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Iglesia ortodoxa rumana para niños

Enciclopedia para niños

La Iglesia Ortodoxa Rumana es una de las iglesias cristianas ortodoxas más grandes del mundo. La mayoría de las personas en Rumania pertenecen a esta iglesia, que es la segunda más grande entre las iglesias ortodoxas, solo después de la Iglesia ortodoxa rusa, por el número de sus seguidores.

Es la única Iglesia ortodoxa oriental que usa una lengua romance (el rumano) en sus servicios religiosos. Está en plena comunión con las otras Iglesias ortodoxas y ocupa el séptimo lugar en importancia entre ellas. El líder de la iglesia se llama patriarca. Su autoridad se extiende por toda Rumania, incluyendo a los rumanos que viven en Moldavia, Serbia y Hungría, así como a las comunidades rumanas en Europa, América del Norte y Oceanía.

La Iglesia Ortodoxa Rumana está organizada como un patriarcado, conocido como el Patriarcado Rumano. Este término se refiere a la forma en que la Iglesia se organiza y es dirigida por el patriarca, incluyendo sus reglas y procedimientos.

Los miembros de la Iglesia Ortodoxa Rumana a menudo la llaman "Dreapta credinţă", que significa "creencia correcta o auténtica".

Datos para niños
Patriarcado de Bucarest y de toda Rumania
Biserica Ortodoxă Română
Stema Patriarhiei Române.jpg
Emblema
Bucuresti, Romania, Catedrala Patriarhala Sfintii Imparati Constantin si Elena; B-II-m-A-18571.01 (8).JPG
Catedral patriarcal de Bucarest
Fundador(es) Andrés el Apóstol (Iglesia primitiva, s. I)
Autocefalia/Autonomía 1864
Reconocimiento 1885 por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
Gobierno eclesiástico Santo Sínodo
Primado actual Daniel Ciobotea
Sede Bucarest, Rumania Bandera de Rumania
Territorio principal Rumania y Moldavia
Rito bizantino
Lengua litúrgica rumano
Confesión Iglesia ortodoxa
Calendario juliano revisado
Número de fieles 20 millones aprox.
patriarhia.ro

Historia de la Iglesia Ortodoxa Rumana

Los inicios del cristianismo en la región

Se cree que el cristianismo llegó a la zona de Rumania gracias a San Andrés, uno de los doce apóstoles. Él predicó en Rumania, Ucrania y la costa oriental del mar Negro. Es posible que viviera en Tomis por un tiempo, por lo que esta ciudad rumana se considera una sede importante para los obispos. Por esta razón, San Andrés es el patrón de Rumania.

Después del Edicto de Milán en el año 313, el cristianismo se extendió más por la antigua provincia romana de Dacia. Aunque no se sabe con certeza qué tan rápido se difundió, hay pruebas de que la religión cristiana estaba presente. Se han encontrado restos de una iglesia antigua en Sucidava, cerca del Bajo Danubio.

En la provincia de Escitia Menor, su capital, Tomis, se convirtió en un centro importante para los obispos. Los obispos de Tomis participaron en reuniones importantes de la Iglesia desde el siglo IV. En el siglo VI, el obispado de Tomis se hizo aún más fuerte.

La difusión del cristianismo en la región entre el Danubio y el mar Negro fue diferente al resto de Dacia. Esto se debe a que estuvo bajo control romano cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio. Se han encontrado unas 35 iglesias antiguas de los siglos IV al VI en ciudades importantes.

La Iglesia Ortodoxa Rumana cree que la romanización (la influencia romana) y la cristianización fueron procesos que ocurrieron al mismo tiempo en Rumania. Esto dio origen al pueblo rumano con su fe cristiana.

La Iglesia Ortodoxa Rumana se estableció en 1872. En ese año, el Metropolitano de Ungrovalaquia y Moldavia se separó de la autoridad del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. La Iglesia Ortodoxa Rumana se hizo completamente independiente en 1885 y estableció su propio patriarcado en 1925. El primer patriarca fue Miron Cristea.

