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José María Cabal para niños

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Datos para niños
José María Cabal
Jose Maria Cabal.jpg

Flag of Valle del Cauca.svg
3.er Presidente de las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca
10 de junio de 1812-1816
Predecesor Joaquín de Cayzedo
Sucesor Último en el cargo

Información personal
Nacimiento 25 de mayo de 1769
Bandera del Imperio español Guadalajara de Buga, Virreinato de Nueva Granada (Imperio español)
Fallecimiento 19 de agosto de 1816
Bandera del Imperio español Popayán, Virreinato de Nueva Granada
Causa de muerte Fusilamiento
Nacionalidad Neogranadino
Religión Católico
Familia
Padres José Cayetano Cabal & María Teresa Barona
Cónyuge Sophie Leclair
Hijos Auguste Marie Cabal Leclair
Información profesional
Ocupación Político, Químico y militar
Años activo 1810 - 1816
Lealtad Bandera de Colombia Nueva Granada
Mandos Ejército del Sur
Rango militar Brigadier General
Conflictos Independencia de Colombia
Firma
Firma de José María Cabal.svg

José María Cabal Barona (25 de mayo de 1769 - 19 de agosto de 1816) fue un importante militar y político de la Nueva Granada. Participó activamente en la guerra de Independencia de Colombia. Nació en Cantón de Buga, en la Nueva Granada, y fue ejecutado en Popayán después de ser capturado por las tropas españolas durante la Reconquista de la Nueva Granada.

Nacido en 1769 en una familia de buena posición, Cabal estudió en el Colegio Seminario de Popayán. En 1792, se mudó a Santafé de Bogotá para estudiar leyes. Allí, se unió a grupos de estudio donde se hablaban de nuevas ideas. En 1794, Cabal fue arrestado por tener copias traducidas de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y fue enviado a España. Poco después fue absuelto y viajó por España y luego por Francia, donde comenzó a estudiar botánica y mineralogía, temas que le apasionaron toda su vida.

En 1809, Cabal regresó a la Nueva Granada después de 14 años fuera. Se dedicó a la agricultura y a sus estudios científicos hasta que la revolución por la independencia comenzó. En 1810, fue elegido para representar a su ciudad en la junta de gobierno de la provincia de Popayán. Fue uno de los que firmaron el acta que creó las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca. Esta participación lo llevó a ser parte importante de las campañas militares en el sur de la Nueva Granada.

Defendió con éxito la ciudad de Popayán de un ataque de las fuerzas leales a España en las batallas de la Ladera y Puente de Cauca en abril de 1812. Ese mismo año, Cabal fue nombrado presidente de la junta después de que el presidente anterior, Joaquín de Caycedo, fuera capturado. Participó en una expedición para rescatar a Caycedo, pero no tuvieron éxito en la Batalla de Catambuco. Solo Cabal y algunos otros lograron escapar. Luego, Cabal tomó el mando de las fuerzas patriotas en el sur, defendiendo Popayán con valentía. En 1813, viajó a Santafé para pedir ayuda militar al gobierno central.

El gobierno central envió un ejército liderado por el teniente general Antonio Nariño, quien inició la Campaña de Nariño en el sur para liberar el sur del control español. Cabal fue nombrado comandante de la vanguardia de Nariño, siendo clave en las victorias de las batallas de Alto Palacé y Calibío. Nariño lo nombró segundo al mando del ejército. Cabal siguió participando en la campaña, destacándose en las batallas de Juanambu y Tacines. Sin embargo, la campaña se detuvo en la Batalla de los ejidos de Pasto por errores y falta de comunicación, lo que llevó a la derrota y captura del general Nariño. Con Nariño prisionero, Cabal tomó el mando de las fuerzas restantes y organizó una retirada a Popayán. Temiendo un contraataque, ordenó a las tropas retirarse al Valle del Cauca.

En 1815, Cabal fue ascendido a General de Brigada y confirmado como comandante del Ejército del Sur. Reorganizó y entrenó al ejército, sumando nuevos soldados. Bajo su liderazgo, el ejército patriota derrotó al ejército español en la Batalla del río Palo en julio de 1815. Esta victoria obligó a los españoles a retirarse a Pasto. Cabal recuperó Popayán poco después y se preparaba para tomar Pasto cuando llegó la noticia de la invasión del Ejército Expedicionario Español en el norte del país. Esto lo obligó a posponer sus planes y enviar recursos a otras partes del país.

En 1816, las Provincias Unidas de la Nueva Granada estaban a punto de caer, ya que los españoles habían ganado muchas batallas. El Ejército del Sur de Cabal estaba rodeado. Él sugirió dispersar al ejército en grupos pequeños para una guerra de guerrillas, pero sus oficiales y tropas querían una batalla decisiva. Desanimado por la falta de apoyo y cansado de años de guerra, Cabal renunció a su puesto. Regresó a su hacienda para esperar lo que vendría.

Después de la derrota de los últimos ejércitos patriotas, Cabal fue capturado por tropas españolas, llevado a Popayán y ejecutado por un grupo de soldados. Es considerado uno de los héroes de la guerra de Independencia de Colombia, reconocido por su valor y su inteligencia.

