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Monasterio de Santa María del Parral para niños

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Datos para niños
Monasterio de Santa María del Parral
bien de interés cultural
Segovia - Real Monasterio de Santa Maria del Parral 01.jpg
Vista general del monasterio
Localización
País España
Comunidad Castilla y León
Localidad Segovia
Dirección Calle Parral, 2, 40003
Coordenadas 40°57′22″N 4°07′36″O / 40.95602798, -4.1265831
Información religiosa
Diócesis Diócesis de Segovia
Orden Orden de San Jerónimo
Advocación Santa María del Parral
Patrono Virgen del Parral
Historia del edificio
Fundación 1447
Fundador Enrique IV de Castilla
Construcción 1447-1503
Datos arquitectónicos
Tipo Monasterio de clausura
Estilo Gótico, mudéjar y plateresco
Año de inscripción 6 de febrero de 1914
Bien de interés cultural
Patrimonio histórico de España
Código RI-51-0000129
Declaración 6 de febrero de 1914
Sitio web oficial

El Monasterio de Santa María del Parral, también conocido como Monasterio de El Parral, es un monasterio de clausura de la Orden de San Jerónimo. Se encuentra en la ciudad de Segovia, en la comunidad de Castilla y León, España.

Este monasterio está fuera de las murallas de la ciudad, en el barrio de San Lorenzo. Está cerca de la iglesia de la Vera Cruz y del convento de San Juan de la Cruz. También se sitúa junto a la antigua Casa de la Moneda, a orillas del río Eresma. Desde su fundación, ha sido el hogar de los monjes de clausura de la Orden de San Jerónimo.

Los edificios del monasterio se organizan alrededor de varios patios, llamados claustros. Estos claustros muestran estilos gótico, mudéjar y plateresco. El rey Enrique IV de Castilla ordenó su construcción en el año 1447. En 1454, el rey financió la edificación de las dependencias monacales, incluso antes que la iglesia. Las representaciones de su escudo y ramas de granado en el edificio muestran su relación con el monasterio.

El Monasterio de Santa María del Parral, junto con otros conventos de la época, es un ejemplo importante de la arquitectura del siglo XV en Segovia.

Dentro del monasterio, destaca el retablo mayor de la iglesia. Fue creado en el siglo XVI por Juan Rodríguez y otros escultores de Ávila, siguiendo el estilo renacentista. El monasterio lleva el nombre de la Virgen del Parral, una escultura románica que se venera allí.

Historia del Monasterio de El Parral

¿Cómo se fundó el Monasterio de El Parral?

Archivo:WLM14ES - 08072007 195710 19622 -
Fachada de la iglesia del monasterio.
Archivo:WLM14ES - 08072007 200048 19625 -
Escudos de Diego López Pacheco y Juana Enríquez en la fachada de la iglesia.
Archivo:Segovia-Monasterio-del-Parral-DavidDaguerro
Capilla de la Virgen de El Parral. Escultura románica que da nombre al monasterio.

El rey Enrique IV de Castilla ordenó construir el monasterio en 1447, cuando aún era príncipe. Para ello, lo hizo a nombre de Juan Pacheco, marqués de Villena, su ayudante principal. Esto se debía a que no era común que un príncipe, sin ser rey, construyera edificios tan grandes.

Enrique IV eligió un lugar especial para el monasterio. Lo describió como un sitio elevado, protegido del viento frío por una ladera y unas rocas. Recibía el sol desde la mañana hasta la noche. Cerca de allí, había una pequeña ermita antigua llamada Nuestra Señora del Parral, cubierta por una parra. El rey recordaba haber comido uvas de esa parra cuando era niño. También había muchas fuentes de agua fresca y abundante en los alrededores.

La ermita de la Virgen del Parral era muy querida por los habitantes de Segovia desde el siglo XIII. Pertenecía a la catedral y estaba rodeada de huertos.

El 7 de diciembre de 1447, Enrique IV compró la ermita y los terrenos cercanos por diez mil maravedíes. Luego, cedió la propiedad a fray Rodrigo de Sevilla, quien era el prior de otro monasterio. El objetivo era fundar un nuevo monasterio en ese lugar. Fray Rodrigo de Sevilla se convirtió en el primer prior del Monasterio de El Parral.