La Iglesia bajo el dominio búlgaro

Durante el siglo VII, la organización de la Iglesia al sur del Danubio fue controlada por tribus ávaras y eslavas. Con el tiempo, estas nuevas poblaciones se hicieron más romanas y se convirtieron al cristianismo. Sin embargo, a partir del siglo X, el idioma eslavo se convirtió en el idioma principal para los servicios religiosos hasta el siglo XVII.

La desaparición del Obispado de Tomis hizo que las comunidades rumanas al sur del Danubio pidieran un nuevo obispo local. Cuando la Iglesia búlgara se fortaleció en el siglo IX, se crearon obispados en Vidin y Silistria.

Los emperadores bizantinos tenían mucho control sobre la Iglesia. Cuando el estado búlgaro se debilitó y fue controlado por el Imperio Bizantino en 1018, la Iglesia búlgara tuvo que obedecer al Patriarca de Constantinopla.

Mientras tanto, Transilvania fue controlada por los magiares en el siglo XI. Cuando el rey de Hungría se hizo católico en el año 1000, la población fue obligada a obedecer al papa de Roma, aunque la mayoría era ortodoxa.

Los otros dos territorios históricos de Rumania, Valaquia y Moldavia, estuvieron bajo control bizantino hasta 1185. Luego, los búlgaros recuperaron su estado. A principios del siglo XIII, estos territorios fueron atacados por los cumanos, quienes finalmente los controlaron.

La supervivencia de la ortodoxia y los principados rumanos

La presencia de cristianos ortodoxos en los territorios dominados por Hungría preocupaba al papa. En 1234, el papa se quejó de que los "walathos" (rumanos) en la diócesis de Cumania no recibían los sacramentos de los obispos católicos, sino de obispos ortodoxos.

Después de la invasión tártara en 1241, la diócesis de Milcovia desapareció. En la segunda mitad del siglo XIII, surgieron pequeños estados feudales que serían el inicio de los principados cristianos de Moldavia y Valaquia.

Cuando Carlos Roberto I subió al trono húngaro en 1308, intentó controlar Moldavia y Valaquia. Pero fue derrotado por el príncipe de Valaquia, Besarav, en 1330. Entonces, Hungría buscó el apoyo del papa.

Los principados de Valaquia y Moldavia se hicieron estados independientes. Esto permitió a sus príncipes pedir al Patriarca de Constantinopla que nombrara un metropolitano (un obispo de alto rango) para sus territorios. En 1359, se creó la sede metropolitana de Ungrovalaquia. En Moldavia, la presencia de católicos hizo que el nombramiento de un metropolitano ortodoxo tardara hasta 1401.

El príncipe Vladislav de Moldavia, para mantener la independencia de su principado, pidió ayuda al Papa de Roma, Urbano V. A cambio, Vladislav ofreció convertirse al catolicismo junto con su pueblo. Sin embargo, la mayoría de la población rumana siguió siendo ortodoxa.

Archivo:Man Curtea de Arges.SV
La Catedral de Curtea de Argeş edificada en 1517

Después de la muerte del rey Luis I de Hungría y Polonia, el príncipe Pedro I de Moldavia decidió volver a la ortodoxia. Pidió al Patriarca de Constantinopla que nombrara a un metropolitano. El conflicto duró hasta 1401, cuando se acordó la creación de la sede metropolitana de Siret y el nombramiento del obispo José como metropolitano. Esto ayudó a consolidar el poder y la independencia de los principados rumanos.

En Transilvania, los ortodoxos no podían organizarse libremente. El clero ortodoxo vivía en condiciones difíciles. La conquista de Constantinopla (1453) por los turcos otomanos y la derrota de los serbios en Smederevo (1539) llevaron a la conquista de Moldavia y Valaquia por los otomanos. Estos principados lograron mantener cierta independencia, pero pagaban tributos. Transilvania también quedó bajo control otomano, pero con autonomía. Bajo el dominio otomano, llegaron los primeros luteranos y calvinistas a la región.

