Historia de Taiwán hasta 1949 para niños
La isla de Taiwán fue habitada originalmente por pueblos que hablaban lenguas malayo-polinesias. A partir del siglo XVI, Taiwán se volvió importante en el escenario político mundial. Fue controlada por los neerlandeses, los españoles y el imperio de la dinastía Qing (de China).
En 1895, después de una guerra, la dinastía Qing entregó la isla a Japón. Taiwán regresó a control chino en 1945, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial. En 1949, Taiwán se convirtió en el hogar de los nacionalistas chinos del Kuomintang. Ellos se habían enfrentado al Partido Comunista de China en una guerra en el continente. Desde entonces, Taiwán ha mantenido el gobierno de la República de China.
Entre el siglo XVII y 1949, Taiwán tuvo dos breves periodos de independencia:
- De 1662 a 1683, como el Reino de Tungning.
- Durante 184 días en 1895, como la República de Formosa.
Este artículo te contará la historia de Taiwán hasta el año 1949. Para saber más sobre lo que pasó después, puedes buscar el artículo Historia de la República de China en Taiwán.
Contenido
Los primeros habitantes de Taiwán

La isla de Taiwán ha estado habitada por personas desde hace al menos 30.000 años. No sabemos mucho sobre los primeros grupos que vivieron allí. Sin embargo, hace unos 4.000 años, la población permanente hablaba lenguas del grupo malayo-polinesio.
Hoy en día, las lenguas malayo-polinesias se hablan en un área muy grande. Se extienden desde la Isla de Pascua en el Océano Pacífico hasta la isla de Madagascar en África. Taiwán es como el punto más al norte de esta gran región lingüística.
Algunos expertos creen que las culturas antiguas de Taiwán (del Paleolítico y Neolítico) son muy parecidas a las de la China continental. Sin embargo, es posible que estas ideas estén influenciadas por puntos de vista políticos.
Hasta el siglo XVI, los pueblos malayo-polinesios de Taiwán vivían en sociedades agrícolas sencillas. No tenían escritura, por lo que sabemos muy poco de esta parte de su historia. Fue a partir del siglo XVI, con la llegada de los europeos y los chinos, cuando la isla empezó a ser parte de la política internacional.
La llegada de los europeos
Los navegantes portugueses fueron los primeros europeos en ver la isla. Pasaban por allí en su ruta comercial entre Malaca (una colonia portuguesa) y Japón. Le dieron a la isla el nombre de Formosa, que significa "hermosa". En español, también se la conoció como Isla Hermosa.
Aunque los portugueses la vieron desde el mar a principios del siglo XVI, ningún europeo pisó la isla hasta julio de 1582. En esa fecha, un barco portugués que iba de Macao a Japón naufragó cerca de la costa. Varios jesuitas (sacerdotes) portugueses y españoles, que iban en el barco, se refugiaron en la isla. Uno de ellos, el portugués Francisco Pirez, escribió la primera descripción de la isla en un idioma europeo.
Control neerlandés
Aunque los japoneses intentaron conquistar la isla, fueron los neerlandeses quienes lograron establecer un gobierno sobre la población nativa.
En 1602, los neerlandeses crearon la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales en Batavia (hoy Yakarta, en la isla de Java). Esta compañía organizaba el comercio con Asia Oriental. Desde allí, los neerlandeses hicieron negocios con Japón y pudieron usar el puerto de Nagasaki en 1609.
La compañía también quería comerciar con China, que en ese momento estaba bajo la dinastía Ming y se había aislado del comercio internacional. Los neerlandeses incluso atacaron la colonia portuguesa de Macao en 1622, pero fueron derrotados. Después, se enfrentaron al Imperio Ming en las Islas Pescadores. Finalmente, llegaron a un acuerdo: los neerlandeses se establecerían en Taiwán, y China abriría sus mercados a la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
En Taiwán, los neerlandeses se impusieron a los aborígenes. Establecieron su base cerca de la actual ciudad de Tainan, en el sur de la isla.
