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Libro de Kells para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Libro de Kells
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Fácsimil del Libro de Kells.
Género Códice
Tema(s) Evangelios
Idioma Latín
Título original Leabhar Cheanannais (Irlandés)
Fecha de publicación Siglo VIII

El Libro de Kells (conocido en irlandés como Leabhar Cheanannais) es un manuscrito decorado muy antiguo. Fue creado alrededor del año 800 d.C. por monjes celtas en Kells, un pueblo en Irlanda. También se le llama el Gran Evangeliario de San Columba.

Este libro es una de las obras más importantes del cristianismo celta y del arte hiberno-sajón. Aunque no está terminado, es uno de los manuscritos decorados más hermosos que se conservan de la Edad Media. Muchos expertos lo consideran una pieza clave del arte religioso medieval por su belleza y la habilidad con la que fue hecho.

El Libro de Kells está escrito en latín y contiene los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. También incluye notas y explicaciones, junto con muchas ilustraciones y dibujos a color. Hoy en día, puedes verlo en la biblioteca del Trinity College de Dublín, en Irlanda.

Historia del Libro de Kells

¿Cómo y dónde se creó el Libro de Kells?

El Libro de Kells fue hecho por monjes de la orden de San Columba. Se cree que comenzaron a crearlo en Iona, Escocia. Sin embargo, no se sabe con certeza dónde se terminó. Algunas ideas sugieren que se hizo en Iona, Kells (Irlanda) o Lindisfarne (Gran Bretaña).

Es probable que el trabajo empezara en Iona. Luego, los monjes lo llevaron a Kells para protegerlo de los ataques de los vikingos. Los vikingos atacaron Iona por primera vez en el año 795 d.C. En el año 806 d.C., un ataque vikingo causó la muerte de 68 monjes en Iona. Los monjes que sobrevivieron se mudaron a Kells. Se piensa que el Libro de Kells viajó con ellos y se terminó en Irlanda.

Aunque se decía que San Columba (que vivió del 521 al 597 d.C.) escribió o tuvo el libro, esto no es posible. El manuscrito se creó después del año 800 d.C. Sin embargo, fue hecho por monjes de su orden.

Existen varias ideas sobre dónde se hizo el libro. Una es que se escribió en Iona y se llevó a Kells sin terminar. Otra es que se empezó en Iona y se siguió en Kells. Algunos creen que se hizo completamente en Kells. También se ha pensado que pudo haberse creado en el norte de Inglaterra, como Lindisfarne, antes de ir a Iona y luego a Kells. La idea más aceptada es que se empezó en Iona y se terminó en Kells. Lo que sí es seguro es que fue hecho por monjes de las comunidades de San Columba.

El Libro de Kells mide unos 33 x 25 cm. Sus páginas son de vitela (piel de animal preparada para escribir) y están decoradas con imágenes pintadas. El texto está en latín, escrito con una letra especial llamada insular, usando tintas de varios colores. Contiene los evangelios completos de Mateo, Marcos y Lucas, y una parte del evangelio de Juan. También tiene índices, referencias y comentarios.

Originalmente, el libro tenía una cubierta de oro y joyas. Esta cubierta se perdió cuando el libro fue robado en el año 1007. Los ladrones arrancaron la cubierta, y por eso se perdieron algunas páginas al principio y al final. Es posible que la última parte del Evangelio de Juan también se perdiera en ese robo. El estilo de las ilustraciones sugiere que el libro se hizo a finales del siglo VIII o principios del siglo IX.

Los monjes crearon manuscritos ilustrados entre los siglos V y XIII d.C. La vida en los monasterios hizo que los monjes fueran los primeros en copiar y crear libros. Cada monasterio debía tener una biblioteca. Los monjes participaban en todo el proceso, desde preparar las pieles hasta encuadernar los libros. Trabajaban en lugares llamados scriptorium, donde escribían en mesas inclinadas. No usaban velas para evitar incendios.