Primeros años y formación

José María Cabal Barona nació el 25 de mayo de 1769 en la hacienda "La Concepción de Alísal", cerca de Guadalajara de Buga. Era hijo de José Cayetano Cabal y María Teresa Barona, y venía de una familia acomodada con raíces en España. Su abuelo, José Cabal, era de Oviedo, España. Cabal fue bautizado en la capilla de la hacienda de su familia.

Educación y estudios

Cabal aprendió a leer y escribir en la hacienda de su familia. En 1785, fue a estudiar al Colegio Real y Seminario de Popayán. Allí estudió Filosofía y Letras con el maestro José Félix de Restrepo. Sus compañeros de clase fueron Francisco José de Caldas, Francisco Antonio de Zea y Camilo Torres. Sus profesores lo consideraban un estudiante excelente y muy inteligente.

Cabal estuvo en Popayán hasta 1791. Luego, se fue a estudiar al Colegio Mayor de San Bartolomé en la capital del virreinato, Santafé de Bogotá. Allí comenzó su carrera para ser abogado y se hizo muy amigo de Francisco Antonio de Zea. Su amistad era tan cercana que Cabal le escribió a su padre: “Solo le digo que una parte de mi lucimiento se la debo a Zea.” A través de Zea, Cabal se unió a un grupo de estudio de Antonio Nariño. Este grupo leía y hablaba sobre varios textos, incluso algunos que el gobierno español había prohibido.

Tres años después, en 1794, Cabal fue implicado en la traducción del francés al español de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, hecha por Antonio Nariño. Por esto, fue arrestado en septiembre de ese año por las autoridades, junto con Zea y otros. La Real Audiencia de Santafé decidió enviarlos a España para que un tribunal superior decidiera su castigo. Los acusados salieron de Santafé a finales de 1795 hacia el puerto de Cartagena. Desde allí, partieron el 24 de noviembre en la fragata española Palas hacia Cuba, donde llegaron el 7 de diciembre. Después de un tiempo en Cuba, fue llevado a Cádiz. Estuvo allí como prisionero un tiempo, hasta que el proceso en su contra terminó con una sentencia favorable. Esto le permitió viajar libremente a Madrid. En Madrid, comenzó a estudiar historia natural y botánica, que se convertirían en su pasión. Además de estudiar, Cabal intentaba conseguir dinero para regresar a la Nueva Granada. Esto cambió cuando su padre murió en 1801, noticia que Cabal supo un año después. Sin su padre, Cabal no tenía prisa por regresar y, queriendo seguir los pasos de su amigo Zea, se mudó en 1802 a París.

Durante su estancia en la capital francesa, profundizó sus estudios en Química y Mineralogía. En 1804, se casó por lo civil con la francesa Sophie Leclair. Tuvieron un hijo, Augusto María.

Con el inicio de la guerra entre España y Francia, Cabal decidió regresar a Nueva Granada después de 14 años. Llegó en 1809 al puerto de Santa Marta. Luego, se dirigió a la capital, Santafé, donde fue recibido por su amigo Francisco José de Caldas. Su llegada fue anunciada en el periódico El Semanario del Nueva Reino de Granada. En sus conversaciones con Caldas, Cabal le mostró nuevas plantas que había recolectado en sus viajes. Después, regresó al Valle del Cauca y se instaló en su hacienda La Concepción de Amaime, para dedicarse a la agricultura y a sus estudios.

Participación en la Independencia

Aunque se dedicaba a su hacienda y a sus estudios de botánica y mineralogía, Cabal pronto se vio envuelto en la situación política de la Nueva Granada. A principios de 1810, las autoridades españolas intentaron nombrarlo alcalde de Buga, pero él se negó. Ese mismo año, hubo varias revueltas en muchas ciudades de la Nueva Granada. Las autoridades españolas fueron depuestas y reemplazadas por juntas de gobierno, que al principio buscaban más autonomía dentro del Imperio Español. En la capital, Santafé, el 20 de julio de 1810, una revuelta popular depuso al virrey Antonio Amar y Borbón y lo reemplazó por una junta de gobierno, iniciando el camino hacia la independencia de Colombia. En Cali también se estableció una junta provisional para representar a las ciudades de la provincia de Popayán. Varios delegados fueron enviados a Cali, y Cabal fue elegido para representar a Caloto, donde su familia tenía muchas tierras. Esta junta provisional formaría finalmente las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca. Cabal, junto con otros delegados, firmaría el acta de su creación en 1811.

La confederación intentó que Popayán se uniera, pero el gobernador español, Miguel Tacón y Rosique, consideró ilegal a esta junta y envió tropas para disolverla. Esto llevó a la confederación a pedir ayuda militar a la Junta Suprema de Santafé, que envió 150 soldados bajo el mando del coronel Antonio Baraya. Estas tropas se unieron a las fuerzas del Valle y derrotaron a las tropas españolas en la Batalla del Bajo Palacé el 28 de marzo de 1811. En esa batalla, murió su primo Miguel Cabal, quien lideraba la caballería patriota.

Esta victoria obligó a Tacón y a las fuerzas españolas a retirarse al sur, abandonando Popayán. Las fuerzas patriotas victoriosas entraron en la ciudad el 1 de abril. Luego, la junta se trasladó de Cali a Popayán, donde se eligió al presidente y vicepresidente de la junta. El 26 de junio de 1811, Joaquín Caycedo y Cuero fue elegido presidente y José María Cabal como vicepresidente.

