Independencia de Yucatán para niños
La independencia de Yucatán se refiere a dos momentos importantes en la historia de esta región de México. Primero, cuando Yucatán se separó del Imperio español en 1821, al mismo tiempo que el resto de México buscaba su independencia. Después de esto, Yucatán decidió unirse a la nación mexicana en 1823.
El segundo momento fue cuando la República de Yucatán se declaró independiente de México en 1841 y luego otra vez en 1846. Esto fue porque Yucatán quería mantener su propia forma de gobierno, que era federalista, mientras que el gobierno de México se volvió centralista. Finalmente, Yucatán se unió de forma definitiva a México como un estado más en 1848.
Contenido
Yucatán se separa de España
La separación de la Nueva España (lo que hoy es México) del dominio español fue un proceso largo y lleno de cambios. Comenzó con un conflicto armado el 15 de septiembre de 1810, conocido como el Grito de Dolores, y terminó el 27 de septiembre de 1821, cuando el Ejército Trigarante entró a la Ciudad de México. Esta guerra duró más de once años.
Este movimiento de independencia se inspiró en las ideas de la Ilustración, que promovían la libertad y la igualdad. En esa época, muchas personas en la Nueva España estaban descontentas con el gobierno español debido a cambios en las leyes y a problemas económicos.
La Capitanía General de Yucatán
La Capitanía General de Yucatán era una parte del Imperio español creada en 1565. Aunque dependía directamente del rey para asuntos militares y de gobierno, para temas legales debía consultar al Virreinato de la Nueva España en México.
Esta Capitanía abarcaba lo que hoy son los estados mexicanos de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, y también incluía partes de Tabasco, el norte de Petén y el actual Belice. En 1786, su nombre cambió a Intendencia-Gobernación de Yucatán, pero mantuvo sus leyes y territorio.
La Capitanía se formó después de que los conquistadores españoles, liderados por Francisco de Montejo, su hijo y su sobrino, lograron dominar a los grupos mayas que vivían en la Península de Yucatán en el siglo XVI. La conquista de los mayas fue una de las últimas en el Virreinato de la Nueva España, terminando por completo hasta 1697.
Los Sanjuanistas: Ideas de Libertad en Yucatán
Los Sanjuanistas eran un grupo de personas de Yucatán, en su mayoría criollos (descendientes de españoles nacidos en América), que se reunían en la iglesia de San Juan en Mérida a principios del siglo XIX. Allí discutían ideas de independencia y buscaban tener más participación en la política, inspirados en la Ilustración francesa. Su líder era el sacerdote Vicente María Velásquez.
Este grupo prefería la acción política a la guerra para lograr sus objetivos. Aunque fueron perseguidos por sus ideas, no se rindieron. Se oponían a ellos los "Rutineros", que eran funcionarios del gobierno español, el clero y la aristocracia, quienes defendían el sistema actual.
Desde 1810, los Sanjuanistas se reunían para hablar sobre cómo mejorar la educación de los mayas. Más tarde, se unieron a ellos personas importantes como Lorenzo de Zavala y José Matías Quintana. Además de la educación, buscaban garantizar derechos básicos, la libertad de prensa y el derecho a elegir a sus gobernantes.
Cuando España enfrentó problemas por la invasión francesa en 1808, los Sanjuanistas vieron una oportunidad. En 1812, llegó a Mérida la Constitución de Cádiz, que prometía más libertades, pero el gobernador se negó a aplicarla. Esto molestó a los Sanjuanistas, y el obispo de Yucatán prohibió sus reuniones.
A pesar de la prohibición, los Sanjuanistas lograron ganar las elecciones para el Ayuntamiento y publicaron periódicos para expresar sus ideas. Sin embargo, cuando el rey de España regresó al trono y anuló la Constitución de Cádiz, la situación se complicó. En 1819, los Sanjuanistas fueron arrestados y enviados a prisión en San Juan de Ulúa, donde estuvieron tres años.
Yucatán se une a la Independencia de México (1821)
Aunque Yucatán y la Nueva España tenían gobiernos separados durante la época colonial, el "Grito de Dolores" en México también fue un símbolo de libertad para Yucatán. Los historiadores creen que Yucatán dependía mucho del gobierno de la Nueva España.
Según el historiador Albino Acereto Cortés, Yucatán no habría declarado su independencia si México no lo hubiera hecho primero. Yucatán se unió a México porque vio que su independencia sería más fuerte y segura si formaba parte de una nación más grande.
En Yucatán, la independencia se logró de forma pacífica, sin batallas. Hubo persecuciones políticas, pero al final, las diferentes fuerzas políticas llegaron a un acuerdo. El 15 de septiembre de 1821, el gobernador de Yucatán, Juan María Echeverri, se reunió con las autoridades y todos decidieron proclamar la independencia de Yucatán.