Después de preparar la vitela, cortaban las hojas y trazaban líneas para guiar el texto, dejando espacio para las ilustraciones. Un monje escribía el texto en tinta negra. Otro lo revisaba y añadía títulos en tinta azul o roja. Luego, la página pasaba al ilustrador, que añadía imágenes y detalles en oro o plata. Usaban plumas y hacían tinta negra hirviendo hierro y corteza de árbol. Otros colores los obtenían de plantas y materiales naturales.

Se cree que el Evangelio de Juan nunca se copió por completo. El Libro de Kells parece un manuscrito sin terminar, con páginas en blanco y algunas ilustraciones que faltan. Tres monjes anónimos trabajaron en él, conocidos como Mano A, Mano B y Mano C. Era común que varios escribas colaboraran en un mismo libro.

El Libro de Kells recibe su nombre de la abadía en Kells, Irlanda. La abadía fue fundada a principios del siglo IX, durante las invasiones vikingas. Los monjes venían del monasterio de Iona, una isla en Escocia. Iona era un centro importante para las comunidades fundadas por San Columba. Cuando Iona se volvió peligrosa por los vikingos, muchos monjes se fueron a Kells.

El Libro de Kells es el ejemplo más famoso de un grupo de manuscritos hechos entre finales del siglo VI y principios del siglo IX. Estos libros se crearon en monasterios de Irlanda, Escocia y el norte de Inglaterra. Otros ejemplos son el Cathach de San Columba y el Libro de Durrow. Todos estos manuscritos tienen estilos artísticos, escritura y tradiciones similares.

El Libro de Kells en la Edad Media

Aunque no se sabe exactamente dónde se hizo, los historiadores están seguros de que el Libro de Kells estaba en la abadía de Kells al menos desde el siglo XII, o incluso desde principios del siglo XI. Un texto antiguo, los Anales de Ulster, cuenta que en el año 1006, "el gran Evangelio de Columcille [San Columba], la reliquia más importante del mundo occidental, fue robado de noche de la sacristía de la iglesia de Kells por su valiosa cubierta". El manuscrito fue encontrado meses después "bajo un montón de tierra", sin su cubierta de oro y piedras preciosas. Si este manuscrito es el Libro de Kells, esta es la primera vez que se sabe con seguridad que estuvo en Kells.

La pérdida de la cubierta explica por qué faltan algunas hojas al principio y al final del libro.

En el siglo XII, se copiaron documentos sobre las tierras de la abadía de Kells en algunas páginas en blanco del Libro de Kells. Esto confirma que el libro estaba allí. En la Edad Media, el papel era escaso, así que era común copiar documentos en libros importantes.

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El folio 27 muestra los cuatro símbolos de los evangelistas.

Un escritor del siglo XII, Giraldus Cambrensis, describió un gran libro de evangelios que vio en Kildare, cerca de Kells. Se cree que podría ser el Libro de Kells. Su descripción encaja:

"Este libro contiene la armonía de los cuatro evangelistas, con ilustraciones en casi cada página, llenas de colores. Aquí puedes ver un rostro majestuoso, allí los símbolos de los evangelistas con alas; el águila, el toro, el hombre y el león, y otras formas infinitas. Si lo miras rápido, parece un simple dibujo. Pero si miras con más atención, verás detalles tan delicados y complejos, con nudos y enlaces, y colores tan vivos, que pensarías que fue hecho por un ángel, no por un hombre."

Como Gerardo dijo que vio el libro en Kildare, podría ser otra obra similar que se perdió. Pero es más probable que confundiera Kells y Kildare.

La abadía de Kells se disolvió después de las reformas eclesiásticas del siglo XII. La iglesia de la abadía se convirtió en una iglesia parroquial, pero el Libro de Kells se quedó allí.

El Libro de Kells en la Época Moderna

El Libro de Kells permaneció en Kells hasta 1654. En ese año, la caballería de Oliver Cromwell se instaló en la iglesia. Para proteger el manuscrito, el gobernador del pueblo lo envió a Dublín. En 1661, un hombre llamado Henry Jones lo entregó a la universidad Trinity College. Desde entonces, el Libro de Kells casi nunca ha salido del Trinity College. Desde el siglo XIX, se exhibe de forma permanente al público en la Vieja Biblioteca de la universidad.