La presencia española
El control neerlandés de Taiwán no era bueno para España. Esto se debía al creciente comercio entre los comerciantes chinos y la colonia española de Manila en las Filipinas. Este comercio aumentaba gracias a la plata que los españoles llevaban a Manila desde Acapulco, en lo que hoy es México.
La presencia neerlandesa en Taiwán era una amenaza para los intereses comerciales españoles. Por eso, España, por iniciativa del gobernador de Filipinas Luis Pérez Dasmariñas, ocupó el norte de la isla. Establecieron un fuerte llamado San Salvador en la ciudad de Santísima Trinidad (hoy Keelung) en 1626. En 1629, construyeron otro fuerte, Santo Domingo, en la localidad de Castillo (hoy Tamsui).
La presencia de españoles en el norte y neerlandeses en el sur llevó a una rivalidad. Esto terminó con un ataque neerlandés a los fuertes españoles en 1642. Los españoles tuvieron que dejar la isla, y los Países Bajos se convirtieron en la única potencia europea en Taiwán.
El control neerlandés de la isla, que solo abarcaba las zonas costeras, duró hasta 1662. En ese año, fueron expulsados por un líder chino llamado Zheng Chenggong, más conocido como Koxinga.
El Reino de Koxinga
La llegada de los neerlandeses a Taiwán hizo que aumentara el número de comerciantes chinos en la isla. En 1650, ya había 30.000 chinos, frente a solo 1.000 neerlandeses. El crecimiento de la población china, que era muy importante para el comercio, llevó a conflictos con los gobernantes neerlandeses. En 1652, un líder chino local, Guo Huaiyi, organizó una rebelión armada. Los neerlandeses la detuvieron con mucha fuerza, causando miles de muertes.
El descontento de los chinos fue aprovechado por Zheng Chenggong (Koxinga). Él era un líder militar leal a la dinastía Ming que luchaba contra las tropas manchúes de la nueva dinastía Qing. Koxinga había intentado detener la conquista manchú de China, pero fue derrotado. Tuvo que huir al sur, a la zona de Xiamen y Quemoy.
El 1 de abril de 1661, Koxinga ocupó las Islas Pescadores con su ejército de 25.000 hombres. Desde allí, el 30 de abril atacó a los neerlandeses en Taiwán. La lucha duró hasta el 1 de febrero de 1662, cuando los neerlandeses finalmente abandonaron la isla.
La victoria de Koxinga fue posible gracias al apoyo de los chinos que vivían en Taiwán, quienes querían liberarse del poder neerlandés. Koxinga quería usar Taiwán como base para reconquistar China y restaurar la dinastía Ming. Sin embargo, murió poco después de conquistar Taiwán. Fue sucedido por su hijo Zheng Jing, y luego por su nieto, Zheng Keshuang.
Así, la familia Zheng estableció una dinastía de gobernantes chinos en la isla. Ellos no reconocían a la dinastía Qing que gobernaba China. Aunque los Zheng decían ser leales a la derrocada dinastía Ming, Taiwán se convirtió en un reino independiente. Establecieron un sistema de gobierno civil y tuvieron relaciones diplomáticas con Japón y países europeos.
Durante el tiempo en que Taiwán fue controlada por los Zheng, continuaron las políticas de comercio que habían iniciado los neerlandeses. Además del comercio, el nuevo estado impulsó el desarrollo de la agricultura. Esta combinación de comercio y agricultura llevó a una gran prosperidad económica en la isla. La población china creció hasta llegar a 120.000 personas.
Sin embargo, esta prosperidad se vio afectada por el deseo de Zheng Jing de apoyar rebeliones contra los Qing en China. Siguiendo el deseo de su padre Koxinga de derrotar a los invasores, Zheng Jing decidió intervenir en una guerra civil en China en 1674. Envió a sus tropas a luchar junto a tres señores feudales que se habían levantado en armas contra la dinastía Qing. La guerra en el continente agotó los recursos económicos y militares del estado. En 1680, la derrota de los rebeldes obligó a las tropas de Zheng Jing a regresar a Taiwán.
