Novatores para niños
Los Novatores fue el nombre que se dio a un grupo de pensadores y científicos españoles a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Al principio, la palabra "novatores" era un término negativo, usado por sus oponentes para criticar su deseo de innovar. Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en un término de reconocimiento. Este periodo en España se conoce también como la preilustración española, porque fue un momento de grandes cambios en el pensamiento y la ciencia, justo antes de la Ilustración.
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¿Quiénes fueron los Novatores y qué buscaban?
Entre los años 1680 y 1720, Europa vivió un periodo de grandes cambios en el conocimiento. Se cuestionaron muchas ideas antiguas gracias a pensadores como John Locke, Isaac Newton y Pierre Bayle. Fue la época de la revolución científica del siglo XVII, donde se desarrollaron nuevas formas de entender el mundo.
Los Novatores en España compartían ideas similares a estos pensadores europeos. Querían explicar la realidad de forma lógica y racional. Estaban cansados de las ideas antiguas y de la falta de avance en la ciencia y el conocimiento. Sin embargo, preferían un progreso gradual, no una revolución.
Durante mucho tiempo se pensó que estas nuevas ideas llegaron a España solo con la llegada de la dinastía Borbón. Pero las investigaciones recientes han demostrado que los Novatores ya conocían estas corrientes culturales europeas antes de que los Borbones llegaran al trono.
La historia de los Novatores en España
El inicio del movimiento Novator se marca con la publicación del libro El Hombre Práctico o Discursos sobre su Conocimiento y Enseñanza de Francisco Gutiérrez de los Ríos en 1680. En este libro, se criticaba la forma de pensar tradicional y se elogiaba el estudio de la naturaleza basado en la observación.
Avances en la historia y la ciencia
Los Novatores fueron pioneros en la historia crítica. Personajes como Nicolás Antonio y Gaspar Ibáñez de Segovia, marqués de Mondéjar, empezaron a estudiar documentos históricos de forma más rigurosa. También hubo avances en la ciencia. En 1687, Juan de Cabriada publicó Carta Filosófico, Médico-Chymica, donde defendía la importancia de la experimentación en la medicina y el conocimiento de la naturaleza.
Un ejemplo de este espíritu innovador fue Crisóstomo Martínez. En 1687, viajó a París para terminar su Atlas Anatómico, un trabajo muy importante sobre la anatomía microscópica. Años después, en 1700, se fundó la Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias en Madrid, con el apoyo del rey Carlos II.
Aunque los Novatores estaban al tanto de muchos descubrimientos de científicos como Descartes y Galileo, no conocían la obra de Isaac Newton. Además, por miedo a la Inquisición, presentaban algunas ideas, como el heliocentrismo (la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol), solo como una "hipótesis" y no como una verdad científica.
La llegada de la dinastía Borbón no detuvo los ataques contra los Novatores. Sin embargo, ellos continuaron defendiendo sus ideas. Se caracterizaron por su interés en las novedades científicas, usando la observación y la razón. Preferían publicar sus trabajos en español en lugar de latín para que más gente pudiera entenderlos.
Los Novatores se dieron cuenta del atraso científico de España en comparación con otros países europeos. Creían que la universidad española estaba estancada en ideas antiguas. Por eso, sacaron el debate de las aulas universitarias y lo llevaron a reuniones y academias, donde podían discutir sus ideas más libremente.
¿Hubo diferentes grupos de Novatores?
El movimiento Novator duró bastante tiempo, por lo que se habla de varias generaciones. Algunos de los primeros fueron Antonio Hugo de Omerique y Diego Mateo Zapata. Más tarde, aparecieron figuras como Juan Bautista Corachán y Manuel Martí. Y finalmente, sus ideas influyeron en la primera Ilustración, con personajes como Gregorio Mayans y Siscar y Jorge Juan.
Los Novatores no tenían un único pensamiento, sus ideas eran diversas. Se ha intentado clasificarlos, pero es difícil porque cada uno tenía sus propias opiniones.