El papa Nicolás V aprobó la fundación del monasterio, dándole los mismos privilegios que a otros importantes monasterios. Al principio, la comunidad de monjes tuvo dificultades. Pero en 1454, cuando Enrique IV se convirtió en rey, ordenó que comenzaran las obras de los edificios del monasterio. Un monje de la época, fray José de Sigüenza, describió cómo se construyó el claustro principal, las celdas y otras dependencias. También mencionó que el rey quería que la Capilla Mayor fuera su lugar de entierro.

Sigüenza también destacó la belleza de los techos de madera de estilo mudéjar y los colores de los techos del claustro alto, el comedor y la biblioteca. Enrique IV construyó casi toda la capilla mayor, pero no pudo terminar la nave de la iglesia debido a problemas en sus reinos.

¿Cómo se consolidó el Monasterio de El Parral?

En 1474, el rey Enrique IV falleció, y hubo una disputa por el trono. Esto detuvo las obras del monasterio. En 1479, Isabel se convirtió en reina de Castilla, y las obras de El Parral se reanudaron. El prior del monasterio, fray Pedro de Mesa, llegó a un acuerdo para conseguir fondos con el marqués de Villena. Gracias a esto, las obras pudieron terminarse en 1503.

Archivo:Fundación Joaquín Díaz - Monasterio del Parral - Segovia
Fotografía antigua del monasterio.

El diseño del monasterio siguió las reglas de la Orden Jerónima. El primer maestro de obras fue Juan Gallego, de Segovia. Él planeó cómo se recogería el agua y dibujó los primeros diseños de los edificios. Según los monjes, Juan Gallego organizó el monasterio de la siguiente manera: la iglesia al norte, el claustro principal al sur de la iglesia, el claustro de la enfermería al suroeste, y los claustros de la portería y la hospedería al oeste. Todo el conjunto estaba rodeado de huertos y tierras cercadas.

En 1472, Juan Pacheco, marqués de Villena, encargó las obras de la capilla mayor. Allí se construirían el retablo y los sepulcros del marqués y su esposa, María de Portocarrero. Fray José de Sigüenza, un monje del monasterio, cuenta que el rey Enrique IV quería ese lugar para su propio entierro, pero el marqués de Villena lo pidió para él.

El contrato para el retablo se firmó el 23 de marzo de 1528. Los escultores Juan Rodríguez y Jerónimo Pellicer, junto con el pintor Francisco González, se comprometieron a realizarlo por 400.000 maravedíes. Diego de Urbina se encargó de dorar y pintar el retablo en 1553.

Las naves de la iglesia se terminaron de cerrar en 1503. En 1654, un incendio dañó gran parte de los edificios, que fueron reconstruidos poco después. Durante más de trescientos años, el monasterio siguió creciendo.

¿Qué pasó con el Monasterio en el siglo XIX?

En el siglo XIX, el monasterio entró en un periodo de dificultades. En 1837, una ley llamada desamortización de Mendizábal hizo que el monasterio de El Parral fuera abandonado. Muchas obras de arte, documentos y objetos valiosos que se guardaban allí se perdieron o se dispersaron.

En 1808, las tropas de Napoleón Bonaparte saquearon la sacristía del monasterio y dispersaron su archivo. Los monjes tuvieron que irse, pero regresaron en 1813. En 1820, la comunidad se disolvió de nuevo, y los monjes abandonaron las instalaciones. Volvieron en 1823. Finalmente, el 10 de noviembre de 1835, la comunidad se disolvió por completo debido a las leyes de desamortización. En ese momento, había 27 monjes.

Archivo:Sepulcro en el monasterio del Parral de Segovia, de Jenaro Pérez Villaamil
«Sepulcro en el monasterio del Parral de Segovia», dibujo de Jenaro Pérez Villaamil para España artística y monumental, 1850.