Aunque al principio los Qing no querían controlar Taiwán, la presencia de un estado hostil en la isla los llevó a considerar su conquista. Tras la muerte de Zheng Jing en 1681, hubo una lucha por el poder entre sus dos hijos. Zheng Keshuang finalmente tomó el control, pero el estado ya estaba muy débil.
En 1683, el almirante Shi Lang, quien había dejado el ejército de los Zheng para unirse al ejército Qing, conquistó las Islas Pescadores después de una dura batalla. Sin poder resistir la invasión, Zheng Keshuang se rindió, y el Imperio Qing finalmente ocupó la isla. Por primera vez en su historia, Taiwán se convirtió en parte del Imperio chino.
Taiwán bajo el Imperio Qing
Después de la derrota del estado de Koxinga en Taiwán, muchos consejeros del emperador Kangxi en la corte Qing querían abandonar Taiwán. La isla tenía fama de ser un refugio de piratas y fugitivos. Muchos pensaban que sería difícil gobernarla y que sería una carga económica para el imperio.
Sin embargo, el propio Shi Lang, que conocía muy bien Taiwán, convenció al Emperador Kangxi de que el Imperio Qing debía quedarse con la isla. Shi Lang argumentó que Taiwán era una defensa natural para las provincias del sur de China. Además, si la abandonaban, corría el riesgo de caer de nuevo en manos europeas, lo que podría ser perjudicial para China. Gracias a la influencia de Shi Lang, la corte Qing convirtió a Taiwán en una prefectura de la provincia de Fujian, de la que formaría parte durante los siguientes doscientos años.
Aunque Taiwán pasó a ser parte de China, la corte imperial temía que pudiera volver a ser un foco de rebeliones. Por eso, impuso restricciones a la emigración a la isla. Al principio, incluso obligaron a miles de inmigrantes chinos a regresar al continente. A los que se quedaron, les prohibieron ir a las zonas montañosas donde vivían los aborígenes. Esto era un intento de mantener la población china pequeña y bajo control.
Oficialmente, este aislamiento de la isla duró todo el siglo XVIII, con restricciones a la inmigración e incluso la prohibición de matrimonios entre chinos y aborígenes. Sin embargo, la población china siguió creciendo y mezclándose con los aborígenes, que con el tiempo se convirtieron en minoría. Este crecimiento se debió en gran parte a la emigración ilegal, pero también a que las restricciones migratorias se fueron suavizando.
El aumento de población y de tierras cultivadas durante este periodo llevó a varias reformas administrativas. Se aumentó el número de distritos en que se dividía la isla. Hasta 1875, toda la isla era una sola prefectura. Ese año, se dividió en dos prefecturas, con un total de doce distritos.
Los conflictos comerciales y militares con las potencias europeas en las guerras del opio llevaron a la apertura de varios puertos taiwaneses al comercio internacional. Además, Japón mostró interés en controlar la isla. La posibilidad de perder el control de Taiwán alarmó a las autoridades Qing. Por eso, decidieron reforzar el control chino sobre la isla, dándole el rango de provincia en octubre de 1885. Esto ocurrió en medio de un conflicto entre China y Francia.
En los últimos años de dominio chino, se intentó modernizar la sociedad de la isla con muchas obras públicas, como la construcción del ferrocarril. En 1894, la capital se trasladó de Tainan a Taipéi, moviendo el centro administrativo al norte. Sin embargo, la derrota de China en la primera guerra sino-japonesa resultó en la entrega de Taiwán a Japón en 1895. La pérdida de Taiwán fue una gran crítica para la debilitada dinastía Qing.
La época japonesa
El Tratado de Shimonoseki, firmado el 17 de abril de 1895, puso fin a la primera guerra sino-japonesa. Las negociaciones del tratado fueron muy secretas. Muchos taiwaneses se sintieron traicionados al saber que las autoridades chinas habían aceptado entregar Taiwán y las Islas Pescadores.