En el siglo XVI, se añadieron los números de capítulo de los Evangelios en los márgenes de las páginas. En 1621, el obispo James Ussher numeró las hojas. En 1849, la reina Victoria y el príncipe Alberto firmaron una hoja que se añadió al libro, creyendo que era original. Esta hoja se quitó cuando el libro se reencuadernó en 1953.

El manuscrito ha sido reencuadernado varias veces. En el siglo XVIII, algunas páginas se dañaron, perdiendo parte de las ilustraciones. En 1895, se hizo una nueva encuadernación que se deterioró rápido. A finales de los años 1920, varias hojas estaban sueltas. Finalmente, en 1953, Roger Powell lo reencuadernó en cuatro volúmenes y alisó algunas páginas deformadas.

En el año 2000, el volumen del Evangelio según Marcos fue enviado a Canberra, Australia, para una exposición. Fue la cuarta vez que el Libro de Kells viajaba al extranjero. Durante el viaje, el volumen sufrió "pequeños daños" en su coloración, posiblemente por las vibraciones del avión.

La biblioteca del Trinity College de Dublín, la más antigua de Irlanda, cerrará a finales de 2025 para una gran renovación. Esto es para proteger sus más de 200,000 libros, incluyendo el Libro de Kells. Una vez vacía la Vieja Biblioteca, el manuscrito se moverá a un edificio restaurado del siglo XVIII. Mientras tanto, hay una exposición temporal llamada "The Book of Kells Experience" en el campus. Esta exposición multimedia permite a los visitantes explorar la historia de las colecciones de la biblioteca.

Copias y reproducciones

Archivo:BookKells
El folio 183 de la copia de 1990: Erat autem hora tercia (era la hora tercia).

En 1951, una editorial suiza hizo una copia exacta del Libro de Kells. La mayoría de las páginas se reprodujeron en blanco y negro, y 48 páginas con decoraciones completas se imprimieron a color.

En 1979, otra editorial suiza pidió permiso para hacer una copia a todo color. Al principio, el Trinity College lo rechazó por miedo a dañar el manuscrito. En 1986, se desarrolló un sistema especial para fotografiar las páginas sin tocarlas. Así, el editor obtuvo el permiso. Después de fotografiar cada página, se comparaban los colores con el original para ajustarlos. En 1990, se publicó la copia en dos volúmenes: el facsímil y un libro de comentarios de expertos. La iglesia de Kells tiene un ejemplar. También existe una versión en CD-ROM con todas las páginas escaneadas.

¿Qué contiene el Libro de Kells?

El Libro de Kells contiene los cuatro Evangelios del cristianismo. Antes de los evangelios, hay introducciones, resúmenes y transiciones entre pasajes. Está escrito en mayúsculas con un estilo de caligrafía especial, usando tinta negra, roja, morada y amarilla. El manuscrito tiene 340 hojas de pergamino. La mayoría de estas hojas eran parte de hojas más grandes que se doblaron.

Se cree que faltan unas treinta páginas. En 1621, se contaban 344 páginas. Las hojas actuales están agrupadas en 38 cuadernos, cada uno con entre cuatro y doce hojas. Las páginas más decoradas suelen ser hojas sueltas. Se pueden ver agujeros y líneas que guiaban a los monjes al escribir. El pergamino es de buena calidad, pero algunas hojas son gruesas como cuero y otras muy finas. El libro mide 33 cm de largo por 25 cm de ancho. El texto ocupa unos 25 cm por 17 cm, con 16 a 18 líneas por página. El libro parece incompleto, ya que algunas ilustraciones son solo bocetos.

Contenido detallado

Actualmente, el Libro de Kells tiene, después de algunas introducciones, el texto completo de los Evangelios según Mateo, Marcos y Lucas. El Evangelio según Juan está hasta el versículo 17:13. El resto de este Evangelio y parte de los textos iniciales se perdieron, probablemente durante el robo del manuscrito en el siglo IX.