El abandono de los edificios hizo que se deterioraran mucho. En 1839, incluso se pensó en demoler el monasterio. Sin embargo, en 1844, el duque de Frías, descendiente de los marqueses de Villena, reclamó el monasterio. Argumentó que su familia lo había fundado. Esta reclamación detuvo la demolición. Tres años después, en 1847, una orden real decidió que el monasterio pasaría a depender de la Casa de la Moneda. Se ordenó que se hicieran las reparaciones necesarias en la iglesia. Un monje, fray Julián Casado, intentó mantener el monasterio en buenas condiciones él solo.

Archivo:1872, An architect's note-book in Spain, principally illustrating the domestic architecture of that country, plate 31, Exterior view of the Monastery of El Parral (cropped)
Vista exterior del monasterio hacia 1869, obra del historiador del arte y arquitecto inglés Matthew Digby Wyatt.

Fray Julián Casado logró que una comunidad de monjas Concepcionistas se instalara en el monasterio. También trabajó para salvar objetos valiosos, trasladando altares y esculturas a otras iglesias de Segovia. Incluso salvó el órgano.

A principios del siglo XX, muchas cubiertas del monasterio se habían caído y los muros estaban dañados. En 1914, fue declarado Monumento Nacional, y comenzaron los trabajos de restauración en la iglesia. En 1916, se realizaron importantes reparaciones. En 1919, el techo de madera de la sala capitular se desplomó.

¿Cómo resurgió la Orden Jerónima y el Monasterio de El Parral?

A finales del siglo XIX, la Orden de San Jerónimo se quedó sin miembros. Sin embargo, la orden no desapareció por completo. En 1915, se iniciaron los esfuerzos para restaurar la orden.

En agosto de 1925, llegaron los primeros jóvenes que querían unirse a la Orden Jerónima al Monasterio de El Parral. Antes, en abril de ese año, el monasterio había sido puesto a disposición del obispado de Segovia. Entre 1926 y 1928, se recuperaron los edificios, reconstruyendo el claustro principal y otras dependencias.

En 1931, las obras de reconstrucción se detuvieron, y la mayoría de los monjes abandonaron el monasterio, quedando solo cinco. En 1941, después de la Guerra Civil, la orden comenzó a crecer de nuevo a partir de esos cinco monjes. Santa María del Parral se convirtió en la "Casa Madre" de la Orden. Desde allí, salieron monjes para fundar o repoblar otros monasterios, como el Monasterio de Santiponce en 1956 y el Monasterio de Yuste en 1958.

La reconstrucción del monasterio se reanudó en 1940 y terminó en 1943. Se recuperaron, entre otras áreas, el claustro principal y la sala capitular. Poco después, en 1947, se restauró la bóveda de la capilla mayor.

Entre 1965 y 1967, se realizaron cambios importantes en la iglesia y la sacristía. Se quitaron decoraciones antiguas y se trajo sillería (asientos de madera) de otro monasterio.

En 1972, se demolió el claustro de la Hospedería. En 1974, se crearon los estanques y jardines actuales.

Desde la restauración de la orden en El Parral, los monjes han recuperado muchos de los bienes que se habían dispersado. Por ejemplo, la biblioteca del siglo XVIII que estaba en el Archivo Municipal.

En el año 2020, la comunidad de monjes en el monasterio, que es el único de la Orden de San Jerónimo que existe en el mundo, estaba formada por seis monjes.

¿Cómo es el Monasterio de El Parral?

La Iglesia del Monasterio

Archivo:La talla de Bartolomé Hernández Alemán
Parte de la sillería baja del Real Monasterio de Santa María del Parral, actualmente en la Basílica de San Francisco el Grande.

La iglesia se encuentra entre una colina al norte y el resto del monasterio al sur. Su fachada es sencilla y no está terminada. La única decoración importante es la portada (entrada principal) y la torre de campanas, de estilo renacentista, que se alza a la derecha.

En la portada, hay relieves de la Virgen y un ángel, aunque algunas figuras están dañadas. Para entrar a la nave, se pasa por dos arcos con los escudos de Enrique IV y la frase "Agridulce es el reinar".

Sobre la ventana que ilumina el coro, hay dos grandes escudos. El de la izquierda es de Diego López Pacheco, segundo marqués de Villena, y el de la derecha es de su esposa, Juana Enríquez.

