Ricardo II de Inglaterra para niños
Datos para niños Ricardo II de Inglaterra |
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Rey de Inglaterra | ||
![]() Retrato de Ricardo II, en la abadía de Westminster, c. 1390.
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Reinado | ||
21 de junio de 1377-29 de septiembre de 1399 |
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Predecesor | Eduardo III de Inglaterra | |
Sucesor | Enrique IV de Inglaterra | |
Información personal | ||
Otros títulos | Príncipe de Gales | |
Coronación | 16 de julio de 1377 | |
Nacimiento | 6 de enero de 1367 Burdeos, Principiado de Aquitania |
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Fallecimiento | c. 14 de febrero de 1400 Yorkshire, Reino de Inglaterra |
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Sepultura | Abadía de Westminster | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Plantagenet | |
Padre | Eduardo de Woodstock | |
Madre | Juana de Kent | |
Consorte | Ana de Luxemburgo Isabel de Francia |
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Regente | Juan de Gante (de facto) | |
Hijos | 0 | |
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Firma | ![]() |
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Ricardo II de Inglaterra (nacido en Burdeos el 6 de enero de 1367 y fallecido en Yorkshire alrededor del 14 de febrero de 1400), también conocido como Ricardo de Burdeos, fue rey de Inglaterra desde 1377 hasta que fue quitado del trono en 1399.
Nació en Burdeos en 1367. Fue el segundo hijo de Eduardo de Woodstock, conocido como el Príncipe Negro, y de su esposa Juana de Kent. En 1372, su hermano mayor, Eduardo de Angulema, falleció. Esto hizo que Ricardo fuera el segundo en la línea para heredar el trono inglés, solo después de su padre. Cuando su padre murió en 1376, Ricardo se convirtió en el heredero de su abuelo, el rey. Al año siguiente, el 21 de junio de 1377, el rey Eduardo III de Inglaterra falleció. Ricardo subió al trono con solo diez años de edad.
Durante los primeros años de su reinado, un consejo de nobles gobernó el país. La nobleza prefirió esto en lugar de que su tío, Juan de Gante, fuera el regente. Sin embargo, Juan de Gante tuvo mucha influencia en el gobierno. La revuelta de los campesinos en 1381 fue el primer gran desafío para Ricardo. El joven rey tuvo un papel importante en calmar esta situación. Pero en los años siguientes, el rey dependió mucho de un pequeño grupo de amigos cercanos. Esto causó descontento entre otros nobles importantes, quienes se rebelaron. En 1387, el control del gobierno pasó a un grupo de nobles llamados los Lords Appellant. Para 1389, Ricardo II había recuperado el control y mantuvo la paz con sus antiguos oponentes durante los siguientes ocho años.
En 1397, Ricardo II tomó medidas contra los antiguos rebeldes. La mayoría de ellos fueron enviados al exilio o perdieron la vida. Los dos años siguientes se conocen como el período de gobierno estricto de Ricardo II. En 1399, después de la muerte de Juan de Gante, Ricardo envió a su primo Enrique Bolingbroke al exilio por diez años. En junio de ese mismo año, Enrique invadió Inglaterra con un pequeño ejército que creció rápidamente. Aunque Enrique decía que solo quería recuperar sus tierras, pronto quedó claro que quería el trono. Sin mucha resistencia, Enrique quitó a Ricardo II del trono y se proclamó rey como Enrique IV. Ricardo II falleció en prisión en febrero de 1400, al parecer por falta de alimento. Sin embargo, todavía hay preguntas sobre cómo fue su final.
Se decía que Ricardo II era alto, apuesto e inteligente. Aunque probablemente no tenía problemas mentales graves, como algunos historiadores creyeron antes, pudo haber tenido cambios en su forma de ser hacia el final de su reinado. Era menos interesado en la guerra que su padre o su abuelo. Intentó poner fin a la guerra de los Cien Años que Eduardo III había comenzado. Además, creía firmemente en el poder del rey. Esto lo llevó a limitar el poder de los nobles y a tener un grupo de personas para su protección personal. A diferencia de la corte de su abuelo, que era más militar, Ricardo II creó un ambiente refinado en su corte, donde el rey era una figura importante y el arte y la cultura eran muy valorados.
La imagen de Ricardo II después de su muerte se debe en gran parte a William Shakespeare. Su obra Ricardo II muestra que el mal gobierno de Ricardo y su posterior destronamiento causaron la guerra de las Rosas en el siglo XV. Los historiadores actuales no están de acuerdo con esa interpretación. Sin embargo, tampoco lo eximen de la responsabilidad de haber perdido su trono. La mayoría coincide en que, aunque sus políticas no eran nuevas, la forma en que las llevó a cabo no fue aceptable para la clase política, y esto finalmente llevó a su caída.