Lo que queda de los textos iniciales son dos fragmentos de listas de nombres hebreos de los Evangelios, los Breves causae (resúmenes) y los Argumenta (leyendas) de los cuatro Evangelios, y las tablas canónicas de Eusebio de Cesarea. Es probable que los textos perdidos incluyeran la carta de San Jerónimo al papa Dámaso I, donde justificaba la traducción de la Biblia al latín.

Las tablas canónicas de Eusebio de Cesarea se crearon para comparar los cuatro Evangelios. Eusebio dividió los Evangelios en capítulos y creó tablas para que el lector encontrara un episodio de la vida de Cristo en cada texto. Era común incluir estas tablas en los libros medievales. Sin embargo, en el Libro de Kells, las tablas son difíciles de usar porque el amanuense las condensó mucho. Además, los números de los capítulos no se pusieron en los márgenes, lo que hace imposible encontrar las secciones. Quizás los monjes esperaban terminar las ilustraciones antes de añadir los números, o lo omitieron para no alterar la belleza del libro.

Las Breves causae y los Argumenta son textos más antiguos que la Vulgata (la traducción de la Biblia al latín). Las Breves causae son resúmenes de antiguas traducciones de los Evangelios. Los Argumenta son colecciones de leyendas sobre los cuatro Evangelistas. El orden de estos textos es inusual, similar al del Libro de Durrow. Esto sugiere que el monje que escribió el Libro de Kells pudo haber tenido el Libro de Durrow como modelo.

Texto y escritura

El Libro de Kells contiene el texto de los cuatro Evangelios en latín, basado en la Vulgata, pero no es una copia exacta. Tiene muchas diferencias, usando a veces traducciones latinas más antiguas. Estas diferencias son comunes en los manuscritos medievales de Gran Bretaña.

El manuscrito está escrito en letras mayúsculas, con algunas minúsculas. La historiadora Françoise Henry ha identificado al menos tres monjes que escribieron el libro, a quienes llamó "Mano A", "Mano B" y "Mano C".

  • La Mano A escribió la mayoría de los folios del 1 al 19 y del 276 al 289, y luego del 307 hasta el final. Usaba tinta marrón y escribía entre 18 y 19 líneas por página.
  • La Mano B escribió del folio 19 al 26 y del 124 al 128. Usaba más letras minúsculas y prefería tinta roja, morada o negra. El número de líneas por página variaba.
  • La Mano C escribió el resto del manuscrito de forma más dispersa. Usaba más minúsculas que la Mano A, la misma tinta marrón y casi siempre 17 líneas por página.

Errores en el texto

Hay algunas diferencias entre el texto del Libro de Kells y los Evangelios que conocemos hoy:

  • En la genealogía de Jesús en Lucas 3, 23, el Libro de Kells nombra un antepasado extra por error.
  • En Mateo 10, 34b, debería decir "no he venido a traer la paz, sino la espada". Pero en Kells dice "alegría" en lugar de "espada". Esto probablemente fue un error del copista.

Decoración y arte

El manuscrito tiene páginas llenas de diseños ornamentales muy complejos y pequeñas ilustraciones junto al texto. El Libro de Kells usa muchos colores, como morado, rojo, rosa, verde y amarillo. A diferencia de otros libros, no usaron pan de oro o plata. Los pigmentos para las ilustraciones venían de toda Europa. El negro se obtenía de las velas, el rojo brillante de un mineral llamado rejalgar, el amarillo de otro mineral llamado oropimente, y el verde esmeralda de la malaquita pulverizada. El lapislázuli, un costoso pigmento azul, venía de Afganistán.

Las miniaturas son más ricas y numerosas que en cualquier otro manuscrito bíblico de Gran Bretaña. Hay diez páginas completas de miniaturas que se han conservado. Incluyen dos retratos de evangelistas, tres representaciones de los cuatro símbolos de los evangelistas, una página con motivos que parecen un tapiz, una miniatura de la Virgen y el Niño, otra de Cristo en el trono, y dos más sobre el juicio y la tentación de Jesús. Además, hay otras trece páginas con miniaturas y un texto corto, como el inicio de cada Evangelio. Ocho de las diez páginas de las tablas canónicas también están muy ilustradas. Aparte de estas, hay muchas decoraciones más pequeñas e iniciales decoradas.

