Rabel para niños
Datos para niños Rabel |
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Características | ||
Clasificación | Instrumento de cuerda frotada | |
Instrumentos relacionados |
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Músicos | Pedro Madrid, Paco Sobaler, Antonio Gómez Morante (Lin el Airoso), Esteban Bolado, Alfredo González Largo | |
El rabel es un instrumento de cuerda frotada que se parece al violín. Puede tener entre 1 y 5 cuerdas. Para que suene, se frotan las cuerdas con un arco.
Se puede tocar de varias maneras. Si estás de pie, puedes apoyarlo en el hombro, el pecho o el costado. Si estás sentado, lo apoyas sobre una pierna o entre las dos piernas.
Este instrumento llegó a la península ibérica con los árabes. Se hizo muy popular durante la Edad Media y el Renacimiento. Hoy en día, se usa mucho en la cordillera Cantábrica, especialmente en Cantabria, Palencia, Asturias y León. También se encuentra en Portugal y en otras zonas de España como Ávila, Cáceres, Zamora, Burgos, La Rioja y Toledo.
En estos lugares, el rabel es un instrumento tradicional. Los pastores que practicaban la trashumancia (mover el ganado de un lugar a otro) ayudaron a conservarlo. En América Latina, se toca en Panamá y en el sur de Chile, sobre todo en la Isla Grande de Chiloé.
Contenido
¿De dónde viene la palabra "rabel"?
La Real Academia Española dice que la palabra "rabel" viene del árabe hispánico rabáb. Esta palabra, a su vez, viene del árabe clásico رباب (rabāb).
El nombre "rabel" se usa en la península ibérica desde el siglo XV. Se usaba para llamar a varios instrumentos de cuerda que se frotaban, incluyendo violas y violines. Incluso en Suramérica, este nombre se hizo muy común.
También se le conoce como rebec, rebab, rebeca, rabeba o rubeba. En algunas partes de la península ibérica, lo llaman arrabel. Sin embargo, "arrabel" también puede referirse a otro instrumento diferente, que hace sonido por sí mismo (un idiófono).
Un ejemplo de este otro instrumento es la carrañaca o huesera en Castilla. En Cataluña, se le llama bandurria d’ossos. La palabra "arrabilar" significa mover algo, como las manos, imitando el movimiento de una cola. En lengua asturiana, "rabil" se usa para objetos que, como las manivelas, activan un movimiento mecánico.
Otros instrumentos de cuerda frotada de esa época, pero con características distintas, son la vihuela, la viela o viola de arco (también llamada fídula), la giga y la lira bizantina.
En Cantabria, Asturias, las Montañas de León y la Montaña Palentina, el rabel es muy importante. En Cantabria, distinguen cómo se toca:
- Si se toca sentado y sobre las piernas, lo llaman bandurria o rabel purriego.
- Si se apoya en el pecho, lo llaman rabel o rabel campurriano.
En algunas zonas de la Montaña Oriental de León y Fuentes Carrionas, se usan los nombres "rabel" y "bandurria" indistintamente. Aunque allí se perdió la forma de tocarlo sentado, hay registros de ello hasta los años 20 del siglo XX.
En Panamá, el rabel se conoce como rabo de michu, que significa "rabo de gato". Una teoría dice que el sonido de las cuerdas al frotarse se parece a los maullidos de los gatos. Este nombre podría estar relacionado con "Rabo", un nombre antiguo del instrumento en España.
¿Cómo es un rabel?
El rabel se construye con un trozo de madera ahuecado. Puede tener diferentes formas. Lo más importante es que no hay un único diseño. Algunos instrumentos tradicionales se hacían con varias piezas de madera.
Hoy en día, especialmente en Cantabria, hay muchos tipos de rabeles. Algunos no se parecen a los modelos tradicionales. En los últimos 30 años, se han hecho cambios para conseguir sonidos diferentes.
Algunos rabeles son parecidos a un violín. Sin embargo, los modelos más antiguos tienen características de antes de que el violín moderno apareciera a mediados del siglo XVI.
La gente ha conservado instrumentos de muchos tipos. Generalmente, se usan solo una o dos cuerdas para la música, aunque el instrumento tenga más.
En Panamá, el rabel se construye así: la parte de arriba (tapa) suele ser de madera de balsa. El resto del instrumento se hace de cedro o jamaico. El arco se curva y se le da forma con un martillo. Las cuerdas se hacen con crin de caballo.