Dentro de la iglesia, se entra por debajo del coro, que está sostenido por un gran arco. El coro tiene dos secciones y está decorado con los escudos de los marqueses de Villena. Fue construido por Juan de Ruesga en 1494.

La nave de la iglesia tiene una altura de 22 metros. El coro se extiende a los lados de la nave como un balcón, adornado con los escudos de Diego López Pacheco y Juana Enríquez. Los órganos que estaban en el coro desaparecieron durante la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX.

La sillería original (los asientos de madera del coro), hecha por Bartolomé Fernández entre 1526 y 1528, fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional y a la Basílica de San Francisco el Grande en Madrid. Esta sillería tenía 34 asientos bajos y 47 altos, con figuras de santos y escenas del Apocalipsis.

El púlpito, hecho de piedra caliza a finales del siglo XV, está decorado con figuras de "Las virtudes" y el escudo de los Pacheco. Cerca del púlpito, se encuentra la tumba de Francisco González de la Cuadra.

Capilla de la Virgen de los Cuchillos

Esta capilla está debajo de la torre de campanas y perteneció a la familia Brihuega. Tiene una inscripción con la fecha de 1484. Su acceso es por un arco, y la bóveda se apoya en soportes con escudos. El retablo original ha sido reemplazado por un cuadro del Santo Cristo de Burgos.

Capilla de la Anunciación

La entrada de esta capilla está decorada con tallos y hojas de parra. Arriba, se ve el escudo de armas de los Pascual. La capilla tiene dos secciones con bóvedas de crucería. Las claves y soportes de la bóveda están decorados con escudos que alternan el cordero de San Juan y el león de San Jerónimo, símbolos de los Pascual.

En una pared, hay una pintura del siglo XV que muestra el descendimiento de Cristo.

Capilla de San Gregorio

Esta capilla tiene una bóveda sencilla con escudos tallados y pintados. Su entrada desde la nave está cerrada, y ahora se accede desde la capilla vecina.

En el centro, hay una lápida del regidor Gaspar de Oquendo y su esposa, Ana Jiménez, fechada en 1583. También hay otra lápida del siglo XV sin identificar.

Una puerta en esta capilla lleva al "Callejón de las Procesiones", una rampa escalonada que baja de la iglesia al claustro principal.

Sepulcro del canónigo Bartolomé de Mirabate

Bajo un arco, se encuentra el sepulcro del canónigo Bartolomé de Mirabate, con la fecha de 1580. En las esquinas del arco, hay cabezas de león que sostienen pilares con forma femenina. En los espacios triangulares del arco, hay bustos de San Pedro y San Pablo.

Un arco de tres lóbulos permite el paso al Callejón de las Procesiones.

Sepulcro de la familia Solís

El sepulcro de la familia Solís se encuentra bajo un arco decorado con bustos de profetas y un friso con cabezas de ángeles. Todo está coronado con el escudo de armas de la familia. La obra se terminó en 1543 e incluye un pequeño retablo de la Asunción.

Capilla de San Sebastián

Esta capilla se dedicó inicialmente a Santiago. Se entra por un arco apuntado y desde aquí se puede acceder a la rampa de las procesiones y a la capilla mayor. La bóveda está decorada con escudos. El altar está dedicado a Nuestra Señora del Parral. En 2003, se hizo la vidriera que cierra la ventana.

Sepulcro de la familia Tapia

A la izquierda de la entrada de la capilla, se encuentra este sepulcro del siglo XV. Los escudos de los Tapia coronan la obra y se repiten en las lápidas. En las lápidas de pizarra, aparecen los nombres de María de Morales y María de Tapia, esposa e hija de Pedro de Tapia, consejero de Enrique IV de Castilla.

Capilla Mayor

Fue construida en 1485 por Martín Sánchez Bonifacio y Juan Guas, siguiendo el diseño de Juan Gallego de 1459. Está muy bien iluminada por seis ventanas, en cuyas claves (piezas centrales) se ven los escudos de Diego Pacheco y su esposa Juana Enríquez. Los escudos fueron hechos por Francisco Sánchez de Toledo en 1494. En las jambas (lados de las ventanas), hay figuras de los apóstoles, realizadas por Sebastián de Almonacid en la misma fecha.