Contenido
Primeros años de vida
Ricardo de Burdeos, llamado así por el lugar donde nació, fue el hijo menor de Eduardo, príncipe de Gales y de Aquitania, conocido como el Príncipe Negro, y de su esposa Juana de Kent. Su padre era el heredero al trono de Inglaterra. Se había destacado como líder militar en las primeras etapas de la guerra de los Cien Años, especialmente en la batalla de Poitiers en 1356. Sin embargo, después de varias campañas militares, contrajo una enfermedad grave en España en 1370, de la cual nunca se recuperó y tuvo que regresar a Inglaterra al año siguiente. Su madre, Juana de Kent, se había casado con Eduardo, príncipe de Gales, el 10 de octubre de 1361. Como Juana era nieta de Eduardo I de Inglaterra y prima de Eduardo III, su matrimonio necesitó la aprobación del Papa.
Ricardo nació en el palacio del arzobispo de Burdeos, en el principado de Aquitania, el 6 de enero de 1367. Fue el segundo hijo de la pareja. Según los relatos de la época, tres reyes (los de Castilla, Navarra y Portugal) estuvieron presentes en su nacimiento. Este hecho, y haber nacido el día de la epifanía, se usó más tarde en el díptico de Wilton, una pintura anónima de finales del siglo XIV, donde Ricardo es uno de los tres reyes que rinden homenaje a la Virgen y el Niño. En 1371, con la muerte de Eduardo de Angulema, su hermano mayor, Ricardo se convirtió en el heredero de su padre. Finalmente, en 1376, su padre falleció después de una larga enfermedad. Después de esto, la cámara de los comunes temió que Juan de Gante, tío de Ricardo, quisiera tomar el trono. Por eso, Ricardo fue nombrado inmediatamente príncipe de Gales, además de los otros títulos que tenía su padre.
El 21 de junio del año siguiente, Eduardo III de Inglaterra falleció. Ricardo fue coronado rey el 16 de julio de 1377, con solo 10 años de edad. Una vez más, el temor a que Juan de Gante quisiera el poder influyó en las decisiones políticas. Se evitó formar un gobierno liderado por los tíos del rey. El gobierno fue dirigido por la realeza, con la ayuda de varios consejos, de los cuales Gante fue excluido. Sin embargo, tanto él como su hermano menor, Tomás de Woodstock, conde de Buckingham, tuvieron mucha influencia en los asuntos del gobierno.
Con el tiempo, los amigos y consejeros del rey, especialmente Sir Simon de Burley y Robert de Vere, obtuvieron cada vez más poder. Esto hizo que la Cámara de los Comunes desconfiara de ellos, lo que llevó a que los consejos se interrumpieran en 1380. El descontento general aumentó. Se establecieron tres impuestos entre 1377 y 1381 para financiar campañas militares en Europa, que no tuvieron éxito. Para 1381, había un gran descontento contra la clase gobernante en los niveles más bajos de la sociedad inglesa.
La revuelta de los campesinos

Aunque el impuesto de 1381 fue lo que desató la revuelta campesina, la verdadera causa del conflicto estaba en las tensiones entre campesinos y dueños de tierras. Estas tensiones surgieron por los cambios económicos y de población que causó la peste negra. La rebelión comenzó en Kent y Essex a finales de mayo de 1381. El 12 de junio, grupos de campesinos se reunieron en Blackheath, cerca de Londres. Estaban liderados por Wat Tyler, el sacerdote lolardo John Ball y Jack Straw. El palacio Savoy de Juan de Gante fue incendiado. Simon Sudbury, arzobispo de Canterbury y canciller del rey, y Robert Hales, el tesorero, fueron matados por los rebeldes. Ellos exigían el fin de la servidumbre. El rey, que estaba refugiado en la Torre de Londres con sus consejeros, estuvo de acuerdo en que la Corona no tenía suficientes fuerzas para detener la rebelión y que la única solución era negociar.