Los habitantes de la isla rechazaron este abandono. El 23 de mayo de 1895, proclamaron formalmente la República de Formosa. Esta República defendía la identidad china de la isla y se negaba a aceptar el control japonés. Así nació la primera república independiente de Asia. Sin embargo, no fue reconocida por otros países y las tropas japonesas estaban a punto de llegar, por lo que sus días estaban contados.
El 29 de mayo de ese mismo año, las tropas japonesas comenzaron a ocupar la isla. La falta de disciplina y los problemas del ejército de la recién proclamada República facilitaron la ocupación japonesa. El presidente de la República de Formosa, Tang Jingsun, huyó a Xiamen, en la costa de Fujian. El gobernador japonés Kabayama asumió formalmente su cargo en una ceremonia en Taipéi el 17 de junio de 1895.
El ejército japonés finalmente controló todo el territorio de Taiwán el 19 de octubre. Ese día, el general Liu Yongfu abandonó la ciudad de Tainan, en el sur, el último lugar de resistencia de la República de Formosa. Liu huyó a Xiamen, y los japoneses obtuvieron el control completo de la isla, que se convirtió en parte de Japón.
Los japoneses tuvieron muchas dificultades para controlar Taiwán. Por un lado, varios grupos armados (a quienes las autoridades japonesas llamaban "bandidos") realizaron ataques de guerrilla contra ellos. Además, tenían serios problemas para comunicarse con la población local. Aunque Japón envió intérpretes de chino mandarín, la mayoría de los chinos de Taiwán hablaban otros dialectos y no entendían ni el mandarín ni el japonés.
A pesar de estas dificultades, la buena organización de los administradores japoneses logró poner en marcha un gran plan de modernización y reformas. Primero, hicieron el primer censo detallado de la población de la isla. Los resultados mostraron que Taiwán tenía más de tres millones de habitantes, de los cuales más de dos millones y medio eran de origen chino. También comenzaron la construcción del ferrocarril entre Keelung y Kaohsiung, y fundaron un banco central para emitir moneda.
Hasta 1919, Taiwán era una gobernación especial de Japón, con un sistema legal diferente al japonés. En esta primera etapa, Japón reconoció las particularidades culturales de Taiwán, considerándola un territorio distinto del archipiélago japonés. Hasta ese año, el puesto de gobernador general lo ocupaba un militar.
A partir de 1919, comenzó la época de asimilación. La isla se pacificó, lo que permitió que el puesto de gobernador general fuera ocupado por civiles. En esta época, se avanzó en la igualdad legal entre taiwaneses y japoneses, y se levantó la prohibición de matrimonios entre ambos grupos. En la economía, el desarrollo de la agricultura hizo que a Taiwán se la llamara "el granero de Japón".
En 1937, el inicio de una guerra entre China y Japón, que luego se convirtió en parte de la Segunda Guerra Mundial, hizo que el puesto de gobernador general volviera a ser ocupado por un militar, el almirante Seizo Kobayashi. Él inició la política de "japonización". Durante este periodo, se obligó a usar el idioma japonés, a los taiwaneses a adoptar nombres japoneses, y se impuso el sintoísmo como religión. El intento de inculcar un sentimiento nacional japonés en la población local era necesario para la ambiciosa guerra de expansión de Japón en Asia, para la cual Japón necesitaba reclutar muchos soldados en todo su territorio, incluyendo Taiwán.
Después de la rendición japonesa el 15 de agosto de 1945, la mayoría de los taiwaneses no sabían qué pasaría con la isla. Las potencias aliadas que ganaron la Segunda Guerra Mundial ya habían decidido que Taiwán sería devuelta a China. Esto se había acordado en las declaraciones de El Cairo (noviembre de 1943) y de Potsdam (julio de 1945). Sin embargo, esto fue legalmente discutible, ya que Japón no renunció a su control sobre Taiwán hasta el 28 de abril de 1952, con la entrada en vigor del Tratado de Paz de San Francisco. Además, este tratado no mencionaba qué nación ejercería el control en la isla, lo que complicó aún más la situación política de Taiwán.
