Hegemonía para niños
La hegemonía es cuando una entidad, como un país o una ciudad, tiene un gran dominio o liderazgo sobre otras. Esto puede ocurrir por su gran poder económico, militar o político. La entidad que domina se llama el hegemón. A veces, este dominio se ejerce incluso si las otras poblaciones no lo desean.
En la antigua Grecia, desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo VI d.C., la hegemonía significaba que una ciudad-estado tenía el control político y militar sobre otras ciudades-estado. El estado más fuerte era el hegemón.
Cuando hablamos de "hegemonía mundial", nos referimos al dominio de un solo país o un grupo de países sobre el resto del mundo.
El término hegemonismo se usa para describir el predominio de un país sobre otros en aspectos geopolíticos y culturales. Un ejemplo de esto fue el dominio de las grandes potencias europeas durante el colonialismo europeo en África, Asia y América Latina.
Contenido
¿De dónde viene la palabra hegemonía?

La palabra hegemonía viene del griego antiguo hēgemonía, que significa 'dirección', 'primer puesto' o 'mando'. Proviene del verbo hēgemoneúein, que significa 'guiar', 'preceder' o 'conducir'.
En la antigua Grecia, hēgemonía se refería a la dirección suprema del ejército. El hēgemṓn era el líder o comandante del ejército. Durante la guerra del Peloponeso, se decía que Atenas y Esparta eran ciudades hegemónicas porque dirigían las alianzas de las facciones en conflicto.
Ejemplos históricos de hegemonía
Hegemonía en la Antigüedad (siglos VIII a.C. - I a.C.)
En la antigüedad clásica europea, la ciudad-estado de Esparta fue el hegemón de la Liga del Peloponeso (siglos VI al IV a.C.). Más tarde, el rey Filipo II de Macedonia fue el hegemón de la Liga de Corinto en el 337 a.C. Su hijo, Alejandro Magno, heredó este liderazgo.
Atenas también tuvo un papel de hegemón en la Liga de Delos (478–404 a.C.), aunque fue por un tiempo más corto. Antes de su caída, el gran imperio aqueménida persa (550 a.C.-330 a.C.) dominó estas hegemonías más pequeñas.
Historiadores antiguos como Heródoto, Jenofonte y Éforo de Cime usaron el término hēgemonía de una manera similar a como lo entendemos hoy.
En la antigua Asia oriental, China tuvo una hegemonía durante el período de las Primaveras y Otoños (c. 770–480 a.C.). En ese tiempo, el poder de la dinastía Zhou Oriental se debilitó, y surgieron los Cinco Hegemones (Ba en chino). Estos líderes eran elegidos en reuniones de señores feudales y debían proteger el poder de la dinastía Zhou sobre los estados más pequeños.
Hegemonía en la Edad Media (siglos I - XIV d.C.)
Europa en los siglos I y II d.C. vivió un período de paz llamado la Pax Romana, que fue una hegemonía del Imperio romano. Fue establecida por el emperador Augusto, aunque estuvo acompañada de importantes campañas militares.
Desde el siglo VII hasta el siglo XII, el califato omeya y luego el califato abasí dominaron grandes territorios. Otros estados, como el Imperio bizantino, les pagaban tributo.
En la India del siglo VII, Harsha, un gobernante de un gran imperio en el norte, logró la hegemonía sobre la mayor parte del norte del país. Él prefería dejar a los reyes conquistados en sus tronos, pidiéndoles solo tributos y respeto.
Desde finales del siglo IX hasta principios del siglo XI, el imperio de Carlomagno logró la hegemonía en Europa, dominando Francia, Italia y Borgoña.
Durante el siglo XIV, la Corona de Aragón se convirtió en la potencia dominante en el Mar Mediterráneo.
Hegemonía en la Edad Moderna y Contemporánea (siglos XV - XIX)
Desde el siglo XV, varios países han intentado establecer su dominio en el mundo. Algunos de ellos fueron:
- Portugal (1494-1580): Su poder se basó en su dominio de la navegación.
- España (1516-1659): Dominó los campos de batalla europeos y exploró y colonizó el Nuevo Mundo.
- Países Bajos (1580-1688): Controlaron el crédito y el dinero a nivel mundial.
- Francia (1643-1763): Bajo Luis XIV, buscó el dominio.
- Inglaterra (1688-1792): Se basó en sus textiles y su poder naval.
- Francia napoleónica (1789-1815): Napoleón I intentó dominar gran parte de Europa.
- Gran Bretaña (1815-1914): Después de Napoleón, el Imperio británico se convirtió en el más grande de la historia, con la reina Victoria I gobernando una cuarta parte de la tierra y la población mundial. Su poder se basó en su industria y sus ferrocarriles.