No está claro cuánto intervino Ricardo II (que tenía catorce años en ese momento) en las decisiones. Pero los historiadores sugieren que él fue uno de los que propuso negociar. Esas negociaciones se llevarían a cabo el 13 de junio junto al río, pero la gran cantidad de personas en las orillas impidió que el rey desembarcara, y tuvo que regresar a la torre. Sin embargo, al día siguiente logró reunirse con los rebeldes en Mile End, al este de Londres. Aunque Ricardo aceptó sus demandas, los rebeldes continuaron con los saqueos y los ataques. Al día siguiente, el rey se reunió con Wat Tyler en Smithfield y repitió que cumpliría sus demandas. Pero el líder rebelde no estaba convencido de la sinceridad de Ricardo. Ante esto, la inquietud entre los hombres de Ricardo creció, y hubo un altercado. Durante el mismo, William Walworth, alcalde de Londres, bajó a Tyler de su caballo y lo mató. La situación se volvió tensa cuando los rebeldes se dieron cuenta de lo ocurrido. Pero Ricardo actuó con calma y exclamó: «Yo soy su capitán, síganme» y llevó a la multitud fuera del lugar. Mientras tanto, Walworth reunió a sus hombres para rodear a los rebeldes, pero Ricardo les concedió el perdón y les permitió regresar a sus hogares.
Sin embargo, el rey pronto anuló los acuerdos de libertad y los perdones que había concedido. La rebelión se reanudó, y Ricardo fue personalmente a Essex para detenerla. El 28 de junio, en Billericay, el rey derrotó a los últimos rebeldes en una pequeña batalla, poniendo fin a la revuelta campesina. A pesar de su corta edad, Ricardo mostró valentía y decisión al manejar la rebelión. Es probable que esta revuelta ayudara a formar la postura de poder absoluto que más tarde sería un problema para su reinado.
Mayoría de edad
Fue después de la revuelta campesina que la figura de Ricardo comenzó a destacarse claramente en los registros históricos. Uno de sus primeros actos importantes después de la rebelión fue su matrimonio el 20 de junio de 1382 con Ana de Luxemburgo, hija del emperador germánico Carlos IV de Luxemburgo y su esposa Isabel de Pomerania. Este matrimonio era muy importante estratégicamente. Con Europa dividida por el Gran Cisma, Bohemia y el Sacro Imperio eran vistos como posibles aliados contra Francia en la guerra de los Cien Años. Sin embargo, el matrimonio nunca fue popular en Inglaterra. A pesar de las grandes sumas de dinero dadas al Sacro Imperio, no se logró ninguna victoria militar. Ana falleció en 1394 a causa de una enfermedad contagiosa sin haberle dado hijos a Ricardo. A pesar de ello, su esposo la extrañó mucho.
Michael de la Pole fue clave en las negociaciones de este matrimonio. Aunque venía de una familia de comerciantes, logró ganarse la confianza del rey. Poco a poco, se involucró en la corte y el gobierno personal de Ricardo. Más tarde, Ricardo lo nombró lord canciller en 1383, y dos años después fue nombrado conde de Suffolk. Otro miembro del círculo cercano del rey era Robert de Vere, conde de Oxford, quien fue el favorito del rey durante este tiempo. La familia Vere, aunque antigua, era relativamente modesta para la nobleza inglesa. Su cercanía con el rey fue mal vista por la clase política, y esta sensación aumentó cuando Ricardo lo nombró duque de Irlanda en 1386.
La tensión entre los favoritos del rey y la clase política pronto se reflejó en la guerra con Francia. Mientras que la corte personal de Ricardo prefería negociar, sus tíos Juan de Gante y Tomás de Woodstock lo impulsaron a realizar una gran campaña para proteger las posesiones inglesas. Se envió a Henry le Despenser, obispo de Norwich, al mando de una expedición que no tuvo éxito. Ante esta derrota en Europa, el rey se centró en Escocia, aliada de Francia. En 1385, Ricardo lideró personalmente una expedición contra su vecino del norte, que fracasó y tuvo que regresar sin haberse enfrentado a los escoceses. Mientras tanto, un levantamiento en Gante (actual Bélgica) evitó una invasión francesa al sur de Inglaterra. Debido a estas derrotas militares, las relaciones entre el rey y su tío Juan de Gante empeoraron aún más. Este último dejó Inglaterra en 1386 para dedicarse por completo a sus reclamos sobre la Corona de Castilla, en medio de rumores de un plan en su contra. Sin Juan de Gante, el liderazgo de la oposición al rey pasó a Woodstock —nombrado recientemente duque de Gloucester— y a Richard FitzAlan, conde de Arundel.