La Iglesia bajo el dominio otomano y la Reforma

Con la reforma protestante iniciada por Martín Lutero en 1517, muchas poblaciones sajonas y húngaras de Transilvania se convirtieron al luteranismo y al calvinismo. En 1556, la Dieta de Transilvania suprimió la autoridad católica y proclamó la libertad religiosa al año siguiente. Sin embargo, la religión ortodoxa fue considerada "tolerada", y los rumanos ortodoxos de Transilvania eran vistos como ciudadanos de segunda clase.

En Moldavia, las comunidades católicas disminuyeron entre 1530 y 1580, ya que muchos se hicieron luteranos o calvinistas. El príncipe moldavo Juan II Heraclio intentó que el principado se convirtiera al luteranismo, pero fue asesinado.

En Valaquia, el príncipe Miguel el Valiente apoyó la causa contra los otomanos y logró el trono de Transilvania. Miguel el Valiente pidió que la ortodoxia fuera reconocida como religión legal. Por un tiempo, se unificaron los principados rumanos, pero esta unión duró poco.

En 1626, el príncipe de Transilvania Gabriel Bethlen, calvinista, ayudó a los ortodoxos. Les devolvió propiedades, los eximió de algunos impuestos y apoyó la enseñanza y publicación de libros en lengua rumana. A pesar de esto, la mayoría del clero ortodoxo de Transilvania se negó a aceptar las ideas calvinistas.

El ataque más fuerte contra el calvinismo vino de Moldavia, donde el patriarca Varlaam publicó una refutación del catecismo calvinista en 1645. Los principados rumanos de Moldavia y Valaquia se convirtieron en importantes centros de la ortodoxia dentro del Imperio Otomano.

La Iglesia bajo el dominio austriaco

Después del sitio de Viena en 1683 y el Tratado de Karlowitz (1699), los otomanos se retiraron, dejando Transilvania bajo el control de los Habsburgo. El emperador Leopoldo I decretó que el catolicismo, el luteranismo, el calvinismo y el uniatismo eran religiones legales, mientras que la ortodoxia volvió a ser solo "tolerada" en Transilvania.

Los jesuitas establecieron una Iglesia uniata (una iglesia oriental que reconoce la autoridad del Papa). En 1698, el emperador Leopoldo I ofreció privilegios a los clérigos ortodoxos rumanos que se unieran a las cuatro confesiones legales. En octubre de 1698, unos treinta sacerdotes ortodoxos de Transilvania firmaron un documento para unirse a la Iglesia uniata, pero deseando mantener sus costumbres rumanas.

En 1699, Leopoldo I estableció la Iglesia uniata en Transilvania, dándole beneficios fiscales. La sede metropolitana ortodoxa de Alba Iulia se convirtió en un obispado uniato, y el título de metropolitano ortodoxo desapareció de Transilvania hasta 1864.

Archivo:Galati cathedral
Catedral Ortodoxa de Galați.

El obispo uniato Inocenţiu Micu-Klein defendió a sus sacerdotes y fieles, pidiendo que se cumplieran las promesas de la corte de Viena. Fue llamado a Viena y condenado, muriendo en Roma. Le sucedió Petru Pavel Aron, quien fundó escuelas y promovió la cultura rumana en Transilvania.

La emperatriz María Teresa I de Austria intentó contener el crecimiento de la Iglesia ortodoxa en Transilvania. Sin embargo, las reformas del emperador José II permitieron que cualquier Iglesia con más de cien familias pudiera construir sus iglesias y escuelas. También se permitió la separación de la Iglesia uniata, lo que hizo que muchos rumanos volvieran a la ortodoxia.