¿Cómo se afina un rabel?

El número de cuerdas del rabel varía, desde una hasta tres.
Los instrumentos de cuerda tradicionales suelen afinarse por cuartas y quintas. Una de las cuerdas se usa para acompañar el ritmo del baile o para hacer un sonido de fondo (bordón). El músico puede afinar la nota principal a la altura de su voz para cantar más cómodamente.
En Porto de Sanabria (Zamora), el rabel de tres cuerdas se afinaba así: las dos cuerdas más graves se ponían al mismo tono. La cuerda "cantante" se tensaba "a ojo". Luego, se deslizaba el dedo índice por ella hasta que las tres cuerdas sonaran bien juntas. Con el dedo fijo, se tocaba la melodía con los otros tres dedos.
La bandurria asturiana, de tres cuerdas, se afina por cuartas. La tercera y la primera cuerda se afinan al mismo tono, pero la primera una octava más alta. La segunda cuerda se afina a la cuarta de esa nota. La tercera cuerda solo sirve de bordón. Esta afinación se usa en otras bandurrias o rabeles cercanos a Asturias y con tres cuerdas (como en Riaño, Fuentes Carrionas, Liébana, Polaciones, etc.).
Los rabeles de dos cuerdas también se afinan en cuartas. La segunda cuerda suele ser el bordón de la primera. Sin embargo, en lugares como el valle de Polaciones (Cantabria), la Montaña de Palencia y Riaño (León), y en algunos rabeles de Campoo (Cantabria), la segunda cuerda también se usa para la melodía, según la canción.
Los rabeles de una sola cuerda (de Cáceres, Toledo y Ávila) se afinan para que el músico pueda cantar cómodamente, ya que no tienen bordón. Una característica de estos rabeles es que el puente tiene un agujero por donde pasa la cuerda, para que no se pierda.
¿Cuál es la historia del rabel?
Orígenes del rabel
Hay dibujos, ilustraciones y menciones del rabel desde la Edad Media. Sin embargo, se cree que su origen es mucho más antiguo.
Se suele pensar que estos instrumentos de cuerda frotada vienen de la cultura árabe. Aunque hay muchas cosas en común, también hay debates sobre este tema (como la forma de tocarlo o cómo se construye). Lo cierto es que el rabāb o rebab, un instrumento de cuerda frotada del mundo islámico, llegó a Occidente con la conquista de la península ibérica.
Para buscar los rabeles más antiguos, se suelen mirar las imágenes medievales. Pero pocas veces se encuentra una gran similitud con los rabeles tradicionales que conocemos hoy. Esto ha llevado a que, recientemente, algunos artesanos y músicos hagan copias de instrumentos antiguos del siglo X y posteriores, llamándolos rabeles sin tener pruebas claras.
El rabel es el resultado de la evolución de las tradiciones populares. No se sabe con exactitud cómo surgió, pero se cree que viene de instrumentos muy antiguos, incluso de antes de la Edad Media, que se usaban en muchos lugares.
¿Cómo ha evolucionado el rabel?
El uso tradicional del rabel se ha mantenido de forma diferente en cada lugar. En Cantabria, ha crecido mucho en los últimos tiempos. Este aumento de popularidad ha traído cambios en el instrumento, en cómo se toca y en cómo se entiende.
En Panamá, el rabel se usó desde la época colonial para acompañar el canto y el baile de la Mejorana. También era un instrumento melódico en la Cumbia y el Punto. A principios del siglo XX, los violines importados de Europa empezaron a reemplazar al rabel. Hoy en día, quedan pocos músicos que toquen el rabel en las provincias de Herrera y Veraguas, en comunidades como Los Pozos, Ocú, Cañazas, Las Minas, Ponuga, Santeños y La Atalaya.
¿Qué tipo de música se toca con el rabel?
Con el rabel se tocan jotas en todas sus formas. También se usan para bailes como los "bailes a lo ligero" o "titos" (en la zona de Riaño y el Oeste de la Montaña Palentina). Pero lo más conocido de su repertorio son los romances.