Las vidrieras que cubren las ventanas fueron hechas en 2003 por Carlos Muñoz de Pablos. Muestran los escudos de la Orden de San Jerónimo y de Enrique IV.

Una reja de hierro forjado de 1605, hecha por Alonso Sánchez, separa la capilla del resto de la iglesia.

El Retablo Mayor
Archivo:Segovia - Real Monasterio de Santa Maria del Parral 26
El retablo mayor y la cabecera.

El retablo mayor es la obra más importante de la iglesia y se considera el mejor ejemplo del Renacimiento en la provincia de Segovia. Su construcción comenzó en 1528. Trabajaron en él los escultores Juan Rodríguez y Jerónimo de Pellicer, el pintor Francisco González y el carpintero Blas Hernández.

El retablo es de madera policromada (pintada con muchos colores) y tiene tres secciones verticales y cuatro niveles. Ocupa toda la pared. Se une con los sepulcros de los Villena, formando un conjunto armonioso. Fue dorado por Diego de Urbina en 1553.

Archivo:Segovia - Real Monasterio de Santa Maria del Parral 29
La imagen de la Virgen de la Paz en el retablo mayor de la iglesia.

El retablo, al igual que la iglesia, está dedicado a la Santísima Virgen María y narra su vida. En la parte inferior, se representan escenas como la Última Cena y el Lavatorio de los pies. El retablo culmina con una gran estructura que alberga a la Virgen de la Paz. Sobre ella, hay un Crucificado, y en la parte superior, una imagen de Dios Padre.

En los lados del retablo, hay escenas de la vida de la Virgen, como su Nacimiento, la Visita a Santa Isabel, la Anunciación y la Asunción.

La parte inferior del retablo tenía un altar que fue retirado en 1968. En su lugar, se ha puesto el emblema de la Orden de los Jerónimos. Los asientos de madera que se ven ahora provienen de otro monasterio.

Los Sepulcros de los Marqueses de Villena

A los lados del altar mayor, se encuentran dos sepulcros que parecen haber sido diseñados junto con el retablo. Pertenecen a Juan Pacheco y su esposa María de Portocarrero. Fueron traídos de Guadalupe en 1480, y la obra actual fue realizada en 1528 por Juan Rodríguez y Lucas Giraldo. Están hechos de alabastro.

A la izquierda del altar, está el sepulcro de Juan Pacheco, y a la derecha, el de María de Portocarrero. Ambos son similares. Tienen una hornacina (hueco en la pared) con las figuras de los difuntos en posición de oración. Él lleva armadura y está acompañado por un paje; ella está acompañada por una dama. En la base, se representan las Virtudes y Adán y Eva. Los fondos de las hornacinas están decorados con relieves, y el arco con ángeles que llevan instrumentos de la Pasión. En los espacios triangulares del arco, están los escudos de los Pacheco.

En el sepulcro de doña María, están los escudos de los Portocarrero y un relieve con imágenes de la villa de Villena.

Otros sepulcros de la familia Pacheco se encuentran en diferentes partes de la iglesia. En el crucero, están los sepulcros de Francisco López Pacheco y su esposa Juana Lucas de Toledo. En el muro norte, se halla la lápida de Diego López Pacheco.

Antesacristía

Archivo:Puerta de la Antesacristía del monasterio del Parral
Puerta de la antesacristía.

A la antesacristía se accede por una hermosa portada en el lado sur del crucero. Fue hecha en el siglo XV por Juan Guas y Egas Cueman. Está muy decorada con figuras de santos y ángeles que llevan los escudos de Juan Pacheco. En la parte inferior del arco, se representan ángeles con los instrumentos de la Pasión de Cristo.

En la jamba derecha, se representa la Resurrección de Cristo. Se cree que la portada fue originalmente un arco que protegía el sepulcro de Beatriz de Pacheco, hija de Juan Pacheco, fallecida en 1461.

Una historia cuenta que Isabel la Católica ordenó retirar el sepulcro del centro de la capilla. Este sepulcro está hecho de mármol y tiene figuras de los "Doctores de la Iglesia Latina".

