Sofista para niños
Los sofistas eran maestros y pensadores muy importantes en la Antigua Atenas, hace mucho tiempo, entre los siglos V y IV antes de Cristo. La palabra "sofista" viene del griego sophía, que significa "sabiduría", y sophós, que significa "sabio".
Estos maestros se dedicaban a enseñar a los jóvenes, especialmente sobre cómo hablar bien en público (lo que llamaban retórica). En la democracia griega, era muy importante saber expresarse para participar en las asambleas y los juicios.
Los sofistas se interesaban por temas como:
- El relativismo: la idea de que la verdad puede depender de cada persona o grupo.
- La creación de leyes y la moralidad.
- El conocimiento del lenguaje.
- El escepticismo: dudar sobre si podemos conocer la verdad absoluta.
A diferencia de filósofos anteriores que estudiaban la naturaleza, los sofistas y Sócrates cambiaron el enfoque de la filosofía hacia el estudio del ser humano y la sociedad.
Algunos filósofos, como Platón y Aristóteles, criticaban a los sofistas. Creían que los sofistas se enfocaban solo en convencer a la gente, sin importar si lo que decían era verdad. Por eso, a veces usaban "sofismas", que son argumentos que parecen correctos pero no lo son. A pesar de estas críticas, muchos pensadores modernos han reconocido la importancia de los sofistas.
Contenido
¿Qué significa "sofista"?
En la Grecia clásica, el término "sofista" se usaba para referirse a quienes enseñaban la sabiduría. Al principio, la palabra sophós se usaba para describir a alguien con una habilidad especial para hacer algo, como un artesano muy bueno. Por ejemplo, en la Odisea, a Ulises se le llama sophón por ser "ingenioso".
Con el tiempo, el significado evolucionó. Se empezó a usar para personas con "inteligencia práctica" o que eran expertas en algo. El poeta Eurípides le dio un significado más específico, como "el arte práctico de gobernar bien". Este término se usó para describir a los Siete Sabios de Grecia, personas muy respetadas por su sabiduría.
Sin embargo, el significado de sophós también cambió. Algunos, como Esquilo, lo usaban para quienes aplicaban sus conocimientos de forma útil. Otros, en cambio, empezaron a usarlo de forma negativa, asociándolo con "charlatán" o alguien que solo habla mucho sin decir cosas importantes.
La historia de los sofistas
Los sofistas fueron como un puente entre las ideas antiguas y las nuevas. Eran viajeros, como los rapsodas (narradores de poemas), y conocían muchas culturas diferentes a la griega. Cuando los persas fueron expulsados, muchos sofistas se establecieron en Atenas.
Al conocer diferentes costumbres y leyes, se preguntaron: ¿Son las leyes y costumbres solo acuerdos entre personas, o son algo natural? Así surgió la idea del relativismo: la verdad podía ser lo que la mayoría opinara. Por eso, pasaron de enseñar "sabiduría" a enseñar el arte de hablar en público.
En Atenas, enseñaban poesía y literatura, pero su mayor interés era la épica de Homero. Querían que sus alumnos aprendieran de los grandes escritores y mejoraran sus habilidades. Viajaban de ciudad en ciudad, enseñando a ser buenos ciudadanos y a tener éxito en la política.
Los sofistas fueron los primeros en pensar profundamente sobre el lenguaje. La retórica, o el arte de hablar bien, era clave en la democracia griega, donde los ciudadanos participaban mucho. Las enseñanzas de los sofistas tenían un objetivo práctico: ayudar a las personas a desenvolverse en los asuntos públicos.
Fueron los primeros pensadores en cobrar por sus clases, lo que los convierte en precursores de la pedagogía. También fueron pioneros en la educación en un ambiente formal, diferente a la forma tradicional griega de aprender en el día a día con los adultos. Uno de los sofistas más importantes fue Protágoras.
En los siglos V y IV a.C., la cultura griega estaba pasando de la tradición oral a la escritura. Los sofistas usaron mucho la escritura para difundir sus ideas. Esto los hizo muy influyentes en Atenas. Escribían obras de teatro que no solo se representaban, sino que también se podían leer como libros.
Durante el gobierno de Euclides de Mégara, el alfabeto jónico se hizo popular en Grecia, posiblemente por la influencia de los sofistas, ya que muchos venían de esa región. Los sofistas también copiaban textos para sus alumnos y distribuían sus propios escritos para la enseñanza.
Realizaron un gran trabajo en el estudio del lenguaje: clasificaron verbos y sustantivos, analizaron palabras, interpretaron significados, enseñaron la sintaxis correcta y distinguieron entre tipos de oraciones. Su interés principal era usar estos conocimientos para mejorar la retórica y entender mejor los poemas homéricos.
Sofistas destacados
Entre los sofistas, algunos fueron muy importantes, como Protágoras y Gorgias, considerados los "padres" del relativismo y el escepticismo.

- Protágoras de Abdera (485-411 a.C.): Aparece en un diálogo de Platón donde se le atribuye la famosa frase: "El hombre es la medida de todas las cosas". Esto significa que las leyes y la verdad pueden cambiar según los intereses de cada comunidad. Protágoras creía que los hombres, por mayoría, eran los únicos jueces válidos. Sobre los dioses, decía que no podía saber si existían o cómo eran, debido a la dificultad del tema y la brevedad de la vida humana. Defendía las costumbres, incluso si no estaba seguro de la existencia de los dioses, porque eran producto de la voluntad de la mayoría. Le interesaba el escepticismo sobre el conocimiento humano y el relativismo moral. Se le considera el maestro de la "virtud" (habilidad para el éxito).