Se firmó un documento llamado el Acta de Independencia de Yucatán. En sus primeros artículos, decía que Yucatán se declaraba independiente porque era justo y necesario, y que se uniría a quienes buscaban la felicidad de América. También se comprometía a respetar las leyes y autoridades existentes, y a considerar hermanos a todos los americanos y españoles que compartieran sus sentimientos.
Después de esta declaración, se enviaron dos representantes a la Ciudad de México para informar a Agustín de Iturbide y Juan O'Donojú, quienes habían firmado los Tratados de Córdoba para la independencia de México.
Yucatán se separa de la República Mexicana
Entre 1823 y 1840, las relaciones entre Yucatán y el gobierno de México fueron difíciles. Yucatán, por su ubicación geográfica, se sentía aislado y había desarrollado una forma de pensar más independiente. Además, sentían que pagaban impuestos sin recibir beneficios y que los militares mexicanos en Yucatán a veces abusaban de su autoridad.
Yucatán tenía muchos lazos comerciales con Cuba y Estados Unidos, lo que limitaba su conexión con el resto de México. También había una gran diferencia en cómo entendían el gobierno: Yucatán quería un sistema federalista, donde los estados tuvieran mucha autonomía, mientras que el gobierno de México se inclinaba por un sistema centralista, con más poder en la capital.
El historiador Eligio Ancona explicó que Yucatán se unió a México con la condición de que el país fuera federalista. Como esta condición no se respetó después de 1836, Yucatán sintió que tenía derecho a separarse.
Declaración de independencia (1841)
En 1840, el capitán Santiago Imán lideró un ejército federalista en Yucatán y tomó la ciudad de Valladolid. El 12 de febrero de 1840, emitieron un documento pidiendo que se restaurara el federalismo y la Constitución Mexicana de 1824.
Pocos días después, en Mérida, se firmó un acta que apoyaba este movimiento y declaraba la independencia de Yucatán. Esto sería así hasta que el gobierno mexicano reconociera a Yucatán como un estado libre e independiente y restableciera la Constitución Federal de 1824. El gobierno de México le declaró la guerra a Yucatán.
El 16 de marzo de 1841, un grupo de personas lideradas por Miguel Barbachano y Tarrazo (quien sería gobernador de Yucatán) pidió al Ayuntamiento de Mérida que solicitara al Congreso la independencia de Yucatán. Cuando el Ayuntamiento aceptó, la gente celebró con entusiasmo. Se dice que bajaron la bandera mexicana y en su lugar izaron un pabellón que se llamó yucateco.
Finalmente, el 1 de octubre de 1841, la Cámara de Diputados de Yucatán aprobó el Acta de Independencia de la Península de Yucatán. El primer artículo decía: "El pueblo de Yucatán, en el pleno uso de su soberanía se erige en república libre e independiente de la nación mexicana".
Santa Anna y los tratados con Yucatán
Mientras Yucatán se declaraba independiente, en la Ciudad de México, el gobierno del presidente Anastasio Bustamante estaba débil. Antonio López de Santa Anna asumió la presidencia en octubre de 1841. Aunque se esperaba un gobierno más federalista, la postura centralista persistió. Yucatán, fiel a sus ideas, no apoyó este gobierno y mantuvo su decisión de no obedecer las órdenes de México hasta que hubiera un gobierno verdaderamente federal.
Santa Anna envió a Andrés Quintana Roo, quien era de Yucatán, para negociar con las autoridades yucatecas. Gracias a su trabajo, se firmaron tratados el 28 y 29 de noviembre de 1841. Estos acuerdos permitían a Yucatán conservar sus propias leyes y aduanas, y el libre comercio con los puertos mexicanos.
Sin embargo, en la Ciudad de México, estos tratados fueron ignorados. El gobierno mexicano exigió que Yucatán se uniera a México y aceptara todas sus leyes, y que rompiera relaciones con Texas. Después de varios intentos diplomáticos fallidos, Santa Anna decidió usar la fuerza.
Invasión a la Península
En agosto de 1842, el general Santa Anna envió una flota militar a las costas de Ciudad del Carmen, exigiendo que Yucatán se reincorporara a México. Tomaron la ciudad sin resistencia.
El ejército de Santa Anna, reforzado con más hombres, avanzó hacia Campeche, una ciudad protegida por murallas. Después de varios intentos fallidos para tomar Campeche, decidieron ir a Mérida, la capital. Desembarcaron en Telchac y tomaron varias ciudades en el camino.
Los soldados mexicanos llegaron cerca de Mérida, pero se dieron cuenta de que los yucatecos estaban preparados para defender la ciudad, con el apoyo de once mil indígenas mayas. El 24 de abril de 1843, el general mexicano se rindió y se comprometió a retirar sus tropas por mar.