Crisis de 1386-1388
La amenaza de una invasión francesa no desapareció, sino que aumentó en 1386. En octubre de ese año, Michael de la Pole, como canciller del rey, pidió al Parlamento que aumentara las defensas del reino a un nivel nunca antes visto. Sin embargo, el Parlamento, que supuestamente trabajaba con el duque de Gloucester y el conde de Arundel, se negó a considerar cualquier petición de Pole hasta que fuera destituido de su cargo. El rey se negó a despedir a nadie a petición del Parlamento. Solo cuando fue amenazado con ser destituido, Ricardo se vio obligado a ceder y quitar a Pole de su puesto. Después de su salida, se creó una comisión para revisar y controlar las finanzas del rey.
Ante esta ofensa a su dignidad real, Ricardo viajó por todo el reino entre febrero y noviembre de 1387 para conseguir apoyo para su causa. Después de nombrar a Robert de Vere como Juez de Chester, creó una base militar leal en Cheshire. También se aseguró de que Robert Tresilian, presidente del Tribunal Supremo, emitiera una resolución que declaraba desleal y traicionera la conducta del Parlamento.
A su regreso a Londres, el rey se enfrentó a Woodstock, Arundel y a Thomas de Beauchamp, conde de Warwick. Los acusó de traicionar a De la Pole, Vere, Tresilian y otros de sus partidarios, como Nicholas Brembre, alcalde de Londres, y Alexander Neville, arzobispo de York. Mientras esperaba los refuerzos militares de Cheshire bajo el mando de Vere, Ricardo intentó alargar las negociaciones entre él y los acusados. A Woodstock, Arundel y Warwick se les unieron Enrique Bolingbroke, conde de Derby (hijo de Juan de Gante y futuro Enrique IV) y Thomas de Mowbray, I duque de Norfolk. A este grupo se le conocería más tarde como los Lords Appellant. El 20 de diciembre de 1387, ambos bandos se encontraron en el puente Radcot, donde Vere y sus fuerzas fueron derrotados, por lo que tuvo que huir del país.
Ante la derrota de sus partidarios, Ricardo tuvo que ceder a las demandas de los Lords Appellant. Brembre y Tresilian fueron condenados y perdieron la vida, mientras que Vere y De la Pole —quien también huyó del país— fueron condenados a muerte en su ausencia por el Parlamento en febrero de 1388. Neville, al ser parte del clero, fue privado de sus funciones también en su ausencia. Además, muchos caballeros de la corte de Ricardo fueron ejecutados, entre ellos Simon de Burley. De esta forma, los apelantes lograron dar un gran golpe a Ricardo al deshacerse de su círculo cercano de amigos y partidarios.
Un tiempo de paz frágil
En los meses siguientes a la rebelión, Ricardo logró restablecer poco a poco su autoridad real. La política exterior de los Lords Appellant no tuvo éxito, ya que no lograron formar una gran alianza contra Francia. Incluso el norte del reino sufrió una incursión escocesa que terminó con la derrota inglesa en la batalla de Otterburn en agosto de 1388. Para entonces, Ricardo, que tenía más de 20 años, tenía pleno derecho a gobernar por sí mismo. Por otro lado, Juan de Gante regresó a Inglaterra en 1389, aunque ahora su influencia en el gobierno fue más moderada.
Ricardo tomó el control total del gobierno el 3 de mayo de 1389. Afirmó que los problemas pasados habían sido culpa de los malos consejeros que había tenido. Presentó una política exterior que contradecía las acciones de los Lords Appellant. Se centró en buscar la paz y la reconciliación con Francia, y se comprometió a reducir significativamente los impuestos para el pueblo. Los siguientes ocho años de su reinado, después de haberse reconciliado con sus antiguos oponentes, fueron pacíficos. Sin embargo, como la historia demostraría, los conflictos y humillaciones pasadas nunca se olvidaron, especialmente la muerte de su antiguo mentor, Sir Simon de Burley.
Con la estabilidad nacional asegurada, Ricardo se dedicó a establecer una paz duradera con Francia. En 1393, una propuesta que habría aumentado considerablemente el territorio de Aquitania, entonces posesión inglesa, fracasó. Esto se debió a que incluía que el rey inglés jurara lealtad al rey de Francia, una condición que sería inaceptable para el pueblo. Sin embargo, logró establecer una tregua de 28 años en 1396. Como parte de este acuerdo, Ricardo se casaría con Isabel, hija del rey Carlos VI de Francia, cuando ella alcanzara la mayoría de edad. Hubo dudas sobre este compromiso, ya que debido a la corta edad de Isabel, de solo seis años, no sería posible tener un heredero al trono inglés por algunos años.