La salida de los japoneses de la isla tardaría un tiempo. En ese momento, había casi medio millón de japoneses en la isla, incluyendo militares, quienes la abandonarían en los meses siguientes. El 31 de mayo de 1946, después de que la población japonesa se fuera, el nuevo gobierno de Japón cerró la Oficina del Gobernador de Taiwán. El último gobernador japonés, Likichi Ando, ya había sido detenido el 13 de abril de ese mismo año y fue enviado a Shanghái, donde falleció antes de ser juzgado.
Taiwán y la República de China
El líder militar de la República de China, Chiang Kai-shek, declaró rápidamente a Taiwán como provincia de China. Nombró a Chen Yi como gobernador de la provincia. Chen Yi asumió su cargo provisionalmente en Chongqing, la capital de guerra, donde aún estaban las instituciones de la República de China. Poco a poco, estas se trasladarían a la capital, Nankín.
El primer grupo de funcionarios del gobierno chino llegó a Taiwán en un barco militar estadounidense el 5 de octubre de 1945. El 17 de octubre, llegaron unos 12.000 soldados chinos del ejército del gobierno nacionalista del Kuomintang. Desembarcaron en la ciudad norteña de Keelung y se dirigieron a Taipéi. Las tropas chinas llegaron en barcos estadounidenses y contaron con el apoyo del gobierno de Estados Unidos para ocupar la isla.
El 24 de octubre, el gobernador Chen Yi llegó a Taipéi. El 25 de octubre, se celebró una ceremonia formal en la que la República de China proclamó su control sobre la isla. Todos los habitantes de la isla pasaron automáticamente a ser considerados ciudadanos de la República de China.
El gobierno chino tomó los bienes japoneses en la isla, que pasaron a ser propiedad del estado chino. Una consecuencia de esto fue el deterioro de la administración de muchas empresas que habían estado bajo control japonés. La falta de experiencia y la deshonestidad de muchos de los nuevos administradores chinos causaron un gran descontento social en la isla. Esto se agravó por la hiperinflación (un aumento muy rápido de los precios) de la nueva moneda, el yuan chino.
Las crecientes protestas contra las autoridades chinas en la isla, lideradas por Chen Yi, llegaron a un momento trágico en el llamado Incidente del 28 de febrero. En esa fecha, hubo muchas protestas contra las autoridades, así como ataques a chinos del continente. Esto provocó una fuerte reacción de las autoridades. Durante los dos meses siguientes, el ejército persiguió de manera brutal a los que iniciaron las protestas, causando varios miles de muertes (algunas estimaciones hablan de entre 3.000 y 4.000 muertos). La presión internacional, especialmente de Estados Unidos, llevó a Chiang Kai-shek a ordenar la destitución de Chen Yi.
A estos problemas sociales se sumaron las dificultades económicas, como la ya mencionada hiperinflación. Estas se agravaron por la reanudación en el continente de la guerra entre el gobierno del Kuomintang y el Partido Comunista de China, dirigido por Mao Zedong. Curiosamente, la forma en que Taiwán fue entregada al gobierno del Kuomintang con el apoyo de Estados Unidos permitió a este partido organizarse en la isla, donde el Partido Comunista no tenía presencia. Esto hizo posible que las tropas del Kuomintang se retiraran a Taiwán después de que los comunistas ganaran en el continente. Allí, Mao Zedong proclamó la República Popular China el 1 de octubre de 1949.
En diciembre de ese año, Chiang Kai-shek abandonó Chengdu, la última capital provisional en el continente del gobierno del Kuomintang. A partir de entonces, Taipéi se convirtió en la nueva capital provisional de la República de China. La guerra en China continental terminó así con la división de China en dos gobiernos diferentes. Desde 1949, Taiwán ha continuado bajo la administración de la República de China y con la constitución aprobada en Nankín en 1947. Esto ha creado una situación política y diplomática compleja que dura hasta hoy.
Para la historia de este periodo más reciente, puedes ver el artículo Historia de la República de China en Taiwán.
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