Aunque sus ideas no tuvieron un impacto inmediato, sí lo tuvieron más tarde, en la ciencia en la Ilustración española de la segunda mitad del siglo XVIII. Algunos Novatores fueron perseguidos, mientras que otros lograron éxito y reconocimiento.
Centros de actividad de los Novatores
Hubo grupos de Novatores en varias ciudades de España, pero el más importante fue el de Valencia.
El grupo de Valencia
En Valencia, algunos nobles apoyaron bibliotecas y reuniones donde se discutían temas científicos. Esto fue una señal clara de la nueva forma de pensar que llevaría a la Ilustración. En 1686, se considera que se fundó el grupo de Novatores valencianos en casa de Baltasar Íñigo, con la idea de crear una academia de matemáticas. Su objetivo principal era renovar las ideas y prácticas científicas.
Juan de Cabriada expresó la frustración de los Novatores en 1687, diciendo que era "vergonzoso" que España fuera la última en recibir las nuevas ideas que ya circulaban por Europa.
El grupo de Zaragoza
En Zaragoza, un grupo de médicos, liderado por Juan Bautista Juanini y José Lucas Casalete, también inició un movimiento similar en 1677. Realizaron demostraciones sobre la circulación de la sangre en la Universidad de Zaragoza.
El grupo de Sevilla
En Sevilla, un grupo de médicos, influenciados por Juan de Cabriada, fundó la Regia Sociedad Hispalense de Medicina y otras Ciencias en 1697. La figura más destacada fue Diego Mateo Zapata, quien defendía una medicina basada en la razón. Fue perseguido por la Inquisición, que prohibió una de sus obras.
El grupo de Cádiz
El Novator más importante de Cádiz fue Antonio Hugo de Omerique, quien escribió importantes tratados de matemáticas. Su obra Analysis geometrica (1698) fue elogiada incluso por Isaac Newton.
Ya en el siglo XVIII, marinos de la Escuela de Guardiamarinas de Cádiz (1717), como Jorge Juan y Antonio de Ulloa, también fueron Novatores. Destacaron por su formación científica y participaron en importantes expediciones.
El grupo de Madrid
Las reuniones en Madrid eran muy activas. Personajes como Juan Bautista Juanini estudiaron el aire de Madrid para prevenir enfermedades, en lo que se considera una de las primeras obras médicas modernas en España.
En estas reuniones, se discutían las nuevas ideas científicas. Gabriel Álvarez de Toledo, poeta e historiador, fue uno de los fundadores de la Real Academia Española. Sus ideas, que interpretaban el Génesis desde la teoría atomista, provocaron la respuesta de Fray Francisco Polanco, quien fue el que llamó "novatores" a los que apoyaban la modernización científica en España.
El grupo de Hispanoamérica
Las ideas de los Novatores también llegaron a Hispanoamérica, aunque más tarde. Destacaron figuras como Carlos Sigüenza y Góngora y sor Juana Inés de la Cruz en el siglo XVII. Más tarde, jesuitas como Juan Magnin en Quito y Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos en México difundieron estas ideas.
Los que siguieron el camino de los Novatores: la primera Ilustración
Los Novatores abrieron el camino para la Ilustración en España. Algunos de los continuadores de su obra fueron:
- Jerónimo de Uztáriz (1670-1732), un economista importante.
- Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), un monje benedictino que fue profesor de teología. A través de sus escritos, unió a los diferentes grupos intelectuales de España. Se le considera un precursor clave de la Ilustración.
- Martín Martínez (1684-1734), un médico de Madrid que escribió Anatomía completa del hombre.
- Andrés Piquer (1711-1772), un médico aragonés que se interesó por muchas ciencias.
Galería de imágenes
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Tomás Vicente Tosca zelosísimo restaurador de los buenos estudios.
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Diego Mateo Zapata, aherrojado en una cárcel de la Inquisición, en un grabado de Goya (Zapata, tu gloria será eterna).