Carrera militar y defensa de Popayán

En 1812, el presidente Joaquín Caycedo y Cuero se trasladó a Pasto con el coronel Antonio Baraya, dejando a Cabal como jefe en Popayán. Mientras Caycedo continuaba su campaña en el sur, varias guerrillas leales a España se habían levantado en respuesta a las ofensivas patriotas, especialmente entre Popayán y Pasto. La situación militar en Popayán era débil, ya que Baraya tuvo que regresar a Santafé con las tropas de allí. Cabal, como comandante militar de la ciudad, asumió el rango de coronel. Tenía a su disposición 300 tropas, incluyendo soldados regulares, milicias y estudiantes, para la defensa de la ciudad.

Las fuerzas leales a España, lideradas por Antonio Tenorio y José Joaquín Paz, contaban con unos 1.500 soldados. Estas fuerzas llegaron a las colinas al oeste de la ciudad el 25 de abril de 1812, desde El Tambo. Atacaron la ciudad al día siguiente, 26 de abril, en lo que se conocería como la Batalla de La Ladera. Este enfrentamiento fue el primer gran combate para Cabal. Según el historiador Tulio Enrique Tascón:

“al día siguiente (del ataque inicial) Cabal mismo, con un cañón despejó de enemigos toda la calle de Santo Domingo… Cabal convino en obrar de acuerdo con Macaulay y dispusieron un ataque tan bien combinado que el enemigo totalmente deshecho huyo hacia el Tambo, en donde Juan José Caicedo y Joaquín de Paz reunieron los dispersos y marcharon sobre Pasto a sorprender a Caycedo”.

Durante el combate, un estadounidense, Alejandro Macaulay, que pasaba por la ciudad en su viaje de Santafé a Quito, ofreció sus servicios a la junta. Su experiencia como antiguo oficial del ejército estadounidense fue aceptada. Macaulay colaboró estrechamente con Cabal y, juntos, lograron rechazar el ataque. En el enfrentamiento, las fuerzas leales a España tuvieron 34 muertos, incluyendo al oficial Serralde, además de 26 heridos y 80 prisioneros. A pesar de esta derrota, se retiraron a ocupar puntos estratégicos como Chune y el puente del Cauca, mostrando su intención de seguir luchando. El 27 de abril, Cabal y Macaulay lanzaron un nuevo ataque coordinado, logrando expulsar a las fuerzas leales del puente del Cauca y Chunes, lo que los obligó a retirarse hacia Pasto después de sufrir 30 muertos y 96 prisioneros.

El 29 de abril, Cabal y Macaulay salieron en persecución de las fuerzas leales con 600 tropas desde El Tambo. Durante esta operación, las fuerzas de Cabal capturaron al cura de Mercaderes, José María Morcillo, un conocido partidario de la causa española.

Aunque la Junta de Gobierno tenía pruebas para ejecutar al clérigo, Cabal dudó en hacerlo. Se comunicó con el secretario de la Junta, Francisco Antonio Ulloa, pidiendo que se suspendiera la ejecución. Sin embargo, Ulloa respondió que la Junta veía con desagrado la desobediencia de Cabal y le recordó que un oficial debía obedecer órdenes. Ante esto, Cabal se vio obligado a cumplir la sentencia y Morcillo fue ejecutado al día siguiente.

Mientras Popayán era defendida con éxito, en el sur, el presidente Caycedo regresaba a Pasto después de no poder ayudar a los patriotas de Quito, sin saber lo que había pasado en Popayán. Fue atacado el 20 de mayo por las fuerzas leales de Pasto y Patía. Caycedo, con sus 436 tropas y 6 cañones, tuvo que rendirse, quedando Pasto en manos del comandante José Joaquín Paz.

Mientras Caycedo se rendía, Cabal y las tropas patriotas, que habían perdido diez días por la situación con el clérigo Morcillo, llegaron a Meneses el 26 de mayo. Allí se enteraron de la captura y rendición del presidente Caycedo. Ante esta noticia, Cabal, Macaulay y los demás oficiales evaluaron la situación y decidieron regresar a Popayán. La retirada a Popayán no fue fácil, ya que el ejército fue atacado por guerrillas leales en Juanambú y Patía.

Presidente de la Junta

El ejército patriota logró regresar a Popayán el 10 de junio de 1812 en un estado difícil, pero afortunadamente llegaron refuerzos de Santafé al mando del Coronel Antonio Villavicencio con 200 tropas y 100 fusiles y provisiones. Con la captura del presidente Caycedo, Cabal fue nombrado presidente por la junta. Rápidamente se decidió formar una nueva expedición al sur, lo suficientemente fuerte para tomar Pasto y rescatar a los prisioneros. Esta nueva expedición fue comandada por Macaulay y Cabal (quien actuaba como su segundo).

La expedición tuvo que enfrentar de nuevo la defensa del río Juanambú, lo que les costó 3 días y una noche para cruzarlo. Finalmente, llegaron al norte de Pasto. Esta ofensiva también fue apoyada por el patriota de Quito, Joaquín Sánchez, quien colocó sus fuerzas al sur de la ciudad. Viendo esta situación, las autoridades leales de Pasto negociaron una rendición el 26 de julio, con la intervención del prisionero Caycedo. La rendición incluía varios puntos, como la entrega de los prisioneros patriotas y del presidente Caycedo a los patriotas, y también la entrega de los prisioneros leales en Popayán. Se acordó no exigir la entrega de armas de la ciudad a los patriotas y reanudar el comercio entre Popayán y Pasto. Una vez entregados los prisioneros, los patriotas regresarían a Popayán. Las fuerzas leales cumplieron lo acordado, pero los patriotas cometieron un grave error: Macaulay no solo no abandonó la ciudad, sino que hizo nuevas exigencias, esta vez más duras, enviando un ultimátum el 11 de agosto, que fue rechazado por el Cabildo de Pasto.