Los romances son historias cantadas. A veces son de un lugar específico, pero muchas veces son los mismos temas con pequeñas variaciones. Un ejemplo famoso es La Loba Parda. Esta canción cuenta la historia de una loba vieja que es sorprendida por los perros pastores mientras roba una oveja. Se canta en todas las rutas de la Trashumancia, desde Extremadura hasta los Picos de Europa, y desde Madrid hasta La Rioja.
Las melodías del rabel son sencillas. Los músicos las adornan a su gusto. Normalmente, usan unas 5 notas como máximo. Los músicos más experimentados pueden tocar 6 notas. Hoy en día, muchos que saben tocar otros instrumentos de cuerda aprenden el rabel y logran tocar escalas completas. Si el rabel tiene una segunda cuerda para la melodía, se pueden sacar 3 o 4 notas más.
La forma de las canciones suele seguir patrones musicales específicos, como el troqueo o yambo y los tetracordos. Esto le da al rabel su sonido especial y único, sin importar de dónde venga.
Músicos destacados del rabel
El rabel se toca de dos maneras principales en las zonas donde es tradicional:
- Un estilo es el campurriano (de Campoo). Se toca de pie, apoyando el instrumento en el hombro, el pecho o las costillas.
- El otro estilo es el purriego, de Polaciones. Se toca sentado, apoyando el instrumento entre las piernas.
Uno de los rabelistas más famosos de todos los tiempos fue Pedro Madrid, de Polaciones. Él hizo cambios importantes en el rabel y en su sonido, que ahora usan otros músicos.
Otros rabelistas importantes de Cantabria que ya fallecieron son Antonio Morante "Quintana", Adela Gómez Lombraña, Antonio López Morante (conocido como "Lin, el airoso"), Donato Muñoz y Paco Sobaler. En la Montaña Oriental Leonesa, en Las Salas, destacó Alfredo González Largo, un rabelista y constructor de rabeles que ya falleció.
También hay personas que trabajan para recuperar y difundir el rabel. Por ejemplo, en el Albergue de Olea, cerca de Reinosa, se han hecho encuentros musicales, discos y videos. La ASC Pejanda de Polaciones celebra cada año el “Alcuentru”, donde se reúnen músicos de rabel de diferentes lugares. Además, el Ayuntamiento de Polaciones organiza desde hace más de 25 años el Certamen de Rabel Valle de Polaciones, que es la mayor reunión de rabelistas. También se enseña a tocar el rabel en varias escuelas de música tradicional en Cantabria.
En Asturias, el Muséu del Pueblu d'Asturies de Gijón tiene grabaciones de rabelistas asturianos como David Caballín y Cefero Traviesas. Ambos eran de Campo de Caso y ya fallecieron en los años 80. Heredaron la tradición de otros rabelistas de la zona. En el Museo Etnográfico de Cantabria (en Muriedas), en el de El Pajar (en Proaño) y en la casa del rabel (en Quintana de Toranzo), se pueden ver algunos rabeles interesantes.
Más al sur, en la provincia de Toledo, hay rabelistas como Faustino Espejel de Las Ventas de San Julián y Victoriano Petaco de Lagartera. Ellos aparecen en grabaciones llamadas "Los últimos tañedores del rabel". También son importantes Manuel, José y Anastacio Reviriego, junto a Eduardo Oliva Pascual, grabados por Alan Lomax en Lagartera.
En la comarca del Campo Arañuelo, destaca Heliodoro Pulido Rodríguez, de La Calzada de Oropesa. Él es experto en construir y tocar rabeles, siempre a la antigua usanza, con una sola cuerda. Un programa de televisión le dedicó un reportaje en 2022.
El rabel en las historias populares
El rabel aparece en cuentos populares. En estas historias, la inteligencia y la música ayudan a un pastor a escapar de unos ladrones. Por ejemplo, en una historia de La Rioja, un pastor estaba solo en su cabaña y oyó llegar a unos ladrones. Se le ocurrió coger su rabel y "hacerlo hablar" cantando:
Tú, Manuel, que ibas por vino, tú, Manuel, que ibas por pan, coge la mula alazana y ve a dar parte al lugar, que han venido unos ladrones y nos han venido a robar, que tu ovejita cornuda cociendo en el caldero está.
Manuel, que volvía del pueblo, entendió el mensaje de su amigo y fue a avisar al pueblo. Así, los ladrones fueron detenidos.
Véase también
En inglés: Rebec Facts for Kids