Guerra relámpago para niños
La guerra relámpago, conocida por su nombre alemán Blitzkrieg, es una táctica militar que busca una victoria rápida y contundente. Su objetivo es evitar una guerra larga y agotadora, que implicaría muchas pérdidas de vidas y recursos. Esta táctica de ataque comienza con un bombardeo, seguido de un avance veloz y sorpresivo de fuerzas móviles para impedir que el enemigo se organice.
Los principios de esta táctica se desarrollaron en el siglo XX por varias naciones. Sin embargo, se hizo famosa por cómo el ejército alemán, la Wehrmacht, la adaptó usando armas y vehículos modernos durante la Segunda Guerra Mundial. Fue una forma eficaz de evitar las guerras de trincheras y los frentes fijos. Desde la segunda mitad del siglo XX, el bombardeo inicial se realiza con aviones o artillería, seguido de un avance rápido de unidades terrestres, como se vio en la guerra de los Seis Días. La sorpresa es clave para el éxito de una blitzkrieg, ya que implica tomar la iniciativa en el ataque.
Contenido
¿Qué significa "Blitzkrieg"?
Blitzkrieg es una palabra alemana que se traduce como "guerra relámpago". Se refiere a lo rápido que termina una campaña militar. Aunque no era muy común en publicaciones militares alemanas antes de la Segunda Guerra Mundial, se usó en 1938 para describir un "ataque estratégico" con tanques, fuerzas aéreas y tropas aerotransportadas.
El término se hizo popular en el mundo de habla inglesa gracias a un periodista de la revista estadounidense Time. Él lo usó para describir la invasión de Polonia en 1939. El periodista escribió que las columnas rápidas de tanques y camiones blindados avanzaban rápidamente, cortando comunicaciones y sembrando el terror. Actuaban muy por delante de la infantería, desorganizando las defensas enemigas antes de que pudieran reaccionar.
Los expertos militares definen la Blitzkrieg como el uso de maniobras y la combinación de diferentes fuerzas militares. La idea estratégica es derrotar al enemigo rápidamente con una campaña corta, usando un ejército pequeño pero profesional. Esto se logra con movilidad y sorpresa, haciendo que los planes del enemigo sean inútiles. Para ello, se combinan formaciones de tanques, infantería motorizada, ingenieros, artillería y cazabombarderos.
Más allá de las guerras, la palabra "blitz" se usa para operaciones militares que destacan la sorpresa, la velocidad y la concentración. Por ejemplo, los bombardeos a Londres durante la Segunda Guerra Mundial se conocieron como "Blitz".
¿Cómo se desarrolló la guerra relámpago?
Primeros pasos de la táctica
Los primeros ejemplos prácticos de esta táctica, combinada con tecnología moderna, fueron usados por el ejército alemán al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Aunque las operaciones en Polonia fueron más tradicionales, las invasiones de Francia, los Países Bajos y las primeras operaciones en la Unión Soviética fueron muy efectivas. Esto se debió a la sorpresa, la falta de preparación del enemigo y su incapacidad para reaccionar rápido. La victoria alemana en Francia, contra un enemigo más grande, hizo que muchos pensaran que se había inventado una nueva forma de hacer la guerra.
La blitzkrieg implica usar maniobras en lugar de una guerra de desgaste para vencer al oponente. Se concentra la fuerza de unidades móviles en un punto clave. Los tanques son apoyados por infantería móvil, artillería y apoyo aéreo. Estas tácticas necesitaron el desarrollo de vehículos especiales, nuevos métodos de comunicación y una forma de mando más descentralizada.
En general, la blitzkrieg requería infantería mecanizada, artillería autopropulsada y unidades de ingenieros que pudieran mantener el equipo y la movilidad de los tanques. Las fuerzas alemanas evitaban el combate directo para interrumpir las comunicaciones, la toma de decisiones y la logística del enemigo. En combate, la blitzkrieg dejaba a las fuerzas defensoras, que eran más lentas, con pocas opciones más que dividirse en grupos aislados, que luego eran rodeados y destruidos por la infantería alemana.
