Leona Vicario para niños
Datos para niños Leona Vicario |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador | |
Nacimiento | 10 de abril de 1789 Ciudad de México (Nueva España) |
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Fallecimiento | 21 de agosto de 1842 Ciudad de México (México) |
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Sepultura | Monumento a la Independencia | |
Nacionalidad | Novohispana (hasta 1821) Mexicana (desde 1821) |
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Religión | Cristianismo | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Padres | Gaspar Martín Vicario Camila Fernández de San Salvador y Montiel |
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Cónyuge | Andrés Quintana Roo (matr. 1813; fall. 1842) | |
Hijos | Genoveva Quintana Vicario María Quintana Vicario Dolores Quintana Vicario |
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Información profesional | ||
Ocupación | Mensajera al servicio de los insurgentes | |
Conocida por | Apoyar la Independencia de México | |
Título |
Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria La Mujer Fuerte de la Independencia |
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María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, más conocida como Leona Vicario, nació en la Ciudad de México el 10 de abril de 1789 y falleció en la misma ciudad el 24 de agosto de 1842. Fue una de las personas más importantes en la lucha por la Independencia de México.
Leona Vicario formó parte de un grupo secreto llamado Los Guadalupes. Usó su propio dinero para apoyar a los insurgentes, que eran quienes luchaban por la independencia. Se arriesgó mucho para ayudar a que México fuera libre. Se casó con Andrés Quintana Roo, quien también apoyaba la independencia.
Fue reconocida como Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria. Es la única mujer en México a la que se le han hecho funerales de Estado, que son ceremonias muy importantes. También se le considera la primera periodista del país. A finales de la década de 1920, la llamaban La mujer fuerte de la Independencia.
Contenido
Leona Vicario: Una Heroína de la Independencia de México
¿Cómo fue la infancia de Leona Vicario?
Leona Vicario fue hija única y nació en Toluca. Su padre, Gaspar Martín Vicario, era un comerciante de Ampudia, España. Llegó a la Nueva España (como se llamaba México en ese tiempo) buscando hacer fortuna. Logró acumular riquezas y se hizo de una buena posición, llegando a ser Regidor Vitalicio de la Ciudad de México.
Su madre, Camila Fernández de San Salvador y Montiel, era de Toluca. Ella era descendiente de Ixtlilxochitl II, el último gobernante de Texcoco.
Un familiar muy importante en la vida de Leona fue su tío materno, Agustín Pomposo Fernández de San Salvador. Él era un juez importante de la Real Audiencia de México y también fue director de la Real y Pontificia Universidad de México. Su tío fue su padrino y se encargó de que Leona tuviera una excelente educación y una buena vida.
Cuando Leona tenía 18 años, su padre falleció. Poco después, su madre también murió. Antes de morir, su madre pidió que Leona quedara bajo el cuidado de su tío. Gracias a él, Leona recibió una educación muy completa y desarrolló un gran amor por la lectura.
¿Qué estudió Leona Vicario?
Al principio, Leona tuvo una educación común para las niñas de su época, que incluía aprender a leer, escribir, bordar y coser. Sin embargo, su padre quiso que también estudiara obras de filosofía, literatura y avances científicos, algo muy inusual para ese tiempo.
Así, Leona aprendió latín, francés y los principios básicos de matemáticas y filosofía. Era una lectora muy dedicada. Entre sus libros favoritos estaban Idea del Universo, Historia natural, general y particular y Las aventuras de Telémaco. Este último le gustaba tanto que lo tradujo del francés al español, lo que muestra su gran interés por el aprendizaje. Leona Vicario también estudió arte, literatura y música, y tomó clases de pintura y dibujo.
Desde pequeña, Leona fue educada en el Cristianismo y tenía mucha fe. Sin embargo, ella no tomó partido por la Virgen de los Remedios (símbolo de los españoles) ni por la Virgen de Guadalupe (símbolo de los insurgentes). No eligió ninguna porque las ideas que representaban no la convencían del todo.
Leona estaba convencida de que la Nueva España debía ser autónoma, es decir, gobernarse a sí misma. Por eso, decidió participar más en la vida pública. Aunque a su tío no le gustaba, ella asistía a reuniones y eventos culturales. Allí conoció a otras mujeres importantes con ideas a favor de la independencia, como doña Josefa Ortiz de Domínguez y doña Mariana del Toro y Lazarín.