Batalla de Catambuco

En la mañana del 13 de agosto, Macaulay intentó mover sus tropas, pero fue atacado por las fuerzas leales de Pasto en Catambuco. Allí, las fuerzas leales derrotaron completamente a los patriotas, con la pérdida de entre 200 tropas patriotas muertas y heridas, y la captura de 400 prisioneros, incluyendo a todos los oficiales, como Macaulay y Caycedo. Fue un desastre total para los patriotas. Los únicos que lograron escapar fueron el coronel Cabal y una columna de 117 soldados al mando del capitán Pedro Murgueitio y algunos otros oficiales.

Los prisioneros fueron llevados a Pasto, donde fueron ejecutados el 26 de enero de 1813, por orden del nuevo gobernador de Quito, el Coronel Toribio Montes. Entre ellos estaban Joaquín Caycedo y Cuero, Alejandro Macaulay y otros oficiales y soldados.

Cabal logró retirarse con lo que quedaba de la tropa a Popayán, donde la noticia del desastre militar fue recibida con confusión y alarma. La Junta de Gobierno decidió abandonar la ciudad, previendo el peligro, y se trasladó a Quilichao. Cabal quedó como comandante en jefe de las fuerzas de la provincia y, con la ayuda de Ignacio Rodríguez, logró reunir unas 300 tropas y las ubicó en el Alto de Ovejas, al norte de Popayán, para defender Quilichao y al mismo tiempo amenazar a Popayán, que había sido capturada por las fuerzas leales una vez más.

Los patriotas, bajo el mando de Cabal y con el apoyo de las ciudades del valle, lograron retomar Popayán el 9 de octubre de 1812, después de un combate que les costó muchas vidas. Sin embargo, esta victoria permitió el rescate de 115 patriotas que habían sido capturados y estaban presos en la ciudad. La ciudad permaneció bajo el control de los patriotas hasta mediados de 1813.

Pero la amenaza de que Popayán fuera capturada de nuevo por las fuerzas leales crecía. A principios de 1813, llegaron noticias de la derrota de los patriotas de Quito después de la batalla de Ibarra en diciembre de 1812. El coronel Juan de Samano, quien había liderado las fuerzas leales en esa batalla, entró luego en Pasto. Desde allí, recibió instrucciones del gobernador Toribio Montes para preparar una ofensiva sobre la Nueva Granada, ya que la provincia de Quito había sido recuperada. Con las pocas fuerzas que les quedaban a los patriotas en el sur, fue necesario pedir de nuevo ayuda a Santafé (ahora el Estado de Cundinamarca) y a las Provincias Unidas de la Nueva Granada en Tunja. En marzo de 1813, Cabal viajó a Santafé para pedir ayuda a sus compatriotas. Durante todo ese tiempo que los patriotas en Popayán habían estado luchando contra las fuerzas leales, la situación en el centro de la Nueva Granada había sido diferente. Desde finales de 1812, había estallado un conflicto entre los patriotas sobre la forma de gobierno que debía tener la república. Los centralistas estaban liderados por Antonio Nariño en Santafé, quienes habían creado el Estado Libre e Independiente de Cundinamarca, mientras que los federalistas, liderados por Camilo Torres en Tunja, habían establecido un congreso federal donde los delegados de 5 provincias firmaron el acta de federación que dio origen a las Provincias Unidas de Nueva Granada. Los dos bandos tuvieron un breve conflicto que había favorecido a los federalistas. Sin embargo, fueron derrotados cuando intentaron capturar Santafé en la Batalla de San Victorino el 9 de enero de 1813. Luego, los dos bandos firmaron un acuerdo y decidieron unir fuerzas, ya que Cabal les había informado de la grave amenaza de las fuerzas leales en el sur, así como de otra amenaza de invasión en el norte del país desde Venezuela.

La Campaña de Nariño en el sur

Nariño, viendo la preocupante situación del país, se ofreció a comandar las fuerzas que irían al sur. Esta oferta fue aceptada por el Colegio Electoral de Cundinamarca y el Congreso de las Provincias Unidas. El 28 de junio de 1813, Nariño fue ascendido a teniente general y nombrado comandante en jefe del ejército patriota. Después de ser nombrado comandante, Nariño comenzó a organizar su fuerza: nombró al militar español, el brigadier José de Leyva, como jefe de Estado Mayor; a su hijo, el teniente coronel Antonio Nariño Ortega, como comandante de caballería; y al coronel José María Cabal como comandante de la vanguardia del ejército. Cabal fue uno de los primeros oficiales en salir de Santafé, partiendo el 22 de julio con 200 hombres hacia Ibagué. Nariño le había encargado la tarea de asegurar el Camino de Quindío, la vía principal que conectaba el centro del país con el Valle del Cauca.