El periodo entre guerras mundiales
La guerra polaco-soviética
Una de las primeras veces que se aplicó esta estrategia fue durante la guerra polaco-soviética (1919-1920). Las fuerzas polacas eran menos numerosas que las soviéticas. Para mover sus tropas rápidamente, Polonia usó esta estrategia, lo que les ayudó a ganar la guerra y mantener su independencia por casi dos décadas.
El ejército alemán después de la Primera Guerra Mundial
El desarrollo de la blitzkrieg comenzó después de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. El ejército alemán, la Reichswehr, formó comités de oficiales veteranos para analizar lo aprendido en la guerra. Sus informes influyeron en las doctrinas y entrenamientos que se usarían en la Segunda Guerra Mundial. La Reichswehr se basó en las tácticas de infiltración y la guerra de movimiento que se vieron en el frente oriental.
Líderes militares alemanes como Carl von Clausewitz y Helmuth von Moltke defendían la maniobra y el envolvimiento. Sus ideas se aplicaron en la Guerra franco-prusiana. Durante la Primera Guerra Mundial, estas ideas fueron modificadas. Hans von Seeckt, jefe del Estado Mayor, se centró en la velocidad para lograr la sorpresa y la flexibilidad. Él defendió atacar el centro del enemigo cuando fuera más efectivo que rodearlo.
Bajo von Seeckt, esta actualización de la doctrina se llamó Bewegungskrieg (guerra de movimiento). Su sistema de tácticas, llamado Auftragstaktik (táctica según la misión), llevó al efecto conocido como blitzkrieg. Von Seeckt también buscó crear un ejército pequeño y profesional de voluntarios, apoyado por una milicia defensiva. Creía que una fuerza pequeña era más ofensiva, rápida de preparar y más barata de equipar. Esto también se ajustaba a las limitaciones del Tratado de Versalles, que limitaba el ejército alemán a 100.000 soldados.
La Bewegungskrieg necesitaba una nueva forma de mando que permitiera tomar decisiones militares cerca de las unidades en el campo de batalla. Esto hacía que las unidades reaccionaran más rápido, una ventaja clave para el éxito de la blitzkrieg.
Influencias de otros países
Durante este tiempo, otros países también desarrollaron sus propias teorías sobre las fuerzas mecanizadas. Las doctrinas británicas, francesas y estadounidenses veían a los tanques principalmente como apoyo para la infantería, sin mucho énfasis en combinar fuerzas. Esto llevó a que sus tanques fueran lentos y pesados. Los tanques alemanes, en cambio, tenían menos blindaje y potencia de fuego, pero eran mucho más rápidos y maniobrables al inicio de la guerra.
Aunque el ejército alemán estudió ideas de otros países, las doctrinas extranjeras tuvieron poca influencia directa. Sin embargo, cuatro figuras importantes fueron el francés Charles de Gaulle, el soviético Mijaíl Tujachevski y los británicos J.F.C. Fuller y Basil Liddell Hart.
De Gaulle, un coronel francés, defendía la concentración de tanques y aviones. Aunque su alto mando no lo valoró, algunos creen que influyó en Heinz Guderian. En 1934, De Gaulle escribió un libro donde defendía el uso combinado de tanques, infantería y aviación. Aunque el ejército francés rechazó sus ideas, algunos extractos de su texto fueron citados en manuales militares alemanes.
Fuller y Liddell Hart también se asocian con el desarrollo de la blitzkrieg por el propio Guderian. Sus estudios sobre una Fuerza Mecanizada Experimental británica tuvieron gran difusión en Alemania, y Guderian los tradujo. Sin embargo, los Aliados (especialmente Gran Bretaña) descartaron estos estudios y se quedaron con la idea del tanque como apoyo de infantería.
No hay duda de que Guderian y otros generales alemanes fueron los primeros en diseñar y aplicar esta doctrina con éxito en la Segunda Guerra Mundial. El ejército alemán mostró gran maestría e innovación, superando su inferioridad numérica y material. Esto se debió en gran parte al trabajo de Guderian, quien impulsó el desarrollo de los tanques y mejoró su uso mediante juegos de guerra en los años 30.