A diferencia de su política con Francia, su postura respecto a Irlanda fue diferente. Los señores feudales ingleses en Irlanda corrían el riesgo de ser invadidos y pidieron una rápida intervención del rey inglés. En otoño de 1394, Ricardo fue a Irlanda, donde permaneció hasta mayo del año siguiente. Su ejército de ocho mil hombres fue el más grande que estuvo en la isla británica durante la Baja Edad Media. La invasión fue un gran éxito, logrando someter a su autoridad a los señores irlandeses. Esta victoria militar fue uno de los mayores logros de su reinado, reforzando el apoyo a su causa. Sin embargo, el dominio inglés en Irlanda duró poco tiempo.
Crisis de 1397-1399
El período que los historiadores conocen como el "gobierno estricto de Ricardo" comenzó a finales de la década de 1390. Para julio de 1397, el rey tenía bajo arresto a Gloucester, Arundel y Warwick, sus antiguos oponentes. El motivo de estas detenciones no está del todo claro. Aunque los relatos de la época sugieren un plan en su contra, no hay pruebas de que fuera así. Es más probable que Ricardo se sintiera con suficiente poder para tomar represalias y eliminarlos por su participación en los eventos de 1386-1388. Richard Fitzalan, conde de Arundel fue el primero en ser juzgado en 1397 y luego fue condenado y perdió la vida. Tomás de Woodstock, duque de Gloucester fue encarcelado por el conde de Nottingham en Calais, donde esperó su juicio. A medida que se acercaba el juicio, Nottingham dio la noticia de la muerte de Gloucester. Se cree que probablemente el rey ordenó matarlo para evitar la vergüenza de la ejecución de un príncipe de sangre real. Thomas de Beauchamp, conde de Warwick fue condenado a muerte, pero su pena se cambió a cadena perpetua. Mientras tanto, Thomas Arundel, arzobispo de Canterbury y hermano de Richard Fitzalan, fue desterrado de por vida. Después de la caída de sus antiguos oponentes, Ricardo persiguió a sus aliados y procesó a varios hombres por haber sido leales a los Lords Appellant. Les impuso grandes multas que trajeron ingresos a la Corona, aunque la legalidad de estos impuestos fue cuestionada por los escritores de la época.

Estas acciones fueron posibles en parte gracias a la ayuda de Juan de Gante y de otros nobles que lograron destacarse gracias a esto, a quienes se les llamó despectivamente dukketti. John Holland y Thomas Holland fueron ascendidos de condes de Huntingdon y Kent a duques de Exeter y Surrey, respectivamente. Entre otros de sus partidarios se pueden mencionar a Juan Beaufort, conde de Somerset, Eduardo de Norwich, John Montacute, conde de Salisbury y Thomas le Despenser, conde de Gloucester. Con sus antiguos enemigos fuera del ámbito político, Ricardo recompensó con nuevos territorios a sus nuevos partidarios.
Sin embargo, Ricardo veía a la familia Lancaster como posibles amenazas a su poder. Los Lancaster, representados por su tío Juan de Gante y el hijo de este, Enrique Bolingbroke, conde de Derby, no solo eran una de las familias más poderosas de Inglaterra, sino que, dado su origen real, podían disputarle el trono si él no tenía hijos. La discordia surgió en el círculo real cuando en 1397, Bolingbroke y Thomas de Mowbray se enfrentaron. Según Bolingbroke, Mowbray había afirmado que ambos, como antiguos Lords Appellant, serían los siguientes en sufrir la venganza del rey. Mowbray negó estas afirmaciones, ya que, de ser ciertas, equivalían a traición.
El parlamento decidió que la disputa se resolvería mediante un duelo. Pero en el último momento, Ricardo cambió la pena y exilió a ambos: a Mowbray de por vida y a Bolingbroke por diez años. El 3 de febrero de 1399, Juan de Gante falleció. Ricardo aprovechó el momento para extender la pena de Bolingbroke a exilio permanente, además de quitarle su herencia. Con Bolingbroke en París, Ricardo se sentía seguro, ya que los franceses tenían poco interés en desafiar a Ricardo y poner en peligro la paz entre ambos reinos. Pronto, Ricardo dejó Inglaterra para ir a Irlanda, liderando una nueva expedición.