Mientras esto sucedía, en junio, el coronel Sámano, al mando de 2000 hombres, había lanzado su ofensiva sobre el sur de Nueva Granada. Logró capturar Popayán el 1 de julio, ya que la pequeña guarnición de la ciudad, al mando del coronel Rodríguez, se había retirado al Valle del Cauca. Sámano continuó su ofensiva hacia el valle en busca de las fuerzas de Rodríguez. El 18 de julio, capturó Cali y se dirigió hasta el pueblo de Cartago, donde una pequeña fuerza de 150 tropas patriotas, bajo el mando del oficial de caballería francés, el teniente coronel Manuel de Serviez, intentó detenerlo. El 5 de agosto, las fuerzas de Sámano derrotaron a Serviez en la Acción de Las Cañas, lo que obligó a los patriotas a retirarse a Ibagué por el Camino al Quindío. Mientras tanto, Sámano detuvo su ofensiva y se retiró a Popayán.

Cuando Cabal llegó a Ibagué, recibió a las tropas que habían estado bajo el mando de Serviez y las incorporó a la vanguardia del ejército. Mientras estuvo allí, reclutó tropas, envió espías a la cordillera para informar al ejército sobre los movimientos de Samano, y también ordenó a Serviez que creara una nueva unidad de caballería que se uniría al ejército.

El general Nariño partió de la capital el 23 de septiembre, y él y el grueso del ejército marcharon hacia el pueblo de La Plata, llegando allí el 25 de octubre. Este pueblo fue elegido como zona de concentración del ejército antes de iniciar la ofensiva sobre Popayán.

Después de cumplir sus órdenes en Ibagué, Cabal marchó hacia La Plata con su vanguardia y se unió a las fuerzas de Nariño. El ejército permaneció en la ciudad durante los siguientes dos meses, entrenándose y preparándose para el difícil cruce de los Andes por el camino de Guanacas, que les permitiría acercarse a Popayán desde el este.

Durante ese tiempo, un grupo de oficiales extranjeros —Campomanes, Serviez y Shambourg—, que habían estado enseñando el manual de armas francés al ejército patriota, fue acusado de conspirar contra Nariño. Cabal intercedió por ellos y recomendó a Nariño que los enviara de regreso a Santafé para enfrentar un tribunal militar allí, donde era más probable que tuvieran un juicio justo.

Batalla de Alto Palacé

Poco después del incidente, el ejército estaba listo para partir. El plan de Nariño era cruzar los Andes por el paso de Guanacas y acercarse a Popayán por el este. Al mismo tiempo, el coronel Rodríguez marcharía desde Ibagué junto con las tropas del coronel Gutiérrez, que avanzaban desde Antioquia, para invadir el Valle del Cauca y acercarse a Popayán por el norte. El 20 de diciembre de 1813, Nariño, al frente de su ejército de 2000 hombres, inició su cruce de los Andes, y Rodríguez y Gutiérrez también comenzaron su marcha. Sámano pronto recibió información sobre los movimientos de su enemigo y decidió dividir su ejército en dos. Envió 1000 hombres al norte, al pueblo de Quilichao, bajo el mando del teniente coronel Ignacio Asín, para defender la ciudad desde el norte. Él bloquearía a Nariño desde el este en el puente sobre el río Palacé con 600 hombres. Allí, Sámano colocó sus tropas en tres zonas: una en las alturas, observando el puente con infantería y caballería, junto con dos piezas de artillería; otra en el propio puente; y un tercer grupo en el bosque alrededor de la carretera principal.

El 30 de diciembre, Nariño avistó a las fuerzas leales en las alturas sobre el puente y ordenó a Cabal que tomara la vanguardia del ejército (unos 300 soldados) y forzara el paso a través del puente. Esto marcaría el inicio de la Batalla de Alto Palacé. Cabal y sus tropas descendieron de la montaña hacia el puente, donde fueron atacados por las fuerzas leales. A pesar del intenso fuego de las unidades leales ocultas, Cabal persistió y continuó con el ataque, logrando que sus tropas cruzaran el puente sobre el río Palacé. Las tropas patriotas también pudieron evitar que las fuerzas leales volaran el puente después de haberlo despejado de tropas enemigas, sufriendo pocas bajas. La derrota en Alto Palacé obligó a Sámano a retirarse hacia el pueblo de El Tambo, justo al oeste de Popayán. La victoria permitió a los patriotas capturar la ciudad; sin embargo, Nariño estaba preocupado por la posibilidad de que las fuerzas de Asín se unieran a las de Samano para un contraataque.

Después de entrar en la ciudad y encontrarla sin tropas, Nariño salió y estableció su campamento cerca del campo de Bajo Palacé, al norte de la ciudad, a lo largo de la carretera principal que conectaba el Valle del Cauca con la ciudad. Allí permaneció durante los siguientes días mientras intentaba bloquear a Asín, quien marchaba hacia el sur desde Quilichao, siendo perseguido por las tropas de Rodríguez. Luego, Nariño ordenó a Cabal que hiciera reconocimientos sobre las fuerzas de Samano, que habían marchado desde El Tambo y acampado en la Hacienda Calibio. A pesar de los esfuerzos patriotas, la noche del 8 de enero de 1814, Asín logró llegar a la Hacienda Calibio usando caminos alternativos para evitar a los patriotas. Cabal, que estaba cerca de la zona haciendo reconocimientos, informó a Nariño y pidió permiso para atacar, confiado en su éxito. Esta solicitud fue denegada y Nariño ordenó a Cabal que se retirara al campamento principal patriota, ya que deseaba enfrentar a Samano con toda su fuerza, dado que las tropas del coronel Rodríguez, que marchaban hacia el sur, aún no habían llegado.