Además, el ejército alemán y el Ejército Rojo soviético colaboraron en ejercicios militares y pruebas en secreto en la Unión Soviética a principios de 1926. Esto les permitió probar aviones y vehículos blindados y establecer escuelas. Los alemanes buscaban evitar las restricciones del Tratado de Versalles. Irónicamente, la Gran Purga de Iósif Stalin en 1935 llevó al arresto y ejecución de muchos líderes militares soviéticos que defendían la "guerra en profundidad", lo que frenó su desarrollo en la URSS.
Guderian y el ejército alemán
Después de las reformas militares en Alemania en los años 20, Heinz Guderian se convirtió en un gran defensor de las fuerzas mecanizadas. Él y sus colegas realizaron trabajos teóricos y ejercicios de campo. Aunque muchos oficiales dudaban de la utilidad de los tanques, Guderian defendía que eran el arma decisiva. Él escribió que "si los tanques tienen éxito, entonces se consigue la victoria".
Guderian también señaló que, a diferencia de la Primera Guerra Mundial, las fuerzas de reserva ahora estaban motorizadas, lo que facilitaba la creación de nuevas líneas defensivas. Por eso, creía que los tanques podían lograr un movimiento más rápido y mantenerlo una vez que se abriera una brecha en el frente. Además, Guderian pidió que se usara la radio de forma generalizada para mejorar la coordinación y el mando.
Los Panzertruppen y la Luftwaffe
La blitzkrieg no habría sido posible sin la modificación del ejército alemán. El Tratado de Versalles limitaba su ejército a 100.000 hombres, disolvía su fuerza aérea y prohibía el desarrollo de tanques. Sin embargo, cuando Adolf Hitler llegó al poder, ignoró estas restricciones.
Se creó un mando de tropas blindadas dentro del ejército alemán, las Panzertruppen. La Luftwaffe, o Fuerza Aérea, fue restablecida y comenzó a desarrollar cazabombarderos y sus propias doctrinas. Hitler apoyó firmemente esta nueva estrategia. Leyó el libro de Guderian Achtung! Panzer! y observó los ejercicios de campo de los blindados, diciendo: "Esto es lo que quiero: y esto es lo que tendré".
La guerra civil española
Voluntarios alemanes usaron tanques por primera vez en campos de batalla reales durante la guerra civil española de 1936. El Batallón 88, con tanques Panzer I, sirvió como entrenamiento para el ejército nacional. La Luftwaffe envió escuadrones de cazas, bombarderos en picado y transportes bajo el nombre de la Legión Cóndor.
Guderian consideró que el uso de tanques fue "demasiado pequeño para hacer valoraciones exactas". La verdadera prueba para su "idea blindada" llegaría en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la Fuerza Aérea alemana sí probó tácticas y aviones en combate, incluyendo el primer uso del Stuka.
¿Cómo funciona la táctica de la guerra relámpago?
El Schwerpunkt o punto clave
La blitzkrieg siempre buscaba acciones decisivas. Para esto, se desarrolló la teoría del Schwerpunkt, o punto clave, que era el lugar donde se concentraba el máximo esfuerzo. Las fuerzas de tanques (panzer) y la Luftwaffe se usaban principalmente en este punto. Al tener éxito en el Schwerpunkt, una fuerza pequeña lograba romper la línea enemiga y obtener ventajas al luchar en la retaguardia del enemigo. Guderian lo resumió como "¡Sin hacer cosquillas, golpeando!".
Para romper el frente, la infantería, y a veces los propios tanques, atacaban la línea defensiva enemiga. Contaban con el apoyo de artillería y bombardeos para crear una brecha por donde pasarían todas las fuerzas mecanizadas. La fuerza atacante abría los flancos para aumentar la seguridad a medida que avanzaba. Este momento de ruptura se llama "bisagra", porque las fuerzas mecanizadas giraban hacia el interior, creando un efecto de palanca contra los defensores.
En la fase inicial de la operación, las fuerzas aéreas intentaban conseguir el control del cielo atacando aviones en tierra, bombardeando aeródromos y destruyéndolos en combates aéreos.
Un elemento adicional era el uso de fuerzas aerotransportadas detrás de las líneas enemigas para interrumpir sus actividades y tomar posiciones importantes, como ocurrió en Eben Emael.
