Historia de la mineralogía para niños
En un principio, los seres humanos se interesaron por los minerales que podían usar para sus necesidades. Al principio, usaron el sílex, que encontraban en la superficie y luego también en minas subterráneas. Mucho después, descubrieron metales como el oro y la plata, que eran fáciles de moldear. Más tarde, encontraron el cobre nativo y aprendieron a extraerlo de minerales como la malaquita y la azurita.
Luego, descubrieron que al mezclar cobre con estaño, obtenían una aleación más dura llamada bronce. El hierro también fue muy importante para el desarrollo de las civilizaciones. En el Neolítico, la gente empezó a usar minerales como la variscita para hacer adornos. El uso de los metales dio nombre a periodos de la Prehistoria como la Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Se han encontrado pinturas egipcias de hace más de 5000 años que muestran a artesanos trabajando con minerales. Al principio del Neolítico, se grababan signos en piedras brillantes para aumentar sus supuestos poderes mágicos. Al final de la Prehistoria, estas piedras se usaban como una especie de moneda para intercambiar cosas.
Contenido
¿Qué es la Mineralogía y cómo empezó su estudio?
La mineralogía es la rama de la geología que estudia las propiedades físicas y químicas de los minerales. Los primeros escritos sobre mineralogía, especialmente sobre piedras preciosas, vienen de la antigua Babilonia, el mundo grecorromano, la China antigua y medieval, y la antigua India.
Primeros escritos y pensadores
El libro chino San Hey Din (alrededor del 500 a. C.) mencionaba 17 minerales. Aristóteles, un gran pensador griego, recopiló mucho conocimiento de su época. Su alumno, Teofrasto de Ereso, escribió el primer libro importante sobre mineralogía, llamado Pery Lyton (Sobre las piedras).
Plinio el Viejo, en su obra Naturalis Historia, reunió todo lo que se sabía sobre la minería en su tiempo. Describió muchos minerales y sus propiedades, aunque no pudo explicar por qué los cristales tienen formas tan regulares. El científico persa Al Biruni hizo algo similar en su libro Kitab al Jawahir (Libro de piedras preciosas).
Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías, dedicó 24 capítulos a la mineralogía. En el siglo XIII, el filósofo alemán Alberto Magno describió varias especies de minerales. El rey Alfonso X "El Sabio" de Castilla y León publicó el libro El lapidario, que estudiaba los minerales y las piedras preciosas en relación con los signos del zodiaco.
El nacimiento de la mineralogía científica

El especialista alemán del Renacimiento, Georg Bauer (conocido como Georgius Agricola), escribió obras en latín que marcaron el inicio del estudio científico de los minerales. Sus libros, como De Natura Fossilium (1546) y De re metallica (publicado en 1556), trataban sobre minería y mineralogía con muchos grabados. Fue en Europa, después del Renacimiento, cuando se empezaron a estudiar los minerales y las rocas de forma sistemática.
El estudio moderno de la mineralogía se basa en la cristalografía (el estudio de la forma de los cristales) y el análisis microscópico de las rocas. Esto comenzó con la invención del microscopio en el siglo XVII.
Descubrimientos clave en Cristalografía
En 1669, el geólogo danés Niels Stessen (Nicolás Steno) notó por primera vez que los cristales tienen formas geométricas regulares. Observó que los ángulos entre las caras de los cristales de cuarzo siempre eran los mismos. Esta idea fue confirmada más tarde por Jean-Baptiste Romé de l'Isle en 1783.
René Just Haüy, un sacerdote y científico francés, es considerado el "padre de la cristalografía moderna". Descubrió que todos los cristales de un mineral, como la calcita, están formados por pequeñas unidades básicas que se repiten. En su obra Traité de la cristallographie, estableció las bases de esta nueva ciencia, que clasifica los cristales según la simetría de su forma.
Auguste Bravais sentó las bases de cómo se organizan los átomos en la estructura de los cristales. La invención del goniómetro de reflexión por William Hyde Wollaston en 1809 permitió medir los ángulos de los cristales con mayor precisión.
Avances en el siglo XIX
En 1814, el químico sueco Jöns Jacob Berzelius propuso una clasificación de los minerales basada en su composición química, en lugar de solo en su forma. William Nicol desarrolló el prisma de Nicol en 1827-1828, que sirve para polarizar la luz. Henry Clifton Sorby demostró que se podían identificar minerales en láminas delgadas usando un microscopio de luz polarizada.
James Dwight Dana publicó en 1837 su primera edición de A System of Mineralogy, que incluía una clasificación química que todavía se usa hoy.
La mineralogía en los siglos XX y XXI
En el siglo XIX y principios del siglo XX, la minería creció mucho, lo que llevó a la creación de grandes colecciones de minerales y museos en Europa y Norteamérica.
En el siglo XX, la difracción de rayos X, demostrada por Max von Laue en 1912, se convirtió en una herramienta fundamental para analizar la estructura interna de los minerales.
Hoy en día, la mineralogía ha avanzado mucho gracias a nuevas técnicas como la microscopía electrónica y la difracción de neutrones, así como a la capacidad de las computadoras para simular el comportamiento de los cristales a nivel atómico. Esta ciencia se relaciona con la química inorgánica y la física del estado sólido, y ayuda a entender cómo la estructura de los minerales afecta sus propiedades, como su elasticidad. Esto es importante para comprender el comportamiento de las rocas en la sismología y las capas internas de la Tierra.