El manuscrito comienza con un fragmento de una lista de nombres hebreos. La otra columna de la primera página tiene una miniatura de los cuatro símbolos de los evangelistas, que está un poco borrada. Esta miniatura está de lado, así que hay que girar el libro para verla. El tema de los cuatro símbolos de los evangelistas aparece en todo el libro para mostrar la unidad del mensaje de los cuatro evangelios.

La unidad de los Evangelios se refuerza con la decoración de las tablas canónicas de Eusebio de Cesarea. Estas tablas, que normalmente ocupan doce páginas, se hicieron para comparar los textos. Los monjes del Libro de Kells reservaron doce páginas para ellas, pero las condensaron en solo diez, dejando dos páginas en blanco. Esto hizo que las tablas fueran confusas. La decoración de las primeras ocho páginas de las tablas canónicas se parece a la de manuscritos antiguos del Mediterráneo, que usaban dibujos de arcos. Los monjes de Kells usaron este estilo, pero lo adaptaron: los arcos parecen motivos geométricos decorados con diseños celtas. Los cuatro símbolos de los evangelistas están arriba y abajo de los arcos. Las últimas dos páginas muestran las tablas en una reja, como en el Libro de Durrow.

El resto del libro se divide en secciones, cada una con miniaturas y páginas de texto decorado. Cada Evangelio tiene introducciones muy elaboradas. Los textos preliminares también están muy decorados. Además, el "segundo inicio" del Evangelio según Mateo tiene su propia decoración.

Los textos preliminares comienzan con una imagen de la Virgen y el Niño (folio 7). Esta es la representación más antigua de la Virgen en un manuscrito occidental. María aparece en una pose especial, y el estilo de la miniatura podría venir de modelos ortodoxos o coptos.

La miniatura de la Virgen y el Niño está en la primera página de texto. Es una buena introducción para el inicio de las Breves causae de Mateo, que comienza con "el nacimiento de Cristo en Belén". La primera página de las Breves causae está decorada y enmarcada. La combinación de la miniatura a la izquierda y el texto a la derecha crea una introducción muy colorida. Las primeras líneas de otras secciones también están decoradas, pero no tanto como el inicio de las Breves causae de Mateo.

El Libro de Kells fue diseñado para que cada Evangelio tuviera decoraciones introductorias muy elaboradas. Originalmente, cada uno de los cuatro textos tenía una miniatura de página completa con los cuatro símbolos de los evangelistas, seguida de una página en blanco. Después, frente a las primeras líneas decoradas del texto, aparecía el retrato del evangelista. El Evangelio según Mateo conserva el retrato de su evangelista y su página de símbolos. El Evangelio según Marcos no tiene el retrato, pero sí su página de símbolos. El Evangelio según Lucas no conserva ninguno. El Evangelio según Juan, como el de Mateo, tiene el retrato de Juan y su página de símbolos. Es probable que las páginas que faltan existieran y se perdieran. El uso de todos los símbolos de los evangelistas al principio de cada Evangelio enfatiza la unidad del mensaje.

La decoración de las primeras palabras de cada Evangelio es muy detallada. Estas páginas parecen tapizes, con ilustraciones tan elaboradas que el texto es difícil de leer. La página de inicio del Evangelio según Mateo (folio 29) es un ejemplo: solo tiene dos palabras, "Liber generationis" ("el libro de la generación"). La palabra "lib" de "Liber" se convirtió en un monograma gigante que ocupa toda la página. La palabra "Generationis" se extiende en tres líneas dentro de un marco. Todo está rodeado por un borde elegante. Este borde y las letras están decorados con espirales y nudos, a menudo con formas de animales. Estas decoraciones, aunque muy elaboradas en el Libro de Kells, se encuentran en todos los libros de evangelios de las islas británicas.

El Evangelio según Mateo comienza con la genealogía de Jesús. La historia de la vida de Cristo empieza en el versículo 1:18, que se considera el "segundo inicio" de este Evangelio. El Libro de Kells le da a este segundo inicio una decoración especial. Esta parte del Evangelio de Mateo comienza con la palabra "Cristo", que en los manuscritos medievales se abreviaba con las letras griegas Xi y Ro.