Reincorporación temporal a México
Santa Anna se negó a reconocer la independencia de Yucatán y prohibió el comercio entre los puertos mexicanos y yucatecos. Esto afectó mucho la economía de Yucatán. Barbachano, el líder yucateco, decidió negociar con el gobierno centralista.
Yucatán puso sus condiciones, y Santa Anna aceptó. El 5 de diciembre de 1843, se firmaron acuerdos que daban a Yucatán plena autonomía, a cambio de que se reintegrara a México. Esto significaba que Yucatán tenía un estatus especial, diferente al de otros estados. El comercio se reanudó.
Sin embargo, esta situación duró poco. En 1844, el gobierno mexicano declaró que las leyes especiales para Yucatán eran inválidas. A finales de 1845, el Congreso Mexicano rechazó los acuerdos de 1843, eliminando el estatus especial de Yucatán.
Segundo período de separación (1846 - 1848)
Debido a esto, el 1 de enero de 1846, la Asamblea Legislativa de Yucatán declaró nuevamente la independencia de México. Yucatán reasumió todos sus derechos como estado soberano.
En este período, Yucatán enfrentó varios problemas. Había divisiones internas entre los líderes de Mérida y Campeche. Además, estaba a punto de estallar la Guerra de Castas, un conflicto muy grave entre la población blanca y mestiza, y los indígenas mayas.
Conflictos internos y la Guerra de Castas
El 25 de septiembre de 1846, el gobierno mexicano reconoció nuevamente los tratados de 1843 y restableció la Constitución mexicana de 1824, volviendo a un sistema federalista. En Mérida, la noticia fue bien recibida, y estaban dispuestos a unirse a la federación mexicana. Sin embargo, Campeche se opuso, argumentando que México estaba en guerra con Estados Unidos.
La rivalidad entre los líderes de Mérida (Barbachano) y Campeche (Santiago Méndez Ibarra) creció tanto que a principios de 1847, Yucatán tuvo dos gobiernos. La flota estadounidense tomó Ciudad del Carmen en octubre de 1846, afectando el comercio de Campeche. Por eso, Campeche decidió ser neutral en la guerra con Estados Unidos. El 8 de diciembre de 1846, Campeche se pronunció contra el gobierno de Mérida, lo que desató un conflicto interno y contribuyó a la sublevación indígena.
Los mayas de Yucatán, cansados de la explotación y las injusticias, se levantaron en armas el 30 de julio de 1847 en Tepich. Este conflicto, conocido como la Guerra de Castas, se extendió por toda la península y puso en peligro a la población no indígena.
El gobernador Méndez, al ver la gravedad de la situación, ofreció la soberanía de Yucatán a cambio de ayuda militar y económica. Pidió apoyo a Cuba, Jamaica, España e Inglaterra, pero nadie respondió. Incluso una comisión de Yucatán en Washington ofreció que Yucatán se uniera a Estados Unidos, pero el Congreso estadounidense rechazó la idea.
La rebelión maya fue tan fuerte que la población no indígena de Yucatán estuvo a punto de ser aniquilada. El 19 de abril de 1848, cuando solo quedaban bajo control del gobierno las ciudades de Mérida y Campeche, representantes de Miguel Barbachano y del líder maya Jacinto Pat firmaron el Convenio de Tzucacab. Este acuerdo concedía a los mayas algunas de sus peticiones, como la abolición de ciertos impuestos y deudas, y la devolución de sus armas.
Sin embargo, Cecilio Chi, otro líder maya, no aceptó el acuerdo y quería la eliminación total de los blancos. Esta división entre los líderes mayas y el hecho de que muchos guerreros mayas regresaron a sus hogares para sembrar sus tierras, ayudó a que la ciudad de Mérida no cayera.
Reincorporación definitiva de Yucatán a México (1848)
Ante la crisis de la Guerra de Castas, Méndez entregó el gobierno a Miguel Barbachano en abril de 1848. Lo primero que hizo Barbachano fue informar al gobierno de México, que estaba en Querétaro, sobre la grave situación y pedir ayuda.
El presidente mexicano, José Joaquín de Herrera, apoyó a Barbachano. El 14 de julio de 1848, envió dinero, armas y municiones a Yucatán. El gobierno mexicano expresó su gran interés en ayudar a Yucatán, considerándolo una parte muy importante de la nación.
Con este apoyo y la habilidad política de Barbachano para dividir a los mayas sublevados, la rebelión indígena fue controlada parcialmente en agosto de 1848. El 17 de agosto de ese mismo año, Barbachano decretó la reincorporación definitiva de Yucatán a la federación de México.
Así, el momento más difícil de la Guerra de Castas fue superado, y la separación de Yucatán de México terminó para siempre.
Véase también
- Historia de Yucatán
- Independencia de México
- Virreinato de la Nueva España
- Constitución de Cádiz
- Juan María Echeverri
- República de Yucatán
- Guerra de Castas