Destronamiento y fallecimiento
En junio de 1399, Luis, duque de Orleans ganó poder en la corte de su hermano Carlos VI de Francia. La política de acercamiento entre Francia e Inglaterra no encajaba con las ambiciones políticas de Luis. Por ello, le pareció oportuno permitir a Enrique Bolingbroke salir de Francia hacia Inglaterra. A finales de junio de 1399, Bolingbroke desembarcó en Ravenspurn, en Yorkshire. Se reunió con Henry Percy, conde de Northumberland, y lo convenció de que su único objetivo era recuperar sus tierras perdidas, obteniendo así el apoyo del conde. El rey se había llevado a sus caballeros y a los nobles leales a él en su expedición a Irlanda. Por eso, Enrique encontró poca resistencia en su avance hacia el sur. Edmundo de Langley, duque de York, quien actuaba como protector del reino, no tuvo otra opción que ponerse del lado de Enrique. Ricardo se retrasó en su regreso de Irlanda y no llegó a Gales hasta el 24 de julio. Ya en Gales, se reunió el 12 de agosto con el conde de Northumberland en el castillo de Conwy para iniciar las negociaciones. El 19 de agosto, Ricardo entregó a Enrique el castillo de Flint, prometiendo renunciar al trono si se le perdonaba la vida. Ambos regresaron a Londres, donde Ricardo, a su llegada, fue encarcelado en la Torre de Londres el 1 de septiembre.
Aunque Enrique estaba decidido a tomar el trono, encontrar una justificación para esta acción fue un problema. Para hacer legítima su llegada al trono, se argumentó que Ricardo, por su gobierno estricto y su mala administración, se había vuelto indigno de ser rey. Sin embargo, Enrique no era el siguiente en la línea de sucesión: el heredero era Edmundo Mortimer, conde de la Marca, quien descendía del segundo hijo de Eduardo III, Leonel de Amberes, duque de Clarence. Mientras que Juan de Gante, padre de Enrique, era el tercer hijo de Eduardo III. Este problema se solucionó alegando que, si bien Enrique era descendiente por línea directa masculina, Edmundo lo era a través de su abuela. La versión oficial de los hechos indica que Ricardo renunció voluntariamente al trono a favor de Enrique el 29 de septiembre. Aunque esto probablemente no fue así, el Parlamento se reunió al día siguiente y aceptó la renuncia de Ricardo. Enrique fue coronado como Enrique IV el 13 de octubre.
Lo que le sucedió a Ricardo después de ser destronado no está del todo claro. Fue trasladado de la Torre de Londres al castillo de Pontefract poco antes de que terminara el año. Aunque el nuevo rey no tenía problema en dejarlo vivir, esta situación cambió cuando se enteró de que los condes de Huntingdon, Kent, Somerset y Rutland, además de Thomas Despenser —todos ellos despojados de sus privilegios tras la caída de Ricardo— planeaban matarlo para restaurar a Ricardo en el trono. Aunque se evitó este suceso, Enrique se dio cuenta del peligro que significaba que Ricardo siguiera con vida. Se cree que se le dejó morir de hambre alrededor del 14 de febrero de 1400, aunque quedan dudas sobre la forma y la fecha exacta de su muerte. Su cuerpo fue llevado al sur de Pontefract y exhibido en la antigua Catedral de San Pablo el 17 de febrero antes de su entierro en la parroquia de Kings Langley el 6 de marzo.
Aunque hubo rumores de que Ricardo había sobrevivido, estos nunca tuvieron eco en Inglaterra. Sin embargo, en Escocia, un hombre identificado como Ricardo llegó a manos del regente duque de Albany y fue presentado en el castillo de Stirling como el difunto rey. Esto sirvió para mantener las disputas de varias personas que se oponían a la familia Lancaster y las intrigas de los lolardos en Inglaterra. El gobierno de Enrique IV lo consideró un impostor. Varias fuentes de ambos lados de la frontera sugieren que el hombre sufría de una enfermedad mental. Se le describió como un "mendigo" al momento de su muerte en 1419. Sin embargo, fue enterrado como un rey en el convento dominicano local en Stirling. Mientras tanto, en 1413, Enrique V —en un intento de reparar el supuesto asesinato de Ricardo por parte de su padre y silenciar los rumores de su supervivencia— decidió trasladar el cuerpo del difunto rey de Langley a su lugar de descanso actual, en la abadía de Westminster. Aquí mismo, Ricardo había preparado una tumba elaborada, donde habían sido sepultados los restos de su esposa Ana.
La corte de Ricardo
En los últimos años del reinado de Ricardo, especialmente después de que detuvo a los Lords Appellant en 1397, el rey tuvo un control casi total del poder en el país. Esta era una situación poco común en la Inglaterra medieval. Fue en este período cuando la cultura de la corte del rey se destacó, siendo muy diferente de las épocas anteriores. Se desarrolló una nueva forma de dirigirse al rey: hasta entonces se le llamaba a menudo simplemente "alteza", pero a partir de entonces se le trataba como "majestad real" o "alta majestad". Se decía que en las fiestas importantes, Ricardo se sentaba en su trono en el salón real durante horas sin hablar, y cualquiera a quien mirara tenía que inclinarse ante él. La inspiración para esta nueva riqueza y el énfasis en la dignidad venía de las cortes de Europa, no solo de las francesas y checas de donde venían las dos esposas de Ricardo, sino también de la corte que su padre había mantenido mientras vivía en Aquitania.