La juventud de Leona Vicario
A pesar de que Leona tenía ideas diferentes a las de su tío, él le permitió vivir sola para que estuviera cómoda. Incluso compró una propiedad al lado para poder cuidarla, lo cual era algo muy poco común para las costumbres de esa época.
Cuando su madre aún vivía, Leona Vicario se había comprometido con Octaviano Obregón, un abogado y militar de León, Guanajuato. Él y su padre eran fuertes partidarios de que la Nueva España se gobernara a sí misma. Cuando se descubrieron algunos planes secretos contra el gobierno, ellos tuvieron que huir a Cádiz, España.
El matrimonio de Leona y Octaviano se fue posponiendo. Octaviano regresó a su ciudad natal para trabajar como diputado, pero nunca volvió a la Ciudad de México para casarse. Leona, por su parte, no estaba segura de si realmente lo amaba.
En 1808, Andrés Quintana Roo, un joven de Yucatán, llegó a la Ciudad de México para terminar sus estudios de abogado. Él también creía en la autonomía de la Nueva España. Andrés eligió el despacho de Agustín Pomposo, el tío de Leona, para hacer sus prácticas. Allí se conocieron y poco a poco se hicieron más cercanos, hasta que se enamoraron. Andrés Quintana Roo le pidió matrimonio a Leona.
Leona Vicario y la Guerra de Independencia de México
Leona Vicario y Andrés Quintana Roo sentían un gran amor por su patria. Justo en ese tiempo, el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio el Grito de Independencia el 16 de septiembre de 1810. Este movimiento inspiró a muchas personas que querían ver sus tierras libres del dominio español. Leona y Andrés se unieron a este grupo.
Leona Vicario siempre apoyó a los insurgentes. No se sabe si la idea de participar fue de ella o de Andrés, pero es claro que se motivaron mutuamente. El tío de Leona, Pomposo, no quería que ella y Andrés se casaran. Por eso, Andrés se fue a Tlalpujahua para unirse al general Ignacio López Rayón.
Mientras tanto, Leona se comprometió aún más con la causa insurgente. Empezó a hacer cosas más arriesgadas. Fue una de las primeras en contactar a los líderes insurgentes, trabajando como mensajera y espía. Convirtió su casa en un centro de organización y comunicación. Con su dinero y joyas, financió viajes para los aliados y envió dinero, medicinas y armeros a Tlalpujahua para fabricar armas.
Poco después, se unió al grupo de Los Guadalupes. Ellos tenían información importante porque formaban parte de la sociedad de la Nueva España. También eran espías y mensajeros. En un momento, incluso planearon secuestrar al virrey para lograr la autonomía de la Nueva España a cambio de su liberación.
El 28 de febrero de 1813, después de salir de misa, Leona se enteró de que la habían descubierto. Uno de sus mensajeros había sido capturado. A pesar de que le advirtieron que no lo hiciera, decidió reunirse con los insurgentes. Se disfrazó y, acompañada de dos amigas de confianza, caminó hasta Huixquilucan. No pudo llegar ni a Tlalpujahua ni a Oaxaca, donde la esperaba Andrés Quintana Roo. Leona Vicario fue perseguida y le quitaron sus bienes por orden de Félix María Calleja, quien se enteró de que ella y Andrés habían hablado en contra de sus órdenes.
¿Cómo fue la detención y escape de Leona Vicario?
Después de esto, se ordenó su detención. Unos días después, fue capturada y llevada a la Ciudad de México. Su tío intervino para que no la llevaran a la cárcel, sino que la mantuvieran aislada en el Colegio de San Miguel de Belén. Así que, aunque no fue a una prisión común, sí estuvo bajo custodia.
En el juicio, la acusaron de estar totalmente comprometida con los insurgentes, de planear contra el gobierno y de criticar todo lo que los españoles habían hecho desde su llegada. Leona nunca reveló la identidad de sus aliados y mantuvo la calma. Estuvo aislada y sin comunicación en el Colegio de San Miguel de Belén hasta el 22 de abril de 1813.