A finales del siglo XVIII, la situación de las iglesias ortodoxas en los tres principados rumanos era variada. En Transilvania, los obispos eran de origen serbio. En Valaquia y Moldavia, las iglesias ortodoxas, a pesar de tener pocos contactos con Europa, fueron importantes para mantener la fe ortodoxa y la identidad común de estos territorios.

La Iglesia en la formación del Estado rumano moderno

La independencia política y religiosa de Valaquia y Moldavia

En 1810, Vasile Morga fue nombrado obispo ortodoxo de Transilvania. En 1848, Andrei Șaguna pidió la creación de nuevo de la sede metropolitana de Transilvania, lo que se logró en 1864 en Sibiu.

En Moldavia y Valaquia, en 1834, se publicó el Nuevo Testamento en rumano, que se usó en las escuelas.

En 1853, el sultán otomano Abdülmecit I cedió el control de la Basílica de la Natividad a los católicos, lo que causó protestas de los ortodoxos. El zar Nicolás I de Rusia invadió Valaquia y Moldavia, lo que llevó a la Guerra de Crimea.

Archivo:Catedrala Mitropolitana02
Catedral Metropolitana de Iași (1880–1887)

Con los Tratados de París (1856), Moldavia y Valaquia lograron su independencia política del Imperio Otomano. Aunque al principio se les prohibió unirse, en 1859, Alexandru Ioan Cuza fue elegido príncipe de ambos principados, unificándolos de hecho en el Principado de Rumania. Una de las primeras acciones del nuevo príncipe fue tomar las propiedades de la Iglesia, que en su mayoría pertenecían a monasterios ortodoxos.

Una vez unidos los principados, se unificaron también las dos Iglesias ortodoxas de Valaquia y Moldavia. En 1864, se creó un Sínodo General, y en 1865, se nombró al primer líder rumano, Nifon. En 1865, el parlamento de Rumania aprobó una ley que declaraba la total independencia de la ortodoxia rumana del Patriarca de Constantinopla.

En 1866, Alexandru Ioan Cuza fue destituido, y Carol de Hohenzollern-Sigmaringen fue nombrado príncipe. Rumania aprovechó la Guerra ruso-turca para lograr su independencia. Con el Tratado de Berlín (1878), Rumania fue reconocida como principado independiente. En 1881, Carol I fue proclamado Rey de Rumania.

La independencia de la Iglesia Ortodoxa Rumana se consolidó en 1885, cuando el Patriarca de Constantinopla Joaquín IV la reconoció como iglesia independiente. Antes, el rumano ya había reemplazado al griego y al eslavo como lengua de culto.

En Transilvania, la Iglesia uniata rumana fue reconocida en 1853. Sin embargo, la situación de los rumanos ortodoxos no mejoró mucho hasta el final de la Primera Guerra Mundial, cuando el Imperio Austrohúngaro se desintegró. Rumania, que había luchado con los aliados, pudo ver reconocidos sus derechos sobre Transilvania. En 1920, la asamblea de rumanos de Transilvania decidió unirse a los otros dos principados, formando la Gran Rumania.

La unificación de la Gran Rumania y la Iglesia

En 1920, había tres iglesias rumanas en el territorio: el Patriarcado rumano en Bucarest, la de Transilvania en Sibiu y la de Bucovina. El principal desafío para el Estado rumano era unificar estas tres Iglesias en una sola Iglesia ortodoxa nacional.

Después de varios años de conversaciones, el 3 de abril de 1925, se promulgó una ley que unificaba todas las Iglesias ortodoxas rumanas en una sola. También se creó el Patriarcado de Rumania, y Miron Cristea fue designado como el primer Patriarca de Bucarest. El 1 de noviembre, el nuevo Patriarca fue entronizado en una ceremonia con otros patriarcas ortodoxos.

Archivo:Bz catedrala
Catedral de San Sava en Buzău.