- Gorgias (483-375 a.C.): Nació a principios del siglo V a.C. Fue alumno del filósofo Empédocles. Su principal interés era enseñar retórica. Escribió obras como Elogio de Helena y Defensa de Palamedeses, donde proponía una nueva forma de escribir prosa. También le interesaba el teatro trágico. Se cree que influyó en el famoso Aristófanes. Gorgias era un defensor total del escepticismo. Escribió sobre "la naturaleza o el no ser", con tres ideas principales: "Nada existe", "Si existiera, no se podría conocer" y "Si se pudiera conocer, no se podría comunicar". Estas ideas eran un desafío directo para Parménides de Elea, quien decía "El ser es y no puede no ser". Los alumnos más conocidos de Gorgias fueron Isócrates y Alcidamante. Isócrates fue un gran orador y maestro, enfocado en "hablar bien". Alcidamante prefería una oratoria más improvisada, como los rapsodas.
- Hipias de Elide (443-399 a.C.): Se dedicó a investigar "antigüedades", lo que podría ser el primer intento de establecer una cronología griega basada en prácticas culturales. También encontró similitudes entre poetas como Orfeo, Museo, Hesíodo y Homero, lo que se considera un inicio de la historia de la literatura griega. Hipias también tenía conocimientos en astronomía, geometría, aritmética y música. Se le atribuye el estudio del lenguaje en relación con la música, valorando el ritmo y las letras. También se le atribuye el descubrimiento de la cuadratriz, una curva usada en geometría, y la creación de sistemas para mejorar la memoria.
- Pródico de Ceos (460 a.C.): Se enfocó en el lenguaje y sus significados. Su trabajo sentó las bases para una teoría sobre la interpretación religiosa y de los mitos. También pensaba que el alma era el resultado de una organización.
- Antifonte (480-411 a.C.): Fue un crítico de las leyes y destacó la importancia de la educación. Defendía la teoría hedonista, que dice que las acciones humanas están motivadas por la búsqueda del placer. Escribió sobre retórica y discursos políticos. Veía las leyes como acuerdos artificiales que a veces iban en contra de la naturaleza humana, y las consideraba inestables.
- Critias (460-403 a.C.): Se dice que fue alumno de Gorgias y tuvo relación con Sócrates. Escribió un catálogo de inventores y recopiló información sobre la invención del alfabeto fenicio, costumbres y constituciones. Como sofista, su principal interés era la educación. También escribió obras de teatro trágicas y satíricas, y poemas sobre temas antiguos.
- Trasímaco (459-400 a.C.): Criticaba las leyes porque consideraba que solo buscaban favorecer a los más poderosos. Creía que las leyes estaban hechas para beneficiar a quienes estaban en el gobierno, permitiendo o justificando los abusos de poder.
¿Cómo cambió el significado de "sofista"?
El verbo sophídsesthai, que significaba "practicar la sabiduría", también cambió su significado hasta entenderse como "engañar". La palabra sophistés se usó para los Siete Sabios, en el sentido de "filósofos". Heródoto llamó así a Pitágoras, a Solón y a quienes fundaron el culto a Dioniso. También se usaba para músicos, poetas y, en general, para todos los que educaban.
El uso negativo del término comenzó en el siglo V a.C., cuando la palabra se extendió a los escritores de prosa. Esto coincidió con un aumento de la desconfianza de los atenienses hacia las personas muy inteligentes. Isócrates se quejaba de que el término "había caído en deshonor", y Sófocles lo atribuyó al hecho de que los maestros cobraban por su trabajo. Esta es la explicación más aceptada hoy en día.
Aunque era normal que los poetas cobraran en la Antigua Grecia, el desprecio hacia los sofistas no venía solo de que cobraran, sino de que lo hacían por enseñar la areté, es decir, el arte de la política y la ciudadanía. Esto incluía todas las técnicas para persuadir y tener un lugar en la administración de la ciudad. Así, el término "sofista" llegó a asociarse con personas sin principios, que corrompían a los jóvenes y falsificaban la verdad.
La importancia de los sofistas hoy
A pesar de las críticas históricas, algunos autores de los siglos XIX y XX han intentado reconocer la importancia filosófica de los sofistas. Por ejemplo, Friedrich Nietzsche los consideró verdaderos filósofos, a diferencia de Sócrates y Platón. George Grote los defendió apasionadamente en su Historia de Grecia.
George Briscoe Kerferd estudió cómo se han interpretado a los sofistas a lo largo del tiempo y mostró que sus ideas pueden analizarse como doctrinas filosóficas serias. Giorgio Colli destacó que el rigor lógico de Gorgias no era menor que el de Platón, e incluso sugirió que Gorgias pudo haber inventado la refutación por reducción al absurdo (demostrar que una idea es falsa mostrando que lleva a un resultado absurdo). Michel Onfray también ha resaltado el papel de los sofistas en la filosofía griega.
Véase también
En inglés: Sophism Facts for Kids
- Las nubes, una comedia de Aristófanes
- Homo mensura