:
- ¡Adelante, hijos de los griegos,
- liberad la patria,
- liberad a vuestros hijos, a vuestras mujeres,
- los altares de los dioses de vuestros padres,
- y las tumbas de vuestros antepasados:
- ¡es hora de luchar por todo!
Heródoto menciona que, al principio de la batalla, los corintios se alejaron hacia el norte, lo que pudo ser un engaño para atraer a los persas o una misión de reconocimiento. En cualquier caso, regresaron pronto a la batalla.
A medida que los persas se acercaban a los estrechos, se desorganizaron y se amontonaron. La flota griega, en cambio, estaba bien alineada y lista para atacar. No atacaron de inmediato, dando la impresión de tener miedo. Según Plutarco, esperaban el viento de la mañana. Heródoto cuenta que una leyenda dice que una mujer se les apareció y les dijo: "Locos, ¿cuánto tiempo vais a permanecer replegados?". Finalmente, un solo barco griego se adelantó y embistió a un barco persa, y luego toda la flota griega se lanzó contra la desorganizada línea persa.
La lucha
Los detalles de la batalla son difíciles de conocer. Los trirremes usaban un gran espolón en la proa para embestir y hundir barcos enemigos. Si la embestida no funcionaba, los soldados luchaban cuerpo a cuerpo en las cubiertas. Ambos bandos llevaban soldados a bordo: los griegos tenían hoplitas, y los persas, infantería más ligera.
Cuando la primera línea de barcos persas fue embestida, obstaculizó a las líneas de atrás. En el lado izquierdo griego, el almirante persa Ariamenes, hermano de Jerjes, murió al principio. Sin liderazgo y desorganizados, los barcos fenicios fueron empujados hacia la costa. En el centro, los barcos griegos dividieron a la flota persa en dos.
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Heródoto cuenta que Artemisia, la reina de Halicarnaso, fue perseguida por un barco ateniense. Para escapar, embistió a otro barco persa, lo que hizo que el ateniense pensara que era una aliada y dejara de perseguirla. Jerjes, al ver esto, pensó que Artemisia había atacado con éxito a un barco enemigo y dijo: "Mis hombres se han convertido en mujeres, y mis mujeres en hombres", elogiando su valentía.
La flota persa comenzó a retirarse hacia Falero, pero fue atacada por los eginetas al salir de los estrechos. Los barcos persas que quedaron llegaron al puerto de Falero. El general ateniense Arístides llevó soldados a la isla de Psitalea y eliminó a la guarnición persa. Heródoto no da el número exacto de bajas persas, pero dice que al año siguiente su flota tenía 300 trirremes. Los persas sufrieron muchas más bajas que los griegos, en parte porque la mayoría de los asiáticos no sabían nadar. Jerjes, desde su trono, fue testigo de la derrota de su armada.
¿Qué pasó después de Salamina?

Después de la Batalla de Salamina, Jerjes intentó construir un puente para que su ejército cruzara los estrechos y atacara a los atenienses. Pero con la flota griega patrullando, esto fue imposible. Jerjes decidió regresar a Asia con gran parte de su ejército, temiendo que los griegos atacaran sus puentes en el Helesponto.
Jerjes dejó a su general Mardonio con algunas de sus mejores tropas en Grecia para intentar completar la conquista. Sin embargo, todas las fuerzas persas se retiraron del Ática y pasaron el invierno en Beocia y Tesalia. Esto permitió a los atenienses regresar a su ciudad, aunque estaba devastada.
Al año siguiente, 479 a.C., Mardonio volvió a tomar Atenas. El ejército griego se mantuvo defendiendo el istmo de Corinto. Finalmente, los griegos, liderados por Esparta, decidieron enfrentar a Mardonio y marcharon hacia el Ática. El general persa se retiró a Beocia para luchar en terreno abierto. Allí, en la batalla de Platea, el ejército griego logró una victoria decisiva, acabando con gran parte del ejército persa y poniendo fin a la invasión. Casi al mismo tiempo, en la batalla naval de Mícala, la flota griega destruyó lo que quedaba de la flota persa.
¿Por qué fue tan importante Salamina?
La Batalla de Salamina fue un punto de inflexión en las guerras médicas. Después de esta batalla naval, el Peloponeso y, en general, Grecia, se salvaron de la invasión. Los persas sufrieron un gran golpe a su prestigio y moral, además de muchas pérdidas. Después de las batallas de Platea y Mícala, la amenaza de invasión desapareció para los griegos, y ellos pudieron pasar a la ofensiva.
La victoria griega permitió que Macedonia se rebelara contra el dominio persa. En las siguientes tres décadas, Tracia, las islas del Egeo y Jonia fueron liberadas del Imperio Persa por los griegos. Salamina marcó un cambio decisivo en el equilibrio de poder a favor de los griegos, lo que llevó a su victoria final y a una reducción significativa del poder persa en el mar Egeo.
Al igual que las batallas de Maratón y las Termópilas, Salamina se ha convertido en una "leyenda", quizás por las circunstancias difíciles y las pocas probabilidades de victoria. Muchos historiadores consideran a Salamina una de las batallas más decisivas de la historia. Algunos estudiosos argumentan que si los griegos hubieran sido derrotados en Salamina, la conquista persa de Grecia habría cambiado el desarrollo de la "civilización occidental" tal como la conocemos. Esto se debe a que muchos pilares de la sociedad occidental actual, como la filosofía, la ciencia y la democracia, tienen sus raíces en la Antigua Grecia.
Militarmente, es difícil sacar lecciones claras de Salamina debido a la incertidumbre de lo que realmente sucedió. Sin embargo, los griegos eligieron el lugar de la batalla para minimizar la ventaja numérica del enemigo. La lección militar más importante fue el uso del engaño por parte de Temístocles para provocar la respuesta deseada del enemigo.
Para saber más
- Los persas, una obra de teatro de Esquilo
Véase también
En inglés: Battle of Salamis Facts for Kids