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Iruña-Veleia para niños

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Datos para niños
Veleia
Ciudad
Iruña Veleia 1.JPG
Restos de un edificio romano
Veleia ubicada en España
Veleia
Veleia
Localización de Veleia en España
Coordenadas 42°50′26″N 2°47′14″O / 42.840505577188, -2.7871913147196
Entidad Ciudad
 • País Imperio romano
 • Provincia Tarraconense
Fundación Siglo I
Correspondencia actual Iruña de Oca,
ÁlavaÁlava.svg Álava,
EspañaBandera de España España

Iruña-Veleia es un importante yacimiento arqueológico en el municipio de Iruña de Oca, a unos 10 km al oeste de Vitoria, en Álava, País Vasco (España). Aquí se encuentran los restos de la antigua ciudad romana de Veleia. Se cree que fue la ciudad más destacada de los carietes o caristios, pueblos antiguos de la zona.

El lugar, conocido popularmente como el oppidum de Iruña, guarda los restos romanos más importantes de Álava y del País Vasco. Además de su pasado romano, también hay pruebas de una etapa anterior a la llegada de los romanos. Durante la Edad Media, se estableció allí un priorato de Nuestra Señora de Iruña, que pertenecía a la Orden de San Juan.

¿Dónde se encuentra Iruña-Veleia?

Iruña-Veleia está en un lugar estratégico. Desde allí se podía controlar el paso sur de la Llanada alavesa hacia Treviño y el Valle del Ebro. Los restos arqueológicos cubren más de 10 hectáreas. Están rodeados por un meandro del río Zadorra, al que se llega por los puentes de Trespuentes y Víllodas.

El yacimiento está a poco más de 10 km al oeste de Vitoria y forma parte del municipio de Iruña de Oca. Era un punto clave en la calzada romana Ab Asturica Burdigalam (que iba de Astorga a Burdeos). En octubre de 2012, se encontró una piedra con la palabra veleiano grabada, lo que confirmó que este lugar era la antigua ciudad caristia de Veleia.

¿Cómo se ha investigado Iruña-Veleia?

Las primeras menciones sobre el pasado de Iruña datan del siglo XVI. Los primeros trabajos de campo conocidos fueron de la "Comisión de Monumentos de Álava" en el siglo XIX, liderados por Florencio Janer.

Alrededor de 1900, Jaime de Verástegui investigó al norte de la muralla. Descubrió una gran estructura que se pensó que era un antiguo depósito de agua. Entre 1949 y 1954, Gratiniano Nieto Gallo excavó varias zonas, encontrando restos de edificios dentro de la muralla. En 1974-75, Juan Carlos Elorza Guinea trabajó cerca de la puerta principal de la muralla. En 1994, Eliseo Gil comenzó nuevas investigaciones.

Entre 2005 y 2007, se realizó un "Estudio histórico-arqueológico de Iruña-Veleia". Este estudio buscaba definir el tamaño y la antigüedad del yacimiento para protegerlo. Se hicieron muchas excavaciones fuera de las murallas y se tomaron fotos aéreas. Estas fotos mostraron grandes áreas de la ciudad romana en buen estado.

En 2007, se preparó un "Plan director de rehabilitación de las murallas de Veleia". Este plan diagnosticó el estado de las murallas y propuso cómo conservarlas. Se hicieron más de veinte registros de excavación para entender cómo se construyeron y usaron las murallas. Todas estas actividades se detuvieron por un tiempo debido a ciertos acontecimientos.

Una comisión de científicos evaluó algunos hallazgos en 2008. Concluyeron que varios de los llamados "hallazgos excepcionales" no eran auténticos. Por ello, la Diputación Foral de Álava retiró el permiso de excavación a la empresa Lurmen, S.L., que dirigía Eliseo Gil. El yacimiento estuvo cerrado hasta el verano de 2010.

En 2009, se anunció un plan para seguir trabajando en el yacimiento. La UPV-EHU se encargaría de coordinar a un equipo de expertos. En 2012, se encontró una vía de 6 metros de ancho y un gran edificio público romano fuera de la muralla. Esto sugiere que hubo asentamientos urbanos fuera de las murallas hasta al menos el siglo V.