Ese día, el pintor José Luis Rodríguez Alconedo, el coronel Francisco Arroyave y Antonio Vázquez, todos miembros de Los Guadalupes, junto con algunas monjas amigas que Leona hizo en el convento, la ayudaron a escapar. Estuvo detenida durante 42 días. Después de esconderse un tiempo, se fue a Oaxaca, nuevamente disfrazada, para encontrarse con los demás insurgentes, liderados por José María Morelos y Pavón, incluyendo a Andrés Quintana Roo. Finalmente, se casaron el 6 de noviembre de 1813. Las acciones de Leona Vicario despertaron el interés y la admiración de muchas personas, recibiendo tanto elogios como críticas durante toda la lucha.
Morelos nombró a su esposo, Andrés Quintana Roo, Presidente del Congreso de Chilpancingo, lo que hizo que la pareja fuera más conocida. Morelos le enviaba cartas a Leona, preocupado por su situación, y decidió darle una ayuda económica, que fue aprobada por el Congreso el 22 de diciembre de 1813.
Después de que Morelos fue capturado y ejecutado, Leona y Andrés huyeron a la región de Michoacán. En esa época, se ofrecía el perdón a quienes se habían unido al movimiento insurgente. Se les ofreció uno a la pareja, pero Leona lo rechazó firmemente, pues sentía que traicionaría sus ideales.
El final de la Guerra de Independencia
En 1817, Leona Vicario tuvo a su primera hija, a quien llamó Genoveva. Nació en una cueva en Tierra Caliente debido a que los insurgentes eran constantemente perseguidos. Por esta razón, se escondieron en el pueblo de Tlatlaya. Andrés Quintana Roo no estaba allí, pues había salido a buscar ayuda.
Cuando su escondite fue descubierto, las personas que estaban en Tlatlaya fueron llevadas a Tejupilco y luego a Temascaltepec, incluyendo a Leona y su hija. Al enterarse de esto, Andrés Quintana Roo decidió entregarse a las autoridades y aceptar el perdón que les habían ofrecido y que antes habían rechazado. Se les concedió con la condición de ir a la ciudad de Cádiz, pero por problemas de dinero, se quedaron en Toluca. En 1820, se les permitió regresar a la capital del país, donde lograron mejorar su situación económica. Un año después, nació su segunda hija, a quien llamaron María.
La vida de Leona Vicario después de la Independencia
Una vez que la Guerra de Independencia terminó, Leona Vicario se dedicó a su hogar, a sus hijas y a su esposo. Tuvo una tercera hija a la que llamó Dolores, en honor a la villa de Dolores donde Hidalgo comenzó la lucha por la Independencia en 1810.
Aun así, Leona siguió participando en la vida pública. Creó diferentes organizaciones y negocios para ayudar a su familia. Defendió públicamente su participación en la lucha por la independencia y ayudó a cualquiera que lo necesitara, convirtiendo su casa en un lugar de ayuda para personas necesitadas.
Leona Vicario le pidió al Congreso que le devolvieran el dinero y los bienes que había usado para apoyar la guerra. Lo pedía para asegurar el futuro de sus hijas. La cantidad total era de aproximadamente $112,000 pesos. Así, en 1823, le dieron una casa en Ocotepec y dos casas en la Ciudad de México. Una estaba en la plaza de Santo Domingo y la otra en la calle de Cocheras. Además, en 1827, se le honró cambiando el nombre de la villa de Saltillo por el de villa Leona Vicario en el estado de Coahuila y Texas.
Durante toda la Guerra de Independencia, Leona Vicario escribió para muchos periódicos, como El Ilustrador Americano, El Correo Americano del Sur, El Semanario Patriótico Americano y El Federalista. Este último lo fundó con su esposo durante el gobierno del presidente Anastasio Bustamante. El presidente criticaba y perseguía a la pareja por lo que publicaban en este periódico. Estos periódicos servían para que los insurgentes se comunicaran y, en ocasiones, para actuar como espías. De hecho, se considera a Leona Vicario la primera periodista en México.