Felipe IV de España intentó restaurar el dominio de los Habsburgo, pero a mediados del siglo XVII, las aspiraciones de España en Europa fracasaron.
A finales de los siglos XVI y XVII, el dominio comercial de la República Holandesa fue un ejemplo temprano de hegemonía comercial. Esto fue posible gracias al uso de la energía eólica para producir y entregar bienes de manera eficiente, lo que llevó al desarrollo del mercado de valores de Ámsterdam y al control del comercio mundial.
En Francia, el rey Luis XIV y el emperador Napoleón I intentaron lograr una verdadera hegemonía francesa dominando económicamente, culturalmente y militarmente la mayor parte de Europa continental. Sin embargo, Gran Bretaña impidió que Francia disfrutara plenamente de esta hegemonía.

Después de la derrota de Napoleón, la hegemonía pasó en gran parte al Imperio británico. Este se convirtió en el imperio más grande de la historia. La reina Victoria I (1837-1901) gobernó una cuarta parte de la tierra y la población del mundo en su momento de mayor poder. Al igual que los holandeses, el Imperio británico fue principalmente marítimo, con muchas posesiones alrededor del océano Índico y numerosas islas en el océano Pacífico y el mar Caribe. Gran Bretaña también controlaba el subcontinente indio y gran parte de África.
En Europa, Alemania pudo haber sido la potencia más fuerte después de 1871. Sin embargo, el líder alemán Bismarck buscó que Alemania fuera la potencia más fuerte sin buscar una hegemonía total en Europa.
Hegemonía en el siglo XX
A principios del siglo XX, había varias grandes potencias, pero ninguna dominaba el mundo entero. La Primera Guerra Mundial fortaleció a Estados Unidos y, en menor medida, a Japón. Ambos países buscaron expandir su influencia en sus regiones: Estados Unidos en América Latina y Japón en Asia Oriental. Otros países como Francia, el Reino Unido, Italia, la Unión Soviética y la Alemania nazi también buscaron expandir sus territorios, pero ninguno alcanzó el dominio global.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se creó la Organización de Naciones Unidas (ONU). Los cinco países más poderosos (China, Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Soviética) obtuvieron asientos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano más importante de la organización.
Después de la guerra, Estados Unidos y la URSS se convirtieron en las dos potencias globales más fuertes. Esto creó una situación de poder "bipolar" en los asuntos internacionales, conocida como la Guerra Fría. Fue un conflicto de ideas entre el comunismo y el capitalismo, y también un conflicto geopolítico entre los países del Pacto de Varsovia (liderado por la URSS) y los países de la OTAN (liderado por Estados Unidos).
Durante la Guerra Fría, ambas potencias compitieron directamente (en la carrera armamentista) e indirectamente (a través de conflictos en otros países). Muchos países, incluso los más lejanos, se vieron envueltos en este conflicto si se pensaba que sus gobiernos podían afectar el equilibrio de poder. Esto se llamó un período de "hegemonía dual". Los conflictos en otros países se convirtieron en campos de batalla entre fuerzas apoyadas por estas potencias, como la guerra de Corea, la guerra de Vietnam y la guerra de Afganistán.
Después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, Estados Unidos quedó como la única potencia dominante en el mundo.
Hegemonía en el siglo XXI
Desde el final de la Guerra Fría, se ha debatido si Estados Unidos sigue siendo un hegemón. Algunos expertos, como John Mearsheimer y Joseph Nye, creen que Estados Unidos no es un hegemón global completo porque no tiene suficientes recursos financieros o militares para imponer un dominio formal en todo el mundo. Sin embargo, Mearsheimer lo describe como un hegemón regional. Otros, como Anna Cornelia Beyer, argumentan que el liderazgo de Estados Unidos es clave para la gobernanza mundial. Dentro de la OTAN, Estados Unidos sigue siendo una fuerza dominante.
El político francés Hubert Védrine describió a Estados Unidos en 1999 como una "hiperpotencia" hegemónica, debido a sus acciones militares en todo el mundo.
El estratega del Pentágono, Edward Luttwak, comparó la situación actual con el Imperio romano. Él sugiere que Estados Unidos debería mantener su estrategia de liderazgo actual y evitar convertirse en un imperio, para no sufrir el mismo destino que Roma.
En 2006, el autor Zhu Zhiqun afirmó que China está en camino de convertirse en la próxima potencia dominante mundial. Se ha discutido cómo podría ser una transferencia pacífica de poder entre Estados Unidos y China. Algunos estudios recientes sugieren que China podría desarrollar una "hegemonía de tercera vía", diferente a las anteriores.