La historia de Veleia a través del tiempo

El yacimiento de Iruña-Veleia nos cuenta más de 1500 años de historia. Desde el primer milenio antes de Cristo hasta el siglo V después de Cristo, con un final en la Edad Media. Los descubrimientos muestran que antes de Veleia, ya existía un gran poblado en el mismo lugar. Este poblado era muy importante para toda la zona del valle del Zadorra.

Primeros pobladores (Edades de Bronce y Hierro)

Archivo:Vitoria - Bibat (Estela del Jinete, Iruña-Veleia, siglos II-I a.C.)
Estela del Jinete, de los siglos II a I a. C. Se puede ver en el Museo Bibat de Vitoria.

Los primeros habitantes llegaron a Iruña en el Bronce Medio y Bronce Final. El lugar estuvo ocupado durante todo el primer milenio antes de Cristo.

Se han encontrado viviendas rectangulares y circulares. Eran parecidas a las de otros poblados cercanos, como el de Atxa (Vitoria). Estas casas muestran cómo la gente pasó de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro. Se construían con postes clavados en la roca o con cimientos de piedra. Las paredes eran de adobe, tapial o ramas, y los techos de materiales vegetales.

Los objetos encontrados muestran influencias culturales de Europa, la meseta y el Valle del Ebro. Durante la segunda Edad del Hierro, hubo grandes avances. Se desarrolló la metalurgia del hierro, el torno rápido para la cerámica y el molino circular. Esto impulsó mucho la agricultura de cereales.

Un hallazgo importante de este periodo es la Estela del Jinete. Es una pieza única del arte prerromano de la península. Se trata de una lápida, de los siglos II al I a. C., que muestra a un guerrero a caballo sobre una luna creciente. Se exhibe en el Museo de Arqueología de Álava.

La época romana (siglos I-V d.C.)

En Roma, se encontró una inscripción dedicada a Augusto por los carietes y vennenses. Estos eran los pueblos que vivían en Iruña-Veleia. Este es uno de los primeros indicios del contacto entre los habitantes de Veleia y los romanos. Los hallazgos arqueológicos muestran que los primeros cambios en Veleia ocurrieron en la época de Tiberio. Estos cambios se hicieron más intensos, y la ciudad se remodeló mucho en la época de los Flavios.

En la primera mitad del siglo I d.C., las cabañas del poblado fueron reemplazadas por las primeras casas "a la romana". Estas casas urbanas, llamadas domus, tenían habitaciones alrededor de un patio central. El patio solía tener una cisterna de opus caementicium (hormigón romano).

El final de ese siglo, en la época de los Flavios, fue el momento de mayor esplendor para Iruña-Veleia. Algunas domus se reconstruyeron por completo, haciéndolas más grandes y lujosas. Un ejemplo es la Domus del Impluvium. La ciudad también tenía espacios y edificios públicos. De esta etapa son los mosaicos y grandes estructuras encontradas en la zona sur, cerca del río. En el siglo II también se hicieron reformas importantes. La ciudad llegó a ocupar 80 hectáreas. En esta época, Plinio el Viejo y Ptolomeo mencionan a Veleia entre las ciudades importantes de los caristios.

A finales del siglo III y mediados del siglo IV d.C., la ciudad experimentó un cambio. La economía de la época hizo que muchos edificios fueran abandonados. Fue entonces cuando se construyó la última gran obra pública en Veleia: la muralla. Esta muralla delimitó una ciudad de poco más de 10 hectáreas. Al igual que otras ciudades importantes en la ruta entre Asturica Augusta (Astorga) y Burdigala (Burdeos), Veleia se fortificó para proteger la recaudación de impuestos.

Un documento romano llamado Notitia Dignitatum menciona una unidad de infantería en Veleia. Esta unidad era la Cohors I Gallica Equitata Civium Romanorum.

La llegada de pueblos bárbaros a la península a principios del siglo V d.C. no detuvo por completo la vida en Veleia. Los últimos datos arqueológicos muestran enterramientos de finales del siglo V en zonas de casas que ya estaban abandonadas.