Este "monograma Xi Ro", también conocido como "monograma de la Encarnación", fue muy cuidado en el Libro de Kells, ocupando todo el folio 34. La letra Xi domina la página, con uno de sus brazos extendiéndose. La letra Ro está debajo de la Xi. Ambas letras están divididas en secciones decoradas con nudos y otros motivos. Incluso el fondo está lleno de ilustraciones entrelazadas. Entre los adornos se esconden animales e insectos. De uno de los brazos de Xi salen tres ángeles. Esta miniatura es la más impresionante de los monogramas de la Encarnación en los manuscritos bíblicos de las islas británicas. Según Claude Médiavilla, experto en caligrafía, este monograma es "la pieza de iluminación más compleja jamás realizada".

El Libro de Kells tiene otras dos miniaturas de página completa que ilustran momentos de la Pasión de Cristo. Una muestra su detención: Jesús, inmovilizado por dos figuras más pequeñas, está bajo un arco. La otra miniatura es sobre la Tentación de Cristo: Jesús, solo con su busto visible, está en la cima del Templo, con una multitud a su derecha (posiblemente sus discípulos). Debajo de él se ve la figura de Satanás, y dos ángeles vuelan en el cielo.

La decoración del libro no se limita a las partes principales. Todas las páginas, excepto dos, tienen al menos pequeños adornos. En todo el manuscrito, encontramos iniciales decoradas y pequeñas figuras humanos o de animales, a menudo enredadas en nudos complejos. Es el arte de los entrelazos, figuras de animales y laberintos diminutos, inspirado en la tradición celta. Por ejemplo, el texto de las Bienaventuranzas en el Evangelio de Mateo tiene una gran miniatura en el margen, donde las letras "B" que inician cada línea se entrelazan. De manera similar, la genealogía de Cristo en el Evangelio de Lucas usa la repetición de la palabra "Quien" al inicio de cada línea para formar una cadena. A la derecha de las páginas, se dibujan pequeños animales para rellenar espacios. No hay dos motivos idénticos, y ningún manuscrito anterior tiene tanta cantidad de adornos.

Todas las ilustraciones son de gran calidad y su complejidad sigue siendo fascinante. Al examinar una de ellas, de solo 2.5 cm², se han contado 158 entrelazos de cintas blancas con bordes negros. La delicadeza de algunos detalles solo se puede apreciar con lupas, herramientas que no existían cuando se hizo el libro. Estos complejos entrelazados también se hicieron en metal o piedra en esa época y han perdurado: muchos de estos motivos se usan hoy en día en joyas o tatuajes.

¿Para qué se usaba el Libro de Kells?

El Libro de Kells se usaba en ceremonias religiosas, no para enseñar. Un libro de evangelios tan grande y lujoso se dejaba en el altar mayor de la iglesia. Se usaba solo para leer pasajes de los Evangelios durante la misa. Es probable que el sacerdote no leyera directamente del manuscrito, sino que recitara de memoria. Es interesante que el robo del libro en el siglo XI ocurriera en la sacristía (donde se guardaban los objetos litúrgicos), no en la biblioteca. Esto sugiere que el libro era un objeto muy hermoso, pero poco práctico para la lectura diaria. Además, el texto tiene muchos errores sin corregir. Las líneas a veces se extienden a los espacios libres, y los números de capítulo necesarios para usar las tablas canónicas no se añadieron. En general, no se hizo nada que pudiera afectar la belleza de las páginas: la estética fue más importante que la utilidad.

El Libro de Kells en la cultura popular

En 2009, se estrenó la película de animación The Secret of Kells (El secreto del libro de Kells), dirigida por Tomm Moore. Esta película de 75 minutos, una coproducción de Irlanda, Canadá y Bélgica, cuenta una historia inspirada en el libro.

También se menciona en el libro de 1998 Las partículas elementales del autor Michael Houellebecq.

Galería de imágenes

Un facsímil digital del Libro de Kells puede ser descargado desde aquí.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Book of Kells Facts for Kids

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Libro de Kells para Niños. Enciclopedia Kiddle.