Batalla de Calibio

El 13 de enero, Rodríguez y sus tropas finalmente llegaron. Nariño estaba listo para enfrentar a Sámano en la Hacienda Calibio, a unos 8 km de su campamento en Bajo Palacé. El ejército patriota tenía aproximadamente 2000 soldados con mucha artillería, mientras que el ejército leal tenía un número similar de tropas y también suficiente artillería. A las 6 de la mañana del 15 de enero, Nariño dio la orden de marchar hacia la hacienda, y la marcha duró unas 4 horas.

Cabal tuvo una participación destacada en la Batalla de Calibío el 15 de enero de 1814, librada en la llanura de la Hacienda de Calibío, cerca de Popayán. En esa batalla, el ejército patriota se formó en 3 columnas: la izquierda con el batallón Socorro al mando del sargento mayor Pedro Monsalve y las tropas del coronel Rodríguez; en el centro, donde estaba la mayor parte del ejército con la artillería al mando de Nariño y el brigadier Leyva. Cabal comandaba la columna de la derecha, que estaba en una pequeña hondonada donde no podía ser vista por el enemigo, y permaneció allí oculta esperando el momento oportuno para atacar.

Archivo:Batalla de Calibío por José María Espinosa
La Batalla de Calibío pintado por José María Espinosa. Cabal se encuentra sobre su caballo en el centro a la derecha del brigadier José de Leyva.

Media hora después de iniciado el combate, Cabal recibió la orden de Nariño de avanzar sobre el flanco izquierdo enemigo. La columna de Cabal avanzó y se encontró a menos de un tiro de fusil del flanco izquierdo leal. En ese instante, Cabal ordenó a su columna cargar con bayoneta. El ataque de Cabal sorprendió a Sámano, quien no esperaba ser atacado en ese punto. Desplegó un grupo de 50 tropas y una pieza de artillería para detener el ataque. Este ataque, combinado con el del batallón Granaderos de Cundinamarca, logró desorganizar las líneas leales y capturar su artillería, abriendo una brecha que la caballería patriota aprovechó para atacar el centro leal, rodeándolo. La batalla terminó en una derrota completa para las fuerzas leales, que perdieron 400 entre heridos y muertos, casi todo su armamento y 300 prisioneros. Luego, emprendieron una retirada desastrosa a Pasto. La batalla de Calibío fue la más importante de todas las libradas en la Campaña del Sur. El ataque de Cabal contribuyó notablemente a su éxito definitivo, ya que causó tanta sorpresa que desequilibró el flanco izquierdo leal, que no pudo recuperarse.

Tras la victoria, Nariño nombró a Cabal como jefe de Estado Mayor del ejército, dejando al brigadier Leyva a cargo de gobernar Popayán.

Cabal luego tomaría el mando del ejército tras el desastre de la Batalla de los ejidos de Pasto, donde Nariño fue capturado y la campaña terminó en derrota. Cabal logró retirar hábilmente lo que quedaba del ejército a Popayán, y poco después al Valle del Cauca.

Defensa del Valle del Cauca

Después de que el Ejército del Sur se retirara al Valle del Cauca, Cabal decidió acampar con sus tropas en Palmira. Allí comenzó a reorganizar y reformar el ejército. El entrenamiento de las tropas incluía preparación física; todos los días, las tropas debían marchar durante dos horas a paso rápido desde las cinco de la mañana. Además, Cabal pidió a la Secretaría de Guerra autorización para adoptar el reglamento francés sobre estados mayores, lo cual fue aprobado por el gobierno. Estos esfuerzos de Cabal fueron bien vistos por el gobierno de las Provincias Unidas, que decidió ascenderlo al rango de brigadier general del ejército de la unión. Después de muchos meses de preparación y dificultades, Cabal logró reorganizar el ejército del sur, que contaba con 1.200 hombres distribuidos en cinco batallones: Cundinamarca, Socorro, Antioquía, Popayán y Cauca. Además de estos batallones de infantería, Cabal también tenía unos 150 jinetes de caballería ligera divididos en dos escuadrones, junto con artillería. El gobierno de la unión también envió al ejército del sur algunos oficiales para ayudar a Cabal, como el coronel de Quito Carlos de Montúfar y los oficiales franceses el Coronel Manuel Roergas de Serviez y el capitán de caballería Honorato Dufour. Cabal incorporó a estos oficiales a su estado mayor, nombrando a Montúfar como cuartel maestre y a Serviez como jefe de Estado Mayor. Estos esfuerzos serían necesarios para defender el Valle del Cauca de la contraofensiva ordenada por el gobernador de Quito Toribio Montes y liderada por el Coronel Aparicio Vidauzárraga.