Del final del Imperio Romano a la Edad Media (siglos V-XIV)

Archivo:Iruña-Veleia, antiguo oppidum romano 04
Panel informativo in situ

Durante el siglo III, Veleia redujo su tamaño, pero siguió siendo importante en la Hispania romana. Tenía más de 10 hectáreas. En esta época se construyó la muralla, la última gran obra pública de la ciudad. Las casas perdieron su función residencial y se usaron para otras actividades. Los siglos siguientes marcan el final de la ciudad. Se han encontrado enterramientos en zonas de viviendas, lo que indica su abandono.

El siglo IV trajo una pequeña recuperación. Algunos lugares que antes eran edificios públicos se convirtieron en casas particulares y talleres. No hay mucha información sobre lo que pasó en la ciudad romana entre el final del imperio y la Baja Edad Media.

Se sabe que a mediados del siglo XIV había un priorato de la Orden de San Juan de Jerusalén. Sus edificios se podían ver hasta el siglo XIX. Ricardo Becerro de Bengoa lo describió como un "ruinoso edificio de un templo gótico de principios del siglo XIII".

A principios de 2012, el historiador Julio Núñez, director del yacimiento, excavó una zona de unas 3 hectáreas. Descubrió parte de las instalaciones del priorato. Se cree que estas instalaciones eran muy importantes porque estaban en la vía romana XXXIV, que era parte principal del Camino de Santiago.

¿Qué restos arqueológicos se han encontrado?

La Muralla de Veleia

Archivo:Iruña Veleia muralla
Vista parcial de la muralla. Se ve el revestimiento de piedra cerca de la puerta principal.
Archivo:Iruña Veleia, muralla detalle columnas
Detalle de la construcción de la muralla. Se usaron trozos de columnas antiguas.
Archivo:Tres Puentes - Puente 03
Puente de Trespuentes

Las murallas de Veleia rodean el oppidum. Tienen un perímetro de más de 1200 metros y encierran un área de 10 ha. Su altura media es de 9 metros y su anchura varía entre 4 y 5,5 metros. Están construidas con un centro de piedras y argamasa de cal, entre dos paredes exteriores. Por su tamaño, es una de las obras romanas más importantes del País Vasco.

Hasta ahora, se han descubierto tres puertas: dos grandes (al sur y al este) y una tercera al norte. También hay dos entradas secundarias más pequeñas (al oeste y noroeste).

Se cree que las murallas se construyeron a finales del siglo III o principios del siglo IV. Su propósito era más comercial y económico que militar. Formaban parte de una nueva estrategia imperial para proteger las ciudades importantes que eran nudos de comunicación. Así se aseguraba la recaudación y el transporte de impuestos. La construcción de la muralla fue rápida. Se usaron materiales de otras construcciones anteriores, como trozos de columnas, inscripciones y altares. Las murallas se usaron hasta que la ciudad fue abandonada. Entre los siglos siglo IV y siglo V, toda la superficie dentro de la muralla, incluyendo la calle de ronda, estuvo ocupada.

Las murallas fueron los primeros restos conocidos de Veleia. Sin embargo, la gente de la zona usó sus materiales para construir, lo que dañó partes importantes, especialmente la puerta principal.

Gratiniano Nieto fue el primer investigador interesado en estas murallas. Después, Alberto Balil estudió las diferencias en las paredes y las formas de las torres. Juan Carlos Elorza destacó el carácter defensivo de la fortificación. Con las nuevas investigaciones, Carmen Fernández Ochoa, Ángel Morillo y el equipo actual de Veleia han realizado nuevos estudios.

Descubrimientos importantes

El gran tamaño de este yacimiento arqueológico y su buen estado de conservación han permitido muchos descubrimientos importantes. Estos hallazgos han enriquecido el patrimonio de Álava. Se pueden ver en el Museo de Arqueología de Álava, de la Diputación Foral de Álava. Visitarlo es esencial para entender la cultura de Iruña-Veleia.

La Dama de Iruña

Descubierta en 1845, es parte de una estatua de mármol blanco. Es más grande que una persona real, con casi metro y medio de altura. Representa a una figura femenina con un manto. Se encontró sin cabeza, parte de las piernas y las manos, entre los escombros de la puerta sur de las murallas de Veleia. Expertos como José María Blázquez han elogiado su calidad. Creen que podría ser una emperatriz del siglo I, como Livia o Agripina. Curiosamente, casi 150 años después, se encontró la mano izquierda de esta escultura. Estaba entre materiales traídos para ajardinar una zona de Vitoria. Hoy, la mano está de nuevo unida a la estatua en el Museo de Arqueología.