El aspecto actual de la antesacristía se debe a una reforma del siglo XVII. Hay dos cuadros de San Jerónimo. También destaca la lápida de Luisa Pacheco.

Por el lado derecho, se accede al claustro. Sobre el acceso, hay un balcón de madera del siglo XVI que lleva al oratorio.

Debajo del suelo de la antesacristía, corre un arroyo, y se puede escuchar el murmullo del agua.

Sacristía

Se entra a la sacristía por una puerta del siglo XVI. El interior tiene un arco que muestra símbolos de los evangelistas. También hay una imagen de San Jerónimo de finales del sig XV.

La sacristía tiene un diseño especial, con cajoneras (muebles con cajones) insertadas en nichos profundos en las paredes. En 1965, se realizó una restauración en la que se perdió el marco de yeso de una pintura importante, "La fuente de la Gracia", que ahora está en el Museo del Prado. En su lugar, hay una reproducción fotográfica.

Capilla de San Jerónimo

Esta capilla se construyó antes que la propia iglesia para las necesidades de los monjes jerónimos. Fue mandada construir por Alonso González de la Hoz en 1482.

La entrada a la capilla es por un arco. En los lados, hay escudos de las familias Río y de la Hoz. La capilla se cierra con una reja de madera.

Las bóvedas están decoradas con escudos. En las paredes, hay cinco urnas funerarias bajo arcos. En el suelo, hay cinco lápidas. La ventana está cerrada con una vidriera.

Capilla de la Asunción

Archivo:Monasterio de Santa María del Parral - Capilla de la Asunción
Portada de la capilla de la Asunción.

Esta capilla, junto con la de San Jerónimo, formó parte de la ermita original antes de la construcción del monasterio. Sobre su entrada, hay un balcón para el órgano. La entrada está dividida en tres secciones. En los lados, hay nichos con los nombres de Gonzalo del Río y su esposa Beatriz Álvarez, y Alfonso González del Espinar.

La capilla se cierra con una reja de madera y tiene una bóveda de crucería con escudos. En las paredes, hay cinco nichos con arcos.

En el suelo, se encuentra la lápida de Sancho García del Espinar, fallecido en 1547. La vidriera, con el escudo de la familia, es obra de Carlos Muñoz de Pablos.

Capilla del Descendimiento

Esta capilla también se conoce como capilla del Crucifijo o del Calvario. Perteneció a la familia Coronel-Solís. Fue fundada por un judío converso llamado Abraham Senneor, quien adoptó el nombre de Hernán Pérez Coronel. Muchos de sus familiares están enterrados aquí.

La entrada está hecha de piedra caliza blanca y tiene un arco con el escudo de la familia. Las paredes están decoradas con arcos. En el muro norte, hay un nicho donde se colocó un retablo. Las bóvedas tienen forma de estrella. La vidriera, como las otras, muestra el escudo familiar.

Capilla de la Natividad

Esta capilla también se llama capilla de Santiago. Perteneció a la familia Heredia y fue la última en construirse. Tiene dos secciones con bóvedas estrelladas y ángeles que llevan los escudos familiares. La entrada es por un arco sencillo. En el muro norte, se ven los restos del retablo que la ocupó, y en el suelo, la lápida de Francisco de Heredia, fallecido en 1583. La vidriera, como las demás, es de Carlos Muñoz y muestra el escudo de los Heredia.

En la entrada, se encuentra el sepulcro de Juan Díaz de Arellano, fallecido en 1640. Este sepulcro barroco del siglo XVII está decorado con motivos geométricos.

Claustros del Monasterio

El monasterio fue diseñado con cuatro claustros, como era costumbre en la Orden de San Jerónimo. Estos claustros son: el de la Portería, el de la Hospedería, el de la Botica y el Principal o de las Procesiones. Todo el conjunto, incluyendo huertos y tierras, estaba rodeado por un muro. La zona monástica es de clausura y no está abierta al público, excepto el claustro de la portería.

Claustros de la Portería y Hospedería

Archivo:Monasterio de Santa María del Parral (Segovia) Pórtico
Vista del alcázar de Segovia desde el claustro de la portería.