La parálisis del enemigo
Al abrir una brecha hacia las zonas de retaguardia del enemigo, las fuerzas alemanas intentaban paralizar su capacidad de tomar decisiones y actuar. Al moverse más rápido que sus oponentes, los elementos mecanizados aprovechaban esta debilidad y se adelantaban a cualquier respuesta. Guderian escribió que "el éxito debe ser aprovechado sin descanso y con toda la fuerza disponible, incluso de noche. El enemigo derrotado no debe estar tranquilo".
Un punto clave era el ciclo de decisiones. Cada decisión, tanto de los alemanes como del enemigo, necesitaba tiempo para reunir información, decidir, dar órdenes y luego actuar. Gracias a su mayor movilidad y ciclos de decisión más rápidos, las fuerzas mecanizadas podían actuar en una situación antes que sus oponentes.
El control directo (Auftragstaktik) era un método de mando rápido y flexible. En lugar de recibir una orden explícita, un comandante era informado de la intención de su superior y el papel de su unidad. El comandante decidía cómo ejecutarlo de la mejor manera según la situación. Esto reducía la carga de papeleo y fomentaba la iniciativa en todos los niveles, permitiendo que las decisiones importantes se ejecutaran rápidamente.
El Kesselschlacht o batalla de la bolsa
La fase final de una operación se llamaba Kesselschlacht, o batalla de la caldera o bolsa. Consistía en un ataque concentrado a una fuerza enemiga que había sido rodeada. Aquí era donde se causaban la mayoría de las pérdidas al enemigo, especialmente con la captura de prisioneros y armamento.
La guerra relámpago en la Segunda Guerra Mundial
Polonia, 1939
Aunque el término blitzkrieg se usó durante la invasión de Polonia en 1939, los historiadores creen que las operaciones alemanas fueron más tradicionales. La estrategia alemana se centró en rodear al enemigo para crear "bolsas". Las fuerzas de tanques se distribuyeron entre las tres concentraciones alemanas, sin un gran énfasis en su uso independiente. Se usaron para crear o destruir bolsas de fuerzas polacas y capturar puntos estratégicos para apoyar a la infantería que venía detrás.
La Luftwaffe (Fuerza Aérea alemana) obtuvo el control del cielo gracias a su tecnología y cantidad. Se dice erróneamente que la Fuerza Aérea polaca fue destruida en tierra al inicio de la campaña. Los aviones polacos fueron trasladados a aeródromos ocultos unas 48 horas después del comienzo de la guerra.
La comprensión de las operaciones en Polonia ha cambiado mucho desde la Segunda Guerra Mundial. Muchas de las primeras historias de posguerra atribuyeron la victoria alemana a un "gran desarrollo en la técnica militar". Sin embargo, estudios más recientes muestran que las operaciones alemanas en Polonia fueron relativamente cautelosas y tradicionales.
Francia, 1940
La invasión de Francia tuvo dos fases: el Plan Amarillo (Fall Gelb) y el Plan Rojo (Fall Rot). El Plan Amarillo comenzó con un ataque de distracción contra los Países Bajos y Bélgica. Tres días después, el grupo de tanques de Ewald von Kleist atacó a través de las Ardenas y logró romper el frente con apoyo aéreo. El grupo avanzó rápidamente hacia la costa del canal de la Mancha, rodeando a las fuerzas británicas, belgas y algunas divisiones francesas.
Las unidades motorizadas avanzaron mucho más rápido que las divisiones que las seguían. Cuando las fuerzas mecanizadas alemanas se encontraron con un contraataque en la batalla de Arrás, los tanques pesados británicos causaron un breve pánico en el Alto Mando alemán. Más tarde, las fuerzas motorizadas fueron detenidas cerca de la ciudad portuaria de Dunkerque, que se usaba para evacuar a las fuerzas aliadas. Hermann Göring prometió que su Luftwaffe terminaría el trabajo, pero las operaciones aéreas no impidieron la evacuación de la mayoría de las tropas aliadas (unos 300.000 franceses y británicos) en una operación llamada Dinamo.
El Plan Rojo comenzó con el XV Cuerpo Panzer atacando hacia Brest y el XIV Cuerpo Panzer atacando el sureste de París, hacia Lyon. El XIX Cuerpo Panzer completó el envolvimiento de la línea Maginot. Las fuerzas defensoras estaban demasiado presionadas para organizar cualquier contraataque. A las fuerzas francesas se les ordenaba continuamente formar nuevas líneas de defensa junto a los ríos, pero a menudo se encontraban con que las fuerzas alemanas ya habían pasado.