Vidauzárraga, quien había tomado el control de Popayán después de la retirada de los patriotas, comenzó su contraofensiva para invadir el Valle a finales de junio de 1815 con alrededor de 2000 tropas. Cabal, anticipándose a esto, ordenó a su vanguardia mantener una posición avanzada sobre el Río Ovejas, compuesta por elementos de los batallones Socorro y Antioquia, que sumaban unas 300 tropas. Este no sería el único plan de Cabal para defender el Valle. El Ejército del Sur tenía un plan para aplicar en caso de que fuerzas superiores atacaran la posición de Ovejas e intentaran avanzar en el Valle del Cauca. Consistía en una defensa que retrasara al enemigo mediante líneas de resistencia sucesivas, ubicadas en la loma de El Pital, en el Alto de Mondomo y en las alturas de Tembladera y Cascabel. El objetivo era atraer al enemigo, causándole el mayor daño posible, hasta el campo fortificado de El Palo. Cabal había ordenado la fortificación del campo del Palo a finales de mayo. Este campo se encontraba en la orilla norte del río Palo, al norte de la población de Caloto.

De hecho, la vanguardia patriota hizo contacto con la vanguardia leal a finales de junio, donde combatieron durante dos horas hasta que el comandante del batallón Socorro, el teniente coronel Pedro Monsalve, ordenó a sus fuerzas retirarse hacia Quilichao. Al mediodía del 4 de julio de 1815, las fuerzas de Vidauzárraga llegaron al lado opuesto del Río Palo. Aunque algunos de sus comandantes querían atacar a los patriotas de inmediato, el comandante español decidió tomarse su tiempo para buscar una manera de cruzar y atacar el río sin tener que lidiar con las fortificaciones patriotas. Al mismo tiempo, esa noche del 4 de julio, Cabal convocó una reunión con todos sus oficiales para definir los últimos detalles antes del comienzo del enfrentamiento.

A las 5 de la mañana del 5 de julio de 1815, comenzó la Batalla del río Palo cuando una columna de tropas leales cruzó el río por un vado debajo del “paso real” para evitar las defensas patriotas y atacar su flanco derecho. Las dos unidades que estaban en posiciones avanzadas: los batallones Popayán y Cauca, detectaron este movimiento y alertaron al resto de la tropa. El resto de las tropas patriotas acudieron al lugar y se formaron en buen orden para la batalla. Mientras los puestos avanzados cedían sus posiciones de manera organizada, Cabal tomó el mando del batallón Cundinamarca a la izquierda, y ordenó a Montúfar en el centro con el batallón Socorro y las tres piezas de artillería que los acompañaban en el centro también. A la derecha se encontraba Serviez con el batallón Antioquía.

Archivo:Batalla del río Palo - José María Espinosa
Batalla del río Palo pintada por José María Espinosa

Con las fuerzas leales ya cruzadas, la caballería leal atacó el flanco izquierdo de los patriotas. Al ver esto, Cabal ordenó que la caballería patriota atacara por la derecha, lo cual logró contener el asalto de las fuerzas leales y causó pánico entre las tropas del rey. La batalla se definió poco después con una carga simultánea de los tres batallones Cundinamarca, Socorro y Antioquia, que arrojó al enemigo al río y puso a las fuerzas leales en retirada.

A las 8:30 de la mañana, el ejército español estaba en derrota y perseguido por las tropas patriotas. Desde el alto del Cascabel, Cabal dirigió una carta al gobernador de la provincia y a su primo Francisco Cabal, anunciando la victoria:

"Las armas de la patria han triunfado. Hoy a las cinco de la mañana el enemigo nos presentó acción con mucha intrepidez, habiendo pasado el río por los pasos de abajo. Nuestros oficiales y soldados se han portado como republicanos”

Después de la victoria, las tropas republicanas recuperaron Popayán, que había sido tomada por los españoles.

Esta gran victoria dio un respiro a la república en el sur y aseguró el control sobre este territorio por al menos un año.

Fallecimiento

Para 1816, la situación de la República era difícil. El general Morillo, después de un largo asedio, había logrado tomar la ciudad de Cartagena en diciembre del año anterior. Tras la victoria, envió varias columnas para tomar las diferentes provincias del interior de la Nueva Granada. El coronel Bayer fue encargado de tomar la provincia del Chocó y el coronel Warleta de tomar la provincia de Antioquia. En octubre de 1815, otra fuerza leal, comandada por el Coronel Sebastián de la Calzada, entró a la Nueva Granada desde los llanos orientales y marchó hacia el norte para tomar los valles de Cúcuta. El gobierno de la unión tuvo que trasladar muchas unidades y material de guerra del ejército del sur para cubrir las defensas en el norte del país.

Con esto, el ejército de Cabal se redujo notablemente. Las malas noticias continuaron. En febrero, Calzada venció al ejército del norte en la Batalla de Cachirí, dejando el camino a la capital sin resistencia. Los restos del ejército del norte comenzaron una retirada a los llanos orientales en abril. En mayo, Santafé fue tomada por los españoles. Ese mismo mes, el coronel Julián Bayer logró tomar la provincia del Chocó y el coronel Francisco Warleta venció a las tropas de la unión en Antioquia, logrando tomar la provincia. Esas dos fuerzas ahora se dirigían hacia el sur junto con el coronel Carlos Tolrá, que salía de Santafé. Al sur de Popayán, en Quito, el presidente Montes ordenó al brigadier Sámano, con 2000 tropas, lanzar una ofensiva sobre Popayán, la cual salió de Pasto a finales de mayo. A principios de junio, logró establecer a sus tropas en una posición fortificada sobre la Cuchilla del Tambo, a unas 6 leguas de Popayán.