Escultura thoracata

Es un fragmento de una escultura humana. Viste una coraza y ropa militar, pero le faltan la cabeza y las extremidades. Está tallada en mármol blanco fino y mide unos 26 cm de alto. Fue mencionada por Gratiniano Nieto y estudiada por Paloma Acuña Castroviejo. Ella cree que la pieza es del siglo II. Podría representar a Marte y formar parte de un altar doméstico. Esta escultura fue encontrada hace mucho tiempo y, por diversas razones, terminó en manos privadas. Actualmente, forma parte de la colección del Museo Lázaro Galdiano de Madrid.

Hallazgos de inscripciones de 2006

En junio de 2006, se dieron a conocer una serie de hallazgos realizados por un equipo arqueológico. Se trataba de muchas piezas de cerámica con inscripciones, llamadas ostraca. Se dijo que databan de los siglos III al VI. Incluían jeroglíficos egipcios, una representación de la crucifixión, y palabras en euskera muy parecidas al idioma actual. Esto sorprendió a muchos expertos.

La representación de la crucifixión estaba grabada en una pequeña pieza de cerámica. Mostraba a Jesús crucificado junto a otros personajes. En la parte superior de la cruz, se leía "RIP" (requiescat in pace, que significa "descanse en paz"). Si la inscripción fuera auténtica, sería una de las primeras veces que se usa este epitafio. Sin embargo, los expertos señalaron que "RIP" implicaría la muerte de Cristo, lo cual no concuerda con las creencias cristianas. Además, no hay representaciones de la crucifixión de Cristo anteriores a la época de Constantino.

Las inscripciones en latín presentaban muchas particularidades. Usaban elementos del lenguaje moderno que no existían en el latín antiguo. Por ejemplo, signos de puntuación, comillas, mayúsculas al inicio de frase, y palabras de origen moderno. También se usaban sonidos que aparecieron mucho después en el idioma.

Los jeroglíficos egipcios también generaron muchas preguntas. No seguían las reglas de la escritura egipcia y no tenían un significado lógico. Además, se encontraron muy lejos de donde se usaba esa escritura. Las traducciones latinas que los acompañaban eran anacrónicas. Por ejemplo, la traducción de Nefertiti, que es una convención del siglo XIX creada por arqueólogos británicos, sería imposible en un grafito del siglo III. No hay referencias a Nefertiti antes del siglo XX.

Las palabras en euskera encontradas formaban expresiones reconocibles. Esto las adelantaría en más de quinientos años a las glosas emilianenses, que son los textos más antiguos conocidos en euskera. Esta posibilidad habría apoyado la idea de que los pueblos prerromanos várdulos y caristios hablaban vasco.

Sin embargo, el lingüista Joaquín Gorrochategui pronto expresó serias dudas sobre la autenticidad de los hallazgos. Debido a la importancia del descubrimiento y las dudas, la Diputación Foral de Álava encargó a un equipo de 26 expertos que evaluaran los hallazgos. El 19 de noviembre de 2008, este equipo hizo públicas sus conclusiones. Cuestionaron la autenticidad de muchos de ellos.

La Diputación Foral de Álava retiró la licencia de excavación a la empresa Lurmen S.L., que dirigía el arqueólogo Eliseo Gil. También pidieron a la fiscalía que investigara los hechos. Por su parte, la empresa Lurmen S.L. negó las acusaciones de falsificación.

El 16 de enero de 2009, se hicieron públicos los informes de la comisión. En 2014, un informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España, solicitado por el juzgado de Álava, concluyó que 35 de las 39 piezas analizadas eran falsas. El informe señaló, entre otras cosas, la presencia de elementos metálicos modernos y marcas que indicaban que las inscripciones se hicieron después de que las piezas hubieran estado enterradas.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Iruña-Veleia Facts for Kids

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Iruña-Veleia para Niños. Enciclopedia Kiddle.