Frente oriental, 1941-45
El uso de fuerzas blindadas fue clave para ambos bandos en el frente oriental. La operación Barbarroja, la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, implicó muchas rupturas de frentes y envolvimientos por parte de fuerzas motorizadas. Su objetivo era "destruir las fuerzas rusas desplegadas en el Oeste y evitar su huida". Esto se logró con cuatro ejércitos de tanques que rodearon a las sorprendidas y desorganizadas fuerzas soviéticas, seguidos por la infantería que completaba los envolvimientos y derrotaba a las fuerzas atrapadas. El primer año de la ofensiva en el frente oriental puede considerarse la última blitzkrieg importante con éxito.
Después de no lograr destruir a los soviéticos antes del invierno de 1941, los límites de la superioridad táctica alemana se hicieron evidentes. Aunque la invasión alemana conquistó grandes zonas de territorio soviético, los efectos estratégicos generales fueron más limitados. El Ejército Rojo pudo reagruparse detrás de la línea principal de batalla y finalmente derrotar a las fuerzas alemanas por primera vez en la batalla de Moscú. Además, las tácticas alemanas se vieron dificultadas por el clima y porque el frente de combate se alejaba cada vez más de los centros industriales de Alemania, algo que no se había previsto bien.
En el verano de 1942, cuando Alemania lanzó otra ofensiva hacia el sur de la Unión Soviética, hacia Stalingrado y el Cáucaso, los soviéticos perdieron mucho territorio, solo contraatacando de nuevo durante el invierno. Los triunfos alemanes se vieron limitados porque Adolf Hitler desvió fuerzas para atacar Stalingrado e intentar llegar a los campos petrolíferos del Cáucaso al mismo tiempo, en lugar de hacerlo de forma consecutiva como se había planeado. El frente estaba más extendido que nunca, lo que dificultaba el abastecimiento. El Ejército Rojo, por su parte, tenía una enorme retaguardia que le permitía planificar maniobras y movimientos que los franceses o polacos no pudieron intentar contra la Wehrmacht.
Frente occidental, 1944-45
Con el paso de la guerra, los ejércitos aliados comenzaron a usar formaciones de fuerzas combinadas y estrategias de penetración profunda, similares a las que Alemania había usado al principio. Muchas operaciones aliadas en el Desierto Occidental y en el frente oriental se basaron en grandes concentraciones de poder de fuego para lograr rupturas del frente con unidades blindadas móviles. Estas tácticas basadas en la artillería también fueron clave en las operaciones del frente occidental después de la batalla de Normandía. Tanto los ejércitos de la Commonwealth como los de Estados Unidos desarrollaron sistemas flexibles y fuertes con apoyo de artillería.
Después de los desembarcos aliados en Normandía, Alemania intentó aplastar la fuerza de desembarco con ataques de tanques, pero no lo logró por la falta de coordinación y la superioridad aérea aliada. El intento más importante de usar operaciones en profundidad en Normandía fue en Mortain, que terminó con la creación de la bolsa de Falaise y la destrucción de las fuerzas alemanas en Normandía. El contraataque de Mortain se lanzó contra las fuerzas aliadas que actuaban en la operación Cobra. El 7.º Ejército alemán atacó hacia las costas de Saint-Lô, intentando cortar al 3.er Ejército de Estados Unidos, comandado por George S. Patton. No pudo romper la línea contra la infantería defensora y, atascado, fue rodeado y destruido.
La ofensiva aliada en el centro de Francia, liderada por las unidades blindadas del III Ejército de Patton, usó técnicas de ruptura y penetración que eran muy similares a la "idea de blindados" de Guderian antes de la guerra. Patton reconoció que había leído a Guderian y a Rommel antes de la guerra, y sus tácticas compartían sus ideas de velocidad y ataque.