Historia de la Mineralogía en diferentes regiones
Europa y Oriente Medio
Los antiguos pensadores griegos Aristóteles (384-322 a. C.) y Teofrasto (370-285 a. C.) fueron los primeros en escribir sobre los minerales y sus propiedades en la tradición occidental. Aristóteles creía que todas las sustancias estaban hechas de agua, aire, tierra y fuego. Teofrasto aceptó esta idea y dividió los minerales en dos grupos: los afectados por el calor y los afectados por la humedad.
La teoría de Aristóteles sobre las "exhalaciones" fue una de las primeras ideas sobre cómo se formaban los minerales en la Tierra. Esta teoría influyó mucho en la Edad Media.
La palabra griega asbestos (que significa 'inextinguible') se usó para nombrar un mineral fibroso. Historiadores como Estrabón y Plinio el Viejo escribieron sobre el asbesto, creyendo que era un tipo de planta.
Plinio el Viejo y sus aportes
Plinio el Viejo dedicó cinco volúmenes de su obra Naturalis Historia (publicada en el 77 d. C.) a clasificar "tierras, metales, piedras y gemas". Describió muchos minerales nuevos y sus usos. Fue el primero en darse cuenta de que el ámbar era resina de árbol fosilizada, al observar insectos atrapados en él. También sentó las bases de la cristalografía al hablar de la forma de los cristales, como la forma octaédrica del diamante. Sus descripciones de los métodos de minería, como la minería de oro en el norte de España, son muy precisas.
Antes del siglo XVI, solo se conocían y describían unos 350 minerales.
Jabir y Avicena: Contribuciones islámicas
Durante la Edad Media, las ideas sobre mineralogía también se extendieron por el mundo islámico. El científico persa Ibn Sina (980-1037), conocido como Avicena, no creía en la alquimia (la idea de transformar un metal en otro). Sin embargo, sus ideas se acercaban a la comprensión de los cambios químicos lentos en la corteza terrestre.
El científico islámico Jābir ibn Hayyān (721-815) fue pionero en usar el método experimental en la alquimia. Descubrió cómo producir ácido clorhídrico y ácido nítrico, y desarrolló técnicas como la destilación y la cristalización, que son fundamentales para la mineralogía moderna.
Georgius Agricola: El "padre de la mineralogía"
A principios del siglo XVI, los escritos del científico alemán Georg Bauer, conocido como Georgius Agricola (1494-1555), establecieron la mineralogía como un estudio moderno. Escribió su tratado Bermannus, sive de re metallica dialogus (1530) mientras trabajaba como médico en una zona minera.
En 1544, publicó De ortu et causis subterraneorum, considerada la base de la geología física moderna. En esta obra, criticó las antiguas teorías griegas. Su trabajo culminó en De re metallica (1556), una obra impresionante que describía la minería, la refinación de metales, la geología de los yacimientos y la construcción de minas. Agricola es conocido como el "padre de la mineralogía" por sus observaciones y teorías basadas en la experiencia.
Después de Agricola, la obra Gemmarum et Lapidum Historia de Anselmus de Boodt (1550–1632) se considera el primer trabajo definitivo sobre mineralogía moderna.
China y Lejano Oriente
En la antigua China, la lista más antigua de minerales se encuentra en el libro Ji Ni Zi del siglo IV a. C., que menciona veinticuatro minerales. Las ideas chinas sobre mineralogía se remontan a la antigua dinastía Han (202 a. C.-220 d. C.). Los chinos usaban términos taoístas para describir el clima, los minerales y la metalurgia. En el 122, formularon la teoría de la transformación de los minerales.
En el siglo V d. C., el príncipe Qian Ping Wang escribió en la enciclopedia Tai-ping Yu Lan sobre cómo algunos minerales se transformaban en otros a lo largo de miles de años.
En la China antigua y medieval, la mineralogía estaba muy ligada a la medicina. Por ejemplo, el ingeniero Su Song (1020-1101) escribió sobre mineralogía y farmacología en su Ben Cao Tu Jing de 1070, describiendo el uso de minerales en medicinas. También describió la forma de los cristales y los yacimientos de minerales.
El científico de la dinastía Yuan Zhang Si-xiao (fallecido en 1332) propuso una teoría innovadora sobre la formación de yacimientos de minerales por la circulación de aguas subterráneas, dos siglos antes que Agricola.
Otros escritores chinos, como el médico Li Shizhen (1518-1593) de la dinastía Ming, también escribieron sobre mineralogía. Sin embargo, la literatura china sobre mineralogía disminuyó en las dinastías Ming y Qing en comparación con épocas anteriores.
Las teorías de Shen Kuo
El científico chino Shen Kuo (1031-1095) de la dinastía Song escribió sobre su teoría de la formación de la Tierra en su obra Meng Xi Bi Tan (1088). Basándose en la observación de conchas fósiles marinas en las montañas Taihang, a cientos de kilómetros del océano Pacífico, Shen Kuo dedujo que la tierra se formaba por la erosión de las montañas y la acumulación de sedimentos. Describió la erosión del suelo, la sedimentación y el levantamiento de la tierra.
También observó bambúes petrificados en el norte de China, un lugar seco. Esto le hizo pensar que el clima de esa región había sido muy húmedo en tiempos antiguos, similar al sur de China. Las ideas de Shen Kuo sobre la deposición de sedimentos son anteriores a las de James Hutton, considerado el fundador de la geología moderna en Occidente.
América
En los siglos XIX y XX, uno de los textos de mineralogía más influyentes fue el Manual of Mineralogy de James Dwight Dana, profesor de Yale. Publicado por primera vez en 1848, se convirtió en un libro de texto estándar y ha sido actualizado y revisado continuamente.
Igualmente importante fue el System of Mineralogy de Dana, publicado en 1837, que también ha sido revisado y actualizado a lo largo del tiempo.