Cuando colaboraba en El Federalista, Leona Vicario se enfrentó a Lucas Alamán, quien decía que las mujeres habían ido a la guerra de Independencia solo por amor a sus hombres. Leona escribió en su columna:
Confiese Sr. Alamán que no sólo el amor es el motivo de las acciones de las mujeres; que ellas son capaces de todos los entusiasmos y que los sentimientos de la gloria y la libertad no les son extraños; antes bien vale obrar en ellos con más vigor, como que siempre los sacrificios de las mujeres, sea el cual fuere el objeto o causa por quien las hacen, son desinteresados, y parece que no buscan más recompensa de ellos, que la de que sean aceptadas. Por lo que a mí toca, sé decir que mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, nadie ha influido absolutamente en ellas, y en este punto he obrado con total independencia y sin atender que las opiniones que han tenido las personas que he estimado. Me persuado de que así serán todas las mujeres, exceptuando a las muy estúpidas, y a las que por efecto de su educación hayan contraído un hábito servil. De ambas clases hay también muchísimos hombres.Leona Vicario
¿Cuándo y cómo falleció Leona Vicario?
En poco tiempo, Leona Vicario sufrió varias pérdidas. Primero, en 1840, falleció el padre de Andrés Quintana Roo. Un año después, don Agustín Pomposo, tío de Leona y maestro de Andrés, también murió. Finalmente, Leona Vicario falleció el 21 de agosto de 1842 en su casa de la calle de Cocheras.
Su cuerpo fue velado en la iglesia de Santo Domingo. Como homenaje, el presidente Antonio López de Santa Anna ordenó que se le hicieran funerales de Estado, que son ceremonias muy importantes. En ese evento, fue declarada “Madre Benemérita de la Patria”.
Fue declarada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria el 25 de agosto de 1842, cuatro días después de su muerte. Sus restos descansaron primero en el Panteón de Santa Paula. Luego, el 28 de mayo de 1900, fueron trasladados junto con los de su esposo Andrés Quintana Roo a la Rotonda de las Personas Ilustres. En 1925, fueron llevados a la Columna de la Independencia.
El 30 de mayo de 2010, sus restos fueron trasladados al Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec) para su estudio. El 15 de agosto del mismo año, fueron llevados a Palacio Nacional para una exposición. Desde 2011, los restos de Leona fueron regresados y enterrados en la Columna de la Independencia, junto con los demás héroes de la independencia.
El legado de Leona Vicario
Leona Vicario es una heroína nacional, reconocida como Benemérita de la Patria, Madre de la Patria y una de las fundadoras de México. Hay muchas estatuas de ella en todo el país. Además, muchas escuelas, hospitales, bibliotecas, ciudades, pueblos, calles y lugares llevan su nombre en su honor, como el poblado Leona Vicario en el estado de Quintana Roo.
"Soy Leona y quiero vivir libre como una fiera" son las palabras que Leona Vicario le habría dicho a su tío. Estas palabras han quedado grabadas para siempre en una escultura en el estado de Quintana Roo, dedicada a esta valiente mujer de la historia de México.
Reconocimientos a Leona Vicario
- El Congreso de la Unión le dio el título honorífico de Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria. Su nombre está escrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro, que es la sede de la Cámara de Diputados de México.
- Su nombre también está grabado con letras de oro en el Congreso del estado de Quintana Roo, en la ciudad de Chetumal.
- El gobierno de México declaró el año 2020 como el "Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria". Esto fue un reconocimiento a las mujeres importantes en la historia de México.
Becas y apoyos con su nombre
- Programa Beca Leona Vicario de la Ciudad de México.
Este programa es un apoyo para niñas, niños y adolescentes mexicanos de 0 a 17 años y 11 meses que viven en la Ciudad de México y se encuentran en una situación de mucha necesidad. Su objetivo es ayudarles a tener acceso a la educación y a una buena alimentación. Está dirigido a niños y adolescentes cuyas madres, padres o tutores han fallecido, tienen una discapacidad permanente, o están detenidos. También es para hijos de policías que perdieron la vida en servicio, así como de madres o padres solteros que son jefes de familia y tienen una situación económica muy difícil.
Véase también
- Independencia de México
- Andrés Quintana Roo
- Josefa Ortiz de Domínguez
- María Ignacia Rodríguez de Velasco
- Gertrudis Bocanegra
- Rita Pérez de Moreno
- Rafaela López Aguado de Rayón