La última ofensiva alemana en el frente occidental, la batalla de las Ardenas, llamada Operación Wacht Am Rhein por los alemanes, fue lanzada hacia el puerto vital de Amberes en diciembre de 1944. Lanzada con mal tiempo contra un sector aliado débil, fue una sorpresa y un éxito inicial mientras las fuerzas aéreas aliadas estaban bloqueadas por las nubes. Sin embargo, las defensas en puntos clave de las Ardenas, la escasez de carreteras útiles y un mal plan logístico causaron retrasos a los alemanes. Las fuerzas aliadas desplegadas en los flancos de la penetración alemana y la aviación aliada pudieron atacar de nuevo a las columnas blindadas. Aunque la estrategia era buena, la capacidad de las tropas alemanas se había reducido tanto que no pudieron aprovechar los beneficios iniciales.
¿Qué limitaciones tiene la guerra relámpago?
El entorno
Los conceptos de la blitzkrieg, como las penetraciones profundas con tanques, los grandes envolvimientos y los ataques combinados, dependían mucho del terreno y el clima. Donde no era posible el movimiento rápido, las penetraciones de tanques a menudo se evitaban o fracasaban.
El terreno idealmente debía ser plano, firme, sin obstáculos naturales ni fortificaciones, y con muchas carreteras y vías de ferrocarril. Si el terreno era accidentado, boscoso, con pantanos o zonas urbanas, los tanques serían vulnerables a la infantería en combate cercano y no podrían moverse a toda velocidad. Además, las unidades podían detenerse por el barro o la nieve. La artillería y el apoyo aéreo también dependían del clima.
La superioridad aérea
La superioridad aérea aliada se convirtió en un gran obstáculo para las operaciones alemanas en los últimos años de la guerra. Los primeros éxitos alemanes contaron con control del aire, apoyo aéreo cercano y reconocimiento aéreo. Sin embargo, los cazabombarderos aliados eran temidos por sus éxitos tácticos. Después de la batalla de Normandía, las tripulaciones de los vehículos alemanes dudaban en moverse en grandes grupos a la luz del día.
De hecho, la última operación relámpago alemana, la batalla de las Ardenas, se planeó para que ocurriera con mal tiempo y la aviación aliada en tierra. Bajo esas condiciones, fue difícil para los comandantes alemanes usar la "idea de blindados" a su máximo potencial.
Tácticas para contrarrestar la blitzkrieg
La Blitzkrieg era muy efectiva contra las doctrinas de defensa estática que la mayoría de los países desarrollaron al final de la Primera Guerra Mundial. Los primeros intentos de derrotar la Blitzkrieg se remontan a la invasión de Polonia en 1939. El general polaco Stanisław Maczek preparó un informe detallado sobre las tácticas alemanas para el ejército francés, pero este informe fue ignorado.
Durante la batalla de Francia en 1940, la 4.ª División Blindada de De Gaulle y elementos de la Brigada Blindada británica atacaron el flanco alemán, haciendo retroceder a las columnas de tanques avanzadas durante la batalla de Arrás. Esto pudo haber sido la razón por la que Adolf Hitler ordenó detener el avance alemán.
Estos ataques, combinados con la "defensa de erizo" de Maxime Weygand, se convirtieron en la base para responder a la blitzkrieg en el futuro: despliegue en profundidad, permitir que las fuerzas enemigas rodeen las concentraciones defensivas, depender de la artillería antitanque, usar la mayor fuerza en los flancos del ataque enemigo, seguido de contraataques en la base para destruir el avance. Mantener los flancos era esencial para canalizar el ataque enemigo, y la artillería, usada correctamente, causaría muchas bajas a los atacantes.
Aunque las fuerzas aliadas en 1940 carecían de la experiencia para desarrollar estas estrategias con éxito, lo que llevó a la capitulación de Francia, estas tácticas fueron clave en operaciones aliadas posteriores. En la batalla de Kursk, el Ejército Rojo usó una combinación de defensa en gran profundidad, extensos campos de minas y una defensa tenaz en los flancos de la ruptura de la línea. De esta forma, redujeron la capacidad de combate de los alemanes incluso mientras avanzaban.
La logística
Aunque fue efectiva en las campañas rápidas contra Polonia y Francia, Alemania no pudo mantener la blitzkrieg en los últimos años de la guerra. La guerra relámpago tiene el peligro de extender demasiado sus líneas de suministro. La estrategia podía ser derrotada por un enemigo decidido a sacrificar territorio para reagruparse y rearmarse, como hicieron los soviéticos en el frente oriental. Esta es la conocida estrategia de ceder terreno a cambio de ganar tiempo.