Hegemonía en la ciencia política


En el siglo XIX, el significado de hegemonía se amplió para describir el predominio de un país sobre otros. El "hegemonismo" se refería a la política de las grandes potencias para establecer un gobierno indirecto sobre otros territorios, lo que luego llevó al imperialismo (dominio extranjero directo).
A principios del siglo XX, el filósofo italiano Antonio Gramsci desarrolló la idea de la dominación cultural. Él analizó cómo la clase dominante de una sociedad puede influir en los valores y costumbres para que su forma de ver el mundo sea aceptada por todos. Esto hace que el orden social, político y económico parezca natural y beneficioso para todos, aunque solo beneficie a la clase dominante.
En la ciencia política, la hegemonía también se entiende como "liderazgo". Por ejemplo, Prusia fue la provincia militar y culturalmente dominante del Imperio alemán (1871-1918). Otro ejemplo es el liderazgo de Napoleón Bonaparte en el Consulado francés (1799–1804).
Algunos académicos, como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, definieron la hegemonía como una relación de poder en la que una sociedad subordinada realiza tareas que no son naturalmente beneficiosas para ella, sino para los intereses del país dominante. La hegemonía es una relación militar, política y económica que se expresa en el discurso político.
Según John Mearsheimer, una hegemonía global es difícil de lograr debido a los desafíos de proyectar poder a través de grandes océanos.
Hegemonía en las relaciones internacionales
En el campo de las relaciones internacionales, la hegemonía se refiere a la capacidad de un país para influir en el sistema internacional. Ejemplos de esto son el Imperio británico en el siglo XIX y Estados Unidos en los siglos XX y XXI. Un hegemón puede moldear el sistema internacional usando medios tanto de fuerza como de persuasión.
La hegemonía puede tomar diferentes formas:
- Los hegemones benevolentes: Proporcionan beneficios a los países bajo su influencia.
- Los hegemones coercitivos: Usan su poder económico o militar para controlar a los países que no obedecen.
- Las hegemonías explotadoras: Obtienen recursos de otros países.
Una teoría importante en las relaciones internacionales es la teoría de la estabilidad hegemónica. Esta teoría sugiere que se necesita una potencia hegemónica para mantener un orden político y económico internacional estable. Fue desarrollada en la década de 1970 por Robert Gilpin y Stephen D. Krasner.
Ha habido un largo debate sobre si la hegemonía de Estados Unidos está disminuyendo. Algunos expertos, como Robert Gilpin, sugirieron en la década de 1970 que el orden mundial mantenido por Estados Unidos eventualmente se debilitaría. En la década de 1980, algunos veían a Japón como una amenaza al liderazgo estadounidense debido a su crecimiento económico. Más recientemente, los analistas se han centrado en el ascenso económico y militar de China como un posible desafío a la hegemonía de Estados Unidos.
Los expertos también discuten si un mundo con dos grandes potencias (bipolaridad) o una sola (unipolaridad) es más estable y pacífico. Algunos, como Kenneth Waltz y John Mearsheimer, creen que la bipolaridad es más estable, mientras que otros, como John Ikenberry y William Wohlforth, defienden la estabilidad de la unipolaridad.
Hegemonía en la sociología
Los expertos han argumentado que el dominio de un imperio se establece a través del imperialismo cultural. Esto ocurre cuando el país líder (hegemón) impone su política interna y su forma de vida a los estados subordinados. Esto puede ser a través de un gobierno local apoyado por el hegemón o un gobierno extranjero instalado.
La imposición de la forma de vida del hegemón, como un idioma común y sistemas de gobierno, educación y economía, transforma el dominio militar directo en un poder indirecto. Algunos críticos dicen que esta visión es "profundamente condescendiente" porque trata a las personas como si fueran "pizarras en blanco" donde el capitalismo global escribe su mensaje.
Culturalmente, la hegemonía también se establece a través del idioma, especialmente cuando el hegemón impone su lengua como la oficial. Esta lengua se convierte en la fuente principal de información para las personas del estado subordinado. Por ejemplo, los países occidentales establecieron sistemas educativos en países africanos usando idiomas occidentales.
Ejemplos de imperialismo cultural incluyen los antiguos imperios español y británico, los Reichs de la Alemania unificada (1871-1945) y, a finales del siglo XX, los Estados Unidos.
Galería de imágenes
-
La antigua Grecia bajo la hegemonía de Tebas, 371-362 a.C.
Véase también
En inglés: Hegemony Facts for Kids