Guerras de bandos para niños
Datos para niños Guerras de bandos |
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La pacificación de los bandos en el banco de Vizcaya de la Plaza de España de Sevilla.
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Fecha | Siglos XIV y XV | |||
Lugar | País Vasco Cantabria |
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Resultado | Expulsión de los señores feudales por las hermandades | |||
Consecuencias |
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Beligerantes | ||||
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Las guerras de bandos o luchas de bandos fueron una serie de conflictos que ocurrieron en lo que hoy conocemos como el País Vasco y Cantabria. Estos enfrentamientos tuvieron lugar a finales de la Edad Media, principalmente en el último cuarto del siglo XIV y durante el siglo XV.
En esa época, una gran enfermedad en 1350 causó problemas en la agricultura y escasez de alimentos. Muchas zonas rurales quedaron vacías. Para restaurar el orden, se buscaba que un familiar de una familia poderosa se estableciera en esos lugares, lo que generó muchos conflictos.
También hubo una situación de tensión local debido a una disputa por el poder en el Reino de Castilla. El Rey Pedro I de Castilla y su rival Enrique II de Castilla se enfrentaron. La distribución de tierras en el País Vasco y Cantabria, que había iniciado el Rey Pedro I, no se pudo completar. Esto dejó muchas dudas sobre a quién pertenecían ciertos territorios.
Esta confusión llevó a una serie de batallas donde la fuerza era lo más importante. Las familias nobles se unían en alianzas para defender sus intereses. Estos enfrentamientos, protagonizados por las familias nobles del campo, solo terminaron cuando los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, impusieron su autoridad real.
Gran parte de lo que sabemos sobre estos eventos proviene del libro Bienandanzas e fortunas, escrito por Lope García de Salazar.
Contenido
¿Quiénes se enfrentaron en las guerras de bandos?
En estas luchas, se pueden identificar tres tipos de conflictos:
- La nobleza contra los campesinos.
- La nobleza contra las ciudades.
- La nobleza contra sí misma.
Este último tipo de conflicto, entre las propias familias nobles, fue el más importante. En las regiones de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, las diferentes familias nobles se agruparon en torno a dos grandes linajes: los Gamboa y los Oñaz. Así surgieron los bandos conocidos como los gamboínos y los oñacinos.
En Cantabria, en la zona de Trasmiera, la lucha se dio entre los Giles (familia Solórzano) y los Negretes (familia Agüero) entre 1390 y 1409. Cerca de Vizcaya, entre 1450 y 1457, se enfrentaron los Giles (familias Marroquín, Castillo y Velasco) contra los García de Salazar, que eran aliados de los Gamboínos.
¿Cómo se organizaban los bandos?
Los linajes eran grandes grupos de personas unidas por lazos familiares. Al frente de cada linaje estaban los "parientes mayores", que eran las familias con más tierras y riqueza. A ellos se unían otras personas:
- Encomenados: Ofrecían dinero y trabajo a cambio de protección.
- Atreguados: Se comprometían personalmente con el pariente mayor a cambio de seguridad.
- Encartados y acostados: Solían formar parte de las tropas y luchaban a cambio de comida y alojamiento.
Familias principales en el País Vasco
- Gamboínos: Incluían a las familias Gamboa, Guevara, Balda, Elgueta, Muguerza (en Elgoibar), Olaso, Abendaño, Ayala (en Vitoria), Leguizamón (en Bilbao) y Bañez (en Mondragón). Sus aliados eran los agramonteses y el Reino de Navarra.
- Oñacinos: Incluían a las familias Oñaz, Mendoza, Loyola, Lazcano, Mújica, Butrón, Salazar, Emparan, Unzueta, Calleja (en Vitoria), Zurbaran (en Bilbao), Salcedo (en Murguía y Astigarraga) y Guraya (en Mondragón). Sus aliados eran los beamonteses y la Corona de Castilla.