La producción de tanques y vehículos fue un problema constante para Alemania. De hecho, al final de la guerra, muchas divisiones de tanques tenían solo unas pocas docenas de vehículos. A medida que se acercaba el final de la guerra, Alemania también sufrió una escasez crítica de combustible y munición debido a los bombardeos estratégicos aliados. Aunque la producción de aviones de combate continuaba, no podían volar por falta de combustible. El combustible se enviaba a las divisiones de tanques, que aun así no podían operar normalmente. De los tanques Tiger I que se perdieron contra el Ejército de los Estados Unidos, casi la mitad fueron abandonados por falta de combustible.
Influencia
La influencia más amplia de la blitzkrieg se vio en la forma en que los Aliados occidentales dirigieron la guerra, algunos de los cuales se inspiraron en la propuesta alemana. El general estadounidense George Patton destacaba la persecución rápida, el uso de una punta de lanza de tanques para romper el frente, y aislar y desorganizar las fuerzas enemigas antes de que pudieran escapar. También aplicó la idea de "llegar allí más rápido, con la mayoría de las fuerzas".
Operaciones en conflictos posteriores
Guerra de los Seis Días
La blitzkrieg fue, en cierto modo, la táctica adoptada por las Fuerzas de Defensa de Israel en varios conflictos, como la guerra del Sinaí, pero más notablemente en la guerra de los Seis Días. La estrategia de Israel en estos conflictos consistía en crear puntas de lanza flexibles, con apoyo aéreo cercano. Para enfrentar a varios ejércitos en diferentes frentes, el plan de ataque se dividió en fases, cada una centrada en un frente específico, de sur a norte. Se realizaba un avance rápido y contundente, y luego las fuerzas sobrantes se enviaban para apoyar el siguiente frente.
Un aspecto importante de las guerras relámpago a partir de la segunda mitad del siglo XX es el uso de cazabombarderos modernos para lograr el control del aire bombardeando bases aéreas y pistas de despegue. Esta táctica tuvo su mayor ejemplo en la guerra de los Seis Días, cuando las fuerzas aéreas de Egipto y Jordania quedaron prácticamente destruidas. Israel obtuvo el control aéreo total, lo cual fue crucial para ofrecer apoyo aéreo cercano a las unidades terrestres.
En cuanto a las tácticas terrestres, se trataba de crear puntas de lanza flexibles para avanzar entre unidades enemigas relativamente cercanas, conquistar puntos estratégicos detrás de las líneas enemigas y luego atacar al enemigo desde varias direcciones. La flexibilidad de estas tácticas también residía en la autonomía que tenían los comandantes en el terreno para tomar decisiones operativas por su cuenta, según el desarrollo de la batalla.
Desde el punto de vista de una blitzkrieg, la guerra de los Seis Días fue excepcional porque se libró inicialmente con fines defensivos. Normalmente, las fuerzas defensivas no toman la iniciativa, lo cual es esencial para una campaña relámpago exitosa.
Guerra del Golfo
Muchos expertos han definido como guerra relámpago la invasión aliada de Kuwait, ocupada por Irak, en 1991.
También en este caso, la primera fase consistió en un bombardeo aéreo, uno de los más intensivos de la historia militar moderna, con aviones más avanzados. Se lanzaron un total de 88.500 toneladas de bombas y se realizaron más de 100.000 vuelos en el espacio aéreo iraquí. Después de los bombardeos, la entrada de las unidades terrestres fue una incursión masiva y una serie de combates intensos, que terminaron con un alto el fuego después de apenas cien horas de combate.
Sin embargo, dado que la fase de bombardeos duró 42 días consecutivos, para algunos expertos no encaja con la definición de guerra relámpago, a pesar de una campaña terrestre muy rápida y contundente que culminó con la recuperación de Kuwait.
Galería de imágenes
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Tropas de la 2.ª División SS Das Reich junto a un carro de combate Tiger I durante la batalla de Kursk (1943).
Véase también
En inglés: Blitzkrieg Facts for Kids