La forma en que Ricardo entendía la realeza se basaba en su fuerte creencia en el poder del rey. Esta idea pudo haber surgido en su juventud, cuando su autoridad fue desafiada por primera vez por la revuelta campesina y luego por los Lords Appellant. Ricardo no estaba de acuerdo con la forma en que su abuelo Eduardo III trataba a la nobleza. La corte de su abuelo era como un consejo de guerra, donde el rey dependía de sus nobles más confiables como capitanes. Desde el punto de vista de Ricardo, esta situación había dado mucho poder a la nobleza. Para no depender militarmente de ellos, siguió una política de paz con Francia. Al mismo tiempo, formó su propio grupo militar personal, más grande que el que cualquier rey inglés había tenido hasta entonces. Estos hombres llevaban insignias con el White Hart (en español: ciervo blanco), que era su emblema personal. De esta forma, Ricardo pudo crear un ambiente en la corte donde el rey era una figura venerada y distante, y el arte y la cultura, en lugar de la guerra, eran lo más importante.
Apoyo a las artes
Como parte de su campaña para resaltar su autoridad y a diferencia de los reyes anteriores, Ricardo cultivó la imagen real haciéndose retratar. Solo se conservan dos pinturas: un retrato de tamaño natural que se encuentra en la abadía de Westminster (alrededor de 1390) y el díptico de Wilton (1394-1399), un retrato portátil que se cree que estaba destinado a acompañarlo en su campaña a Irlanda. Estos son algunos de los pocos ejemplos ingleses que quedan de la pintura gótica internacional, un estilo desarrollado en las cortes de Europa, especialmente en París y Praga. Los gastos de Ricardo en joyas, telas y objetos de oro fueron mayores que en pinturas. Pero, al igual que con sus manuscritos iluminados, apenas existen obras que se puedan relacionar con él, excepto una corona, "uno de los mejores logros de la orfebrería gótica", que probablemente perteneció a su esposa Ana.
Entre los proyectos arquitectónicos más importantes de Ricardo destaca el Salón Westminster. Fue reconstruido durante su reinado, posiblemente impulsado después de la finalización de la magnífica sala en el castillo de Kenilworth por Juan de Gante en 1391. Quince estatuas de tamaño natural de los reyes ingleses fueron colocadas en nichos en las paredes. Un techo de madera diseñado por Hugh Herland, "la creación más grande de la arquitectura medieval hecha en madera", permitió que las tres naves románicas originales fueran reemplazadas por un solo espacio enorme y abierto, con una plataforma al final donde Ricardo se sentaba solo. La reconstrucción del salón Westminster había comenzado en 1245 por Enrique III, pero no fue hasta la época de Ricardo cuando se reanudó después de haber estado sin terminar por más de un siglo.
En cuanto a la literatura, el apoyo de su corte fue importante para consolidar el inglés como un idioma literario. Aunque hay pocas pruebas de que Ricardo apoyara especialmente la poesía, fue en su corte donde esta progresó. Incluso Geoffrey Chaucer, el poeta inglés más importante de la época, sirvió al rey como diplomático, funcionario de aduanas y maestro de obras del rey mientras escribía sus obras más conocidas. Chaucer había trabajado antes para Juan de Gante y escribió The Book of the Duchess como un homenaje a Blanca de Lancaster, la primera esposa de Gante. Además, John Gower, colega y amigo de Chaucer, escribió Confessio Amantis por encargo directo de Ricardo. Sin embargo, Gower más tarde se desilusionaría con el rey.
Apariencia y evaluación
Los escritores de la época, incluso los que no simpatizaban con el rey, coinciden en que Ricardo era el "rey más apuesto", aunque su "rostro era blanco, redondo y femenino", lo que daba a entender que le faltaba masculinidad. Además, era atlético y alto, ya que al abrirse su tumba en 1871 se comprobó que medía seis pies de altura. También era inteligente y culto, aunque tendía a tartamudear cuando estaba nervioso. Aunque el retrato conservado en la abadía de Westminster es probablemente fiel al rey, no ocurre lo mismo con el Díptico Wilton, que retrata al rey significativamente más joven de lo que era en ese momento, cuando posiblemente ya tenía barba. En el aspecto religioso, Ricardo era muy creyente, y hacia el final de su reinado se opuso firmemente a las ideas de los Lolardos. Además, era especialmente devoto del rey Eduardo el Confesor y alrededor de 1395 unió sus armas con las armas atribuidas a este. Aunque no era un rey guerrero como su abuelo, Ricardo disfrutaba de torneos y de la caza.