Para Cabal, la situación era alarmante. No tenía la cantidad de tropas ni las municiones necesarias para salir al encuentro y buscar una confrontación con Sámano. Sugirió a sus oficiales que la única manera de resistir el cerco español sería que la tropa se dividiera en guerrillas y se retirara hacia el Valle del Cauca.

Los oficiales y soldados del ejército del sur se mostraron descontentos con la forma en que Cabal estaba liderando el ejército. Cabal no logró convencer a sus oficiales y, cansado y agobiado por tantos años de guerra, decidió renunciar a su mando. El teniente coronel Andrés Rosas decidió convocar una junta de oficiales para estudiar la decisión del general Cabal. La junta lo relevó y nombró al teniente coronel Liborio Mejía como su reemplazo.

Poco después, el ejército del sur sería derrotado totalmente en la Batalla de la Cuchilla de El Tambo el 29 de junio de 1816. Los pocos que pudieron escapar se reunieron con otra fuerza patriota en La Plata, pero fueron derrotados en la Batalla de La Plata el 10 de julio de 1816.

Después de su renuncia, Cabal se fue a su hacienda en el Valle y se ocultó. Tras la llegada del coronel Warleta y su columna desde Antioquia, se inició la búsqueda de Cabal. Las tropas arrestaron a las primas de Cabal para intentar encontrar su paradero. Luego, sus tropas arrestaron al mayordomo de su hacienda, quien finalmente entregó a Cabal.

Capturado y llevado a Popayán, fue juzgado rápidamente y sus bienes fueron confiscados. En la tarde del 19 de agosto de 1816, José María Cabal fue ejecutado en la plaza principal de Popayán por un grupo de soldados, al mismo tiempo que los coroneles Mariano Matute y José María Quijano. Después de la ejecución, su cuerpo fue colgado en la horca para que el público lo viera por unas horas.

Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de San Francisco de Popayán. Sus restos permanecieron allí hasta 1892, cuando fueron trasladados a su ciudad natal, Buga.

Vida personal

Apariencia y carácter

Según el historiador Julio Enrique Tascón, Cabal era muy conocido por su buena apariencia: era alto, fuerte; tenía una frente magnífica, ojos grandes, una nariz bien formada, bigote abundante y cuidado, una cabeza hermosa, y era elegante y distinguido.

Familia

José María Cabal tuvo cinco hermanos: Pedro, José Antonio, Juan, Margarita y María Ignacia. Los tres últimos tuvieron descendencia. Muchos familiares de Cabal lucharon en la guerra de independencia a favor de la causa republicana. Su primo Miguel Cabal fue el primer oficial patriota muerto en batalla en la guerra, al perder la vida al mando de una unidad de caballería en la Batalla del Bajo Palacé el 28 de marzo de 1811. Su otro primo, Francisco Cabal, fue gobernador de las zonas de la provincia de Popayán que estaban bajo el control de los republicanos. Francisco fue capturado por las fuerzas españolas durante la reconquista en 1816 y llevado a Santafé de Bogotá, donde fue ejecutado por orden del general Pablo Morillo.

Como se mencionó antes, José María Cabal se casó por lo civil con la francesa Sofía Leclair en París. De este matrimonio nació un hijo: Augusto María, quien llegó a ser coronel de ingenieros, grado que recibió en París en el Colegio de Nobles. Viajó a la tierra natal de su padre y ofreció sus servicios al gobierno de la Nueva Granada, que lo nombró capitán de la goleta Tequendama del gobierno. El general y presidente Tomás Cipriano de Mosquera lo nombró director de la Escuela Militar que había fundado su gobierno. Pero no llegó a ocupar el cargo, ya que murió en 1848 en la casa del entonces embajador de Francia ante la Nueva Granada.

Legado y reconocimientos

Archivo:Estatua de José María Cabal en Buga
Estatua de bronce del general José María Cabal ubicada en el parque que también comparte su nombre en la ciudad de Buga, Valle del Cauca, Colombia.

José María Cabal es considerado uno de los héroes de la independencia de Colombia. Durante su vida, fue reconocido por sus contemporáneos como un hombre valiente y brillante. Antonio Nariño, en su defensa ante el Senado el 24 de mayo de 1824, dijo que la memoria de Cabal "debe estar siempre grabada en los corazones de todos los amantes de la libertad, de todos los buenos ciudadanos de Colombia, y su nombre escrito entre los primeros héroes de nuestra transformación", y que "era uno de los oficiales más impávidos y valientes" que había en su compañía.

El humanista y político venezolano Andrés Bello menciona a Cabal en su poema Fragmentos de un poema titulado «América»:

Yace Cabal, de Popayán llorado, llorado de las ciencias;

Homenajes

El Ejército Nacional de Colombia rinde homenaje a este héroe con el Grupo de Caballería Mecanizado N.° 3 "General José María Cabal". Esta unidad se encuentra en la ciudad fronteriza de Ipiales, en el límite con Ecuador.

En su ciudad natal, Buga, el parque principal lleva el nombre de Parque José María Cabal desde 1908 en su honor. Allí se encuentra una imponente estatua de bronce del general, obra del escultor italiano Fernando Rubinni, la cual fue instalada en 1926 gracias a donaciones. En la ciudad de Cali, un colegio público también lleva su nombre.

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José María Cabal para Niños. Enciclopedia Kiddle.