De este claustro, solo quedan algunos restos, y en su centro se ha construido un estanque. La entrada principal al monasterio se abre en ángulo recto con la puerta de la iglesia. Es un arco sencillo con una imagen de la Virgen de El Parral. Aunque la imagen y la puerta son modernas, la cerrajería es la original de 1643.

Archivo:El Parral claustro 03
El claustro de la hospedería y la torre de la iglesia.

La puerta principal lleva a un pórtico con tres arcos que datan de principios del siglo XVI. Desde un pequeño jardín, se tiene una buena vista de Segovia y de las ruinas del claustro de la Hospedería. Este claustro servía para alojar a los visitantes. Fue mandado construir por Enrique IV y era usado por él para hablar con los monjes. En 1566, un incendio lo destruyó, pero fue reconstruido poco después. Hoy solo quedan las bases de sus columnas, y su centro es un estanque.

Archivo:El Parral claustro 01
El claustro de la hospedería.

Desde el pórtico, se accede al claustro de la Portería por una puerta con el escudo de Enrique IV. Este claustro es pequeño y tiene cuatro arcos.

En el centro, hay una fuente ornamental, y en un lado, otra fuente con forma de león que sirve para que los visitantes puedan beber agua.

Claustro Principal o de las Procesiones

El claustro principal es un espacio grande al que se accede desde una sala junto al claustro de la Portería. Esta sala está decorada con pinturas de monjes y un candelabro especial.

Es un claustro con dos galerías. La galería baja tiene siete arcos sobre pilares de ladrillo pintados de blanco y rojo. En el lado norte, junto al muro de la iglesia, hay una zona soleada con pilares de piedra, y sobre ella se ve el campanario.

En el centro, hay una fuente sencilla que ha reemplazado a la original, que fue trasladada.

La galería alta tiene catorce arcos apuntados. Se accede al claustro alto por una escalera amplia. A su lado, está la capilla de San Bernardino, que tiene una portada gótica. Dentro, hay una figura de San Antonio y una pintura del siglo XVI de la Crucifixión con el acueducto de Segovia de fondo. Esta capilla fue adaptada para ser un panteón de "Hombres Ilustres" a principios del siglo XX.

Archivo:Segovia - Real Monasterio de Santa Maria del Parral 04
El claustro principal.

Cerca de la capilla de San Bernardino, están la capilla barroca de Manuel de Adrados y otra gótica que lleva al callejón de las Procesiones.

La iglesia se une al claustro por una rampa escalonada. Desde aquí, a la derecha, se llega a la capilla de San Sebastián, y a la izquierda, a las de Manuel de Adrados y San Gregorio.

La capilla de San Miguel lleva a la antesacristía.

En el lado este, se encuentra la biblioteca, a la que se accede por una portada gótica. La biblioteca se instaló en esta antigua capilla en 1951. Al lado, hay un callejón con una portada gótica que lleva a la huerta. Al otro lado del callejón, está la capilla de Santa Catalina, que ahora es una sala para la comunidad, y luego la sala capitular, donde la comunidad realiza su culto diario. Está adornada con un San Jerónimo y un Cristo. En el suelo, están las tumbas de Antonio del Río e Isabel de Cascales.

Archivo:El Parral claustro grande 04
El claustro principal.

En el lado sur, está la celda del prior, cubierta por un techo de madera del siglo XV con los escudos de Castilla y Portugal. En el muro norte, hay una pintura del siglo XVI que representa a San Jerónimo y sus discípulos.

En el lado oeste, hay un pasillo que llevaba al claustro de la Enfermería o de la Botica, que ahora está cerrado. En esta galería, se entierra a los monjes fallecidos.

El refectorio (comedor) tiene un techo de madera. A un lado, se encuentra el púlpito de madera y piedra.

En el claustro alto, se encuentran las celdas y una capilla con la imagen original de Nuestra Señora del Parral.

Claustro de la Enfermería o de la Botica

El claustro de la Enfermería o de la Botica tiene dos plantas. La planta baja tiene cuatro arcos, y la alta, el doble. Su decoración con bolas lo relaciona con el estilo de Juan Guas. El claustro inferior es muy sobrio, y en el centro, hay una fuente gótica de forma octogonal. Desde el primer piso, se puede acceder a la huerta.

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