La opinión popular sobre Ricardo está muy influenciada por la obra de William Shakespeare sobre el rey, Ricardo II. El Ricardo de Shakespeare era un rey cruel, vengativo e irresponsable que solo alcanzó una apariencia de grandeza después de su caída. Sin embargo, Shakespeare, al escribir esta obra de ficción, se tomó muchas libertades e hizo grandes omisiones. Basó su obra principalmente en escritos de otros autores, como Edward Hall y Samuel Daniel, quienes a su vez se basaron en cronistas de la época como Thomas Walsingham. Hall y Daniel formaron parte de la historia de la familia Tudor, que no simpatizaba con Ricardo. La idea de los Tudor, reforzada por Shakespeare, veía en el mal gobierno de Ricardo el origen de la guerra de las Dos Rosas y la crisis civil que esta representó, la cual no terminó hasta 1485 con la llegada al trono del primer Tudor, Enrique VII. Esta idea fue aceptada hasta el XIX, y solo comenzó a ser cuestionada a partir del XX. En épocas recientes, los historiadores prefieren estudiar la guerra de las Dos Rosas y el reinado de Ricardo II como dos hechos separados.
El estado mental de Ricardo ha sido un tema importante de debate histórico desde que los primeros historiadores académicos comenzaron a tratar el tema en el XIX. Uno de los primeros historiadores modernos en separar al rey de la persona fue William Stubbs, obispo de Oxford. Stubbs argumentó que hacia el final de su reinado, la mente de Ricardo "estaba perdiendo su equilibrio por completo". El historiador Anthony Steel, quien escribió una biografía detallada del rey en 1941, adoptó un enfoque psicológico del asunto y concluyó que el rey mostraba signos de una enfermedad mental. Esto fue cuestionado por V. H. Galbraith, quien argumentó que no había base histórica para tal diagnóstico, un punto de vista compartido por historiadores posteriores, como Anthony Goodman y Anthony Meta. Nigel Saul, quien escribió una de las biografías académicas más recientes sobre Ricardo II, reconoce que, aunque no hay base para suponer que el rey sufría de una enfermedad mental, mostró claros signos de una personalidad muy centrada en sí mismo, y hacia el final de su reinado "la comprensión de Ricardo se estaba volviendo más débil".
Una de las principales preguntas históricas se refiere a su forma de gobernar y las razones de su fracaso. Se pensaba que su reinado contenía elementos de una monarquía moderna con poder absoluto, como la que tuvo la casa de Tudor. Más recientemente, la forma en que Ricardo entendía la realeza ha sido vista por algunos como no tan diferente de la de sus antecesores y que estaba perfectamente dentro de la monarquía tradicional. Sin embargo, sus acciones fueron demasiado extremas y los cambios demasiado repentinos. Por un lado, la ausencia de guerra estaba destinada a reducir los impuestos y así ayudar a la popularidad de Ricardo con la Cámara de los Comunes. Sin embargo, esta promesa nunca se cumplió, ya que el costo de la comitiva real, el lujo de la corte y el generoso apoyo de Ricardo a sus favoritos resultaron tan caros como lo habría sido la guerra, sin ofrecer beneficios similares. En cuanto a su política de contención militar, esta fue imitada más tarde por Eduardo IV y Enrique VII. Pero la dependencia exclusiva de Ricardo en el condado de Cheshire disminuyó el apoyo del resto del país. Como el historiador Simon Walker concluye: "Lo que él buscaba no era, en términos de la época, ni injustificado ni inalcanzable, pero fue la manera en que lo buscó lo que lo llevó a su caída".
Ancestros
Ancestros de Ricardo II de Inglaterra | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Títulos Reales | ||
Predecesor: Eduardo III de Inglaterra |
Rey de Inglaterra, Duque de Aquitania y Señor de Irlanda 1377-1399 |
Sucesor: Enrique IV de Inglaterra |
Nobleza de Inglaterra | ||
Predecesor: Eduardo de Woodstock |
Príncipe de Gales 1376-1377 |
Sucesor: Enrique de Monmouth |
Duque de Cornualles 1376-1377 |
Véase también
En inglés: Richard II of England Facts for Kids