Familias principales en Cantabria
- Giles: Familias Martínez de Solórzano, Sánchez de Venero, Castillo (después de 1400), Setien, Alvarado, Ceballos, Marroquín, Escalante, Villota, Cachupín y Velasco.
- Negretes: Familias de Agüero y Castillo (antes de 1400), de la Obra.
Bandos en Guipúzcoa
- Gamboínos: Olaso (Elgóibar), Muguerza (Elgoibar), Balda (Azcoitia), Zarauz (Zarauz), Iraeta (Aizarna), Zumaya o Gamboa (Zumaya), Jaolaza o Elgueta (Elgueta), Cegama de los Ladrones (Cegama), San Millán o Done María (Cizúrquil), Achega (Usúrbil).
- Oñacinos: Lazcano (Lazcano), Loyola y Emparan (Azpeitia), Berástegui (Berástegui), Aguirre (Gaviria), Arriarán (Ormáiztegui), Yarza (Beasáin), Alcega o Alzaga (Hernani), Amézqueta (Amézqueta), Unzueta (Éibar), Ceráin (Ceráin), Lizaur (Andoáin), Murguía (Astigarraga), Ozaeta (Vergara), Gabiria (Vergara), Ugarte (Rentería), Butrón (Gatica).
¿Por qué luchaban los bandos?
El objetivo principal de estas luchas era mantener y aumentar las riquezas y el poder social de las familias nobles. Esto se debía a que las ciudades estaban creciendo y ganando importancia, lo que reducía el poder de la nobleza rural.
Según Lope García de Salazar, estas luchas se hacían para saber "quién valía más en la tierra". También se buscaba el honor y la buena reputación, valorando la valentía, el coraje y la caballerosidad. Existía un código de honor que establecía ciertas reglas, como no iniciar una guerra sin una buena razón o no romper las treguas.
¿Cómo se desarrollaron las luchas?
La principal fuente de información sobre las guerras de bandos es el libro Las Bienandanzas e Fortunas de Lope García de Salazar, escrito alrededor de 1471.
Las guerras se hicieron más intensas debido a la inestabilidad política en el Reino de Castilla. Cuando el Señorío de Vizcaya pasó a manos del Rey Enrique II de Castilla en 1370 y se unió al Reino de Castilla en 1379, la situación se volvió más caótica. El crecimiento de ciudades como Bilbao y Bermeo también provocó conflictos por el control de los gobiernos municipales entre las familias urbanas ricas. Mientras tanto, la nobleza rural intentaba proteger sus tierras, que poseían desde hacía siglos.
Ya antes de este periodo, había habido enfrentamientos entre las familias nobles vascas. Por ejemplo, en Álava, los oñacinos (representados por los Mendoza) y los gamboínos (liderados por los Guevara) se enfrentaron en la batalla de Arrato alrededor del año 1200.
En 1362, al inicio de los conflictos, las familias Leguizamón y Zurbarán lucharon en las calles de Bilbao. Volvieron a enfrentarse en el mercado de Bermeo en 1413, y los combates continuaron hasta 1433. Las guerras en las ciudades solían ser menos mortales que las batallas en campo abierto. Por ejemplo, cinco hombres murieron en un conflicto en Bilbao en 1440, y diez en Bermeo en 1443. En esa época, las calles de Vitoria también fueron escenario de luchas entre los Calleja y los Ayala. Un evento notable fue el ataque a la iglesia de San Vicente en la noche de Navidad de 1406.
Aunque en 1390 y 1393 las Hermandades (grupos de ciudadanos organizados) lograron reducir la guerra en Vizcaya, la paz no duró mucho. En 1415, un funcionario real desvió trigo de Vizcaya a Asturias, lo que provocó una rebelión. Los vizcaínos fueron derrotados en Erandio, perdiendo sesenta hombres, y el trigo siguió siendo enviado.