Cuando el primer Patriarca de Rumania falleció en 1939, Nicodim fue nombrado sucesor. Le tocó vivir un período difícil en la historia de Rumania, con el avance de movimientos políticos extremos en Europa y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Rumania tuvo que ceder territorios y se unió a Alemania e Italia en la guerra.

En agosto de 1944, Rumania cambió de bando y declaró la guerra a Alemania e Italia. Con la firma de un tratado de paz, Rumania recuperó Transilvania, pero perdió otros territorios. Las tropas soviéticas ocuparon el país, influyendo mucho en la vida política y social.

La Iglesia Ortodoxa Rumana durante y después del comunismo

En 1946, se celebraron elecciones generales, pero los resultados fueron alterados para que el partido comunista ganara. El 30 de diciembre de 1947, el rey Mihai I de Rumania fue obligado a abdicar, y se estableció la República Popular de Rumania.

Con el nuevo gobierno comunista, la Iglesia Ortodoxa Rumana enfrentó muchos desafíos. El régimen podía destituir a obispos y sacerdotes que no consideraba leales. Hubo detenciones y encarcelamientos. En 1948, Nicodim Munteanu falleció, y Justiniano Marina lo sucedió. Justiniano Marina trabajó para organizar la Iglesia y conseguir un nuevo estatuto, que fue aprobado por las autoridades comunistas.

Archivo:Patriarch-Justinian
Justiniano Marina, Patriarca de Rumania (1948–1977)

En 1949, el gobierno comunista redujo el número de diócesis. Muchos obispos que protestaron fueron detenidos. La Iglesia Unida con Roma (greco-católica) fue incorporada a la Iglesia Ortodoxa Rumana por el gobierno comunista en 1948. Sus monasterios y seminarios fueron cerrados, y sus iglesias pasaron a manos de clérigos ortodoxos. Los obispos uniatos fueron detenidos. La Iglesia greco-católica rumana no pudo operar oficialmente hasta la caída del comunismo en 1989.

La persecución y represión hacia los religiosos continuó. La Iglesia ortodoxa también fue afectada, aunque se toleró su existencia de forma limitada. Después de la muerte de Stalin, la presión sobre la Iglesia ortodoxa se relajó un poco, y pudo unirse al Consejo Ecuménico de las Iglesias en 1961.

Los últimos años del comunismo rumano fueron muy difíciles. Nicolae Ceaușescu, el líder del país desde 1965, inició una política de demolición en el centro de Bucarest. Se derribaron muchas iglesias y monasterios históricos ortodoxos para construir grandes avenidas y edificios. La Iglesia ortodoxa vio reducida su presencia en la vida pública, y muchos fieles dejaron de ir a las iglesias por miedo. Esta situación terminó el 25 de diciembre de 1989, cuando el régimen comunista cayó.

Archivo:Poienile Izei New Church 01 2009
Una iglesia ortodoxa de reciente construcción en la localidad de Poienile Izei, Maramureș.

Con la caída del comunismo en 1989, la situación se normalizó. La Iglesia greco-católica rumana fue reconocida de nuevo. La ortodoxia recuperó su papel en la sociedad rumana, y muchas propiedades que habían sido tomadas durante el comunismo fueron devueltas.

Actualmente, la Iglesia Ortodoxa Rumana tiene cinco provincias eclesiásticas. Teoctist Arăpașu fue patriarca desde 1986 hasta 2007. Durante los últimos años del comunismo, tuvo una actitud tolerante con el régimen de Ceaușescu. Después de la caída del comunismo, intentó que la Iglesia Ortodoxa Rumana recuperara su lugar en la sociedad y estableció contactos con el Papa de Roma Juan Pablo II.

Hoy en día, la mayoría de los rumanos son ortodoxos. La Iglesia Ortodoxa Rumana es la segunda iglesia ortodoxa independiente más grande por el número de sus fieles. El 30 de julio de 2007, Teoctist Arăpașu falleció. El 12 de septiembre, Daniel Ciobotea fue designado su sucesor, asumiendo el Patriarcado el 30 de septiembre de 2007.