En Cantabria, la guerra de bandos comenzó en 1390, tras la muerte del Rey Pedro I. Los principales señores de Trasmiera, Pedro González de Agüero y su rival Ruy Martínez de Solórzano (aliado de los Velasco), se enfrentaron. La cercanía del rey con la Casa de Velasco y su gran influencia política ayudaron a los Giles a pacificar la zona. La victoria de los Velasco fue total con la muerte de Pedro González de Agüero IV en 1409. Sus hijos se dieron cuenta de que no podían seguir luchando contra los Velasco y decidieron unirse a ellos por matrimonio.
En Laredo, a finales del siglo XIV, la familia de la Obra se enfrentó a la familia Villota, que quería controlar todos los cargos de la ciudad. Los conflictos violentos continuaron durante todo el siglo XV. En 1480, una orden legal buscó poner fin a las disputas entre las familias La Obra y Cachupín. Sin embargo, en 1487, los Cachupín se vengaron de los Villota por el asesinato de su líder.
En Potes, hubo un conflicto entre las familias Manrique-Castañeda y Mendoza por el control del pueblo.
Alrededor de 1420, los gamboínos atacaron a la familia Oñaz en Guipúzcoa. En Navidad, la casa de los Oñaz fue incendiada, y el líder de la familia y otras nueve personas murieron. Las tierras de los Oñaz también fueron destruidas, pero sus aliados salieron en su defensa. Los Lazcano, aliados de los Oñaz, atacaron a la familia Balda (aliada de los gamboínos) y mataron a su líder. Así, esta pequeña guerra se convirtió en una compleja cadena de venganzas familiares.
En 1442, las hermandades intervinieron con éxito en Bilbao y Mondragón, pero la paz no duró. Hubo enfrentamientos entre la familia Avendaño y las familias Butrón y Mújica en Aramayona. Los gamboínos y los Balda lucharon contra los Oñaz y los Lazcano en Urrechu en 1446. Los Oñaz ganaron y quemaron la fortaleza de los gamboínos en Azcoitia. Murieron setenta hombres y doce líderes. Las familias, con sus muchos aliados, se enfrentaron de nuevo en 1447, y en 1448 ocurrió el incendio de Mondragón.
En 1457, las guerras entre gamboínos y oñacinos en Guipúzcoa terminaron de repente. Las hermandades se rebelaron contra ambos bandos y pidieron ayuda al Rey Enrique IV de Castilla. El rey ordenó derribar las casas-torre de los nobles y expulsó a sus líderes del territorio por un tiempo, enviándolos a la frontera con Andalucía.
Cuando los señores desterrados regresaron, los conflictos violentos se reanudaron, como la batalla de Elorrio en 1468. El intento del Conde de Haro de tomar el Señorío de Vizcaya provocó una reconciliación temporal entre los bandos para enfrentarlo en la batalla de Munguía en 1471. En 1479, un grupo de gamboínos y la Hermandad de Álava atacaron la casa-torre de los Lazcano, resultando muerto el oñacino Juan López de Lazkano.
¿Cómo terminaron las guerras de bandos?
Las rivalidades entre los bandos también se manifestaron dentro de las ciudades. Las diferentes familias nobles que vivían en ellas competían por el control de las instituciones municipales, incluso entre familias del mismo bando.
Las ciudades se defendieron de la nobleza rural creando las "Hermandades". Estas Hermandades fueron el inicio de lo que más tarde serían las "Juntas Generales" o "Diputaciones", ayudando a formar las provincias. La Corona de Castilla se alió con las ciudades para superar los conflictos sociales que causaban las guerras de bandos.
Esta alianza llevó a la derrota de los "parientes mayores" (los líderes de los bandos). Fueron desterrados a la frontera de Granada, sus tropas fueron disueltas, y sus casas-torre fueron derribadas o modificadas para convertirlas en residencias rurales.
Galería de imágenes
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Castillo de Agüero (Cantabria).
Véase también
En inglés: War of the Bands Facts for Kids