Organización de la Iglesia Ortodoxa Rumana

Archivo:RO NT Roman catedrala episcopie
La catedral episcopal de Roman.

El Patriarca Ecuménico de Constantinopla tiene un rango honorífico, pero no tiene autoridad directa sobre la Iglesia Ortodoxa Rumana.

El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, actualmente Daniel Ciobotea (conocido como Daniel III), preside y dirige el Santo Sínodo.

El Santo Sínodo es la máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Rumana. Está formado por el patriarca y otros líderes de la Iglesia (metropolitanos, arzobispos, obispos). Se encarga de asuntos importantes de fe y de las relaciones con otras iglesias. Cuando el Santo Sínodo no está reunido, funciona el Sínodo Permanente, que incluye al patriarca, los metropolitanos y el secretario del Santo Sínodo.

La Asamblea Nacional de la Iglesia es el órgano que representa a la Iglesia en asuntos administrativos y económicos. Está compuesta por representantes de todas las diócesis.

El Consejo Nacional Eclesial es otro órgano administrativo importante. Está formado por clérigos y laicos (personas que no son clérigos). El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana es el presidente de todos estos organismos.

En cuanto a la vida monástica, el patriarcado rumano tiene 631 monasterios y más de 8.059 monjes y monjas.

Educación teológica ortodoxa

Para la educación teológica antes de la universidad, existen:

  • 37 seminarios teológicos, cuatro de ellos para monjes, con unos 6.000 estudiantes y más de 1.000 profesores.
  • 8 escuelas teológicas de salud después del bachillerato, con más de 400 estudiantes.
  • 11 escuelas para cantantes de iglesia y unos 700 estudiantes inscritos y 200 profesores.
  • Hay más de 10.000 profesores que enseñan religión en las escuelas públicas de Rumania.

En cuanto a la educación teológica universitaria, cuenta con más de 10.000 estudiantes y se organiza en 12 facultades de teología y 4 departamentos: Teología pastoral, Teología didáctica, Teología social y Arte sacro. Cinco de las facultades de teología ofrecen cursos de doctorado, a los que asisten unos 400 estudiantes.

Líderes de la Iglesia Ortodoxa Rumana

Archivo:Catedrala Patriarhală 2009
Catedral Patriarcal de Bucarest (sede del Patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana).

Arzobispos de Hungro-Valaquia

  • Teodosio (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1679-1708)
  • Ántimo (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1708-1716)
  • Metrófanes (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1716-1719)
  • Daniel II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1719-1731)
  • Esteban II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1731-1738)
  • Neófito I (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1738-1753)
  • Filareto I (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1753-1760)
  • Gregorio II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1760-1787)
  • Cosme (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1787-1792)
  • Filareto II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1792-1793)
  • Dositeo (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1793-1810)
  • Ignacio (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1810-1812)
  • Nectario (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1812-1819)
  • Vacante (1819-1821)
  • Dionisio II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1821-1823)
  • Gregorio III (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1823-1834)
  • Vacante (1834-1840)
  • Neófito II (Arzobispo de Hungro-Valaquia) (1840-1849)

Arzobispos de Rumania

  • Nefón (1850-1875)
  • Califico (1875-1886)
  • José (1886-1893)
  • Genadio (1893-1896)
  • José (1896-1909, 2˚ vez)
  • Atanasio (1909-1911)
  • Conón (1912-1919)
  • Miron Cristea (1919-1925)

Patriarcas de Bucarest

  • Miron I (1925-1939)
  • Nicodim I (1939-1948)
  • Justiniano I (1948-1977)
  • Justino I (1977-1986)
  • Teoctist I (1986-2007)
  • Daniel III (2007- )

Galería de imágenes

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